Capitulo n°5: Enemigo

Mientras tanto, en las afueras de la casa Summers...

Una extraño remolino aparecía en el cielo, tenía un color gris y atraía a las nubes a su centro formando una figura alargada. Esta se estiraba y acercaba a la tierra, de su centro aparecieron unos grandes ojos que observaban todo con gran atención.

Buffy estaba llegando a su hogar cuando todo esto ocurría, pero ella no se percató de nada venía demasiado inmersa en sus pensamientos, mejor dicho, Spike le daba vueltas en la cabeza y trataba de comprender el por qué de aquello.

Los ojos la vieron acercarse y una sonrisa salió de la nada. Esperó que ella entrara a su hogar para soltar una tenebrosa y fuerte carcajada, de esas carcajadas que inundan todo el lugar. Luego, una fía voz salió de entre la nube, "No puedes escapar de mí preciosa", dijo la voz al mover los ojos en dirección al cementerio, "que divertido que nazcas y mueras en el mismo lugar... jajajajajaja....."

Ya adentro de la casa.....

Buffy fue a la cocina. "Quizás necesite algo de beber, debo estar deshidratada" pensaba ella, ya que la idea de tener a Spike en su mente era razón de asombro. No entendía como pudo afectarle tanto la idea de que él se preocupara por alguien más que él mismo, aunque más le dolía que ella ya no era la única.

"Ay Spike, ¡Sal de mi cabeza!", Gritó desesperada sin saber que Dawn la estaba observando extrañada.

Dawn: ¿Buffy estas bien?

Buffy: ¿ah?, Oh sí... no te preocupes, ve a dormir.

Dawn: ¿Qué sucede con Spike? - el rostro de Buffy giró rápidamente, asustada como si la hubieran pillado en algo indebido - Vamos, tú sabes que puedes confiar en mí.

Buffy: No es nada, es que ahora tiene una nueva amiga - Dawn veía algo de celos en su hermana, era raro verla demostrar preocupación por algo que tuviera que ver con él. Después de todo lo que le había hecho, ella aún sentía algo por aquel vampiro... pero sabía que su hermana nunca lo admitiría - y, no es que me importe, es solo que me preocupa la pobre chica... e... es todo - Buffy trataba de aparentar despreocupación por el asunto, pero sus miedos se dejaban ver fácilmente, era solo cuestión de verle el rostro para darse cuenta de lo que ocurría realmente -

Dawn: Está bien, me iré a acostar. Buenas noches

"Buenas noches Dawn" penso tristemente Buffy, quería decirle cuanto le molestaba ver a Spike con otra, pero el dolor de aquella vez no la dejaba aceptar sus verdaderos sentimientos. Era algo que no podía hacer simplemente.

Al otro día, en la cripta de Spike...

Guenever se despertaba de un largo y profundo sueño. No sabía bien en donde estaba, pero después recordó todo. Como aquel vampiro la había ayudado y aceptado en su hogar, si adonde él vivía se le podía llamar así. "Te mereces algo mejor, eres bueno en lo profundo de tu ser y eso lo sé bien" pensaba ella al verlo dormir en el sillón a los pies de la cama. "Te daré algo que te hará muy feliz", sonreía mientras planeaba que haría para devolverle el favor.

Se levantó y vistió velozmente, sacó su billetera y un sobre del interior de la mochila. Observó el contenido del sobre y sonrío, luego guardó todo en el bolsillo de su abrigo.

Volvió a observar a Spike, mostraba una cara de ángel mientras dormía. Si se lo veía así, pareciera que no matara ni una mosca como si fuera un pequeño niño durmiendo. Lo observó un buen rato hasta que se acercó lo suficiente para levantarlo del sofá. Entre sus brazos se lo llevo a la cama y lo depositó en ella. "Duerme bien" le dijo al cubrirlo con las sabanas mientras besaba su mejilla, "ya veras a la noche, no creerás lo que ven tus ojos".

Guenever camino guiada por sus instintos nuevamente, nunca le fallaban por lo que siempre encontraba lo que buscara con ellos. Llego casi enseguida a una gran casa a unas cuadras del cementerio, estaba deshabitada al parecer ya que no mostraba señales de vida en su interior. "Creo que echare un vistazo" penso decididamente ella. La casa se veía hermosa, muy bien cuidada, no debía haber sido abandonada hace mucho. Vio un cartel a un costado de ella, allí había un número, una dirección y un nombre de quienes vendían la casa. Sonrío con picardía, había encontrado lo que buscaba.

Se dirigió a aquella dirección, era una oficina en el centro nada fuera de lo común, todo muy normal.

Unos hombres atendían la oficina, ella pregunto por la casa que había visto recién. A los hombres les sorprendió su interés por aquella casa, no era común que la gente se interesara en ella tenía mala reputación.

Hombre 1: ¿Estas segura que quieres saber por la casa cerca del cementerio?

Guenever: Eh, sí. Quiero saber si está en venta y cuál sería el precio - los hombres se sorprendieron mucho más, se miraron preocupados -

Hombre 2: Bueno, esa casa sí está en venta pero... - se detuvo de repente, como si temiera hablar al respecto -... Nadie puede sobrevivir una noche en ella, dicen que esta encantada.

Hombre 1: Así es, las últimas personas que la habitaron, la devolvieron al día siguiente... - Guenever sonrío segura, "un montón de espíritus no hacen nada más que asustar", penso en ese momento -... y esos serían los casi-compradores número 50.

Guenever: Entonces, ¿está en venta?

Hombre 1: Señorita le digo que esa casa está embrujada, y claro que esta en venta.

Guenever: No me importa - ella ya se estaba aburriendo -, ¿cuánto cuesta la casa?

Hombre 2: Unos 2 millones de dólares - en el rostro de ella se veía su preocupación, tenía bastante dinero pero no tanto -

Hombre 1: Aunque podríamos llegar a un acuerdo, si usted quiere...

Guenever: Veamos... si ustedes desean, si yo me deshago de los fantasmas y sobrevivo una noche, la casa es mía gratis, si no, la casa es de ustedes y quedara vacía por siempre. ¿Qué dicen?

Hombre 1: ¿Gratis?...

Hombre 2: Si haces todo lo que dijiste, nos pagas 100 mil por ella. ¿Es un trato?

Guenever: Trato hecho - sonreía, sabía que la casa sería suya y esa suma de dinero ya no sería problema -

Guenever recibe las llaves de la casa y se va de la oficina contenta de tener el regalo perfecto para Spike.

En la casa abandonada...........

Guenever entra a la casa, todo estaba oscuro y sucio. Había un olor a humedad que penetraba las entrañas de la chica, esta se sentía a gusto en ese lugar, era como su hogar.

Abrió un poco las ventanas, así entraron unos juguetones rayos de sol por ellas. Habían muebles llenos de polvo, como si los habitantes del lugar hubieran tenido que marcharse rápidamente.

Guenever sintió la presencia de espíritus en el lugar. "Lárguense de aquí, a menos que quieran ser enviados al purgatorio de almas... allí sufrirían bastante", dijo en voz alta tratando de sacar unos talismanes chinos de su mochila.

Una fuerte ráfaga de aire recorrió el lugar, abriendo todas las puertas y ventanas. Esta se fue directo hacia Guenever, quien estaba parada en medio de la habitación. La ráfaga de aire hizo mover el cabello de ella al salir por la puerta principal de la casa, que se encontraba detrás de Guenever.

"Buenos espíritus, inteligentes" dijo al bajar la cabeza y guardar su talismán en la mochila. Pero algo la detuvo, la presencia de otro espíritu detrás de ella. Sin siquiera darse vuelta, Guenever saca nuevamente el talismán y trata de hablar con el espíritu.

Guenever: ¿Qué quieres?

Espíritu: Sólo a ti, Guenever Angelique... - ella se sorprendió al escuchar su nombre completo, nadie lo sabía excepto alguien de su pasado -

Guenever: No puedes ser tú, ¿cómo supiste que estaba aquí?

Espíritu: No fue fácil seguirte, pero aquí estoy - Guenever sacaba un talismán distinto al anterior, este era de papel con unos caracteres chinos en él - y cumpliré mi promesa

Guenever: Sabes que te puedo destruir, soy la cazadora y puedo hacer cualquier cosa.

Espíritu: No, mi querida Guenever Angelique, no puedes destruirme. Soy inmortal, ¿lo recuerdas? - ella se da vuelta rápidamente y coloca el talismán en la frente del espíritu -

Guenever: ¿Ves Arwind? Te puedo hacer desaparecer cuando yo quiera - Arwind aparece nuevamente, con su forma original, que es un ser hecho de humo -

Arwind: Sabes que esos talismanes no te sirven de mucho, no tengo una forma física por lo que no puedes atacarme.

Guenever: Nunca podrás deshacerte de mí.

Arwind: Claro que lo haré, cuando menos lo pienses, yo atacaré y te mataré cazadora. Ahora sé donde vives, mientras duermas, yo vendré - Mientras se escuchaban esa palabras, él se marchaba por una de las ventanas dejando a Guenever en medio de la habitación -

"Maldito", pensaba ella mientras recordaba todo el daño que le había hecho. Él había sido bueno en su época, pero un ser malvado lo había posesionado y transformado en su más grande enemigo. Le causaba tristeza recordarlo, él fue alguien muy importante en su vida y lo perdió por su destino.

Comenzó a sacar varios talismanes y a colocarlos en todas las puertas, así mantendría segura la casa de la presencia de algún espíritu maligno... y de él.

Observó su alrededor, todo era tan sucio y desordenado que le tomaría horas en ordenar. "Bueno, creo que empezaré a ordenar", se dijo al poner manos a la obra.

----------=====(~*~*~*~)=====-----------

Notas de la autora: Los personajes de Buffy no pertenecen ni estoy sacando dinero al usarlos... solo un poco de satisfacción para mi mente...;D

Espero que les guste este capitulo y lean el que sigue, es muy bonito...^^