Anna, la Itako
3. Holly Angel
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Los días pasaban en la recién adquirida residencia Kyôyama, era formada por
una familia normal: una madre, un padre y una pequeña y linda hija.
Sin embargo, a pesar de llevar ya 9 días en la casa, ni un mueble, ni un cuadro pegado en la pared, ¡Ni siquiera la nevera o lo que necesitaban para sobrevivir se encontraba ahí! Lo cual pareció un tanto anormal a la menor de la familia.
Su nombre era Anna Kyôyama, con tan solo 4 años de edad, ella se sentía la niña mas feliz del mundo. Sus padres la querían (o al menos eso creía), disfrutaba de ropa, alimentos y muñecos con quien jugar, era una pequeña muy sencilla, y lo agradecía.
Ahora que se había mudado a Izumo, había encontrado un nuevo amigo, un pequeño de ojos negros y cabello castaño llamado Yoh Asakura. Ella no lo entendía, pero el niño tenia una sonrisa que le brindaba tanta felicidad, tanto amor, tanta confianza en alguien...
Mientras la imagen del niño se dibujaba en la mente de la pequeña, una lengua juguetona en su mejilla la despertaba de sus sueños. Su nombre era Yami, un pequeño gato que le había regalado el niño Asakura.
La niña despertó, mientras cubría con su mano el sol que daba directamente a su frente. Se encontraba en el jardín, donde ya era normal jugar, acompañada por su pequeño gato y sus bastos muñecos tejidos.
El calor era insoportable ahí, así que decidió moverse al árbol que se encontraba en su jardín.
Se levanto, cargó sus muñecos y le hizo una seña al gato para que la siguiera. Se sentó justo abajo del árbol, era bastante frondoso, por lo que apenas unos cuantos rayos de sol se colaban por entre las hojas.
El suave viento que acariciaba su cabello y mecía las hojas comenzó a ocasionarle un poco de sueño a la pequeña. Cerro sus ojos, mientras una curvatura en sus labios reflejaba lo feliz que se sentía.
"...te vamos a abandonar, ¡y no vendrás con nosotros a llorarnos, de acuerdo!?" la niña abrió su ojos de golpe, mientras la voz de su madre resonaba en su mente, pronunciando esas palabras.
Fue entonces, cuando encontró a una pequeña niña de su misma edad frente a ella, era de cabello azul, bastante claro, sus ojos eran de color rojo, estos reflejaban una cierta preocupación por la rubia.
"¿Te encuentras bien?" dijo la niña con una
dulce voz aterciopelada, mientras miraba a Anna fijamente "Te quedaste dormida y
comenzaste a gritar *No! No!!*"
"Estoy bien" respondió "Espera ¿Quién eres tu? ¿Qué haces en mi casa?"
"Lo siento" dijo la niña "Pero me preocupe por ti, me llamo Iruki"
La pequeña Kyôyama sintió mucha culpa en su interior, Iruki se había preocupado por ella y ella simplemente quería... correrla?
Ahora que lo pensaba... Iruki? no es un nombre muy normal en esos tiempos, era de personas bastantes antiguas ¡Vaya que en Izumo los padres eran bastante extraños a la hora de poner nombres!
Dejo eso por un lado, ahora se encontraba jugando con sus muñecos y con Iruki a su lado. Pronto se hicieron grandes amigas, ¡No le había costado tanto trabajo hacer amigos en Izumo!
Anteriormente, ella era quién tenia que buscar amigos, y aún así la catalogaban como una loca, ahora, tenía dos amigos, dos amigos que habían ido a ella y la querían por lo que era.
"Iruki" interrumpió la rubia el dialogo de las muñecas "¿No quieres entrar a comer?"
"No creo que tus papis quieran..." dijo Iruki con cierta desconfianza en su mirada
"No te preocupes, ellos aceptaran!" interrumpió Anna a lo que su amiga quería decir, con una gran sonrisa en la cara.
Iruki asintió con la cabeza, con una sonrisa algo forjada. Prosiguieron a jugar con las muñecas.
Anna se sentía muy feliz de tener una nueva amiga, ¡Ahora ya no solo sería Yoh! Un segundo... e Yoh? el siempre venia muy temprano a visitarla, esta vez se había retrasado, lo cual le preocupo bastante.
Recordó que alguna vez Yoh le había hablado sobre algún entrenamiento que su abuelo le ponía para... hacer algo en la vida? ¡Ser alguien en la vida!.
Supuso que el entrenamiento había sido aumentado y decidió dejar de preocuparse tanto por el, era un pequeño que hacia las cosas muy bien y sabia hacerlas solo.
Sintió un leve sonroje en sus mejillas, pero no prestó atención.
Pasó las horas jugando con su nueva amiga, Iruki. De pronto escucho a su madre desde el pórtico, con su voz desanimada al igual que su expresión facial, que la llamaba a comer.
"Mami..." dijo la pequeña acercándose, con Iruki de la mano "¿Puedo invitar a Iruki a comer?"
"Iruki...?" respondió la mujer, viendo al sitio donde Anna daba la mano a la niña. No había nadie "Mira niña, no me hagas perder el tiempo y entra a comer"
"Te dije que no querrían..." dijo Iruki, aunque no parecía ofendida.
"No seas tonta!" dijo Anna con mucha confianza "Mi madre habla muy extraño, créeme, eso fue un si"
La pequeña de cabello azul se vio obligada por un jalón de Anna a entrar a la casa, ella sabia que metería en muchos problemas a la pequeña Anna, quizá debería separarse de ella, aunque este no seria un buen momento.
Iruki se sentó a un lado de Anna, mientras esta servia más de lo normal en su plato. Puso frente a Iruki unos palillos chinos y le ofrecía un poco del platillo.
"Esta rico" dijo Anna terminando de tragar un poco de arroz "¿Por qué no comes?"
"No... no tengo mucho apetito" dijo, mientras observaba a los padres de Anna, quienes veían a su hija con ojos de desprecio.
"Se que te pasa!" dijo Anna mientras se paraba de golpe
"Hija!!" gritó su madre desesperada "¿Quieres dejar de actuar como una loca?"
"Mami, puedo ir a comer afuera?" dijo la pequeña, al parecer sin prestar atención al regaño de su madre.
"Si, pero metes el plato" dijo la mujer, con sus características ojeras debajo de sus ojos mas remarcadas "Pero no alimentes a ese sucio gato"
La pequeña asintió con la cabeza, mientras hacia un reverencia a sus padres. Recogió el plato repleto de comida, los dos pares de palillos y se llevo junto con ella, en la otra mano, a Iruki.
Se sentaron en el frondoso árbol donde se habían encontrado hace poco, Anna le ofreció los palillos a Iruki y comenzó a comer.
"Se que te da pena comer frente a mis papis" dijo Anna con mucha confianza "Pero aquí solo estamos las dos, ¡Vamos, come!"
Iruki estiro los palillos con un poco de desconfianza, mientras miraba a la pequeña Anna sonriendo. Cogió un cacho de pescado y lo metió a su boca, tardó bastante en masticarlo y aún más en tragarlo.
"Esta delicioso!" dijo Iruki mientras se preparaba a atacar un pedazo más, Anna mostró una sonrisa de satisfacción en su rostro y continuo comiendo.
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Las niñas continuaron jugando durante un rato, Anna vio que sus padres salieron de la casa, a pesar de que ella se había despedido con la mano, los señores no hicieron caso.
Iruki miro un tanto desconfiada a los señores Kyôyama, mientras estos salían por la entrada principal, sin embargo, continuo jugando con Anna y Yami.
Después de un rato de estar jugando, el cielo comenzó a teñirse de color rojo, lo que anunciaba que el sol estaba a punto de meterse en el horizonte.
Anna estaba muy preocupada, sus padres aún no llegaban y no había forma de localizarlos, Iruki noto la preocupación de Anna y trató de calmarla. Aunque la rubia fingía que el plan de su amiga había funcionado, no podría estar tranquila hasta ver a sus padres de nuevo en la casa.
"¡Hola Annita!" se escuchó la voz de Yoh saludar desde la entrada
"Hola Yoh!" dijo la chica muy alegre "Mira, te presento a Iruki"
"Hola" saludó con cierta desconfianza en su cara
"¿Qué tal?" el chico miraba de una forma un tanto extraña a la nueva compañera de juegos de Anna, sin embargo, no prestó atención y fijó su mirada de nuevo en Anna "Annita, mi abuelita quiere conocerte"
"¿Ahora?" dijo la niña con cierto miedo, viendo como el chico asentía con la cabeza "Pero... mi mamá no esta en casa... no tengo permiso"
"Tus padres están en mi casa..."dijo Yoh con una de sus características sonrisas "Y tanto mi abuela Kino como ellos pidieron que fueras"
"Si!!" dijo la niña levantándose dejando los muñecos por un lado. Justo cuando se disponía a salir junto con Yoh, se quedo quieta mientras recordaba a alguien que había dejado por un lado "Yoh, ¿puede ir Iruki?
"No Anna!" respondió la pequeña, levemente sonrojada "¡No te preocupes! ¡No quiero causar problemas! ¡Ve tu con el!"
"¡No quiero!" dijo con un tono de voz algo melindroso "¡Eres mi amiga! y si no vas tu, ¡No voy yo!"
Los ojos rojos de la chica se abrieron de forma inesperada, mientras el viento comenzaba a hacer sonar la música del mecer de las hojas.
Nunca había escuchado que alguien le llamara "amiga" en todo el tiempo que llevaba en el mundo... Iruki sonrió mientras se acercaba a Anna, dispuesta a irse con su nueva amiga.
Yoh, sin embargo, desconfiaba de la niña, y se reflejaba en la mirada tan cambiada que le dirigía a ratos.
Después de caminar dos cuadras, llegaron a la residencia Asakura... que residencia!? ¡Eso era más grande que cualquier mansión que Anna jamás hubiera visto! Al entrar, se sorprendió mas, al entrar se sintió como una princesa con un gran castillo, como esos que alguna vez le leía su madre.
Iba siguiendo a Yoh con mucho cuidado, tenia miedo de que se perdiera en la gran residencia, ¿Qué pasaría si se perdía y sus papas jamás la volvían encontrar? La pequeña se imagino como una anciana de cabellos blancos y llena de arrugas, durmiendo en un pequeño armario con las ratas...
"Espera aqui..." dijo Yoh, interrumpiendo su extraño sueño "Iré a buscar a mi abuela"
La niña asintió con la cabeza, mientras sonreía a Iruki y se sentaba en la escaleras que tenia enfrente.
"Esa niña esta loca!" escucho una voz algo familiar mientras se sentaba. ¿Su papá?
"No se como puede considerar loca a una niña que ve cosas no perceptibles a cualquiera" esta vez una anciana era quien hablaba "Sobre todo por que es su hija"
La voz de su padre y una anciana mencionando a una hija... a ella? La curiosidad la venció, a pesar de los intentos de Iruki para que no se acercara a la puerta de donde provenían las voces, se acerco lo suficiente para observar a tres figuras, a través de la puerta entre abierta.
"Como si esa niña importara, no entiendo como la podemos llamar nuestra hija" la pequeña observo más de cerca, la que estaba hablando... era su madre.
¡Ella lo sabia! ¡Sus papas no la querían por todas las travesuras que había hecho! Mientras una pequeña lagrima rodaba por su mejilla, escucho como la conversación continuaba.
"Mire señora Kino, no se por que nos mando esta carta" dijo el señor Kyôyama mientras azotaba un pedazo de pergamino en la mesa "Anna no va a ser entrenada para hablar con fantasmas, así que con su permiso, nos retiramos".
La pareja abrió la puerta, mientras se marchaban a paso largo y enojado, mientras tanto, Anna e Iruki se encontraban escondidas detrás de un poste. Iruki tapándole la boca a Anna, mientras que esta, observaba a sus padres con los ojos a punto de estallar en lagrimas.
"¿Ver fantasmas?" dijo la niña al irse sus padres, mientras retiraba la mano de Iruki de su boca "¿Puedo ver fantasmas?"
"Pregúntaselo a Iruki..." se escucho la voz de la anciana tras ella, mientras le sonreía de una forma amable.
"¡¡Lo siento señora!!" dijo Anna haciendo un sin fin de reverencias a la anciana, quién no le llevaba mucho de altura a la pequeña "Yoh me dijo que su abuelita quería hablar conmigo y... ¿Qué le pregunte a Iruki?"
La pequeña dejo las disculpas por un instante mientras volteaba a ver a su amiga, estaba completamente sonrojada mientras una pequeña lagrima caía de su mejilla.
Una luz cegadora cubrió por completo donde se encontraban las dos pequeñas, mientras que Anna se limito a cerrar los ojos para protegerse por si algo le pasaba.
"Anna... Anna!" escucho la pequeña, mientras sus ojos permanecían cerrados. ¡No los quería abrir! ¡y menos escuchando una voz que ni siquiera conocía!, sin embargo, la curiosidad de una niña de cuatro años, muchas veces es insaciable, así que abrió los ojos.
Una mujer muy hermosa se encontraba frente a ella, su cabello era largo, de color azul, lucia un hermoso traje color blanco bastante simple. De su cuerpo emanaba una luz que provocaba un sentimiento de tranquilidad a la pequeña. Sus ojos era color rojo, y su mirada... su mirada!
"¿Iruki?" dijo la pequeña Anna mientras observaba al ángel que tenia frente a ella, ese ángel que se parecía tanto a su amiga, quizá demasiado.
"Si Anna, soy yo, Iruki" dijo la mujer, con una voz bastante dulce "Veras pequeña, tu tienes poderes, y fui enviada a ti para cuidarte"
"¿Cuidarme? ¿De qué?" preguntó la pequeña, aún sin creer (y mucho menos entender) lo que sucedía.
"De aquellos que te hacen mal, Anna" respondió el ángel "recuerda que siempre estaré a tu lado, y por favor, se fuerte..."
La mujer comenzó a desaparecer entre la luz, mientras dos alas con finas plumas comenzaban a cubrirla.
Anna comenzó a sollozar, varias lágrimas estaban cayendo de sus frágiles ojos mientras veía como el ángel se retiraba. ¡¿Qué estaba sucediendo?! Por fin había conocido a una amiga... un fantasma? un ángel? ¡Lo que haya sido! ¡Ella la quería! Y ahora... ahora se estaba yendo... como las hojas de un árbol en otoño, se alejaba con el viento, para dejarla... sola?
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Notas de Juri-chan.
Gomen ne! gomen ne! Juro que el capitulo estuvo mucho mejor en mi cabeza T.T,
prometo hacerlo mejor para la próxima y no los defraudare! lo juro! ^^UU.
Ñum... sie, como sea, este capitulo no me gusto musho (ya se los dije, es muy
dificil pasar lo que uno tiene en la cabeza al papel, o a la compu xD) pero
espero que a ustedes si les agrade, les prometo que no todos los caps. van a
estar así! xD Nu se preocupen, ustedes solo sigan leyendo D.
Rivius (o Reviews, dicho vulgarmente xD):
Anna: Wai!! mushas gracias!! me alegra que te haya gustado ^^. Awwww!
transmito los sentimientos de mis personajes!! ¿¡Y escribo bien!? *El ego
de Juri aumenta notoriamente* Mushas gracias annita! No sabes cuanto
animo me das!! TwT
sweet G: *Levanta una pancarta que dice "JurixHoro"* Demonios! esa no era!
*baja la pancarta y sube otra igual a la de sweet" Sie!! malditos abusivos sus
padres que se aprovechan de su inocencia!! Estoy contigo sweet!! xD.
Ahora, me alegra que te haya gustado y... ¡Gracias por no hacerme nada! de
todos modos, soy inmortal (alucinada...)
Dita: Ñum... me alegra que te haya gustado el dos ^^, sie!! Super-Yoh
defendiendo a Annita-chan!! xD.
Aqui ta el capitulo 3, ta bien rarote, pero ojala te guste ^^.
Izumi Orimoto: Tnx!! aqui esta la continuación!! ^^
Anna Kyouyama: Sie! tus papis... digo, los papis de Anna apestan! ¡Ella no
lo merece! T.T
Hidrazaina: Esta niña es requete-wai! xD muchas gracias por alagarme tanto (como si lo mereciera...) ¬¬x bueno... aqui actualizo el cap. 3 rápido, que si no luego con la escuela -o-.
Anna Diethel Asakura: Sie! toma! te los
presto! *Juri le da a Anna los papás de Anna* (hum... expresión extraña xD).
¡Que bien que te este gustando! tratare de continuarlo pronto ^^!.
Nass: Ok, condenada exhibidora (chistes locales, no hagan caso...), te hare
caso y dejare a los rencitos y a los horitos por un lado xD. Acá
esta el cap. 3 que tanto esperabas, y si... Yo ruleo en los fics! xDD
(modestia aparte....)
Mafaldyna: Wai! me alegra que te e'te gustando ^^, aqui te va la continuación.
Chibi Celph - Kouga: Ya te lo dije, pero no me importa... Awwww!! se plasmar la inociencia de una niña!! *El ego de Juri crece todavia más* watashi ta very happi!! TwT y aqui ta el super capitulo 3 xD.
Muchas gracias a todos ustedes!! estan rompiendo el record de reviews en una historia mia!! TuT
Y a todos los que leen el fic, pero que no
ponen reviews, muchas gracias xD, y ojala les siga gustando ^^.
Juri-chan
mashi@otakumail.com
