Capitulo 2: Caos.

PaolaWood: Remus Lupin

Sashka: Severus Snape

-¿Estas seguro de que América es el mejor lugar para encontrar la planta?- dijo Remus recostado sobre la baranda del barco y luciendo un poco verdoso. Hacía ya dos días que estaban viajando y Remus, a pesar de conservar su natural compostura, había pasado la mayor parte del tiempo viendo como el poco contenido de su estómago desaparecía en las olas.

-La Isla de Pancajché es el único lugar en el mundo en donde no a obrado la mano Muggle. Si no encontráramos la planta en otro lugar tendríamos que ir allí. Si comenzamos por allí nos ahorraremos el viaje... y la compañía.

-Pero.. Dijiste que primero teníamos que agotar recursos que primero pasaríamos por Argentina y después... - pero no puedo terminar la frase por que fue interrumpido por el hombre que estaba a su lado quien le respondió con una voz cargada de exasperación.

-Lo primero es lo primero pero no necesariamente en ese orden... -y al darse cuenta de su propia contradicción continuó- además... ¿quien es él experto entre nosotros?- sin esperar una respuesta dio la media vuelta rápidamente listo para marcharse. Pero se detuvo en seco cuando su compañero pregunto nuevamente.

-Y... ¿No hay otra forma de llegar allí? ¿Por qué no nos aparecemos?- Preguntó Lupin antes de taparse la boca y gemir.

Toda la respuesta que recibió fue una pequeña sonrisa que, en el mejor de los casos, podría ser descripta como sarcástica.

Remus levantó la vista, y se concentró en el horizonte, se avecinaba una tormenta y eso no le causaba nada de gracia, ya le costaba bastante soportar el movimiento normal del barco, sin tener que agregar una tormenta al viaje.

Dos horas después ambos magos estaban en su camarote aferrándose como podían de las paredes que se sacudían una y otra vez. El barco parecía elevarse sobre las olas, como si volara sobre ellas. Por un momento pareció calmarse un poco pero nuevamente volvió a sacudirse con violencia como si algún gigante lo estuviera usando de juguete. La comparación no le gusto nada a Severus pero no hizo más que ensanchar su mueca de fastidio.

Estaba sentado en su cama apoyado contra la pared, que parecía ser lo único que se mantenía en su lugar, tratando de buscar una solución al problema, pero por más que pensaba no encontraba un hechizo lo suficientemente fuerte para detener o por lo menos amenguar un poco esa terrible tormenta o para hacer que el barco fuera más fuerte, después de todo ese era su primer viaje de esa manera. Lo había elegido por esa misma razón, siempre había querido hacer un largo y tranquilo viaje en barco por unas aguas tranquilas.

Remus se encontraba agarrado del marco de una de los ojos de buey del camarote sentado en una silla que no dejaba de temblar el hombre lobo estaba con la cabeza gacha, y aunque no se le podía observar el rostro Severus sabía que tendría una expresión enfermiza. Después de todo ya dos veces había abierto esa ventana para devolver lo poco que había comido antes de que empezara la tormenta.

-¿Es que esto no terminara jamás?- preguntó Lupin más para si mismo que para Severus y como este no encontró ninguna respuesta razonable... o por lo menos amigable que decirle se limito a mirarle por un segundo y volver a sus pensamientos.

De repente se escuchó un fuerte golpe en cubierta y seguido los gritos de los hombres de abordo, Remus miro interrogante a Severus, este lo miro a su vez pero en su rostro una mascara de indiferencia.

Remus se enderezó y sin mediar palabras sacó su varita con la cual encogió sus pertenencias para que entraran en su bolsillo, por el rabillo del ojo vio como Severus imitaba sus acciones.

-Vamos- Dijo este último y los dos se encaminaron hacia la cubierta.

La vista que los recibió allí terminó de hundir sus esperanzas, el mástil del barco estaba partido al medio y las velas cubrían parte de la popa y la tripulación corría de un lado al otro cumpliendo las ordenes del capitán.

-¿Era mucho pedir un barco a motor?- preguntó Remus con una media sonrisa.

-Veamos si podemos ser de alguna utilidad, allí está el Capitán- contestó su compañero y sin siquiera mirarlo se encaminó hacia el hombre que en medio del desorden comandaba a los marineros.

-¿Que sucedió?- Dijo Snape, sin demasiada cortesía.

-Me temo que nos encontramos con una Serpiente Marina- Contesto el Capitán.

-¿Una serpiente marina? Pero si son inofensivas, por que habría de atacarnos.- Preguntó Remus perplejo.

-No creo que haya querido atacarnos, la tormenta la dejo desorientada y se lanzó contra lo primero que vio... nosotros.- Contestó el Capitán.

-¿Hay algo que podamos hacer para ayudar?- Dijo Severus con su normal tono entre cortés y sarcástico.

-Sí- contesto el otro- salgan del camino- Y sin mas se alejo para seguir dando ordenes a sus hombres.

-Creo- comenzó el hombre lobo- que lo mejor seria que volvamos a nuestro camarote- y miro al hombre a su lado.

Severus no le contesto, estaba mirando el cielo, un momento después miro directamente a los ojos a su compañero y sin más tapujos hablo.

-Nos hundimos- dijo en un tono sombrío que Remus jamás le había oído utilizar- solo estamos en el ojo de la tormenta falta un largo trayecto por delante, no tenemos mástil, ni velas... nos hundimos- repitió en el mismo tono.

-¿Que podemos hacer entonces?- pregunto Remus utilizando un tono parecido pero que dejaba escapar mucha de su preocupación.

-Creo que lo mejor sería estar atentos a todo, mantener nuestras varitas en alto y tratar de mantenernos en el barco el mayor tiempo posible... antes de que empiece a hundirse debemos saltar para que no nos arrastre con él... a menos que se te ocurra otra cosa- dijo esto último como si realmente esperara la opinión del hombre lobo, una actitud por demás extraño en el hosco profesor de pociones.

Lupin sin embargo no tenía ninguna experiencia que pudiera ayudarles y no tenía tampoco ningún plan mejor que el expuesto así que solo asintió sombrío y se preparó lo mejor que pudo para pasar la noche. Eran las once de la noche y según lo que había dicho Severus sería una noche muy larga y peligrosa.

A la una de la madrugada la tormenta había vuelto a acechar el barco. Este la recibió mientras aún no estaba completamente reparado y pronto todo el trabajo de los hombres de abordo fue arrasado por la inclemencia de la tempestad.

A las tres de la madrugada el capitán dio la temible orden de abandonar el barco, ya antes lo habían vaciado de todo aquello que era innecesario y así el barco tenía una oportunidad más frente a la tormenta, pero aún así la orden fue dada media hora después.

La tormenta estaba en su auge y las aguas a las que debían lanzarse eran oscuras y turbulentas, el barco daba terribles saltos sobre las olas. Cada pasajero fue hechizado con un conjuro de protección para que flotara y para que no perdiera la conciencia.

Severus y Remus así como todos los demás realizaron sus propios hechizos de protección y además un hechizo que los mantendría unidos a toda costa de forma que si uno perdía la conciencia o se hundía el otro se encargaría de ayudarle. También estaba el miedo (innato en todo mago) de perder sus varitas y quedar desprotegidos, por ello decidieron que era mejor estar unidos.

A las tres y cuarto de la mañana y sin grandes esperanzas los tripulantes del barco comenzaron a saltar del agonizante barco.

Severus y Remus también lo hicieron.

Cayeron en el helado liquido que de inmediato los rodeo por completo pataleando y gracias al poderoso hechizo bajo el que estaban, lograron volver a la superficie que por supuesto no era mucho mejor, la oscuridad era total, salvo por cortos momentos en que un rayo cruzaba el cielo y dejaba vislumbrar por un instante el caos de agua a su alrededor.

Había agua por todos lados, la lluvia caía de manera torrencial con enormes gotas que les golpeaban el rostro, las olas los golpeaban una y otra vez a veces tan fuerte que los hacían dar vueltas sobre si mismos. A pesar de ello el hechizo que los mantenían unidos funcionó y lograron mantenerse tan cerca el uno del otro como les permitía el inclemente océano.

Un enorme rayo cruzó el cielo en el momento en que Lupin rozo la mano de Severus y por un instante pudieron verse a los ojos cada uno con una expresión de miedo y desconcierto pintadas como mascaras burlescas.

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Ana Rickman: Gracias por leer y comentar. No sos la ùnica a quien le gustarìa ver a Severus desnudo... oa Remus... o a los dos juntos... mmm... ¿Quien dijo eso?.

Kalisto: Con Sashka (mi hermanita del alma) teniamos ganas de hacer un Dumbledore bien loco, como es èl en realidad, bah. Espero que haya resultado creìble. Gracias por tucomentario, sigue leyendo.

Sakuratsukamori: Gracias por tu Review. La Luparia no se consigue en la herboristeria por que esta clase solo se utiliza en la preparar la pociòn matalobo y el mundo màgico no es muy abierto con respecto a la Licantropìa y por que... era una buena excusa para hacerlos perder en medio de una isla. La verdad es que leìdo excusas, digo explicaciones menos creìbles, asì que espero que con esta alcance ;).