Cap3

Dos días más tarde, Amy volvía de dar una vuelta, se sentía mucho mejor, se había cansado de estar todo el día ahí dentro encerrada, estornudando y tosiendo, pensó que si le dolía la cabeza le iba a doler lo mismo dentro que fuera, aunque desde luego el pasearse un poco por la ciudad le dio un respiro en todo aquel lío que tenía organizado en el coco por culpa de los últimos acontecimientos, así podía apreciar lo hermoso que estaba todo, con los preparativos para fin de año, las uvas ya se habían acabado, una lástima, se dice que quien no se toma las uvas con las campanadas la mala suerte le perseguirá, aunque para Amy no había nada peor que lo que ya le había pasado, sentir lo que sentía por su propio hermano.
-¡Teirusu, Sonikku! Ya estoy aquí.- Gritó animada Amy al abrir la puerta.
Tails tenía algo en la boca que Amy no logró identificar, pero adivinaba por los gestos que la estaba saludando, y como en la noche anterior, Sonic no estaba, igualmente miró al lugar donde se suponía debía estar, como si viese a su fantasma, ella seguía sonriendo dulcemente al pensar en él cuando Tails llamó su atención.
-Te digo que si ya estás mejor...- Insistió Tails.
-¿Eh? Sí, mucho mejor, parece que ya estoy curada.- Respondió volviendo a la realidad. -¿Y Sonikku?
Tails ni siquiera señaló, le bastó con mirar por la ventana, Amy siguió la dirección de la mirada, se arrimó a la ventana de nevados bordes y miró a través de ella, podía ver a Sonic bajo aquel enorme árbol que había cerca, se le quedó mirando un momento, apoyó sus brazos en la ventana, sonriendo, como había hecho tantas otras veces, y aunque no se había quitado el abrigo aún, sintió un escalofrío, la necesidad de ir hasta él, salió de nuevo, cerrándose más el abrigo, andando hasta donde Sonic estaba apoyado, su espalda contactando con el tronco del árbol, donde la nieve no había caído, llevaba una bolsa en la mano, tenía sus ojos cerrados, como pensando, sólo los abrió cuando Amy delante de él le llamó la atención, preguntándole qué hacía ahí, con el frío, a oscuras, Sonic le enseñó la bolsa, había ido a buscar uvas, llevaba puesto su abrigo y la bufanda que Amy le había regalado, se veía el gorro medio saliendo de un bolsillo. Sólo un momento en silencio, luego Amy se acercó a Sonic, o eso intentó, se resbaló y Sonic tuvo que cogerla en el último momento para que no cayese, la puso derecha y él mismo volvió a apoyar su espalda en el árbol, con sus manos aún en la cintura de Amy, y ésta miró hacia arriba, encontrándose sus miradas, a punto estuvo la muchacha de lanzársele al cuello, pero antes que eso, Sonic miró hacia arriba, hacia las ramas del árbol y comenzó a reír de forma histérica, Amy cambió su mirada, le preguntó qué le hacía tanta gracia.
-Tú no te acordarás, eras más pequeña...- Comenzó a recordar Sonic. -En casa teníamos un árbol como éste, recuerdo que Nico y Elliot se subían al árbol cada día, yo por supuesto aunque era el más pequeño les seguía...- Sonic soltó a Amy y comenzó a trepar. -tenía 6 años cuando conseguí subir sin ayuda, pero tú siempre fuiste poca cosa...- Al llegar a la primera rama le tendió una mano a Amy. -no queríamos que subieses, era "cosa de chicos" ya sabes, pero tú insistías todo el rato.- Amy tomó la mano de Sonic y subió con él. -Pensábamos que si te ignorábamos te cansarías y te irías, pero después de 20 min oyéndote llorar sin parar me mandaron subirte.- Sonic la ayudó a subir a un nivel superior y se sentó apoyado en el árbol. -Lo peor fue que una vez arriba, después de tanto insistir, te dio el miedo y querías bajar, al final te caíste del árbol, intenté cogerte, pero caímos los dos, la bronca que nos dio papá fue tan fuerte que aún la recuerdo como si fuese ayer...- Sonic se agarró el brazo, como recordando el dolor que sintió al caer del árbol con Amy.
Amy seguía de pie ante él, mirándole fijamente, atendiendo su relato, intentando recordar, todo lo que le había contado entrando por sus oídos, recorriendo veloces su cabeza, nada, no lograba descifrar nada de aquello, tenía tantas lagunas de su niñez, seguramente causadas por aquel incidente de cuando tenía 5 años, aunque en ese momento, en ese justo instante, con Sonic, se sintió en casa, se acercó más a él y se sentó entre las piernas de él, con su cabeza apoyada en el hombro de Sonic.
-¿Qué haces?- Preguntó Sonic separando los brazos, echando hacia atrás un poco su cuerpo.
-Mm... tú en el fondo siempre me has protegido...- Amy entrecerró los ojos, pasó un dedo por la bufanda. -Oh, vaya... aquí se me salieron un par de puntos cuando la hice...- Su voz sonó cada vez más débil.
-¿Emi?- Sonic intentó mirarla a la cara, pero ella la había agachado. -¿Estás llorando?
Amy había empezado a gimotear, Sonic le dijo que no importaba, que le gustaba la bufanda de todas formas, que no tenía que ponerse así, hasta que Amy le cortó medio llorando, medio gritando.
-¡No es eso! No lo entiendes...
Sonic calló en seco, la rodeó con los brazos tímidamente y la dejó descansar en él, abrazándola como nunca lo había hecho, agachó su cabeza apoyándola en la de ella.
-Emi...- Comenzó a susurrar. -Te quiero, eres mi hermanita...
Su voz sonó tan dulce que Amy se olvidó de la última palabra, ambos cerraron los ojos, como queriendo desaparecer, Sonic encogió un poco las piernas, intentando cortar la brisa helada con su cuerpo, pensó que el frío era lo último que necesitaba Amy en ese momento, y así dio una cabezada. Por unos minutos Sonic liberó su mente, todas las voces que había intentado acallar durante esos años por fin se liberaban, sus miedos, sus recuerdos, el día que Amy nació, un vago recuerdo, Amy en la cuna y él demasiado pequeño para asomarse a mirar, la misma curiosidad que sus hermanos, que siendo mayores podían asomarse, él intentaba saltar, quería ver también, a punto estuvo de echarse a llorar, pero su padre lo cogió en brazos, le aupó y le acercó hasta su hermanita, Sonic estiró su brazo hasta ella, estaba dormida, le tocó la mano, más pequeña que la suya, y ésta agarró el dedo de Sonic con fuerza.
-Bueno, Cristian, ahora ya no eres el pequeño, así que tendrás que cuidar de ella...- Sonó la voz de Mike Rose en la mente de Sonic.
Sonic se medio despertó al notar algo pequeño golpeándole en el costado, abrió los ojos levemente, por la cabeza se le pasó que pudiese ser un fruto seco, en ese momento no iba muy claro, miró a Amy, dormida en sus brazos, puso su mano sobre la de ella y sonrió, se acurrucó y volvió a cerrar los ojos, pero al poco notó otro "algo" que le había golpeado, ahora más arriba, miró a un lado y a otro, empezó a despejarse, no era temporada de frutos secos, y menos en ese árbol, igualmente estiró la espalda perezosamente, haciéndola crujir, y una vez más intentó dar otra cabezada, tras unos segundos, algo mucho mayor le golpeó en la cabeza, cayeron del árbol, Sonic con su velocidad logró dar una voltereta y aterrizar de pie con Amy en brazos, que se despertó algo asustada pero, al verse en brazos de su héroe, le rodeó con sus propios brazos y volvió a cerrar los ojos, aquel era su sueño, así que sonrió, pero Sonic no sonreía, miraba a su alrededor, en el suelo podía ver lo que le había golpeado, ¿un coco? Una fruta chao, seguramente del jardín de Mystic Ruins, ante él el frío de un ser mecánico le heló la sangre, vio aquellos ojos rojos inertes, quiso ponerse en guardia, intentando despertar a Amy, que perezosamente abrió los ojos, rozando su mejilla con la de Sonic.
-¡Despierta de una vez!- Gritó Sonic ruborizado.
Metal Sonic se quedó en su pose, con sus brazos cruzados, le habría gustado soltar en ese momento una carcajada, pero su programación no se lo permitía. Amy por fin reaccionó y miró a Metal, sonrió y le saludó animadamente, Sonic la miró de reojo, no le hacía gracia que confraternizase con el enemigo, y aunque se puso entre ellos, preparado para batallar, el robot le ignoró por completo, sus ojos rojos quedaron fijos en la muchacha.
-¿Te encuentras mejor?- Sonó su voz metálica de nuevo.
Sonic intentó llamar su atención, pero ahora Amy también le ignoraba, estaba alegre, diciendo que sí y dándole las gracias por preocuparse, Sonic les sacó la lengua de forma infantil, pero Metal Sonic le hizo parar, le puso el puño en la cabeza, apoyando un mini cañón que tenía instalado ahí.
-No me tientes, erizo.
Amy le cogió el brazo y se lo bajó, ante esto, se la quedó mirando, se dio la vuelta, dispuesto a irse.
-¿Y has venido sólo para eso?- Le gritó Sonic. -¿Ni batalla ni nada? Te estás volviendo un aburrido...
Metal Sonic se detuvo, sin darse la vuelta, simplemente se quedó quieto.
-Hay "algo" que puede que os interese...- Se hizo el interesante el robot azul. -¿o no os importa lo que pasó con Elliot Rose?
Esto hizo reaccionar a ambos erizos, Amy cogió la mano de Sonic, apretándola fuerte, pero Sonic se liberó de una forma un poco ruda, corrió con su velocidad para ponerse ante Metal, exigiéndole que le dijese todo lo que sabía.
-Basta que sepas que el Dr. Nagai ha terminado con Speed Fighter...- De nuevo, Metal Sonic puso su láser apuntando a la frente de su gemelo. -No pienses lo que no es, porque estarás tomando un camino equivocado, paso de ti.
-¿Y por qué me lo dices? ¿a ti qué te importa?- Dijo de forma descarada Sonic, notando a Amy ponerse al lado de ambos.
-...- Metal Sonic miró hacia Amy, bajó su arma, luego volvió a mirar a Sonic. -Ella me importa.
-Vaya... que directo...- Amy se ruborizó, sonriendo tímidamente.
Metal Sonic se giró hacia ella, quedó inmóvil un momento, ella alzó su cabeza hacia él, mirándole extrañada, dejando aquellos dedos metálicos acariciarle la mejilla, no tenía frío, no era un toque helado, súbitamente la abrazó, estrechó fuerte el cuerpo rosado de la muchacha contra el suyo, como la última vez, pero Amy ahora se había quedado de piedra, con sus brazos colgando, ruborizada, quizás por la falta de costumbre de que fuesen los otros quienes le mostrasen su cariño, normalmente era ella la que se abalanzaba sobre su presa, rodeando los cuellos de sus seres queridos, apretándoles contra ella para no dejarles escapar, pero ahora era al revés, y aunque sabía que Metal Sonic no tenía corazón, que su cuerpo metálico era perfectamente silencioso, le había parecido notar sus latidos. El erizo mecánico se separó, mirando ahora a Sonic, con una boca de metro y medio, le dijo lo patético que parecía y añadió algo que Amy no entendió, algo en su "idioma", sonidos de ordenador, eso que sólo Sonic podía entender.
-¿Eso a qué viene?- Preguntó Sonic ya restaurado.
Pero no hubo respuesta, como un ronin al final de una película vieja de samurais, Metal Sonic se fue alejando de ellos, aunque su banda sonora, lejos de la clásica música oriental, parecía compuesta por guitarras eléctricas, percusión lenta, rock suave, aún se podía oír su tema en la lejanía.
-¡¡¡Apaga eso que se va a despertar todo el mundo!!!- Le gritó Sonic de forma graciosa.
Verdaderamente se oía aquella melodía, Amy rió, agarrándose del brazo de Sonic, quedándose los dos un momento así como estaban, Sonic puso su mano en la frente de Amy.
-¿Te está subiendo la fiebre?
-¿Uh?- Amy dudó un momento, luego rió por lo bajo. -Metal estaba calentito, con algunas modificaciones por parte de Tails podríamos usarlo de radiador...
-Mañana...- Comenzó a decir Sonic, intentando ignorar aquella chorrada. -Vamos a ver a alguien que podrá ayudarnos...
Amy no quiso replicar, ni aunque fuesen las 2 de la madrugada y mañana fuese ahora, tampoco quiso pedirle explicaciones en ese momento sobre lo que había dicho Metal Sonic, por lo que había pillado, su hermano Elliot podía ser ese tal Speed, al fin y al cabo, si Cristian se había cambiado el nombre, Elliot también lo habría hecho, aunque a Sonic no parecía vérsele muy contento con aquellas noticias, pero esperaría pacientemente a que su querido erizo azul le terminase de explicar la historia para entender por fin de qué iba todo aquello del laboratorio, por qué había dicho que Cristian Rose murió al entrar ahí, y cómo era que él era libre y Elliot no... demasiadas preguntas esperando respuesta... fijó sus ojos esmeralda en los de Sonic, esperando que murmurase en su idioma aquello que había dicho Metal, quizás una pista para todas aquellas cuestiones, Sonic la miró un momento y dijo:
-Piiririripiriripiiri- Imitó el sonido que Metal había hecho.
Amy se quedó muda, luego se echó a reír de nuevo, Sonic sonrió, mirando de nuevo hacia donde Metal se había ido, mantuvo un momento en su mente sus palabras "más vale que cuides de ella", la vigiló de reojo, seguía sonriendo, llevaba largo rato así, y quería que siguiese por siempre con aquella sonrisa en los labios.

Continuará