Si le preguntaran a Harry cuando se dio cuenta de que quería a Draco para él, eso seguramente habría sucedido hace un año en el aniversario de la batalla en Hogwarts, celebrada en el ministerio.

Desde la guerra Draco había dejado de ser un mocoso con todo el mundo. Y de hecho era bastante accesible. Aunque molesto, siguiera teniendo palabras ácidas y cuando era debido ponía en su lugar a quien quisiera humillarlo.

Lo que más le gustaba de él, era que lo trataba como a una persona más, cómo trataría a un conocido más. Para él, Harry Potter bien podría ser todo menos El Salvador. Y aunque en su momento le agradeció el hablar en nombre de los Malfoy, parecía haberlo olvidado ya.

Para Harry era una bocanada de aire fresco. Cuando todos se iban sobre el, cómo si fuera una fiesta para él, y no la celebración del fin de una larga y extenuante guerra, donde un sinfín de personas dieron su vida persiguiendo sus ideales. Draco lo saludo, aplaudió cortésmente en cada discurso y continuó la noche sin acercarse a él de nuevo, en cambio, saludó a todo el mundo, bailó con sus amigos, rio y disfrutó de los aperitivos.

"Debiste averlo visto, se veía tan guapo. Parecía una visión, de verdad, al girar y bailar parecía simplemente deslizarse, no creo ser capaz de lograr algo así nunca. ¿Cómo podría no haberme enamorado de él?" Con un suspiro, Harry olvidaría todo lo demás y seguiría fantaseando.

Si le preguntaras a Ron, él seguramente diría que en sexto año, tal vez tanta observación (acoso) había trastornado a Harry.

"Solo imagínalo, tener que estar al pendiente de todo lo que hace, recuerdo que Harry no comía, no dormía y mucho menos vivía bien. En su cabeza seguramente solo había espacio para Malfoy y cualquier cosa que este hiciera. ¿Recuerdas cómo sé puso cuando se enteró que Malfoy no jugaría quidditch ese año? ¡Fue una pesadilla!" Ron diría en una ráfaga de emociones, que terminarían con él quejándose del Hurón roba amigos.

En cambió, si le preguntaras a Hermione lo meditaría unos segundos más y respondería decidida que habría sido en primer año, los niños de 11 años tienen cosas mejores que hacer que tener enemigos y vigilarlos.

"No era normal ese comportamiento. Creo, que sólo lo enfocaron mal. En lugar de escribirse cartas, sonreírse o tratarse bien, ellos preferían ponerse trampas meterse en problemas el uno al otro, hechizarse y maldecirse. ¡Justo como en el jardín de infantes!" Terminaría por señalar, soltando una risilla, orgullosa de sí misma por descubrirlo al fin.

Draco, por su parte, debatía todas esas ideas. Él creía que ese momento exacto había sido cuando Harry decidió que Draco era y sería solo para él, e hizo lo posible para que sucediera.

"Para mi ese momento bien puedo haber sido cuando planeo nuestra boda sorpresa y llego a mi casa con mi traje, Justo ese día" decía con burla y sonreía astutamente mientras tocaba sus labios con la copa y miraba a su esposo que enrojecía apenado.

"¡Draco!" Respondía Harry a la provocación y lo acercaba para robarle un beso, que él rubio recibía con gusto, hacía enrojecer a Hermione y hacer cara de asco a Ron.