Cap 7

-Así que era eso...- El erizo negro se apoyó en la pared con los brazos cruzados. -Ahora se aclaran muchas cosas.

Rouge no era capaz ni de mirarle, aún tenía una lágrima batallando por salir, pero no quería llorar, no delante de él, cruzó sus piernas, sentada en la mesa, se sentía fatal, ella había iniciado todo aquello, ella y su obsesión con las joyas, nunca era suficiente, si trabajaba aún para el gobierno era por la cantidad de joyas que ellos le proporcionaban, joyas brillantes, hermosas, envolviéndola con su encanto, sólo había una única cosa que podía saciarla, y era algo que ella misma había apartado de su lado con sus actos y su soberbia, el guardián de la esmeralda maestra, de su esmeralda maestra, no podía negar que el estar con Knuckles tenía el plus de poder estar junto a aquella enorme joya siempre que quisiese, el equidna hacía la vista gorda de vez en cuando, aunque no le hacía ninguna gracia la forma en que trataba su tesoro, quizás estaba un poco celoso, de todas formas podía estar tranquilo, mientras estuviesen juntos podía satisfacerla de manera que no necesitase arrimarse a las joyas.

-Te suena el móvil.- Cortó Shadow sus pensamientos.

-¿Eh? Sí...- Rouge cogió el teléfono.

Habló un rato por él, luego se quedó con su vista fija en Shadow.

-Las cosas empeoran.- Dijo Rouge sin ningún tipo de ánimo.

-Me lo imagino, tú ponte tranquila y sigue a lo tuyo, ya verás que al equidna rojo se le pasa el cabreo y volvéis juntos pronto.- Intentó animarla Shadow.

Rouge asintió con la cabeza, no podía asimilar que hubiese acabado todo así, Knuckles había dicho que el amor no había sido suficiente, pero si eso era verdad ¿para qué salvaban la humanidad? Era el motivo principal, cuando alguno de ellos pensaba en la razón, después de todo el odio que se repartía en las calles, la tristeza, la maldad en sí, era el amor lo que conseguía equilibrar la balanza, era el amor de Tikal lo único que apaciguaba el corazón de Chaos, y ese mismo sentimiento fue la unión de Shadow y Maria que le logró hacer reaccionar en ARK, no podía existir nada imposible cuando dos personas se querían de verdad, y eso hizo que Rouge se replantease los sentimientos de Knuckles por ella, ¿y si al guardián lo único que le atraía era su cuerpo? Al fin y al cabo nunca había llorado por ella, no es que le quisiese hacer llorar, pero a veces era demasiado frío e impasible, algo que rompía con el fuego de su cuerpo.

-Oye Shadow...- Comenzó Rouge con la mirada desviada de nuevo. -En mi misión no dicen nada, pero si ayudo a Sonic... quizás Knuckles se replanté nuestra situación... ¿me ayudarás?

-De acuerdo, de todas formas no tengo nada que hacer en estas fechas...- Dijo Shadow.

-Será porque no quieres, Sonic está loco por que te unas a él a la fiesta.- Contestó Rouge enseñándole un punto marcado en un pequeño mapa.

-Sonic está loco, y punto.- Shadow miró el mapa y lo dejó a un lado de la mesa.

Rouge rió más animada, le volvió a mirar, ahora sonreía, "eso es ser buen amigo" pensó para sus adentros, le sonrió ella también.

-¿Estás mejor?- Preguntó tiernamente Shadow.

Rouge asintió débilmente, notando sus ojos humedecerse al pasarle por el pensamiento de nuevo la imagen de Knuckles desapareciendo de su estancia, bajó la cabeza, notó las manos de Shadow pasar por sus hombros hacia su espalda, la abrazó fuerte, ella apoyó su cara en el pecho de Shadow, pasó también sus brazos alrededor de él, se le quitaron las ganas de llorar, se abrazó más fuerte a él, preguntándose por qué no se enamoró de Shadow y sin embargo tuvo que hacerlo del equidna testarudo, pero seguramente la respuesta no la encontraría nunca, nadie lo había decidido, había ocurrido y ya está, lo que más deseaba en aquel momento era que Shadow se pudiese liberar algún día del recuerdo de Maria y que por fin encontrase a alguien con quien compartir su inmortalidad, desde luego consideraba a Shadow "un buen partido" y la cantidad de féminas que le iban detrás a veces superaba a las fans histéricas que iban tras el erizo azul, aunque cuando le había sacado el tema a Shadow éste acababa enfadándose.

-Venga, vamos a dejar de hacer los tontos y a ponernos manos a la obra.- Dijo Shadow separándose de ella, buscando el mapa. -¿Y el mapa?

-Por aquí estaba... da igual, vamos.- Dijo despreocupada la chica murciélago. -Ya hemos perdido mucho tiempo, ya me pasarán las coordenadas de nuevo cuando nos reunamos con mi equipo.

Un gran estruendo llamó la atención de Vlad, de nuevo se puso en su puesto de mando, les estaban atacando, poco había tardado Speed en ir a su base y volver con los útiles necesarios para destruir aquel videojuego ambulante.

-¡Yo me encargaré de él!- Dijo Sonic corriendo hacia la ventana.

-¡Ni se te ocurra!- Le detuvo Vlad. -No podrás con él, no pudiste en el pasado y ahora es mucho más fuerte, además, con el brazo así poco vas a poder hacer... sólo tienes un 40% de los poderes, él llegó hasta el 80%

-Pero...- Sonic no fue capaz de mirarle. -Tengo que detenerle, está en mis manos, ¡es de mi sangre!

-Sonic...- Vlad se giró. -Deja que le entretenga, tú lleva a Amy a lugar seguro hasta que tengamos la perla roja...- Abrió un compartimento y salió una perla azulada con pintas de estar muy fría. -Ya sabes lo que tienes que hacer.

Sonic asintió con la cabeza, cogió aquella perla azul, sintiendo un escalofrío, helándose sus manos, rodeó con el brazo la cintura de Amy y elevó aquella perla. Si el estudio de la perla roja se había basado en aumentar la velocidad, la perla azul alentaba el entorno, recordando al poder de las Time Stones que dominaban el tiempo, o a uno de los poderes de las Chaos Emeralds que usaba Shadow. Amy notó cómo ellos no se hacían más rápidos, pero su entorno iba cada vez más despacio, lo que les ayudó a salir de la nave, esquivar los ataques perdidos de los láseres e intentar huir de nuevo por el bosque, pero en seguida una explosión, su onda expansiva, les hizo caer, cubriendo Sonic con su cuerpo a Amy, apretando fuerte los puños al ponerse en pie, murmurando "Vlad..." Amy le miró temblando.

-Estará bien.- Dijo Sonic de todas formas. -Nos busca a nosotros, no le hará nada.

Efectivamente, de entre los escombros salió el Dr. Dniéster, tosiendo, dando tumbos, y se sentó en el suelo, mirando sus gafas, ahora rotas, ante él se puso Speed.

-¿Dónde están Cristian y Amy?- Su tono parecía realmente perturbado.

El doctor lo único que hizo fue sonreír, había logrado darle algo de tiempo a Sonic para escapar, pero temía que no fuese suficiente, aquel erizo rojo era verdaderamente rápido, en un momento se le había acercado y lo tenía agarrado por la solapa, exigiéndole saber dónde estaban, el doctor no era cobarde precisamente, se limitó a cerrar los ojos y a esperar.

-¡Alto ahí!- Gritó una voz.

El ruido desconcertó por un momento al erizo rojo, a su alrededor se había movilizado un grupo de fuerzas especiales guiado por Rouge, alzaron sus armas, pequeñas naves se pusieron sobre él, que se quedó inmóvil, soltó al Dr. Dniéster y sonrió alzando las manos, Rouge le miró con desconfianza, acercándose con cautela, le parecía demasiado fácil, quedó dos pasos separada del erizo rojo, sacando las esposas, Speed estiró las manos, poniéndolas lo más cerca de ella posible, despacio, muy despacio, Rouge acercó las esposas sin dejar de mirarle a la cara, sonreía demasiado, aquello no era bueno, no podía ser bueno, y sus instintos nunca fallaban, justo iba a esposarle cuando no le vio moverse pero notó un golpe en la cara, cayó al suelo, los demás intentaron cogerle, pero no le veían, una chica se puso al lado de Rouge preguntándole si estaba bien, Rouge maldijo limpiándose la sangre de la cara.

Sonic corría tan rápido como podía usando los poderes de la perla azul, esperaba que eso fuese suficiente para ganar ventaja frente a Speed, miró atrás un momento, casi podía sentirle acercándose, se detuvo, Amy fue a preguntar, pero Sonic le puso un dedo sobre los labios, miró a un lado y a otro, cogió a Amy y saltó a unos matojos, ocultándose, cesando el poder de la perla azul antes de esconderse, se agacharon a ras del suelo, tumbados, tan cerca el uno del otro que Amy se empezó a poner nerviosa, notaba el brazo de Sonic sobre ella, arrimándola a él, oía su respiración pausada, veía sus ojos verde esmeralda clavados en el frente, controlando la situación, miró ella también al frente, intentando apartar aquellos pensamientos de su mente, vio el haz de luz rojo de nuevo, se paró justo donde ellos habían estado hacía sólo un instante, donde Sonic había dejado de usar la perla azul, Speed sacó la perla roja envuelta en un paño helado, la movió como si fuese un radar, intentando detectar a su joya gemela, pero al haber cesado la energía ya ni parpadeaba, debían estar por esa zona, dio un par de vueltas y siguió adelante. Amy había hecho unos esfuerzos sorprendentes para no ponerse a temblar, no llegaba a entenderlo, pero aquel erizo le daba miedo, sólo un instante de ver el reflejo de sus ojos verdes, vacíos, como si realmente no fijase la vista en nada, eso la asustaba, apretaba sus manos ante ella, intentando hacerse lo más pequeña posible, protegida por Sonic, entrecerraba los ojos notando cómo Sonic no se había dado cuenta de que la estaba abrazando, demasiado cerca para poder resistirlo mucho tiempo más.

-Parece que por ahora se ha ido...- Cortó Sonic sus pensamientos.

-Eso espero...- Intentó disimular su rubor. -Estoy cansada de huir...

-¿Cansada?- Sonic se giró un poco hacia ella. -¡Pero si te he llevado en brazos todo el rato!

-Sí, pero tú eres el héroe y no te puedes quejar.- Dijo Amy sonriendo y guiñándole un ojo.

"El héroe..." se quedó pensando Sonic empezando a ruborizarse también "¿por qué me gusta tanto que sea ella quien me lo dice?" sin controlar sus acciones, el brazo que tenía alrededor del cuello de Amy fue cerrándose hacia él, su mano, antes hacia abajo y cerrada, ahora se abría para acariciar con su dedo gordo los labios entreabiertos de Amy, que con los ojos muy abiertos respiraba agitada, notaba la fuerza que hacía el erizo azul para atraerla más, aunque tenía los codos apoyados en el suelo, estaba desequilibrada, aguantada sólo por Sonic, pero antes de que la cosa llegase a más, Sonic se detuvo, dio un brinco y se sentó de espaldas a ella, la cual hizo prácticamente lo mismo, incorporándose hasta quedar sentada sobre sus propias piernas.

-Te me acercas demasiado.- La culpó Sonic.

-Tonto, tú me tenías cogida con el brazo...- Respondió indignada Amy. -Aunque... de todas formas...

Amy se acercó tímidamente a Sonic, gateando, sentándose a su lado.

-Ya que hemos empezado...

La muchacha acarició las púas de la cabeza de Sonic, llamando su atención, él se giró y la vio "diferente" la imagen que tenía de ella hasta ahora en su mente seguía siendo la de aquella niña aferrada a su cintura, ahora por fin la veía como era, y las palabras de Knuckles recorrieron su mente veloces, como si las aceptase "cuando supiste quién era ya era tarde, ya te habías enamorado de ella". Una vez más, como si fuese el destino quien intentase separarles, les interrumpieron, Speed había vuelto sobre sus pasos, tan rápido como podía sin usar la perla roja, alzó a Sonic del cuello exigiéndole que le diese la perla azul, Sonic gritó y se negó, estirando el brazo para que no alcanzase el tesoro. Amy se puso en pie, agarrando el brazo de Speed, intentando que soltase a Sonic.

-¡Elliot, por favor! ¡déjale!.

Speed la miró un momento, le dio un manotazo que la tiró al suelo, Sonic intentó liberarse revolviéndose, pero Speed lo agitó y lo puso de espaldas al suelo, retorciéndole el brazo a su espalda, haciéndole gritar, aún le dolía aquel brazo.

-Bueno, ya la cogeré yo...- Dijo impasiblemente Speed.

Tras aquello, mientras Amy se intentaba poner en pie, atontada por el golpe, Speed apretó más el brazo de Sonic contra su espalda, evitando que se levantase, a la vez que elevaba el otro brazo con la perla que le había arrebatado a Sonic, dispuesto a darle el golpe de gracia, pero se giró a un lado, soltó a Sonic y detuvo un golpe, primero Knuckles le había lanzado un puñetazo, luego Shadow había logrado pillarle gracias al Chaos Control, Shadow y Knuckles quedaron codo con codo entre Sonic y Speed.

-¿Estás bien?- Dijo Shadow sin girarse, mirando con sorpresa al equidna.

Sonic se sentó de culo en el suelo, agarrándose el brazo de nuevo, necesitó unos segundos de aliento para responder afirmativamente. Amy también se aclaró, le echó un vistazo al panorama, Speed con la perla azul por un lado, Knuckles y Shadow en pie, Sonic herido pero al menos vivo, eso la alivió, se puso en pie, dispuesta a reunirse con su grupo, cuando los ojos de Speed se posaron en ella, ya había mostrado antes interés en la chica rosa y ahora no iba a ser menos, esquivando a Knuckles, que intentaba inútilmente acertarle con sus ataques, la agarró por detrás, Shadow reaccionó e intentó arrebatársela, pero Speed hizo honor a su nombre, como había dicho el Dr. Dniéster, era más rápido que Sonic, y en un haz rojo desapareció, sólo se pudo oír prendida del viento la voz de Amy:

-¡Ayúdame, Sonikku!

continuará...