Los personajes de esta historia no me pertenecen. Son propiedad de TSR o/y R.A Salvatore, gran parte del argumento pertenece ademas a Minami Ozaki.
No obtengo beneficio alguno por escribir esto salvo mi propio entretenimiento.
AVISO: Este fanfic es YAOI (y slash) y este se da entre los personajes de Drizzt y Artemis, si este género no te interesa o te resulta desagradable no lo leas, comprendo perfectamente esa postura.
Capitulo 9. Besos de alcohol
No la amaba. Drizzt lo comprendió perfectamente al caer el sol, miró su rostro, indudablemente hermoso, pero no podía amarla. La había visto crecer, la conocía tan bién como la palma de su mano, era como una hermanita pequeña a la que podía abrazar sin sentir el menor asomo de deseo. Catti-brie le miró con aquellos inmensos ojos azules y Drizzt vió en ellos un asomo de tristeza.
- ¿Catti-brie? ¿Ocurre algo?
- No importa, en realidad lo imaginaba... es por Alustriel, ¿verdad?
Catti-brie pensaba que él amaba a Alustriel, lo que no era cierto. Pero si lo era que amaba a otra persona, y no podía engañarse a si mismo o a la joven arquera.
Catti-brie suspiró y miró por la ventana, su expresión fue de cierta sorpresa.
- Vaya... ahí está ese desgraciado, ¿aun está molestandote?
Drizzt sintió una opresión en el pecho y apartó a Catti-brie con cierta brusquedad para mirar al exterior, sentado en la ladera del rio, Entreri observaba el correr del agua.
- ¿Sucede algo? ¿Drizzt?
- Catti-brie... recoge tus cosas, por favor, deberías irte.
Drizzt salió de la cabaña y corrió junto a Entreri que arrojaba piedras al agua, al notar su presencia se giró y le miró con aquellos brillantes ojos grises que le enloquecían.
- Jarlaxle me dijo que estabas con Catti-brie, así que me he quedado esperando aquí.
Drizzt sintió una opresión de pánico.
- Ah... oye... No, no hay nada entre ella y yo...
- No tienes que darme explicaciones.- Replicó Entreri, sorprendido.- No somos novios ni nada parecido.
- Oh... por supuesto.- Drizzt agradeció inmensamente que su piel oscura ocultara sus emociones.
- Bueno... he estado pensando que podrías querer venir con nosotros.
Drizzt sintió que se le aceleraba el corazón hasta el punto que temió que se oyera.
- Si estuviesemos los tres seríamos imparables, si te interesa ser cazarrecompensas y unirte a la asociación que tenemos...
- ¡¡Acepto!!
Entreri enarcó las cejas confundido por su efusividad. En realidad lo hacía solo porque había aceptado que Jarlaxle y Drizzt pudiesen tener una relación, ese no debía ser un obstáculo para su asociación, habían trabajado muy bien juntos y eso no tenia por qué cambiar, en realidad eso les beneficiaria.
- Muy bien, iremos a partes iguales en las recompensas y abarcaremos mas.
Drizzt vió que Entreri sonreía, se le veía satisfecho... en su interior el Cazador arañaba, sentía cerca el objeto de su deseo, olía el aroma de su piel, de su pelo... la tan esquiva sonrisa de Entreri le daba fuerzas a su deseo.
Le abrazó con fuerza, aferrando su espalda y su cintura con posesividad.
- ¡¡EH!!.-Entreri se quejó azorado.- ¡¡Te equivocas de lugar y de persona!! ¡¡Suelta...
Drizzt no pudo contenerse mas y le acalló sellando sus labios con los suyos. Sintió una creciente calided en todo el cuerpo al sentir aquellos labios, aprovechó el desconcierto de Entreri para pasar la lengua entre ellos, los sentía jugosos, juntó su lengua con la otra, que retrocedió como un animal asustado. No podía dejar de besarlo, quería robarle el aliento.
Catti-brie miró por la ventana la escena, completamente anonadada.
No podía dejar de soñar con él, la imagen de Entreri estaba desnuda, le seducía y él actuaba como una bestia en celo. Mientras Entreri se retorcía entre sus brazos. Su pelo negro azabache, su piel tersa y morena, sus clavículas, sus caderas estrechas. Todo era tan lascivo... que sentía vergüenza de si mismo...
- ¡¡Levántate!!
Drizzt sintió que el sonido de la cuchara contra la sartén era como un bombo en sus oidos. Rezongó dolorido y se cubrió la cabeza con las sábanas.
- ¡Compórtate como un adulto, levántate o te quedarás sin desayuno!
Drizzt miró de reojo a Entreri y se quitó la almohada de la cabeza.
- Anda... dame un beso de buenos días.
La sarten se estrelló contra su cara y Entreri bufó para ir a levantar a Jarlaxle, al que ya se oía reir desde la cama. Drizzt se frotó la nariz dolorida.
Tras el beso forzado Entreri le había dado una patada en toda la entrepierna mientras se limpiaba los labios con enfado. El golpe había sido tan duro que Drizzt estuvo mareado un buen rato y casi ni entendió lo que Entreri le decía.
- ¡Lo... lo hiciste una vez y lo has vuelto a hacer! ¡Eres un pervertido!
- ...ñññgh.... lo siento... ha sido un impulso.
- ¡Controla tus malditos impulsos, tipo raro!
Por fortuna hay había quedado todo, Drizzt no podía dejar de agradecer en silencio aquello, Entreri parecía convencido de que el vigilante era un "tipo raro"... así que este se aprovechaba y hacía "cosas raras". El que Jarlaxle se riera de todo tomándolo en broma también ayudaba bastante a que Entreri no le diese tanta importancia.
Catti-brie se había marchado sin decir nada y Drizzt suponía que les había visto, no temía por ello, seguramente le parecería extraño pero no haría un escándalo.
Un "tipo raro". Drizzt rió levemente mientras observaba descaradamente el cuerpo de Entreri mientras este se cambiaba, el humano no se daba cuenta del brillo de lujuria que tenía su mirada lavanda.
- ¿Qué pasa? ¡No me mires de ese modo!
Drizzt rió aun mas y Jarlaxle se acercó mientras se abrochaba la capa.
- ¿Quieres verme desnudo a mi?.- Se burló.
- Bah, ¿a quién se le va a despertar el apetito viéndote a ti?.- Replicó Drizzt en el mismo tono jovial.
- Ya, ¡pero con Artemis si! ¿Eh? ¡Guarro!.- Rió Jarlaxle guiñándole el ojo.
- ¿Te parece mal?.- Dijo Drizzt con actitud decidida.
Jarlaxle se echó a reir sin parar mientras Entreri se crispaba completamente rojo.
- ¡Dejadlo ya! Par de locos...
Desde luego estaban insoportables, Entreri no podía creer lo pervertidos que se habían vuelto, ¿tan cachondos se ponían mutuamente? No había alma que los aguantara. Pero al menos eso no afectaba al trabajo.
Ese mismo día cobraron la recompensa por la captura de un contemplador que habia creado toda una secta a su alrededor. Desde luego juntos eran imparables, Entreri y Drizzt se adelantaban cuerpo a cuerpo con su estilo en completa comprenetación y Jarlaxle les apoyaba a distancia.
Drizzt sacó una botella de licor enano para celebrarlo.
- ¿Otra? Drizzt, no soy amigo de beber demasiado.
- Va, va, aprovechemos que Jarlaxle no está para aprovecharse.
El drow mercenario había ido a la ciudad y Drizzt suponía que pasaría la noche con alguna hermosa mujer. Miró a Entreri... pasarían la noche solos.
- ¡Uah! ¡Has echado demasiado!
- Crei que te gustaba.- Se disculpó Drizzt.
- Nunca me acostumbraré al licor enano, me sienta muy fuerte.- Confesó.
Drizzt le miró beber, le encantaba verle beber, con la nuez subiendo y bajando, la piel del cuello... Drizzt se sintió enfebrecer de deseo.
- Oye, ¿puedo preguntarte algo? No has tenido nunca una relación seria con una mujer, ¿verdad?
- ¿¡Te estas burlando de mí!?
Drizzt temió haberle enojado pero se percató de que Entreri en realidad estaba algo borracho, era cierto que el licor enano se le subía enseguida a la cabeza.
- ¿Pues sabes qué, listillo? He estado con un montón de mujeres.
Drizzt sintió que se volvía loco de celos al saber aquello, que alguien había acariciado aquel cuerpo o besado aquellos labios, alguien que no era él.
- Pero solo eran concubinas de los bajás...- Aclaró Entreri, terminando su bebida.- En realidad nunca he estado dos veces con la misma, no tengo tiempo de pensar en mujeres.
Drizzt se sintió profundamente aliviado, claro, Entreri no creía en el amor, casi le tenía miedo por la terrible experiencia de su infancia. Desde luego que nunca había amado a nadie, solo habia yacido con ellas por placer efímero.
- ¡Venga, vamos a practicar!
Drizzt no fue capaz de disuadir a Entreri de que no era el mejor momento para ello. Comprobó que la habilidad de Entreri no disminuía mucho pese a estar borracho pero puso un cuidado extremo para no hacerle daño.
- ¡Te burlas de mi! ¡Espabila y para mis gol... pes...
- ¡Cuidado!
Drizzt logró sostener a Entreri en sus brazos antes de que este cayera al suelo a causa de un súbito mareo. Entreri rió, reía a causa del alcohol pero a Drizzt le pareció la sonrisa mas encantadora del mundo.
- A la mínima... que me doy cuenta estás junto a mi.- Dijo de pronto Entreri.- Nunca había conocido a un tipo tan raro como tú.
Drizzt apretó los ojos, no podía mas, el corazón iba a estallar en su pecho, los pantalones le torturaban.
- Yo... nunca me separaré de ti... Aunque dijeras que me odias, nunca te dejaría. Creo que no te fias de nadie pero quiero que confíes en mí. Para mi tú eres lo más importante y...
Entreri tenía la mirada levemente perdida pero le miraba, Drizzt no podía parar.
- Ya no puedo más... no quiero que me odies pero no puedo seguir así. Te quiero, te quiero tanto... No aguanto más.
Le abrazó con fuerza contra él, le dolía el corazón, pero aun mas le dolía mantener apartado al fiero Cazador, que se aprovecharía sin dudarlo de la borrachera de Entreri, no tendría escrupulos en rasgar su ropa o su piel.
- ¡Quiero poseerte!
Entreri oyo el grito entre la neblina del alcohol, ¿qué había dicho? ¿qué había dicho ahora Drizzt? ¿quiero... poseerte? La oscuridad lo engulló como un cálido manto.
Drizzt metió a Entreri en la cama y salió de la cabaña a recibir el frio invernal sobre su piel ardiente. La comedia tenía que acabar, había estado a punto de ceder al cazador, Entreri estaba en peligro cerca de él. Lo amaba, lo amaba tan fuerte que le asustaba, lo amaba a muerte... a muerte.
¿Tú amas a alguien?
Recordó el dolor de Entreri al decirle aquello.
¿Crees que podrías matarle por amor?
No, no podría matar a Entreri, pero si podría herirle, forzarle... No podía permitirlo.
Entreri se levantó con una resaca terrible, Drizzt se le acercó con un vaso de leche y se lo bebió de un trago aguantándo las arcadas como bien pudo.
- Ya veo que no toleras el alcohol enano.
Entreri miró la cara sonriente del drow y la duda le carcomió, ¿había sido solo un sueño? La cabeza le dolía y no podía pensar con claridad, los recuerdos de la noche anterior eran confusos, como un sueño muy real pero demasiado extraño para ser cierto.
- Te he dejado el desayuno hecho, hoy tengo cosas que hacer y no volveré hasta tarde así que no me espereis despiertos.
- Oye... anoche... tú...
- ¿Anoche? ¿Qué pasó anoche?
Drizzt se marcho con una sonrisa eterna en los labios, Entreri le miró marchar consternado.
- Claro... –. Murmuró.
¿Cómo había podido tener semejante sueño? Tenía que ser un sueño, aunque Drizzt se comportase de un modo raro seguro que jamás le diría algo así.
Tras la puerta, Drizzt se apretaba un imaginario dolor en el pecho.
