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Primero k nada, los personajes no me pertenecen, pertenecen a Rowling =( , a la Warner y a compañias asociadas, chi??
Hace mucho que estaba pensando en hacer un fic Herm/Draco, pero no sabia como empezarlo, ni con que trama enlazarlo… ¿?
Keria k el primer capi no tuviera a un drakito demasiado frio ( pk nos haces sufrir asi mi dragonchito ….. T_T ¿¿) , pero tampoko demasiado romantico ni terno, pk se veria mui irreal ( vamos, como lo plantea Jo, draco no es mas k un mortifago en proceso ).
Asi k me estuve cabeceando un wen rato de komo podria ser el primer capi…, y …. Eh ….., despues d mucho pensar y pensar ( y babear frente a mis imaginaciones d draco ^^), resulto esto.
En verdad espero k les guste, k lo disfruten … pk lo hice con muuuuuuuuxo cariño.
Le dedico este fic a mi Dios Sirius. Vela por nosotros, ahora y en la hora de nuestra unión contigo en el cielo.
No creo.
Capítulo 1: ¿Coincidencias?
Hermione, una chica de contextura delgada, pelo castaño y esponjoso (con mucho volumen), y una bata color azul marino, entró con mucho sigilo a la oscura y vacía aula, sujetando con fuerza su varita con la mano derecha.
Su corazón palpitaba fuertemente. ¿Qué haría si la descubrían? Le quitarían su título de prefecta, seguramente. Deambular por los pasillos de Hogwarts a mitad de noche era algo bastante sospechoso, aunque Hermione se tranquilizaba a si misma diciéndose que había venido a aquella aula y a éstas horas para practicar un conjuro bastante complicado que no le había resultado en clases.
Y era verdad. Después de todo, Herm no tenía otras intenciones que le de practicar ese conjuro, ya que había oído que entraría en el T.I.M.O, y ella, por alguna misteriosa razón, no había podido hacerlo aún.
"Me pregunto qué tiene de diferente éste hechizo" se reprendió mentalmente, mientras cerraba la puerta del aula con mucho cuidado. "Ron y Harry no tuvieron ningún problema en hacerlo…"
De pronto su corazón dio un vuelco, y su respiración se agitó.
Se oía el respiro de alguien. Alguien estaba en esa aula, ella no estaba sola. Pero, ¿quién demonios sería ese "alguien"?
Hermione se desesperó, sus ojos aún no se habían acostumbrado a la oscuridad y no podía observar con claridad quién era ese alguien. En su alocada imaginación, por un momento pensó en que El Innombrable había traspasado las barreras de seguridad de Hogwarts, y burlado a Dumbledore. Y que Él y sus mortífagos se hallaban en esa aula vacía, donde ella había entrado a interrumpir.
Cerró los ojos por unos segundos.
Nunca debió haber entrado a esa aula. Nunca. Una de las pocas veces que infringía una regla, y ahí estaba su merecido.
Pero Herm no pudo seguir retándose a sí misma, por que ese alguien había comenzado a sollozar.
Era un sollozo lento, ahogado, casi como si la persona que estuviera llorando tuviera miedo de llorar. Casi como si su orgullo, soberbia o vanidad se lo impidieran.
Hermione abrió los ojos con fuerza. Sus ojos ya estaban acostumbrados a la oscuridad, y pudo ver a ese alguien que lloraba.
Era un estudiante de Hogwarts, un adolescente de más o menos su misma edad. Estaba sentado en el piso, con su espalda apoyada a la pared, y con las rodillas en el pecho, su cabeza escondida. Herm no podía ver nada de su rostro, solo pudo distinguir que el chico estaba con un pantalón negro de pijama, y con el torso desnudo. Lloraba amargamente, con el llanto más triste y a la vez tierno que se haya oído (N/A: cómo me gustaría ir a consolarlo.. sniff T_T).
Hermione, al mismo tiempo que se sentía aliviada, quedó totalmente estupefacta. ¿Un alumno que lloraba solo en un aula a mitad de noche?
Al parecer el chico no se había percatado de la presencia de ella, y Herm tampoco se lo hizo saber. Se quedó inmóvil, oyendo el llanto que cada vez se hacía más fuerte y triste. Pareciera que el chico había reprimido lágrimas y llanto desde hacia muchos años, y que por fin se desahogaba. Herm no pudo dejar de temblar, ese llanto le atravesaba el alma.
Por unos segundos simplemente atinó a quedarse ahí, varita en mano, aún con una mano en el cerrojo de la puerta, oyendo los llantos del pobre chico. Pero pronto se arrepintió.
"Hermione, lo que estás haciendo está mal. Esto es violación de privacidad, deberías irte ahora mismo de aquí y dejar al pobre chico desahogarse solo. A ti no te gustaría que te vieran llorando, y menos llorando de la forma en la que éste pobre lo está haciendo", se dijo.
Por un momento pensó en girar la manilla de la puerta y salir de allí, sin hacer ruido. El chico nunca sabría que alguien había presenciado su llanto, y ella tampoco nunca sabría quién era el que lloraba.
Pero, como muchas veces pensamos algo y actuamos de forma totalmente diferente, Hermione no salió del aula. En vez de eso, se acercó unos cuantos pasos al muchacho, y, con una dificultad increíble, preguntó:
- ¿Quién eres?El chico se sobresaltó enormemente. Sacó su cabeza escondida entre su cuerpo y, al mirar a Hermione, se sorprendió aún más. Su rostro se vió aún más pálido por la luz de la luna, que entraba muy sutilmente por la pequeñísima ventana.
Era Draco Malfoy.
Hermione tuvo que reprimir un grito. ¿Draco Malfoy? ¿Draco Malfoy en un aula vacía a éstas horas? Y, lo que era menos creíble: ¿Draco Malfoy llorando?
- No creí que en mi vida te vería llorar, Malfoy – no pudo reprimir decir Hermione. ¿Qué sería lo que le hizo llorar de tal forma? – - Pues te equivocaste, Granger.Con que su frialdad no había desaparecido.
- No deberías vagar a éstas horas por las aulas del colegio, Malfoy. Es muy peligroso.Draco soltó una risita irónica.
- ¿Peligroso? Humm… yo hago lo que se me dé la regalada gana, Granger. - Pues no deberías – le dijo con ojos peligrosos Herm –. No sé si recuerdas que soy prefecta, y como tal tengo derecho a castigarte por vagabundear por el colegio – y miró su reloj – a las tres de la mañana.Draco soltó otra risita sarcástica.
- Mira como te temo, Granger – sonrió, abriendo de par en par sus plateados ojos –. Y, por si acaso solamente, yo también soy prefecto. ¿Qué haces tú aquí, y a éstas horas?Hermione calló. Golpe bajo. Los dos habían infringido las reglas.
- Tú cierras esa boca, y yo cerraré la mía. – en el rostro del rubio se dibujó una sonrisa mientras replicaba esas palabras. - ¿Me entendiste, sangre sucia?Hermione lo miró con mirada peligrosa de nuevo.
- Mira, hijito de mami… - comenzó a replicar, en su defensa –Pero Draco no le permitió continuar, pues se paró bruscamente y la miró con unos ojos aún más fríos que el hielo. Hermione sintió un escalofrío en su espalda, ese chico sí que miraba rudo.
Tampoco pudo abstenerse de observar ese tan perfecto torso, los pectorales tan trabajados, la piel tan suave, tan tersa…. "Oh, demonios, Hermione, ¿en qué tontera estás pensando? ¡Es Malfoy!" pensó.
Draco comenzó a hablar de nuevo, trayéndola a la vida real.
- No… te… metas… con… mi… madre… - la voz le sonó temblorosa, su labio tembló también por unos instantes, y una lágrima se le escapó del rostro –…, en especial ahora que está muerta, Granger.Herm se quedó en blanco. Había tocado justamente la llaga donde no se debía tocar a Draco Malfoy. ¿Narcissa muerta? Eso era todo un acontecimiento…
Por unos instantes miró al chico. Ya no le parecía tan malo, tan frío, tan duro de corazón. Había perdido a su madre. Ahora sus lindísimos (N/A: no pude evitar ese comentario ^^) ojos grises no despedían odio, sino ayuda. Ya no despedían ironía, sino sinceridad. La luz de la luna lo hacía verse aún más pálido, y su cuerpo contrastaba bellamente con su pijama de seda negro.
- Per…perdóname – susurró Hermione, clavando tiernamente sus castaños ojos en los grises de Draco –Draco sintió un escalofrío recorrer su espalda. Por unos minutos vió los ojos de Hermione, y los vió tan lindos, tan tiernos, tan sinceros, que quiso estar por siempre ahí mirándola. "¡Por Dios, Draco, ¿en qué estás pensando, es una sangre sucia?"
Que irónico era el mundo. Que nadie había sabido demostrarle su amor a Draco, nadie nunca lo había mirado con tal ternura, nadie nunca le había pedido perdón tan francamente.
Pero una sangre sucia acababa de hacerlo. "Draco, deja de llamarla sangre sucia" se reprendió por un momento. "No hay ninguna diferencia entre tú y ella".
La miró por otros instantes. Su voz sonaba demasiado sincera. Demasiado tierna.
"Pero, Draco, es una sangre sucia. Deja ya de mirarla como si fuera …, como si tú estuvieras…"
Pero no pudo seguir con su batalla interior, porque los pasos de Filch se aproximaban peligrosamente al aula vacía.
Draco reaccionó más rápido, y, sin advertirle a Hermione, la tomó de la mano con fuerza y la llevó hasta detrás de unos estantes, desde donde simplemente no podían ser vistos.
La atrajo más donde él, para que nadie pudiera verlos.
Hermione tardó unos segundos más en entender por que estaban detrás de los estantes así de apretujados. Por unos momentos se ruborizó. "Hermione, estás a menos de cinco centímetros de Draco…, por Dios." Pero luego se dio cuenta de que era Filch el que abriría en unos segundos más la puerta. "Oh, Dios … , pueden quitarme mi prefectura, ¡Dios!"
Sentía el tibio aliento de Draco, muy cerca de sus labios. Sus dedos apretándola con fuerza, pero sin hacerle daño. Sus ojos grises mirándola, ahí tan cerca. "Dios, Hermione, estás delirando. Deja de mirarlo o vas a caer a sus pies, como muchas otras tontas. Hermione, esto simplemente no puede estar sucediendo… es Malfoy, el que te odia, el que te llama sangre sucia..."
Filch abrió la puerta.
- Lumos! – dijo, en un tono que se notaba cansado –Draco y Herm dejaron de respirar. La señora Norris entró maullando al aula, y se acercó peligrosamente a los estantes.
Por unos momentos estuvo a escasos centímetros de descubrirlos, y comenzó a maullar más fuerte.
- ¿Encontraste algo, mi lindo bebé? – dijo Filch, con una sonrisa malévola en el rostro –Ahora Draco la atrajo aún más donde él. Casi podría tomarse como que estaban abrazados.
Hermione sentía palpitar el corazón de Draco cerca de sus senos, lo que le provocó una extraña sensación. "Déjalo, Hermione. Simplemente están escondidos por que no quieren perder su insignia de prefectos, Draco no te está abrazando, te está sujetando solamente…"
La señora Norris maulló con más fuerza aún.
Filch empezaba ya a acercarse a los estantes, pero, de pronto, la gata saltó a los brazos de Filch, frotando su cuerpecito contra el cuerpo del hombre.
- … Pero Norris, creí que habías encontrado algún estudiante entrometido. – y el hombre rió – Pero parece que solo quieres un poco de cariño de parte mía. Está bien, vamos a dormir.Y cerraron la puerta, dejándolos a oscuras de nuevo.
Draco sujetó a Herm un último momento, por si Filch volvía.
Al darse cuenta de que el celador se había marchado, Herm se desprendió poco a poco de Draco. Sus labios ya no sintieron su aliento, ni su cintura su mano fuertemente apretada.
Salieron de detrás de los estantes.
Por unos minutos, sin darse cuenta, Draco todavía sujetaba la mano de Herm. Pero en un segundo la soltó.
- Malfoy…, gracias por ayudarme a esconderme. - Si te encontraban, podrías delatarme. - Oye – le miró Herm ofendida –. No haría esa clase de cosas, créeme. - Pues me alegro – dijo Draco – - Granger, no te acostumbres a que sea simpático contigo – le dijo de repente Malfoy. –Hermione solo dio un bufido. "Tonta, ¿cómo pudiste pensar que Malfoy era diferente a como lo pinta? Es el mismo estúpido engreído de siempre."
- Tampoco te acostumbres a que te pida perdón, ¿me oyes? – le dijo, un poco dolida. – Buenas noches.Cerró la puerta, dejando a Draco solo.
El chico pensó un momento en lo que había pasado. De repente sintió que sus mejillas adquirían un rubor inesperado. "¿Por qué ella tuvo que escuchar como lloraba?" se dijo, casi sintiendo vergüenza de él mismo.
Y, sin más, abrió la puerta y se fue también.
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ola mis amores!!!
¿Qué les pareció? ¿Les gustó?
Espero en verdad k si………., y k me dejen algun review pekeñito, chi???
Me pondrian muuuuuuuui feliiiiiiiiiiiiiiiiiz n__n
Un beshito
Xeidiz
Miembro d la Honorable Orden Siriusana
(El volverá)
