CAPITULO CUATRO

FEAR

~ We have a future, Clark…~

DOS DÍAS DESPUÉS.

Estas en el aire.

En el aire.

Y te respiro.

Desde adentro. Tacto. Olor. Sonido. Luz y desesperación, luz y candencia. Adam acercándose a la cama con miedo. Ojos tan hermosos. Clark sonriendo. Todo estará bien, no es culpa de nadie... pero lo es, Clark, no es nada mas que un señuelo. Y sin embargo, sin embargo... no hay diferencia con otros días, como aquel en que él tenia veintidós años y un par de ojos cambió algo que nunca debió ser.

Todo. Todo. El perfecto heredero, el perfecto hijo, el perfecto padre, el perfecto maestro, ¿Eras realmente eso lo que esperaba de su vida?, Y ¿ ahora venia preocuparse de eso?. Repetir círculos y caminos definidos en su sangre. Siempre deseando mas, siempre ansiando, anhelando los pasos. Todo. Todo. ¿Y que?, Después de todos estos años, no pudo menos que aplaudir al darse cuenta de que los parámetros en ese concepto si importaban, porque adonde fuera, el todo lo perseguía y un Luthor es un Luthor es un Luthor, pero también era... Buen Dios, tanta pubertad.

~ Toma mi mano ~

No habían hablado mucho en estos días. Destrozando horas. Todo termina, todo termina, y tal vez él no quería seguir el camino que todos esperaban, que él esperaba, porque, porque, y Dios, debería haber un segundo en que no hubieran tantas voces en su cabeza. Y.

~ Quiero todo ~

Pero en el camino, nunca se detuvo  a pensar que... ya lo tenía. Sexo como último recurso, intoxicante, repleto de ira. Sin poder ocultar. Nunca. Nunca más. Nunca pudo. Y es, incontenible.

- Mierda.

- Solo Lex, Clark.- risa queda- Ok, Ok- necesito más.

- Que bueno que te interese mi bienestar- se suponía que el sexo no era divertido cuando estas destrozando todo. Pero.. Pero, Clark.

Después. Después solo se dedico a besarlo. Hambre que jamás podía reconocer como suya, cuando siempre... Nunca fue demasiado. Nunca terminaría. Quiero más. Calma, lentitud, músculos tan hermosos bajo una piel, y Dios, su madre no debió morir, nunca debió dejarlo solo, porque ella jamás, jamás hubiera permitido que se convirtiera en esto. Que tierno... cerro los ojos. Quiero más. Quiero todo. Pero, ¿qué?.

Hay tanta paz en la realización que es  hilarante. Y toda su vida siguió los caminos, sin detenerse un momento con la mano en el corazón (Ja), asumiendo, aceptando que después de todo, era el hijo de su padre... ¿Y que?.

Adam.

¿Quiero darle todo?.

~ Esta en la sangre Lex. Siempre lo estará ~

La tumba de su madre. Cerrándose frente a ojos sin lágrimas.  

CUATRO HORAS DESPUÉS.

- Iré a Metrópolis esta noche- beso. Succión. Ombligo. Nunca termina. Nunca. Clark casi recuperado. Adictivo. Tanto. Cada vez más lejano. Que no se diga que los Luthor no reconoce la utilidad del tiempo. No. No Luthor, Lex. Esto es quien eres. Clark se acomodo en el sillón y bebió un poco de su café. Escucharon a Adam riéndose a carcajadas en el salón contiguo y a Margaret tratando de acallarlo. 5 PM. Pinky y Cerebro. Lex y su sentido de la oportunidad. Se reacomodo nuevamente sobre Clark. Cabeza al nivel de la cintura. Casi la misma posición en la cual Adam había estado... otra risotada.  Se miraron. Sonrisa, aterradoramente fácil, sobre todo porque Adam y Clark siempre estaban del lado de Pinky.

- No preguntaré.

- Ok.- asintió ausente y sus dedos trazaron la carpeta en la mesita adyacente. Suspiro y Clark se acomodo de nuevo. Lex subió la vista. Aun seguía débil.

- No molestas- nada mas que humor.

- Bueno saberlo- Quiero todo.

- Juro que nunca más haré ninguna broma sobre los humanos y sus debilidades.

- Mocoso llorón.

- Oh, cállate Lex- Clark volvió a su posición, admitiendo malhumorado que si, estaba acurrucándose y sin fines eróticos. Bueno, casi. En algún lugar del mundo, algunos de sus amigos, (los que quedaran con vida) deberían estar intoxicándose de risa.

- Ok- Oh, Adam...  Quiero todo... ¿Y eso esta bien mama?. 

- Deberías estar con él.

- Eventualmente.

- ... Nunca lo será... él... nunca.

- ¿Y eso que cambia?.

- Que no cometerás los errores que él cometió.

- O que seré peor que él. Esta en la sangre Clark- se mofo. Imágenes y personas mezclándose en su cabeza.

- ...  Tienes miedo... - sorpresa.

- Pot. Kettle. Dejaste todo.

- Eventualmente lo habría hecho.

- Y eventualmente Adam vivirá conmigo-  al costo que sea.  Esta en la sangre. Cerro los ojos tratando de no sentir la casi total relajación por... por estar con él. Dedos en el cabello

- ... ¿Qué sucede?...- Lex no respondió... no pudo.

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Mientras cenaba (y Margaret ya no parecía sorprendida por eso),  fue interrumpido por una llamada. Se levanto con calma.

- Todo listo. Tenia razón, esto es... –imagina eso- inminente.

- ¿Tiempo?.

- No sabría...

- No te pago para no saber,  Savage.

- Dos semanas quizás. Están ultimando detalles, según mi fuente...

- Por supuesto.

- De todos modos, envié a mi equipo a reforzar la seguridad- seguro que sí.

- Absolutamente.- levanto su vaso y brindo por nadie en particular entes de beber un poco- Estaré en Metrópolis al amanecer, lleva lo que te pedí y... - sonrió- compra el diario.

- ¿Señor?.

- ... Nuevas adquisiciones.

- Claro señor- leve rastro de burla. Que dulce.

- Cuando todo esto estalle, dependeré de tus servicios- mintió.

- Me honra señor.

- Que encantador de tu parte- corto.

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Un pequeño beso a Adam. Palabras vacías y el tiempo escurriéndose. ¿Es esto todo lo que hay?, ¿Todo lo que queda?, ¿Todo lo que deseo con tanta intensidad?. Y se suponía que él podía manejarlo... El deseo atrapa  y la debilidad siempre ha trazado un camino paralelo a la conciencia.

Lex subió al helicóptero y deseo... ¿qué?, ¿Cambiar el pasado?, ¿No haber sacudido los cimientos de la venganza lo suficiente como para aceptar el llamado de su propia sangre?.

HORAS ANTES.

- Nunca serás él- repitió solo por el placer de ser Clark.

- ¿A quien tratas de convencer, Clark?.

- Es la validación de la posibilidad...  lo que te aterra, ¿no es así Lex?.  Es tan confortante, vivir así.

- ¿Así?. Mi vida es una triste comedia. Padre esta complacido.

- Así que mami murió y papi no te abraza, ¿y que?. ¿Matemos todo lo que me rodea y tomemos un brandy frente al fuego?.

- Y que, ¿La fe es el yugo favorito del pueblo?.- parafraseo a Jonathan- Oh, vamos Clark, se que eres el hijo de tu padre, pero hasta tu puedes hacer algo mejor que eso.

- Y " la ironía  es la ultima defensa del cobarde". ¿Y que?. Deja de... - ¿de qué?.

- ... No tienes idea de lo que soy capaz, Clark- tan, tan serio. Haría todo por él. Haré todo por él.

- Oh, creo que tengo algunas... – y duele porque el aire quiebra- ¿adonde vas Lex?.

- A transitar esos caminos que tan pintorescamente esbozas. - porque nadie mas puede.  Sonrisas- No soy yo quien debe dejar de huir.

- ¿Y después que?... Dios, ¿y me acusas de cerrar los ojos? - dulce, Clark. Realmente. 

- Aunque esta conversación es realmente deliciosa en su inocuidad, un record entre nosotros debo añadir, lamentablemente, el helicóptero me espera y ya sabes, la puntualidad...

- ¡Que... Toda la vida me has... esos caminos, son solo caminos. Otro día en la vida de alguien, y mundo no... ¡¡ No es... siempre hay elección Lex. No puedes ir por la vida asesinando personas solo porque no encajan en tu visión!!.

- Oh, Clark, eso es tan sagaz, ¿quizá debiste mencionarlo antes?. Hubiera cambiado tantas cosas. Realmente. - antes, antes.

- No soy tu padre. No jugarás conmigo- se acerco con serenidad. Demasiada.

- ¿No es eso lo que he hecho todo este tiempo?- porque así es el  amor.

- No es eso lo que... juegos, Lex... - respiro profundo- nunca pudiste... - ¿En serio?.

- ¿Realmente?.

- Es lo que te jode la maldita vida hijo de puta, es lo que siempre lo hizo- la verdad duele. Eso es buen, tan bueno. Solo detente, Clark. Detente y respira conmigo. En el mismo espacio.

- Oh, Clark, vergüenza debería darte.

- Abre los ojos. Caminos son caminos, elecciones. Él... no es necesario que muera.

- ¿Vas a impedirlo?.

- Si es necesario.

- ¿Porque?- y francamente, Lex quería oír esa respuesta.

- Porque es quien soy.

- Entonces tenemos un grave conflicto de intereses- se burlo moviendo la cabeza cansadamente.

- Abre los ojos...

- Nunca hubo otra forma contigo, Clark- Dios. Y no es eso,  enunciar lo evidente.

- ¿Por qué?.

- ¿Por qué no?- Dios, Clark, no.

- La verdad no puede ser contenida. No esta.

- Encantador- se dirigió a la puerta.

- Porque entre nosotros el mundo y sus ironías en el fondo importan una mierda, Lex. ¿Crees que no veo tus pasos cada día?. Estas perdido.

- ¿Y que harás cuando la veas?, ¿Cuándo me veas?- ¿tu amor lo soportara?.

- No soy los demás, nunca lo fui- Y eso no te mata desde adentro.

- Y  juegos, en el fondo solo son eso y nunca has podido... no conmigo...

- Son todo lo que nos queda.

- ¿Lo harás conmigo?.

- Entre nosotros. Los juegos nunca significaron nada- Lex cerro la puerta tras de sí con calma. Lo siento, Clark.

DOS DÍAS DESPUÉS. ARRIBO.

~ I don't want anything to stand in the way of our friendship ~

Conozco tu corazón. Principio y fin embebido en esperanzas adolescentes. Humanas. Y mientras lo sostienen contra el piso, y oye el sonido de cuellos siendo destrozados y el grito atrapado en el cuello de Margaret, él puede ver lo que fue. La fe. Predecible. Controlable. Humana.

Puede sentir la sonrisa en los labios de Lionel, más arrolladora en su destrucción, en su dolor, que la roca verde destrozando su espalda. Marcándolo. Y él, Dios, él pensó que tal vez, tal vez, las cicatrices no dolerían tanto, que tendrían significado, que serian alucinantemente indelebles, y él no tenía ni una mierda de idea.

Así que mientras Lionel enseña a Adam el valor de las lecciones, y el poder de la sangre. Él esta en el suelo, notando que en medio de su magnificente estupidez, parte de él estaba gritando en silencio, convencido y arrogante, de que, tal vez él no tuvo la intención, de que nunca hubo un real plan, que la única razón fue la protección de su hijo, porque él vendrá, él lo hará, y sacara a su hijo de aquí, porque nunca quiso que su hijo viera eso. Nunca. Y tu no eres mas que el divertimiento.

~ Trust me. I'm a man of my Word ~

Y mientras Adam llora, y Lionel habla sobre destinos insulsos y guerras humanas, Clark no puede dejar de reírse, porque Dios. Su padre estaría tan orgulloso de que todas sus alegorías sobre Lex y su padre, se comprobaran, y de esta manera,  porque. ASÍ. ES. COMO. SE. HACE. Divertimiento.

- ¿Cree en la fe, señor Kent?... esta en todas partes. ¿Cómo se siente estar solo?.

Y aun ahí, Clark no había querido entender. Porque, porque Lex le hablo de su hijo y le pidió quedarse con él y cuidarlo y tal vez él podría enseñarle las flores de su madre, y llevarlo a caminar por el puente donde todo, todo murió. Dios, todo es juego y no termina nunca, nunca. No tendría gracia de otra forma.

Otro grito desgarrándose de su garganta. Una parte de su cerebro considero el trabajo puesto en el meteorito, elegantemente diluido en su efecto, asesinándolo poco a poco. Emblema taladrando su alma a través de  su espalda y Adam llorando y debieron ser mas que meses antes de poder refinar el meteorito y convertirlo en algo minimamente tolerable por algún periodo de tiempo. Eficiente. Divertimiento, Clark.  Dios, el amor puede ser tan liberador. Culpas rodando, porque NO LO VI, no lo sabia, porque el amor corroe la razón, y Dios, corroe la dignidad, la decencia, y ¿a quien mierda le importa eso?. Él te vendió Clark. Y lo supiste todo el tiempo. Cierro mis ojos, y todo lo que veo es a ti.

- Esto es lo que somos.  Pero tú lo sabias, ¿no es así?.- cerrando tus adorables ojos- ¿Cómo se siente?- lo que eres, quien eres, cuanto vales.

Y hay suficientes pruebas en la voz de Lionel como para no poder  denegarlo. Incluso él. Amor.

~ We have a future, Clark… ~

Y es increíble sentirse tan humano, tan perteneciente a algo. Pero siempre fue así, Clark. Siempre, desde el comienzo, razones y tiempos, iras y descontentos. Todo amplificados hasta el punto en que no podía diferenciar, solo sentirse. TAN VIVO. Entroncado. Formando parte de algo que no era una nave espacial en el sótano y la mirada de su padre, tan llena de esperanzas porque él tenia un destino, y mejor que eso, él abrazaba ese destino con tanto, Dios, tanto orgullo.

- ¿Quieres averiguarlo, Clark?. Lo que eres... es un intercambio conveniente, todo es negociable, solo hay que estar dispuesto a pagar el precio conveniente... él quería LuthorCorp.  Ahora yo... Oh, bueno... - dedos en sus labios- creo que sabes a lo que me refiero... aun cuando el pequeño... cree poder engañarme. Todo es valido...

¿Y que?.  Latidos, Clark. Latidos. Alegría. Y aun puedes oír a tu padre: " Hijo, siempre el truco estar en tener la suficiente humildad y aceptar, aprender las lecciones que la vida nos da, se gane o  se pierda, es lo que nos queda", y Dios, el hijo perfecto de Jonathan Kent, su asesino, ramera del hijo de Lionel, hablando de círculos padre. Latidos, Clark. Lionel dando órdenes por teléfono, no hay distinción de tiempo (¿horas, días?), y es... El latido. Prueba fehaciente, ¿de qué?, ¿De que es real?, ¿De que quizá no fue su intención?, ¿De que en realidad ahí algo que resemblé dignidad en todo esto?. Intenciones. Intenciones. Ahí un lugar lleno de ellas dentro de cada uno de nosotros. Se llama  Lex.

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- Señor, - Roberts apuntando a Savage, el helicóptero estable - están ingresando al castillo... ¿intervenimos?.

- No.

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Tic. Tac. Y de pronto... de pronto algo cambia en el aire. Y Dios sabe que ha estado escuchando por demasiado tiempo a Lionel y su retórica sanguínea, y el amor, y los celos. Y él lo entiende, seguro que sí. El síndrome del hijo único, con sus juguetes y sus historias y su hermoso y ambicioso y brillante hijo. Deseo, lujuria latiendo. Y todo es acerca de posesión, y él es solo un compromiso en medio de una guerra que no es mas que otro día más. Pero... pero esta el cambio, y Lionel, le habla sobre laboratorios y alteraciones de planes, ¿y que?. Ya. No. Importa.

- ... Espero que disfrutes tu nuevo hogar... – su aliento. Mas frió que el de Fanning. Ha, sí, Fanning. El meteorito para debilitarlo físicamente, Fanning para... divertirlo. Y pensar que él se consideraba especial. Sonrió. El sueño de todo joven, nadie me ama porque soy diferente, solo que en esta pequeña fantasía llamada vida, él si lo era, ¿y no es eso hilarante?. Susurros – eres mío ahora... él te entregó... no olvides eso... esta en la sangre... - gracias Lionel, ¿necesito una postal también?- Lindo, lindo niño. Tu padre estaría tan decepcionado. Prepárenlo. - salió de la sala. Pero antes, antes voltea. Y es curiosa la resistencia de la esperanza, a desaparecer, a dejarte en paz frente a un mundo que solo recibió una nave espacial y un puñado de respiraciones mas o menos libres de vez en cuando. Pero es casi excitante notarlo (hubiera dado tanto, hace no tanto tiempo por hacerlo), y aunque ha estado la mayor parte del tiempo inconsciente, es... ya sabes. Fanning y las ataduras y quizá, solo quizá,  entrepierna reseca si se porta bien, pero él sabe, sabe, que no es necesario, Lionel lo sabe también, no es necesario. Ya lo tienes todo. Gracias, Lex. Tan eficiente. Pero ahí, en ese momento. Lo ves caminar hacia la puerta, y lo notas, un leve paso, leve sonido. Y te das cuenta de que algo sucede, porque nunca, nunca, ningún Luthor, vacila. Titubea. Y LO VEZ, en cada paso. Y oyes a Adam llorar. Y en ese momento, en que quizás su madre vería alguna salida. Alguna luz, es simplemente será solo  un paso más. Y parte de él aun desea que importe algo.

Solo otro paso mas, Clark.

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- Estamos cerca.

- ...

- No es necesario que baje señor- Roberts lo estudio con calma.

- ... Lo es- Savage resoplo burlonamente a través de la cinta cubriendo su boca, y Roberts se le quedo viendo por un segundo.

- No es necesario- repitió. Apunto a Savage, y Roberts pudo ver la expresión del rostro de su jefe... libre.  Era escalofriante.

- Ya saben la señal.

- Si señor, en cuanto termine... – Roberts asintió con tranquilidad y observo a su jefe, porque nunca, nunca debes darle la espalda a un Luthor, lección de su padre, y del padre de su padre.

- Maten todo lo que tenga pulso...

~ Empires are not brought down by outside forces… ~

CONTINUARA