"Quedará así la venganza de Gryffindor o habrá respuesta por parte de Slytherin... esto se pone cada vez más tenso"

-¡Te va a pillar y seguramente te expulsarán!- dijo Sandra.

-¡No lo creo, lo que he echado desaparece cuando el hechizo tiene efecto y además me ha retado, no creo que quiera que me expulsen, estamos en guerra!- dijo Lisa mirando siempre a los ojos de Snape. –Esa mirada....pensó.

Los días siguientes fueron los más dichosos para Gryffindor. Por todos los pasillos se oía: ¡Eh, tú esclavo! ¡Recógeme la pluma! Y una gran carcajada resonaba por todo el pasillo.

Es de suponer que no hacían más que producirse peleas por todo el colegio, Malfoy ya había visitado más de una vez la enfermería, una cosa es que tuviera guardaespaldas y otra muy distinta de que se pudiera librar de algún que otro puñetazo, casi todos se la tenían jurada.

Mientras tanto en el despacho Snape seguía con la copa de Slytherin intentando descubrir qué contenía. Hizo varias pociones, introdujo la copa en varias sustancias, se empezó a desesperar con la "maldita sustancia de la vende galletas"  pero por fin un día...

-Al fin te he encontrado, polvos de "desconcierto", esto es bastante antiguo pero muy efectivo. Bien, bien, creo que mi pequeña dama me debe una pequeña visita, esto va a ser divertido. –Una sonrisa se dibujó en su cara-

Al día siguiente Snape se dirigía a su clase con la intención de desquiciar todo lo posible al "bulto charlatán" para llevar a cabo su plan. Estuvo machacando y machacando durante toda la clase a los de Gryffindor mientras pensaba: "Venga bulto, salta de una vez" "lo veo en tus ojos ya no puedes reprimirte más". "Espera, con esto si que vas a saltar".

Mientras la clase estaba debatiéndose con una de las pociones más difíciles que Snape había puesto, éste se acercó a Angy y con una voz suave y amable le preguntó qué era lo que le sucedía.

-Mire profesor, si le digo la verdad, yo nunca he hecho una poción, para eso ya estaba mi elfo doméstico. ¿Y si se me estropean las uñas? Después de tantos cuidados para mis manos y ahora por unas pociones se me van a secar. ¡Mi padre se llevará un disgusto terrible!

-Tiene toda la razón señorita, ¡es justo lo que estaba pensando!, así que...

Lisa miraba estupefacta tanto a Angy como a Snape -¿Pero qué esta diciendo?-pensó.

-Así que... es necesario que alguien haga a partir de ahora las pociones de la señorita Angy para que sus delicadas manos no se echen a perder. ¿No lo creen así?

La clase miraba como atontada a Snape y se pellizcaban para comprobar que no estaban soñando.

-¡Bien creo que la persona idónea para este trabajo es nuestra especialista en cocina, la señorita galleta!

-¿¡Qué!? ¿¡Está usted loco!? ¡Que se haga ella solita sus pociones! ¡Y si se le estropean las manos que se ponga guantes!!!! ¡Lo que me faltaba por oír!¡Encima que es una petarda voy a hacerle las pociones! ¡Que le aguante su padre! –Lisa chillaba de pie frente a Snape

Lisa no se daba cuenta que estaba allí de pié frente a Snape ¡chillándole!

-¡Así que ni por un millón de Galeón....! La voz de lisa se fue perdiendo cuando fue consciente de lo que estaba haciendo y ahora esperaba hundida en su silla la reprimenda y el griterío de Snape. Pero se equivocaba....

-Querida clase, creo recordar que cuando vinieron por primera vez, dije bien alto y bien claro que nadie, ¡absolutamente nadie!, quebrantaría mi autoridad. ¿No es así, bulto charlatán?

Lisa que estaba encogida en su asiento consiguió decir un "Sí".

-Bien, pues ahora que a la señorita se le han bajado los humos, diré mi castigo. La señorita de las "galletitas"(la ironía con que lo dijo hirió profundamente a Lisa) tendrá que elegir entre dos castigos: Uno, quitarle a Gryffindor "75" puntos o dos, que venga a mi despacho para limpiar todas mis estanterías ya que quiero hacer una pequeña  reforma y entonces veremos quién sirve a quién.- Snape miraba maliciosamente al "bulto" con su sonrisa sarcástica en la boca.

Todos los de Gryffindor miraban ahora a Lisa y con sus ojos le suplicaban que escogiera la limpieza, ¡75 puntos eran demasiados!

Casi como con un susurro Lisa dijo:

-Está bien, iré a limpiar su despacho....

-¿Cómo dice señorita galleta?

-¡Que iré a limpiar su dichos..., su despacho!

"Eso me gusta más" pensó Snape, sin quitar la sonrisa de la cara.

-Entonces la espero en mi despacho a las 6 de la tarde, ¡sea puntual!

Durante todo el día, Lisa, estuvo de un humor de perros, protestando una y otra vez  por todo el colegio y justo cuando le estaba poniendo verde a Snape...

-Veo que sigue con las mismas señorita galleta.-dijo Snape.

Lisa pegó un brinco del susto ya que los tenía justo detrás.

-Creo que tendrá que pasar más de 1 día limpiando, ¿qué tal 6 días?

-¿¡Qué!?-protestó Lisa

-Tal vez 7 días sea mejor.- dijo Snape

-Pero...- Lisa

-¡Estupendo 8 días!- Snape

-¡Si no he dicho nada!- Lisa

-¡Mejor que sean 9!- Snape

......

Snape pasó de largo mirando fijamente a Lisa que en esos momentos tenía la cara descompuesta.

Justo detrás de él venía la "dichosa" Angy orgullosa y sonriente diciendo:

-Tenías que haberme hecho la poción sin chistar, te hubiera ido mejor.

-¡Un moratón en tu maldita cara es lo que te voy hacer, tonta caprichosa, mal criada.imbécil...!

-¡10 días para la señorita galleta!- gritó Snape del otro lado del pasillo.

Antes de que Lisa volviera a protestar, Sandra, Sam y Jon corrieron a taparle la boca y evitar que así Lisa tuviera que limpiar el despacho de Snape durante todo el curso.

Ya en la casa Gryffindor, Lisa pataleó, chillo e insultó todo lo que pudo y más aunque de vez en cuando miraba a su espalda por si milagrosamente estaba allí Snape con su sonrisa burlona.

Eran las 5 de la tarde y el enojo pasó a ser puro terror.

-¿Qué tendrá en esas estanterías? Seguramente porquería muerta y no tan muerta y alguna que otra planta tan marchita como él...

Harry, Ron y Hermione le miraban con compasión ya que ellos sí sabían perfectamente lo que Snape tenía en su despacho.

"5,45" de la tarde, Lisa se dirigía hacia el despacho de Snape, todos le daban palabras de ánimos al pasar, menos claro está, un grupito de Slytherin que estaban disfrutando de lo lindo.

"5,58" Lisa estaba frente al despacho de Snape rezando todo lo que en esos momentos le venía a la cabeza.

-¡Pase, señorita galleta!- dijo Snape antes de que Lisa golpeara la puerta.

-"Este tiene que tener hasta ojos en la puerta"-pensó Lisa

-¡Ojos no, pero huelo una galleta a distancia!- dijo Snape cuando Lisa estuvo dentro del despacho.

La cara de sorpresa de Lisa era aun mayor.

-Bien "pequeña galleta" voy a explicarte una vez y solo una, cómo tienes que limpiar todas las estanterías...

-Perdón, profesor Snape, pero ¿tendría la amabilidad de llamarme por mi nombre y no esos apodos que usted me pone?-Interrumpió Lisa.

Snape se quedó observándola, como estudiando cada rasgo, cada movimiento y cada gesto de Lisa. Ella empezó a ponerse muy nerviosa y por la sonrisa que tenía Snape en la cara, era lo que él pretendía.

-Está bien, Lisa, pero recuerda que tú aceptaste el reto.-

-¿De qué me habla, señor?- dijo disimuladamente Lisa

-¡Oh, vamos, Lisa! Sabes muy bien de qué te estoy hablando, del día del comedor, en el que tú, con mucho arte, colocaste el polvo de desconcierto en la mesa de Slytherin.

-¿Polvos descor...qué?, no sé de que me está hablando señor, yo no entiendo de polvos ni de nada, ¿para eso he venido aquí, no?-Lisa pensaba "no cuela, no cuela,..."

Snape se acercó a ella, tanto que rozaba su nariz con la de ella, sentía su respiración y pensó:"esto es el fin".

-¡No me tomes por estúpido, Lisa! Si te soy sincero aplaudo tu broma, a sido muy ingeniosa y digna de mi rivalidad. Tenía ganas de que alguien se pusiera a la altura, ese Harry, Ron y Hermione no merecen ni si quiera que yo pierda el tiempo con sus estúpidas bromas.

-Usted disfruta con todo esto ¿verdad?- le dijo Lisa con mirada de odio.

Snape se le acercó tanto que Lisa tuvo que echarse para atrás con tan mala suerte que se chocó con la pared. Y ahí estaba ella pegada a la pared y con Snape tan pegado que tuvo que girar la cabeza, éste le dijo al oído:

-¿Ve en mi cara acaso algo que le pueda parecer que yo disfruto con esto?

-No, señor.-dijo temblorosa Lisa

-¿Cómo ha dicho? ¿Tiene siempre esa mala costumbre de habar tan  bajo?- dijo Snape acercándose aún más.

-¡No, señor, no tiene usted cara de disfrutar con esto!-"ni yo tampoco" pensó Lisa.

Snape se apartó y se dirigió al fondo de su despacho que por lo visto era mucho más grande de lo que aparentaba.

-Bien, aquí tienes mis queridas estanterías, como puedes ver hay tres cubos, uno es para vaciar el contenido de los tarros, el otro tiene agua y jabón para que los limpies como es debido y el tercero para que los dejes escurrir. Cuando termines con los botes, limpias bien la estantería creo que tiene un poco de polvo, pero no te des mucha prisa, tienes 10 días por delante para hacerlo con calma y bien. Al poco tiempo Snape salió del despacho con aire de superioridad.

Esa tarde fue para Lisa la peor que recordaba en su vida, lo que había en esas estanterías era inexplicable, las ganas de vomitar, los mareos y el mal olor rodeaban a Lisa casi, casi oprimiéndola. -¡Y todavía me quedan 10 días! ¡De esta me llevan a la enfermería!

Uno de los tarros contenía "algo" que despedía el peor olor del mundo y su tacto era asqueroso y repugnante, cuando fue a vaciarlo una gran idea pasó por la mente de Lisa y no pudo evitar sonreír.

-"Como se suele decir, de las cosas malas siempre se puede sacar algo bueno. Y aunque me quede limpiando todo el curso, ésta merece la pena" pensó

Lisa guardó el tarro lo mejor que pudo y cuando Snape regresó al despacho, ella intentó mantenerlo escondido y evitar que él se le "acercara demasiado".

-Por lo que veo me entendiste todo a la primera, sabía que lo harías bien ya que esto de ser "ama de casa" te viene de familia- dijo con ironía Snape.

Lisa pudo controlar su ira pensando en el tarro y dijo:

-Puedo irme ya profesor?- "Demasiado  amable" pensó

-No hay nada como una buena limpieza para  que a uno se le bajen los humos ¿eh, Lisa?- Sí, puedes irte pero antes baja el cubo con la basura que has quitado a la cocina, los elfos sabrán qué hacer con él.-

Lisa obedeció sin chistar, "demasiado sospechoso, me va a cazar, lo sé, me va a pillar, estoy demasiado obediente...

-¡Lisa! Chilló Snape -¿Qué tienes en la capa?

-¿Qué? ¿Qué capa? ¿Tengo algo?- Lisa empezó a temblar.

- Ajá -rió Snape- Parece ser que te gusta tanto mi basura como para ponértela de decoración en tu capa no? ¡Sí señor, las cosas en su sitio, como debe ser! ¡La basura con la basura!

Lisa bajo la mirada y vio que tenía una cosa viscosa de algún tarro pegada en la capa, con alivio, se lo quitó y salió del despacho.

Cuando Snape vio salir a Lisa, su frente se arrugó y entrecerró los ojos, estaba escrutando cada movimiento de Lisa antes de salir y al fin dijo: -"Esta planea algo".

Al día siguiente la cara de los 4 amigos era radiante, no se podían creer lo divertido que iba a ser ese día y estaban con unas ganas locas de que la clase de pociones llegara enseguida.

Ya en la clase de Snape, todos centraban su mirada en un solo punto, el pupitre de Angy. Esta apareció justo antes que Snape, como casi todos los días, y cuando  se sentó.... ¡pruuuum! El sonido alto y claro de un pedo* enorme con su correspondiente hedor justamente después. Las carcajadas, llantos de risa y la huída de Angy fue todo uno, había sido la broma más buena de la historia en clase de Snape. Lo habían planeado muy bien, Sam el chapucillas con sus cachivaches había creado la bolsa del pedo y Jon con un truco de su espectáculo, lo había hecho invisible durante 15 min.

Cuando el olor fue a las fosas nasales de Snape, reconoció enseguida de dónde provenía y traspasó con la mirada al cuarteto que estaba en la esquina muertos de risa.

Merecía  la pena el castigo que le habían impuesto a los 4 amigos ya que la cara incolora de Angy había merecido la pena y también la cara de Snape al ver cómo toda su clase se desmadraba de esa manera. Tenían que limpiar durante una semana la clase de pociones al terminar la hora y a Lisa también le tocó limpiar la ropa de Angy a mano hasta que se le fuera el olor."Ha merecido la pena, ha merecido la pena" pensaba mientras frotaba.

Pasaban los días y ya Lisa no tenía que limpiar más. Después de lo de Angy, Snape no le dirigió la  palabra y ni si quiera se metía con ella. Por lo menos había ganado algo, Snape no molestaba. Aunque esto parecía muy sospechoso...

*Por si alguien no sabe bien lo que es pedo (no se cómo se dice en otros sitios), es un aire, flatulencia o como lo quieran llamar.

Sybill: Muchas gracias, me imagino que se reirán bastante, he cambiado algo la historia pero son pequeñas cosas.

Ana: Gracias a ti también, lo pongo aquí porque creo que hay palabras un poco fuertes y quizá meta escenas.... al final..., ¡sí, voy a terminarlo!

Magical: Me alegra que te guste, si te sirve de consuelo no creo que tarde mucho entre un capítulo y otro porque tengo la historia ya hecha.

Hermione: No vas muy desencaminada pero va a ser difícil.

Silux: Gracias, ahora empieza lo bueno.

Karin: Espero que la continuación te guste más aun.