Cap 5

Amy se despertó temprano, realmente no podía dormir con todo lo que había pasado aquellos días, no quería pensar, se dio la vuelta en la cama, cerró sus ojos, los volvió a abrir, todo tenía que haber sido una pesadilla, debía serlo, y así se convenció, se levantó de la cama risueña, se arregló tan atractiva como siempre, ese día era brillante, no hacía tanto frío, era el momento de estrenar el conjunto nuevo, en dos días sería fin de año y aún tenía otro conjunto por estrenar, poco tiempo y mucha ropa que ponerse, así lo pensaba ella, de nuevo metida en sí misma, se miraba al espejo, ella se veía bien, aún no tenía mucho pecho, pero al menos se le marcaba, quizás le vendría bien ganar un par de kilos, pensó dejarlo en manos de las comilonas de esas fechas, reía al pensar en toda esa gente que se pasaba todo el año haciendo régimen para volver a ganar todos los kilos en las fechas señaladas, también recordó el empacho que pilló Tails a principios de mes cuando le dio por comerse él solito la caja entera de polvorones, o Sonic intentando decir un trabalenguas con un polvorón en la boca. Amy dejó de reír, se sentó frente al espejo, colocando su pelo, se había puesto la diadema, la miró un momento y se la sacó, giró un poco la cara a un lado y luego a otro, se quedó pensando, ¿desde cuándo llevaba esa diadema? No lograba recordarlo, quizás Sonic lo supiese, no, Sonic no lo sabría, pero Cristian sí... cogió su bolsito y sacó un camafeo que nunca se había atrevido a llevar, le daba demasiada vergüenza llevarlo puesto, dentro tenía la foto de Sonic, guardó su diadema, debía hacerse a la idea, sólo por pensar que aquello debería ser una pesadilla no iba a poder cambiar nada, debía aceptarlo a pesar de sus sentimientos, asimilarlo, tenía que dejar de darle vergüenza llevar la foto de su hermano con ella, dio un resoplido y se puso el camafeo, brillando la cadena alrededor de su cuello, metiendo la parte de colgante bajo la blusa, se desbotonó el primer botón, y se puso en pie de nuevo, dio una vuelta frente al espejo, blusa de mangas largas y pantalones anchos en su parte inferior, sí, estaba atractiva.

Sonic se acababa de levantar, desarreglado, somnoliento, dudaba en si debía volverse a la cama, no le importaba madrugar, pero últimamente se sentía muy cansado, y él mismo no quería admitir el por qué, sacudió la cabeza, se tenía que arreglar, hacer un poco de ejercicio y luego llevar a Amy a ver a aquella persona especial de la que había hablado, pero antes de salir a hacer ejercicio vio en el sofá a Knuckles, se extrañó de verle ahí, no recordaba haberle visto anoche, aunque tampoco se había fijado, anduvo despacio para no despertarle.

-No hace falta que andes con tanto sigilo...- El equidna levantó ligeramente su sombrero, mirándole con sus ojos violetas.

-Creía que estabas dormido...- Dijo Sonic poniéndose derecho.

-Nah, no duermo.- Knuckles se sentó en el sofá.

-¿Qué haces pues?- Sonic se sentó a su lado, obviamente su pregunta estaba destinada a saber qué hacía allí.

-Anoche quería hablar contigo, pero como no estabas... estuve hablando con Tails y me ha contado muchas cosas, empecé a atar cabos y de todo lo que quería decirte... no sé cómo empezar...- Miró a Sonic, que pacientemente esperaba una respuesta real, esto hizo que Knuckles desviase su mirada de él y murmurase. -Rouge y yo hemos roto...

-¿Qué?- Sonic se impresionó. -Pero si la última vez dijiste que las cosas no podían ir mejor...

-Lo sé... pero no puedo seguir así... no quiero, realmente no quiero cargar con todo esto... ¡tu mirada no para de martillearme la cabeza!- Soltó de golpe.

-¿A qué te refieres? Yo no he hecho nada, no me cargues a mí con esto.- Sonic se cruzó de brazos.

-Ya sabes a qué me refiero, tú de verdad querías a Amy.- Knuckles se giró hacia él, apretó fuerte su índice en el centro del pecho de Sonic, cruzando sus miradas.

-La quiero, sí, es mi hermana...- Sonic le dio un manotazo y le quitó la mano de encima. -Nada ha cambiado, estoy harto de que todo el mundo me avasalle a preguntas estúpidas, como si hubiese cometido un crimen, a nadie le importa mi pasado, ¡a nadie! Siempre he sido Sonic, que a Rouge le haya dado por sacar trapos sucios no significa que realmente nos hayamos ensuciado,- Sonic se puso en pie, medio gritando, haciendo gestos exagerados con los brazos y moviendo la cabeza de un lado a otro- no soy aquel Cristian, ¿me oyes? Fin del tema, se acabó, ¡estoy harto!- Cerró fuerte sus puños. -Mírame bien, ¿vale? Sólo nuestro grupo sabe lo de esos archivos, quiero que lo olvidéis, no existen, no han existido nunca, la familia de Amy murió, mi familia también, y esa va a ser la única relación entre nosotros, dos huérfanos que se conocieron en el orfanato de Never Lake. ¿Lo has entendido ya, cabeza de chorlito?- Sonic se puso a respirar muy rápido y fuerte, toda su fuerza parecía haberse ido en aquellas palabras, se le notaba que necesitaba desahogarse.

-¿Te piensas que eres Dios para cambiar las cosas o qué?- Knuckles se puso de pie, le dio un empujón a Sonic. -¡A mí no me chilles!- Con sus manos agarró los brazos de Sonic contra la pared, inmovilizándolo para que no huyese de las palabras que tenía que decirle. -¿Sabes qué pienso? Que desde el principio nos has engañado a todos, tu fama ha crecido tanto que te daba vergüenza admitir quién eres, claro, para ti la fama es lo primero, ¿cómo ibas a reconocer que eres un experimento? Por eso Shadow te atraía tanto, te sentías identificado con él, ¿verdad? Y lo peor, ¿qué pensarían tus fans cuando supiesen que tu "novia" era tu propia hermana?

-¡Cállate!- Sonic se revolvió bajo el agarre de Knuckles.

-Ahí quería llegar... admítelo, no le dijiste nada porque cuando supiste quién era ya era tarde, ya te habías enamorado de ella, esperabas a que se hiciese mayor, a eso se le llama incesto ¿me equivoco?

-¡Te equivocas! No es eso, no le dije nada porque la vi tan entusiasmada conmigo que pensé que le haría daño si se lo decía...- Sonic bajó su tono de voz.

-¿No hubiese sido mejor decírselo en aquel momento y cortar por lo sano? Has dejado que las cosas vayan demasiado lejos.- Knuckles aflojó su agarre, de nuevo Sonic tenía aquella mirada. -Esa chica está muy enamorada de ti, ha llegado a un punto en el que no tiene otra cosa en la cabeza.

-Yo... yo...- Sonic cerró los ojos, se sintió tan débil, tan indefenso, bajó su cabeza hasta la altura del hombro de Knuckles, donde éste le soltó, dejándole abrazarse a él.- No pretendo hacer incesto ni nada por el estilo...- Sollozaba Sonic. -Sólo quería que pasase el tiempo... que se olvidase de mí... que olvidase a Cristian...

-Shh...- Knuckles le hizo callar. -Tenía que decírtelo... no es que quiera hacerte daño, como hizo Rouge, pero tengo un mal presentimiento, va a pasar algo, algo malo, y si no conservas la cabeza fría podríamos perderte para siempre.- Knuckles acarició con una mano la cabeza de Sonic. -Ahora deja de hacer el tonto, sécate las lágrimas y empieza a asimilar la situación de una vez, si Amy es tu hermana de verdad, quiérela y cuídala como tal, al fin y al cabo, tenéis la misma sangre y eso la hace parte de ti.

Sonic se separó, sin mirarle aún, se secó las lágrimas con el brazo e intentó sonreír a su amigo, salió a hacer ejercicio. Knuckles se quedó mirando un momento, luego se volvió a sentar en el sofá, Amy estaba apoyada en la pared de la escalera, se giró y se acercó a Knuckles.

-¡Ey, Nakurusu! ¿qué haces aquí? ¿dónde está mi hermanito?- Dijo risueña.

Knuckles dudó un momento, no sabía si les había escuchado.

-Haciendo ejercicio matutino.- Dijo seriamente.

-Ah, claro, siempre lo hace.- Se sentó al lado del equidna. -¿Sabes qué?- Le miró sonriendo.

-Di.

-Has crecido...- Amy rió ante la expresión confusa del equidna. -En estos días has madurado.

No se dijeron nada más, eso bastó para hacer comprender a Knuckles que algo de la conversación sí había oído y que aquellas palabras que habían salido de la boca del equidna habían impresionado a la chica rosa.

El haz azul de luz cruzó la vegetación velozmente, subido a una pequeña colina se detuvo al fin Sonic, cerró sus ojos notando la brisa acariciándole, secando sus lágrimas, qué estúpido se sentía por todo aquello, deseaba borrarlo todo, que Knuckles no le hubiese visto llorar, se imaginó que Knuckles habría pensado de él lo que no era, pero ¿qué era aquello? Ni él mismo sabía por qué había llorado, las palabras de Knuckles se habían clavado una a una como alfileres en él, "influencias de Rouge" pensó para sus adentros, aunque le hacía pensar en todo ello, quizás sí que hubiese sido mejor decírselo desde el principio, cuando aún era una niña, quizás lo hubiese asimilado mejor, ahora con el ataque de hormonas que tenían ambos, quién sabe lo que le pasaría por la cabeza, al fin y al cabo era una adolescente apasionada, lo que se llama "una bomba de relojería", recordó la noche de navidad y cómo estuvieron a punto de besarse, pasó su mano por su propia mejilla, donde ella le había besado.

-¡¿Pero qué...?!

Sonic se abofeteó a sí mismo, sabía que pensar en ello sólo le podía traer problemas, volvió a aparecer en su mente la imagen de Amy, de sus labios justo delante de los suyos, y volvió a abofetearse, tan fuerte que de verdad le dolió.

-¡Ahhh! ¡Knuckles, esto es culpa tuya!

Miró a un lado, veía su reflejo en el riachuelo, se miró bien y empezó a reír de forma histérica "qué tonto soy" pensó para sus adentros, se acercó al agua y se lavó la cara, vio su imagen distorsionada en el agua, cogió sus púas traseras y las elevó un poco, luego rió, recordaba a Shadow, le echaba de menos, ¿por qué no quería pasar esas fechas con ellos? Quizás le doliese demasiado sus recuerdos en ARK, quizás fuese demasiado pronto aún, pero lo lograría, estarían todos juntos, eso le hizo pensar el enfado de Knuckles con respecto al erizo negro y sonrió por los celos de éste cuando dijo una vez "claro, ahora que tienes un nuevo amigo ya no tienes tiempo de competir conmigo..." ese equidna celoso... Sonic nunca iba a dejar de ser su amigo, ni por todos los Shadows del mundo, recordó que antes de irse él también le dijo que cuidase de Amy, se sentó en el suelo.

-¿Qué le pasa a todo el mundo? Primero mi padre, luego Shadow, ahora Knuckles... ¡hasta Metalla me dice que cuide de ella!

-Espantas a los peces.- Se oyó una voz profunda a su lado.

-¡Ah! ¡Big! ¿cuánto tiempo llevas aquí?

-Toda la mañana- Dijo el gato impasible.

Sonic se sentó a su lado en silencio un momento.

-Estás enamorado.- La voz de Big a duras penas movió el viento.

-¿?- Sonic se encogió de hombros. -¿Tú qué sabes? ¿te has enamorado alguna vez?

Sin moverse del sitio, Big asintió.

-Os coméis mucho el coco vosotros.- Big se giró a mirar a Sonic con aquellos ojos amarillos redondos. -Si dejas el anzuelo quieto en un sitio es más fácil pescar que si lo andas moviendo y esquivando las piedras.

Sonic dio una sacudida a su cabeza sin saber a qué se refería.

-¿Y qué pasa con los amores platónicos?- Sonic deseaba preguntarle a alguien sobre ese tema desde hacía tiempo.

-Nada.- Big volvió a mirar al agua. -Sólo hay dos respuestas, sí y no, si es correspondido da igual lo que pase.

-Pero a veces el amor no es suficiente...- Sonic pensó en la reciente ruptura de Knuckles y Rouge.

-Según se mire.- Le cortó Big. -Mis padres son primos hermanos.

Sonic dio un brinco, aunque bromeó en su interior "así ha salido él..." le saltó sobre un pie Kaeru-kun, se puso a dar saltitos de un lado a otro, entonces Big estiró de la caña y un gran pez salió del agua, dando saltos de alegría se alejó con el suculento manjar en alto, y allí se quedó Sonic, pensativo, mirando de nuevo el agua, ahora que parecía que se estaba haciendo a la idea, de nuevo se sentía confuso.

-¡Ahhh! No es justo.- Miró al cielo -¡Dadme un respiro!

Y volviendo a recordar algo que sólo él podía, Amy con dos años en sus brazos, llorando porque Elliot se había metido con ella quitándole su muñeca.

-¡Devuélvesela!- Gritaba en su recuerdo el pequeño erizo azul.

-¡Empezó ella!- Elliot mantenía la muñeca en alto donde Cristian no alcanzaba.

Tras Elliot, Nico cogió la muñeca y se la dio a Amy, ésta automáticamente dejó de llorar y abrazó la muñeca, dijo un "gracias" mal pronunciado y se volvió a aferrar a la cintura de Cristian.

-Te has tomado en serio lo de cuidar de ella.- Se burló Nico.

-Soy mayor, es mi deber.- Dijo Cristian haciendo sus primeras poses heroicas. -Y cuando sea mayor me casaré con ella, así la protegeré...

Ante esto, Nico y Elliot se cayeron de culo riendo, Cristian se quedó confuso por no entender a qué venía todo aquello.

-Eres tonto, Cristian- Se metió con él Elliot. -No os podéis casar.

-¡Pero papá se casó con mamá para protegerla y yo tengo que hacer lo mismo!- Replicó el erizo azul.

-Si te casas con ella te arrestarán.- Dijo Nico.

-Eso, si te casas con tu hermana vienen unos humanos grandes con mala cara y te llevan con ellos...- Elliot le metió miedo a Cristian.

-¡Nooo no es verdad!- Gritó Cristian y salió corriendo, dejando a Amy en el suelo jugando con la muñeca.

Sonic volvió en sí con un parpadeo.

-Al final vinieron los humanos a buscarme...- Recordó el día que se separó su familia.

continuará...