CAPITULO 2
MIS PENSAMIENTOS
Draco Malfoy se encontraba leyendo en una de las bancas del patio principal. La utilidad de la raíz de hiedrenosa mezclado con sangre de murciélago tuerto era bastante interesante. Se le había ocurrido una idea magnifica como proyecto de fin de año en la clase de pociones y eso le inflaba el orgullo. Estaba seguro que a ningún estudiante más se le ocurriría.
Esos momentos eran los que últimamente disfrutaba Draco. Sin la compañía de Crabble y Goyle podía respirar un poco el aire sin escuchar sus estupideces. Al Slytherin no le agradaba salir de la sala común y mucho menos solo pero desde que inicio el curso de sexto grado no podía concentrarse en una cosa por lo que evitaba la compañía de los demás para que no se dieran cuenta.
Una voz femenina hizo que despegara sus ojos del libro encontrándose con la estilizada figura de Hermione Granger acompañada de Susan Bones. El chico ni siquiera miró a Susan sino que se concentró en observar los movimientos de Hermione.
El corazón comenzó a palpitarle mucho más rápido y no dejó de hacerlo hasta que hubo perdido de vista a la Prefecta de Gryffindor. Después no pudo evitar sentirse enojado consigo mismo y a su vez una ola de recuerdos invadieron su mente.
...
Aquel día de verano se encontraba muy aburrido. Su padre se encontraba en una platica de negocios con personas del Ministerio de Magia en el Caldero Chorreante por lo que no le quedó más remedio que dirigirse al Callejón Diagon para entretenerse.
Las tiendas de deportes, dulces y misceláneos ya las tenía demasiado vistas, así que no perdió mucho tiempo recorriéndolas. Después de un rato caminando vio algo interesante: una nueva librería.
Él era muy asiduo a leer y la idea de encontrar algo interesante y útil le fascinaba. En casa poseía una enorme biblioteca donde hasta en una ocasión de niño se perdió.
Draco entró a la tienda recorriendo con sus ojos grises los diferentes tipos de libros. Un pequeño libro negro con unas elegantes líneas doradas le llamó la atención. Lo tomo y empezó a hojearlo.
Estaba algo interesante pero el movimiento de una sombra a unos pasos de él hizo que levantara la mirada. Una figura caminaba entre los anaqueles de libros, no podía ver su rostro pero sabia perfectamente bien que era una chica.
El Slytherin comenzó a seguirla con la mirada. La joven tenía el cabello marrón sostenido por un sencillo lazo azul aunque algunos suaves rizos se escapaban rebeldemente. Ella subió por una escalera para alcanzar un libro que estaba a varios centímetros de su cabeza. Movió su capa de tal forma que dejó ver su delgada figura vestida en una blusa azul y falda de tablones negra.
La siguió mirando y empezó a caminar entre los anaqueles muy despacio. De acuerdo a lo que las piernas de ella le permitían ver, la chica en cuestión estaba bronceada, y tenía un gusto particular por los libros de transformaciones, lo que la hacía verse más interesante a sus ojos.
¿Quién sería ella?. ¿Alguna bruja de Londres?. ¿Extranjera o de Hogwarts?. No, de Hogwarts no creía que fuese porque talvez se hubiera fijado antes en ella. Aun no podía visualizar su rostro pero podía ver una parte. Si se movía un poco más podría verla completamente.
Necesitaba caminar por un anaquel para verla mejor y talvez acercarse lo suficiente para buscarle alguna platica si ella era demasiado bonita. Justo en ese entonces dobló para mirar el perfil de la chica... y...
- ¡Hermione, ya vamonos.!.- dijo una voz que inmediatamente él reconoció como la de su peor enemigo: Potter.
Como pudo se escondió entre unas pilas de libros y apenas le dio tiempo para acechar a la chica que bajaba las escaleras con un libro en mano. La joven habló diciendo unas cuantas palabras a Potter.
Aquella joven que había estado vigilando era... Hermione Granger.
Sintió una sensación de nauseas, si fuera por él habría vomitado ahí mismo. La chica que estaba mirando desde hace unos minutos era una hija de muggles, alguien quien era totalmente inferior a él. ¿Cómo se atrevía?. ¿Granger atractiva?. Seguramente era una broma de mal gusto...
...
Draco sintió que el aire de la mañana le acariciaba el rostro. El chico parpadeó varias veces para salir del trance de sus recuerdos.
¿Qué era lo que había pasado aquel día en el Callejón Diagon?. ¿Por qué desde ese día no pudo dejar de pensar en Granger?. No podía ser que desde ese entonces se sintiera atraído a ella. ¡Por supuesto que no!... ¿O si?.
-----
La situación no había mejorado, Ron pensó que al pasar los días aquella sensación hacia Hermione iba a cambiar pero no fue así. Cada día que pasaba se iba dando cuenta de la personalidad atrayente de Hermione y de lo que él creía su repentina transformación. No le había contado nada a nadie sobre sus inquietudes, ni siquiera a su mejor amigo Harry Potter. Trataba de mil maneras evitar que se notara sus mejillas rosadas cada vez que ella se acercaba para susurrarle algo o simplemente platicar.
Aquel día prefirió no salir de la habitación hasta que no fuera la hora para ir al campo de quidditch con Harry. No deseaba encontrarse con Hermione en esos momentos en que se sentía confundido. Sin que él se diera cuenta Harry desde su cama lo miraba suspicaz.
- Ron, necesito platicar contigo de algo. - Harry se acerco al borde la cama de Ron con el rostro serio.
- ¿Qué sucede?.- Preguntó el pelirrojo fingiendo una sonrisa.
- He notado un ligero cambio en ti y me gustaría saber si hay algún problema en el que te pueda ayudar.
El chico vaciló un poco en contestar, no sabia si debía contarle a Harry lo que le sucedía con Hermione aunque no porque no confiara en él sino porque le daba vergüenza confesar que su manera de ver a Hermione como una amiga estaba cambiando.
- No, Harry no pasa nada. Solo que me he agotado con todas las tareas que han dejado. -Mintió.
Harry lo observó unos segundos antes de hablar.
- ¿Estas seguro?.- Insistió.- A mi me parece que hay algo más.
- No te preocupes estoy bien. - Ron fingió lo mejor que pudo una sonrisa.
El ojiverde al ver la sonrisa de su amigo también sonrió.
- Entonces bajemos al campo. Ya es hora de irme al entrenamiento. Hermione me dijo que nos tenia que decir algo.
- Esta bien. - Contestó Ron con poco ánimo.
Al salir de la sala común los muchachos fueron platicando de las diversas técnicas de juego que podrían utilizar para el partido de Griffyndor contra Hufflepuf. Ron parecía haber levantado un poco el ánimo para cuando llegaron al campo. Aunque se sintió un poco nervioso cuando encontró a Hermione platicando con Janice Bell, una chica de Hufflepuf que tenia cierto interés en Harry.
Janice fue la primera en percatarse de la presencia de los Gryffindor y levantó una mano con entusiasmo.
- ¡Hola chicos!.- Exclamó la joven Hufflepuff.
- Hola Janice, Hola Hermione - Contestó amigablemente Harry.
- Hola - saludo Ron.
- ¡Hola! - Saludó Hermione.- Janice y yo hemos estado platicando sobre la salida a Hogsmeade del próximo fin de semana. Estamos pensando en ir todos juntos a las tres Escobas. ¿No les parece bien?.
- Eso me parece bien.- dijo Ron. - Será un buen momento para quitarnos encima tantos deberes y relajarnos un poco.
Harry estuvo a punto de dar su opinión pero una voz se escuchó en el centro del campo de quidditch.
- ¡HARRY YA ES HORA!.
Era la voz de George Weasley, uno de los hermanos de Ron. El pelirrojo daba algunas piruetas en su escoba en señal de impaciencia por entrenar.
- Nos vemos - se despidió Harry.
- En un rato nos vemos - Dijo Hermione.
A Janice le brillaron los ojos en cuanto vio a Harry ascender en su escoba. Hermione tuvo que darle un ligero codazo para evitar que Ron se diera cuenta.
- ¿Qué piensan hacer?.- Preguntó el pelirrojo tratando de comportarse normal con las chicas.
- Yo tengo ensayo en el salón de música.- Contestó Janice mirando el reloj.
- Y yo voy un rato a la biblioteca. ¿Me acompañas Ron?.- Preguntó la castaña con una gran sonrisa.
- ¿Qué?. Para nada Hermione, lo ultimo que necesito es mas presión en mi cerebro, mejor me quedo a ver el entrenamiento – dijo Ron igual de sonriente.
- Bueno,.. entonces regreso en una hora. Necesito adelantar mi clase de Aritmancia.
- Como gustes.- dijo el chico dirigiéndose a las gradas.
- ¡Hasta luego! – Se despidió Janice.
Ron agitó una mano sin voltear a verlas en señal de despedida. Hermione solo se encogió de hombros y acompañó a Janice hasta una de las entradas del castillo.
Con buen humor Hermione caminó rumbo a la biblioteca. Pensaba emocionada en la solución a la tarea que le habían dejado. No cabía duda que conseguiría una muy buena calificación en sus proyectos.
La joven Prefecta al dar vuelta por un pasillo tropezó con alguien haciendo que se le cayesen sus libros.
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Hola!
Como comentario a este capitulo. Sobre la aparición de los gemelos Weasley sabiendo que ellos son dos cursos mayores que Harry y Ron he decidido hacerlos aparecer a un solo año de diferencia. En ese curso los protagonistas estan en sexto año y los gemelos en septimo.
Con quien habra tropezado Hermione??.. CONTINUARA..
Saludos
Jaina
MIS PENSAMIENTOS
Draco Malfoy se encontraba leyendo en una de las bancas del patio principal. La utilidad de la raíz de hiedrenosa mezclado con sangre de murciélago tuerto era bastante interesante. Se le había ocurrido una idea magnifica como proyecto de fin de año en la clase de pociones y eso le inflaba el orgullo. Estaba seguro que a ningún estudiante más se le ocurriría.
Esos momentos eran los que últimamente disfrutaba Draco. Sin la compañía de Crabble y Goyle podía respirar un poco el aire sin escuchar sus estupideces. Al Slytherin no le agradaba salir de la sala común y mucho menos solo pero desde que inicio el curso de sexto grado no podía concentrarse en una cosa por lo que evitaba la compañía de los demás para que no se dieran cuenta.
Una voz femenina hizo que despegara sus ojos del libro encontrándose con la estilizada figura de Hermione Granger acompañada de Susan Bones. El chico ni siquiera miró a Susan sino que se concentró en observar los movimientos de Hermione.
El corazón comenzó a palpitarle mucho más rápido y no dejó de hacerlo hasta que hubo perdido de vista a la Prefecta de Gryffindor. Después no pudo evitar sentirse enojado consigo mismo y a su vez una ola de recuerdos invadieron su mente.
...
Aquel día de verano se encontraba muy aburrido. Su padre se encontraba en una platica de negocios con personas del Ministerio de Magia en el Caldero Chorreante por lo que no le quedó más remedio que dirigirse al Callejón Diagon para entretenerse.
Las tiendas de deportes, dulces y misceláneos ya las tenía demasiado vistas, así que no perdió mucho tiempo recorriéndolas. Después de un rato caminando vio algo interesante: una nueva librería.
Él era muy asiduo a leer y la idea de encontrar algo interesante y útil le fascinaba. En casa poseía una enorme biblioteca donde hasta en una ocasión de niño se perdió.
Draco entró a la tienda recorriendo con sus ojos grises los diferentes tipos de libros. Un pequeño libro negro con unas elegantes líneas doradas le llamó la atención. Lo tomo y empezó a hojearlo.
Estaba algo interesante pero el movimiento de una sombra a unos pasos de él hizo que levantara la mirada. Una figura caminaba entre los anaqueles de libros, no podía ver su rostro pero sabia perfectamente bien que era una chica.
El Slytherin comenzó a seguirla con la mirada. La joven tenía el cabello marrón sostenido por un sencillo lazo azul aunque algunos suaves rizos se escapaban rebeldemente. Ella subió por una escalera para alcanzar un libro que estaba a varios centímetros de su cabeza. Movió su capa de tal forma que dejó ver su delgada figura vestida en una blusa azul y falda de tablones negra.
La siguió mirando y empezó a caminar entre los anaqueles muy despacio. De acuerdo a lo que las piernas de ella le permitían ver, la chica en cuestión estaba bronceada, y tenía un gusto particular por los libros de transformaciones, lo que la hacía verse más interesante a sus ojos.
¿Quién sería ella?. ¿Alguna bruja de Londres?. ¿Extranjera o de Hogwarts?. No, de Hogwarts no creía que fuese porque talvez se hubiera fijado antes en ella. Aun no podía visualizar su rostro pero podía ver una parte. Si se movía un poco más podría verla completamente.
Necesitaba caminar por un anaquel para verla mejor y talvez acercarse lo suficiente para buscarle alguna platica si ella era demasiado bonita. Justo en ese entonces dobló para mirar el perfil de la chica... y...
- ¡Hermione, ya vamonos.!.- dijo una voz que inmediatamente él reconoció como la de su peor enemigo: Potter.
Como pudo se escondió entre unas pilas de libros y apenas le dio tiempo para acechar a la chica que bajaba las escaleras con un libro en mano. La joven habló diciendo unas cuantas palabras a Potter.
Aquella joven que había estado vigilando era... Hermione Granger.
Sintió una sensación de nauseas, si fuera por él habría vomitado ahí mismo. La chica que estaba mirando desde hace unos minutos era una hija de muggles, alguien quien era totalmente inferior a él. ¿Cómo se atrevía?. ¿Granger atractiva?. Seguramente era una broma de mal gusto...
...
Draco sintió que el aire de la mañana le acariciaba el rostro. El chico parpadeó varias veces para salir del trance de sus recuerdos.
¿Qué era lo que había pasado aquel día en el Callejón Diagon?. ¿Por qué desde ese día no pudo dejar de pensar en Granger?. No podía ser que desde ese entonces se sintiera atraído a ella. ¡Por supuesto que no!... ¿O si?.
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La situación no había mejorado, Ron pensó que al pasar los días aquella sensación hacia Hermione iba a cambiar pero no fue así. Cada día que pasaba se iba dando cuenta de la personalidad atrayente de Hermione y de lo que él creía su repentina transformación. No le había contado nada a nadie sobre sus inquietudes, ni siquiera a su mejor amigo Harry Potter. Trataba de mil maneras evitar que se notara sus mejillas rosadas cada vez que ella se acercaba para susurrarle algo o simplemente platicar.
Aquel día prefirió no salir de la habitación hasta que no fuera la hora para ir al campo de quidditch con Harry. No deseaba encontrarse con Hermione en esos momentos en que se sentía confundido. Sin que él se diera cuenta Harry desde su cama lo miraba suspicaz.
- Ron, necesito platicar contigo de algo. - Harry se acerco al borde la cama de Ron con el rostro serio.
- ¿Qué sucede?.- Preguntó el pelirrojo fingiendo una sonrisa.
- He notado un ligero cambio en ti y me gustaría saber si hay algún problema en el que te pueda ayudar.
El chico vaciló un poco en contestar, no sabia si debía contarle a Harry lo que le sucedía con Hermione aunque no porque no confiara en él sino porque le daba vergüenza confesar que su manera de ver a Hermione como una amiga estaba cambiando.
- No, Harry no pasa nada. Solo que me he agotado con todas las tareas que han dejado. -Mintió.
Harry lo observó unos segundos antes de hablar.
- ¿Estas seguro?.- Insistió.- A mi me parece que hay algo más.
- No te preocupes estoy bien. - Ron fingió lo mejor que pudo una sonrisa.
El ojiverde al ver la sonrisa de su amigo también sonrió.
- Entonces bajemos al campo. Ya es hora de irme al entrenamiento. Hermione me dijo que nos tenia que decir algo.
- Esta bien. - Contestó Ron con poco ánimo.
Al salir de la sala común los muchachos fueron platicando de las diversas técnicas de juego que podrían utilizar para el partido de Griffyndor contra Hufflepuf. Ron parecía haber levantado un poco el ánimo para cuando llegaron al campo. Aunque se sintió un poco nervioso cuando encontró a Hermione platicando con Janice Bell, una chica de Hufflepuf que tenia cierto interés en Harry.
Janice fue la primera en percatarse de la presencia de los Gryffindor y levantó una mano con entusiasmo.
- ¡Hola chicos!.- Exclamó la joven Hufflepuff.
- Hola Janice, Hola Hermione - Contestó amigablemente Harry.
- Hola - saludo Ron.
- ¡Hola! - Saludó Hermione.- Janice y yo hemos estado platicando sobre la salida a Hogsmeade del próximo fin de semana. Estamos pensando en ir todos juntos a las tres Escobas. ¿No les parece bien?.
- Eso me parece bien.- dijo Ron. - Será un buen momento para quitarnos encima tantos deberes y relajarnos un poco.
Harry estuvo a punto de dar su opinión pero una voz se escuchó en el centro del campo de quidditch.
- ¡HARRY YA ES HORA!.
Era la voz de George Weasley, uno de los hermanos de Ron. El pelirrojo daba algunas piruetas en su escoba en señal de impaciencia por entrenar.
- Nos vemos - se despidió Harry.
- En un rato nos vemos - Dijo Hermione.
A Janice le brillaron los ojos en cuanto vio a Harry ascender en su escoba. Hermione tuvo que darle un ligero codazo para evitar que Ron se diera cuenta.
- ¿Qué piensan hacer?.- Preguntó el pelirrojo tratando de comportarse normal con las chicas.
- Yo tengo ensayo en el salón de música.- Contestó Janice mirando el reloj.
- Y yo voy un rato a la biblioteca. ¿Me acompañas Ron?.- Preguntó la castaña con una gran sonrisa.
- ¿Qué?. Para nada Hermione, lo ultimo que necesito es mas presión en mi cerebro, mejor me quedo a ver el entrenamiento – dijo Ron igual de sonriente.
- Bueno,.. entonces regreso en una hora. Necesito adelantar mi clase de Aritmancia.
- Como gustes.- dijo el chico dirigiéndose a las gradas.
- ¡Hasta luego! – Se despidió Janice.
Ron agitó una mano sin voltear a verlas en señal de despedida. Hermione solo se encogió de hombros y acompañó a Janice hasta una de las entradas del castillo.
Con buen humor Hermione caminó rumbo a la biblioteca. Pensaba emocionada en la solución a la tarea que le habían dejado. No cabía duda que conseguiría una muy buena calificación en sus proyectos.
La joven Prefecta al dar vuelta por un pasillo tropezó con alguien haciendo que se le cayesen sus libros.
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Hola!
Como comentario a este capitulo. Sobre la aparición de los gemelos Weasley sabiendo que ellos son dos cursos mayores que Harry y Ron he decidido hacerlos aparecer a un solo año de diferencia. En ese curso los protagonistas estan en sexto año y los gemelos en septimo.
Con quien habra tropezado Hermione??.. CONTINUARA..
Saludos
Jaina
