"Mistrust"
Scene 3 – Action!
-Yuki...-
-Mmnhh...-
-Ne Yuki, ¿estás dormido?-
-Hasta hace treinta segundos, profunda y plácidamente.- respondió con tedio y revolviéndose en la cama.
Shuuichi rió algo nervioso mientras cerraba la puerta detrás de él.
-No-
-¿Eh?-
-No, aquí no vas a dormir.- lo dijo justo al tiempo en que Shuuichi se preparaba para meterse a la cama.
-Naniiiii? ¿Por qué no?-
Mientras más se alargaba la conversación, el escritor empezaba a percibir como se le iba el sueño. Y para alguien que padece de insomnio desde los dieciséis años, eso es frustrante.
-Porque tú tienes tu propio cuarto. Además, no sé qué haces despierto, mañana empiezas con las grabaciones ¿no?-
El chico asintió con los enormes ojos húmedos y mordiendo su almohada.
-¿Entonces?-
-Tatsuha-san está muy nervioso porque no ha vuelto a ver a Sakuma-san desde aquél día, y mañana los van a presentar formalmente, y en lugar de practicar sus diálogos... que de todos modos no son muchos, está planeando qué le va a decir y cómo va a actuar y no para de decir cosas extrañas y luego ya que había logrado que apagara la luz y se metiera en la cama, empezó a decirme que sería muy lindo de mi parte que le ayudara fingiendo ser Sakuma-san y empezó a abrazarme y...-
Shuuichi hubiera continuado con la descripción detallada de no ser porque Yuki le puso un dedo sobre los labios para callarlo.
-Anda, métete y déjame dormir.-
-Arigatou!!- se metió de un salto en la cama, acomodando su almohada y la réplica de Kumagorou que Ryuuichi personalmente le había obsequiado (conejo que por cierto, casi le causa a Tatsuha un paro cardíaco cuando se enteró de su historia).
Yuki suspiró hondo y se acomodó para hacerle espacio a su amante. Quizá la situación no era tan mala después de todo, porque aunque jamás se atrevería a admitirlo, Shuuichi era para él una especie de osito de peluche. Le gustaba abrazarlo por la espalda y respirar el aroma de su cabello.
Era la única manera natural de conciliar un sueño tranquilo y sin pesadillas para él (las otras, tenían que ver con drogas y medicamentos y jamás descansaba del todo).
Pero obviamente, tendría que esperar a que el de cabellos rosados se durmiera primero, para poder abrazarlo.
Cerró los ojos.
-Yuki-
-¿Qué?- respondió sin abrirlos.
-Nada, pensé que ya estabas dormido.-
-Estaba a punto de hacerlo, gracias por preocuparte.-
Shuuichi se dio la vuelta, de modo que ahora podía ver la espalda del escritor. –Estoy nervioso...-
-Tranquilo, ¿no te memorizaste tus líneas?-
-Aja...- respondió ausentemente, aunque la verdad todavía no acababa de leer el libreto. –Pero, ¿qué tal si me equivoco? ¿Si hago algo indebido, soy una molestia y...?- el chico enmudeció cuando se dio cuenta de que ahora Yuki lo estaba mirando de frente, muy fijo.
-Lo vas a hacer bien Shuuichi...- susurró, muy bajo, mientras extendía la mano para acariciarle el rostro.
El joven vocalista se estremeció de pies a cabeza y sonrió, encantado.
-Gracias...- el tono fue idéntico al que había usado Yuki antes.
El rubio sonrió, como pocas veces acostumbraba y se acercó para besar suavemente a Shuuichi en los labios.
-Oyasumi...- dijo al separarse.
-Oyasumi...- respondió un Shuuichi completamente sedado por los efectos de aquel gesto.
Yuki dudó un poco y por fin resolvió a abrazar a Shuuichi, estando este último aún medio despierto. Obviamente, no opuso la menor resistencia y hasta buscó acurrucarse cerca del pecho del rubio, lo más cerca de él posible.
El de mirada dorada, hundió el rostro entre los cabellos rebeldes de su novio y se limitó a acariciarlos vagamente mientras se quedaba dormido.
-Yuki...- apenas un hilo de voz.
-¿Mmmhh...?– casi dormido también.
-Aishiteru...–
Silencio.
Los ronquidos silenciosos de Shuuichi y Yuki, de espaldas a él, intentando conciliar el sueño.
______________
La mañana siguiente fue fatídica. Tatsuha irrumpió en la habitación de la pareja a eso de las cinco de la madrugada gritando que despertaran porque se les estaba haciendo tarde.
–¿Mnnnhh?-
Una mata de cabellos rosados levantados en todas direcciones surgió de entre las sabanas. -¿No es a las nueve la cita?- bostezó.
–Precisamente.- secundó Yuki con cara de muy poco sueño y muy pocos amigos.
–¡¡Por eso!! ¡¡No podemos darnos el lujo de llegar tarde cuando se trata de Sakuma Ryuuichi!!-
-Tatsuha...-
-¡¡Vamos, vamos!! ¡¡Arriba Shuuichi!!- tiró de la pierna que se salía de la cama.
-¡¡TATSUHA!!-
-¿Si?- sonrió inocentemente con medio cuerpo de un adormilado Shuuichi en los brazos.
-¡¡Sal ahora mismo si no quieres que te encierre el resto de tu estancia aquí!!-
~SLAM!!
La puerta del dormitorio se azotó a los tres segundos de que las palabras de Yuki fueran procesadas por las Grasperinas neuronas del moreno.
El caso, es que cuando Shuuichi abrió los ojos... alrededor de las 8:45 am, no sólo se dio cuenta de que se le había hecho tardísimo, sino que además Tatsuha ya no estaba en casa.
Salió corriendo, con el pelo húmedo todavía y la mitad del desayuno en la boca, claro que por más tarde que fuera, absolutamente nada iba a impedir que le diera la ya acostumbrada "mordida de oreja de despedida" a su Yuki.
Al llegar al edificio de NG -lugar de reunión acordado por todos para de ahí partir juntos a lo que sería el estudio de grabación- no quedaba nadie conocido ya.
–Lo lamento mucho Shindou-san, pero el presidente Seguchi y el resto del grupo se fueron hace cosa de diez minutos... pensé que usted iba con ellos porque...-
-...Tatsuha-san iba también- finalizó la oración.
La recepcionista de la compañía sonrío, algo apenada. –Tengo la dirección del estudio si la quiere, permítame buscarla...- y sin esperar respuesta se sumergió en uno de los cajones de su escritorio.
–Ano~... ohayou...-
Una tercera voz se unió a la conversación. Una voz masculina y sedosa como la de Tohma, pero al mismo tiempo muy varonil.
La recepcionista levantó la cabeza, aún sin haber finalizado su búsqueda, para ver en qué podía ayudar.
-¡¡Ah!! ¡¡Ikeda-san!!-
-¿Qué tal?- sonrió el dueño de aquella voz sensual. Un joven de no más de veinticuatro años, bastante atractivo por cierto.
–M—muy bien, ¡gracias!- balbuceó la joven, que visiblemente concordaba con aquello de que el joven era muy atractivo. -¿U—usted...?-
-Muy bien también.- sonrió. –Lo siento, creo que llegué algo tarde... ¿se fueron ya al estudio?-
-Si... hace apenas un rato, pero si gusta puedo darle la dirección de...- fue entonces que recordó que en la sala, había una tercera persona aún esperando por informes.
-¡Cierto!- la recepcionista chasqueó los dedos. -¿Por qué no se lleva a Shinodou-san con usted?-
Shuuichi, reaccionó instintivamente al escuchar su nombre. Todo el rato había permanecido en silencio, escrutando al recién llegado.
Lo dicho, era bastante alto, quizá algo más que Yuki y se veía de veintitrés o veinticuatro años. Su cabello era gris muy pálido, casi blanco y lo tenía amarrado en una pequeña cola detrás de la nuca, aunque eso no impedía que se esparciera y jugueteara rebeldemente alrededor de todos su rostro.
Sus ojos le llamaron mucho la atención a Shuuichi, porque le recordaban a los de Yuki, pero al mismo tiempo no. Eran ligeramente rasgados y de un tono plateado casi idéntico al de su cabello, a Shuuichi le pareció que a la luz, pequeñas líneas violeta pálido se reflejaban también en aquellas pupilas.
¿Y por qué al mismo tiempo no le recordaban tanto a los de Yuki? Simple. Porque los ojos de este chico eran alegres, brillantes y transparentes, se podían conocer enseguida las intenciones de la persona con sólo mirar en el mercurio de esas cuencas.
En cambio, en los ojos dorados de Yuki, no existía tal sinceridad. Quizá las mismas circunstancias que había vivido a lo largo de su vida habían hecho que su mirada se nublara hasta que fuera imposible percibir lo que el hombre sentía en realidad.
-¿Shindou-san? ¿Me escucha?-
-¿Eh?-
La joven recepcionista hizo lo imposible por no obviar su desesperación. –Ikeda-san va para el mismo lugar que usted y amablemente se ofreció a llevarlo.-
-Ah... hai...- dirigió su mirada hacia el de ojos plata, tratando de adivinar si era él a quien se refería. Ikeda sonrió.
–Arigatou gozaimasu!!- Shuuichi hizo una rápida inclinación y ambos salieron del edificio agradeciéndole los informes a la recepcionista.
Shuuichi siguió al de cabellos plata hasta el estacionamiento subterráneo, donde el joven alto hizo accionar la alarma del auto que resonó en todo el local. Era un flamante convertible rojo.
Una vez en marcha al estudio de grabación, el conductor intentó hacer un poco de conversación mientras se acomodaba los lentes de sol.
–Así que el protagonista y llegando tarde el primer día ¿eh? Tsk, tsk, lamento decirte que eres un desobligado.-
-Si, lo siento... yo... lo sé, debe ser terrible para todos mis compañeros tener que soportarme todos los días.- rió sin ganas.
–Oye, oye, oye, ¡era una broma!- aclaró rápidamente Ikeda, que no se esperaba esa respuesta. –Después de todo, ¿quién soy yo para hablar?-
Shuuichi rió, ya con más confianza. –Es cierto... ¿usted...?-
-Háblame de tú, por favor- sonrió.
Asintió. –Tú... ¿Eres parte de la producción?-
Los ojos de Ikeda se abrieron como platos detrás de los oscuros cristales. -¿Eh?-
-Perdón, no... no tienes que responder si no...- A Shuuichi le hubiera gustado muchísimo saber qué era lo que le ponía tan nervioso de s interlocutor, pero una carcajada estruendosa le impidió concentrarse en el tema.
–Es broma, ¿no?- se limpió las lágrimas, aún ahogando la risa. -¿De verdad no sabes quién soy?-
Shuuichi negó. Hubiera preguntado, pero justo por esos momentos llegaron al estudio. Una masa de personas rodearon el auto rápidamente preguntando si había pasado algo malo, si estaban todos bien, si podían darse prisa para empezar con el trabajo...
-¡¡SHUUICHIIIIIIIIIIIIII~!!-
Cuando Shuuichi pudo reconocer aquella voz, ya se encontraba en el suelo con un Ryuuichi bañado en lágrimas abrazado de él.
–Sa—Sakuma-san...-
-¿Estás bien Shuuichi? ¡Estábamos muy preocupados na no da! ¡Ryu-chan pensó que ya no ibas a querer participar en la película! Pero si vas a estar, ne? Ne? Ne?!-
-S—si, sólo, se me hizo algo tarde- rió el de cabellos rosados poniéndose de pie, todavía con Ryuuichi encima. Por sobre el hombro de este último pudo divisar a Tatsuha que se encontraba a unos pocos metros, con cara de pocos amigos. Ausentemente se preguntó a sí mismo si de verdad el color de Tatsuha estaba cambiando a verde, o si era efecto del abrazo asfixiante del cual estaba siendo víctima.
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-Así que ya tuviste oportunidad de conocer a tu co-estrella, ¿eh? ¡Y antes que todos nosotros! ¡Siempre quieres ser el primero en todo Shuuichi!- Hiro rió. Estaba sentado en una silla de oficina con los brazos y el rostro recargados en el respaldo para poder ver mejor a Shuuichi.
-¿Eh?- obviamente, el de ojos amatista no entendía una palabra de lo que le era dicho.
-¿Entonces es cierto Shindou-kun? ¿Qué Ikeda Kenji es tu co-estrella?- los ojos de Ayaka se iluminaron al pronunciar el nombre. La verdad es que la joven no tenía absolutamente nada que hacer en el lugar, pero sin duda alguna era la más entusiasmada de toda la producción.
–Yo pues... creo que...- No, Shuuichi seguía sin procesar.
–Shindou-kun, ¡déjate de bromas y habla de una vez!- lo sacudió.
–No sé que es lo que le encuentran de maravilloso a ese tipo- Hiro hizo una expresión de tedio mientras giraba los ojos.
-¿Estás celoso?- soltó Ayaka con una risita.
-¿Celoso? ¿¡Yo!? ¿¡Por qué habría de estarlo!?- se puso de pie, amenazadoramente, mientras su novia corría a esconderse detrás del vocalista.
–¡Estás celoso!- le sacó la lengua y corrió, provocando que Hiro fuera tras de ella.
Con todo el alboroto Shuuichi se quedó dando vueltas en la silla giratoria mientras la pareja seguía jugando.
–A—Ano~... Ikeda-san es mi co-estrella...- la silla había parado de girar, pero Shuuichi parecía más mareado por sus propios pensamientos que por el movimiento.
Ambos chicos asintieron en silencio, recordando que Shuuichi también estaba ahí.
–Y... ¿Y es el mismo Ikeda-san que me trajo aquí hoy...?-
-¿Qué otro iba a ser? ¡No me digas que no lo sabías baka!-
Shuuichi negó varias veces, lento.
Hiro y Ayaka ya estaban planeando quien se iba a encargar de detener al pelirrosa y quien lo iba a golpear, pero afortunadamente una risa alegre interrumpió sus maquinaciones.
–Vaya, pensé que bromeabas hace rato en el auto, pero me doy cuenta de que no es así-
Shuuichi miró hacia arriba para ver el rostro del dueño de la mano que acababa de posarse en su hombro.
–IKEDA-SAN!!- Ayaka corrió a la velocidad de la luz al lado del joven actor. En menos de dos segundos Ikeda ya se encontraba autografiando libretas, libros y un par de posters gigantes que Ayaka había sacado de quién-sabe-dónde.
–Y yo que pensaba que sólo era otaku de Yuki- admitió Shuuichi, claramente asombrado con la conducta de Ayaka. –claro que no me quejo. Mejor si se olvida de una vez por todas de mi Yuki- rió, pero su risa se vio interrumpida por un gruñido de Hiro, que estaba a su lado.
-¡Es decir! ¡Bueno, claro que ya no piensa en él de esa manera! ¡Porque ustedes ya son novios! Pero...-
Hiro gruñó de nuevo. Parecía no escuchar las palabras de su mejor amigo, sólo tenía atención para la imagen de su novia que conversaba alegremente con un joven alto y apuesto.
–Además, tú sabes que ella sólo tiene ojos para ti y...-
Un tercer gruñido mucho más bestial y sonoro le indicó que lo mejor era callarse y emprender la retirada si no quería ser partícipe de la matanza que se avecinaba.
Pero afortunadamente en ese momento, la chica de cabello castaño regresó a abrazar a Hiro, que se calmó como por arte de magia.
–Bueno- se acercó Ikeda, que ahora llevaba los lentes acomodados en la parte superior de la cabeza. –creo que una presentación formal no nos caería mal, ne?-
Shuuichi rápidamente se puso de pie (y casi se mata en el intento) y le extendió la mano al más alto del grupo. –Shindou Shuuichi desu-
El joven sonrió estrechándole la mano. –Ikeda Kenji, tú coestrella- le guiñó el ojo en señal de complicidad.
El color se subió por completo a las mejillas de Shuuichi. –Go—gomen... es que yo... soy un poco distraído y...- se llevó la mano detrás de la cabeza con una sonrisa boba en el rostro.
–Daijoubu, daijoubu. No pasa nada-
Hiroshi se aclaró la garganta sonoramente.
-¡Ah! ¡Disculpen!- Shuuichi rápidamente se acercó a sus amigos. –Ella es Usami Ayaka, él es Nakano Hiroshi, mi mejor amigo de toda la vida-
-Y novio de Ayaka-chan- a Hiro le pareció que era sumamente necesario remarcar aquello.
Ikeda sonrió. –Un gusto. Espero que nos podamos llevar bien dentro y fuera del trabajo-
-¡Claro que si!-
-Ayaka-chan, tú ni siquiera eres parte del staff-
-¿Que no? ¿Entonces la novia del guitarrista no pinta nada aquí?-
-Nononono, es decir... eh...-
-¡Hiro-chan, deja la paranoia! Sabes que tú eres a quien quiero, además estoy segura de que Ikeda-san ya tiene a alguien-
Hiro enmudeció, más por el "chan" que por el argumento.
–Ne, Ikeda-san?-
-Kenji está bien, y no, a decir verdad no hay nadie.- parecía apenado de admitirlo.
-¿No?- los ojos de la chica se abrieron más de lo normal. -¡No puedo creerlo! ¡Es que alguien tan talentoso y guapo y famoso y...!- un codazo de Shuuichi le indicó a Ayaka que se callara y volviera a prestarle atención a su novio si no quería ser la causante de una catástrofe.
Kenji rió, ahora si, visiblemente apenado por las cosas que había dicho Ayaka. A Shuuichi le parecía asombroso que una celebridad no estuviera acostumbrada a que le estuvieran diciendo cosas así todo el tiempo.
–Ya, Hiro-chan-
-¡Ayaka-chan! ¡No frente a todos!-
Kenji y Ayaka reían divertidos con la situación, pero Shuuichi estaba muy ocupado tratando de descifrar que era aquello que encontraba tan atrayente y a la vez misterioso de quien sería su co-estrella.
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¡¡Agh!! ¡¡Aleluya!! Por fin después de nosecuantotiempo puedo terminar con el santo capítulo 3. Que si no tenía inspiración, que si el diskette se suicidaba, que si blablabla... pues ya, a partir de ahora es cuando se empieza a poner interesante la historia ^^. La ventaja es que ahora que tengo a PC-chan en mi cuarto no voy a demorar tanto con los siguientes capítulos. Arigatou por las reviews, son mi alimento intelectual ^__^.
Una vez más, ni Gravitation ni ninguno de sus personajes bellos son míos (ni Kumagorou ;_;), sólo Kenji-kun que es fruto directo de las ideas que produce mi cerebrito enfermo. Para cualquier cosa, ya saben dónde encontrarme y ¡¡ah!! ¡¡Shameless Plug!! Una cordial invitación a quien quiera unirse a un RPJ (de journal XP) de Gravitation ubicado en http://ngproductions.pitas.com , si no al menos dénse una vuelta y ríanse de nuestras paranoias ^^ (¡¡yo soy Ryu-chan na no da ^o^!!). Pues eso, creo que es todo ^^;; ja, mata ashita neeeee~!!
