Shaman King

*2 en 1*

Capítulo 9: "Ya verán que todo se solucionará"

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Los días parecían tortugas.

Ya habían pasado tres mañanas desde que supieron que Hao estaba desapareciendo poco a poco; y parecía, que a la casa Asakura le hubieran puesto en modo de **MUTE**... Nadie hablaba más de lo necesario, y los únicos ruidos parecían salir del laboratorio, ahora, transitado por todos.

 Yoh, parecía estar más calmado que de costumbre, sin embargo, era una calma incómoda, angustiosa, como sí se obligara a no perder las esperanzas. Aunque él estaba seguro de que "Todo iría bien..."

 No obstante, en los momentos que ni siquiera podía sentir a Hao pensando se aterraba. ¿Y sí ya se había ido? ¿Y sí estaba tan débil que no podía seguir?... Luego, con voz de moribundo, su hermano mayor le reclamaba, alegando, que simplemente había dejado de pensar por un momento, pero que él no se iría tan pronto.

 Por una parte, eso alertó más Yoh.

-¿Hao?- Le preguntó mentalmente, cerrando los ojos, y acostándose en la pared de la cocina- ¿Y en dónde queda el "Pienso y luego existo"?

-... Pue.... hast...te.... la... ide...a..... de... que soy... au...autis...ta...- Y escuchando a su hermano, Yoh se volvía a poner nervioso.

-No me gusta oírte así...

-En... Entonce..... no... oig...gas....

 Yoh suspiró, sabiendo que su hermano era lo suficientemente orgulloso, como para pretender no haber captado el mensaje oculto.

 De repente, interrumpiendo la calma de la estancia, entró Horo Horo. El Ainu, muy distinto a su personalidad, parecía cansado, y bajo sus ojos, había unas pequeñas, y casi imperceptibles ojeras. Tampoco sonreía, ni todos se contagiaban de su ánimo... Que raramente, había desaparecido.

 El de cabello azul, se dejó caer al lado de Yoh, a pesar de que su cuerpo le imploraba dormir.

-¿Cómo va todo?- Le preguntó el Asakura menor, observándolo con detalle.

-Pues..., va bien.- Respondió muy pausadamente, casi, le recordó a Hao, sólo que el tono de voz del joven que tenía a su lado, carecía de ironía-. No te preocupes, es que no dormí bien ayer; Pero, todos estamos dando mucha energía para hacer la solución.

-Fausto aún no me la ha explicado. Dice que lo hará luego, cuando llegue el momento justo.

 Horo Horo giró su cabeza para encontrarse con la de Yoh. Pudo notar que se veía preocupado, aún así, con seguridad y decisión en sus pupilas. Tal vez, quería encontrar algo que le dijera que Hao estaba dentro de su amigo.

-Sí...- Hao le habló a Yoh por la mente- ... yo... sigo... aquí. "La hierba... mal..." ¡Bah!

-Él está débil..- Siguió Yoh- Pero, confío en ustedes, muchachos... ¡Sé que lo lograremos!

-Sí...- Los ojos de Horo parecían cerrarse solos- Tienes que tener energía... Cuando entres a la máquina quedarás agotado.

-¿Máquina?- Yoh no pudo resistir preguntar, y el Ainu se dio cuenta, de que había hablado de más.

-Sí...- Suspiró, convenciéndose de que no ganaba nada tratando de evitar a Asakura- A todos nos han puesto en ésa cosa, tú sabes, para obtener energía espiritual. ¡Bueno! Pero, como lo estamos haciendo bien, supongo que funcionará. –Recordó lo que había pasado en la última batalla contra Hao- Además, sí con Ren dio resultado y no teníamos máquina...

 Yoh sonrió de medio lado, mientras que trataba de callar a Hao, quien seguía derrochando las pocas energía pensando en como fue que lo había vencido.

-A Ren tampoco lo he visto muy bien- Le sorprendió Yoh con el comentario, haciendo que Horo Horo le mirara con el entrecejo fruncido.

-¿Y eso qué?

-¡Nada! Jijiji...

El silencio se apoderó de ambos seres.

-¿Qué... le... pa...sa... a... él?- Preguntó Hao en un susurro.

-Se ve que Ren y él se quieren...

-... Que... bakas... son... al no... decírselo....

 Yoh sonrió, sabiendo de sobra a lo que Hao se refería.

-¿Sabes?- Le dijo Horo Horo en un tono cansado-... Estaba pensando, que después de esto... Podría ir a buscar mi campo de plantas.

Yoh le observó suspicazmente, tratando de ver en su semblante el complemento a lo que su boca no expresaba, y se sorprendió al ver que era tristeza: Y una muy pronunciada.

-¿Te irás?- Se limitó a preguntar el menor Asakura.

-No lo sé...- Parecía que Horo Horo estaba hablando dormido-.. ¡Supongo!

-¿Deseas irte?

-No... Pero...

-¿Pero?

 Nuevo silencio. ¿Debía seguir?

La imagen de un chino muy apuesto y elegante apareció en la mente del peliazul. ¡¡Maldita sea!!  ¿Por qué no dejaba de pensar en él? ¿Por qué sentía miedo de seguirse perdiendo en su mirada? ¡¿Por qué no simplemente le olvidaba?!

-Sólo quiero...- Siguió haciendo el ademán de querer levantarse-... sembrar plantas.

 Yoh casi sonríe.

Con movimientos muy lentos, y bastante raros en el atolondrado Ainu, se levantó del suelo, y se encaminó a la puerta.

-Iré a dormir un rato... ¡Como es el turno de Chocolove y Lyserg! Nos vemos...

Una vez que Horo Horo se hubo ido, Hoa no perdió tiempo de hablarle a su hermano.

-Que... bakas son...- Le dijo en la mente- Sí.... se qui...eren.... y no... lo... expre...san....

-¡Oh! ¡Que extraño! Se me parece a ti- Le ironizó Yoh de igual manera- ¿Viste lo que dijo Horo Horo? ¡Lyserg también está participando en hacer la máquina!

Yoh se alegró, de sentir un minúsculo sentimiento que no era de él.

-¿Y eso... qué?- Siguió el mayor Asakura- Lo hace... para que... no le...miren... feo....

-¡Vamos! Sabes que si Lyserg no quisiera hacerlo, simplemente no lo haría.

-Aún... así....

-Yoh, Hao...- Interrumpió la voz de Manta, quien se asomaba tímidamente en el marco de la puerta.- Ya es hora de que vengan, hemos terminado.

 El cuerpo del menor Asakura se levantó con ánimo, e Yoh pudo notar algo de esperanza en el corazón de su hermano.

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Al llegar al laboratorio, Yoh no se sorprendió al darse cuenta de que todos estaban ahí, excepto Horo Horo, y Ryu, y él supuso que estaban durmiendo. Aunque, luego de un momento, Ryu venía con un semblante de emoción, arrastrando a un dormido chico del norte.

-Bien,  ya está listo...- Le dijo Fausto con seriedad- Hicimos todo lo que estaba en nuestras manos, y ahora sólo falta usted, Don Yoh.

-¿De qué trata, Fausto?- Preguntó Anna imperativa, mientras que Pilika y Tamao miraban todo con curiosidad.

-Hicimos, gracias a un cabello con ADN Asakura, y nuestros poderes espirituales, un ser casi exacto a Don Yoh. Queremos decir, que pasaremos la mente, y mitad de tu alma, al otro cuerpo.

-Me parece bien...- Le respondió Yoh observando a Fausto. El joven Asakura no tardó en darse cuenta, de que sus amigos parecían cansados, pero ninguno parecía tan cansado como el mismo Fausto. Ya se lo había imaginado todo: Él había trabajado en la máquina día y noche, y además, entregado algo de sus poderes espiritistas.

 Por un momento, Yoh sintió una punzada de culpa, ya que a él le habían dicho: «Tú ni te muevas; Guarda energía para Hao...» Aún así, creía que podía haber ayudado.

-Espero que Hao esté de acuerdo.- Expresó el doctor.

-¡Lo está!- Yoh sonrió sintiendo a su hermano, el cual casi y no hablaba.

-Excelente...- Susurró el rubio.- Ahora, usted también tiene un papel en esto, Señor Yoh. También se gastarán gran parte de su energía, espero, que eso no le haga bajar sus ánimos.

-¡Para nada!- Siguió sonriendo.

 Los chicos se miraron entre ellos, con la misma expresión que Yoh.

-¡Éste es el resultado de nuestros días de trabajo!- Exclamó Fausto alzando los brazos de forma algo maniática, y haciendo que Manta quitara una sábana blanca que estaba sobre un graaaaan tuvo de vidrio, justo al frente de las chicas.

... Lo que provocó que ellas gritaran.

 La primera en gritar, y llevarse las manos a la cara, fue la Señorita Tamao, la cual, salió corriendo afuera, con un semblante sonrojado de vergüenza. Pilika, simplemente gritó sorprendida y dio media vuelta. A Anna, por el contrario, se le abrieron los ojos como platos, y quedó muy sorprendida, luego, a paso muy lento, giró sobre sus talones aún con los globos oculares muchísimo más expresivos que de costumbre, y salió por la puerta.

-¡No vuelvan a hacer eso!- Les reclamó la rubia antes de salir.

-No sabía que les iba a incomodar tanto, que el cuerpo que Hao ocupara (Que es idéntico al de Don Yoh) estuviera desnudo.

 Fue turno de Yoh de sonrojarse salvajemente, mientras que observaba el cuerpo que ocuparía su hermano, y luego de unos segundo se dio cuenta, de que parecía un espejo.

-Ése será tu cuerpo, Hao.. ¡Es igual al otro que tenías!- Le empezó a explicar Yoh mentalmente, ya que no estaba seguro, que su hermano pudiera ver- Sólo, que éste tiene el cabello corto, como el mío...

-Por... mi... está....... bi...bien......- Y Hao estaba consiente, de que a penas y le pudo responder.

-Ahora, joven Yoh, le voy a agradecer que se desvista, y empecemos con esto.

 Por un segundo, Yoh volvió a sonrojarse.

-Sí...- Apenas logró decir.

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Y ahí estaba, con su cuerpo totalmente desnudo, al frente de otro tuvo de cristal, como en el que estaba el cuerpo que pronto ocuparía Hao.

 Tenía la sensación de que se encontraría frío, y sabía que no se equivocaba.

 Antes de entrar, con algo de pudor, se giró hasta el grupo, y les observó con un semblante agradecido.

-Muchísimas gracias por lo que han hecho por nosotros, amigos...

 Las miradas de todos, delataban cansancio, pero también alegría. No sabían porque, pero tenía la impresión de que sí el experimento resultaba, no iba a ser tan malo.

Y así, con más esperanzas y ganas de salvarle que al principio, todos le sonrieron... Aunque algunos, más tristemente que otros.

A continuación, el menor Asakura, se dejó caer, en el tuvo de vidrio, que estaba paralelo al otro, y conectados pon la parte de arriba, por una especie de máquina, quien a su vez, se conectaba con una máquina operadora, en donde Fausto VIII estaba.

-Bueno...- Dijo solemne el doctor- Iniciamos el cambio de mentes, y mitad del alma... ¡¡AHORA!!

 Dicho esto, apretó un botón de un color verde metálico, que se encontraba en la máquina operadora.

Todos parecían inquietos por la distintas reacciones que Yoh podría sufrir. Aunque ellos sabía que el menor estaba a salvo de cualquier cosa que pasara... No podía decir lo mismo sobre Hao.

 Sin perder tiempo, Yoh dejó de escuchar lo que pasaba a su alrededor, y empezó a adormilar. Cerró los ojos despacio, llevándose consigo el retrato mental de todos.

-Yoh...- Le susurró Hao mentalmente.

-No te preocupes, Hao...- Le respondió con tranquilidad, aunque sabía que existía la posibilidad de no volver a escuchar su voz nunca más-... ¡Ya verás que todo se solucionará!

 A continuación, Yoh Asakura cayó en un profundo sueño.

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Fin del Capítulo 9.

Notas:

¡¡¡¡¡Bueno!!!!!! ^_______^  Capítulo nueve!!!! Qué tal? ¿Cómo quedó? Bueno, no hablo de narración, ya que eso es clase aparte ¬¬,... ^^ Sino con la historia! XDD Qué opinan?

 Bueno, sé que no soy muy original, con lo del ADN y todo eso! =P Pero, fue lo único que se me ocurrió para hacer el clon de Yoh ^^UUUU.

 Bueh! Como podrán ver, sólo falta un capítulo para que esto se acabe. o.óU Sép! El final...

 ^^ Aún así, espero que lo disfruten, y que les guste (Sobre todo éste capítulo, que por alguna razón, me tiene emocionada)

 Millones de gracias a los R/Rs, e e-mails que me han enviado.. T___T Soy taaaaaan feliz! =P

¡¡GRACIAS!!

Mi e-amil, siempre a ustedes -- zelshamada@hotmail.com

¡Gracias por leer!

¡No se pierdan!

                                                                                                 Zelshamada