A las 12h de la noche fueron levantándose todos con mucho cuidado y bajaron a la sala común, la broma iba a ser una sorpresa para todos.
-A ver, yo cojo la caja, ¡uy! Estos cascabeles suenan demasiado...., Sam coge el rociador y Harry... ¿Harry?- Lisa miraba por todos los lados.
-Estoy aquí, meteros en la capa de una vez y salgamos.- dijo Harry
El camino hasta Slytherin se les hizo eterno, tuvieron que detenerse más de una vez ya que la Sra. Norris les rondaba demasiado cerca, además llevaban algo que para ella sería una señal de alarma y muy clara ¡cascabeles! Después de bajar varios pisos con bastante dificultad llegaron frente a un cuadro horroroso de un hombre blanco como la leche, el pelo moreno y rizado cayéndole por la cara y con unas ojeras hasta el suelo, con un susurro dijeron: "Pársel"
-¿Eh?¿ Quién es el listillo que dice la contraseña?¿ O es que quizás no lo ha dicho nadie? Muéstrate si quieres que te deje pasar.
-Pársel- susurraron de nuevo.
-No insistas intruso, muéstrate y te dejaré pasar
Lisa se impacientó y subiendo un poco el tono de voz, repitió la contraseña.
-Por más que grites no conseguirás nada.
Lisa se cansó, salió de la capa y se puso frente al cuadro.
-Mira viejo estúpido, te he dicho la contraseña y como no te abras de una vez, te juro que te rajo de arriba a bajo y te tendrán que recoger con pinzas ¿entendido? ¡Pársel!
-¡Está bien! Esto... os abro, sí en fin que... os abro.
La puerta comenzó a abrirse, tenía como un ligero tintineo parecía como si estuviese ¿temblando de miedo?
Lisa se dirigió de nuevo al hombre más amenazante que nunca.
-Y como se te ocurra decir algo a alguien te buscaré allí donde estés para destrozarte ¿sí? Bien, lo tomaré como un sí. ¡Vamos! – Indicó al grupo entrar.
-Esto... Lisa ¿estás bien? –Dijo Sam
-¿Por qué me preguntas eso ahora? Tenemos... ¿por qué me miráis así?
-Dabas auténtico miedo, parecía que si pudieras, lo asesinabas ahí mismo. –Dijo Harry
-¿Tú te has visto la cara cuando te pones así? –Le decía Sam mientras la miraba asombrado.
-¡Ja! Tranquilos, es un don que tengo.- Y les guiñó un ojo.
De pronto sintieron un escalofrío al ver una sombra que se movía por la sala común, buscaron con sus ojos de dónde provenía aquella sombra y se sintieron aliviados al comprobar que simplemente era una serpiente en una urna de cristal, bastante grande y que ocupaba gran parte de la sala común.
-¡Uau! Qué chula, podríamos pedir nosotros un León ¿o qué?- dijo Sam
Sam y Harry comenzaron a reirse tapándose la boca y mirando alucinados aquella hermosa serpiente. Tenía rayas negras y amarillas, daba un aire siniestro a aquel lugar.
-Ya está bien chicos, esto es peligroso, Harry vete a por el resto.
Harry fue en busca de Jon para que éste trajera el resto del equipo mientras Sam y Lisa colocaban en cada una de las sillas, con mucho cuidado, su sorpresa y luego la rociaban con la poción. Cuando llegó Jon pudieron terminar todo el trabajo y se dispusieron para salir, pero antes de eso dieron un último vistazo a todas las habitaciones para comprobarlo todo. Todos sonreían al salir, al poco tiempo Harry se marchó con Sam y Jon y luego volvería a por Lisa para que ésta dejara el último "regalito".
Lisa se quedó esperando en la sala común justo a lado de la salida, al rato oyó unas voces en las habitaciones, su cuerpo empezó a temblar...
-"¡Oye! ¡Tengo hambre! No tendrás nada guardado de la cena...
-"¡Mierda!" Son Goyle y Crabbe.- pensó Lisa
-Aquí no tengo nada. Está abajo, en la sala común, en el bolsillo de mi capa.
Los pasos se empezaron a oír, acercándose cada vez más a la sala común y Lisa comprobó con terror que la capa estaba justo enfrente de ella, "me va a pillar"· "por ese gordo comilón todo a la porra"....
En esos momentos Harry apareció por la entrada y pudieron salir a tiempo antes de que el gordinflón apareciera babeando a por un "poco" de comida.
-Uff! Por poco, casi me pilla el idiota de Goyle. – A Lisa todavía le temblaban las piernas.- Y ahora a por el pez-gordo...-En su cara se dibujó una sonrisa de satisfacción.
Lisa llevaba la caja y Harry el rociador y cuando llegaron a la puerta....
-Mira Harry, este es el punto donde tú te quedas aquí esperándome...
-¡No! No pienso dejarte sola...
-¡Escucha! Si sale algo mal, que me pillen a mí sola, tú tienes que seguir aquí, no quiero que te expulsen por mi culpa... y te necesito aquí para poder escapar si es necesario...
Harry aceptó de mala gana y Lisa entró en el despacho de Snape. Empezó a tantear por las pareces y decidió darse un poco de luz ¡Lumos! dijo con un susurro- Encontró la habitación de Snape y cuando entró lo vio profundamente dormido, tenía unas sábanas negras que solo le cubrían hasta la cintura, el pecho estaba al descubierto. Lisa se quedó mirando "¡Está muy atractivo así!. Se permitió el lujo de observarle un poco más, tenía parte del pelo cayéndole por la cara, luego miró la habitación, estaba casi igual que la última vez que la vio.
-"Bien, a lo que he venido..." "Si no recuerdo mal, la ropa estaba por aquí, sí aquí está" "Esto así, bien puesto y ahora la guinda final con un poco de poción..., ya está" "¡Felices sueños profesor!" Y Lisa salió rápidamente.
Cuando llegaron a la casa Gryffindor, todos mostraron cara de alivio y se felicitaban unos a otros.
-¡Ahora todos a la cama, mañana será un gran día!- dijo Hermione
Al día siguiente Lisa se levantó muy temprano y fue a ver a McGongall, ésta se acababa de levantar.
-¿Sabes lo que me estás pidiendo Lisa?- Le dijo McGonagall
-Sí, que le digas a Dumbledor que no intervenga en la broma de hoy, se pasará a la hora de la comida..., lo prometo- miro Lisa suplicante a McGonagall
-¡Está bien! Pero como vea algo que no me gust....
Antes de que terminara, Lisa pegó un salto y le dio un gran beso, salió corriendo hacia el comedor sin hacer caso a lo que McGonagall seguía diciendo.
Una vez en el comedor, la impaciencia de los 7 amigos era palpable, iba a ser el desayuno más divertido de la historia, de pronto....tin, tin, tintin, tintintin, tin, el delicioso sonido de los cascabeles.
Pronto irrumpieron todos los de Slytherin en el comedor, vestidos de bufones y haciendo monerías, cabriolas con caras estúpidas y con trajes ridículamente puestos.
Los trajes eran muy chillones y muy "ceñiditos", parecían payasos de circo haciendo su función. Malfoy y sus matones estaban verdaderamente graciosos, sobre todo los dos gorditos con sus trajes tan apretados que parecían muñecos de Michelín.
Angy sonriendo a todo el mundo y haciendo tonterías a aquellos que se lo pedían y con su osito de peluche(¡a su edad!) colgado al cuello.
-Y ahora la guinda final... dijo Lisa sonriendo...
En esos momentos apareció Snape con el traje más chillón y más ridículo de todos, daba volteretas y cantaba, regalaba flores que se sacaba de la nariz y tenía un sombrero de picos más ridículo aún.
La gente lloraba de la risa, no podían creerse lo que estaban viendo, Slytherin haciendo el ridículo más espantoso del mundo y con su cabecilla al frente. Seguramente no se olvidaría en muchos, muchos años....
Lisa se acercó a Snape y le pidió que le hiciera todo tipo de monerías, saltar a la pata coja, que se tirase al suelo, que hiciera el pino... Todas la cosa inimaginables que a Lisa se le ocurrió.
Con una gran sonrisa Lisa le miró a Snape y le dijo que se acercara
-Todo esto por lo que me hiciste pasar en tu despacho "maldito cabrón". -Lo último lo dijo en susurro para que sólo él lo oyera. El simplemente le sonrió y le dio un ramo de flores que se había sacado de la nariz y siguió danzando por todo el colegio.
La broma había salido bien, los trajes y la poción eran los correctos, cuando Slytherin se fue a vestir esa mañana, vieron como siempre, su ropa pero en realidad eran trajes de bufones que les hacían convertirse por un tiempo limitado, en bufones reales, la poción no se bebía sino que se respiraba, haciendo así su efecto.
Ese día fue imposible dar clase y por suerte Dumbledor no interrumpió la broma, así que hasta la hora de la comida, el castillo se convirtió en un verdadero circo, gracias a Slytherin.
Cuando llegó la hora de la comida, la expectación era latente, la poción empezó a perder su efecto. Los de Slytherin se miraban unos a otros con la vergüenza en la cara ya que se acordaban de todo lo que habían hecho. Snape...., bueno Snape pasó de una cara burlona a una cara de odio, vergüenza e ira en un momento. Fue el mejor espectáculo que uno podía desear. Snape desapareció enseguida y todo Slytherin le siguió, corriendo por los pasillos hasta su casa con el inconfundible sonido de los cascabeles.
Todos seguían quitándose las lágrimas de la cara provocadas por la risa y Lisa comentó.
-Lo mejor va a ser cuando intenten quitarse esos trajes tan ceñiditos, creo que alguno tendrá que ir a la enfermería a que le ayuden.
El comedor entero se levantó para aplaudir la broma, había sido buenísima y seguramente sería muy difícil de olvidad, tal vez pasara de abuelos a nietos.
Snape llegó a su habitación con la furia en sus ojos, había hecho cosas que en su estado natural ni siquiera se le habría pasado por la cabeza.
-¡Ante todo el colegio! ¡He hecho el ridículo, ante todo el colegio!- gritó con furia. ¡Y esa maldita me ha llamado cabrón! ¡A mí! ¡Un profesor! ¡Auch! –Las mallas le estaban apretando demasiado sus partes íntimas pero cuando quiso quitarse las mallas, tuvo que tumbarse en la cama para poder hacerlo ya que eran muy, muy apretadas, su furia se encendía cada vez más. Mientras luchaba con las mallas, notó cómo caía una carta del cabezal de su cama:
Querido Arlequín:
Espero que la broma esté a tu altura
¿Me he esforzado lo suficiente?
¿Qué opinas ahora de las galletas?
LISA
p.d. estás muy guapo cuando duermes
Dentro del sobre estaba el juego de llaves con una nota:
"Buen hechizo, pero que sepasque algunas amas de casa también lo conocemos"
Y al final tenía las palabras mágicas para deshacer el hechizo. Esto enfureció mucho más a Snape y le costó el triple quitarse la ropa, que al final lo intentó quitarse la ropa con un movimiento de varita pero aun así costaba.
"Os contesto los reviews, espero que os haya gustado, besos"
Soycomosoy: espero que te haya gustado la venganza, ha sido buena eh?
Cris: Gracias, me alegro que te guste, que sepas que hay cosas que he añadido.
Velia: Creo que aquí si que te has reido no?
