Capitulo III.-
La oscuridad los empezaba a envolver y Agnieska sabía que su madre no tardaría en preocuparse por ella.
Tomó la mano de Sirius y levantó la manga de su túnica hasta la altura del codo. Pasó sus dedos por el interior del antebrazo del hombre y luego lo miró a los ojos, analizándolo. Él no parecía un mortífago y tampoco tenía la marca tenebrosa, eso significaba que no lo era ¿cierto?. La mirada del supuesto asesino demostraba inocencia, y podía ver soledad y culpa en ellos, pero ¿si era inocente porque se sentía culpable?
Cuando hablaban ella era quien revelaba sus secretos y sus problemas, Sirius casi nunca hablaba y ahora se daba cuenta de lo egoísta que había sido, en fin ella sabía muy poco de él y estab decidida a cambiar de actitud y ser su amiga una verdadera amiga.
Sentía los fríos dedos de Agnieska acariciar su antebrazo, sumida en sus pensamientos, le bastaba saber que ella lo acompañaba para sentirse bien, bueno dentro de todo lo bien que se puede estar en Azkaban.
-¿Por qué tus amigos no vienen a verte?
-bueno, porque fuera de este lugar me queda un solo amigo y.... y estoy encerrado porque supuestamente los traicioné y Remus debe creer eso.
.
.
.
.
Remus ya se había ido, confiaba en el licántropo pero dudaba igual que siempre y para cada cosa que hacía estaba dudando otra vez. A lo mejor Lupin tenía razón, quizás si se lo dijera.....pero no, el solo imaginarlo sonaba mal. Ojalá fuese como Susan.
No, Susan es estúpida. Pero él la quiere -le replicó su molesta conciencia
Ya debía ser tarde sería mejor bajar a almorzar, miró su reloj, quizás a cenar. Se dirigió al tocador y se miró en el espejo, se peinó y lavó las marcas que dejaron las lágrimas en sus mejillas. Volvió a mirarse, aún tenía los ojos irritados, nuevamente dejó caer agua sobre su cara pero aunque tratara, recordaba porque estaba ahí y no con todos los demás. Sus ojos volvían a verter lágrimas manchando su cara, enrojeciendo sus ojos.
Al fin logró retener su llanto y bajó lentamente al comedor, ya estaba lleno,, no quería llamar la atención pero de todas formas varias cabezas se giraron al percibir a quien acababa de llegar. El director estaba hablando, seguramente los estaba despidiendo, pero no podía escucharlo a estas alturas su mirada se había clavado en él, en segundos esos ojos azules le devolvieron la mirada, interrogantes sobre su atraso.
Al momento Susan le abrazaba, Agnieska trató de poner atención al director, las lágrimas volvían a acumularse en sus ojos. Trató de parecer calmada pero sabía que ya había llamado la atención de los compañeros que quedaron sentados junto a ella.
-Te pasa algo? -preguntó un chico de cabello negro, lentes y una cicatriz en forma de rayo en la frente.
-No es nada
-Seguro?
Agnieska sintió la mirada de aquel hombre que le quitaba el sueño. Mientras tomaba un pañuelo bajó la mirada hacia su dorado plato, secó sus ojos. Estaba segura de que Sirius la estaba mirando y seguramente su ex profesor Lupin que le preguntarían que ocurría. Claro que no con la misma intencionalidad.
Tendría que inventar algo.
Las palabras del director sonaban como un eco en su cabeza, no podía dejar de pensar en su sonrisa. Esa sonrisa que mucho le costó conocer. Esa sonrisa que se perdió por años en el sufrimiento.
.
.
.
.
Su mano aún descansaba entre las suyas, envueltos en el silencio sus siluetas se recortaban en la oscuridad, no quería moverse pero sabía que ya era hora de marcharse. Lo volvería a ver en unas semanas, pero era mucho esperar para tener su compañía.
No necesitaban hablar para entender que ninguno de los dos era feliz, pero que podrían serlo o lo fueron. Agnieska se levantó musitó suavemente un "nos vemos" y recorrió el corredor en tienieblas que la llevaría a la salida.
.
.
.
.
Salió del comedor sin prisa pero apurada. Cuando ya estuvo fuera corrió a su dormitorio, quería gritarle al mundo que lo quería que lo amaba. No le importaba lo que pudiesen decir. Lo único que quería era poder estar junto a él. La única persona que en algún momento pudo alegrar su existencia.
Quería irse lejos quería estar sola pero a la vez la soledad le atemorizaba más que ninguna otra cosa.
Su madre había muerto hacía tres años, no sabía que era de su padre, ni le interesaba. No tuvo hermanos ni hermanas, tampoco familia. Nadie cuidó nunca de ella, pero el estar en el colegio la hacía sentir acompañada y no sola. El visitarlo a él la hacía sentir mejor que cualquier otra cosa. Pero ahora ya no podía visitarlo, y ahora si debería valerse por sí misma. Ya no tendría a nadie.
Sirius Black recorría rápidamente los corredores del castillo. Se preocupó un poco cuando comenzó a llorar en el banquete y lo hizo mucho más cuando vió que Agnieska salía apresurada del lugar. Ojalá no le haya pasado nada. Se repetía una y otra vez, a la vuelta de una esquina vió a Remus.
-¿Qué haces Remus?, Creí que aún estabas en el comedor.
-mmm....bueno... salí, tengo que hacer algo Sirius nos vemos más rato
-¿Moony?
-aps?
-no nada nada - qué hacía su amigo ahí, parecía tan... preocupado quizas?
.
.
.
.
La tibia brisa veraniega movía sus cabellos mientras entraba en el único lugar que estaba en invierno todo el año. Ya no sería lo mismo, no podría venir tan seguido, no podría venir en todo el año. Eso era mucho tiempo, demasiado.
Mientras comía gustoso el queque que ella le acababa de entregar. Escuchó la noticia, una noticia que podría hacer feliz a cualquier bruja o mago.
-Me llegó mi carta
-mm? ¿De qué hablas?
-la de Hogwarts este año iré al colegio y creo que no podré verte hasta el próximo verano.
Sus penetrantes ojos se giraron hacia ella, esperando que eso no fuese verdad.
-pero tú...tú eres muy pequeña aún para ir al colegio!
-ya tengo 11 Sirius
.
.
.
.
Ya no sentía ganas de llorar o de sus ojos ya habían caído todas las lágrimas. Se echó pesadamente en un sofá arrinconado en la sala común.
Escuchó que la entrada se habría y pasos se dirigían hacia ella pero siguió absorbida en sus pensamientos sin prestar atención.
-Y a ti que te pasa? ¡Vas a salir del colegio y te deprimes! Eso solo lo haces tu sabes.....- sintió cada una de sus palabras llegar a su mente y luego levantó la mirada para encontrarse con el único ser sobre la faz de la tierra capaz de subirle el ánimo.
.
.
.
.
.
. . **************************************************************************** **
holas! paso a responder reviews pk estoy apurada!!
Annia: jejeje en realidad nose ni pk puse a remusin en esto salio de casualidad jejeje veremos ke pasa
Merak: ojala te siga gustandu Jaera: ¬¬ aer como e esu??
________: aki esta no desespereis
chaus!!!!!
yo
La oscuridad los empezaba a envolver y Agnieska sabía que su madre no tardaría en preocuparse por ella.
Tomó la mano de Sirius y levantó la manga de su túnica hasta la altura del codo. Pasó sus dedos por el interior del antebrazo del hombre y luego lo miró a los ojos, analizándolo. Él no parecía un mortífago y tampoco tenía la marca tenebrosa, eso significaba que no lo era ¿cierto?. La mirada del supuesto asesino demostraba inocencia, y podía ver soledad y culpa en ellos, pero ¿si era inocente porque se sentía culpable?
Cuando hablaban ella era quien revelaba sus secretos y sus problemas, Sirius casi nunca hablaba y ahora se daba cuenta de lo egoísta que había sido, en fin ella sabía muy poco de él y estab decidida a cambiar de actitud y ser su amiga una verdadera amiga.
Sentía los fríos dedos de Agnieska acariciar su antebrazo, sumida en sus pensamientos, le bastaba saber que ella lo acompañaba para sentirse bien, bueno dentro de todo lo bien que se puede estar en Azkaban.
-¿Por qué tus amigos no vienen a verte?
-bueno, porque fuera de este lugar me queda un solo amigo y.... y estoy encerrado porque supuestamente los traicioné y Remus debe creer eso.
.
.
.
.
Remus ya se había ido, confiaba en el licántropo pero dudaba igual que siempre y para cada cosa que hacía estaba dudando otra vez. A lo mejor Lupin tenía razón, quizás si se lo dijera.....pero no, el solo imaginarlo sonaba mal. Ojalá fuese como Susan.
No, Susan es estúpida. Pero él la quiere -le replicó su molesta conciencia
Ya debía ser tarde sería mejor bajar a almorzar, miró su reloj, quizás a cenar. Se dirigió al tocador y se miró en el espejo, se peinó y lavó las marcas que dejaron las lágrimas en sus mejillas. Volvió a mirarse, aún tenía los ojos irritados, nuevamente dejó caer agua sobre su cara pero aunque tratara, recordaba porque estaba ahí y no con todos los demás. Sus ojos volvían a verter lágrimas manchando su cara, enrojeciendo sus ojos.
Al fin logró retener su llanto y bajó lentamente al comedor, ya estaba lleno,, no quería llamar la atención pero de todas formas varias cabezas se giraron al percibir a quien acababa de llegar. El director estaba hablando, seguramente los estaba despidiendo, pero no podía escucharlo a estas alturas su mirada se había clavado en él, en segundos esos ojos azules le devolvieron la mirada, interrogantes sobre su atraso.
Al momento Susan le abrazaba, Agnieska trató de poner atención al director, las lágrimas volvían a acumularse en sus ojos. Trató de parecer calmada pero sabía que ya había llamado la atención de los compañeros que quedaron sentados junto a ella.
-Te pasa algo? -preguntó un chico de cabello negro, lentes y una cicatriz en forma de rayo en la frente.
-No es nada
-Seguro?
Agnieska sintió la mirada de aquel hombre que le quitaba el sueño. Mientras tomaba un pañuelo bajó la mirada hacia su dorado plato, secó sus ojos. Estaba segura de que Sirius la estaba mirando y seguramente su ex profesor Lupin que le preguntarían que ocurría. Claro que no con la misma intencionalidad.
Tendría que inventar algo.
Las palabras del director sonaban como un eco en su cabeza, no podía dejar de pensar en su sonrisa. Esa sonrisa que mucho le costó conocer. Esa sonrisa que se perdió por años en el sufrimiento.
.
.
.
.
Su mano aún descansaba entre las suyas, envueltos en el silencio sus siluetas se recortaban en la oscuridad, no quería moverse pero sabía que ya era hora de marcharse. Lo volvería a ver en unas semanas, pero era mucho esperar para tener su compañía.
No necesitaban hablar para entender que ninguno de los dos era feliz, pero que podrían serlo o lo fueron. Agnieska se levantó musitó suavemente un "nos vemos" y recorrió el corredor en tienieblas que la llevaría a la salida.
.
.
.
.
Salió del comedor sin prisa pero apurada. Cuando ya estuvo fuera corrió a su dormitorio, quería gritarle al mundo que lo quería que lo amaba. No le importaba lo que pudiesen decir. Lo único que quería era poder estar junto a él. La única persona que en algún momento pudo alegrar su existencia.
Quería irse lejos quería estar sola pero a la vez la soledad le atemorizaba más que ninguna otra cosa.
Su madre había muerto hacía tres años, no sabía que era de su padre, ni le interesaba. No tuvo hermanos ni hermanas, tampoco familia. Nadie cuidó nunca de ella, pero el estar en el colegio la hacía sentir acompañada y no sola. El visitarlo a él la hacía sentir mejor que cualquier otra cosa. Pero ahora ya no podía visitarlo, y ahora si debería valerse por sí misma. Ya no tendría a nadie.
Sirius Black recorría rápidamente los corredores del castillo. Se preocupó un poco cuando comenzó a llorar en el banquete y lo hizo mucho más cuando vió que Agnieska salía apresurada del lugar. Ojalá no le haya pasado nada. Se repetía una y otra vez, a la vuelta de una esquina vió a Remus.
-¿Qué haces Remus?, Creí que aún estabas en el comedor.
-mmm....bueno... salí, tengo que hacer algo Sirius nos vemos más rato
-¿Moony?
-aps?
-no nada nada - qué hacía su amigo ahí, parecía tan... preocupado quizas?
.
.
.
.
La tibia brisa veraniega movía sus cabellos mientras entraba en el único lugar que estaba en invierno todo el año. Ya no sería lo mismo, no podría venir tan seguido, no podría venir en todo el año. Eso era mucho tiempo, demasiado.
Mientras comía gustoso el queque que ella le acababa de entregar. Escuchó la noticia, una noticia que podría hacer feliz a cualquier bruja o mago.
-Me llegó mi carta
-mm? ¿De qué hablas?
-la de Hogwarts este año iré al colegio y creo que no podré verte hasta el próximo verano.
Sus penetrantes ojos se giraron hacia ella, esperando que eso no fuese verdad.
-pero tú...tú eres muy pequeña aún para ir al colegio!
-ya tengo 11 Sirius
.
.
.
.
Ya no sentía ganas de llorar o de sus ojos ya habían caído todas las lágrimas. Se echó pesadamente en un sofá arrinconado en la sala común.
Escuchó que la entrada se habría y pasos se dirigían hacia ella pero siguió absorbida en sus pensamientos sin prestar atención.
-Y a ti que te pasa? ¡Vas a salir del colegio y te deprimes! Eso solo lo haces tu sabes.....- sintió cada una de sus palabras llegar a su mente y luego levantó la mirada para encontrarse con el único ser sobre la faz de la tierra capaz de subirle el ánimo.
.
.
.
.
.
. . **************************************************************************** **
holas! paso a responder reviews pk estoy apurada!!
Annia: jejeje en realidad nose ni pk puse a remusin en esto salio de casualidad jejeje veremos ke pasa
Merak: ojala te siga gustandu Jaera: ¬¬ aer como e esu??
________: aki esta no desespereis
chaus!!!!!
yo
