^^
Primero k nada, los personajes no me pertenecen, pertenecen a Rowling (…mujer, solo dame a drakito y hazme feliz n_n)…., a la Warner, y compañias asociadas, obvio….
Yo solo mezclo las circunstancias y hechos según me da la gana, como alguna vez dije…
Primero k nada……….. gracias al UNICO review k recibí por el primer capitulo … jiji, estoi un poko triste por haber recibido tan poco apoyo, pero , vale, lo voi a intentar otra vez y voi a publicar el segundo capi…^^…
Solo deseo reviews… solo lean y mandan reviews:
"El hecho más simple, es el que más alegra a una persona"
Una sonrisa es simple. Un review, también. ^-^
Bueno, aki los dejo con el capi dos.
Disfruten!!!
Capítulo 2: Pastillas para quitar los granos, ¿y qué para quitar el sabor?
Todo bien – dijo Lily, al bajar de las escaleras. Sus padres se hallaban sentados, preocupados, en el sofá de abajo – Menos mal. – dijo la madre. ¿No vendrá? – dijo el padre – No – dijo Lily, un tanto cabizbaja –. Pero… hemos… llegado a un acuerdo. Me alegro. – dijo la madre Pero… papá… ¿Y Ziu? – dijo Lily, tratando de cambiar de tema – - Hijita… me he encariñado tanto con ese perrito y… - Es hembra. Y es un excavador cuadrúpedo. No es perro, ni pertenece a la familia de los canes – dijo Lily con sabiduría. El Cuidado De Las Criaturas Mágicas le era especialmente fácil. - Vaya… ¡pero que sabihonda! – exclamó la madre con alegría – - Ja ja. Muy graciosa. ¿Dónde esta Ziu? - Bueno, bueno. – dijo el padre. Luego silbó y apareció un extraño ser de pelaje castaño. Sus ojos eran verdes y profundos, casi como los de Lily. Tenía orejas puntiagudas, peludas y suaves. Era pequeño pero se veía muy ágil. La mandíbula era muy parecida a la de un perro, pero algo en ese ser decía que él no lo era. Además, poseía bigotes como los de un gato. Y… por gustos de Lily, en el cuello llevaba una cinta roja (era hembra!) - Ziu… Ziu – dijo Lily, tomando en brazos al tierno animal.(N/A: Cabe destacar que los excavadores (como comúnmente son llamados) no son en nada peligrosos, y son tan manos como un perro, aunque no se dejan domesticar jamás.)
- ¿Qué te habrá hecho mi padre? – dijo Lily, mientras acariciaba a Ziu – - Solo le di de comer – dijo el padre, riendo – - Bueno… - dijo la madre, viendo el reloj – Será mejor que partamos a King Cross. ¡Petunia, Petunia!Se oyó un quejumbroso "¿Qué?", y el padre respondió en voz alta.
- Vamos a la estación, ¿nos acompañas? - ¡No, gracias! ¿Cuántas veces voy a tener que repetirlo?Los padres se miraron resignados, pero pronto volvieron a su estado alegre.
La familia se subió al chevrolet y partió, rumbo a la estación.
Lily vió por última vez su casa, la casa de sus vecinos (había una bruja en su barrio también, la señorita Arabella Figg), y las rosas que había plantado el año pasado Petunia, pues habían sido un regalo de un tal Vernon. Con un poco de nostalgia, pues éste verano tendría que ir a Polonia a dar un exámen, apretó la nariz pecosa contra el frío vidrio del asiento trasero y cerró los ojos, tratando de apartar una gruesa lágrima que mojó su mejilla.
- Y, bien, Lily… ¿hay algún chico en especial? – preguntó pícaramente la madre – - Oh… no – dijo Lily, nerviosa. Se enjuagó la lágrima, y repentinamente se acordó de James… pero, no. – Ya sabes, los brujos de hoy en día… - Y… ¿cómo van los estudios? – preguntó el papá – ¿estás segura que podrás con aquellos libros? - ¡Vamos! – dijo Lily – son solo un poco más gruesos que los anteriores… - Cuida bien a Ziu – le aconsejó el padre –… Y dale buena comida. Oh, no te preocupes. De eso se encargan los elfos – sonrió Lily, recordando las veces que, con su amiga Susan, se habían colado en la cocina, pidiendo comida a los elfos. - ¿Elfos? ¿Qué son? - Oh, nada, madre – dijo Lily –… - Y, Lily, recuerda ponerle mucho empeño a tus estudios. Es tu último año, y de eso dependerá tu futuro. A propósito – dijo el padre – ¿qué es lo que quieres hacer luego? - Oh…, en eso no he pensado aún. Quizá trabajar en el ministerio… o como auror, o quizá puedo…, no, el quidditch no es lo mío. Y…¿profesora? No… muchas obligaciones. Claro que…, quizá trabajar como fought no sería mala idea…, ¿y medimaga? Bueno, también puedo ser animaga… Claro que cualquier cosa que elija, sería bueno rendir ese exámen en Polonia…, ya saben el E.E.R.E.Como siempre, sus padres no entendieron absolutamente nada de lo que su hija decía. Pero no se preocuparon, después de todo, lo que su hija quisiera, era lo mejor para ella misma.
- Algún día les explicaré lo que son esas palabras – comentó risueña Lily, al ver la cara que habían puesto sus padres –. - Esperemos que sí. Pero…, dinos, ¿cómo se llamaba ese exámen? - Exámen Evaluativo de Rendimiento Escolar. Allí se sabe cuanto ha sido lo que has aprendido en todos tus años escolares, y si sacas una buena nota en ese exámen es algo muy provechoso de agregar en tu currículum, y te trae muchas ventajas. Además, es el último año que se va a practicar, y sería bueno no perder la oportunidad.Ese primero de septiembre la estación estaba llena. Llena de personas que corrían desesperadas de un lado para otro. Y… también, aunque nadie se percatara, llena de adolescentes y niños que corrían con carritos llenos de baúles, jaulas de lechuzas, tortugas, sapos, ratas, o cualquier otro animalillo extraño.
- Bien. Llegamos – dijo Lily, cuando estaban en frente de las estaciones 9 y 10.Sus padres la abrazaron y besaron emocionados.
- Saludos a Petunia – alcanzó a decir Lily antes de irse –Tomó su carrito con fuerza y lo empujó hasta la sólida pared que se encontraba en frente. Como solía, cerró sus ojos. Cuando los abrió, el bello e imponente expreso de Hogwarts se imponía ante sus asombrados ojos. El humo salía de su chimenea. Quizá al ser la última vez, halló al expreso más magnífico que cualquier otra vez.
- Bien. Aquí estamos. Un año más en Hogwarts. – murmuró Lily, contenta, para sí – - ¡Hola, Lily!La pelirroja se dio vuelta para saber de donde provenía aquel saludo. "Seguramente es Susan." Pero no, no era Susan. Era James Potter. Y…, había que ser sinceros, James había cambiado bastante desde la última vez que se habían vistos… ¿Se estaba poniendo ella loca o estaba encontrando atractivo a James Potter?
- Hola, James – dijo Lily con sarcasmo –. ¿Buscas molestarme? - No, no, para nada – dijo James –. De hecho… - se puso un poco nervioso – eh… bueno… aquí tienes éstas flores.Y, acto seguido, le entregó unos bellos claveles lilas.
- ¡Oh, que tierno! – dijo Lily, poniéndose un poco colorada – ¿A qué se deben, James? - Eh… bueno, mira en el interior de los claveles.Curiosa, Lily miró. Un polvo amarillo se esparció por su cara, y empezó a picarle.
- ¿Qué es esto? – replicó Lily, temiendo ser víctima de una de las tantas bromas de James – - ¡Clavel de los granos! – dijo James, riendo a carcajada limpia –. ¡Lily, te has llenado de granos!Acto seguido, los claveles explotaron, convirtiéndose en un tosco espejo. Era, seguramente, para que la víctima contemplara sus horribles granos. Lily ahogó un grito. Su piel estaba repleta de diminutos (pero notorios) granos de color rojo.
- ¡Estúpido Potter! – chilló Lily –Se escucharon risas por doquier.
- ¡Vamos, Evans, que te sucedió en la cara! – dijo Samuel Finnigan – - Sí…, Lily, ¿es acné o alergia? – preguntó interesado Daniel Thomas – - Debe ser alergia… una que la contraen solo los sangre sucia – dijo una voz que arrastraba las palabras. Sí, Lucius Malfoy – - Otra vez tú – murmuró con desprecio Lily –. Vete ya, desgraciado. - ¿Irme, Evans? ¡La función acaba de comenzar! ¿No lo crees, Severus?Un chico blanco y de pelo oscuro grasiento asintió. Claro, con un poco de dificultad. Lily Evans era tan bella…
- Sí… Lucius, supongo que sí. - ¿Supones, Severus? ¡Pero si ésta Evans parece mono con la cara llena de granos!Risas varias por parte de Slytherins.
- Me das asco – repitió Lucius. –. Asquerosa sangre sucia… - Oye, espérate un momento – dijo James, un poco enfadado – ¿eres tan poco caballero? ¡Ven y defiéndete! - Oh…, ¿pero qué tenemos aquí? Potter… no nos habías dicho que estás saliendo con Evans. Lo lamento mucho por ti, no deberías haberte enamorado de una sangre sucia con la cara llena de granos. - ¡Estúpido! – dijo James. Él no había pensado que una pequeña broma se hubiera convertido en tanto sufrimiento para Lily. – -¡Defiéndete! - Idiota… no desperdiciaré ningún golpe en ti. ¿Dónde están tus amigos los estúpidos? Ya sabes… Black, Lupin y Pettigrew. ¿Escondidos por ahí? ¡Ya sabía yo que eran todos unos cobardes miserables!James no lo aguantó más, y le propinó una fuerte bofetada en el rostro a Lucius, que comenzó a sangrar copiosamente.
- Ya dije que no desperdiciaría ningún golpe en ti, Potter – dijo Lucius, y con un movimiento de la varita – Estaticus totalus!James cayó al suelo, sin poder moverse. Estaba totalmente estático.
- Adiós, sangre sucia – dijo Lucius, mirando a Lily –…Y… a ver como te va besando a una estatua.Lily cerró los puños con fuerza, pero no dijo nada. Rápidamente, se arrodilló al lado de James. Samuel y Daniel lo habían contemplado todo.
- ¿Está él bien? – preguntaron - No lo sé con certeza… - dijo Lily, negando con la cabeza – Pero… sí, creo que hay un contrahechizo para esto. - ¿Qué haríamos sin ti? – preguntó Sirius, que se había acercado – - Supongo que nada, Black. Ustedes los hombres no saben hacer nada bien – dijo ella, fría.Recordaba con claridad cuantas veces había sido víctima de las bromas de Potter y sus amigos, y eso no se le borraría con facilidad. ¿Acaso alguien olvidaría que medio colegio la había visto corriendo en ropa interior? Sí…, una de las tantas condenadas bromas.
- Movilus! – dijo Lily, con fuerza –Unos cuantos segundos después, James se recobró. Se restregó los ojos y se incorporó, un poco aturdido.
- ¿Dónde estoy? ¿Y Lucius? - Se fue. – dijo Lily, serena – Gracias… por defenderme. – dijo ésta, encendiéndose sus mejillas por un segundo –James también se puso un poco colorado. Se miraron por una fracción de segundo.
- Debo irme – dijo Lily, incorporándose rápidamente –. ¿Cuándo se van mis granos, Potter? – dijo ésta, volviendo a recobrar su frialdad al hablar con ellos – - Eh… supongo que en algunas horas más. - ¿Horas? – dijo Lily, decepcionada. – Me debes unas cuantas, Potter.Le lanzó una mirada asesina y se fue de allí.
- Bien, bien – dijo Peter, que, como siempre, era un tanto entrometido – ¿Estás comenzando a sentir algo por Lily, Cornamenta?James permaneció unos segundos callados.
- ¿De Evans? – dijo, de repente – ¡Jamás! ¿Quién creen que soy?Luego de soltar una risita nerviosa, se fue.
- Eh… chicos – dijo, a modo de excusa –… quiero… quiero… preguntarle a McGonnagall como puedo quitarle los granos a Evans. Ya saben… ella me ayudó.Sirius, Remus, Daniel, Samuel y Peter le miraron con picardía.
- ¡Dejen de mirarme así! – dijo James antes de alejarse –Lily caminaba con paso seguro hacia el expreso, junto con su carrito. Mientras buscaba un vagón desocupado, por fin, se topó con Susan.
- ¡Lily, Lily, te he buscado como condenada! ¿Dónde te has metido?Lily sintió como sus mejillas se volvían a encender.
- Te cuento luego. ¿Nos sentamos? OK – dijo Susan –Se sentaron en el primer vagón desocupado que encontraron.
- Por fin me siento – dijo Lily, a la que ya le empezaban a doler los talones de tanto tiempo parada – - Y… - dijo Susan – ¿qué te pasó en la cara? - Oh…, maldito Potter. Ya sabes, una de sus bromas. Me regaló un clavel, y yo, como tonta, se lo acepté…Lily no pudo evitar volver a enrojecerse.
- Lily, Lily… ¿cupido ha hecho de las suyas contigo y con…? - No, no. – interrumpió Lily, nerviosa – Solo… solo pensé que James, al fin, sentaría cabeza y dejaría de hacer bromas. Solo eso. - Jeje, si tú lo dices – dijo Susan con picardía – Sigue con la historia. - OK. Ya sabes, el maldito polen se esparció por mi cara y me dejó llena de granos. Jame…este…Potter, quiero decir, me jugó otra de sus bromas. - Mmm… - masculló Susan, por todo comentario. Luego sonrió ampliando sus labios pícaramente – Y, Lily, si quieres llamarlo James y no Potter, por mi no hay problema. - Oh… este – comenzó Lily, nerviosa – - Este nada. Vamos, ya sabes que cuando cupido hace de las suyas… - ¡Espera un momento! – dijo Lily, aparentando estar enfadada – - ¿Quién ha dicho que me gusta Potter? – repitió – ¡Solo es un adolescente que no se conforma con hacerme la vida imposible, me la hace… llena de granos! – esto ultimo lo dijo con todo el enfado que le fuera posible – - ¿En serio es solo eso lo que opinas de mi? – dijo James, que había entrado al vagón para pedirle disculpas – - Eh… este… lo siento mucho, James… eh… digo, Potter. - Por mi no hay problema si quieres llamarme James, ¿Lily? - OK, puedes llamarme Lily. – dijo ella con un poco de desgano – Pero… una broma más, señor Potter, y no le vuelvo a dirigir la palabra. - ¿Ni siquiera la mirada? – preguntó James – - No. – dijo Lily, decidida – ¿Qué te trae por aquí? Espero que no sea una broma… - No, no lo es. Yo… venía…bueno, ya sabes… para… bueno… ¿Radcliffe? - ¿Sí? – preguntó Susan (N/A: No me pregunten si es que Susan tiene algo que ver con Daniel Radcliffe… ^^) - Quieres… quieres…eh… bueno… creo que… Sirius quiere decirte algo – se excusó James – - ¿Sí? – volvió a preguntar Susan – Vamos, James… no seas mentiroso. Si quieres hablar con Lily a solas, es cosa que me lo digas. De todos modos, igual quería ir a ver a Lavy Brown. Luego vuelvo, Lily. – le guiñó un ojo con picardía y se fue –Silencio. Lily ya comenzaba a ponerse incómoda. Bueno… James también.
- ¿Querías decirme algo? – dijo Lily, sintiendo como sus mejillas se enrojecían – - Eh…bueno…yo…este… - Al grano, James, al grano.- no pudo dejar de pensar cuán irónico sonaba eso. – No voy a comerte – dijo, muy incómoda, Lily – - E..está bien. Yo… - James comenzó a jugar con sus manos, para relajarse un poquito – quiero pedirte disculpas. Ya sabes… por lo de los granos. - Claro que sé porque es que me pides disculpas – dijo Lily, fría. "Lo siento, Potter, no puedo de un día para otro ser simpática contigo", pensó. - Bueno…la señorita McGonnagall me dio algo para que los granos se te fueran antes. No… no quieres comenzar tu último año así, ¿no? – dijo, a modo de broma, para romper con el hielo – - Créeme que no. ¿Es una pomada? - No. Son pastillas. Con una bastará. Claro que… no te garantizo que sepan bien. - No me interesa como sepan. Solo dámelas.James se sentó junto a ella y le entregó una pequeña bolsita de color verde oscuro y de seda.
- ¿Y la bolsa? Está elegante – dijo Lily – - Bueno… tómalo como un regalo mío. - ¿Regalo? Seguro te lo dio McGonnagall. - Bueno, bueno, Lily, no tienes que ser así conmigo. Me estoy disculpando, ¿OK? - OK. ¿Por qué tantas pastillas? - Bueno…, solo tienes que tomar una, pero… es en caso de que vuelvas a necesitarlas. - ¿Perdón? – dijo, tosiendo, Lily – ¿Eso significa que puedo volver a caer en tus bromas? Mira, Potter, ya hablamos y… No, no – interrumpió James –. No pienso volver a hacerte una broma. Es solo si las volvieras a necesitar alguna vez. Y… son un regalo.Lily rió.
- ¿Son éstos los regalos que acostumbras dar, Potter? - Tsk, tsk. James, no Potter. - OK. ¿Son estos los regalos que acostumbras dar, James? - Bueno, la verdad no. Solo que no sé qué mas darte. - Vaya, eres todo un caso, James.Lily tomó una pastilla, con cuidado, con las manos.
- ¿Tengo que chuparla? – preguntó ésta – - Sí. Recuerda, no garantizo el buen sabor. - Sí, sí, y yo no garantizo una cachetada. Era broma, era broma – dijo ella rápidamente, al ver la cara que James ponía –Lily introdujo la pastilla en su boca.
- ¡Yak! ¡Te voy a matar, Potter! ¡Esto sabe a porquería! - Ups. Lo siento mucho, Lily. - ¡Peor! ¡Sabe a moco de troll!Con dificultad, Lily se tragó la pastilla.
- Simplemente asqueroso. - Pero… los granos se te van yendo. - ¿En serio? – dijo Lily – ¡No te creo!La frase sonó a sarcasmo puro, pero James no se dio cuenta.
- También vine para otra cosa, Lily… - ¿Sí? ¿Qué? - Bueno… gracias por devolverme la movilidad. No me hubiera gustado ser estatua. - Bueno… tenía que hacer algo. Tus estúpidos amiguitos no hubieran sabido que hacer. - Cuidadito con mis amigos. Pero… gracias. - De nada. - Bueno, entonces me voy. Nos vemos luego. - Espera un momento. - ¿Sí? - ¿Por qué me defendiste, James? – dijo Lily, clavando sus verdes ojos en los nerviosos castaños de James – - Eh… bueno… yo… porque… porque eres una mujer. Y los hombres defienden a las mujeres, ¿no? - Supongo… claro que dudo mucho que seas de esa clase de hombres caballerosos… (N/A: Tiene que ser así de fría, ¿no?) Pero, ¿sabes? Tendrás que hacer algo para quitarme éste sabor de la boca. Es horrible. No hay pastilla con peor sabor que esa. - ¿Qué quieres que haga? No conozco tantos hechizos como tú… - Bueno, no lo sé. Pero yo te salvé. Me debes una. - Espera. Yo también te defendí. - Sí, pero aún me debes una. ¿Crees que las disculpas pagarán tus bromas? Además… no quiero este sabor en la boca y…Pero James la interrumpió. Suavemente, acercó sus labios a los de Lily. Lily, simplemente, no pudo oponer resistencia. Comenzaron a besarse, primero suave y levemente. James le acarició tiernamente la cara a Lily. Luego el beso se volvió un poco más largo y romántico.. James tomó a Lily por la cintura, y Lily comenzó a revolotear con sus manos en el pelo (siempre desordenado) de James. James pidió permiso para entrar en la boca de Lily… pero ésta se negó. Y se separó rápidamente de James.
- Po…Potter, ¿qué significa eso?Entonces James volvió a la realidad.
- ¿Quieres darme una explicación? ¿Por qué el beso, eh? ¿Otra broma? – Lily se temió lo peor. Después de todo, realmente ella había sentido algo al besar a James pero… ¿y si todo era una broma?James permaneció en silencio. Se tocó suavemente los labios con las yemas de los dedos.
- ¿Vas a responderme? – preguntó Lily – - Querías que te quitaran el sabor, ¿no? – comentó James, parándose rápidamente de allí. – Nos vemos en Hogwarts… Lily.Silencio.
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Ojala les haya gustado el segundo capi …..
Muchas gracias a la linda personita k me mando reviews!!
Mil Beshitos
Xeidiz
