La sombra del ayer
Capítulo Noveno La inserción
***
"Así que ahora. ¿tendré que llevar esto puesto a todas horas?"
"No. os lo puedes quitar, pero le servirá mucho está noche"
"¿Qué pasará esta noche para que necesite mi yelmo puesto?"
"O casi nada. la bestia atacará."
"¡La bestia!" gritó aquel soldado dando pasos hacia atrás y acomodándose el yelmo lo más rápido que pudo, para después empezar a correr de un lado a otro de la armería gritando y preguntando si alguno de los asistentes del herrero había visto su escudo en algún lugar cercano
"Siempre funciona." dijo el viejo herrero sonriendo "Es mentira, pero siempre será mejor estar preparado. sois un tonto caballero, pero le dais valor a la vida, que es lo más importante" con esto terminó su trabajo, fumo de su pipa dos o tres veces para después irse a su hogar.
***
Aquel digimon que fuera una de las bestias sagradas de manera circunstancial, volaba a gran velocidad por el cielo digital, en sus brazos llevaba a aquel digimon zorra que era su compañera de batallas, y ésta a su vez llevaba a su otro amigo en brazos, el cual estaba desesperado por llegar a aquel lugar dónde se encontraban sus tamers
-¡Ya quiero llegar!- dijo el digimon conejo emocionado, mientras volteaba a ver la cara del brillante -¿No puedes ir más rápido Guillmon?- dijo el un tanto extasiado, cosa que le llevó a recibir un golpe en la cabeza por parte de Renamon -¡Aw!, ¿por qué hiciste eso?- le preguntó molesto
-Tenle más respeto, ahora él es una de las bestias sagradas- le reprendió la zorra cosa que hizo que el pequeño digimon se mordiera su labio inferior
-Yo siempre seré Guillmon.- dijo el brillante mientras aterrizaba en el suelo -No tiene por que respetarme, soy su compañero de pelea, y su amigo.-
-Pero.- dijo la zorra viendo al suelo
-Hemos llegado- dijo interrumpiéndola -Vamos, no queremos tenerlos esperando un solo momento más.- dijo a lo que los otros dos cabecearon y siguieron al más grande
***
-Muy bien, cada vez que digo digivice está cosa sale de mi mano, y si lo digo de nuevo, vuelve a entrar en ella, ya veo. esta es la ranura de las cartas, este no se que sea, esto tampoco. esto parece ser la pantalla.- Takato murmuraba mientras examinaba el aparato fusionado con su mano
-Creo que debemos irnos.- dijo Ruki mientras preparaba las mochilas de ambos
-¡Si ya voy!- dijo él mientras se paraba y se dirigía hacia donde estaban, pero de pronto una figura a lo lejos llamó su atención -Ruki. mira.- dijo mientras apuntaba hacia las figuras distorsionadas a lo lejos
-¿Serán digimon?- dijo ella tratando de ver mejor mientras que logró al fin ver la figura de Renamon -¡Renamon!- dijo mientras corría al encuentro de su vieja amiga
-Diamantyuemon. él no era así, parece que.- murmuró Takato mientras caminaba en dirección hacia dónde Ruki abrazaba a Renamon
-No sabes que gusto me da verte Renamon- dijo mientras abrazaba más y más a la zorra, quién estaba bastante confundida, ¿quién era esta chica que la abrazaba?
-¿Ru. Ruki?- preguntó mientras la separaba de sí misma -¿Eres tu Ruki?- le dijo ella incrédula
-¡Claro que soy Ruki!, ¡Tu tamer!, ¡La reina digimon!- dijo ella orgullosa algo que era una prueba más de que era Ruki
-¡Has cambiado mucho.! Ruki.- le dijo ella mientras recordaba a aquella niña mucho más baja que ella mientras veía a una chica casi de su tamaño
-¡He crecido!- dijo ella mientras recordaba a Takato -¡Takato!- gritó hacia atrás a donde estaba el chico
-Hola Renamon.- le dijo a la zorra, ésta solo le sonrió y Terriermon saltó a los hombros de Takato
-¿Dónde está Jenrya?- le preguntó el conejo ansioso
-Debe estar a punto de llegar, si sigue levantándose temprano verá el mail que le deje hace dos horas.- le dijo él sonriendo pero Terriermon saltó hacia el suelo y corrió rápidamente hacia dónde habían llegado los tamers
-¡Jenrya!- gritó el conejo mientras saltaba a los brazos de su antiguo tamer, por fin estaban juntos de nuevo.
-¡Terriermon, no sabes como te extrañe.- le dijo el chico de los ojos grises al pequeño mientras lo abrazaba
-Takato.- dijo una voz ronca y adulta que llamó la atención de Ruki quien no sabía quién era aquel digimon negro de cuatro ojos y enormes alas
-¿Cómo has estado Guillmon?- le preguntó Takato mientras se acercaba al gran digimon
-¿Cómo supiste?- le cuestionó el digimon mientras se hincaba para poder ver mejor a Takato -No nos habíamos visto en mucho tiempo Takato.- le dijo el digimon mientras veía a los ojos a su tamer
-¿Él es Guillmon?- gritó Ruki sin creerlo
-No.- dijo Takato calmo -Es Diamantyuemon.- dijo viéndolo a los ojos -o eso es lo que creo.- dijo mientras sonreía
-Soy Megadiamantyuemon ahora.- le dijo el Digimon sonriendo
-Eso explica el porque tienes alas.- le dijo él mientras lo abrazaba
-Shinlonmon murió. me pidió que absorbiera su data.- le dijo el digimon haciendo que sus compañeros se tornaran tristes y los tamers incrédulos
-Pero.- dijo Takato pero el brillante lo interrumpió
-Necesitamos de su ayuda Takato, tenemos un nuevo enemigo, su nombre es Lustmon, es un digimon arcángel del tipo mega, y tuvo el poder suficiente para controlar las columnas de luz.- le dijo él explicando los rasgos generales
-Te ayudaré Guillmon. pero no te puedo contestar por los demás.- le dijo mientras acariciaba su cara
-¡Yo ayudaré!- dijo Ruki sonriendo y volteando a ver a Jenrya
-Yo también.- dijo él con una simple sonrisa decorando su cara
-De nuevo estamos todos juntos.- dijo Renamon sonriendo -Eso me recuerda, tenemos que ir a la biblioteca del señor Shibumi, para buscar información de Lustmon.- dijo ella mientras volteaba a ver a todos los presentes
-Me parece una muy buena idea.- dijo Jenrya sonriéndole a la zorra -Te seguimos.- le dijo y enseguida se pusieron en marcha
***
-Takato vas a llegar tarde a la.- las palabras de la señora Matsuda se ahogaron cuando vio que su hijo no estaba en casa, Ruki no había venido tampoco, esto era raro, se suponía que tenía una cita con la chica, y lo vio llegar ayer a la casa, por lo menos supo que estaba en su habitación cuando lanzó un grito a la una de la madrugada que hizo que hasta los perros cercanos empezaran a ladrar -¿Dónde se metió ese chico?- dijo ella cerrando la puerta de la alcoba y dirigiéndose a la sala donde su marido la esperaba para dirigirse a la panadería
-¿Todo bien?- le preguntó él con una gran sonrisa
-Se escapó.- dijo la mujer suspirando
-No te preocupes tanto por él, casi es una adulto, y es muy responsable.- dijo haciendo que su mujer lo mirara con sarcasmo -Bueno, bueno, no es responsable, pero no hará cosas malas, ten fe en el chico.- le dijo sonriendo
-Estoy segura de que me escondes algo.- le dijo ella mientras se dirigía al auto
-Claro que no.- dijo el evitando la mirada de su esposa mientras recordaba la charla con su hijo la noche anterior. 'Papá por favor no le digas nada a mamá, se pondría muy triste si sabe que voy al digimundo, y no quiero que se preocupe más por mi como cuando tenía diez, por favor, no le vayas a decir nada.'
-Takato.- suspiró su padre mientras entraba al auto y en su rostro se dibujaba una gran sonrisa "Se que estarás bien."
***
-Hemos llegado- dijo la zorra mientras se disponía a buscar en las libros dónde alguna vez miles de digi-gnomos actualizaban datos de todo el digimundo, ahora quedaban pocos en el lugar, solo seis, los demás se habían mudado con Calumon, su nueva misión era proteger a la digientelequía de algún posible peligro que no fueran digimon, para ese problemita Calumon contaba con las cuatro bestias sagradas.
-¿Has encontrado algo Renamon?- preguntó Ruki a lo que ella negó con la cabeza -Avísame cuando lo hagas- le dijo haciendo que la zorra cabeceara y volviera a su trabajo -¡Oigan ustedes cuarteto de patanes holgazanes, Renamon y yo estamos buscando datos y ustedes solo se quedan ahí a platicar, ayúdenos!- les dijo ella
-Que aburrido.- dijo Terriermon cosa que hizo reír a los cuatro reprendidos
-¡Muevan sus traseros en este mismo momento!- gritó Ruki mientras su furia se incrementaba más y más, haciéndola ver por demás intimidante
-¡Si señora!- gritaron los cuatro mientras ponían manos a la obra
-¿Siempre es así?- preguntó Jenrya
-¿Te refieres a que si siempre hace a los demás hacer las cosas a su manera?- le preguntó Takato mientras su amigo cabeceaba -No. solo cada veintiocho días.- le dijo él con sarcasmo cosa que le costo un gran estirón de oreja
-¡Te escuché googlehead!- le dijo mientras se disponía a atacarlo de una forma más severa
-¡Lo siento Ruki!- gritaba mientras escapaba de los "puños de hielo" de Ruki
-¡Vuelve aquí Bakato, me las pagaras!- le decía Ruki mientras le arrojaba libros
Fin del Capítulo Noveno
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Nueve y más en camino, espero les haya gustado hasta ahora, como siempre pueden dejar sus comentarios en argorytmo@hotmail.com o bien, dejen un read and review con sus sugerencias o críticas
Capítulo Noveno La inserción
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"Así que ahora. ¿tendré que llevar esto puesto a todas horas?"
"No. os lo puedes quitar, pero le servirá mucho está noche"
"¿Qué pasará esta noche para que necesite mi yelmo puesto?"
"O casi nada. la bestia atacará."
"¡La bestia!" gritó aquel soldado dando pasos hacia atrás y acomodándose el yelmo lo más rápido que pudo, para después empezar a correr de un lado a otro de la armería gritando y preguntando si alguno de los asistentes del herrero había visto su escudo en algún lugar cercano
"Siempre funciona." dijo el viejo herrero sonriendo "Es mentira, pero siempre será mejor estar preparado. sois un tonto caballero, pero le dais valor a la vida, que es lo más importante" con esto terminó su trabajo, fumo de su pipa dos o tres veces para después irse a su hogar.
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Aquel digimon que fuera una de las bestias sagradas de manera circunstancial, volaba a gran velocidad por el cielo digital, en sus brazos llevaba a aquel digimon zorra que era su compañera de batallas, y ésta a su vez llevaba a su otro amigo en brazos, el cual estaba desesperado por llegar a aquel lugar dónde se encontraban sus tamers
-¡Ya quiero llegar!- dijo el digimon conejo emocionado, mientras volteaba a ver la cara del brillante -¿No puedes ir más rápido Guillmon?- dijo el un tanto extasiado, cosa que le llevó a recibir un golpe en la cabeza por parte de Renamon -¡Aw!, ¿por qué hiciste eso?- le preguntó molesto
-Tenle más respeto, ahora él es una de las bestias sagradas- le reprendió la zorra cosa que hizo que el pequeño digimon se mordiera su labio inferior
-Yo siempre seré Guillmon.- dijo el brillante mientras aterrizaba en el suelo -No tiene por que respetarme, soy su compañero de pelea, y su amigo.-
-Pero.- dijo la zorra viendo al suelo
-Hemos llegado- dijo interrumpiéndola -Vamos, no queremos tenerlos esperando un solo momento más.- dijo a lo que los otros dos cabecearon y siguieron al más grande
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-Muy bien, cada vez que digo digivice está cosa sale de mi mano, y si lo digo de nuevo, vuelve a entrar en ella, ya veo. esta es la ranura de las cartas, este no se que sea, esto tampoco. esto parece ser la pantalla.- Takato murmuraba mientras examinaba el aparato fusionado con su mano
-Creo que debemos irnos.- dijo Ruki mientras preparaba las mochilas de ambos
-¡Si ya voy!- dijo él mientras se paraba y se dirigía hacia donde estaban, pero de pronto una figura a lo lejos llamó su atención -Ruki. mira.- dijo mientras apuntaba hacia las figuras distorsionadas a lo lejos
-¿Serán digimon?- dijo ella tratando de ver mejor mientras que logró al fin ver la figura de Renamon -¡Renamon!- dijo mientras corría al encuentro de su vieja amiga
-Diamantyuemon. él no era así, parece que.- murmuró Takato mientras caminaba en dirección hacia dónde Ruki abrazaba a Renamon
-No sabes que gusto me da verte Renamon- dijo mientras abrazaba más y más a la zorra, quién estaba bastante confundida, ¿quién era esta chica que la abrazaba?
-¿Ru. Ruki?- preguntó mientras la separaba de sí misma -¿Eres tu Ruki?- le dijo ella incrédula
-¡Claro que soy Ruki!, ¡Tu tamer!, ¡La reina digimon!- dijo ella orgullosa algo que era una prueba más de que era Ruki
-¡Has cambiado mucho.! Ruki.- le dijo ella mientras recordaba a aquella niña mucho más baja que ella mientras veía a una chica casi de su tamaño
-¡He crecido!- dijo ella mientras recordaba a Takato -¡Takato!- gritó hacia atrás a donde estaba el chico
-Hola Renamon.- le dijo a la zorra, ésta solo le sonrió y Terriermon saltó a los hombros de Takato
-¿Dónde está Jenrya?- le preguntó el conejo ansioso
-Debe estar a punto de llegar, si sigue levantándose temprano verá el mail que le deje hace dos horas.- le dijo él sonriendo pero Terriermon saltó hacia el suelo y corrió rápidamente hacia dónde habían llegado los tamers
-¡Jenrya!- gritó el conejo mientras saltaba a los brazos de su antiguo tamer, por fin estaban juntos de nuevo.
-¡Terriermon, no sabes como te extrañe.- le dijo el chico de los ojos grises al pequeño mientras lo abrazaba
-Takato.- dijo una voz ronca y adulta que llamó la atención de Ruki quien no sabía quién era aquel digimon negro de cuatro ojos y enormes alas
-¿Cómo has estado Guillmon?- le preguntó Takato mientras se acercaba al gran digimon
-¿Cómo supiste?- le cuestionó el digimon mientras se hincaba para poder ver mejor a Takato -No nos habíamos visto en mucho tiempo Takato.- le dijo el digimon mientras veía a los ojos a su tamer
-¿Él es Guillmon?- gritó Ruki sin creerlo
-No.- dijo Takato calmo -Es Diamantyuemon.- dijo viéndolo a los ojos -o eso es lo que creo.- dijo mientras sonreía
-Soy Megadiamantyuemon ahora.- le dijo el Digimon sonriendo
-Eso explica el porque tienes alas.- le dijo él mientras lo abrazaba
-Shinlonmon murió. me pidió que absorbiera su data.- le dijo el digimon haciendo que sus compañeros se tornaran tristes y los tamers incrédulos
-Pero.- dijo Takato pero el brillante lo interrumpió
-Necesitamos de su ayuda Takato, tenemos un nuevo enemigo, su nombre es Lustmon, es un digimon arcángel del tipo mega, y tuvo el poder suficiente para controlar las columnas de luz.- le dijo él explicando los rasgos generales
-Te ayudaré Guillmon. pero no te puedo contestar por los demás.- le dijo mientras acariciaba su cara
-¡Yo ayudaré!- dijo Ruki sonriendo y volteando a ver a Jenrya
-Yo también.- dijo él con una simple sonrisa decorando su cara
-De nuevo estamos todos juntos.- dijo Renamon sonriendo -Eso me recuerda, tenemos que ir a la biblioteca del señor Shibumi, para buscar información de Lustmon.- dijo ella mientras volteaba a ver a todos los presentes
-Me parece una muy buena idea.- dijo Jenrya sonriéndole a la zorra -Te seguimos.- le dijo y enseguida se pusieron en marcha
***
-Takato vas a llegar tarde a la.- las palabras de la señora Matsuda se ahogaron cuando vio que su hijo no estaba en casa, Ruki no había venido tampoco, esto era raro, se suponía que tenía una cita con la chica, y lo vio llegar ayer a la casa, por lo menos supo que estaba en su habitación cuando lanzó un grito a la una de la madrugada que hizo que hasta los perros cercanos empezaran a ladrar -¿Dónde se metió ese chico?- dijo ella cerrando la puerta de la alcoba y dirigiéndose a la sala donde su marido la esperaba para dirigirse a la panadería
-¿Todo bien?- le preguntó él con una gran sonrisa
-Se escapó.- dijo la mujer suspirando
-No te preocupes tanto por él, casi es una adulto, y es muy responsable.- dijo haciendo que su mujer lo mirara con sarcasmo -Bueno, bueno, no es responsable, pero no hará cosas malas, ten fe en el chico.- le dijo sonriendo
-Estoy segura de que me escondes algo.- le dijo ella mientras se dirigía al auto
-Claro que no.- dijo el evitando la mirada de su esposa mientras recordaba la charla con su hijo la noche anterior. 'Papá por favor no le digas nada a mamá, se pondría muy triste si sabe que voy al digimundo, y no quiero que se preocupe más por mi como cuando tenía diez, por favor, no le vayas a decir nada.'
-Takato.- suspiró su padre mientras entraba al auto y en su rostro se dibujaba una gran sonrisa "Se que estarás bien."
***
-Hemos llegado- dijo la zorra mientras se disponía a buscar en las libros dónde alguna vez miles de digi-gnomos actualizaban datos de todo el digimundo, ahora quedaban pocos en el lugar, solo seis, los demás se habían mudado con Calumon, su nueva misión era proteger a la digientelequía de algún posible peligro que no fueran digimon, para ese problemita Calumon contaba con las cuatro bestias sagradas.
-¿Has encontrado algo Renamon?- preguntó Ruki a lo que ella negó con la cabeza -Avísame cuando lo hagas- le dijo haciendo que la zorra cabeceara y volviera a su trabajo -¡Oigan ustedes cuarteto de patanes holgazanes, Renamon y yo estamos buscando datos y ustedes solo se quedan ahí a platicar, ayúdenos!- les dijo ella
-Que aburrido.- dijo Terriermon cosa que hizo reír a los cuatro reprendidos
-¡Muevan sus traseros en este mismo momento!- gritó Ruki mientras su furia se incrementaba más y más, haciéndola ver por demás intimidante
-¡Si señora!- gritaron los cuatro mientras ponían manos a la obra
-¿Siempre es así?- preguntó Jenrya
-¿Te refieres a que si siempre hace a los demás hacer las cosas a su manera?- le preguntó Takato mientras su amigo cabeceaba -No. solo cada veintiocho días.- le dijo él con sarcasmo cosa que le costo un gran estirón de oreja
-¡Te escuché googlehead!- le dijo mientras se disponía a atacarlo de una forma más severa
-¡Lo siento Ruki!- gritaba mientras escapaba de los "puños de hielo" de Ruki
-¡Vuelve aquí Bakato, me las pagaras!- le decía Ruki mientras le arrojaba libros
Fin del Capítulo Noveno
***
Nueve y más en camino, espero les haya gustado hasta ahora, como siempre pueden dejar sus comentarios en argorytmo@hotmail.com o bien, dejen un read and review con sus sugerencias o críticas
