Minific de Halloween
NOTA: Este minific pertenece a la actividad de Dulce, asignada en el grupo de Senku & Kohaku. El tema asignado fue Investigación Paranormal.
NOTA 2: Constará de unos 3-4 capítulos.
NOTA 3: Se lo voy a dedicar a mi abuelita, la cual murió hace 11 años, pero ella fue mi mamá, mi papá, mi abuela, mi todo. Esta trama está relacionada con el Día de los Muertos, también es un pequeño homenaje a un país que amo mucho: México (aunque soy venezolana y nunca he estado en México, pero bueno, a veces tenemos amores extraños jeje).
La Taberna de los Muertos
Capítulo 1: Desaparición paranormal.
En ese lugar inhóspito se escuchó un extraño sonido, un "ah" casi inaudible y se vio una especie de rayo azul, que nunca antes habían visto.
—¿Dra. Childe? —preguntó el hombre al notar que su compañera no se encontraba en las inmediaciones.
La buscaron por varias horas… pero nunca la encontraron.
…
Senku terminaba de revisar unos planos de la base lunar cuando su esposa se acercó a él con su pequeña niña de apenas seis meses en brazos, para contarle el último reporte que habían recibido sobre las investigaciones de Chelsea relacionadas con las golondrinas.
—¿En serio tenemos que ir a México a buscar a Chelsea? —cuestionó después de escuchar que no encontraban a Chelsea por ningún lugar—. Quizás perdió sus lentes y se desvió del camino. No creo que esté perdida. Ya aparecerá, además, es buena reconociendo el territorio.
—¡Ja! ¡Eres una escoria! Es nuestra amiga. ¡Iremos!
Senku suspiró.
—Pero Shinku es muy pequeña para hacer un viaje a esa zona donde Chelsea estaba, leona. Eso es prácticamente una selva, sabes que tendremos que dejarla en Tulum mientras nos adentramos —se quejó el científico, cediendo a su esposa.
—¡No me llames leona! —le reclamó—. Iremos. Ya hablé con Eun-ji y me dijo que le encanta la idea de ir a Tulum, así que ella se quedará con Shinku. Shinku y Lorelei se llevan bien. ¡Iremos a buscar a Chelsea y punto! —Senku se rascó el oído con fastidio. Definitivamente su esposa podía ser demasiado insistente en algunas ocasiones.
Irían a Tulum. No había discusión, pero él no desaprovecharía esa oportunidad para evaluar posibles recursos que pudieran utilizar de la región. Ya que, al tener elementos arqueológicos, podrían también evaluar qué recursos de diversa índole podrían estar presentes.
…
Llegaron a Tulum cuando se cumplieron las 72 horas de desaparición de Chelsea. Nadie había dado con su paradero y muchos estaban realmente preocupados por ella. Suika y Sai habían estado analizando algunas reseñas de la región hechas en las nuevas redes sociales y habían encontrado que Chelsea no era la única desaparecida, pero que su desaparición coincidía con el lugar en el que habían desaparecido otras cinco personas recientemente durante actividades turísticas. Todo esto había ocurrido en la zona aledaña al Templo del Dios del Viento, por lo que prepararían todo para el viaje.
Habían conseguido que los lugareños les entregaran un mapa, por lo que estaban más o menos preparados para moverse por el lugar. El grupo de exploración designado estaba conformado por: Chrome, Senku, Kohaku, Ukyo, Suika, Taiju, Ryusui, Gen, Francois, Magma y Nikki. Para Senku habría sido mejor obtener el apoyo de Tsukasa o Kinro, pero el primate más fuerte se encontraba atareado con su hijo de apenas tres meses de nacido y no había querido separarse de Minami y, en el caso de Kinro, este se había trasladado a la Isla de Tesoro para estar unos meses con su esposa, Kirisame.
"La vida de adultos y casados es demasiado problemática" —había pensado Senku sobre el grupo que había conseguido armar en ese momento para buscar a Chelsea—. "Pero, da igual, no debe ser gran cosa lo que ocurrió".
En Tulum, se quedarían Eun-ji, que se encargaría de manejar las comunicaciones y cuidar a los niños junto con Yuzuriha y Elise, Sai, que se encontraba intentando programar un radar optimizado para intentar localizar a Chelsea de otras formas, y Matsukaze y Kinro, estos últimos que se quedarían encargados de la protección del "grupo casa", para asegurarse de que los niños estuvieran bien resguardados, especialmente después de encontrar que había varias personas detrás del Whyman. También, por temas de evitar perder a Whyman¸ este quedaría bajo resguardo de Yuzuriha y Eun-ji en Tulum.
La salida hacia el Templo del Dios del Viento se dio temprano por la mañana, de forma que pudieran regresar para la tarde sin problemas, y continuar la búsqueda al día siguiente. Por lo que la planificación parecía ser bastante eficiente y tenían esperanzas de finalizar las búsquedas en poco tiempo.
Al llegar a las inmediaciones del templo, Suika empezó a evaluar el lugar, caminando y evaluando la zona. Ryusui indagó sobre las condiciones del ambiente porque decía que sentía "algo extraño en el viento". Chrome empezó a buscar materiales en las inmediaciones, por si encontraba alguna pieza que fuese sugestiva de Chelsea. Mientras que Gen analizaba detalladamente el lugar.
Los demás se sentaron, mientras Francois empezaba a servir unas bebidas refrescantes.
—¡Ah! —oyeron un grito con la voz de Nikki.
Seguidamente vieron un destello y todos se levantaron y acercaron a donde se encontraban Magma y Nikki previamente: ninguno de los dos estaba. Senku empezó a mirar hacia los lados, y de repente escuchó otro sonido extraño, un quejido, y nuevamente se vio otro destello, esta vez era Francois quien había desaparecido.
—¿Qué está pasando? —preguntó con preocupación Chrome, pero luego también su voz se calló y hubo otro destello.
Este ciclo se repitió una vez más, esta vez con un grito horrorizado de Taiju, quien sólo pudo decir: "¡SENKUU!" antes de desaparecer. Todos empezaron a ponerse nerviosos y Senku seguía buscando la procedencia del ataque. No había indicios de nada, no entendía lo que estaba pasando y su corazón empezó a acelerarse pensando en que, si desaparecían Kohaku y él, Shinku quedaría completamente sola en el mundo.
—Kohaku… ¡huye! —gritó, motivando a su esposa a salir de ahí cuanto antes. Ella intentó correr, pero, en ese momento, ante sus ojos, Kohaku cayó por una especie de grieta en el piso, la cual lanzó un destello después de llevársela.
Los que quedaban cayeron en cuenta de que debían correr en direcciones diferentes, pero en ese momento también fueron absorbidos. Lo último que Senku vio fue la grieta, sintió una sensación de vacío mientras caía, y no pudo evitar pensar en que tenía que salir de ese lugar lo antes posible: no pensaba abandonar a su hija a su suerte.
…
Reaccionó poco después al sentir cómo sus ojos percibían extraños rayos azules, violetas y verdes en el "cielo", pero no era un cielo conocido para él. Intentó parpadear, pero no pudo. Se levantó, sintiendo su cuerpo más liviano, y en ese momento empezó a investigar. Quiso chillar cuando vio un montón de esqueletos a su alrededor, y estos llevaban las ropas de sus amigos. ¿Estaban muertos?
—¿Qué mierda está pasando aquí? —preguntó al aire y luego vio un esqueleto vestido como Ryusui empezar a levantarse.
El esqueleto chilló al verlo y Senku sintió que muy bien habría podido arquear la ceja, si sintiera sus cejas, ante esa actitud, pero eso despertaba ciertas sospechas en él. Miró sus manos, encontrándose con sólo lo huesos y luego se volvió hacia el esqueleto vestido como Ryusui.
—¿Ryusui? —lo interrogó con fastidio.
—¿Senku? —La voz de Ryusui saliendo de ese esqueleto fue suficiente para darse cuenta de que, definitivamente, era su amigo.
—Sí. Aparentemente ahora somos esqueletos —confirmó la obvia información mientras llevaba una mano al oído para rascarlo, pero lo que percibió fue un extraño sonido de los huesos rozando. Ya no podía siquiera continuar con sus gestos.
Despertaron a los demás, que también se llevaron la misma impresión que ellos, y luego el científico empezó a observar todo el lugar. Parecía un terreno baldío, rocoso, son muchas montañas a su alrededor, pero en ninguna de estas había el más mínimo indicio de vida. No había plantas ni animales en las inmediaciones, y lo más cercano a ello era un esqueleto de armadillo con movimiento.
Senku volteó hacia todas las direcciones y finalmente dio con un lugar que parecía una edificación un tanto destartalada.
—¡Miren allá! —expresó señalando el lugar.
Todos voltearon en la dirección que Senku apuntaba y confirmaron la presencia de ese extraño lugar. Parecía una casa vieja, sin rejas y sin ningún tipo de estructura que justificara que siguiera en pie. Aunque, siendo razonable (lo que no era del todo posible dadas las condiciones en las que estaban), tampoco era ni un milímetro lógico que todos se hubieran convertido en esqueletos.
Caminaron rápidamente por el rocoso e irregular suelo, hasta que finalmente se acercaron al lugar y leyeron un cartel en la entrada que decía: "La Taberna de los Muertos".
—A Suika no le gusta esto —comentó la más pequeña del grupo.
—Ruri me matará por abandonarla embarazada —se quejó Chrome, que parecía al borde del llanto—. Aunque sinceramente no me puede matar, porque creo que ya estoy muerto.
—¡Ja! ¡Pero yo sí te voy a hacer pedazos! —le reclamó Kohaku.
—Senku-chan~, no sé por qué presiento que terminaremos haciendo algo loco~ —habló Gen, casi lloriqueando.
—Vamos a entrar para averiguar qué mierda está pasando. Seguramente estoy dormido o algo así —intentó justificarse el científico ante lo absurdo de todo lo que estaba pasando, y caminó hacia la entrada de la taberna.
Abrió la puerta sin pensar en plan alguno y entró con actitud rudimentaria.
Todos los presentes en el lugar se viraron hacia él y, en ese momento, notó que ellos no eran los únicos esqueletos… ¡había toda una horda de esqueletos mirándolo en ese momento!
—¡Senku! —Una voz conocida lo llamo. Y pudo ver un esqueleto con el cabello y la ropa como Chelsea, que estaba atada a una pare.
—¿Chelsea? ¿Eres tú? —cuestionó él, acercándose.
—¡Espera! ¡No!
Pero no se detuvo, y, en seguida, una especie de "guardias" se pararon frente a él. Eran unos esqueletos más grades que la mayoría de los presentes, salvo el esqueleto de Magma, que parecía ser más grande.
—Vaya, vaya… con que por fin conozco a quien causó este desastre —habló una voz femenina dulce y llamativa, mientras pudo notar cómo una hermosa mujer con la cara pintada de blanco como si fuese un esqueleto se acercaba.
—¿Quién eres? ¿Y de qué hablas? —preguntó esta vez con molestia Kohaku—. Mi esposo no ha causado ningún desastre.
—Gracias, leona.
Kohaku iba a responder, pero en ese momento volvió a hablar la extraña mujer:
—Soy La Catrina, y he tomado sus almas para mi mundo de los muertos.
—¿AH? —Casi todos hablaron al mismo tiempo.
Senku no sabía exactamente lo que estaba sucediendo, pero parecía ser que tenía que actuar rápidamente si quería salir de ese lugar y, en el proceso, llevarse a Chelsea también.
Y, por algún motivo, estaba totalmente emocionado con la nueva experiencia.
…
¡Y así termina el primer capítulo de este minific! Espero que les haya gustado y que sepan que me esmeré mucho pensando porque, como dije al principio, no sé mucho de México, pero si alguien encuentra algo fuera de lugar con respecto a la zona de Tulum, pues me avisa para acomodarlo.
Ya en el próximo capítulo explicaré más de qué va esto, pero igual pueden plantear sus teorías.
En fin… como bien saben, los personajes no me pertenecen, pertenecen a Inagaki y Boichi, y yo sólo los tomo para la utilización en mis historias, que estas sí son completamente de mi autoría, así como mis OCs, que bueno, ya los conocen.
Lamento no haberlo podido subir en el tiempo correspondiente para la actividad, pero anoche me quedé dormida anoche y como el domingo fue mi cumpleaños, fue un día que me tomé libre, pero terminó siendo más agitado de lo que creí. Además, a veces tengo días difíciles con el trabajo, que mi trabajo es bastante agobiante y por eso intento diversificar mis ingresos (por si quieren contratar mi Patre0n para leer hentai).
También siento mucho también atrasarme con las actualizaciones, pero haré lo posible por actualizar algo más hoy, apenas me desocupe de una de las entregas de mi trabajo, lo prometo. A los que me leen en Wattpad, prometo que lo próximo será "Embarazada… ¿yo?", lo juro.
Espero que me puedan dejar comentarios, pues me motivan a seguir escribiendo.
Besos a Marisol, que siempre está ahí leyéndome. Te quiero, Marisol.
