CAPITULO 30
Harry y Ron se encontraban en su habitación a punto de irse a la cama. Harry tenia la mirada perdida y Ron se dio cuenta.
- ¿En que piensas?.- pregunto.
- En Hermione, Malfoy y todo lo que esta pasando.- contesto distraído.
- No puedo creer que Hermione nos haya traicionado.- dijo Ron.
- Lo que yo no puedo creer es que Malfoy haya salido con ella...- dijo Harry.- El odia a los hijos de muggles!!.
- Es obvio Harry. Malfoy siente un placer malsano en andar molestando al prójimo... y mas si se trata de Hermione. Tu bien sabes cuantos años hace que se burla de ella y la molesta.
- Pero ¿por qué se tomaría tanto tiempo para hacerlo?... es decir, ¿por qué no simplemente lo hizo unos días y luego termino con la farsa?.
- Harry... – Ron respiro profundamente.- Malfoy es un idiota. Habrá encontrado divertido seguirle el juego a Hermione, viéndola como suspiraba por las cartas.
- Pero si ella después supo quien era.. ¿por qué no opto por ignorarlo?.¿por qué continuo aun a pesar de saber la verdad?.- Harry miraba a Ron fijamente tratando de encontrar alguna respuesta en su pequeñas pecas.
- Talvez la hechizo..- contesto un poco dudoso de su respuesta.
- Si así hubiera sido, Hermione no hubiera reaccionado tan rápido cuando le dijimos que las cartas las escribiste tu y no el...- Harry se quito las gafas.
- ¿Crees que realmente ella este enamorada de el?.- pregunto horrorizado.
- No lo se... la vi tan decida en la sala... – Harry trago saliva.- Podría decirse que si.
- Esta loca...- Ron se tapo la cara con las manos.
Harry lo miro unos momentos, él estaba tan confundido como Ron. Su mente trataba de interpretar el maquiavélico juego en el que participaban Malfoy y Hermione.
- Ron..¿no crees que fue demasiado tiempo invertido solo para que Malfoy quisiera burlarse de ella?. ¿No crees que desde la primera oportunidad el hubiera terminado con todo?.
- No lo se Harry. Malfoy tiene una mente muy maligna. – Ron tenia una expresión vaga.
- Talvez,.. pero algo no encaja.- dijo preocupado.
- Harry..!!.- dijo molesto Ron.- Me importa un rábano lo que le pase a Malfoy o lo que tenga en mente Malfoy... lo que importa aquí es Hermione.
- Siento que a Hermione le ha afectado la noticia. La note muy distante cuando subió a su cuarto.
- Es una traidora.- dijo Ron con los brazos cruzados.
- Creo que no deberíamos de ser tan duros con ella.
- Nos mintió Harry... y... – Ron se detuvo.
- Creo que estas mas molesto porque ella se haya enamorado de él y no de ti, ¿no es cierto?.- Harry lo miro fijamente.
Ron bajo un poco la cabeza y se sentó tristemente en la cama.
- En realidad me irrita que las cartas, después de todo si funcionaron... y solo para que otro se aprovechara.
- Ron.. tu le dijiste a Hermione que estabas confundido... que todo había sido una confusión, que la querías como una amiga después de todo.- Harry se acerco a él y se sentó a un lado.
- Lo se Harry, pero tampoco quiere decir que tenga que aceptar a que Malfoy se aproveche de eso,... talvez si fuera otro... pero no Malfoy!!.- exclamo.
- Lo entiendo.
- ¿Volverás a hablar con ella?.- pregunto Ron cabizbajo.
- Talvez... ¿y tu?.
- Yo no quiero hablar con ella.... solo tengo ganas de romperle la cara a Malfoy.- dijo Ron mientras se acostaba en su cama.
Harry se levanto y se acomodo en la suya. Neville en esos momentos entraba con Seamus.
- Increíble!!.- exclamo Seamus.
- ¿Qué es lo increíble?.- pregunto Ron tratando de cambiar su humor.
- A Neville lo han besado!!!.- dijo Seamus con cierto tono de burla.
- Seamus!!!.- exclamo Neville.
Harry sonrió.
- ¿Te besaste con aquella niña de Hufflepuff?.-pregunto.
Neville se sonrojo y guardo silencio.
- Yo mismo lo vi.- Dijo orgulloso Seamus.
- Calla!.- dijo sonrojado Neville.
- Vaya, al menos alguien la paso bien esta noche.- dijo Ron sarcásticamente.
Neville y Seamus se miraron. No entendieron lo que quiso decir Ron por lo que se encogieron de hombros y continuaron preparándose para dormir.
*-*-*-*-
Se había levantado muy temprano, lo único que pensaba era en el maldito sueño. Una vez mas vio como la sangre cubría el cuerpo débil de Hermione. ¿Por qué tenia ese sueño frecuentemente?. ¿Por qué no podía sacarlo simplemente de su cerebro?.
La noche anterior había sido la mejor de sus noches. El estar a solas con Hermione y el haber podido compartir con ella algo mas intimo como el anillo de su bisabuela lo hacia sentirse unido a ella.
Se sentía un poco ridículo por actuar así, pero desde que se enamoro de ella todo en su ser había cambiado... al menos en ciertas cosas. Decididamente eso no había cambiado sus gustos por las artes oscuras ni su manía de molestar a los Gryffindor. Tampoco cambiaba el concepto de tolerar a los muggles aunque ella era un caso excepcional.
Pensaba en la palabra de Hermione: "Te amo". El también la amaba pero su lengua se paralizaba con el solo hecho de pensarlo. Por mas que quisiera recordar el nunca había dicho esas palabras. Sin embargo su corazón palpitaba con fuerza cada vez que la veía, sentía un cúmulo de emociones que no podía explicar pero estaban ahí, en su corazón.
Miro su reloj, aun eran las 8 de la mañana. Se tomo un baño caliente tratando de borrar el reflejo de cansancio en su rostro, se vistió lo mejor que pudo y salió decididamente hacia el comedor para buscar a Hermione, al menos con la mirada.
Cada vez que despertaba del sueño sentía la necesidad de verla, por lo menos se sentiría mas tranquilo viéndola sana y salva.
Al llegar al comedor, no la vio. Solo algunos alumnos de Gryffindor, entre ellos Potter y Weasley.
- "Si ellos están despiertos, ella también debería estarlo".-se dijo mentalmente. Se sentó en la mesa y al verlo Ivonne Hill se acerco a él.
- Hola Draco. Buenos días.- Saludo la chica de cabellos castaños.
- Hola.- dijo un poco serio.
- Te levantaste muy temprano. Supongo que es porque te saliste de la fiesta muy temprano.
- Las fiestas me aburren, al menos las de Hogwarts, en mi casa son mas divertidas.- contesto con una forzada sonrisa.
- Lo se, solo una vez he asistido a una fiesta en la mansión Malfoy.- Ivonne lo miraba coquetamente.
- ¿Y cuando fue eso?.- dijo.
- En uno de tus cumpleaños. Si no mal recuerdo, cumplías 9 años.- sonrió.
- La verdad no recuerdo.- contesto sinceramente.
- Llega el correo...- dijo ella señalando a una lechuza.
Una lechuza negra se coloco majestuosamente en la mesa y con hinchado orgullo levanto la pata a Draco. Con paciencia Draco le quito el sobre color crema. El emblema rojo era bastante conocido: Los Granchester.
Era una carta de Eva Granchester, una chica de cabello negro y ojos verdes que era amiga suya desde la infancia. Le causaba cierta gracia que Eva le hubiera escrito justo un día después de San Valentín, abrió la carta para leer:
"Querido Draco: Estarás recibiendo esta carta probablemente después de San Valentín, no he podido escribir desde antes por algunas situaciones que en las siguientes líneas te explicaré.
Antes que nada te escribo para felicitarte por el día de San Valentín, es hermoso, ¿no crees?. Si, ya se que tú no le encuentras sentido, pero créeme que si estuvieras enamorado le encontrarías el sentido.
No se como decirte esto, ¿recuerdas lo que hablamos en tu casa, el día del baile de navidad?... Después de eso me puse a pensar un poco en mi situación, sobre permitir que mi padre maneje mi vida a su antojo y no dejarme escoger lo que yo creo que es conveniente para mi. Yo se lo que quiero, Draco, y lo que quiero es luchar por lo que realmente deseo, no lo que mi padre imponga.
Tome una decisión determinante y a estas alturas no puedo dar marcha atrás. Es por esta razón por la que me retrase en escribirte pues necesitaba dejar todo arreglado.
Probablemente no tardaras en enterarte de lo que esta pasando. Las noticias vuelan mas rápido que mis lechuzas.
Con esta carta me despido de ti. Espero que no sea la ultima que te escriba pero por el momento no me será posible escribirte ni una mas.
Cuídate mucho y espero un día te enamores... como yo.
Te quiere....
Eva Grandchester"
Draco volvió a leerla nuevamente, no podía creer que Eva de alguna manera se estuviera despidiendo. ¿a dónde iba?, ¿qué haría?, ¿de que noticia se iba a enterar? y sobre todo las palabras que mas le preocupaban "espero un día te enamores como yo".
Ivonne lo miraba de reojo mientras le untaba mermelada a su tostada pero Draco estaba tan absorto en sus pensamientos que no le presto atención. Seguía pensando en Eva, recordó que entre las cosas que habían estado hablando Eva y él era sobre el amor. Recordó que Eva se había enamorado de un mago hijo de muggles pero que había sido adoptado por una familia de magos importantes. A su padre eso no le interesaba, le interesaba mas las sangre que corría por sus venas.
Guardo la carta en su bolsillo y presto atención nuevamente en su desayuno. Comenzó a untar de mantequilla un panque mientras continuaba pensando en que era lo que haría Eva. Ivonne se dio cuenta que Draco ya no leía y volvió a acercarse un poco.
- Draco, ¿qué tienes planeado hacer en el verano?.- pregunto.
- ¿Cómo?.- pregunto distraídamente.
- ¿Qué si tienes planeado algo para el verano?. – volvió a preguntar.
- Eh!.. si.. estaré ocupado en algunas cosas de la familia.- contesto.
Ivonne bajo un poco la mirada.- Es una lastima yo pensaba que talvez...- su voz se fue apagando.
Draco puso los ojos en blanco y respiro resignadamente. Sabia lo que Ivonne quería decir, visitarla en su casa, compartir algún tiempo juntos, etc. etc.. aunque decididamente era estúpido preguntar eso cuando apenas estaban en febrero.
Potter y Weasley se levantaron de la mesa. Ambos traían puestos sus trajes de entrenamiento de Quidditch. El partido de Gryffindor contra Slytherin era el día mañana y sabia que iban a practicar como locos con tal de ganarles el partido. De esto Draco sonrió burlonamente.
El tenia practica durante la tarde, podría tener el tiempo justo para hacer su ronda nocturna y buscar a Hermione para charlar un rato. De pronto se dio cuenta de algo, Hermione aun no había llegado a desayunar, algo le decía que no era normal que ella no se hubiera levantado temprano. Ya eran las 9 de la mañana.
Para fortuna de Draco, Ivonne se mantuvo callada el resto del desayuno por lo que termino de desayunar tan rápido como pudo.
Se levanto de la mesa de Slytherin y comenzó la tarea de localizar a Hermione. ¿El primer lugar posible donde encontrarla?: La biblioteca.
*-*-*-*-
Hermione se había levantado muy temprano, los recientes hechos no la habían dejado dormir y tenia los ojos ligeramente hinchados por llorar casi toda la noche.
Tuvo que hacer un hechizo obstaculizador de sonido para que Lavender y Parvati no la escucharan. Se sentía decepcionada y traicionada. Ella siempre había pensado que Draco era quien le escribía todas esas cartas, que el había mostrado un lado oculto y sensible al escribirle. No tenia intenciones de verlo ni hablarle y se sentía terriblemente sola sin la amistad de Harry y de Ron que probablemente no le volverían a hablar.
Se encontraba en la biblioteca, tratando de hacer una tarea de Aritmancia que contenía un cierto grado de dificultad. En su mesa tenia libros de Runas Antiguas y de Historia de la Magia. Por mas que intentaba no lograba concentrarse y eso la estaba poniendo de mal humor. Ni siquiera había tomado el desayuno, no sentía apetito.
Se levanto pesadamente en busca de un libro en la sección de Historia. Encontró el pequeño libro café con letras blancas, al dirigirse nuevamente a su lugar su corazón palpito rápidamente, .ahí frente a ella se encontraba Draco y aparentemente no la había visto aun. No tenia intenciones de hablar con él, no deseba hacerlo. Se acerco a su silla y tomo rápidamente sus cosas.
Draco volteo a ver hacia donde estaba Hermione. Miro a los lados y se fijo que no hubiera nadie cerca que los pudiera ver, con una sonrisa en los labios se fue acercando a ella. Su sonrisa fue desapareciendo al ver los ojos amenazadores de Hermione. Draco la miro extrañado, parecía que ella estaba huyendo de él. No la quiso dejar ir sin ninguna explicación y le obstaculizó el paso.
- ¿Qué te sucede?.- pregunto visiblemente confundido.
- Hazte a un lado.- dijo exasperada.
- ¿Me puedes explicar que rayos te pasa?.- La expresión de Draco era de confusión total.
- Me entere de todo..- dijo ella cortante.
- ¿Enterarte de que?.- pregunto Draco serio.
- Que interceptaste las cartas que me enviaba Ron y...
- Ah! Eso..- Interrumpió Draco.
- ¿No lo niegas?...- dijo visiblemente enojada.
- No.- dijo Draco sin sentirse afectado.
- ¿Todo este tiempo me engañaste?.
- ¿A que le llamas engaño?.- Draco la miro fijamente.
- Me hiciste creer que tú sentías todo eso que escribiste y en realidad todo era una mentira.- dijo irritada.
- ¿Realmente piensas eso?.- dijo Draco alzando una ceja.
- Por un momento pensé que tenias esa sensibilidad para amar, pero en realidad siempre fue Ron.- Tomo una pausa para mirarlo detenidamente a los ojos.- No quiero volver a verte.- dijo entre dientes.
Draco se quedo paralizado. Las palabras de Hermione le zumbaron fuertemente en los oídos. Su sangre comenzó a hervir como volcán a punto de estallar.
- Bien Granger, ya que lo sabes todo. No tengo porque seguir con esta estúpida farsa.- dijo fríamente. Él no podía darse el lujo de demostrarle que le habían afectado sus palabras, un Malfoy nunca mostraba sus verdaderos sentimientos.
- Eres un imbecil Malfoy.- dijo ella.
Con una mueca de repugnancia Draco se dio la vuelta dejando a Hermione apretando los libros con nerviosismo.
Ella lo observo hasta que desapareció de su vista. Su corazón palpitó muy rápido al sentir la fría mirada de Draco. En esos momentos deseo no haber dicho nada, deseo abrazarlo y olvidar todo. Pero ya era demasiado tarde, el sueño había terminado.
*-*-*-
Draco salió de la biblioteca con paso firme y rápido. Su corazón latía salvajemente lleno de incontrolable furia. En su mente revoloteaban las palabras de Hermione. Apretó los puños con rabia y la suerte quiso que nadie en ese momento se cruzara en su camino porque hubiera sido fatal.
Llegó a la sala común y al entrar a su habitación le dio un fuerte golpe a la pared.
- "Todo este tiempo siempre quiso estar con el pobretón ese y no conmigo.... y yo actuando como un estúpido".- se dijo.
Un hilillo de sangre corrió por el puño lastimado de Draco, quien no parecía sentir nada. Se sentó en la cama y fijo sus ojos al piso. ¿En que momento él se había rebajado para llegar a amarla como el lo hacia?. Se llevo la mano adolorida al cuello y se arranco el colgante que ella le había dado y lo quiso lanzar hacia el otro lado de la habitación, pero en vez de eso lo observo detenidamente en su mano y lo abrió.
Una replica de Hermione le mandaba besos con la mano y se escuchaba el suave latido de su corazón. La observo por largo tiempo, tratando de entender como se había enterado ella y porque lo había juzgado tan duramente. Era cierto que el intercepto las cartas de Weasley pero él mismo había escrito otras en su lugar, según esto porque los poemas de Weasley no conquistarían ni a una vaca.
Lo que mas le había dolido era haberlo comparado con el pelirrojo diciéndole que él tenia mas capacidad de amar. ¿Solo por unas estúpidas cartas?. ¿Acaso no era suficiente el hecho de que él estaba con ella a pesar de todo?.
No quería admitirlo pero sentía un ligero dolor en su pecho, algo que nunca había sentido pero sabia muy bien cual era la razón. Él nunca se había imaginado tener que dejar ir a Hermione, ¿cuántas veces le había dicho a ella que viviera el presente, que no pensara en el futuro?, y todo porque en realidad él no deseaba que terminara nunca.
Cerro nuevamente el pequeño obsequio de Hermione y lo guardo en una caja de madera cerca de su buró. Lo cerro con varios hechizos y se recostó en la cama.
Todo había terminado, volverían otra vez las burlas y las miradas de odio, volvería a hacerle la vida imposible como lo hacia anteriormente, continuaría su camino como si nada hubiera pasado... como si ella jamás hubiera tocado su corazón.
De alguna manera tenia que lograr olvidarla. Maldijo una y otra vez el día en que se enamoro de ella y el momento en que ella le había correspondido también... o que ella había fingido corresponderle.
Cerro los ojos, el recuerdo de los besos de Hermione le quemaban y en su mente no se esclarecía la manera en que él borraría su recuerdo... pero tenia que luchar para hacerlo.
*-*-*-*-
Después de un día agitado y cansado, Ron caminaba por los pasillos emanando bufidos de su boca. No podía dejar las cosas así, tenia que arreglar cuentas. Lo que había pasado el día anterior merecía algo mas que quedarse sentado viendo pasar a Malfoy.
Sabia que Malfoy, como prefecto, tenia que hacer su acostumbrada inspección por los pasillos. Y era ese el momento justo que estaba esperando... encontrarlo a solas.
Se iba internando un poco por los pasillos cerca de la sala común de Slytherin, tenia que encontrarlo. Y justo en ese momento sus plegarias habían sido escuchadas.
Ron estaba frente a él, los ojos de Draco brillaron con malignidad. Sabia perfectamente que estaba haciendo el pelirrojo por los pasillos de Slytherin, pero aun así jugaría con él un rato.
- ¿Que haces aquí Weasley?.- pregunto arrogante Draco.
- Sabes muy bien a que vine, Malfoy.- Ron caminaba lentamente hacia él mientras sus puños se apretaban con fuerza dispuestos a descargar la furia que llevaba por dentro.
- Pues no lo se.- dijo en un tono burlón.
- Engañaste a Hermione, te aprovechaste que yo le estaba escribiendo cartas y las interceptaste. Eres tan basura que hasta las hiciste pasar tuyas.
- ¿Ah si?, ¿Cómo sabes eso?.- Draco permanecía en el mismo lugar, dejando que el pelirrojo se acercara más.
Ron se detuvo y lo miro con rabia.
- Ella nos contó lo de las cartas y te puedo asegurar que tu las robaste. Aprovechaste para burlarte de ella y me alejaste la oportunidad de acércame a ella... eres un cobarde.
Draco rió.
- Weasley. ¿Quién ha estado junto a ella todos estos años?. No tuviste las agallas suficientes para decírselo en su cara.... ¿quién habla de cobardía ahora?.
Ron apretó la mandíbula.
- Te voy a matar...- dijo Ron.
- Puedes matarme si quieres pero no podrás borrar los besos que le di a Granger.- Draco sonrió burlonamente.
Sorprendidamente Ron no se movió solo lo miro con furia infinita mientras en su mano apretaba fuertemente su varita. Draco por su parte lo miraba curiosamente sin perder de vista la mano de Ron aunque en ese punto él ya tenia su varita en la mano.
- Hubieras visto a Hermione ayer por la noche, defendiéndote como podía pero cuando se entero lo de las cartas lo que sea que haya sentido por ti, desapareció.- dijo con voz ronca.
Draco trago saliva y miro a Ron con frialdad.
- Te digo esto para que sepas que el sucio juego que planeaste no te funciono porque ella en estos momentos ni siquiera piensa en ti. – continuo.
- ¿Y crees que eso me importa?.- dijo con frialdad.
- Se que no te importa Malfoy así como a ella no le importa tampoco... – Ron lo miro fijamente.
Draco sintió que un estremecimiento le cubría el cuerpo pero su cuerpo no se movía al igual que el de Ron, solo se miraban uno al otro retadoramente.
- Vamos a resolver esto Malfoy, como hombres... sin varitas.- dijo Ron.
Draco asentó y ambos guardaron sus varitas. Se acercaron lentamente y Ron fue quien dio el primer golpe.
El rubio se llevo las manos al estomago y respiraba agitadamente. Sus ojos estaban inyectados de odio y se le fue encima al pelirrojo dándole un puñetazo en la cara. Ron cayo al suelo pero llevándose consigo a Draco. Los dos rodaban por el piso dándose de golpes en la cara, las manos de Draco buscaban la manera de golpear la cabeza de Ron contra el suelo y Ron trataba de ahorcarle.
Justo cuando Draco le asentó otro puñetazo a Ron una fuerza extraña lo jalo hacia atrás.
- ¿Me quieren explicar que pasa aquí?.- Pregunto Snape molesto y confundido.
- Weasley vino a molestarme profesor. Yo solo me defendí.- dijo Draco mientras se limpiaba la sangre de su boca.
Ron por su parte se levanto rápidamente y miraba con cierto temor a Snape. Sabia que no le iba a ir muy bien.
- Cincuenta puntos por atacar a un alumno de Slytherin y otros cincuenta puntos menos por estar fuera de su habitación.
- Aun no son las nueve!!.- se quejo Ron.
- Le quitare, Sr. Weasley, otros cincuenta puntos si no se calla y se larga de aquí.- dijo Snape con una sonrisa de triunfo.
Ron lanzo una ultima mirada a Draco y se fue.
- ¿No desea ir a la enfermería para que le atiendan esas heridas?.- Pregunto Snape a Draco.
- No es necesario profesor.- contesto Draco.
Snape sonrió de lado y se dio la vuelta dejando a Draco con un mar de emociones. Camino hacia los últimos pasillos que quedaban por revisar y se quedo paralizado al ver a Hermione caminar rápidamente hacia él.
- ¿Dónde esta Ron?.- pregunto.
- No lo se y tampoco me importa.- contesto él con frialdad.
Draco iba a pasar de largo pero Hermione lo tomo del brazo con firmeza.
- ¿Qué le hiciste?.- dijo enojada.
- Quita tu sucia mano de encima, Granger.- murmuro Draco.
Hermione lo soltó lentamente mientras veía los ojos centellantes de Draco.
- Y mas vale que te largues, estas apestando el ambiente.- Draco hizo una mueca de repugnancia y siguió caminando.
Hermione lo volteo a ver con los ojos relampagueantes por las lagrimas, los ojos que anteriormente la veían con serenidad ahora la miraban con infinito odio. Miro a todos lados y comenzó a buscar a Ron pero no había rastros de él, probablemente ya se había marchado.
Se regreso nuevamente a los pasillos cerca de la Torre de Gryffindor, con el aspecto miserable y cansado. Lo que antes había sido un hermoso sueño... ahora era una pesadilla.
***********************
Termino este capitulo... y me he quedado un poco triste despues de terminarlo. Y creo que muchas de ustedes me mandaran vociferadores por el rompimiento de Draco con Hermione.
Me dolio un poquito como trato Draco a Hermione al final de este cap. pero ni modos él es asi... ademas recuerden que el esta dolido porque Hermione lo comparo con Ron.
Aun faltan varios capitulos chicas, asi que no se pierdan la continuacion. Todavia falta ver lo de la carta de Eva, los sueños de Draco, que hace el anillo que le regalo Draco a Hermione y aun faltan muchas cosas entre Hermione, Harry y Ron. Y les aseguro que el final de esta historia no sera triste...asi que...
Espero sus reviews!!!.. pero por favor, no sean duras conmigo!!!.
Un besotote...
J@ina
p.d. Aaah!! y para alguien que pregunto cada cuanto actualizo mis fics, lo hago cada semana pero si lo tengo en menos tiempo lo publico antes.
Harry y Ron se encontraban en su habitación a punto de irse a la cama. Harry tenia la mirada perdida y Ron se dio cuenta.
- ¿En que piensas?.- pregunto.
- En Hermione, Malfoy y todo lo que esta pasando.- contesto distraído.
- No puedo creer que Hermione nos haya traicionado.- dijo Ron.
- Lo que yo no puedo creer es que Malfoy haya salido con ella...- dijo Harry.- El odia a los hijos de muggles!!.
- Es obvio Harry. Malfoy siente un placer malsano en andar molestando al prójimo... y mas si se trata de Hermione. Tu bien sabes cuantos años hace que se burla de ella y la molesta.
- Pero ¿por qué se tomaría tanto tiempo para hacerlo?... es decir, ¿por qué no simplemente lo hizo unos días y luego termino con la farsa?.
- Harry... – Ron respiro profundamente.- Malfoy es un idiota. Habrá encontrado divertido seguirle el juego a Hermione, viéndola como suspiraba por las cartas.
- Pero si ella después supo quien era.. ¿por qué no opto por ignorarlo?.¿por qué continuo aun a pesar de saber la verdad?.- Harry miraba a Ron fijamente tratando de encontrar alguna respuesta en su pequeñas pecas.
- Talvez la hechizo..- contesto un poco dudoso de su respuesta.
- Si así hubiera sido, Hermione no hubiera reaccionado tan rápido cuando le dijimos que las cartas las escribiste tu y no el...- Harry se quito las gafas.
- ¿Crees que realmente ella este enamorada de el?.- pregunto horrorizado.
- No lo se... la vi tan decida en la sala... – Harry trago saliva.- Podría decirse que si.
- Esta loca...- Ron se tapo la cara con las manos.
Harry lo miro unos momentos, él estaba tan confundido como Ron. Su mente trataba de interpretar el maquiavélico juego en el que participaban Malfoy y Hermione.
- Ron..¿no crees que fue demasiado tiempo invertido solo para que Malfoy quisiera burlarse de ella?. ¿No crees que desde la primera oportunidad el hubiera terminado con todo?.
- No lo se Harry. Malfoy tiene una mente muy maligna. – Ron tenia una expresión vaga.
- Talvez,.. pero algo no encaja.- dijo preocupado.
- Harry..!!.- dijo molesto Ron.- Me importa un rábano lo que le pase a Malfoy o lo que tenga en mente Malfoy... lo que importa aquí es Hermione.
- Siento que a Hermione le ha afectado la noticia. La note muy distante cuando subió a su cuarto.
- Es una traidora.- dijo Ron con los brazos cruzados.
- Creo que no deberíamos de ser tan duros con ella.
- Nos mintió Harry... y... – Ron se detuvo.
- Creo que estas mas molesto porque ella se haya enamorado de él y no de ti, ¿no es cierto?.- Harry lo miro fijamente.
Ron bajo un poco la cabeza y se sentó tristemente en la cama.
- En realidad me irrita que las cartas, después de todo si funcionaron... y solo para que otro se aprovechara.
- Ron.. tu le dijiste a Hermione que estabas confundido... que todo había sido una confusión, que la querías como una amiga después de todo.- Harry se acerco a él y se sentó a un lado.
- Lo se Harry, pero tampoco quiere decir que tenga que aceptar a que Malfoy se aproveche de eso,... talvez si fuera otro... pero no Malfoy!!.- exclamo.
- Lo entiendo.
- ¿Volverás a hablar con ella?.- pregunto Ron cabizbajo.
- Talvez... ¿y tu?.
- Yo no quiero hablar con ella.... solo tengo ganas de romperle la cara a Malfoy.- dijo Ron mientras se acostaba en su cama.
Harry se levanto y se acomodo en la suya. Neville en esos momentos entraba con Seamus.
- Increíble!!.- exclamo Seamus.
- ¿Qué es lo increíble?.- pregunto Ron tratando de cambiar su humor.
- A Neville lo han besado!!!.- dijo Seamus con cierto tono de burla.
- Seamus!!!.- exclamo Neville.
Harry sonrió.
- ¿Te besaste con aquella niña de Hufflepuff?.-pregunto.
Neville se sonrojo y guardo silencio.
- Yo mismo lo vi.- Dijo orgulloso Seamus.
- Calla!.- dijo sonrojado Neville.
- Vaya, al menos alguien la paso bien esta noche.- dijo Ron sarcásticamente.
Neville y Seamus se miraron. No entendieron lo que quiso decir Ron por lo que se encogieron de hombros y continuaron preparándose para dormir.
*-*-*-*-
Se había levantado muy temprano, lo único que pensaba era en el maldito sueño. Una vez mas vio como la sangre cubría el cuerpo débil de Hermione. ¿Por qué tenia ese sueño frecuentemente?. ¿Por qué no podía sacarlo simplemente de su cerebro?.
La noche anterior había sido la mejor de sus noches. El estar a solas con Hermione y el haber podido compartir con ella algo mas intimo como el anillo de su bisabuela lo hacia sentirse unido a ella.
Se sentía un poco ridículo por actuar así, pero desde que se enamoro de ella todo en su ser había cambiado... al menos en ciertas cosas. Decididamente eso no había cambiado sus gustos por las artes oscuras ni su manía de molestar a los Gryffindor. Tampoco cambiaba el concepto de tolerar a los muggles aunque ella era un caso excepcional.
Pensaba en la palabra de Hermione: "Te amo". El también la amaba pero su lengua se paralizaba con el solo hecho de pensarlo. Por mas que quisiera recordar el nunca había dicho esas palabras. Sin embargo su corazón palpitaba con fuerza cada vez que la veía, sentía un cúmulo de emociones que no podía explicar pero estaban ahí, en su corazón.
Miro su reloj, aun eran las 8 de la mañana. Se tomo un baño caliente tratando de borrar el reflejo de cansancio en su rostro, se vistió lo mejor que pudo y salió decididamente hacia el comedor para buscar a Hermione, al menos con la mirada.
Cada vez que despertaba del sueño sentía la necesidad de verla, por lo menos se sentiría mas tranquilo viéndola sana y salva.
Al llegar al comedor, no la vio. Solo algunos alumnos de Gryffindor, entre ellos Potter y Weasley.
- "Si ellos están despiertos, ella también debería estarlo".-se dijo mentalmente. Se sentó en la mesa y al verlo Ivonne Hill se acerco a él.
- Hola Draco. Buenos días.- Saludo la chica de cabellos castaños.
- Hola.- dijo un poco serio.
- Te levantaste muy temprano. Supongo que es porque te saliste de la fiesta muy temprano.
- Las fiestas me aburren, al menos las de Hogwarts, en mi casa son mas divertidas.- contesto con una forzada sonrisa.
- Lo se, solo una vez he asistido a una fiesta en la mansión Malfoy.- Ivonne lo miraba coquetamente.
- ¿Y cuando fue eso?.- dijo.
- En uno de tus cumpleaños. Si no mal recuerdo, cumplías 9 años.- sonrió.
- La verdad no recuerdo.- contesto sinceramente.
- Llega el correo...- dijo ella señalando a una lechuza.
Una lechuza negra se coloco majestuosamente en la mesa y con hinchado orgullo levanto la pata a Draco. Con paciencia Draco le quito el sobre color crema. El emblema rojo era bastante conocido: Los Granchester.
Era una carta de Eva Granchester, una chica de cabello negro y ojos verdes que era amiga suya desde la infancia. Le causaba cierta gracia que Eva le hubiera escrito justo un día después de San Valentín, abrió la carta para leer:
"Querido Draco: Estarás recibiendo esta carta probablemente después de San Valentín, no he podido escribir desde antes por algunas situaciones que en las siguientes líneas te explicaré.
Antes que nada te escribo para felicitarte por el día de San Valentín, es hermoso, ¿no crees?. Si, ya se que tú no le encuentras sentido, pero créeme que si estuvieras enamorado le encontrarías el sentido.
No se como decirte esto, ¿recuerdas lo que hablamos en tu casa, el día del baile de navidad?... Después de eso me puse a pensar un poco en mi situación, sobre permitir que mi padre maneje mi vida a su antojo y no dejarme escoger lo que yo creo que es conveniente para mi. Yo se lo que quiero, Draco, y lo que quiero es luchar por lo que realmente deseo, no lo que mi padre imponga.
Tome una decisión determinante y a estas alturas no puedo dar marcha atrás. Es por esta razón por la que me retrase en escribirte pues necesitaba dejar todo arreglado.
Probablemente no tardaras en enterarte de lo que esta pasando. Las noticias vuelan mas rápido que mis lechuzas.
Con esta carta me despido de ti. Espero que no sea la ultima que te escriba pero por el momento no me será posible escribirte ni una mas.
Cuídate mucho y espero un día te enamores... como yo.
Te quiere....
Eva Grandchester"
Draco volvió a leerla nuevamente, no podía creer que Eva de alguna manera se estuviera despidiendo. ¿a dónde iba?, ¿qué haría?, ¿de que noticia se iba a enterar? y sobre todo las palabras que mas le preocupaban "espero un día te enamores como yo".
Ivonne lo miraba de reojo mientras le untaba mermelada a su tostada pero Draco estaba tan absorto en sus pensamientos que no le presto atención. Seguía pensando en Eva, recordó que entre las cosas que habían estado hablando Eva y él era sobre el amor. Recordó que Eva se había enamorado de un mago hijo de muggles pero que había sido adoptado por una familia de magos importantes. A su padre eso no le interesaba, le interesaba mas las sangre que corría por sus venas.
Guardo la carta en su bolsillo y presto atención nuevamente en su desayuno. Comenzó a untar de mantequilla un panque mientras continuaba pensando en que era lo que haría Eva. Ivonne se dio cuenta que Draco ya no leía y volvió a acercarse un poco.
- Draco, ¿qué tienes planeado hacer en el verano?.- pregunto.
- ¿Cómo?.- pregunto distraídamente.
- ¿Qué si tienes planeado algo para el verano?. – volvió a preguntar.
- Eh!.. si.. estaré ocupado en algunas cosas de la familia.- contesto.
Ivonne bajo un poco la mirada.- Es una lastima yo pensaba que talvez...- su voz se fue apagando.
Draco puso los ojos en blanco y respiro resignadamente. Sabia lo que Ivonne quería decir, visitarla en su casa, compartir algún tiempo juntos, etc. etc.. aunque decididamente era estúpido preguntar eso cuando apenas estaban en febrero.
Potter y Weasley se levantaron de la mesa. Ambos traían puestos sus trajes de entrenamiento de Quidditch. El partido de Gryffindor contra Slytherin era el día mañana y sabia que iban a practicar como locos con tal de ganarles el partido. De esto Draco sonrió burlonamente.
El tenia practica durante la tarde, podría tener el tiempo justo para hacer su ronda nocturna y buscar a Hermione para charlar un rato. De pronto se dio cuenta de algo, Hermione aun no había llegado a desayunar, algo le decía que no era normal que ella no se hubiera levantado temprano. Ya eran las 9 de la mañana.
Para fortuna de Draco, Ivonne se mantuvo callada el resto del desayuno por lo que termino de desayunar tan rápido como pudo.
Se levanto de la mesa de Slytherin y comenzó la tarea de localizar a Hermione. ¿El primer lugar posible donde encontrarla?: La biblioteca.
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Hermione se había levantado muy temprano, los recientes hechos no la habían dejado dormir y tenia los ojos ligeramente hinchados por llorar casi toda la noche.
Tuvo que hacer un hechizo obstaculizador de sonido para que Lavender y Parvati no la escucharan. Se sentía decepcionada y traicionada. Ella siempre había pensado que Draco era quien le escribía todas esas cartas, que el había mostrado un lado oculto y sensible al escribirle. No tenia intenciones de verlo ni hablarle y se sentía terriblemente sola sin la amistad de Harry y de Ron que probablemente no le volverían a hablar.
Se encontraba en la biblioteca, tratando de hacer una tarea de Aritmancia que contenía un cierto grado de dificultad. En su mesa tenia libros de Runas Antiguas y de Historia de la Magia. Por mas que intentaba no lograba concentrarse y eso la estaba poniendo de mal humor. Ni siquiera había tomado el desayuno, no sentía apetito.
Se levanto pesadamente en busca de un libro en la sección de Historia. Encontró el pequeño libro café con letras blancas, al dirigirse nuevamente a su lugar su corazón palpito rápidamente, .ahí frente a ella se encontraba Draco y aparentemente no la había visto aun. No tenia intenciones de hablar con él, no deseba hacerlo. Se acerco a su silla y tomo rápidamente sus cosas.
Draco volteo a ver hacia donde estaba Hermione. Miro a los lados y se fijo que no hubiera nadie cerca que los pudiera ver, con una sonrisa en los labios se fue acercando a ella. Su sonrisa fue desapareciendo al ver los ojos amenazadores de Hermione. Draco la miro extrañado, parecía que ella estaba huyendo de él. No la quiso dejar ir sin ninguna explicación y le obstaculizó el paso.
- ¿Qué te sucede?.- pregunto visiblemente confundido.
- Hazte a un lado.- dijo exasperada.
- ¿Me puedes explicar que rayos te pasa?.- La expresión de Draco era de confusión total.
- Me entere de todo..- dijo ella cortante.
- ¿Enterarte de que?.- pregunto Draco serio.
- Que interceptaste las cartas que me enviaba Ron y...
- Ah! Eso..- Interrumpió Draco.
- ¿No lo niegas?...- dijo visiblemente enojada.
- No.- dijo Draco sin sentirse afectado.
- ¿Todo este tiempo me engañaste?.
- ¿A que le llamas engaño?.- Draco la miro fijamente.
- Me hiciste creer que tú sentías todo eso que escribiste y en realidad todo era una mentira.- dijo irritada.
- ¿Realmente piensas eso?.- dijo Draco alzando una ceja.
- Por un momento pensé que tenias esa sensibilidad para amar, pero en realidad siempre fue Ron.- Tomo una pausa para mirarlo detenidamente a los ojos.- No quiero volver a verte.- dijo entre dientes.
Draco se quedo paralizado. Las palabras de Hermione le zumbaron fuertemente en los oídos. Su sangre comenzó a hervir como volcán a punto de estallar.
- Bien Granger, ya que lo sabes todo. No tengo porque seguir con esta estúpida farsa.- dijo fríamente. Él no podía darse el lujo de demostrarle que le habían afectado sus palabras, un Malfoy nunca mostraba sus verdaderos sentimientos.
- Eres un imbecil Malfoy.- dijo ella.
Con una mueca de repugnancia Draco se dio la vuelta dejando a Hermione apretando los libros con nerviosismo.
Ella lo observo hasta que desapareció de su vista. Su corazón palpitó muy rápido al sentir la fría mirada de Draco. En esos momentos deseo no haber dicho nada, deseo abrazarlo y olvidar todo. Pero ya era demasiado tarde, el sueño había terminado.
*-*-*-
Draco salió de la biblioteca con paso firme y rápido. Su corazón latía salvajemente lleno de incontrolable furia. En su mente revoloteaban las palabras de Hermione. Apretó los puños con rabia y la suerte quiso que nadie en ese momento se cruzara en su camino porque hubiera sido fatal.
Llegó a la sala común y al entrar a su habitación le dio un fuerte golpe a la pared.
- "Todo este tiempo siempre quiso estar con el pobretón ese y no conmigo.... y yo actuando como un estúpido".- se dijo.
Un hilillo de sangre corrió por el puño lastimado de Draco, quien no parecía sentir nada. Se sentó en la cama y fijo sus ojos al piso. ¿En que momento él se había rebajado para llegar a amarla como el lo hacia?. Se llevo la mano adolorida al cuello y se arranco el colgante que ella le había dado y lo quiso lanzar hacia el otro lado de la habitación, pero en vez de eso lo observo detenidamente en su mano y lo abrió.
Una replica de Hermione le mandaba besos con la mano y se escuchaba el suave latido de su corazón. La observo por largo tiempo, tratando de entender como se había enterado ella y porque lo había juzgado tan duramente. Era cierto que el intercepto las cartas de Weasley pero él mismo había escrito otras en su lugar, según esto porque los poemas de Weasley no conquistarían ni a una vaca.
Lo que mas le había dolido era haberlo comparado con el pelirrojo diciéndole que él tenia mas capacidad de amar. ¿Solo por unas estúpidas cartas?. ¿Acaso no era suficiente el hecho de que él estaba con ella a pesar de todo?.
No quería admitirlo pero sentía un ligero dolor en su pecho, algo que nunca había sentido pero sabia muy bien cual era la razón. Él nunca se había imaginado tener que dejar ir a Hermione, ¿cuántas veces le había dicho a ella que viviera el presente, que no pensara en el futuro?, y todo porque en realidad él no deseaba que terminara nunca.
Cerro nuevamente el pequeño obsequio de Hermione y lo guardo en una caja de madera cerca de su buró. Lo cerro con varios hechizos y se recostó en la cama.
Todo había terminado, volverían otra vez las burlas y las miradas de odio, volvería a hacerle la vida imposible como lo hacia anteriormente, continuaría su camino como si nada hubiera pasado... como si ella jamás hubiera tocado su corazón.
De alguna manera tenia que lograr olvidarla. Maldijo una y otra vez el día en que se enamoro de ella y el momento en que ella le había correspondido también... o que ella había fingido corresponderle.
Cerro los ojos, el recuerdo de los besos de Hermione le quemaban y en su mente no se esclarecía la manera en que él borraría su recuerdo... pero tenia que luchar para hacerlo.
*-*-*-*-
Después de un día agitado y cansado, Ron caminaba por los pasillos emanando bufidos de su boca. No podía dejar las cosas así, tenia que arreglar cuentas. Lo que había pasado el día anterior merecía algo mas que quedarse sentado viendo pasar a Malfoy.
Sabia que Malfoy, como prefecto, tenia que hacer su acostumbrada inspección por los pasillos. Y era ese el momento justo que estaba esperando... encontrarlo a solas.
Se iba internando un poco por los pasillos cerca de la sala común de Slytherin, tenia que encontrarlo. Y justo en ese momento sus plegarias habían sido escuchadas.
Ron estaba frente a él, los ojos de Draco brillaron con malignidad. Sabia perfectamente que estaba haciendo el pelirrojo por los pasillos de Slytherin, pero aun así jugaría con él un rato.
- ¿Que haces aquí Weasley?.- pregunto arrogante Draco.
- Sabes muy bien a que vine, Malfoy.- Ron caminaba lentamente hacia él mientras sus puños se apretaban con fuerza dispuestos a descargar la furia que llevaba por dentro.
- Pues no lo se.- dijo en un tono burlón.
- Engañaste a Hermione, te aprovechaste que yo le estaba escribiendo cartas y las interceptaste. Eres tan basura que hasta las hiciste pasar tuyas.
- ¿Ah si?, ¿Cómo sabes eso?.- Draco permanecía en el mismo lugar, dejando que el pelirrojo se acercara más.
Ron se detuvo y lo miro con rabia.
- Ella nos contó lo de las cartas y te puedo asegurar que tu las robaste. Aprovechaste para burlarte de ella y me alejaste la oportunidad de acércame a ella... eres un cobarde.
Draco rió.
- Weasley. ¿Quién ha estado junto a ella todos estos años?. No tuviste las agallas suficientes para decírselo en su cara.... ¿quién habla de cobardía ahora?.
Ron apretó la mandíbula.
- Te voy a matar...- dijo Ron.
- Puedes matarme si quieres pero no podrás borrar los besos que le di a Granger.- Draco sonrió burlonamente.
Sorprendidamente Ron no se movió solo lo miro con furia infinita mientras en su mano apretaba fuertemente su varita. Draco por su parte lo miraba curiosamente sin perder de vista la mano de Ron aunque en ese punto él ya tenia su varita en la mano.
- Hubieras visto a Hermione ayer por la noche, defendiéndote como podía pero cuando se entero lo de las cartas lo que sea que haya sentido por ti, desapareció.- dijo con voz ronca.
Draco trago saliva y miro a Ron con frialdad.
- Te digo esto para que sepas que el sucio juego que planeaste no te funciono porque ella en estos momentos ni siquiera piensa en ti. – continuo.
- ¿Y crees que eso me importa?.- dijo con frialdad.
- Se que no te importa Malfoy así como a ella no le importa tampoco... – Ron lo miro fijamente.
Draco sintió que un estremecimiento le cubría el cuerpo pero su cuerpo no se movía al igual que el de Ron, solo se miraban uno al otro retadoramente.
- Vamos a resolver esto Malfoy, como hombres... sin varitas.- dijo Ron.
Draco asentó y ambos guardaron sus varitas. Se acercaron lentamente y Ron fue quien dio el primer golpe.
El rubio se llevo las manos al estomago y respiraba agitadamente. Sus ojos estaban inyectados de odio y se le fue encima al pelirrojo dándole un puñetazo en la cara. Ron cayo al suelo pero llevándose consigo a Draco. Los dos rodaban por el piso dándose de golpes en la cara, las manos de Draco buscaban la manera de golpear la cabeza de Ron contra el suelo y Ron trataba de ahorcarle.
Justo cuando Draco le asentó otro puñetazo a Ron una fuerza extraña lo jalo hacia atrás.
- ¿Me quieren explicar que pasa aquí?.- Pregunto Snape molesto y confundido.
- Weasley vino a molestarme profesor. Yo solo me defendí.- dijo Draco mientras se limpiaba la sangre de su boca.
Ron por su parte se levanto rápidamente y miraba con cierto temor a Snape. Sabia que no le iba a ir muy bien.
- Cincuenta puntos por atacar a un alumno de Slytherin y otros cincuenta puntos menos por estar fuera de su habitación.
- Aun no son las nueve!!.- se quejo Ron.
- Le quitare, Sr. Weasley, otros cincuenta puntos si no se calla y se larga de aquí.- dijo Snape con una sonrisa de triunfo.
Ron lanzo una ultima mirada a Draco y se fue.
- ¿No desea ir a la enfermería para que le atiendan esas heridas?.- Pregunto Snape a Draco.
- No es necesario profesor.- contesto Draco.
Snape sonrió de lado y se dio la vuelta dejando a Draco con un mar de emociones. Camino hacia los últimos pasillos que quedaban por revisar y se quedo paralizado al ver a Hermione caminar rápidamente hacia él.
- ¿Dónde esta Ron?.- pregunto.
- No lo se y tampoco me importa.- contesto él con frialdad.
Draco iba a pasar de largo pero Hermione lo tomo del brazo con firmeza.
- ¿Qué le hiciste?.- dijo enojada.
- Quita tu sucia mano de encima, Granger.- murmuro Draco.
Hermione lo soltó lentamente mientras veía los ojos centellantes de Draco.
- Y mas vale que te largues, estas apestando el ambiente.- Draco hizo una mueca de repugnancia y siguió caminando.
Hermione lo volteo a ver con los ojos relampagueantes por las lagrimas, los ojos que anteriormente la veían con serenidad ahora la miraban con infinito odio. Miro a todos lados y comenzó a buscar a Ron pero no había rastros de él, probablemente ya se había marchado.
Se regreso nuevamente a los pasillos cerca de la Torre de Gryffindor, con el aspecto miserable y cansado. Lo que antes había sido un hermoso sueño... ahora era una pesadilla.
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Termino este capitulo... y me he quedado un poco triste despues de terminarlo. Y creo que muchas de ustedes me mandaran vociferadores por el rompimiento de Draco con Hermione.
Me dolio un poquito como trato Draco a Hermione al final de este cap. pero ni modos él es asi... ademas recuerden que el esta dolido porque Hermione lo comparo con Ron.
Aun faltan varios capitulos chicas, asi que no se pierdan la continuacion. Todavia falta ver lo de la carta de Eva, los sueños de Draco, que hace el anillo que le regalo Draco a Hermione y aun faltan muchas cosas entre Hermione, Harry y Ron. Y les aseguro que el final de esta historia no sera triste...asi que...
Espero sus reviews!!!.. pero por favor, no sean duras conmigo!!!.
Un besotote...
J@ina
p.d. Aaah!! y para alguien que pregunto cada cuanto actualizo mis fics, lo hago cada semana pero si lo tengo en menos tiempo lo publico antes.
