Estamos a punto de ofrecerles un documental sorprendente, donde veran a sus personajes favoritos desde un punto de vista muy diferente.

En Japón, en la isla de Honshu, en los extrarradios de la ciudad de Tokyo, se halla un recinto amurallado al que le hemos bautizado con el nombre clave de "Manicomio Asakura". En su interior, se encuentran ejemplares de especimenes muy raros, algunos únicos en todo el mundo.

Yo y nuestras cámaras vamos a intentar traspasar esas paredes para adentrarnos en el territorio salvaje de estos individuos. Pero debemos tener cuidado. No deben notar nuestras presencia. Algunos de estos individuos son bastante pacíficos pero los hay que son muy violentos por naturaleza. Otra de las razones por las que debemos andar con cautela es porque si entorpecemos en el mas mínimo detalle de sus vidas cotidianas podríamos incluso destruir un hábitat que es único en el mundo.

Nos encontramos frente a la entrada del llamado "Manicomio Asakura", a punto de comenzar los que un gran reto tanto para mi como para los cámaras. Y es que no sabemos a ciencia cierta lo que nos podemos encontrar. Todos esos seres han sido estudiados gracias a testimonios de algunas personas que les han visto o mediante fotos aéreas realizadas por los helicópteros científicos, pero nunca nadie se ha atrevido a interactuar con ellos o a estudiarlos de cerca. Nadie hasta ahora...

Si nos acercamos a lo que llamamos "zona ajardinada", vemos que no se encuentra a nadie. Suponemos que es por la temprana hora. Tenemos el camino libre para poder entrar de un territorio salvaje del que esperamos poder salir ilesos. Se han dado hipótesis de que en ese lugar se impone la ley del mas fuerte o el ojo por ojo, pero aun nadie lo ha demostrado. Nadie hasta ahora...

Adentrándonos en estas cuatro paredes conseguiremos ofrecerles un día normal en la vida de estos individuos a la vez que contestamos numerosas preguntas cuestionadas por la ciencia como bien puede ser ¿Como es posible que todos estos seres, sabiéndose que son tan diferentes entre si en cuantos a carácter, pueden convivir en ese diminuto espacio?

Estamos cruzando la zona ajardinada sigilosamente con el corazón en un puño. Sigue sin haber nadie alrededor. Nos estamos acercando a la entrada del territorio salvaje fortificado... Hemos llegado. Siento un escalofrió pero una vez aquí, ya no podemos dar vuelta atrás. Sigue sin haber señales de vida, lo cual nos hace sospechar que todos están aun en su lecho o en la zona superior del recinto. Así pues, comenzamos nuestra aventura por la ciencia en ese desconocido y único lugar en el mundo, en busca de los extraños especimenes que la Madre Naturaleza ha creado y dado cobijo.