Las palabras entre comillas son la letra de la canción "Adiós" del grupo La
oreja de Van Gogh, del disco "lo que te conté mientras te hacías la
dormida".
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Tumbado en la cama notaba el aire fresco de la noche entrar por la ventana y a su lado la respiración pausada de ella, sumida en un ligero sueño, entre las sábanas de seda y oro.
Lentamente se enderezó y se sentó en el borde del colchón, apoyando sus pies en la alfombra suave que cubría el suelo y se ató el pelo con una cinta, en la nuca.
Se levantó y cogió la camisa que esperaba a los pies de la cama y puesta empezó a abrochársela despacio, no primero sin sentir cada milímetro del botón entre sus dedos, antes de meterlo por el ojal.
En la cama dormía todavía ella y su pelo rubio de rallos de sol caía por su frente y cubriéndole los hombros, abrazaba con sus brazos cerca del rostro la almohada y la fina sábana ondeaba como el mar sobre su cuerpo. La echaría tanto de menos...
"Tengo que irme ya, abrázame.
Nada más llegar te llamaré."
No quería hacerlo, pero ya no había vuelta atrás, se iría, desaparecería de su vida y sería lo mejor para los dos, pues ninguno de sus progenitores aceptaban su compañía. Aquella había sido la última noche juntos.
Se acercó a donde dormía y se agachó para mirarla por última vez. Le apartó el pelo de los ojos, cerrados y sumidos en algún sueño. La arropó con ternura, intentando que no despertara y acercándose a su mejilla la besó: -Te amo.- ahí terminaba su historia, ahí se acababa su amor. Ya no había vuelta a atrás.
Los ojos de ella comenzaron a temblar y parpadeando lentamente dejó ver su hermoso color verde; aún mecido por el sueño.
Esto no era lo que él había querido, ella no debía despertar, no ahora, si no todo sería distinto, ¿que le diría para no hacerla daño...?
-Duérmete, por favor...- que nota tan grave de angustia se reflejaba en su voz siempre despreocupada. ¿Por qué?
-Elrohir...¿qué...?
Le puso el dedo temblando en los labios somnolientos: -Duerme...
Ella se percató de que llevaba puesta la camisa: -¿Adonde vas...?
Elrohir bajó la cara entristecido, ya no podía ocultar nada: -Me voy.- tanta tristeza en sus ojos grises...: -Me voy para no volver...
-¿Qué...?- la elfa se empezó a levantar lentamente y se sentó en el colchón para mirarle a los ojos.
-Debemos dejarlo, esto no puede seguir así. Nuestros padres lo saben y no lo aprueban, y lo sabes.
-Pe... pero no... por favor Elrohir...- los ojos ella se llenaron prontamente de lágrimas esbozadas en sus pestañas y que cayeron densas por sus mejillas.
-No llores, por favor...- Elrohir le secó las lagrimas lentamente, disfrutando de las últimas caricias que le daría.
"Déjame marchar, no llores más.
Túmbate otra vez, te dormirás."
-Elrohir...- la mujer le abrazó envolviendo su cuello con los brazos. Lloró, ella se puso a llorar sobre su hombro y derramó su tristeza sobre su pelo oscuro: -No me dejes... por favor... no te vallas...
"Ven, cálmate, no llores más,
si cierras los ojos verás que sigo junto a ti,
que no me iré sin besar
una de esas lágrimas que van desde tu cara al mar,
la vida viene, va y se va..."
Elrohir besó su mejilla, igual que como había hecho cuando aún dormía y entre sus labios sintió una de sus lágrimas: -Lo siento, perdóname...
Se levantó de la cama: -Adiós amor.- la observó por última vez y sin dejar escapar las lágrimas que querían huir de la cárcel de sus ojos, caminó hasta la puerta y salió de la habitación.
Como podía haberle hecho eso a ella, había salido de su vida con frialdad, después de todo lo que le había dado. Se odió a si mismo.
"Salgo del portal, quiero morir.
Tú en la habitación, llorando por mí.
Tú me has hecho tan feliz que siempre estaré
a tu lado, cuidando de ti."
No volvería a verla pero, sin embargo, atravesando aquel camino oscuro solo iluminado por la luna, hacia su casa, parecía verla de nuevo incasable e infinitamente.
"Te he dejado atrás y pienso en ti.
Oigo "adiós amor" caer sobre mí.
Yo quiero irme de allí, no puedo escapar.
Necesito volverte a abrazar."
Se volvió a ver junto a ella, todo lo que habían pasado juntos, y sus últimos momentos, cuando ella lloraba sobre su hombro, no quería esos recuerdos, quería olvidarla para no seguir sufriendo...
"Ven, cálmate, no llores más,
si cierras los ojos verás que sigo junto a ti,
que no me iré sin besar
una de esas lágrimas que van desde tu cara al mar,
la vida viene, va y se va...
No, se dio cuenta en ese instante, cuando la luna le bañaba los cabellos, bajo las estrellas, no la olvidaría, estaría siempre junto a ella, siempre la tendría en su mente y viviría a su lado, aunque no la volviera a tocar de nuevo. La echaría de menos, pero estaría con ella.
"Si cierras tus ojos verás que sigo junto a ti,
la vida viene, va y se va..."
CARMENCHU!!!
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Tumbado en la cama notaba el aire fresco de la noche entrar por la ventana y a su lado la respiración pausada de ella, sumida en un ligero sueño, entre las sábanas de seda y oro.
Lentamente se enderezó y se sentó en el borde del colchón, apoyando sus pies en la alfombra suave que cubría el suelo y se ató el pelo con una cinta, en la nuca.
Se levantó y cogió la camisa que esperaba a los pies de la cama y puesta empezó a abrochársela despacio, no primero sin sentir cada milímetro del botón entre sus dedos, antes de meterlo por el ojal.
En la cama dormía todavía ella y su pelo rubio de rallos de sol caía por su frente y cubriéndole los hombros, abrazaba con sus brazos cerca del rostro la almohada y la fina sábana ondeaba como el mar sobre su cuerpo. La echaría tanto de menos...
"Tengo que irme ya, abrázame.
Nada más llegar te llamaré."
No quería hacerlo, pero ya no había vuelta atrás, se iría, desaparecería de su vida y sería lo mejor para los dos, pues ninguno de sus progenitores aceptaban su compañía. Aquella había sido la última noche juntos.
Se acercó a donde dormía y se agachó para mirarla por última vez. Le apartó el pelo de los ojos, cerrados y sumidos en algún sueño. La arropó con ternura, intentando que no despertara y acercándose a su mejilla la besó: -Te amo.- ahí terminaba su historia, ahí se acababa su amor. Ya no había vuelta a atrás.
Los ojos de ella comenzaron a temblar y parpadeando lentamente dejó ver su hermoso color verde; aún mecido por el sueño.
Esto no era lo que él había querido, ella no debía despertar, no ahora, si no todo sería distinto, ¿que le diría para no hacerla daño...?
-Duérmete, por favor...- que nota tan grave de angustia se reflejaba en su voz siempre despreocupada. ¿Por qué?
-Elrohir...¿qué...?
Le puso el dedo temblando en los labios somnolientos: -Duerme...
Ella se percató de que llevaba puesta la camisa: -¿Adonde vas...?
Elrohir bajó la cara entristecido, ya no podía ocultar nada: -Me voy.- tanta tristeza en sus ojos grises...: -Me voy para no volver...
-¿Qué...?- la elfa se empezó a levantar lentamente y se sentó en el colchón para mirarle a los ojos.
-Debemos dejarlo, esto no puede seguir así. Nuestros padres lo saben y no lo aprueban, y lo sabes.
-Pe... pero no... por favor Elrohir...- los ojos ella se llenaron prontamente de lágrimas esbozadas en sus pestañas y que cayeron densas por sus mejillas.
-No llores, por favor...- Elrohir le secó las lagrimas lentamente, disfrutando de las últimas caricias que le daría.
"Déjame marchar, no llores más.
Túmbate otra vez, te dormirás."
-Elrohir...- la mujer le abrazó envolviendo su cuello con los brazos. Lloró, ella se puso a llorar sobre su hombro y derramó su tristeza sobre su pelo oscuro: -No me dejes... por favor... no te vallas...
"Ven, cálmate, no llores más,
si cierras los ojos verás que sigo junto a ti,
que no me iré sin besar
una de esas lágrimas que van desde tu cara al mar,
la vida viene, va y se va..."
Elrohir besó su mejilla, igual que como había hecho cuando aún dormía y entre sus labios sintió una de sus lágrimas: -Lo siento, perdóname...
Se levantó de la cama: -Adiós amor.- la observó por última vez y sin dejar escapar las lágrimas que querían huir de la cárcel de sus ojos, caminó hasta la puerta y salió de la habitación.
Como podía haberle hecho eso a ella, había salido de su vida con frialdad, después de todo lo que le había dado. Se odió a si mismo.
"Salgo del portal, quiero morir.
Tú en la habitación, llorando por mí.
Tú me has hecho tan feliz que siempre estaré
a tu lado, cuidando de ti."
No volvería a verla pero, sin embargo, atravesando aquel camino oscuro solo iluminado por la luna, hacia su casa, parecía verla de nuevo incasable e infinitamente.
"Te he dejado atrás y pienso en ti.
Oigo "adiós amor" caer sobre mí.
Yo quiero irme de allí, no puedo escapar.
Necesito volverte a abrazar."
Se volvió a ver junto a ella, todo lo que habían pasado juntos, y sus últimos momentos, cuando ella lloraba sobre su hombro, no quería esos recuerdos, quería olvidarla para no seguir sufriendo...
"Ven, cálmate, no llores más,
si cierras los ojos verás que sigo junto a ti,
que no me iré sin besar
una de esas lágrimas que van desde tu cara al mar,
la vida viene, va y se va...
No, se dio cuenta en ese instante, cuando la luna le bañaba los cabellos, bajo las estrellas, no la olvidaría, estaría siempre junto a ella, siempre la tendría en su mente y viviría a su lado, aunque no la volviera a tocar de nuevo. La echaría de menos, pero estaría con ella.
"Si cierras tus ojos verás que sigo junto a ti,
la vida viene, va y se va..."
CARMENCHU!!!
