Anna, la Itako
2. Yami
:::::::::::::::::::::::::::::::::::
Era de noche, la luna tenia un color rojo-naranjizo(*) bastante peculiar
mientras alumbraba la habitación de una casa antigua.
Una pequeña niña se encontraba en una esquina de la habitación, donde apenas los rayos de la luna llegaban. Un pequeño gatito color negro se encontraba junto a ella, mientras jugueteaba con su lengua en la cara de la pequeña, cubierta por su larga cabellera rubia.
La pequeña se encontraba en sentada, abrazando sus piernas contra su pecho, siempre permitiendo que el minino la consolara. Estaba llorando.
Frías lágrimas de tristeza caían de sus ojos, mientras sus mejillas y su fino vestido blanco se empapaban de dolor. Separo su mano derecha de la posición que tenia, y comenzó a sobarse, parte de su brazo izquierdo, su mejilla y su tobillo.
Podía recordar claramente lo que había sucedido hace tan poco tiempo... ¿Tan poco tiempo? ¡La luna no se veía así cuando recibió la visita de sus padres! Habrían pasado dos o tres horas, quizá más, pero no lo recordaba, el dolor de su corazón era demasiado.
"Te hemos dicho mil veces que no hagas nada que nos ponga en vergüenza" una bofetada llego directamente a la sensible mejilla de la niña por parte de su madre. La pequeña aún sentía dolor, y lo demostraba mientras pasaba suavemente su mano de nuevo su mejilla; pero eso era muy poco, ella sentía que el corazón se le iba a destrozar.
"¿¡Por qué te escapaste niña estúpida!? Cualquier error y la sociedad nos iba a catalogar mal!" el ojo de la niña se abrió súbitamente, las palabras resonaban en su cabeza mientras recordaba como su padre la había aventado contra la pared lastimando su frágil brazo ¡Gracias a Dios todo estaba bien y no había sufrido una fractura! Aunque... ella había sentido que sus papás querían eso...
"Te lo juro Anna..." su madre se acerco a ella, pero la niña simplemente se encontraba acorralada en la pared intentando protegerse. No se quería acercar a ella, la quería mucho, pero sabia que en momentos así lo mejor era quedarse callada y... sufrir.
La mujer se desespero al ver la actitud de la hija, la agarro bruscamente de su tobillo (enterrando sus uñas, que en ese momento eran peores que las uñas de cualquier tigre) y la jalo hacia ella, mirándola de una forma maliciosa y hablando de la forma más fría que jamás se le hubiera escuchado.
"...un día de estos, te vamos a abandonar, ¡y no vendrás con nosotros a llorarnos, de acuerdo!?" más lágrimas empapaban el suelo, mientras las palabras resonaban en su cabeza "...te vamos a abandonar..." jamás había escuchado a su madre hablarle así, ¡Nunca le había dicho que la abandonaría aunque hubiera hecho todas sus travesuras de niña!
"Mami... Papi..." gimió la pequeña mientras veía como sus padres se alejaban de la niña dispuestos a dejarla sola, en cuanto escucharon a la pequeña se quedaron quietos "Lo siento mucho"
Un azotón de puerta resonó en la mente de la niña, en la habitación, donde apenas se percibían los gemidos de la niña, que lloraba de forma inconsolable junto al pequeño gato que había adoptado hace tan solo unas horas.
"Esto me paso... porqué soy mala..." se repetía a si misma la niña recordando lo que acababa de suceder, mientras acariciaba al pequeño gato que intentaba consolarla.
[|||||||||||]
A la mañana siguiente, los rayos del sol comenzaban a peinar el cabello rubio de la chica, mientras la despertaban sutilmente.
Se levanto de golpe de la esquina en la que se encontraba, mientras se ponía en posición de defensiva. No había nada en la habitación más que el pequeño gato, que intentaba dormir junto a la niña.
Recordó lo que había sucedido a noche, miro su tobillo, tenía marcas de uñas y unos cuantos moretones. En su brazo, una mancha color morado estaba cubriendo gran parte de su hombro. Dolía.
Despertó al gatito, a pesar de que este aún tuviera sueño, siguió a quién lo había adoptado la noche anterior.
Ya traía puesto su vestido, ¡Pero no podía salir con ese aspecto! Busco en su maleta algo que le sirviera, encontró un vestido color durazno, sin mangas, como los que siempre usaba. Simplemente se lo puso, pero no escondía las huellas que quedaron la noche anterior.
Saco un suéter blanco y se lo puso encima del vestido, unos zapatos del mismo color que mas o menos cubrían las heridas de la pequeña. Saco sus muñecos y salió de su habitación con el gato siguiéndola.
Fue recorriendo la casa con mucho cuidado, quería llegar al jardín sin provocar problemas a sus padres. Noto que todas aquellas fotos que tenían en la otra casa no estaban en las paredes, los muebles no estaban ahí, todo seguía en las cajas de la mudanza.
"Jiji" dijo la pequeña en silencio "Estuvieron tan preocupados por mi que no tuvieron tiempo de desempacar"
Llego al jardín con todos sus muñecos y el animal maullando tras ella. Se seco en el césped, caliente por los rayos del sol, y comenzó con lo que había dejado incompleto ayer.
Transcurrió el tiempo como como agua entre los dedos, lo que ocasiono que la pequeña se aburriera un poco. Dejó a los muñecos por un lado y se recostó en el césped, mientras observaba el cielo azul de Izumo, pintado con las blancas nubes de por ahí.
El gatito se poso sobre sus piernas, cuidando de no lastimarla. Perdió sus ojos en el cielo, mientras pensaba en muchas cosas sin sentido, tratando de no pensar en lo que había sucedido la noche anterior.
"Hola!" se escucho una voz sobre ella, al abrir los ojos se encontró con la cara de Yoh muy cerca.
Grito por unos instantes, pero recordó que aún era temprano y la gente seguía durmiendo, así que sello sus labios con sus manos.
"¡Yoh! ¡Me asustaste!" dijo la pequeña, esta vez con un tono de voz más bajo.
"Lo siento Annita" dijo el niño mientras le dedicaba una sonrisita tonta "¿Cómo estas?"
"Bien" respondió la pequeña mientras le dedicaba una sonrisa a su amigo. El pequeño sonrió ocasionando un leve sonroje en Anna, mientras el chico se sentaba frente a ellla.
La pequeña se acostó una vez más utilizando sus brazos como almohada. Yoh se puso a su lado y la imito. El silencio perduro durante un buen rato, mientras los chicos seguían en la misma pose, mirando el cielo con detenimiento.
"¿Qué ves en las nubes?" preguntó la niña, rompiendo el silencio.
"Mmmhhh... nada!" respondió Yoh con una sonrisita "Simplemente me gusta verlo"
La niña observo al chico de reojo, tenia los ojos cerrados y una grata sonrisa dibujada en su cara. Anna notó que era alguien muy tranquilo, quizá lo era demasiado para tomarse las cosas tan... tan...
"Por cierto Annita..." dijo Yoh en la misma pose, interrumpiendo el pensamiento de la joven "¿Qué te paso en tu mejilla?"
La pequeña abrió los ojos de golpe ¡No era posible! ¡Lo había olvidado! ¿Por qué no habría cubierto su mejilla?
"...te abandonaremos..." las palabras comenzaron a resonar en su cabeza, mientras sus ojos se sumían en sus pensamientos "...¡y no vendrás con nosotros a llorarnos!..."
¡No! ¡No lo quería! ¡Eso había sido un sueño! ¡Solo un sueño!.
Una lagrima rodó por su mejilla, mientras empapaban uno de los muñecos. Cada vez lloraba más... más... hasta que sus lagrimas se convirtieron en más que un simple sollozo. ¿Porqué lloraba ahora? ¡Si lo hacia Yoh se iba a dar cuenta y pondría en vergüenza a su familia otra vez! ¡Paren! ¡Ya basta! ¡No quiero llorar más!
"Anna... Annita!... No llores por favor!!" dijo Yoh mientras la miraba muy nervioso "No quería hacerte daño ¡Perdóname Annita!"
El jovén se sentía muy afligido al ver la expresión de la chica ¿Y ahora que iba a hacer? Pensó... pensó... y lo repaso varias veces ¿Cómo hacia su mamá para callarlo cuando lloraba?
Yoh rodeó la espalda de la pequeña y la acerco hacia su pecho dándole un gran y tierno abrazo. Justo cuando esto sucedió, los sollozos cesaron, reinando el suave sonido del viento jugueteando con el cabello de los chicos.
La pequeña se sentía protegida, mientras sentía como su corazón intentaba salirse de su pecho por la alegría que sentía al saber que había alguien a su lado.
"Perdon Annita" dijo el chico de cabello castaño "No era mi intención insultarte"
La chica de cabellos rubios se separo del pecho de su amigo, cuando lo volteo a ver, noto una sonrisa que la llenaba de tranquilidad. Regreso de nuevo con el chico abrazándolo fuertemente, como si fuera una mariposa que pronto se iría.
"No te vayas..." se decía Anna entre sollozos "No te vayas..."
[|||||||||||]
"Y... ¿Cómo le vas a poner al gatito?" dijo Yoh mientras acompañaba a la pequeña jugando con sus muñecos.
Lo que había sucedido hace unos pocos minutos se quedaría en sus recuerdos, o al menos eso creía. Yoh sabia que Anna era una niña muy linda, pero notaba que era muy feliz con su familia así que jamás intentaría separarlos.
"Pues..." la pequeña dejo a su muñeca favorita (de cabello color rojo peinado con dos moños y ojos de botones color verde) y agarro al gatito, que se encontraba a su lado, colocándolo sobre sus piernas "... aún no se me ocurre nada, pero como tu lo encontraste, tu deberías ponerle el nombre"
El niño se quedo viendo al gatito, que maullaba alegremente, después miraba a la pequeña que lo abrazaba dulcemente. Yoh repitió esto durante un buen rato, mientras intentaba pensar un buen nombre para el minino.
Acerco su mano al gato mientras comenzaba a acariciar su cabeza, este ronroneo de forma alegre y saltó a las piernas del chico esperando que continuaran las caricias que el pequeño le daba.
"Qué te parece..." dijo Yoh rompiendo el silencio "Kukuruko?"
Una gota de sudor apareció en la frente de Anna y en la misma cara del gato
"¿Qué clase de nombre es ese?" dijo Anna tratando de disimular la risa que le provocaba el niño.
"Lo siento!" respondió con una risita tonta "No soy bueno inventando nombres, mejor decídelo tu"
La pequeña miro al gato de forma tierna mientras se lo quitaba a Yoh de sus piernas, lo puso en frente de su cara mientras este maullaba y provocaba una sonrisa en la niña.
"Yami..." dijo la pequeña "Creo que se llamara Yami"
"Es un lindo nombre!" dijo el amigo mientras se levantaba y sacudía el pasto de su pantalón negro "¿Mañana puedo venir a jugar contigo y con Yami? Debo ir a casa a entrenar"
"¿Entrenar?"
"Si, mi abuelito Yomei me entrena para poder ser una buena persona" respondió el chico con mucha alegría mientras se iba por la puerta "Pero es muy pesado"
"Jiji..." río Anna simpáticamente "Te veré mañana Yoh-kun!"
"Adiós" dijo el chico mientras se disponía a irse.
Anna, de repente, recordó el abrazo que Yoh le había dado hace un rato, ese abrazo con el que sintió tanta protección, como si alguien la apoyara en lo que necesitaba.
"Yoh" interrumpió la pequeña, haciendo que el chico de ojos negro volteara "¿Acaso eres un policía?
El pequeño no había entendido la pregunta ¿Un policía? ¿Cómo esos que salían en las películas? Yoh trató de imaginarse con un uniforme color azul, una placa dorada y una pistola con la que disparara agua, simplemente comenzó a reírse como loco.
"Jiji... creo que no Annita" dijo mientras le dedicaba una grata sonrisa, se despidió con la mano y se retiro a paso lento.
[|||||||||||]
"Kino, algo debes hacer con esa niña" conversaban una pareja de ancianos, esta vez era el hombre quien hablaba "Esa niña tiene poderes... indescriptibles!"
"¿Qué quieres que haga Yomei?" dijo la anciana, mientras tomaba un poco de su té "Con gusto la entrenaría, pero sus padres no quieren que esa niña se involucre con los espíritus"
"Esas personas ni siquiera la quieren!" respondió el anciano azotando un puñetazo en la mesa "La niña sufrirá demasiado si se queda con ellos!"
"No me vuelvas a gritonear así!" dijo la anciana mientras enterraba su bastón en la cara de su esposo "No podemos hacer nada por esa niña a menos que sus padres la dejen..."
Soplo a su té tratando de calmar el calor del líquido humeante tras sus oscuras gafas. Observo una muñeca con un ojo a punto de caerse, colgando de un ligero hilo, la sonrisa de la niña cocida con varios hilos disparejos color negro. Sopló de nuevo a la taza, ocasionando que la anciana viera su reflejo en el agua, acompañado de unas cuantas hojas de té.
:::::::::::::::::::::::::::::::::::
(*)Supongo que entienden a que me refiero con
naranjizo, pero no se me ocurria otra palabra que se entendiera xP.
Notas de la Juri-chan:
¡__¡ Anna-chan! malditos papás los suyos! van a matar a la pobrecita! T^T.
Perdón por el final, pero nu se me ocurrió algo mejor (apesto, ne? xD), pero
buino, espero que les este gustando el fic ^^.
Rivius (o Reviews, dicho vulgarmente xD):
Nass: Ya sabia que te iba a gustar! (Sie! nadie puede contra mis poderes
psíquicos D) jeje, seguiremos con los chibis Anna e Yoh por un ratito, ¿metemos
a un Rencito y a un Horito? xD ñahm... sieee... claro... algún día... (pobre
loca).
Bueh, acá te pongo la continuación, me alegra que te haya gustado ^^.
Sweet G: Que conste! No te metas con mi sangre! es mía de mi! ¬¬x y soy
la única que puede ocasionarse que la derrame xD (ni yo me entendí... o.oU)
bueno, aquí 'ta la continuación, pero nu me hagas nadita de nada! T^T
Anonim: Wai! soy Kawaii Miss Mashi! xD jeje, bueno, aquí toy con la
continuación, ojalá te guste niña ^^.
Dita: Siee!! Anna rlz!! A mi también me encanta el personaje, no por nada
hice su "fan-bio" xD, ojala te gusten los siguientes capitulos Dita
Hidrazaina: Sie! Ese misterio que se esconde Anna es lo que hace que sea
una doña tan... tan... nice!! sie!! ^^!!.
Muchas gracias por decirme que escribo bien! *o* awww!! me siento realizada!! xD
acá te pongo el capitulo 2, ojalá te guste ^^!.
Gracias a tod@s ell@s y a los que leen el fic pero que no ponen reviews (por una
u otra razon xD, suele suceder...)
Juri-chan
mashi@otakumail.com
