La sombra del ayer

Capitulo Quinto "Como un diamante"

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"Dime maestro, ¿cómo sabré cuando seré el mejor guerrero"

"Eres un poco ambicioso para querer serlo, ¿no te parece', pequeño Eladamri"

"No. seré el mejor para proteger a mi pueblo, pero no sabré cuando llegue a serlo. mas sin embargo supongo que será cuando tenga la espada mas filosa y mi modo de blandirla sea el mas eficaz."

"Niño tonto. saca tu espada, y ataca a esa roca que ves ahí"

"Pero maestro, eso no tiene caso. mi espada se quebrará"

"He ahí tu respuesta, cuando sin desenvainar tu espada, derrotes a tu enemigo, te habrás convertido en el mejor guerrero, serás rápido como el rayo, invisible como el cristal, y duro. como el témpano de hielo, que destruye sin moverse, el barco que se ha de estrellar en él."

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Era una tarde fría, alrededor de las dos de la tarde, el cielo totalmente blanco, y un poco de nieve caía en el parque Chuo, dónde un chico enseñaba a su difícil novia el arte de patinar sobre el agua bajo cero.

-No puedo mas.- dijo Ruki tratando de escapar del pequeño lago congelado, donde muchas veces se habían reunido cuando niños a jugar

-Vamos Ruki, yo sé que tu puedes.- dijo Takato impidiéndole huir

-Es fácil para ti decirlo, tengo frío, me duelen los pies, tengo entumecidas las piernas, y mi trasero es un hielo.- dijo tratando de escapar de nuevo

"hora de usar una nueva estrategia" -si es por tu trasero frío, no te preocupes, lo sobaremos hasta que se caliente- dijo el burlón mientras le daba una palmada en su glúteo derecho, y escapaba

-¡Esta vez te has pasado de la raya Matsuda!- gritó Ruki roja de la cara, un tercio por la vergüenza, otro mas por furia, y el último por hacer ejercicio debajo de un clima de menos dos grados Celsius

-Alcánzame si puedes- decía Takato entre risas viendo a su novia persiguiéndolo

-Me las vas a pagar Bakato- dijo ella tomando velocidad y acortando la distancia entre ellos

-¡Ruki.!- exclamó Takato cuando ella le dio alcance

-¡No me supliques que no servirá!- dijo ella aún enfadada

-¡Lo lograste!- dijo él mientras la abrazaba

-¡¿Qué?!- preguntó ella confundida, enfadada y en el aire, pues Takato la había levantado y daba vueltas con ella abrazada

-¡Patinaste muy bien, y a gran velocidad!- le dijo él a lo que ella sonrió olvidando el incidente de hace un momento

-¿Soy la mejor no?- dijo ella sonriéndole

-Así es.- dijo él mientras la besaba para después soltarla

-Vamos chicos, vayan a un hotel.- dijo una vocecilla que de inmediato los separó -Patinas muy bien Ruki- dijo Juri

-Un mal maestro. pero lo superé.- dijo ella arrogante

-Si. dijo Takato empezando a deslizarse hacia una orilla -solo necesitó el incentivo adecuado- dijo el burlón mientras se palmeaba el trasero haciéndose como que se quitaba la nieve de sus pantalones

-¡Casi lo olvidó!- dijo Ruki tornándose de nuevo roja -¡Vuelve aquí Baka Googles!- gritó ella persiguiéndolo, pero Takato era demasiado veloz, o por lo menos lo era para una chica que apenas había aprendido a patinar.

-Tendrás que alcanzarme- dijo el sonriendo y esquivando a Ruki

-¡Mano larga!, ¡Pervertido!, ¡Depravado!- gritaba Ruki mientras trataba en vano de hacerle daño, lo que logró al final, después de veinte minutos de persecución.

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-¿Takato?- preguntó su madre al verlo llegar a la panadería con el ojo morado -¿Qué te paso?- cuestionó preocupada

-Un pequeño accidente.- dijo mientras se dirigía a la cocina -Cierta chica violenta que de alguna manera rara e irónica del destino es mi novia, me golpeó de una manera bastante balística.- dijo el mientras comía un pedazo de pan recién horneado

-Algo malo has de haber hecho.- dijo su padre viéndolo en semejante estado

-Si.- dijo sonriendo malévolamente -Pero.- siguió -Valió la pena.- dijo mientras se sonreía y terminaba su pan

-Sacrificar al Alfil o la torre, para tomar a la reina, ¿eh?- dijo su padre guiñándole un ojo

-Lo que no contaba, es que la reina de hielo, también tiene puños de hielo.- dijo mientras se sobaba el ojo cuidadosamente, a lo que sus padres estallaron en carcajadas, que poco tiempo después el mismo estaba produciendo

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-¡Ese Baka!- decía Ruki mientras se adentraba en su habitación y se cambiaba en algo mas cómodo y menos abrigado -¿Cómo se atrevió a tocarme?- dijo mientras se llenaba de furia de nuevo -y. ¡ahí!- dijo mientras se lanzaba en la cama a descansar -me las vas a pagar Googlehead. mi googlehead- dijo mientras su cuerpo se retiraba al descanso, y su mente era abrazada por los brazos de Morpheus, quién por algún sarcasmo de la vida, tenía la cara, del joven Takato Matsuda.

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En el digimundo, las cosas eran calmas y sin muchos problemas, la vida era fácil, de no ser por algunos digimon tipo virus, que continuamente, por la naturaleza de su ser, buscaban problemas, por suerte, Renamon, que se había convertido en uno de los guardianes del digimundo, capaz de digievolucionar a su antojo hasta su última etapa, se encargaba de los digimon buscapleitos que eran pocos.

-¡Koyou Setsou!- gritó mientras en el aire se formaban de la nada cientos de cristales que bajaban hacía el enemigo en forma de tormenta, sin tocarlo, pero si haciéndolo retroceder.

-¡Lo siento!, ¡no volveré a causar líos!- gritaba un Ogremon huyendo de la gran zorra de un metro ochenta de altura

-¿Te diviertes Renamon?- preguntó una vocecilla infantil

-¿Qué haces aquí Terriermon?- preguntó ella mientras veía al digimon conejo salir de la sombra de una gran roca -Se supone que debes estar vigilando la puerta de los cuatro grandes junto con Lompmon.- le reprendió

-¡Mo man tai!- dijo el pequeño digimon -¡He venido a decirte que pronto podremos volver al mundo real!- dijo sonriendo

-¿Qué dices?- preguntó Renamon incrédula -¿Volveremos?-

-El D-Leepa aún no esta totalmente destruido, y un Megakabuterimon ha encontrado el D-Power de Takato, lo que nos hace sospechar, que por fin se abrirá el portal que nos llevará al mundo real, ahora solo queda encontrar a Guillmon.- dijo él un poco decepcionado

-¿Lo sigues llamando de ese modo?- dijo Renamon viendo al suelo -El ya no es Guillmon, ya no actúa como nuestro viejo compañero, ni siquiera se ve igual- dijo la zorra

-Estoy seguro de que cuando oiga acerca de Takato, volverá a tener esos ojos llenos de vida de antes.-

-Eso espero Terriermon. por su bien, y el de Takato.-

-Mo man tai!- dijo el pequeño digimon mientras saltaba al hombro de su amiga y le sobaba la cabeza con sus grandes orejas -ya lo verás.- dijo sonriendo -Al final, el sigue siendo el más fuerte y gentil de todos los devas.-

-Lo único que me gustaría es que volviéramos a ser como antes. y dejar de estar solos.- dijo Renamon tristemente

-Él es el digimon de las lunas, es solitario, alguna vez le oí decir, que tenía miedo de que llegara a querernos más de lo que debía, y lo abandonáramos, la separación con Takato fue muy difícil.-

-Espero que esté bien, ¿dónde estas.?- preguntó al cielo -Diamantyuemon.- suspiró

-El diamante de las lunas.- dijo Terriermon viendo hacía las tres lunas del digimundo

Fin del Capitulo Quinto

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Cinco, y es un tercio, sigan pendientes, ahora es cuando la acción empezará, sus letras a argorytmo@hotmail.com o bien dejen un read and review