Anna, la Itako
4. Sayônara
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"Iruki... Iruki!" se escuchaba una voz entre tantos sueños, mientras una luz cegadora perturbaba los ojos de la pequeña que se repetía estas palabras.
Sus ojos se abrieron de golpe, mientras una luz cegadora lastimaba los ojos negros de la pequeña. Se tapo inútilmente la cara con su pequeña mano tratando de evitar la luz, pero sus esfuerzos ya no servían. Estaba completamente despierta.
Se levanto lentamente, se vio en un futon, completamente tapada.
La luz del sol que la había despertado, ahora más suave que antes, jugueteaba con los cabellos que tenia sobre su cara... ¿Qué había sucedido? Los pensamientos corrían por su mente como hojas en otoño empujadas por el viento al atardecer...
La gran mansión de Yoh... sus padres, conversando con una anciana... se escondieron... ¿Se escondieron? ¿Quienes? ¿Yoh y ella? ¡No!... era alguien más... era...
"¿Annita?" se escucho desde la entrada de la habitación, la puerta corrediza se encontraba entre abierta, mientras unos ojos negros cubiertos por unos cuantos mechones castaños miraban a la pequeña preocupados "¡Te despertaste! ¿Ya estas mejor?"
"Si, Yoh" respondió, alejándose de sus pensamientos mientras el pequeño se acercaba a su futon y se sentaba a su lado.
El pequeño le toco la frente con mucho cuidado, la pequeña levanto una ceja en seña de no entender lo que sucedía.
"¡Ya no tienes fiebre!" sonrió el pequeño retirando su mano "¡Qué bien! ¡Podrás venir a desayunar con nosotros!"
¿Nosotros? La rubia no entendía muchas cosas ¿Dónde estaban sus padres? ¿Donde estaba ella? ¿Donde estaba... Iruki?
Los ojos de la Kyôyama menor se abrieron de golpe mientras recordaba la figura de la niña de ojos rojos y cabellos azules, que más tarde se había convertido en la mujer más hermosa que jamás había visto... un ángel?
"Será mejor que te apures" dijo el chico, ya en la puerta, interrumpiendo de nuevo "A mi abuela le gusta la puntualidad"
La pequeña se levanto algo molesta, ¿Qué Yoh no se había dado cuenta que estaba interrumpiendo algo interesante? Al ver la sonrisa que el pequeño le otorgo, ella misma respondió la pregunta recién hecha: No.
La niña hecho un vistazo a su cabello y a su vestido, uno hecho completo una perfecta maraña, mientras que el otro, completamente arrugado ¡No podía verse así!
Se trato de peinar un poco y planchar el vestido con las manos mientras seguía al menor Asakura.
Ayer había visto la casa ¡Pero esto era verdaderamente impresionante! Incluso uno se cansaba de tanto caminar. Al parecer Yoh no tenía problema alguno, vivir en la casa durante 4 años ayudaba bastante, o al menos eso pensaba Kyôyama.
Llegaron al comedor, Anna hizo una reverencia a todos los que se encontraban ahí: el anciano Yomei, abuelo de Yoh, junto con la que parecía su esposa, la abuelita de Yoh... Kino?
Una mujer muy hermosa se encontraba en el otro extremo de la mesa, era de cabello largo color negro y saludaba con una sonrisa a la pequeña. Junto a ella se encontraba un hombre de cabello castaño, traía una extraña mascara. Parecía que traía un pájaro en la cara.
La pequeña soltó una discreta risa, que fue sellada con sus manos al ver las miradas que apuntaban a ella desde la mesa.
Se sentó junto a una niña de cabellos rosas que le dedicaba una grata sonrisa. La rubia respondió de la misma manera, pero noto que la niña, en vez de entablar conversación, se limito a mirar a la mesa con un leve rojo en sus mejillas.
Volteo al lado opuesto, Yoh ya se encontraba sentado detrás de ella mientras ofrecía una de sus típicas sonrisas a las dos niñas.
Anna solo la respondió.
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"No quisiera ser oportuna..." dijo Anna mientras se levantaba de la mesa de golpe "... pero, mis padres deben estar esperando, debo irme"
En la habitación el silencio reino, mientras algunos miraban sus platos, otros miraban a la pequeña con cierta incertidumbre. Sin embargo, nadie respondió.
"Ve pequeña..." rompió el silencio la anciana Kino "...no debes tardar"
La familia solo observo a la mujer con cierta desconfianza, sin embargo esta no presto atención y le asintió, con una de sus pocas sonrisas, a Anna.
La pequeña hizo una reverencia, mientras dejaba el plato casi vacío sobre la mesa. Recorrió la casa hacia la salida, después de unas tres perdidas al rededor de la casa, pudo encontrarla y dirigirse a su casa.
Entre más se acercaba a su casa, mas sentía que iba más lejos... ¿Porqué sentía eso? ¿Porqué tenia tantas ansias de llegar a su casa? La niña no lo sabia, ni todos aquellos que observaban como corría por las calles, el punto era que tenia que llegar... ¡Y lo debía hacer ahora!
El encino de su jardín estaba cerca, ya no quedaban más que tres pasos para poder encontrarse de nuevo a sus queridos padres.
Llego a la casa.
Emanaba una presencia un tanto extraña con tan solo entrar al jardín, sin embargo, Anna no presto atención y continuo su camino.
El rechine de la puerta anunciaba que había entrado, mas grande su sorpresa al ver la casa tal y como estaba antes de la mudanza, sin los muebles (aunque fuera desacomodados), sin las cajas, sin... sus padres?
Kyôyama no perdió el tiempo, corrió y busco en cada habitación de la casa a sus padres, a pesar de haber gastado sus energías, no los encontró.
Se sentó en uno de los rincones, esperando que sus padres llegaran pronto.
Vio su maleta en la esquina donde los rayos pasaban por el cristal de una fina ventana, sus muñecas y mas ropa se encontraba, de forma desordenada, sobre ella.
Recordó que no se había cambiado desde el día de ayer, y según sus padres, la limpieza era una de las formas de demostrar la educación, así que decidió cambiarse de ropa... ¡Ya saben! Para no poner en ridículo a los Kyôyamas...
Cuando se disponía a recoger uno de los vestidos, encontró una nota sobre la maleta... ¡Que problema se había vuelto no ir a la escuela! O por lo menos... ¡Haber aprendido a leer!
La niña comenzó a maldecir su suerte, mientras sostenía el papel entre sollozos de la tristeza que le causaba no poder servir en eso.
"¿Mamá?" dijo la pequeña de repente, mientras dos manos tibias rodeaban las suyas. Anna volteo de golpe, esperando poder responder su pregunta, sin embargo, aquella mujer de rubio cabello no estaba ahí. Anna se limitó a mencionar lo único que la emoción le permitió "Iruki..."
La niña abrazo al ángel mientras varias lagrimas, ahora de alegría, llenaban sus ojos.
"Creí que me habías dejado!" dijo la pequeña entre sollozos, sin dejar de abrazarla.
"Jamás te dejare sola, Anna" respondió, con aquella voz llena de tranquilidad, mientras sus alas dejaban de rodear a la niña y se agachaba para mirarla a los ojos "¿Qué sucede?"
"Me quede en casa de la familia Asakura" dijo la niña, esta vez desviando un poco la mirada "Pero al regresar, encontré esto en vez de a mis padres"
"Ahhhh..." dijo sin mucha confianza
"¡Tu sabes leer! ¡Léelo tu!" interrumpió la niña
"Anna, ¿estás segura que lo quieres escuchar?" dijo la mujer, con un tono de tristeza en su voz, sin embargo, al ver como la niña asentía con la cabeza llena de emoción, no pudo negarse...
"Anna:
Te dijimos que si eras niña mala te dejaríamos, y no llores, porque nunca te escucharemos.
Tus padres"
El frío viento entro por la ventana, mientras jugueteaba con el cabello, y en el caso del ángel, las plumas que conformaban sus brillantes alas.
"Soy niña mala..." se dijo Anna en voz baja, mientras rompía el silencio, tratando de evitar que su amiga la escuchara "...por eso me abandonaron"
"No fue por eso Anna" dijo el Iruki con cierta ternura, pero con leve severidad en su voz "Simplemente tus padres no comprenden tus poderes"
"¿Poderes?" dijo la niña, tratando de secarse con el brazo las lagrimas que querían manchar su cara "Yo no tengo poderes, soy una niña normal... una niña mala"
"Anna... tu no eres mala, ni tampoco eres normal" dijo la mujer "Tienes los mejores poderes que nadie puede tener, y como tus padres no supieron apreciarlos, ellos simplemente se... fueron..."
"¡Eso no es cierto!" dijo de malas pulgas, mientras unas cuantas lágrimas volaban de sus ojos
"Créeme Anna, no todos ven ángeles..." dijo la mujer, justo antes de desaparecer ante los ojos de la pequeña.
Anna se quedo como en shock, sus ojos estaban indescriptiblemente abiertos mientras tantas palabras y pensamientos rondaban por su mente... Como era su vida antes y después de llegar a Izumo, conocer a Yami (a quien tampoco había visto, por cierto...), a Yoh y a su familia, a Iruki... a un ángel.
Los pensamientos eran demasiado confusos, los problemas que se le planteaban a la chica con cada uno de ellos eran todavía peor... ¡Maldita la vida que tenia! No... ¡Maldita ella misma! ¿Por qué tenia que nacer? ¿Porqué no se quedo hecha barro en cualquier lugar? ¿Porqué simplemente tenia que ser... ella?
La niña corrió, tratando de alejarse de todo aquello que la perturbaba, sin embargo, los pensamientos la seguían, cada vez resonando más, cada vez reclamándole más, cada vez recordándole que era una niña mala.
Las lagrimas cada vez se iban alejando más de su rostro debido a la velocidad a la que corría... ¡Ya no quería llorar! Sus padres se habían olvidado de ella por eso, por ser una niña mala, por ser una niña débil.
Un fuerte impacto la detuvo y la hizo caer al suelo.
Cuando se levanto, encontró ante ella a Yoh, acompañado de su abuela.
La niña no lo pensó más, y se abalanzo suavemente contra Yoh mientras un montón de sollozos y lagrimas empapaban la playera negra del chico.
"Se fueron Yoh..." dijo la niña entre sollozos "...mis papis me dejaron por ser niña mala"
"No fue por eso Anna" se escucho la voz de la anciana, mientras la niña la miraba con cierta incertidumbre, con sus ojos empapados en lagrimas, aún sin soltar a Yoh "Tu tienes poderes, y tus padres no lo pudieron soportar"
¡Eso es a lo que yo llamo ser directo!
La rubia seguía sin entender... ¡Ya eran dos personas las que le habían dicho eso! ¿Qué no entendían que ella era una niña normal? ¡La abandonaron por ser una niña mala! Nada de poderes mágicos... la magia no existe más que en los cuentos de hadas!
"Puedes vivir con nosotros..." dijo Yoh, rompiendo el silencio que apenas era invadido por los sollozos de la niña "... no nos gustaría que te quedaras sola"
Anna Kyôyama miro la sonrisa que el chico le estaba dedicando, esa tranquilidad que invadía su alma haciéndose olvidar de todo...
En tan solo unos instantes, la niña se encontraba agarrada de la mano del menor Asakura, mientras se dirigían a la mansión del niño con el sol poniéndose tras las tres sombras.
La niña volteo hacia el horizonte, el cual teñía el cielo de un color naranja. Pudo vislumbrar en el sol la imagen de sus padres, ahora tan lejos de ella como nunca lo había sentido.
Ante la mirada de inseguridad de Yoh y su abuela, la niña se apresuro a alcanzarlos mientras sonreía a su nueva familia, dejando por un lado el sol que abría paso a la noche, diciendo adiós a las personas que la habían dejado sola... bueno, quizá no sola.
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Notas de Juri-chan:
Por principio debo pedir una disculpa a todos los que pidieron el capitulo
desde antes (sobre todo a Ele-chan!! a ella le debo como
999,000,000,000,000,000,000 disculpas!!), pero bueno, aqui les dejo el capitulo
4, a todos aquello que odian a la familia Kyôyama! Por fin nos deshicimos de
ellos!! DD y nos lo veremos dentro de un buen ratisho xD.
Espero poder subir el capitulo 5 pronto ^^;, namas que me libre de unos cuantos
exámenes y estaré libre xD.
Rivius (o Reviews, dicho vulgarmente xD):
Sweet G: Nu! nu me los mates!! los voy a necesitar para despues!! xDD, mejor namas torturalos durante un rato junto Diethel-san (te puedo decir así? o.ou) y luego me los devuelven xD.
Anna Diethel Asakura: Lo
mismo que a Sweet G! Torturalos lo que quieras, pero no me los maten! xDD.
Me alegra que te guste el fic, aqui esta la continuación.
Hidrazaina: Siee! doña Kino rlz!! xDD Ya por fin esta atacando al problema y va a ayudar a Annita a librarla de los clase-de-padres que le tocaron xD. Me alegra que te haya gustado el cap. 3 ^^! y que sigas leyendo el fic xP.
Eleone: Ok! Nu lo dejare
abandonado!! /// gomen na sae!! te debo una super-mega-archi-requeterecontra
gran disculpa!!! Aqui te pongo el capitulo, se que no era lo que todos
esperaban, pero ojala te guste ^^!!.
Y sobre la petición hacia la mamá de Anna (anotando en una libretita) hay vere
que le hago, pero que muera! xD.
anna: molestia? que acaso estas loca!!?? claro que no es molestia!! ^^UU
es de lo mejor que me dejes tus reviews!! =D, acá te dejo el capitulo 4 ^^!.
Lain Iwakura: Bueh... lo continue, aunque no fuera pronto xDD.
Ñum... ahora, le dire a Yoh que le quieres dar un beso (mirada fulminante de
Anna...) '~' Solo espera a que convensa a la prometida del tío... ^^!
Anna Kyouyama: Sie!! ^^ aqui lo continuo!! xDD igual de triste D.
SaKKuRi: De acuerdo contigo! los padres de Anna no son nada para tratarla
así, sobre todo pq solo tiene 4 añitos ¡.¡, pero ya me deshice de ellos D y
luego con Sweet G y Diethel-san (te puedo decir así, por segunda vez xD) nu me
imagino como van a terminar esos dones...
Muchas gracias a todos y a los que leen el fic sin dejar review!! (pq siempre digo eso? o.o).
Antes de despedirme (largate a seguir escribiendo) o.o... agresivo! ¬¬x, como sea, pido su ayuda a todos ustedes para apoyar a una de mis pocas paginas webs xP. Su nombre es Northern Shaman, y es un shrine dedicado a Horo-Horo (ya se que no tiene nada que ver con el fic, pero bueh) lo que quiero es pedirles que voten por el pobre shrine que va bastante mal xP, su URL es nshaman.hotusa.org, luego luego encontraran ahi el boton para votar.
A todos lo que lo hagan, mushas gracias!! ^^
Y ahora sie, se despide.
Juri-chan
mashi@otakumail.com
