CAPITULO 3

ENREDOS


Instintivamente Hermione sacó su varita para recoger sus libros mientras pedía disculpas a la otra persona con la que había tropezado.

- ¡Fíjate por donde vas, Granger!.

Hermione no tenía que ser clarividente para identificar la voz enojada de la persona con la que había tropezado. Era el clásico arrastra-palabras de Malfoy, el prefecto de sexto curso de Slytherin.

- No se como te consideran inteligente si ni siquiera sabes caminar bien.- Dijo Draco mientras la veía altaneramente.

- No tengo la culpa de tu torpeza Malfoy.- dijo la chica con un tono de rencor.

El rubio la miró fijo mientras ella recogía sus cosas del suelo con su varita. El chico le imitó y con un movimiento de su varita levantó uno de los libros y lo hizo volar hasta su mano.

- ¡Deja eso!.- Exclamo sumamente enfadada Hermione.

- ¿Aritmancia?. ¿Crees tener habilidad para esta materia Granger?. A mi me parece que no.- dijo el chico con un tono burlón.

- ¿Por qué no me dejas en paz?.- La chica intentó arrebatarle el libro pero Malfoy lo escondió rápidamente por detrás.

- ¿Qué piensas hacer si no lo hago?.- El muchacho levantó una ceja.

- No estoy para tus juegos maquiavélicos Malfoy. Dame mi libro y punto.

El rubio levantó el libro por encima de su cabeza y lo dejó caer a sus pies. La chica aguantó la respiración al ver como su libro estaba siendo maltratado de esa manera. ¿Pero que se creia ese estúpido?.

La joven tuvo el impulso de inclinarse para recogerlo pero Draco lo empujo con el pie para que quedara fuera del alcance de la Gryffindor.

- Anda por tu libro Granger.

Draco echo a reírse con verdadera malignidad.

- Siempre a mis pies estúpida Gryffindor.- dijo Draco cruzándose de brazos y alejándose de ella.

Los ojos miel de la chica chispeaban de la ira y trataba de aguantar la respiración para no contestarle pero prefirió no darle mas motivos a Malfoy para molestarle.

- Como odio a ese Malfoy - dijo entre dientes Hermione. - Es la persona mas aborrecible que he conocido.

Con el cuerpo temblándole por la rabia recogió su ultimo libro y se dirigió hasta la biblioteca. Al llegar ahí se sintió mucho mejor al no ver a ningún Slytherin que la fuera a molestar. Escogió la mesa que más retirada estaba y asentó sus libros.

Algunos alumnos se encontraban haciendo labores o leyendo como pasatiempo. Hermione se sintió minutos después a gusto y olvidó por completo el incidente de Malfoy.

El tiempo transcurrió muy rápido y se dio cuenta que había pasado bastantes horas en la biblioteca, mucho más de lo que le había dicho a sus amigos.

Hermione tuvo la sensación de hambre unas horas después. Se dirigió al comedor y comió tan rápido como pudo bajo las protestas de sus amigos que le repetían una y otra vez que estaba exagerando al querer regresar a la biblioteca.

Draco Malfoy, por su parte, la observaba disimuladamente. Blaise Zabini y Pansy Parkinson sostenían una platica 'interesante' sobre las túnicas de algodón. El rubio dio unos ligeros golpecitos en la mesa de impaciencia y se levantó.

- ¿A dónde vas?.- preguntó Blaise con el ceño fruncido.

- Voy a la biblioteca a buscar información sobre las hierbas venenosas de nivel 3.- Contestó el chico.

- Pero si hoy es día libre...- Comentó Crabble.

- No voy a esperar al ultimo día para hacerla Crabble, sabes que no me gusta.- Contestó el Slytherin de mala gana.

El resto de los chicos guardó silencio hasta que el rubio se alejó de la mesa. Al final de cuentas nadie podía llevarle la contraria a Draco.

El prefecto dirigió sus pasos distraídamente hacia la biblioteca mientras pensaba en el encuentro que había tenido con Granger horas antes. Era cierto que se había portado como un verdadero cretino pero con ella tenia que ser así aunque realmente no estaba de ganas de hacer algo tan malo. Por un instante tuvo la sensación de querer observarla a los ojos y... ¿tocarle una mano?.

Draco se sintió molesto, buscó el lugar más alejado, donde ni siquiera podría encontrarse con la Gryffindor. Se cubrió con una pila de libros y comenzó a leer tratando de olvidar todo lo referente a la impura.

Fue difícil concentrarse, en vez de mirar un dibujo de una hoja veía el del rostro de Hermione. El chico comenzó a tocarse la nariz con la punta de su pluma de águila mientras se imaginaba a la joven Gryffindor sentarse en su misma mesa. Draco hecho a volar su imaginación unos cuantos minutos y, sin darse cuenta, sonrió.

Unos susurros hicieron que despertara de su ensueño y de mala gana volvió a poner atención a su libro. Unos chicos caminaban entre los anaqueles y al verlo dieron vuelta para retornar por donde vinieron.

Draco sonrió satisfecho. La mayoría de los estudiantes le tenían miedo (o pánico) así que preferían mejor no cruzarse en su camino. En cierta forma, el rubio gozaba de esa condición, era muy gracioso observar los rostros pálidos de los estudiantes de menor grado cuando lo veían.

Sin embargo, la sonrisa se borró en cuanto vio llegar a Hermione Granger con una carga de libros en sus brazos. La chica estaba tan atareada que ni se dio cuenta de la presencia de su enemigo. Draco se hundió un poco en la silla y levantó el libro como especie de refugio. El chico comenzó a observarla por encima del borde del objeto sin poder evitar el palpitar de su corazón.

Hermione respiraba profundamente cada vez que tomaba un libro para dar comienzo a la búsqueda de lo que necesitaba. A veces se detenía para poder hacer unos cuantos apuntes en los pergaminos y mordisquear su dedo índice cuando algo no le parecía.

Draco ni siquiera leía ni hacia apuntes, parecía que solo había llegado a la biblioteca para estudiar a la amiga de su peor enemigo.

La chica siguió trabajando sin mirar a su alrededor aunque sentía que alguien podía estar observándola. No quería perder tiempo en buscar a la persona que hacia tal cosa puesto que era primordial.

Las manecillas del reloj de Draco apuntaron casi la hora de la cena y el rubio se sobresaltó al darse cuenta que había avanzado poco su tarea. En pocas palabras había perdido varias horas valiosas en observar los gestos y movimientos de Granger.

A Draco le importo poco hacer ruido con la silla. Hermione se sobresaltó y miró hacia donde había escuchado tal sonido. La joven casi palideció cuando vio al Slytherin acercarse a su mesa pero el chico ni quiera volteo a mirarla sino que siguió de largo.

Hermione parpadeó confundida. Esta vez Malfoy ni siquiera aprovechó su soledad para agredirla. Pudo haberse quedado pensando en el motivo de la reacción del rubio pero prefirió continuar a toda prisa antes de que se le hiciera tarde para cenar.

Luego de un rato, Hermione no tuvo más remedio que recoger sus cosas e ir al gran comedor para la cena.

Cuando se encontraba caminando por el pasillo escucho una carcajada, Hermione volteó asustada pero no vio a nadie. Siguió caminando y apretó contra su pecho los libros y volvió a escuchar la risa socarrona. Esta vez la escuchó más cerca y con cierto miedo volteó a mirar a sus espaldas.

Peeves venía volando hacia ella, casi a punto de írsele encima. Traía consigo una bludger, quien como loca trataba de zafarse de las manos de Peeves. Hermione como pudo corrió para ponerse a salvo de la bludger que salió disparada segundos después.

En su carrera, Hermione trató sacar la varita de su capa pero tenía que soltar los libros y apuntes para hacerlo por lo que no era la mejor opción. Observó a lo lejos una figura que se dejaba venir hacia ellos y la bludger iba directamente a ella.

- ¡¡Cuidado!!- Exclamó Hermione.

La chica corrió con mas fuerza y soltó sus cosas para poder lanzarse sobre la persona y salvarla de la bludger que estaba casi a punto de golpearla. La bludger les rozó la cabeza y Hermione sacó con rapidez su varita lanzando un hechizo que hizo que la bludger cayera al suelo.

Hermione hizo un movimiento como seña de levantarse y retirar su peso de encima de la persona a la que había salvado de la bludger.

- ¡Quítate de encima, estúpida!.- Vociferó Malfoy.

El chico la tomó de los hombros y la empujó.

Hermione miró sumamente sorprendida a Draco y tan rápido como pudo se levantó.

- ¡Que asco!.- Exclamó el rubio mirando sus manos como si acabara de tocar algo desagradable.

- ¡Oh, estúpida rata fangosa!. De haber sabido que eras tú hubiera dejado que la bludger te golpeara en esa cabeza hueca.

- Mira lo que has hecho... ¡me has ensuciado la túnica!.- dijo el mago sin darle importancia a las palabras de Hermione mientras sacudía sus ropas.

- ¡Imbecil!.- Hermione le dio un ligero empujón con el hombro.

Hermione sacó su varita e hizo que sus libros volaran nuevamente a sus manos. ¿Para que se suponía que era la magia sino para facilitarle la vida al ser humano?. La chica miró su enemigo con rencor.

Draco continuó su camino sin decir más nada. Hermione estaba dolida y colérica, Malfoy ni siquiera le había dado las gracias, pero claro que siendo él sería mas probable ver a Snape vestido de rosa que él le diera las gracias por algo.

Sin embargo, Malfoy estaba desconcertado y... temblando. Todavía podía sentir el peso de Hermione sobre él. Tuvo la sensación de cruzar sus brazos por la espalda de la chica y hundir sus labios en los de ella.

- ¡Demonios!.- Masculló el rubio.

El chico apretó los dientes. ¿Cómo había podido pasar lo que paso?. ¿Para que había tenido que regresar a la biblioteca?. ¡Ah claro!. El muy tonto había dejado unos apuntes dentro de uno de los libros y se regresó a recuperarlos.

¡Por Merlín que era la primera vez que tenia a Granger tan cerca!. Durante el tiempo que la tuvo encima (que solo fueron unos segundos) pudo mirarla a los ojos y notar lo cristalina que era su mirada, los cabellos de ella le rozaron su cara por lo que pudo sentir su suavidad.

Draco se detuvo a la entrada de la biblioteca y comenzó a respirar con profundidad. ¿Por qué ella tenia que hacerle sentir tan extraño?. ¿Qué era lo que estaba pasando con él?.

El muchacho se mordisqueó el labio imaginándose el beso que le hubiera dado a Hermione Granger si se hubiera atrevido. Sin embargo, al entrar en conciencia hizo una mueca de asco.

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Cuando llegó a la sala común para dejar sus cosas, no había ningún alumno. Todos se encontraban cenando en el Gran Comedor.

Hermione se apresuró en bajar a cenar y al llegar a la mesa de los Gryffindor no pudo esconder su gesto de contrariedad. Harry y Ron la miraron confundidos.

- ¿Sucedió algo?.- Le preguntó Harry.

- ¿Estabas aún en la biblioteca? - pregunto Ron desconcertado.

- S-si, estaba ahí... solo que me demore porque Peeves estaba persiguiéndome con una Bludger.

- ¿Cómo que una bludger? – dijo Harry enfadado.

- Si, así es. Si no es que saco mi varita y lanzo un hechizo me hubiera pegado en la cabeza y en estos momentos estaría en la enfermería. - Hermione se quedó pensativa, estuvo a punto de contarles lo de Malfoy pero creyó que no era conveniente.

- Íbamos a pasar por ti a la biblioteca pero pensamos que ya habías vuelto a la sala común y que te encontraríamos aquí. - dijo Ron.

- No se preocupen, estoy bien y ya estoy aquí.- Hermione sonrió a sus amigos, era necesario que no sospecharan nada, sabia que le hubieran reclamado por haber evitado que la bludger le pegara a Malfoy, aunque en cierta forma no era su culpa, ya que ella ni siquiera lo había reconocido debido a la premura de la situación.

Después de un pequeño discurso de Dumbledore, los alumnos comenzaron a saborear los ricos platillos que ahí aparecían. Hermione parecía comer a gusto pero algo la estaba molestando. No sabia que, pero sentía una especie de incomodidad. Empezó a mirar de reojo a todos lados buscando aquello que la incomodaba.... miro hacia la mesa de Hufflepuf, Ravenclaw y Slytherin pero no encontró nada. Pensó que estaba paranoica y siguió disfrutando de su cena.

Pero Draco era quien había estado observando a Hermione. No había escuchado ni una sola palabra de Pansy al platicar sobre su viaje en el verano; algo que no era muy raro en Draco puesto que detestaba a veces oír las platicas insulsas de su compañera de Casa.

En esos momentos solo miraba a Granger, lo más disimuladamente que podía. Quería saber que cosas tan importantes tenia ella que le llamaba su atención. El chico sonrió socarronamente cuando se le ocurrió pensar que Hermione además de bonita era inteligente.

Las cosas no estaban siendo fáciles para Draco Malfoy, algo muy diferente se estaba apoderando de él y no podía hacer nada para evitarlo.

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Que talll!!! Como veran las cosas estan poniendose dificiles para Draco y Ron. Este es mi primer Fic, asi que pongan sus reviews. Para las personas que me acaban de dejar por los dos primeros capitulo se los agradesco y tambien a mi me encanta la pareja Draco-Hermione

Kisss!!