"Mistrust"
Scene 7 - Fragile
Tentó con la mano para alcanzar la
cajetilla de cigarros. Maldición, vacía. Era la segunda de la noche.
Refunfuñando, fue a su habitación a buscar otra, y al mirar el guión de Shuuichi
sobre la cama, le vinieron unas ganas locas de despedazar aquel libro.
-Anou~... aniki...-Tatsuha asomó la cabeza por la puerta.
-¿Por qué no te duermes de una maldita vez? Ya son casi las cuatro.-
-Porque estoy preocupado.-
Yuki no pudo contener la carcajada. -Por favor, es obvio que está con el imbécil
del actor aquél, no creo que le vaya a pasar nada.-
Tatsuha suspiró. Esa noche en particular había decidido quedarse con ellos,
porque había visto el programa en televisión. Y conocía a su hermano, Eiri no se
iba a quedar de brazos cruzados. Aún si sólo había sido una actuación.
-Pero no es él quien me preocupa...-
-Mmh...-Yuki soltó una bocanada de humo mientras apagaba la luz y bajaba de
nuevo a la sala.
-¿Vas a seguir esperándolo?-desde la baranda.
-¿Qué te hace pensar que estoy esperándolo? No sé si recuerdes que padezco
insomnio hermanito.-
Tatsuha negó mientras volvía a la cama. Ésta iba a ser una noche larga.
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Entre los cigarros y la preocupación,
seguía sin poder conciliar el sueño.
Claro, tampoco ayudaba el hecho de que cada vez que cerraba los ojos, apareciera
la imagen de Shuuichi besando profundamente al idiota de Ikeda.
Miró el reloj. Cuatro con diecisiete. No más, tenía que dormir.
Justo en el momento en que se ponía de pie, escuchó risas afuera.
-Iyaa~ Ji-kun, no tenías porqué traerme hasta acá.-risita.
-¿No? Si vieras el estado en que estás me lo agradecerías.-
Shuuichi rió una vez más mientras hurgaba en sus bolsillos en busca de las
llaves. -Creo que me excedí un poco con la bebida.-sonrisa amplia.
Kenji sacudió la cabeza y sonrió. -Pero al menos te divertiste, ne?-
-¡Muchísimo!-
Una cálida sonrisa de nuevo. -Pero recuerda...-su rostro se tornó serio de
repente.
El chico de cabellos rosados parpadeó. -¿Si?-
Su compañero se acercó peligrosamente, arrinconándolo contra la puerta. -No más
apuestas con K'-san. Sabes que de ningún modo eres capaz de ganarle bebiendo-
Shuuichi se soltó a reír de nuevo al tiempo que se le prendía. -Ne Ji-kun,
muchas gracias de verdad. Lo pasé muy bien.-
El joven, un poco apenado, devolvió el abrazo. -No fue nada, cuando quieras.-
Shindou asintió descolgándose.
-Y ahora, a dormir. Tienes suerte de que mañana no trabajemos.-
-Oyasumi Ji-kun, arigatou-
-Hasta luego Shu-chan-y finalizó la despedida revolviéndole el cabello.
_____________
-Buenos días...-
Shuuichi entornó los ojos. No alcanzaba a ver bien en la oscuridad. -¿Yuki...?-
-Ah, no estás tan borracho entonces. Todavía me reconoces.-
El de ojos violeta guardó silencio mientras volvía a pasar la llave de la
entrada. Sus ojos acostumbrándose a la oscuridad.-
-Te divertiste mucho, ¿eh?-
Ahí estaba formándose ya la silueta de Yuki, de pie junto al sofá.
-Estabas... ¿esperándome...?-
Yuki rió. -No,la verdad es que soy sonámbulo. Bajé a la sala y me desperté justo
cuando ibas entrando.-
Más silencio.
-Podías haber llamado, ¿sabes?-
-Pensé que no ibas a estar.-
-Y no estuve, pero no acostumbro que mis parrandas se extiendan tanto.-
-Lo siento...-
El escritor no hizo más que reír de nuevo. Arriba, Tatsuha escuchaba todo.
-No digas estupideces, no lo sientes.-
A Shuuichi, con toda esta actitud se le había hasta olvidado la borrachera. Se
acercó, algo temeroso. -¿Por qué dices eso?-
-No te me acerques.-
Se congeló a pocos pasos de llegar a él.
-Apestas.-
Shuuichi no pudo más que morderse los labios y quedarse en silencio.
-Y lo digo porque es la verdad. Con él nunca te aburres, ¿o si?-
-¿Él?-
-Sabes perfectamente de quien hablo.-
Ah, ya empezaba a caer en cuenta. Con que eso era. ¿Podía Yuki estar celoso de
Kenji? ¿Era realmente eso lo que le molestaba?
-Yuki... si crees que...-
-¡No creo nada! ¡Veo las cosas!-
Silencio.
-No soy estúpido Shuuichi.-
-¡Pero no entiendo por qué dices eso!-
-¿Por qué? ¡¿Por qué?! ¡Porque estoy HARTO!-mientras gritaba iba acercándose más
a Shuuichi. -¡Harto de que no hagas otra cosa que hablar de él! ¡Harto de se
rían de mí en mi cara! ¿Pensabas que no iba a ver lo de hoy en la noche por
estar en la cena?-
Shuuichi ya estaba contra la pared, muerto de miedo. No recordaba haber visto a
Yuki tan enfadado con él nunca.
-Estábamos actuando...-dijo, con la poca voz que pudo sacar.
Yuki sonrió, casi maniáticamente. -No mientas ¡¡Ya te dije que no soy
estúpido!!-
Shuuichi cerró los ojos y se encogió más. Hasta moverse le daba miedo.
Tatsuha no sabía qué hacer.
-Lo que actuaron, toda tu escenita romántica del final, no estaba en el guión.-
Shuuichi abrió los ojos y reunió valor para mirarlo.
-Tuve que improvisar.-
-¿Qué?-
-¡No había estudiado esa escena, necesitaba improvisar!-
El rubio sonrió, como si Shuuichi le causara lástima. -Por favor, no me vengas
con esas...-
Todo el miedo que había acumulado, empezaba a convertirse en ira. ¿Por qué
diablos tenía que ser Yuki así con él? Le estaba dando una explicación lógica,
le estaba diciendo la verdad, y todo lo que hacía era burlarse de él.
-Es la verdad.-Serio, firme. -Si no quieres creerme, no es mi problema.-
Yuki levantó ambas cejas. -Oh vaya, el mocoso se pone rudo, ¿eh?-
Respiró hondo. Podía sentir su sangre hervir más y más con cada palabra que
salía de los labios de su amante.
-¡¡EL QUE ESTÁ HARTO SOY YO!!-
Silencio.
Risa.
-El alcohol te pone agresivo ¿eh Shu-chan?-
Shuuichi, colmado, lo empujo hacia atrás. Yuki no paraba de reír.
-¡Estoy harto de ser tu juguete! ¡Harto de que sólo me busques cuando necesitas
sexo! ¡Harto de que te burles de mí y me menosprecies! ¡Harto de no significar
NADA para tí! ¡Harto de tu maldita actitud de hombre duro y frío! ¡Harto de que
no te interese nada que me involucre! ¡HARTO DE TÍ!-
El único sonido que podía escucharse ahora, eran los sollozos ahogados de
Shuuichi. Temblaba de rabia.
-¿Y? ¿No vas a decir nada? Cobarde-
Yuki le soltó una bofetada que lo derribó al suelo.
-Cállate mocoso. Tus argumentos son absurdos. Exiges cosas que no das.-
Aún en el suelo y con el rostro bañado en lágrimas, Shuuichi sonrió de la manera
en que Yuki lo había hecho instantes antes.
-¿Cosas que no doy, eh?-
La mirada gélida de Yuki lo penetraba desde arriba.
-Te he dado todo, todo absolutamente todo lo que tengo.-
Nada.
-Cada día, eres la primer cosa que está en mi mente al despertar. La última cosa
en la que pienso antes de dormir. Te llamo siempre que puedo, te escribo cartas
que no me atrevo a darte por miedo a tus burlas. Sería capaz de dar mi vida
entera y más por tí si me lo pidieras.-
Tomó aire, su voz se quebraba cada vez más.
-¿Y tú? A ti no te interesa, no lo notas. Y si lo haces, seguramente lo ignoras.
He leído tus libros, ¿sabes? ¿Tienes idea de lo horrible que es leer novelas
llenas de romance y personajes felices cuando el autor no es capaz de dirigirle
un te quiero a su propio novio?-
-Mis libros son mis libros, yo soy yo.-
-¿Has escuchado alguna vez mis canciones? ¿Les has prestado un poco de atención?
No para criticar lo malas que son o lo ridículas que suenan. ¿Has reparado en la
letra acaso?-
Yuki se encogió de hombros.
-Hablan de tí. Todas y cada una de ellas han sido escritas pensando en tí y en
los momentos que paso a tu lado. En las cosas que me haces sentir, en las
palabras que de vez en cuando me regalas. Sin ti no existirían mis canciones.
Fui capaz de escribirlas bien hasta que te conocí...-
El rubio sacudió la cabeza.
-¿Y tú? ¿Te has inspirado alguna vez en mi para alguno de tus secundarios? ¿Has
pensado en mi mientras escribes tus libros? Seguramente no, jamás me has
regalado una sola dedicatoria. Nunca en todo el tiempo que llevamos juntos.-
-Deja de hacer dramas y vete a dormir.-
-¡¿Dramas?! ¡Permíteme recordarte que quien empezó todo esto fuiste tú!-ya
estaba de pie una vez más.
Yuki se encogió de hombros una vez más y se encaminó a las escaleras. Tatsuha
tuvo que correr para no ser descubierto.
-¡Si! ¡Adelante! ¡Ahora ignórame y lárgate como haces siempre, no me importa, ya
estoy acostumbrado!-
Yuki seguía de largo. Hizo una escala en el baño para buscar sus medicamentos.
-¡NO!-
Y pudo sentir claramente la mano de Shuuichi golpeándole la suya, la mano en la
que tenía las pastillas.
-¡¿Qué diablos te pasa ahora mocoso?!-
Shuuichi le mostró el frasco con los medicamentos. -¿Esta es tu solución a todo,
no es así? ¡Medicinas! ¡Antidepresivos! ¡Calmantes! ¿¡Por qué no dejas de
escapar de tus problemas y los enfrentas!?-
Yuki le arrebató las píldoras y se metió cuatro en la boca sin titubear. Trago.
-Porque no se me da la gana.-
Y sin decir más, se dirigió a su habitación y aseguró la puerta.
Shuuichi estaba colérico. Corrió a la puerta y empezó a abatirla a puños y
patadas. -¡¡DEJA ESA MALDITA COBARDÍA Y ABRE!! ¡¡ENFRÉNTAME!!-
No había respuesta por parte de Yuki. Tatsuha observaba todo unos pasos atrás,
en el pasillo, pero Shuuichi estaba tan molesto que ni siquiera se había
percatado de su presencia.
Pareció una eternidad todo el tiempo que estuvo llorando y pataleando frente a
la puerta. Manos y pies le ardían y ya casi no le quedaba voz. Sus lágrimas se
habían secado.
-Shuuichi...-
Tatsuha se acercó y se agachó para abrazarlo. Shuuichi se estremeció de pies a
cabeza con el contacto.
-Cálmate... por favor...-
Negó. -No puedo...-
El moreno suspiró, no sabía qué decirle.
-No puedo seguir con esto Tatsuha... ya no puedo...-
-Shuuichi...-
Pero el chico lo apartó y se dirigió a su habitación. Mecánicamente empezó a
meter ropa y cosas en una maleta.
-¿Te vas...?-
Se encogió de hombros. -Tienes la habitación para ti solo desde ahora.-
-¡No digas tonterías!-
Shuuichi suspiró exhausto y lo miró, casi rogándole. -No puedo, ya te lo dije...
no puedo seguir así. Me está matando poco a poco...-emprendió el camino al
cuarto de baño.
El joven monje no tenía idea de qué hacer o decir. Lo que su hermano había dicho
y hecho no tenía perdón y pedirle a Shuuichi que se quedara era ridículo.
Salió del baño, con su mochila.
-Te veo el lunes en las filmaciones.-
-Pero... ¿dónde vas a quedarte?-
Shuuichi se encogió de hombros. -Cualquier lugar es mejor que aquí.-
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Uhm... no sé qué se pueda decir aquí ^o^UUUUU.
¿Me odian profundamente? Imagino que si ^^UUU. Perdón por torturar a Shu-chan de
esa manera, pero era necesario para el argumento heheh. Y pues... nyah, ahí
está. Capítulo 7. Gravitation es de Murakami Maki y Kenji es mío XD. Los traumas
de Shuuichi y Eiri les pertenecen a ellos mismos.
¿Quejas? ¿Bombas? ¿Amenazas de muerte? ¿Antrax?
kyuuketsuki@iespana.es o dejen un
review por ahí.
Muchas gracias por leerme minna ^^.
