CAPITULO 10

Draco se encontraba leyendo en su enorme cama, no tenia sueño alguno. Todavía seguía irritado por el comentario de Blaise en la biblioteca. ¿Cómo se atrevía a fijarse en alguien tan inferior a ellos?.

Draco suavizo sus facciones endurecidas al recordar a Hermione, nunca había estado tan cerca de ella como el día del lago. Se preguntó a que sabrían sus labios. Cerró un instante los ojos y respiro profundamente. Se dio cuenta que ya no tenia ganas de seguir leyendo, dejó el libro en la mesa de noche y colocó sus manos atrás de su cuello y se recostó.

- "Granger"- susurro. –"¿qué tendrá de especial aquella chica?. Es de lo más común!!"- dijo Draco algo molesto..

Si era cierto que Hermione había cambiado un poco físicamente pero según Draco en Slytherin habían chicas con mas clase y con mejor físico que ella. Draco reflexiono un poco, es que no era solo el físico de Hermione que la hacía más atractiva sino el carácter que se había formado en el ultimo año. Granger ya no era la misma chica llorona de antes, ya no salía huyendo cada vez que él la insultaba.. sino todo lo contrario, cada vez que Draco le hacia algún comentario hiriente, ella le contestaba otro inteligentemente más hiriente aun o le devolvía con la cabeza en alto sus irritantes miradas.

Era inexplicable, pero el carácter fuerte de Hermione era para él muy atrayente, era todo un reto. Y a él le gustaban los retos. Sabía perfectamente bien que ella estaba por debajo de sus expectativas, pues aparte de ser una Gryffindor era una hija muggles, pero era muy difícil sacarla de sus pensamientos. Pasaba más tiempo observándola que haciendo cualquier otra cosa. Parecía ser que él ya conocía casi a la perfección sus rutinas y movimientos.

Se odiaba a si mismo por pensar tanto en una Gryffindor, pero es que era demasiado apetecible observarla y provocarla. Algunas veces le parecía divertido hacer enojar a Granger, cada vez que la veía enfadada sentía una sensación extraña de diversión.

Draco observo un cuadro que estaba casi al frente de su cama en el enorme cuarto. Era una pintura de su padre, quien parecía mirarlo acusadoramente con sus intensos ojos grises. Cerró los ojos tratando de borrarlo de su pensamiento. Una ola de escalofríos cubrió su cuerpo, si tan solo su padre se enterara de... no quisiera mejor imaginarlo.

Draco se acomodó entre sus sabanas de seda y miró hacia el otro lado de la habitación, se sentía totalmente impotente al no poder frenar sus pensamientos. Cerro los ojos tratando de concentrarse en otra cosa que no fuera Granger y se durmió.

*-*-*-*-*

Hermione se despertó contenta, no solo era prefecta sino que se acercaba la noche de brujas. Sabía que ese día por fin conocería al personaje que le mandaba cartas todos los días. Cada palabra de él era como un regocijo en su corazón, pues a pesar de ser una chica interesante la mayoría de los chicos se sentía intimidado ante ella.

Y es que Hermione podía intimidar a cualquiera. Después de cuarto año, la bruja mas inteligente de Hogwarts era más bonita y su carácter había suavizado. Justin de Hufflepuff estuvo interesado en ella el curso anterior (y todavía) pero nunca se atrevió a decir nada pues cada vez que estaba frente a frente, temblaba.

Los únicos que podían acercarse sin temor eran Harry y Ron, aparte de algunos Gryffindor. Pero para el resto Hermione era... inalcanzable.

Suspiró levemente al mirar las cartas de su enamorado secreto. Ella no solo se sentía atraída por la persona que escribía aquellas cartas sino que se estaba enamorando.

Miró a sus compañeras que estaban de perezosas aun en la cama. Nunca había podido llevarse tan bien con ellas como lo hacia con Harry y Ron, que eran sus máximos confidentes. Pues ellas solo solían hablar de cosas superfluas, al menos para Hermione.

Tomó un baño y se vistió con su impecable uniforme. Estaba lista y era el momento de bajar a desayunar.

Al llegar a la sala común se encontró a un somnoliento Harry Potter quien junto con Ron ya estaban por salir hacia el comedor.

- Buenos días!!.- saludo Hermione.

- Buenos días. – dijeron los dos con suma flojera.

- ¿Qué les pasa? – pregunto extrañada.

- Ayer nos acostamos tarde jugando cartas en la habitación con los demás chicos y no hemos dormido casi nada.. se nos cierran los ojos – respondió Ron con los ojos mas cerrados que abiertos.

- Pues tendrán que abrirlos porque hoy hay que trabajar con la poción de Snape, ayer no pudimos terminar la investigación en la biblioteca y hay que tener todo listo para prepararla el día de la clase. – Hermione los miraba acusadoramente. ¿Cómo iban a pasar el examen si se desvelaban?.

Dean se unió al grupo para ir a desayunar. En el camino platicaban de la próxima fiesta. Harry comentaba que esta vez podía hacer un mejor papel bailando pues las chicas del equipo de Quidditch le habían estado enseñado unos pasos. Hermione solo los escuchaba callada, no hacia ningún comentario, ella tenia mejores razones para creer que aquélla fiesta iba a ser la mejor.

Al llegar al comedor, se oía el enorme bullicio de los alumnos. Miembros de todas las casas platicaban entusiasmados de los juegos artificiales mágicos, vestidos de gala y antifaces.

Hermione tomo del brazo a Ron para hacerle un comentario sobre Harry y Janice, no se dio cuenta que alguien fulminaba a Ron con la mirada.

- ¿Por qué la miras tanto? – Pregunto Mildred Hill, una chica morena de Slytherin.

- Eso es algo que no te interesa Mildred – Blaise le contesto con una sonrisa sarcástica,

- Cada día bajas mas de categoría, Blaise- Dijo Pansy Parkinson que lo miraba con enojo.

- No lo creo querida Pansy. La señorita Granger es la chica más inteligente de todo Hogwarts y además con una belleza impresionante.- Blaise sonrió mostrando los dientes.

- ¿Impresionante?. Definitivamente estas arrastrando tu apellido por los suelos. – Dijo Millicent con una mueca de asco.

¿Se puede saber porque tanto alboroto? – Draco llegaba con Crabble y Goyle y miraba a todos de mal humor, no era un buen día para oír las tonterías de su grupo.

Es este idiota. – exclamo Mildred señalando con los ojos a Blaise. –No deja de mirar a esa sangre sucia.

Draco lo volteo a mirar con odio mientras este seguía mirando cínicamente a Hermione. Draco alzo una ceja y miró hacia la mesa de Gryffindor. Ahí estaba ella.. sonriendo en todo su esplendor acompañada de.... puros imbeciles.

No estoy de humor para oír nada de esos estúpidos, así que cambien el tema. – Señalo Draco con cierta exasperación mientras tomaba asiento.

Los Slytherin se quedaron callados y comenzaron a platicar de otra cosa. Era impresionante la manera en que Draco los manipulaba, él no pedía las cosas.. las ordenaba. De todo el grupo él era el más rico de todos y con mayor aristocracia. Talvez por saber que su padre era un conocido mortifago nadie se atrevía a hacer enojar a Draco era muy probable que vivirían una terrible experiencia si lo hacían.

Blaise se acomodo en su asiento y empezó a sonreírle a Catherine Mackinlay, una rubia Slytherin que desde hace algunos días él estaba tratando de conquistar. Catherine lo miraba enfadada por el comentario con la sangre sucia pero él solo se limito a enviarle un beso con la mano.

Draco tomo su humeante taza de té, no se sentía con hambre. Lo único que deseaba era eliminar su mal humor y no lo estaba logrando con la presencia de Hermione y el comentario sobre Blaise mirándola.

- Malfoy, ¿ya tienes planeado que ponerte para el baile?- pregunto tímidamente Pansy tratando de obtener un poco de atención de Draco.

Draco asintió con la cabeza pero ni siquiera la miró, realmente no estaba de humor para platicar de nada.

Pansy se sonrojo levemente ante la cortante respuesta de Draco, pero al final de cuentas ya estaba acostumbrada.

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TERMINO EL CAPITULO. Y POR FAVOR DEJEN REVIEWSSSS!!!!!.. LES AGRADESCO A TODAS LAS PERSONAS QUE ME HAN APOYADO Y ME HAN MANDADO CORREOS. NO SE PIERDAN EL SIGUIENTE CAPITULO. LES ASEGURO QUE LOS SIGUIENTES TIENEN MUCHAS SORPRESAS.!!