Velia: Me alegro que te guste y siento decirte que no recibió ningún regalito, en fin, pronto se verán las caras.

Sybill: Sí, estate atenta porque habrá cambios y un final.

Soycomosoy: Sí eso era la piscina pero realmente no sé para que la utiliza, quizá se haga unos largos antes de acostarse x-)

Andie: Se besaron, pero no creo que fuera muy "apasionado"

Kitiara: Te gustan los líos por lo que veo pues aquí te encontrarás varios, a lo largo de la historia, je!

"Amigos o Enemigos"

Lisa no recordaba un verano cómo aquel, ir de compras con Sandra, quedar los cuatro  para charlar y tomar algo, las visitas de la profesora McGonagall e incluso el negocio de las galletitas. Que este verano había aumentado gracias a Moogly, la verdad es que el elfo tenía madera para los negocios. Algo realmente singular en un elfo doméstico.

Pero también debemos recordar la parte mala del verano, los dichosos deberes, estuvieron trabajando todos a destajo, Lisa no hacía más que recibir lechuzas con los deberes hechos, la verdad es que agradecía un montón la ayuda de sus amigos. Sobre todo de Hermione, la pobre se llevó la mayor parte del trabajo porque decía que ésa era una buena forma de repasar todo lo que habían dado en el curso y que le vendría muy bien para el curso siguiente.

Lisa no sabía si lo habían hecho a mala leche pero ninguno quiso coger "pociones", todos decían que a ella se le daba muy bien y que la idónea para hacerlos era ella. La verdad es que a Lisa le gustaba bastante esa asignatura y no se le daba nada mal, seguramente porque ya tenía algo de experiencia en eso de las pociones con lo del negocio.

En su negocio no solo había las estupendas galletas mágicas, tenían muchos tipos de galletas pero la que más éxito tenía eran las "Eternamente mágicas".

Arturo, la lechuza de Lisa, estuvo repartiendo cartas a diestro y siniestro, por eso Lisa decidió comprar una lechuza llamada "Dama" para los pedidos y dejar a Arturo para el correo personal.

También tuvo que acondicionar la parte trasera de la casa que la utilizaba como trastero para que Moogly viviera allí, a Lisa le parecía que después de lo bien que había llevado el negocio, se merecía un lugar para vivir y así podrían tener más intimidad, tanto él como Lisa.

Una de las cosas que más incomodaba a lisa era su vecina Doroty que no paraba de revolotear alrededor de la casa para ver sí veía algo o se enteraba de algo. Un día.

-Buenas tardes Doroty, la veo mirando alrededor de mi casa y no me explico el por qué- dijo Lisa sorprendiéndole por detrás mientras Doroty miraba por la ventana.

-¡Uy! Hola Lisa,  sí mira, lo que pasa es que estoy vigilando a ese elfo tuyo, ¿Moogly verdad? Sí pues te digo sinceramente que a mí me parece que no es trigo limpio, se está haciendo muy rápido con la casa,  ¡hasta tiene un lugar para él solo! Yo creo que no es conveniente que siga aquí, si tu abuela estuviese viva no lo permitiría y te recuerdo que si te sientes sola, nos tienes a nosotros que estaríamos encantados de que vinieses a vivir con nosotros. Además podríamos llevar juntas el negocio de las galletas sin necesidad de ese, ese... elfo, que me da muy mala espina porque el otro día creo que le vi intentándote coger algo en la cocina y no creo que sea conveniente para tu negocio, ahora que te va tan bien, porque ¿te va bien no? Lo digo por la cantidad de lechuzas que te vienen al cabo del día, ayer sin más pasaron por aquí más de 20 lechuzas mensajeras, lo cual supongo que serían  para hacer un pedido porque no creo que tengas tantos...

-¡Se quiere callar de una vez, chismosa! –Lisa había perdido la paciencia. –Lo primero de todo, es que Moogly me ayuda con el negocio de las galletas...

-¿Qué él qué? ¡Dios santo, estás loca! Pero..

Lisa le tapó la boca con la mano para poder proseguir.

-Yo hablo pero usted me supera. –Puso cara de impaciencia. –Entienda bien esto, Moogly me ayuda con el negocio, si no fuera por él, no me iría tan bien, además es posible que abramos un establecimiento en la zona comercial. –La cara de Doroty se estaba poniendo blanca. -¡Yo y solo yo, he acondicionado el trastero para que él tenga un lugar para vivir! Trabaja para mí y aunque se negó durante varias semanas, lo he liberado y le he puesto paga. ¡¡¡Y como no quieres que ande en la cocina si él me ayuda a preparar las galletas!!! Solo se lo diré una vez, váyase de mi casa y como le vuelva a ver fisgoneando aunque sea un poquito, le juro que se va a tener que cambiar de barrio porque me encargaré de hacerle la vida imposible ¿entendido? –Lisa había puesto la misma cara que puso con el cuadro de Slytherin.

Doroty estaba temblando de arriba a bajo y por lo que pudo apreciar Lisa, no la molestaría nunca más, por suerte para ella.

Muchas veces Lisa visitaba la tumba de su abuela para contarle como iban las cosas y decirle lo mucho que la echaba de menos. Estaba frente la lápida, le gustaba la inscripción.

Berta Norris

Madre, Padre y abuela a la vez.

Nunca podré agradecerte todo lo

que hiciste por mí.

-Hola abuela, este año es el último en Hogwarts, tenemos que dejar sito a otros adultos y no hay profesorado suficiente, y como esto de los adultos es temporal.... Pero bueno, espero que te rieras con todo lo que te he contado de Hogwarts, ya he terminado los deberes "extra" que me mandaron, la verdad es que han sido muy pesados.

Por cierto tengo una sorpresa para ti ¡voy a abrir un establecimiento en la zona comercial! Es estupendo ¿verdad? Sé que te hubiera encantado haber estado aquí para verlo pero yo sé que allá donde estés también podrás verlo.

Bueno he de irme tengo que preparar todo para marcharme a Hogwarts, cuando vuelva te contaré cómo ha terminado esta guerra.

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Cuando Lisa llegó al andén 9 y 3/4, buscó a sus amigos entre la gente, cogieron un sitio para ellos solos y empezaron a charlar animadamente sobre las bromas de ese año y todo lo que iban hacer. Sam y Jon tenían muchas ideas y no paraban de contar que si con esto podemos conseguir que alguien crea que le persigue un dragón, que con esto otro la persona diga lo que piensa sin poder remediarlo...

Sandra contó que no había descubierto aun cómo Angy no fue al colegio a su edad.

-¿Todavía sigues con eso?-dijo Lisa

-Sí, su padre es una persona muy influyente y no creo que se quedara de brazos cruzados si su hijita no recibiera la carta ¿no crees?. Aunque sea hubiera preguntado por qué no se la enviaban... no sé ¡algo! -dijo Sandra como buscando una respuesta.

Llegaron al colegio y esperaron con ilusión el comienzo de la ceremonia del sombrero seleccionador. Ese año habían entrado seis adultos, dos en cada casa excepto en Gryffindor. El año  pasado  cuatro fueron a Gryffindor, uno a Slytherin y uno más a Ravenclaw.

Los que entraban en Slytherin se llamaban Bregor e Isaac, los elegidos para Ravenclaw eran Marien y Simón y los de Hufflepuff Timy y Carla.

Acto seguido comenzó el discurso de Dumbledore, después de darles la bienvenida a todos, les comunicó las normas.

-Aunque ya sabéis que al bosque no se puede ir, este año más que nunca, está terminantemente prohibido acercarse (esto lo dijo mirando directamente a Harry) Es muy peligroso ir al bosque y no quiero que ninguno ose siquiera pensarlo.

Bien hay una nueva norma, el año pasado hubo un nuevo acontecimiento, la entrada de alumnos adultos. Eso hizo que sucedieran cosas que afectaron tanto a los alumnos como a  los profesores (todos dirigían su mirada donde estaba Snape) Por ese motivo me veo en la obligación de prohibir cualquier tipo de broma o inocentada en este colegio (la cara de Sam y Jon era de autentica decepción) ya que se comienza con una broma y se acaba poniendo la vida de alguien en peligro.

Cualquier alumno que infrinja estas normas será expulsado.

Y dicho esto ¡a comer!

Las semanas se sucedían con normalidad. Aunque esta se vio truncada por los alumnos de la casa de Slytherin. Eran astutos y se las ingeniaban para culpar a otras casas por las inocentadas que ellos mismos preparaban.

Un día, Simón pasaba por delante de los lavabos, cuando Isaac le llamó pidiéndole ayuda.

-¿Qué sucede?-preguntó Simón.

-No lo sé, vine a lavarme las manos y esto saltó por los aires, ningún hechizo funciona. No sé que intentar..., esto se está inundando...

-¿Qué quieres que haga yo? Si ningún hechizo funciona.....

-Quédate aquí mientras voy a buscar ayuda.

Simón quiso detener el agua pero solo conseguía el efecto contrario.

-¡Señor Williams que se supone que está haciendo! -gritó McGonagall- ¡Se cree muy gracioso! ¿no?

-...no profesora, es que intentaba...

-¿¡Inundar el colegio!?-

-... no, no, es que Isaac estaba aquí....

-Y quiso gastarle una broma, pero te ha pillado, ¿no es cierto? Creo el profesor Dumbledore fue muy claro en esto, lo dijo en la cena, ¿estaba usted escuchando?

Paro la inundación con un movimiento de varita y añadió.

-Y ahora se quedará limpiando sin magia todo esto aunque pase aquí toda la noche.

Fuera de los lavabos estaba Isaac.

-Muchas gracias profesora McGonagall, no sabía a quién acudir y me olía que pudiera ser una broma de mal gusto.... yo....

-Está bien pero tenga mucho cuidado, no soy estúpida y su versión no me convence del todo, lo tendré vigilado.- Y se marchó.

Mientras McGonagall se alejaba, una mueca maliciosa y astuta apareció en rostro de Isaac ante la mirada atónita de Simón.