-lagome: "¡¡¡Hola!!! Ya estoy aquí otra vez. Con otro capítulo y..."

-Mego: "Y también estoy yo aquí otra vez. Ya te olvidabas de mí, ¿eh?"

-lagome: "¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué mis padres tenían que dejarme cuidando de este enano?"

-Mego: "¿A quién llamas enano?"

-lagome: "Pues al único que está en esta habitación. ¿Por qué no te vas a tu habitación a ver la película que alquilaste en el videoclub?"

-Mego: "¿Y dejar de molestarte? No gracias."

-lagome: "Hagamos un trato. Tú me dejas en paz para que pueda escribir este capítulo, y yo te dejo acostarte media hora más tarde."

-Mego: "Una hora."

-lagome: "Tres cuartos de hora."

-Mego: "Hecho."

-lagome: "Muy bien. Adiós Mego. Ahora sí. El siguiente capítulo:

CÓMO PERDER UN SHAMAN EN 10 DÍAS

CAPÍTULO 2: LA CONDICIÓN

Nos encontramos en la Mansión Asakura, una GRAN mansión, de estilo japonés tradicional, situada a unos cinco kilómetros de Tokio (sé que es mentira, pero es mi fic, ¿no?). Allí se encontraban dos jóvenes entrenándose a conciencia bajo el abrasador sol. Bajo la sombra de un árbol, se encontraba un anciano apoyado en un bastón observándolos. Los dos jóvenes eran los gemelos Asakura, Hao, el mayor, y Yoh, el pequeño. Ambos eran totalmente idénticos, con la diferencia de que Hao tenía el pelo mucho más largo que Yoh. El anciano era Yohmei (¿se escribe así?), su abuelo, y el encargado de entrenarlos para participar en el torneo de los shamanes, que se celebraría dentro de un mes.

-Yohmei: "¡Venga par de vagos! Ahora cien abdominales, después noventa planchas y a continuación os pasareis dos horas en cuclillas."

-Yoh y Hao (con cascaditas en los ojos): "¡Noooooooo! ¡Por favor abuelo!"

-Yohmei: "¡Pero qué vagos sois! En mis tiempos hacíamos el triple de entrenamiento, y si nos quejábamos ya podíamos despedirnos de la cena. Y ahora venga. ¡A entrenar!

Horas después, cuando ya estaban los tres sentados a la mesa, llegó su abuela, la sacerdotisa Kino, con la comida.

-Kino: "A vuestro abuelo y a mí nos gustaría hablar con vosotros después."

-Hao: "Lo siento abuela, hoy no puedo. En cuanto acabe de comer me voy a Tokio. He visto una oferta de trabajo que me interesa."

-Yoh (pensando): "Sí venga. ¿Y qué más? No creo que la abuela se trague semejante trola. Seguro que ya ha quedado con sus amigos. Bueno, la verdad es que yo también. Y yo... ¿Qué excusa puedo poner?"

-Kino: "Sí. Entiendo. Yoh, ¿tú también vas a ir hoy a la ciudad?"

-Yoh (poniendo su característica sonrisa): "Pues... Sí"

-Kino: "Muy bien. Pues nos vemos a las nueve. En el bar de vuestro tío. Seguro que nos dará una mesa un poco alejada para poder charlar en paz."

-Hao (pensando): "¡Vaya hombre! Ya se ha cargado mi noche de discoteca..."

-Yoh (pensando): "¡En fin! ¡Qué le vamos a hacer! Mi abuela siempre tan lista..."

-Yohmei: "Pues ya está. No lleguéis tarde. Que tenemos que hablar de algo muy importante."

***********************************

Son las ocho y media. Tres chicas entran en el bar Asakura. Ellas son Anna, Tamao y Jun. Una vez que ya están sentadas...

-Anna: "Bueno Tamao. Es hora de que nos cuentes qué pasó."

-Tamao: "¿A qué te refieres?"

-Jun: "Bueno Tamao... Anna y yo creemos que tu novio no te dejó porque sí, ¿no?"

-Tamao: "Es que no sé qué pasó. Yo recuerdo que en el segundo día que salimos me llevó a su casa y... Estábamos a punto de hacerlo... Todo estaba precioso. Lleno de velas, con una música de ambiente tanbonita..."

-Jun: "Y... ¿Qué pasó?"

-Tamao: "Bueno... Estaba todo tan bonito... Tan romántico... No pude contenerme y... Lloré."

-Jun: "¿Cómo que lloraste?"

-Anna: "Una lagrimita, ¿no?"

-Tamao: "Bueno... No exactamente..."

-Jun (suspirando): "¡Tamao!"

-Anna: "¿Y tu novio te abandonó por eso?"

-Tamao: "Bueno... A partir de esa noche le llamaba todos los días, pero no me contestaba. Le dejé muchísimos mensajes en el contestador, pero no me llamaba."

-Jun: "¿Y te dejó por eso? ¡No puedo creerlo!"

-Anna: "Es lo que yo siempre digo. Los chicos siempre dejan a sus novias por chorradas."

-Jun: "Bien dicho."

-Tamao: "Si las chicas no cometiéramos esos errores que a ellos no les gusta...

En ese momento a Anna se le ocurrió una idea. Fue como una revelación. ¿Y si las chicas supieran cuáles eran esos errores? Podría escribir un artículo sobre aquello...

-Anna: "Chicas. Tengo una idea sobre de qué va a tratar mi nuevo artículo. Voy a hacer que un chico normal y corriente me abandone por culpa de que cometeré esos típicos errores "femeninos".

-Jun: "No está mal."

-Tamao: "Sería un buen artículo."

-Anna: "Ya sólo queda encontrar a la víctima..."

Las tres buscaron quién podría ser una buena presa. En ese momento entró por la puerta Yoh Asakura. Buscó con la mirada a sus abuelos. Allí estaban. En una mesa bastante alejada de las demás. Se notaba que eran familiares del dueño. Hao llegó justo detrás de él.

-Kino: "Llegáis tres minutos tarde."

-Yoh y Hao: "Lo sentimos." (Pobrecillos. Qué estricta es su abuela. Me recuerda en algo a mis profesores...)

-Yohmei: "Bueno. Queríamos hablar con vosotros del torneo de los shamanes. Como sabéis, se celebrará dentro de un mes. Hay un pequeño detalle que todavía no os hemos contado vuestra abuela y yo. Bueno, veréis... Es que..."

-Kino: "Cada familia sólo puede ser representada por una sola persona." (Kino siempre tan directa)

Se produjo un silencio muy incómodo.

-Kino: "Normalmente va al torneo el mayor de los hermanos. No sonrías todavía Hao. Esto es debido a que normalmente, al ser más mayor, es el que posee un mayor poder espiritual. Pero vuestro caso es bastante singular. Los dos tenéis exactamente el mismo poder espiritual. Entonces he hablado con los organizadores del torneo y he conseguido que podáis entrar en el torneo, pero Yoh, tienes una condición para que yo te deje participar."

-Yoh (pensando): "Mala señal... ¿Qué condición me pondrá?

-Kino: "El Shaman King necesita tener una buena esposa, y, que yo sepa, no tienes novia, y menos aún prometida. Hao tiene una prometida por el matrimonio que concertamos, pero tú no. Si consigues que una chica se enamore de ti de aquí a cuando se celebre la reunión familiar, que celebraremos dentro de diez días, te dejaré participar."

-Yoh: "Muy bien."

-Hao: "¡Pero no puede ser cualquier chica!" (pensando) "Si Yoh no participa este torneo estará tirado."

-Kino: "Muy bien. ¿Por qué no la escoges tú mismo Hao?"

-Hao: "De acuerdo. Pero primero voy al baño. Ahora vuelvo."

Mientras tanto, en la otra mesa...

-Anna: "Decidido. Voy a escribir ese artículo."

-Tamao:"¿Cómo lo titularás?"

-Anna: "¿Qué tal Como perder a un shaman en 10 días?"

-Tamao: "¿Y por qué tiene que ser un shaman?"

-Anna: "Porque nuestra revista es sólo para shamanes."

-Tamao: "Ah. Claro."

-Jun: "Chicas esperar un momento. Ahora vuelvo. No escojáis a la víctima sin mí, ¿eh?

-Tamao: "Tranquila."

En el pasillo que llevaba a los cuartos de baño, Jun y Hao se encontraron.

-Hao: "Perdona. ¿Tú eres Jun Tao?"

-Jun: Sí. Un momento. ¿Eres tú Hao?"

-Hao: "Sí. ¡Cuánto tiempo sin vernos!"

-Jun: "Sí es cierto. Desde la escuela primaria. ¿Y qué haces tú por aquí?"

-Hao: "Estoy aquí con mis abuelos, aguantándolos como puedo. ¿Tú?"

-Jun: "Yo estoy con mis amigas, unas compañeras de trabajo, decidiendo sobre qué pueden hablar nuestros artículos."

-Hao: "Así que eres periodista."

-Jun: "Sí."

-Hao: "¿Y sobre qué vas a escribir?"

-Jun: "Aún no lo sé. Pero mi amiga Anna sí. Mira, es esa de allí. La rubia. Ha decidido espantar a un chico en diez días, cometiendo los errores típicos femeninos."

-Hao (pensando): "Esto sí que es casualidad. Podría sacarle bastante partido." (hablando) "¿Y ya habéis decidido quién será la víctima?"

-Jun: "En cuanto yo llegue. Aunque si se presenta algún voluntario mejor."

-Hao: "Entonces no te entretengo. Espero volver a verte otro día Jun."

-Jun: "Eso espero Hao."

Cuando Hao ya había vuelto...

-Kino: "Bueno Hao. Ya puedes seleccionar a la chica."

-Hao: "Mmm... ¿Qué tal aquella? (Señala a Anna) La chica rubia de aquella mesa."

-Yoh: "Está bien. Es bastante guapa. Acepto la condición. Si dentro de diez días viene conmigo a la reunión familiar enamorada de mí, participaré en el torneo, si no, no podré participar."

********************************************

-lagome: "Bueno. Ya está. Ya he escrito el segundo capítulo. No pensé que fuera capaz de escribirlo tan rápidamente."

-Mego: "¿Y para qué lo escribes? Sabes que nadie lo va a leer."

-lagome: "Anda calla Mego. Por lo menos me han dejado un review. Por cierto, ¡¡¡muchísimas gracias sakura himura!!! No sé cómo agradecértelo. ¡Alguien ha leído mi fic! No sabes la alegría que me da. Respecto a quien es Mego, pues bien, él es..."

-Mego: "Su HERMANO"

-lagome: "Mi odioso hermano pequeño de siete años."

-Mego: "¿Cómo que soy malo? ¡La mala es lagome!"

-lagome: "No le hagas ni caso. Sólo busca protagonismo."

-Mego: "Lo que yo no entiendo es por qué mi nombre no aparece entre los autores."

-lagome: "¡Pero si el fic entero lo he escrito yo!"

-Mego: "Y qué. Seguro que los que leen este fic lo leen porque aparezco yo."

-lagome: "Sí, sí. Lo que tú digas... ¬¬ En fin. Ahora será mejor que te vayas a la cama."

-Mego: "Pero..."

-lagome: "No es una sugerencia... ¡¡¡Es una ORDEN!!!"

-Mego: "Vale, vale... Dictadora. Hasta luego."

-lagome: "Bueno. Doy una vez más las gracias a los que hayan sido capaces de leer hasta aquí, y, por favor, ¡dejarme algún review! Ahora tengo que irme. Nos vemos en el siguiente capítulo.