Es el primer fanfic que subo de este shipp muy especial para mí. Inspirado en la primera palabra del Ficktuber de este año.

"Cita a ciegas".

Llegó 5 minutos antes de la hora en la que habían acordado verse y se detuvo a mirar el letrero que indicaba el nombre del lugar en el que estaba. La cafetería en la que se encontraba era muy famosa en el centro de Zootopia, por lo que todo mundo la podía reconocer con tan sólo mencionar su nombre, así que Judy pensó que no habría problema para él en llegar ahí.

Entró sin titubear y visualmente detectó los lugares disponibles, eligiendo uno en la barra que se encontraba más al fondo; tomo asiento en la silla alta y, tratando de que no le ganara la ansiedad que generaba la situación en la que pronto viviría, pidió un vaso con agua al mesero que se acercó a ella, ni siquiera terminó de preguntarle si deseaba tomar algo porque Judy le ganó la palabra. El mesero no le tomó importancia y rápidamente le entregó la bebida a la coneja quien de inmediato dio un trago con la intención de tener un momento de calma. Al terminar, soltó un suspiro y se detuvo a pensar sobre lo que había pasado anteriormente. Llevaban casi un mes chateando con él en esa aplicación de citas que FruFru le había recomendando descargar en su celular para "hacer un cambio en tu vida amorosa", según palabras de su pequeña amiga.

-¡Anímate, Judy! Tienes que vivir nuevas experiencias para agregarle a tu vida amorosa más emoción. Y quién sabe, ¡hasta podrías encontrar a tu alma gemela!- dijo la musaraña con ilusión.

"Mi alma gemela…Esa frase es más trillada que nada"- pensó la coneja -"Pero no niego que sería interesante ver qué surgirá de todo esto, espero que algo bueno".

Recordó que Nick y ella habían acordado en conocerse en un lugar que no los hiciera sentir incómodos y pudieran hablar como diariamente lo hacían, pero esta vez de manera personal. Judy decidió ponerse una blusa en color lila de botones y unos jeans ajustados, algo que la hacía sentirse fresca. Ese día en la mañana le mandó un mensaje a Nick avisándole sobre su vestimenta para que él la pudiera reconocer y preguntó cuál sería su ropa para ese momento.

Nick: Vestiré una camisa blanca y unos pantalones de color café.

Judy: ¿Y por fin me dirás cuál es tu especie?, ¿o puedo seguir considerándote como un ser misterioso con quien sólo yo puedo comunicarme?

Preguntó Judy animándolo a que por fin le confesara cómo era físicamente, ya que en todo el tiempo en el que estuvo mensajeándose con Nick nunca le quiso decir sobre esto. Y al checar la foto de su perfil en la cuenta de citas, sólo se mostraba una letra "N" en color naranja.

Nick: Lo mejor es que lo sepas en su momento.

Nick: Nos vemos en la tarde, Zanahorias. ;)

Con este último mensaje Nick finalizó la conversación. "¿Por qué tanto misterio con su especie? Sería más sencillo reconocerlo si me lo hubiera dicho antes"- pensó Judy, quien por estar pensando en eso no le dio importancia a quien se sentaba en la silla junto a ella. Estaba nerviosa, no sabía cómo era y eso tuvo como resultado que en diferentes ocasiones ella se lo imaginara de diferentes formas.

"¿Y si resulta ser alguien peligroso?"- se preguntó la coneja, pero algo dentro de ella le negaba esa idea y la hacía confiar en que sería alguien con buenos sentimientos, pero transformó ese pensamiento emocional a uno más cauteloso-"Si noto algún comportamiento extraño en él, no dudaré en irme y decirle a FruFru que esto de las citas a ciegas no es algo de confianza"- aseguró Judy, tomando su teléfono celular para mandarle un mensaje a Nick y avisarle que ella ya había llegado a su punto de encuentro; pero antes de empezar a escribir, le llegó un mensaje de él diciendo que ya estaba ahí.

Judy: ¿Exactamente en dónde te encuentras?

Tecleó Judy y mandó su mensaje, quien estaba a punto de voltear hacia atrás para mirar a las otras áreas de la cafetería, pero escuchó el sonido de un mensaje recién recibido a su lado que hizo que girara su cabeza hacia su izquierda, notando al fin a quien estaba sentado.

-Estoy a lado tuyo, Zanahorias.

Tuvo que levantar un poco su rostro para observar quién era, tratando de que sus ojos no delataran la impresión que tuvo al ver al zorro de pelaje naranja con ojos verdes que la miraban con expresión relajada.

-¿N-Nick?-

-Creo que después de hoy ya no pensarás que soy un ser misterioso que sólo existe en tu imaginación, ¿verdad?-

Judy estaba impresionada por ver la verdarera apariencia de aquel con quien estuvo mensajeando en las últimas semanas. Cuando pensaba en qué especie podría ser Nick, imaginó muchas que iban desde un conejo como ella hasta un jaguar; pero jamás pasó por su mente un zorro con una mirada penetrante como el que estaba en frente de ella. Parpadeó para cortar con la impresión y continuar con la conversación.

-Si no fuera porque en este momento te estoy viendo personalmente, seguriría pensando que algo le sucedía a mi celular que me permitía conocer espíritus que se contactan desde el más allá o algo por el estilo- bromeó Judy, que poco a poco se fue relajando.

-Pues temo romper con tus ilusiones pero no, no soy un espíritu. Soy un zorro, que tal vez sea peor, pero eso depende de ti- dijo Nick, quien con su comentario hizo que Judy entendiera rápidamente el por qué él no quiso mencionar su especie desde el principio. "Piensa que podría tener prejuicios sobre los zorros", concluyó la coneja. Tristemente aún había quienes tenían ideas erróneas sobre los zorros, pensando que sólo se dedicaban a estafar y a aprovecharse de los demás. Ella no era como ellos.

-Depende…¿te gusta el café? Porque si es así, entonces eres mejor de lo que crees. No todos tienen buenos gustos en bebidas - respondió Judy, con más confianza.

Nick se sorprendió con su respuesta. Desde antes de llegar a la cafetería ya tenía varias respuestas a dar por si Judy quería terminar con el encuentro cuando se diera cuenta que era un zorro. Unas menos amables que otras, por si ella resultaba ser como aquellas hembras con quienes ya había intentando salir y terminaban por insultarlo sólo por ser un zorro. Pero internamente se alegró que su último intento pareciera ir por buen camino. Sonrió de lado y se acercó un poco más a la coneja, quien no se inmutó ante el acto.

-Pues entonces probemos el café especial de la temporada, he oído que es muy bueno- le dijo a la pequeña coneja que le sonreía aceptando su invitación.

"Esto de las citas a ciegas me está empezando a gustar" pensó Judy, que internamente sabía que no era tanto la aplicación de su celular lo que le gustaba, sino el zorro que la estaba haciendo reír mientras tomaban su bebida favorita.