"Aquí tenéis otra ración de guerra al horno, von apetit"
La rivalidad entre Slytherin y Gryffindor fue cada vez mayor, por ahora ganaba Gryffindor en bromas pesadas, tenían al mejor en el equipo, "Sam chapuzas", como Lisa le llamaba.
Los 4 amigos hacían un buen equipo para esto de las bromas, Sam preparaba todo con ayuda de Jon, Lisa mandaba a Arturo cuando necesitaba algunos de sus "ingredientes" y Sandra.... bueno Sandra era ¡la mayor cotilla de todo el mundo! Gracias a ella sabían chismes y cotilleos bastante buenos como para saber muchos puntos flacos de Slytherin, el cómo lo hacía, era un gran misterio.
Toda la casa de Gryffindor intentaban ayudarles en todo lo posible, veían que eran los mejores para hacer las bromas y ese año estaba resultando muy divertido
Un día en el comedor, Sandra se le acercó a Lisa con cara de enfado.
-Y ahora ¿qué te pasa?- pregunto Lisa
-Estoy enfadada, muy enfadada, no puedo descubrir por qué la &%@!·# de Angy con lo rica que es, no vino a su edad al colegio.
-¿Qué? ¿A qué viene eso Sandra?
-¿Es que no te has dado cuenta? ¿No crees que siendo tan rica y su padre tan poderoso habrían hecho algo al no recibir la carta?- le chilló Sandra
-Lo primero, relájate, lo segundo ¿es que todos los niños reciben la carta?
-Creo que no..., pero si no tuviese que haber venido a su edad ¿qué hacer ahora aquí? Tengo que saber más.
Antes de que Lisa pudiera impedirlo, Sandra salió corriendo del comedor.
-Un día le va a dar algo con tanto chisme.-pensó Lisa
Llegaron la Navidades y Lisa tenía planeado irse a su casa para ver cómo iban las cosas con Moogly y la vieja bruja "Doroty". Pero McGonagall se lo impidió.
-Mira Lisa, ya he escrito a Moogly y me ha comentado que va todo muy bien, así que podrías quedarte para que pudiéramos hablar un poco. Quiero que me expliques cómo te has metido, con 25 años que tienes, en todo ese jaleo de la competición de bromas pesadas.
-Ejem, pues nada una cosa llevó a la otra y.... ¿es que tu no estás disfrutando viendo perder a Slytherin?
-¡Sí, per...!
-¿Sí? –ahora lisa ponía cara de niña traviesa.
-Eso no tiene nada que ver, te estás comportando peor que los niños de 11 años, la verdad es que me hubiera esperado otra cosa de ti, pero esto ¡no! – McGonagall tomó aire para relajarse. - Mira Lisa has tenido una segunda oportunidad, no lo eches todo a perder por una simple competición, ¿de acuerdo?
McGonagall la miraba con cara de reprimenda y a Lisa se le subieron los colores. Era cierto que se estaba comportando diferente, siempre había querido hacer todo lo que estaba haciendo pero no podía con las dichosas galletas. Se estaba comportando como una quinceañera en plena pubertad pero estaba disfrutando de lo lindo.
¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬
-¡Pase!
-Profesor Snape, ¿quería verme?
-Sí Señor Malfoy, tengo algo que decirle, siéntese – Snape indicó una butaca que tenía enfrente de la chimenea y él se sentó en la otra de al lado.
Por mucho que fueran las mazmorras, el despacho de Snape era cálido, parecía como si dentro de una misma estancia hubiera dos zonas bien distintas. En el lado de la mesa de trabajo y las estanterías, daba la sensación de estar en la mazmorra más fría del mundo, sin embargo en el lado de su saloncito y sus libros parecías estar en la casa más cálida y más acogedora que hayas visto. Tenía muy bien definido donde empezaba una cosa y dónde terminaba la otra.
-¿Qué le dije antes de las Navidades respecto a Gryffindor? – Snape ni si quiera le miraba, tenía la vista puesta en la chimenea.
-Queee, quee que no nos metiéramos con ellos, eso sí, que no nos metiéramos con ellos. – El rostro de Malfoy era aun más blanco de lo habitual.
-¿Por qué tartamudea? Si tanto miedo le doy, debe pensarlo antes de cometer otra estupidez como la de esta tarde, ¿me ha entendido?
Malfoy había estado a punto de pelearse con Ron pero Snape lo paró antes de tiempo.
- Le he preguntado si lo ha entendido. – Ahora Snape le miraba fijamente, tenía esa mirada que amedrentaba a cualquier ser, que daba la sensación que solo con esa mirada podría acabar con tu vida.
- Sí profesor, lo he entendido. – Malfoy se felicitó a sí mismo por haber podido decir una frase sin tartamudear, por mucho que fuera el jefe de Slytherin y le ayudara en muchas cosas, le había dejado muy claro que él no era su amigo, simplemente favorecía a su casa.
-Bien, tenga en cuenta que tengo a Dumblendor muy pegado y a McGonagall muy pendiente, tengo que trabajar tranquilo si no todo se irá a la mierda. Le advierto que si por usted o por algún idiota de sus amigos esto se estropea, tendrá el peor curso de toda su vida y ahora lárguese.
Malfoy dio un brinco y salió lo más rápido posible del despacho. Cuando cerro la puerta tras de sí, se llevó las manos a la cabeza dándose pequeños golpes.
- Maldito estúpido, tonto, casi echas todo a perder, tonto....
Snape se quedó mirando la puerta por donde había salido Malfoy. "Espero que ese estúpido no lo eche todo a perder". Se levantó, cogió de la repisa de la chimenea su ultimo libro, pero no pudo ni siquiera centrar su mente en la lectura. Sonreía solo con pensar la cara que pondría Lisa con lo que le tenía preparado y sin darse cuenta empezó a recordarla cómo era. Recordaba el movimiento de su cabello negro y ondulado cuando se ponía a chilla y a protestar, sus ojos verdes llenos de odio cuando lo miraban a él y lo mejor era el hoyuelo que le salía en el moflete cuando se reía o se aguantaba algún insulto hacia su persona.
-Con esta me voy a reír, tengo ganas de ver su cara. Esta no la supera.
Y volvió a su lectura.
¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬
Lisa pasó las Navidades más bonitas del mundo, tuvo muchos regalos, jugaron con la nieve y se pusieron hasta las botas de caramelos, ranas de chocolate, grajeas y pasearon un montón de veces por el pueblo.
Ese año muy poca gente fue a casa por Navidad, la cosa estaba al rojo vivo y no se iban a perder la súper batalla de Gryffindor contra Slytherin y viceversa. Esperaban una revancha pero no sabían que llegaría pronto, Snape se ocuparía de eso.
Lisa comentó varias veces a sus amigos sus sospechas de que Slytherin estaba muy quieto, de que Snape no molestaba y que nadie de Gryffindor en ese tiempo se había peleado con alguno de Slytherin. Todo lo que Lisa decía caía en saco roto, dentro de poco sería Hallowen y todo el mundo estaba más pendiente del baile que de otra cosa. Iban a ver actuaciones sorpresas, a grupos conocidos como "La oreja de Merlín", por todo el colegio se respiraba expectación y nerviosismo.
En la comida de Hallowen, Lisa se percató de que ni Malfoy ni Snape estaban en sus sitios.
-¿Qué os dije? Estos traman algo y creo que va a ser esta noche. –dijo Lisa preocupada.
-¿Pero cómo podemos saber qué están planeando?- Preguntó Harry acercándose a Lisa.
-No tengo ni idea pero será mejor que esta noche estemos alertas y que la cena... bueno que intentemos comer lo máximo posible ahora.- les dijo Lisa.
-Pero no creo que vuelvan a echarnos nada en la comida, eso está muy visto. –dijo Ron.-
-Sí, pero entonces ¿qué demonios van hacer? –dijo pensativa Lisa.
-De todas formas yo voy a coger doble ración por si acaso. –Dijo Sam
Todos hicieron un gesto afirmativo y se volvieron a llenar los platos, por lo menos durarían un día entero sin comer o directamente se morirían de empacho.
Esa noche todos estaban con sus mejores galas y muy contentos aunque con un poco de miedo y preocupación "¿qué estarán planeando esas serpientes?" Llegaron al comedor y todo Gryffindor no hacía más que mirar las caras de Malfoy y Snape pero éstos no mostraban nada que pudiera parecer sospechoso, ni si quiera una sonrisa maliciosa. "Más sospechoso aún"-Pensó Lisa.
Cuando se sentaron, todos empezaron a toquetear toda la vajilla y la cubertería de la mesa para ver si había algún polvillo escondido, no había nada.
Después del discurso apareció la comida, era mucho más irresistible que nunca. Ninguno tenía hambre y al principio nadie de la mesa comió pero luego..., era tan irresistible y sin darse casi cuente empezaron a engullir toda la maravilla de comida que tenían enfrente pero... había algo sospechoso, la gente les miraba con asco, se tapaban la boca incluso algunos los ojos. Estaban viendo como los de Gryffindor comían cosas asquerosas, negras, verdes, amarillas, tenían tentáculos, eran babosos y olía fatal, parecía como si estuvieran comiendo medusas grandes y gorda de muchos colores. Realmente era asqueroso y más de uno dejó de comer por lo menos por esa noche.
Snape sonrió y sin que nadie le viera, por suerte todos tenían la mirada centrada en Gryffindor hizo un movimiento con su varita y pronto los de Gryffindor se dieron cuenta de lo que estaban comiendo. ¡Dios! ¡Toda basura que recogió Lisa de los tarros de Snape! Todos y sin quedar ninguno fueron corriendo a la enfermería y de allí a la cama, el baile había finalizado para ellos. El dolor de estómago duró 3 semanas y la humillación bastante más.
Angy volvió a las andadas, orgullosa de la revancha que su casa había hecho con tanto arte, por cualquier lugar que fueran oían el mote de "come-basuras"
Un día por la mañana Lisa encontró un sobre en su almohada, era de Snape:
"Querida Galleta apestosa:
A ver cómo superas esta.
Snape
Se puso colorada de la rabia ¿quién se cree que es? Pero pronto se le pasó ya que su estómago empezó a protestar y se tumbó en la cama sin poder dejar de gruñir.
Pasaba el tiempo y Gryffindor no encontraba modo de vengarse, Lisa empezó a tener cada día peor humor, no podía ser,"no puede ganar Slytherin" y menos después del encontronazo que tuvo con Snape.
-Esperaba más de ti.- le dijo Snape. ¿Acaso te has dado ya por vencida?
Es posible que me equivocara contigo, perdí el tiempo convenciendo a esos puñeteros elfos para poner mi "basura" en los platos. Si lo hubiera sabido, ni siquiera me habría molestado.
"Ni lo creas que me voy a rendir, maldito Snape"- pensaba Lisa mientras recordaba el fatal encuentro.
Después todo volvió a la normalidad, el caso es que los profesores ya se estaban cansando de tanta broma así que ahora tenían que ir con más cuidado. Incluso Dumblendor dijo a Snape que no se enfrentara tanto con Lisa que por lo que había visto los dos eran muy cabezones y parecía que se fueran a matar a la mínima. Pero Snape decía que ningún adulto y menos ella quebrantaría su autoridad.
-No seas cabezota, Severus. Ella no se va a callar y tú lo sabes, simplemente procura no provocarla más.
-¿Yo? ¡Yo no provoco a nadie, son ellos maleducados que se piensan que pueden venir aquí y imponerse ante las reglas y el profesorado!
Dumblendor le hacía un gesto con la mano para que se calmara, muchas veces no sabía bien quién era el Director y quién el Profesor cuando estaba con Snape. Se sabía las reglas del colegio incluso mejor que él mismo.
-Pero si estás disfrutando con todo esto Severus, se te ve en la cara y no es por que no te conozca....
-¡Pues me parece que no me conoces en absoluto, Albus, yo no disfruto y si no tienes otra cosa que decirme quisiera retirarme!
-Sí, Severus puedes irte. –Cuando oyó cerrarse la puerta pensó- "Nunca reconocerá que le encanta esta guerra aunque no sabe que es posible que la pierda y eso tampoco le va a gustar"
Faltaba poco para el final del curso y Lisa estaba andando por los pasillos con una pluma y un papel, creando y dando forma a una supuesta broma. Lo escribía todo con símbolos, eran símbolos fáciles, era como los que se usan cuando una es pequeña y escribe una carta "secreta" a su mejor amiga, eran fáciles pero solo lo comprendería la persona que la estaba escribiendo, el resto vería simplemente garabatos. Podría haber utilizado la magia para encantar el papel y todo eso pero le parecía una tontería, solo eran pequeñas ideas que al escribirlas le hacía aclararse mejor sobre la supuesta broma.
Sin darse cuenta chocó contra alguien la verdad que bastante fuerte ya que Lisa había acelerado el paso al emocionarse con una idea que le parecía genial.
-Maldita come-basura, ¡mira por donde vas! Me acabas de manchar toda la capa con tu bote de tinta.
-Ay, chico Malfoy, utiliza esa cosa que tú tienes, digo la varita, lo otro simplemente, no tienes, y límpiate la capa. Si me disculpas maldito pijo de mierd...
-No me extraña que hables así después de comerte toda mi basura. –dijo Snape detrás de ella, como siempre. –Creo que voy a quitar a Gryffindor 15 puntos y le voy a dar a Slytherin 15 por ser el señor Malfoy paciente y aguantar sus insultos.
Lisa fue a protestar pero estaba cansada de chillar con aquel hombre, le estaba cansando tanto chillo, más o menos empezó a acostumbrarse, ni siquiera dio un respingo cuando él apareció a su lado.
-Bien, haz lo que quieras- dijo Lisa ante la sorpresa de Malfoy y Snape. –No me extraña que quieras darle puntos sin motivo a Slytherin ya que si esperas a que lo consigan por sus propios medios es posible que no pasen de 100, y ahora si me disculpáis tengo que intentar subir puntos estudiando.
Lisa se alejó dejando perplejos a Snape y Malfoy por la tranquilidad y paciencia que había demostrado en esos momentos. Pronto los puños de Snape se cerraron y bajo corriendo a su despacho.
-¡Maldita desgraciada! Dijo mientras cerraba la puerta de un portazo. ¡Se piensa que no tengo confianza en la gente de Slytherin!¡Pero quién es ella....!
Estuvo un buen rato, chillando y haciendo aspavientos pero sus ojos pronto se mostraron fríos y una sonrisa se dibujó en su cara. -"Te voy hacer pasar los peores meses de tu vida, así es posible que no vuelvas el próximo año y espero que así sea."
Por fin nuestros amigos tuvieron una gran idea en la que incluso Snape iba a participar.
-¡Snape! ¡Tú estás loca!- Gritó Harry.
-Sí, Snape, yo me hago responsable de todas las consecuencias- dijo tranquilamente Lisa
Mientras en otro punto de la sala común...
-Está lista, sí, la poción está lista- decía alegremente Hermione.
En ese momento Sam trajo de su baúl un rociador e introdujo la poción.
-Cuanto durará- preguntó Jon a Hermione
-Bueno todo depende de la temperatura ambiental, por que si pensamos un segundo, de la clase de transformación a la de pociones, bajan 5 grados y si de ésta pasamos a la de adivinación pues suben, sin contar con los pasillos que hay una diferencia de...
-¡Hermione! ¿¡Cuánto va a durar la poción!? No queremos saber la temperatura del colegio-gritó Ron
Con cara de odio hacia Ron al fin Hermione dijo:
-A la hora de la comida desaparecerá pero....
-Está bien- le cortó Lisa
-¡La tengo ¡ ¡Tengo la contraseña de Slytherin!- dijo jadeando Sandra, había llegado corriendo.
-¡Estupendo! Sin eso no hubiéramos podido hacer nada pero... ¿cómo narices la has conseguido?-preguntó Harry
-Recuerda que soy la mayor chismosa del colegio y... mis fuentes son asunto mío. Sandra se agachaba apoyando las manos sobre las rodillas para coger aire.
-Ahora hay un problema, ¿quién es el guapo que va a ir al despacho de Snape?- preguntó Sam
-Yo-contestó Lisa. Sé cómo ir y sé también dónde está su habitación, hay una puerta a la derecha del despacho y por lo que pude comprobar era su habitación. ¡No me miréis así! Estaba mucho tiempo sola y pude salsear un poco todo e incluso conseguí esto.
Lisa sacó de su capa un manojo de llaves, supuestamente de Snape.
-¡Tú no estás bien!- Se dará cuenta que le has robado las llaves y nos pillará, seguro que nos estará esperando- dijo Ron.
-No lo creo por que estas no son sus llaves si no una réplica que pude hacer sin que él lo supiera. Mirar, él guardaba su juego de llaves en un armario hechizado, por supuesto, pero lo que no sabía es que del hechizo, por muy poco conocido que sea, yo sabía el contrahechizo...
-¡¿Qué tú qué!?- gritaron todos
-Es un hechizo muy antiguo y muy poco conocido, mis antepasados lo utilizaban para guardar la fórmula de las galletas y por supuesto yo lo conozco, aunque no lo utilizo mi abuela me hizo aprenderme todos los hechizos y contra hechizos que sabían mis antepasadas....- dijo Lisa con una sonrisa en la boca.
Planearon cómo iban hacer la broma, Lisa, Sam y Harry irían en la primera partida con la capa de invisibilidad. Luego Harry recogería a Jon para que éste les ayudara.
Había que llevar con mucho cuidado las cajas que iban a ser transportadas hasta las habitaciones ya los dichosos cascabeles hacían bastante ruido y sobre todo por la noche. Pronto comenzarían la venganza y la sorpresa sería para todo el mundo.
