Capítulo 4
Harry se hallaba acostado boca arriba, cuando sintió a tres lechuzas por lo que quedaba del arrugado gusano. Harry observó la diminuta lechuza que zumbaba, dando vueltas alrededor de la jaula de Hedwig.-"Cálmate Pig, vas a despertar a todos"-susurró Harry mientras agarraba a la lechuza para sacarle un paquetito que llevaba consigo. Desenvolvió el bulto con mucho cuidado y pudo ver el regalo enviando por Ron. Era una caja de madera con una "H" tallada en la parte superior. Dentro de éste estuche se encontraban unos anteojos de borde negro, con un brillo dorado en los espejos. Harry los observó detenidamente y se los probó; no sólo podía ver la puerta que estaba delante suyo sino también lo que había detrás de ella-"¡Genial!"- dijo Harry con gran entusiasmo; junto con éste regalo la señora Weasley le enviaba una tarta de fruta, cosa que le agradecía infinitamente ya que los Dursleys, debido a problemas económicos en la empresa de taladros, habían acortado la ración de víveres, pero como siempre sólo disminuyeron la porción de alimento de él.
Pig revoloteó sin cesar mostrándole a Harry la carta de Ron, que parecía haber sido escrita varias veces:
Harry:
¿Cómo estás? Espero te gusten los anteojos, Fred y George los eligieron especialmente (ya los conoces, están esperando que los usemos para espiar a las chicas....o algo así). Hace mucho tiempo que querían idear algo especialmente para vos, por tu ayuda hacia ellos; La idea de los anteojos fue mía (algo raro, ¿no?)y le preguntamos a Hermiony sobre algún encantamiento cristalizador. Al principio no quiso ayudarnos, ya sabes, decía que nos las pasaríamos jugando con ellos y no nos concentraríamos en el estudio. Espero estés bien,¿ya te llegaron las notas? Yo tengo que recuperar algunas materias. Hermiony va a venir a La Madriguera a ayudarme, y si te fue mal quizá quieras venir, si te fue bien, quizá también quieras venir.
Espero tu respuesta,
Ron.
¿Ya le llegaron las notas?¿Por qué a él todavía no? ¿Habrían estado tan mal sus calificaciones que lo obviaron? Harry sintió como sus entrañas sus comprimían con fuerza. Seguramente su carta no había llegado todavía, ya que Ron no le escribía nada acerca de Lupin. Se acercó a la lechuza de Hermiony, desenvolvió el paquete y vio un libro de tapas oscuras cuyo título decía Hechizos y Reglas Básicas para ser Auror del profesor Olven Melicard. Hermiony le escribía con una letra clara y prolija:
Harry:
¿Cómo estás? Pensé que éste libro te ayudaría a pasar algunos exámenes. Yo aprobé todas las materias, aunque me preocupé al principio ya que no había puesto los nombres de todas las plantas que servían para curar los efectos secundarios del hechizo burbulium. Recuerda que si tienes alguna materia que recuperar debes prepararte adecuadamente. Yo estaré en la Madriguera ayudando a Ron, te esperamos.
Cariños,
Hermiony.
¿A ella también le habían llegado las calificaciones?¿Por qué a mí no? Para cuando observó la última carta, supo que su pregunta sería respondida, ya que ésta provenía de Hogwarts:
Estimado señor Potter:
Hemos recibido sus calificaciones y debemos notificarle de su bajo rendimiento en Adivinación. Así mismo, su alto desempeño en Defensas contra las Artes Oscuras evidencian un gran potencial. Por esto, deberá preparase éstas semanas antes de comenzar el año lectivo para mejorar su rendimiento.
Su responsabilidad será estudiar:
-Hechizos básicos del libro Encantamientos Idóneos Nº 5 de Elhana Mc Carthy
-Capítulo 3 del libro Transformación y Eficacia de Frederick W. Stone
-Capítulos del 2 al 6 del libro Adivinación y Certeza en las Profundidades del Cristal por Abigail Stuart.
El examen recuperatorio se llevará a cabo tres semanas después del comienzo del ciclo lectivo. Si desea saber con exactitud sus notas y TIMOS logrados, dirigirse al profesor titular de su casa respectiva.
Saluda atentamente,
Minerva McGonagall, Secretaria del Director.
Bueno, dentro de todo no me fue tan mal, pensó Harry. Pero si fallé en adivinación, por qué estudiar hechizos y transformación. Tal vez deba reforzar ésos hechizos, o tal vez necesitan que nos preparemos para algo más. Mientras se encontraba sumido en éstos pensamientos, observó que con la carta de Hogwarts había llegado un paquete-"Es de Hagrid!"-exclamó Harry al notar que su amigo no lo había olvidado, pero...¿usar la misma lechuza? Bueno quizás sea para ahorrar tiempo. Abrió el paquete y vio en él una bola de cristal brillante junto a una nota que decía:
Harry:
¿Cómo estás? Espero que bien. Como sé que no te fue muy bien en Adivinación te mando esto, y espero te ayude.
Nos veremos pronto,
Hagrid.
Una vez abiertos todos sus regalos, y leídas todas sus cartas, Harry pensó que después de todo no estaba tan solo. Se levantó de la silla, cruzó el dormitorio, abrió el ropero y se miró en el espejo que había en el lado izquierdo de la puerta. Un delgado muchacho de quince años le devolvió la mirada, con una expresión ansiosa en los brillantes ojos verdes, que relucían bajo el enmarañado pelo negro. Miró de cerca su cicatriz haciendo memoria de cuántas veces le había dolido, y se dio cuenta que salvo cuando soñaba con su padrino muerto, no lo había molestado mucho ése verano. Voldemort estaría esperando el momento propicio para atacar. El estruendoso grito de tía Petunia lo hizo despertar de éstos pensamientos. Antes de bajar a desayunar, le escribiría su respuesta a Ron ¡Claro que iría a la Madriguera! ¡Cómo se lo perdería!. Luego de haber hecho esto, ató su mensaje en Pig y bajó a desayunar.
Harry se hallaba acostado boca arriba, cuando sintió a tres lechuzas por lo que quedaba del arrugado gusano. Harry observó la diminuta lechuza que zumbaba, dando vueltas alrededor de la jaula de Hedwig.-"Cálmate Pig, vas a despertar a todos"-susurró Harry mientras agarraba a la lechuza para sacarle un paquetito que llevaba consigo. Desenvolvió el bulto con mucho cuidado y pudo ver el regalo enviando por Ron. Era una caja de madera con una "H" tallada en la parte superior. Dentro de éste estuche se encontraban unos anteojos de borde negro, con un brillo dorado en los espejos. Harry los observó detenidamente y se los probó; no sólo podía ver la puerta que estaba delante suyo sino también lo que había detrás de ella-"¡Genial!"- dijo Harry con gran entusiasmo; junto con éste regalo la señora Weasley le enviaba una tarta de fruta, cosa que le agradecía infinitamente ya que los Dursleys, debido a problemas económicos en la empresa de taladros, habían acortado la ración de víveres, pero como siempre sólo disminuyeron la porción de alimento de él.
Pig revoloteó sin cesar mostrándole a Harry la carta de Ron, que parecía haber sido escrita varias veces:
Harry:
¿Cómo estás? Espero te gusten los anteojos, Fred y George los eligieron especialmente (ya los conoces, están esperando que los usemos para espiar a las chicas....o algo así). Hace mucho tiempo que querían idear algo especialmente para vos, por tu ayuda hacia ellos; La idea de los anteojos fue mía (algo raro, ¿no?)y le preguntamos a Hermiony sobre algún encantamiento cristalizador. Al principio no quiso ayudarnos, ya sabes, decía que nos las pasaríamos jugando con ellos y no nos concentraríamos en el estudio. Espero estés bien,¿ya te llegaron las notas? Yo tengo que recuperar algunas materias. Hermiony va a venir a La Madriguera a ayudarme, y si te fue mal quizá quieras venir, si te fue bien, quizá también quieras venir.
Espero tu respuesta,
Ron.
¿Ya le llegaron las notas?¿Por qué a él todavía no? ¿Habrían estado tan mal sus calificaciones que lo obviaron? Harry sintió como sus entrañas sus comprimían con fuerza. Seguramente su carta no había llegado todavía, ya que Ron no le escribía nada acerca de Lupin. Se acercó a la lechuza de Hermiony, desenvolvió el paquete y vio un libro de tapas oscuras cuyo título decía Hechizos y Reglas Básicas para ser Auror del profesor Olven Melicard. Hermiony le escribía con una letra clara y prolija:
Harry:
¿Cómo estás? Pensé que éste libro te ayudaría a pasar algunos exámenes. Yo aprobé todas las materias, aunque me preocupé al principio ya que no había puesto los nombres de todas las plantas que servían para curar los efectos secundarios del hechizo burbulium. Recuerda que si tienes alguna materia que recuperar debes prepararte adecuadamente. Yo estaré en la Madriguera ayudando a Ron, te esperamos.
Cariños,
Hermiony.
¿A ella también le habían llegado las calificaciones?¿Por qué a mí no? Para cuando observó la última carta, supo que su pregunta sería respondida, ya que ésta provenía de Hogwarts:
Estimado señor Potter:
Hemos recibido sus calificaciones y debemos notificarle de su bajo rendimiento en Adivinación. Así mismo, su alto desempeño en Defensas contra las Artes Oscuras evidencian un gran potencial. Por esto, deberá preparase éstas semanas antes de comenzar el año lectivo para mejorar su rendimiento.
Su responsabilidad será estudiar:
-Hechizos básicos del libro Encantamientos Idóneos Nº 5 de Elhana Mc Carthy
-Capítulo 3 del libro Transformación y Eficacia de Frederick W. Stone
-Capítulos del 2 al 6 del libro Adivinación y Certeza en las Profundidades del Cristal por Abigail Stuart.
El examen recuperatorio se llevará a cabo tres semanas después del comienzo del ciclo lectivo. Si desea saber con exactitud sus notas y TIMOS logrados, dirigirse al profesor titular de su casa respectiva.
Saluda atentamente,
Minerva McGonagall, Secretaria del Director.
Bueno, dentro de todo no me fue tan mal, pensó Harry. Pero si fallé en adivinación, por qué estudiar hechizos y transformación. Tal vez deba reforzar ésos hechizos, o tal vez necesitan que nos preparemos para algo más. Mientras se encontraba sumido en éstos pensamientos, observó que con la carta de Hogwarts había llegado un paquete-"Es de Hagrid!"-exclamó Harry al notar que su amigo no lo había olvidado, pero...¿usar la misma lechuza? Bueno quizás sea para ahorrar tiempo. Abrió el paquete y vio en él una bola de cristal brillante junto a una nota que decía:
Harry:
¿Cómo estás? Espero que bien. Como sé que no te fue muy bien en Adivinación te mando esto, y espero te ayude.
Nos veremos pronto,
Hagrid.
Una vez abiertos todos sus regalos, y leídas todas sus cartas, Harry pensó que después de todo no estaba tan solo. Se levantó de la silla, cruzó el dormitorio, abrió el ropero y se miró en el espejo que había en el lado izquierdo de la puerta. Un delgado muchacho de quince años le devolvió la mirada, con una expresión ansiosa en los brillantes ojos verdes, que relucían bajo el enmarañado pelo negro. Miró de cerca su cicatriz haciendo memoria de cuántas veces le había dolido, y se dio cuenta que salvo cuando soñaba con su padrino muerto, no lo había molestado mucho ése verano. Voldemort estaría esperando el momento propicio para atacar. El estruendoso grito de tía Petunia lo hizo despertar de éstos pensamientos. Antes de bajar a desayunar, le escribiría su respuesta a Ron ¡Claro que iría a la Madriguera! ¡Cómo se lo perdería!. Luego de haber hecho esto, ató su mensaje en Pig y bajó a desayunar.
