DUPLICA IMITE
___________________________
(Punto de vista de Duplica)
Lo siento... No sé si seré capaz de decir alguna palabra... Creo que estoy llorando demasiado... Después de la canción en la que yo y Melody colaboramos, noté que no era mi voz lo único que se había roto... En realidad mi corazón estaba más dañado... roto... en pedacitos...
El hecho es que cantar aquella canción me hizo bajar a las profundidades de la desesperación... Desesperación. Si a cualquiera de mis amigos le preguntáis que si yo he pasado por esa sensación, seguramente te respondan: -"¿Desesperación? ¿Ella? ¡Por favor! ¡Si ella es una de las chicas más divertidas que conozco! ¿Cómo va a saber ella lo que significa eso?"-
Sí... Es posible que puedan responder eso, acompañándolo de alguna risita...
A veces me sorprendo a mí misma de lo fácilmente que oculto mis sentimientos... Realmente, yo sí conozco la palabra DESESPERACIÓN... La conozco muy bien...
Me quedé mirando a mis alrededores... Mi marido Todd estaba saludando a unos viejos amigos... A varios metros delante de mí pude ver a Sabrina y Melody intentando consolar a la pobre Misty... Incluso la frialdad de Sabrina se había ido... En un día como éste... un día en el que tenemos que decir adiós a... mi... As...
No pude terminar de decir el nombre sin cerrar los ojos. Si los abría seguramente inundaría de lágrimas el cuerpecito de mi pequeña Sylia, dormida inocentemente entre mis brazos... Sabía que no podría aguantar más aquella situación, aquello no debería ser real... Abrí de nuevo los ojos, esperando que todo aquello sólo fuera un mal sueño... y lo único que vi fue depresión. Aún recuerdo el último "mal sueño" que tuve... Fue hace 20 años, cuando aún era muy inocente para comprender nada...
***************
A la única cosa a la que se supone que tienes que tenerle miedo es al propio miedo... Para mí, el miedo vino en la forma de mis padres. Perdón... Quise decir "padres".
Cuando la gente normalmente me pregunta acerca de mi familia yo procuro cambiar de tema muy rápidamente. Lo hacía siempre tan a menudo, que la gente comenzó a extrañarse y a imaginar cosas... Algunos pensaban que yo sería huérfana... Otros, que sería una chica adoptada...
No... Yo nací, seguramente, del vientre de mi "madre", y sabía perfectamente quién era mi "padre".
Nací en el Hospital General de Ciudad Azulona, la ciudad en donde la fundación del Team Rocket comenzó hace ya muchos años. Mi padre era el hijo de un legendario Agente Rocket, al que seguramente conocerías mejor si conocieras algo de la historia de Jessie... Mi padre se llamaba Arnold Maxwell II, el segundo de la generación de los Maxwell, el cual llegó a ser una celebridad en el Team Rocket. Mi padre... Tan bastardo como lo fue mi abuelo. ¿Quién sería la estúpida que se casaría con un ser tan despreciable? ¡Pues quién va a ser! ¡La bruja de mi madre! Mi "madre", por llamarla de alguna forma, era Emily Honda, una mujer muy reconocida en el campo científico porque había inaugurado un laboratorio en el que se trabajaba en un estudio dedicado a crear una droga que mejoraba considerablemente las habilidades de los Pokémon. Lo aterrador de todo esto es que también había sido diseñado para funcionar en humanos... sin preocuparse de los posibles efectos que pudieran ocasionar... Recuerdo la cantidad de muertes innecesarias que estás "medicinas vitaminizantes", como ellos las llamaban, provocaron a muchos Pokémon... y personas.
En ese tan maravilloso ambiente en el que mis padres se movían, yo fui engendrada...
Bueno. Creo que la primera cosa que yo llegué a entender desde mi nacimiento es que yo fui un completo error. Ellos jamás quisieron tener hijos, pero un día ellos tuvieron un pequeño "despiste" o "accidente" y... por desgracia, nací yo... Duplica.
La primera vez que mis padres me golpearon fue a la edad de tres añitos... Mi "madre" tenía escondido en la casa un pequeño látigo, para usarlo en sus macabros juegos... Pero, aquella vez, y estando ambos borrachos, encontraron muy divertido torturar a su pequeño "error", su hija, que lo único malo que había hecho era existir. Si tanto me odiaban, ¿por qué no me abortaron en su momento? Seguramente sería por alguna extraña ley del Team Rocket... Seguramente los hijos de los agentes estaban condenados, por algún tipo de contrato, a ser también miembros del Team Rocket en el futuro. A más miembros, mejor para ellos. De hecho, lo mismo pasó con Jessie.
El dolor era insoportable. Aún tengo las cicatrices de los golpes marcadas en mi espalda, y no importa cuántos años pasen y cuántos recuerdos sean borrados... Cada latigazo era como un puñal que se me clavaba lentamente en la conciencia... Lentamente... Una y otra vez... Podéis creerme... Sufrí tremendas palizas durante los cuatro años siguientes.
Sólo tuve una salida a mi sufrimiento: la Biblioteca Azulona.
********
Cuando Arnold y Emily (me niego rotundamente a llamarlos padre y madre, incluso podría llamarlos de otra manera menos "respetuosa", pero estoy en el funeral de Ashy y no pienso faltarle al respeto) se tomaban un descanso en su tarea de torturarme, yo huía a la biblioteca... Sí, ya sé que a los 3 años el que una niña pequeña se aventure a ir sola a una inmensa biblioteca pueda ser un poco extraño, pero creo que conociendo a mis padres uno podría comprenderlo rápidamente.
Por culpa de mis padres llegué a sentir un terrible miedo hacia los adultos... Quizá entre aquella inmensidad de mundo que podría ser una biblioteca pudiera encontrar alguna salida a mi martirio... Pero no sabía leer... Todo aquello era muy extraño para mí... La diosa Fortuna quiso que una dulce ancianita llamada Mary me atendiera amablemente... Aquella fue la primera persona en la que pude realmente confiar.
"Hola, jovencita. ¿Te has perdido, pequeña? - dijo la anciana, sonriente.
Creo que en aquella ocasión sólo respondí que quería aprender a leer... La viejita se quedó un tanto sorprendida, dado el hecho de que sólo tenía tres años y ya quería leer por mi cuenta.
"Veo que eres una niñita muy inteligente... ¿Dónde están tus padres?"- me dijo ella, intrigada.
"¿Papá y mamá? Están... fuera."- dije yo, muerta de miedo.
No tuve valor para decir nada de mis padres... Sabía que si me atrevía a contar algo, mis padres lo mínimo que me harían sería torturarme una y otra vez. Eso me lo habían dejado bastante claro.
Y, a los tres años, allí fue donde comencé con mi primera lectura... Y aquella primera lectura fue, como no, acerca de los Pokémon.
Era lógico que una niñita de tres añitos pudiera estar interesada en los Pokémon, al igual que otros muchos niños de mi misma edad. Me gustaba verlos en aquellos bonitos dibujos de los libros. Todos parecían muy dulces y cariñosos (bueno, al menos la mayoría sí lo parecían).
Allá, en la biblioteca, hice muchos amiguitos. Todos querían hablar conmigo y querían conocerme, pero yo no tenía mucho qué contarles...
Bueno, al menos ese tiempo que pasaba en la biblioteca aprendiendo cosas me alejaba del horror que era la vida en mi casa.
******
Durante algo más de un año y algunos meses, hice aquella rutina, sin que mis padres notaran mi ausencia (estarían muy ocupados en otras "tareas"). Los bibliotecarios se puede decir que ya me tenían "fichada"...
Los bibliotecarios llegaron a llamarme "La Ratita", tal vez por mi deseo de querer leer a mi temprana edad, y por mi afición a leer los llamados "libros complicados" para niños...
De hecho, uno de los primeros libros que allí leí fue uno que me tomó unos cuantos meses en terminarlo... Una podía ser inteligente, pero seguía siendo una niña pequeña...
No recuerdo cual era su nombre, pero hablaba de la vida de una familia durante tres generaciones desde el punto de vista del autor... Se narraban muchas calamidades y desgracias... Me recordaba algo a mi vida... Pero, al final, el autor consiguió derribar las barreras y pudo ser feliz.
Y yo me pregunté... Si ese pobre hombre pudo salir de su tragedia personal, ¿por qué no iba a poder yo hacer lo mismo? ¡Si él pudo, yo también puedo!
Un poquito rebelde sí que era, sí... Pero sólo tenía cuatro años.
Me habría gustado llevarme los libros a mi casa, para poder leerlos allí con más detenimiento, pero no pude. Temía que mis padres se enfurecieran si me veían hacer algo distinto de quedarme en mi habitación, comer mi pan, beber mi agua, y sentirme totalmente miserable en la vida. ¿Cómo iban a permitir que su "error" viviera una vida digna? Si ellos me veían ligeramente feliz, ellos me pegaban... Si yo intentaba mostrar una sonrisa, ellos me pegaban... Si yo reía por alguna extraña razón, ellos me pegaban...
Para ellos, esta rutina debería de suponerles un gran placer... En su propio trabajo como agentes del Team Rocket ya tenían suficiente tarea torturando a los Pokémon... Pero al parecer no tenían suficiente con ellos: tenían que seguir "trabajando" en casa, con una niña pequeña que no podía defenderse.
Aquella horrenda rutina duró hasta mi quinto cumpleaños... Era esperar a que ellos se fueran a trabajar, para yo huir a la biblioteca, controlando las horas que me quedaba allí, para poder volver a casa.
Aprendí mucho en la biblioteca... Sobre todo en mi especial vocación: los Pokémon. Había aprendido tanto sobre ellos que me había convertido en un manual de Pokémon ambulante. Me aprendía sus habilidades, sus ataques, sus ventajas e inconvenientes... Todo... Los Pokémon casi se habían convertido en mi propia Biblia...
Sin embargo, un día, pensé que había llegado la hora de enfrentarme a mis padres.
**********
¿Cumpleaños? Ni hablar. Para mí era como otro día más, con los habituales "regalos" que yo obtenía de ellos. Aunque no me pegaran todos los días, he de reconocerlo, ellos disfrutaban más en aquellos días en los que se suponía que yo estaría más contenta... Sádicos e insensibles...
Vivíamos en un barrio más o menos decente de la importante Ciudad Azulona. Y nuestra casa no estaba mal del todo... Salvo mi habitación, que casi parecía una fría cueva... Lo único que tenía era un colchón en el suelo, una sábana y una apolillada manta con la que intentar taparme... No había ni adornos, ni juguetes, ni nada... Sólo una pequeña niña deseando una pequeña luz en su vida...
En mi quinto cumpleaños me di cuenta de que esa luz debería de estar en alguna parte... Y tenía que comenzar a buscarla ya... Todo comenzó al día siguiente...
Yo volví de la biblioteca y, agotada, me fui a dormir. Como el resto de los días, ellos me despertaron tras venir de su "trabajo", pidiéndome que les hiciera la cena... No es que me molestara hacerles la cena... A pesar de todo intentaba ser obediente... Ya me daba lo mismo... Si no les gustaba la cena, me gritarían o pegarían... Y si les gustaba, me harían lo mismo. Sólo por verme sufrir. Jamás podría ganar.
Aquel día ellos estaban actuando como los malditos sádicos sedientos de sangre que eran, besándose el uno al otro, preguntándose quién habría tenido el mejor día... ¿El Bastardo, torturando a aquel Sandshrew, o la Bruja, con aquel desesperado Hypno suplicando por su vida? ¿Quién habría sido el mejor sádico aquel día?
Era imposible responder a la pregunta...
"¡Hey, tú! ¡Mocosa! ¡Haznos algo de cenar! ¡Y más te vale que esté comestible esta vez! Hoy estamos de buen humor y no queremos que nos arruines el día." -dijo el hijo d... mi padre, con aquella mirada de imbécil que tenía.
Yo no tenía nombre, al parecer. Siempre solían llamarme "mocosa", "niña", "estorbo", "error". Mi verdadero nombre era un misterio. Lo único que conocía era el nombre de mi familia: Maxwell... Supongo que sería un milagro que mis padres hubieran firmado el certificado de mi nacimiento...
Afortunadamente, muchos años más tarde, y gracias a Jessie y James, un día pude buscar entre los datos del Team Rocket. Encontré que bajo el nombre de los Maxwell, mis padres, se encontraba el nombre de Anna Maxwell... Al parecer, ese sería mi nombre de nacimiento... Pero ese nombre lo odiaba... Al menos mi apellido...
Volviendo al tema, tuve suerte de que en mi estancia en la biblioteca también leí muchos libros de cocina, por mi propio beneficio. Sé que no me iba a servir de nada, ya que mis padres me pegarían aunque la comida estuviera buena o mala, pero al menos se ensañaban menos conmigo si la comida les gustaba...
Aquel día les estaba preparando algo de arroz. A veces me salía bastante bueno, y era la comida que mejor sabía hacer... Los miré, con sus habituales miradas de loco... No sé por qué me molestaría en hacer esa comida... Debería de hacer algo...
Comencé a imaginar... A pesar de mis cinco años yo ya pensaba en ser algo importante en la vida... ¿Entrenadora Pokémon? ¿Maestra Pokémon? Sabía mucho acerca de los Pokémon, así que parecía una opción razonable. Lo malo es que yo necesitaba tener al menos 10 años para poder conseguir la licencia. ¡Ya no podía aguantar más en este infierno de casa!
Me quedé tan ensimismada soñando despierta que no me di cuenta de que el arroz se estaba quemando. Desgraciadamente, mis padres sí se dieron cuenta. Siempre notaban cuando hacía algo mal, como si tuvieran una especie de detector o algo así.
Desee que su detector no se hubiera encendido en aquellos momentos...
"¿QUË? ¡MIRA LO QUE HACES, ESTÚPIDA!"
Mi padre se dirigió a mí con otro de aquellos "dulces" nombres que me ponían...
"HAS ARRUINADO LA CENA. ¿POR QUÉ NO DESPIERTAS DE UNA VEZ, ATONTADA?"
Todos aquellos nombres me quedaban en la memoria como cientos de palizas recibidas... Sabía perfectamente lo que venía a continuación... Desee en aquellos momentos estar en otra parte...
"¡EMILY, DAME EL LÁTIGO! ¡ESTA NIÑATA VA A APRENDER UNA LECCIÓN!"
Mi mente se paralizó. Esa voz no era la típica voz del típico loco sádico, sediento del dolor ajeno. Esta vez era verdadera furia. Seguramente estaba buscando una razón para poder explotar con la furia del Team Rocket... Aquella furia que esa depravada organización metía en todos sus miembros.
Yo grité de miedo, mientras mis jóvenes lágrimas fluían, rogando clemencia. Lo único que conseguí fue enfurecerle más. Emily me agarró, para que yo no pudiera escapar, mientras que mi padre descargaba el látigo sobre mi espalda con más fuerza que nunca...
Mi espalda aún sigue teniendo una enorme cicatriz, señal de aquella noche de latigazos... Aún sigo teniendo esa marca... No puedo imaginarme por qué Todd no... bueno, eso lo contaré más tarde... He de procurar concentrarme en la historia... Aunque me cueste contar estos sucesos tan desagradables...
Continuo... Sentí como mi sangre salía de mi espalda... Un sentimiento que jamás llegó a gustarme... Al contrario que a mi madre...
"Esto es bueno... ella nunca había sangrado tanto antes..." -dijo ella, con una terrorífica mirada de satisfacción, como la psicópata que ella era.
Mi padre seguía azotándome, una y otra vez. Cada latigazo iba acompañado de mis gritos de dolor... pero algo pasó...
"¿Eh? Ella no me ha dicho que pare..." -dijo, extrañado.
Uno de los placeres que mi padre obtenía de todo esto era el oírme gritar "¡PARA, POR FAVOR!" todo el tiempo. Esta vez, incluso considerando que el dolor era como diez veces más intenso, me negué a satisfacer su enferma mente. La sangre fluía continuamente de mis heridas, mis lágrimas inundaban mi rostro, mi cuerpo estaba hinchado por los golpes... Pero no pedí clemencia. Quería que siguiera y que me matara de una vez por todas... Así mi sufrimiento se acabaría...
Pero el bastardo no quiso continuar. No le daba ningún placer continuar con aquello si no obtenía lo que él quería. Además, el sudor se le escapaba por el cuerpo y estaba agotado... Emily también estaba un poco blanca... De qué lo desconozco... yo ya apenas podía tener los ojos abiertos...
Tras aquellos agonizantes minutos, el bastardo y la bruja se largaron a su habitación a dormir, y me dejaron allí sola, llorando, en el suelo...
Afortunadamente para mí, mis largas horas de lectura en la biblioteca me ayudaron a conocer algunas nociones de medicina... Con las pocas fuerzas que me quedaban, después de semejante paliza, conseguí hacerme un aparatoso vendaje con papel higiénico y cinta adhesiva... Me lo coloqué alrededor de la horrible herida y...
Dolía como si me estuvieran clavando agujas en la espalda... En aquellos momentos, con todo aquel dolor en mi espalda, unido a mi aún débil cuerpo, pensé que iba a morir... Debía tomar una decisión... Dejadme morir en aquella casa, con aquellos horribles "padres"... o arriesgarme a salir de allí, con la casi total seguridad de que moriría en las calles.
Yo sabía perfectamente donde mis padres escondían las llaves de la casa... Esto explica el por qué de mis pequeñas huidas a la Biblioteca... Perdonad si no lo había mencionado antes, pero... Son detalles que a veces una no puede recordar...
Salí a la calle... El mundo me estaba llamando...
Aquel dolor era demasiado para mí. Eran las ocho de la noche, y se veía al sol poniéndose allá, en el horizonte. Jamás había visto ningún atardecer, así que me quedé observándolo maravillada... No me quedé mucho tiempo... Tenía que alejarme de allí cuanto antes.
No sé ni como pude cruzar la calle... Cada paso era un suplicio para mí... No sabía dónde ir... ¿Dónde podría esconderme?
Pobre de mí... El único lugar que conocía de aquella ciudad era la Biblioteca... Ese tenía que ser mi escondite... Allí no me encontrarían jamás mis padres... Allí jamás...
Me desmayé. Me abandonaron las fuerzas a medio camino... Mi muerte estaba cerca... En aquellos momentos desee que Dios tuviera al menos un pequeño lugar en el cielo para mí...
* * * *
Cuando desperté, lo primero que pensé fue "El cielo no tiene paredes, ¿verdad?".
A menos que el paraíso hubiera sufrido una remodelación recientemente, yo no estaba muerta.
Sentí el calor del fuego de una chimenea, lo que hizo que me despertara. Creí que estaba de nuevo en casa... Pero en mi casa nunca encendían la chimenea. El poder sentarme delante de una chimenea para calentarme era algo que yo tenía prohibido, así que...
"¿Estás bien, encanto?"
Yo reconocí esa voz. Era aquella amable viejita, Mary, la bibliotecaria que me había dado el nombre cariñoso de "La Ratita" dado mi hábito a la lectura. Seguía doliéndome la espalda.. Pero ahora era un dolor diferente...
"Señorita... ¿Mary?" -dije, un poco tímida.
La anciana, Mary Aoitze, debería estar ya muy próxima a los setenta años, cuando yo sólo contaba con cinco... Sin embargo, su cálido espíritu y su cara amigable siempre me recibían amablemente cuando iba a la biblioteca.
Ella estaba allí, guiando mis pasos de nuevo... Rescatándome...
"Ah. Al fin has despertado, pequeña. Estaba preocupada. Pensé que estabas muerta cuando te encontré tirada en la calle, a pocas calles de la biblioteca." -dijo ella, con su seca, pero dulce voz.
"Me... has... salvado..." -dije, aún sorprendida.
"Has tenido suerte, pequeña. Yo volvía a casa en el coche, y te vi por el camino. Me sorprendió ver que hubiera alguien por estas calles a esas horas de la noche, y te vi desmayarte... y ahora estás aquí, en mi casa."
Ella me ofreció una pequeña taza de cacao caliente. Aquello no podría ser cierto. Alguien estaba siendo amable conmigo. Volví a creer que estaba en el cielo... Seguramente era allí donde estaba... No, espera... No creo que en el cielo aún me siguiera doliendo aquella herida...
"¿Te ha pasado algo malo, pequeña? Tenías la espalda cubierta de sangre... ¿Qué te ha pasado? -ella me preguntó.
Casi dejé caer la bebida mientras los recuerdos volvían a mi mente... Aquellos recuerdos de los sádicos de mis padres golpeándome, martirizándome, pegándome... matándome.
Miré el arrugado rostro de Mary. Reflejaba una gran sabiduría, aumentada con el paso de los años... Era imposible que no pudiera saber cómo me sentía...
"Supongo que es algo que tú no querrás contarme, dulzura. Y me temo que hay algo que te está obligando a ocultármelo..."
Ella paró porque sintió como una niñita de cinco años había comenzado a llorar sobre su regazo... Una niña conocida por sus padres como "el error".
"Seño Mary... por favor... haga que paren... no quiero volver allí... son malos... por favor..." -dije, con toda aquella inocencia destrozada que yo tenía.
Por primera vez en mi infancia, sentí el calor de un abrazo, viniendo de Mary. Como el abrazo que una abuela daría a su nietecita. Me sentí feliz. Nunca había tenido este sentimiento a lo largo de mi aún corta vida...
"Ya pasó, pequeña. Todo pasó ya. Descansa... Ya estás a salvo... No hay nada de qué preocuparse."
Sequé mis lágrimas y quise creerla. La primera historia de la chica conocida como "el error" había sido contada, al igual que al fin me había atrevido a hablar de mis padres.
Le conté a Mary todo acerca de las cicatrices de mi espalda, y las secuelas que aquellas dejaron en mi mente... Ella al fin pudo comprender por qué pasaba tanto tiempo en la biblioteca... Aquello que la conté ya de por sí sería terrible oírlo de cualquier persona... Pero las cosas tomaban un color diferente si era una niña de cinco años la que lo contaba...
Ella podría haber hecho alguna mueca de espanto... Pero de su rostro sólo salió una sonrisa...
"Pequeña... Te prometo que eso no te va a volver a pasar otra vez..."
* * * *
A pesar de que ella vivía sola, y no tenía una cama extra, creo que el dormir en su cómodo sofá era infinitamente mejor que mi habitación... Todas las mañanas ella me levantaba, desayunábamos juntas y nos íbamos a la Biblioteca.
Yo me quedaba allí hasta que terminaba su turno y volvíamos a su casa para tomar algo de té... Aquello comenzaba a ser una vida feliz... Para ambas.
Ella, en uno de esos días, me enseñó una sección en la biblioteca en la que pocos niños de cinco años soñarían alguna vez... Para un niño normal de cinco años, jamás se le habría pasado por la cabeza. Pero para una niña tozuda, inteligente, y con ganas de olvidar su anterior vida, aquello podría ser un pequeño "sueño"...
En fin, antes de que yo me convirtiera en entrenadora Pokémon, o en una actriz, acabé aprendiendo artes marciales... de los libros de aquella inmensa biblioteca.
La gente siempre se ha preguntado por qué soy capaz de imitar a la gente tan bien. Supongo que el haber entrenado duramente para aprender artes marciales y danza interpretativa, eso podría responder perfectamente a la pregunta. Tendría sólo cinco años, pero ya quise desarrollar mis habilidades. Tenía que comenzar a dar forma a mi vida... Fue precisamente aquí donde comencé a interesarme en la interpretación... Este lugar había sido mi punto de partida. Comencé a leer sobre vestidos y disfraces, y sobre famosos actores y actrices. En aquellos tiempos las actuales estrellas de cine Brad Van Dam y Fiorello Capucchino habían comenzado a dar sus primeros pasos, y mi sueño era seguirlos. Aprender más y más cosas había comenzado a ser una obsesión para mí. Aprendí artes marciales, danza, diseño de vestidos, poses de actores y cientos de Pokémon, con sus respectivos ataques... Todo esto podría ser demasiado, pero me encantaba seguir aprendiendo cada día más. Era todo un desafío para mí, y al menos con todo esto podría estar lo más lejos posible de Arnold y Emily.
Era bastante obvio que a ellos ni les importaba dónde pudiera estar escondida, ya que jamás hicieron ningún esfuerzo por quererme. Algo que me asustaba pensar era que Mary los podría haber denunciado a la policía... Menos mal que no lo hizo... A los pocos días el Team Rocket habría venido a tomar cartas en el asunto... Con lo que quiere decir eso... Menos mal que no lo hizo...
Al menos ahora puedo llevarme mis libros a casa. Recuerdo como Mary sonreía al verme practicando mis ejercicios de Tai Chi y Kempo... Creo que estaba muy graciosa haciendo esas cosas a mi edad... Más divertido para ella fue cuando intentaba interpretar en casa una de las obras de Pokespeare. Mis inútiles intentos de poner una voz varonil hicieron que ella comenzara a reír como nunca la había oído reír... Supongo que la voz de pito que llegué a poner fue demasiado para ella... También recuerdo como en uno de mis bailes la rompí sin querer un bonito jarrón que había en el salón de su casa. Y en vez de reñirme, rió tanto que se le cayó la dentadura postiza... Nos reímos tanto aquella vez que aún no se me ha quitado el recuerdo...
Al fin podía ser feliz...
*******
El aprenderme todos los ataques de los Pokémon sólo era simple cuestión de estudio y memoria. Si yo quería ser una maestra Pokémon, debería saber que en los combates Pokémon uno podría encontrarse cualquier sorpresa, y yo quería estar lista para cualquier sorpresa. Desde los tres a los ocho años, eso sería algo constante en mi vida.
A pesar de que Mary estaba ya próxima a los setenta años, ella seguía viéndome como a su "nieta" adoptada. Cuando yo salía con ella para ayudarla a comprar o para dar un paseo por el Parque Azulona, recuerdo como la gente nos miraba, sonrientes, viendo lo bien que "nieta" y "abuela" se llevaban.
Una vez pasamos cerca del Gimnasio de Erika... Recuerdo que yo sonreí a Mary y la dije...
"Yo venceré al líder del Gimnasio algún día y haré que estés orgullosa de mí. ¡Yo seré una Maestra Pokémon!" -dije, inocentemente.
"¿Pero no querías tú ser una actriz, pequeña?" -ella respondió.
"Pues seré las dos cosas... ¡Tengo dos manos! ¡Tienes que confiar más en mí, abuelita!" -dije.
Pude ver la cara de alegría que ella puso cuando yo dije esas palabras. Yo era una inocente niñita de seis años en esos momentos... Pero aquellas palabras creo que la llegaron al corazón... Ella había triunfado donde mis padres habían fracasado...
Sin embargo, la tragedia estaba siempre persiguiéndome... Pero mi mayor tragedia fue, también, el principio de mi vida como Duplica Imite...
******
A la edad de setenta años, supongo que su muerte no habría sido del todo inesperada...
El cómo Mary murió, ya es otra historia...
Recuerdo como Mary me dijo que ella estaba deseando apuntarme en un lugar llamado "La Casa de la Fantasía", un lugar en el que una compañía de teatro especializada en jóvenes actores y actrices daba sus actuaciones... Ella sabía que aquello me haría gran ilusión...
Ella había ahorrado algo de dinero para mí, como hacían muchas abuelitas con sus nietos. Aquello me hizo tan feliz que me es complicado expresarlo con palabras...
Pero la felicidad seguramente debería ser una palabra imposible para mí...
Echando un vistazo al periódico que Mary había comprado a la mañana siguiente pude enterarme de que "La Casa de la Fantasía" había sido declarada en ruinas. No es que hubiera sido demolida... De hecho, había comenzado a arder bajo "extrañas circunstancias". En otras palabras, los bastardos de mis padres la quemaron...
¿Que por qué hicieron eso? Por que ellos habían conseguido averiguar dónde estaba viviendo... Y también conocían mis sueños...
Lo supe porque ellos mismos me lo dijeron...
La noche después del incendio yo lloraba mientras dormía, mientras otro sueño se esfumaba... No me duraron mucho las lágrimas... Sentí un pañuelo rodeándome la boca y respiré lo que parecía cloroformo...
Perdí el conocimiento, sabiendo que a partir de ahora mi vida jamás volvería a ser la misma...
***********
Me desperté entre la lluvia... A las afueras de Ciudad Azulona, bajo el cielo estrellado... Oía unas malvadas risas... Unas risas que provenían de dos personas muy familiares para mí, que tras varios años sin volverse a aparecer en mi vida, allí estaban de nuevo. Parecían estar celebrando algo.
"Bueno, bueno. Veo que al fin la familia vuelve a estar unida de nuevo..." -dijo Emily, con aquella sonrisa malévola.
"Hoy vas a venir a conocer a tu abuelo, mocosa. ¿A que tu vida es un asco?" -dijo socarronamente Arnold.
"Supongo que será porque echamos abajo edificios, destrozamos tu vida, tus sueños... tu nueva casa..." - añadió Emily.
No. Ellos no podían haber...
"No sé si los bomberos conseguirán encontrar sus viejos huesos entre toda aquella ceniza... De todas maneras, no creo que se haya perdido mucho... Al fin y al cabo, sólo era una vieja urraca. Cuando has visto a una, ya las has visto a todas..."
Sí. Lo hicieron. ¿POR QUÉ?
"¿La... habéis...? -dije, entre lágrimas.
"Podríamos haberte matado a ti también, por ser tan mala hija. Pero creo que sería más divertido para nosotros torturarte sólo un poquito más antes de acabar contigo..." -dijo Arnold, con una mirada fría.
"¿Qué? ¡Soy vuestra hija! ¡No podéis hacer eso!" -grité.
"¿Hija nuestra? ¡Ja! Tú eres demasiado dulce y buena para poder formar parte del Team Rocket... Sería una vergüenza para nosotros tener una hija como eres tú, mocosa estúpida..." dijo Arnold.
Pude ver el lanzallamas que tenía entre sus manos. El lanzallamas que usaron para quemar "La Casa de la Fantasía"... El lanzallamas que usaron para quemar la casa de Mary... El mismo lanzallamas que usarían para acabar con mi vida.
"Lo mejor de todo esto va a ser oír de nuevo tus gritos de dolor, antes de comenzar a agonizar lenta y dolorosamente... Esto va a ser delicioso..." dijo Emily, mientras se relamía.
Sólo tenía ocho años... Y mi vida iba a acabar, sin ni tan siquiera poder aprovechar todo lo que había estado aprendiendo estos últimos años... Cerré mis ojos... no quise mostrar miedo. No iba a concederles el placer a esos dos monstruos de verme sufrir... puede que la lluvia pudiera parar esto...
... o puede que un cierto Pokémon hubiera escuchado mis plegarias...
"¿Uh? ¿Qué demonios es esto?" -dijo Arnold, confuso.
Vi como una pequeña masa rosa se había introducido en el arma... ¡haciéndolo explotar! Emily y Arnold salieron despedidos varios metros... delante de mí pude ver, un tanto chamuscado, la adorable carita de mi salvación...
Ditto. Mi primer Pokémon... y mi primer Ditto. No será el último que yo tenga, pero sí será el Ditto al que más cariño llegué a tener.
"¿Un... Ditto?" -dije, confundida.
Los dos agentes Rockets mal llamados "padres" se levantaron doloridos del suelo. Vi a Arnold agarrándose su ensangrentada mano derecha y a Emily con una brecha sobre su ojo izquierdo, ambas cosas ocasionadas por la pequeña explosión del lanzallamas... De repente, el Ditto comenzó a transformarse... ¡en el mismo lanzallamas que antes había conseguido destruir!
A partir de entonces supe que ese Pokémon debía de ser especial... Me estaba defendiendo... Él no estaba asustado...
Yo no debería de tener miedo...
Pude entender al fin por qué mis "padres" eran tan brutales conmigo... Temían no poder controlarme... Temían que pudiera volverme contra ellos, ahora que había abierto los ojos... Podría vengarme de todo lo que me hicieron... Podría...
Me agaché y cogí el Ditto-lanzallamas y grité...
"¡Iros de aquí! ¡Dejadme en paz! ¡No quiero volver a veros!" - dije, con lágrimas en los ojos...
No estaba segura de si el Ditto-lanzallamas funcionase, pero yo estaba muy enfadada... Si hubiera funcionado... y los hubiera matado, no sé qué podría haber sido de mí...
Aquellos dos desgraciados abusaron de mí, me torturaron una y otra vez, me destrozaron física y psicológicamente, mataron a la única persona que yo pude considerar familiar mío, quemaron mis sueños... Aquello era demasiado para una pobre niña de ocho años...
Sin embargo, una furiosa niña de ocho años con un lanzallamas era algo por lo que Emily y Arnold no querían arriesgarse a morir... Huyeron, doloridos y vencidos. Había conseguido vencer a mis padres, al fin...
Pero, ¿a qué precio? Caí sobre mis rodillas, sabiendo que ahora, más que nunca, estaba totalmente sola en el mundo...
¿Sola?
"¿Dit?" -dijo una adorable vocecita.
Vi que el Ditto había vuelto a su forma original, y estaba allí conmigo. Yo conocía todo acerca de todos los Pokémon del mundo... Y, ¿cual sería el mejor Pokémon para mí, sabiendo eso? Fácil. Un Pokémon que pudiera convertirse en cualquier otro Pokémon.
"Ditto..." -dijo, en un tono un tanto raro.
Miré la boca de Ditto, y noté que tenía algo. Eran unas bayas rojas que había encontrado en el suelo, y que ahora estaba comiendo. Me aseguré que no fueran venenosas... Y le sonreí... Parecía bastante hambriento.
Sin dejarle terminar de comer, lo levanté del suelo y lo abracé. Me había salvado la vida.
"Muchas gracias... Gracias, amiguito." -dije, emocionada.
Aquello creo que fue el principio de una gran amistad...
**********
No creo que sea complicado de entender que la relación que puedes llegar a tener con tu primer Pokémon puede ser muy fuerte. El equipo que formaban Ash y Pikachu es un gran ejemplo de ello... Odio usar el tiempo pasado para hablar de Ash... Aún no puedo creer que él se haya ido para siempre... Y eso que ahora mismo estoy delante de su ataúd...
Seguiré con la historia...
Ditto fue mi salvador... Casi podría decir que estábamos hechos el uno para el otro... Durante algún tiempo pude sobrevivir gracias a las bayas y frutas que nos encontrábamos por el camino...
Al día siguiente de conocer a mi Ditto conseguimos llegar a una casa quemada... Sí, lo habéis adivinado... Era "La Casa de la Fantasía" que seguramente ya conoceréis... Era aquel lugar en el que se suponía que yo me iba a preparar para ser una actriz... Aún sigo sin comprender por qué no acabó por derrumbarse...
Aquella casa estaba a unos dos kilómetros de Ciudad Azulona, y prácticamente nadie solía pasar por allí ahora, después de la catástrofe...
Aquella fue a partir de ahora mi nueva casa... Quemada y casi condenada al olvido, aquella casa era el único lugar dónde podía quedarme... A mis ocho años tenía que aprender a valerme por mí misma...
Sabía que a pesar de la ayuda de Ditto no podría sobrevivir mucho tiempo a base de frutas y bayas... Tenía que tomar una decisión.
Tenía que comenzar mi vida...
Sé que Mary estaría orgullosa de mí...
Lo sé...
Miré a mi Ditto y vi que me estaba sonriendo. Le cogí entre mis brazos (jamás quise meterle en un Pokéball, principalmente porque en esos momentos no tenía ninguno, y porque él mismo se merecía la libertad que él me había otorgado) y nos dirigimos caminando hacia Ciudad Azulona...
Al llegar allí me enteré de que iba a comenzar un Campeonato Pokémon dentro de tres días... Y había un premio equivalente a ¡5000 $! para el ganador...
Aquello me entusiasmó... Mi Ditto tenía bastante experiencia de su época de Pokémon salvaje, y seguramente podría serme muy útil en aquel campeonato... Había llegado la hora de que el "D Team", como una vez Ashy llamó a mi equipo de Dittos, comenzara a dar sus primeros pasos.
La primera sorpresa desagradable que me tocó soportar fue que para poder apuntarme a aquel torneo yo necesitaba un nombre... Un nombre... Qué ironía... En esos momentos aún no sabía ni cómo me llamaba, ya que mis padres jamás me lo dijeron... Y supongo que el nombre cariñoso de "La Ratita" que una vez Mary me puso no creo que pueda ser un buen nombre...
"Y AHORA, EL CONTRINCANTE DEL GRAN CAMPEÓN DE KANTO ES... ¡LA RATITA!"
Ewwww... Realmente ese pensamiento casi me provoca náuseas...
En esos momentos pensé que había llegado el momento de comenzar una nueva vida... Mire a mi pequeño compañero... El Pokémon cambiante... Cambiante... Necesitaba un cambio... Un nombre que reflejara mi nueva vida...
Duplica Imite.
Ese sería mi nombre a partir de entonces... Un nombre que reflejaría que era una nueva persona... Un nombre con el que rompería la relación con mi horrendo pasado... Un nombre que sigo conservando 17 años después. De hecho, aún sigo conservando el nombre, incluso habiéndome casado con mi Toddy-deh-poo, como él mismo podría confirmar...
En fin... Como es obvio, fue Ditto el Pokémon que inscribí en aquel campeonato.
El torneo consistía en combates de "1 vs 1". No me habría importado... Ellos podrían haber tenido 6 y yo sólo 1, pero no me iba a asustar fácilmente... Estaba dispuesta a ganar ese premio... Costara lo que costara...
Una vez me apunté para el torneo, volví hacia mi "casa"... Me miré en un espejo roto que por allí dentro había... Tenía el pelo excesivamente largo y mal peinado, ya que mis padres jamás quisieron hacer algo que pudiera hacer sentir bien a su hija... Y yo jamás había prestado mucha atención a mi aspecto... De hecho, en la casa de mis padres jamás pude mirarme a un espejo...
"Ditto, ¿podrías transformarte en un cuchillo?" - dije a Ditto.
Me di cuenta de que Ditto mostraba cierto pánico en su mirada. Seguramente él creía que yo... bueno, ya sabéis...
Ditto, no sin negarse varias veces, acabó por transformarse en un cuchillo. Sonreí satisfecha y use el borde afilado del cuchillo para cortarme mi largo pelo... Tras cortármelo, use algo de tela que encontré por allí para hacerme unas gomas para el pelo... Que usé posteriormente para dar forma a mis características coletas...
El cambio ya era completo... Abracé a mi Ditto y, a pesar del hambre y cansancio que tenía después de la caminata, me sentía más viva que nunca.
Los tres días siguientes pasaron demasiado despacio para mí...
************
Sabía que mi primer Ditto era diferente a todos los demás... Después de verle transformarse en aquel lanzallamas, pude comprobar que tenía la habilidad de convertirse en cualquier Pokémon u objeto... No había nada en lo que no pudiera transformarse. Estuve practicando con él una gran cantidad de imitaciones durante las tres noches anteriores, hasta que acababa agotada y me iba a dormir...
Mi querida Mary había abierto una pequeña cuenta en el banco para mí... Se lo agradezco, pero desgraciadamente no había mucho dinero en ella... Si al menos consiguiera ganar ese premio... Si yo lo ganara...
No. Iba a ganar ese premio. Lo necesitaba... Necesitaba ese dinero...
Y el día del torneo llegó.
Vi la Plaza Mayor de Azulona repleta de entrenadores, hablando con sus Pokémon. Vi como los devolvían a sus Pokéballs, cosa que ya jamás llegué a hacer... nunca. Ni tan siquiera cuando yo tuve mis seis Dittos... Su libertad era la mía...
La competición se celebraba en aquella inmensa plaza... Hasta que me tocara el turno, me quedé mirando la competición.
Recuerdo que por ese entonces sólo tenía ocho años, pero allí podía competir gente de todas las edades. La mayoría tenían diez años o más, eso era obvio... Había otros pocos de mi edad, también... Pero me sentía extraña... Al menos todos aquellos jóvenes entrenadores tenían a alguien que los acompañara... Algún amigo en el que apoyarse... Yo estaba allí sola...
Desde el asesinato de Mary, por parte de Arnold y Emily, comencé a echar de menos la compañía de seres humanos. Jamás volví a la Biblioteca desde entonces, así que jamás pude volver a ver a los viejos amigos que allí hice... El ver a toda esa gente allí me hizo sentir solitaria.
No. Ditto estaba conmigo. Era lo único que necesitaba. Ya no podía confiar en la gente, ni en nadie. No podía tener confianza en nadie... Muchas gracias, "padres"... No os podéis imaginar lo mucho que os "quiero"...
Sé que este pensamiento es estúpido, ya que en el mundo también existen muy buenas personas... Pero mis padres me habían destrozado por completo... Es complicado poder volver a confiar en las personas después de todo por lo que pasé...
Vi que mi Ditto me miró, preguntándose en qué estaría yo pensando... Le sonreí, mientras él seguía subido en mi hombro.
"¿Estás preparado, Ditto?" -le dije.
"¡Dit!"
Tomé eso como un sí.
***********
Muchos de aquellos entrenadores hacía tiempo que habían comenzado sus viajes Pokémon y algunos ya tenían algunas medallas. De hecho, varios habían conseguido ganar la medalla Arcoiris de manos de Erika... Aquellos eran considerados los favoritos para ganar el torneo.
Precisamente contra uno de estos "favoritos" fue contra el que tocó luchar...
"¡Ooowwwww! ¡Qué niña más mona! Si tú quieres, procuraré no ser demasiado duro contigo, preciosa... Acabo de ganar la medalla Arcoiris y mi Growlithe tiene ganas de más... Pero puedo ser bueno..." -me dijo un chico gordito, de unos trece años.
"No hace falta que seas bueno... Si tu Pokémon es igual que tú, lleno de aire caliente, no creo que dure mucho..." -dije, en tono burlón.
Oí algunas risas entre los que veían mi combate... Curioso... Una niña de ocho años había conseguido la primera ventaja psicológica ante un arrogante chico de trece años... Esto iba a ser interesante...
"¿Eh? Ignoraré el comentario... ¡Adelante, Growlithe! -dijo el chico, mientras lanzaba el Pokéball.
"¡Ditto, te elijo a ti!" - dije yo, con gran confianza en mis posibilidades.
Creo que al chico por poco le da un ataque de risa al ver a mi Ditto.
"¿Me estás diciendo que esa especie de moco rosa va a luchar contra mi Growlithe? ¡Debes de estar bromeando!" -dijo el gordito, mientras reía sin parar...
Ahora iba a comprobar lo mucho que estaba bromeando.
"¡Ditto, Transformación!"
Para sorpresa de todos, ahora había dos Growlithe en la zona de combate. Pero mi Ditto-lithe se diferenciaba del Growlithe del gordito en una cosa: la cara, que seguía siendo la misma que Ditto tenía. Por todo lo demás, ambos Growlithes era idénticos.
Noté que la gente comenzó a cuchichear entre sí, y mi oponente parecía un tanto confundido... Debía de aprovechar la situación.
"Growlithe, será mejor que acabemos esto rápido. ¡Ataq...!" -intentó decir el chico.
Antes de que pudiera terminar la frase, mi super-rápido Ditto-lithe usó un poderoso ataque Derribo, tras dar yo una orden, el cual dejó al pobre y rollizo Growlithe fuera de combate, el cual no se esperaba semejante ataque...
"¿Uh? ¿Qué?" - dijo el chico, sin creer lo que veían sus ojos.
"Growlithe ha sido vencido... ¡Ditto es el vencedor!"
La cara que puso el chico era impagable... Me dio hasta lástima... Pero eso acabó cuando oí los aplausos de la gente a mi alrededor.
Ditto volvió a su forma original y se lanzó a mis brazos... Creo que la mirada de satisfacción que yo tenía en esos momentos no podría explicarse con palabras...
***********
Recuerdo las miradas de asombro que mis oponentes mostraban al ver como mi Ditto vencía a sus Pokémon en tan sólo un movimiento... Seguramente preguntándose que había algo especial en aquella chica... de tan sólo ocho años...
En las semifinales, era bastante obvio que yo era la favorita del público ahora. Incluso cuando luché contra un chico que "supuestamente" dirigía un "gimnasio" acabé venciendo a su Electabuzz en dos movimientos... Primero lo paralicé con un Onda Trueno y luego hice que su Electabuzz mordiera el polvo con un gran Ataque Rápido de mi Ditto-buzz...
Y llegué a la final... Sorprendentemente, la final me había tocado contra un muy bien entrenado (demasiado bien, diría yo) Raticate...
Me tocó contra un hombre con monóculo y con un traje muy elegante... Era un hombre muy famoso, ya que había diseñado el "inundible" St. Anne (lo de "inundible" fue bastante discutido dos años después).
"Bien, pequeña señorita. Debes ser bastante buena como para haber llegado tan lejos... Te aplaudo, a ti y a tu Ditto... ¡Sois extraordinarios!" -dijo el caballero, educadamente.
"Muchas gracias, señor."- dije, un tanto avergonzada.
Y así comenzó lo que yo llamaría mi primer combate "en serio"...
"Raticate... ¡Patada Salto! -dijo el caballero.
"Ditto... ¡Bajo tierra con un Excavar!"
Raticate contra Ditto-cate. Hice bien en ordenarle a Ditto-cate que excavara, ya que así pudo esquivar aquella Patada Salto de aquel extraño Raticate karateka... Una vez la rata voladora aterrizó en el suelo, mi Ditto apareció detrás de él.
"¡Ataque Rápido!" -dijimos a la vez el caballero y yo.
Ambos Pokémon impactaron sus cabezas el uno contra el otro... Tras un rato de incertidumbre, ambos retrocedieron unos metros.
"¡Vaya! Como yo me esperaba, tu Pokémon es bastante bueno. ¡Vamos a ver si puede soportar un Hiper Colmillo!"
El Raticate del caballero se dirigió a toda velocidad hacia mi asustado Ditto-cate, mientras mostraba sus grandes dientes.
"Ditto. ¡Usa el Doble Equipo! ¡Rápido!" -grité.
Ditto-cate de repente comenzó a dar vueltas a gran velocidad, creando la ilusión de que había cinco de ellos... El Raticate se lanzó rápidamente a morder a uno de ellos y...
...aterrizó al otro lado, un poco avergonzado.
"Ditto... ¡Atácale con un Super Diente!"
Mi Ditto-cate mordió bastante fuerte al indefenso Raticate... Dolorido, se liberó como pudo del mordisco y saltó hacia atrás... Sus reservas de energía habían sido reducidas a la mitad tras el poderoso Super Diente de mi Ditto-cate... El caballero comenzó a preocuparse...
"¡Vaya con la jovencita! ¡Se va a enterar! ¡Raticate, Super Diente!"
"Ditto. ¡Ataque Rápido!"
Vi como el caballero mostraba una sonrisa. Algo me decía que guardaba un as bajo la manga.
"¡Raticate, bajo tierra con un Excavar!"
¡Vaya! Raticate había esquivado mi ataque escondiéndose bajo tierra, y un ataque Excavar era un ataque del que uno nunca podía fiarse.
Veía esfumarse el gran premio...
Espera un momento... Recuerdo que, en el anterior combate del caballero, su Raticate usó un potente ataque contra un Sandshrew... Y sí...
Sí... Podría funcionar...
"Y ahora, Raticate... ¡ARRIBA!" -dijo el hombre, mostrando una sonrisa de ganador.
Pero, al igual que él sonreía, yo también sonreía...
"Ditto... ¡VENTISCA!"
Oí voces de entre el público. Parecían extrañados y sorprendidos...
La sorpresa aumentó al ver que de los dientes de mi Ditto-cate comenzó a salir un intenso vendaval de nieve que impactó con gran potencia en el cuerpo del Raticate, que acababa de salir de su agujero...
La fuerza del ataque hizo que el Raticate golpeara una pared cercana...
Se acabó... El Raticate había sido vencido... Vi al caballero, aún sorprendido... Me estaba aplaudiendo...
"Buen trabajo, jovencita. ¡Honestamente puedo decirte que te mereces un gran aplauso!" -dijo cortésmente aquel hombre.
Me puse colorada... No estaba muy acostumbrada a que me dijeran cumplidos.
"Gracias... Ha sido un gran combate, señor." -dije, avergonzada.
Bueno... Supongo que a la gente de Ciudad Azulona le resultó sorprendente el que una niña de ocho años hubiera ganado la competición. Al menos ya tenía una base para sobrevivir, gracias al premio... (a pesar de que la gente cuchicheaba entre sí, preguntándose dónde estarían mis padres).
Ahora que tenía el dinero, debería avanzar un poquito más.
Yo debía continuar con mi sueño... Por Mary...
************
Como mis habilidades como entrenadora Pokémon eran incuestionables, seguí participando en aquellos mini-torneos, ganándolos... Bueno, no todos, pero los que gané al menos me ayudaban un poco a solventar mis problemas económicos...
Afortunadamente para mí, "La Casa de la Fantasía" había sido abandonada, así que yo no tenía que pagar ningún tipo de alquiler o hipoteca por estar allí... Digamos que yo estaba hecha una pequeña "okupa"...
El dinero me ayudó a remodelarla un poco...
Fue en esa época cuando me di cuenta de que mi Ditto también había sido abandonado... como yo. Supongo que su anterior dueño, conociendo el problema que mi Ditto tenía imitando las caras, lo abandonaría...
Creo que Ditto, al verme ante aquella situación en la que me pusieron mis padres, quiso unirse a mí, esperando que aquella humana (o sea, yo) fuera más buena con él que lo que su antiguo dueño fue.
Afortunadamente para él, yo sí cumplía esos requisitos...
Sí. He de admitir que cuando me di cuenta de que este Ditto no sabía transformar su cara me quedé un tanto extrañada... Era un Ditto, digamos, "defectuoso"... Pero el amor entre los Pokémon y los humanos puede llegar a ser más fuerte de lo que parece... Y yo quería a mi Ditto más que a nada en el mundo.
Ahora que había cambiado mi nombre, tenía un buen Pokémon y algo de dinero, sabía que tenía que comenzar a vivir mi sueño.
A pesar de todo, yo decidí no ser una Maestra Pokémon... Eh, seguía entrenando duramente, por supuesto... Pero mi objetivo no sería ese... No al menos convertirme en una Maestra Pokémon...
Me convertiría en una "Maestra Ditto"... Eso sí que sería un buen reto...
También pensé que debería continuar con mi otro sueño: el de convertirme en actriz. Quería ser una actriz, una verdadera estrella...
Con el dinero ganado pensé en remodelar la casa, para acabar renombrándola "Casa de Imitación" de Duplica Imite... Así sería conocida a partir de ese momento.
Sabía que sería un trabajo duro, pero gracias a Ditto, y unas cuantas noches sin dormir, conseguimos que la nueva "Casa de Imitación" estuviera lista para tener actuaciones de nuevo.
A los pocos días puse un anuncio en el periódico de Ciudad Azulona, diciendo que el teatro abandonado de las afueras de la ciudad volvía a estar a pleno rendimiento... Y desde entonces no dejé de entrenar con mi Ditto, para poder satisfacer a los curiosos que se acercaran por allí.
Sabía que tenía que dar lo mejor de mí misma para que aquello funcionara...
Al principio la gente no venía... Era de esperar... No me importó...
Con el tiempo llegué a imitar a la perfección a decenas de Pokémon... Me creaba hasta mis propios diseños, los cuales me ayudarían en mis actuaciones (y ya aprovecho para decir que también me hice los trajes típicos de la enfermera Joy o la agente Jenny, que como podréis imaginar eran prácticamente imposibles de conseguir esos trajes sin ser arrestada...). Ditto y yo llegamos a formar un gran equipo.
Creía que el problema de la cara de Ditto no debería ser un problema... Es más podría incluso ser un aliciente para nuestras actuaciones, dada su rareza entre los Dittos. Quizá eso podría gustar a la gente...
Sin embargo, tras unas pocas actuaciones, pude comprobar cuan desconsiderada podría a veces ser la gente...
En una de aquellas actuaciones, y a pesar de mis grandes esfuerzos por satisfacer al público, comencé a oír gritos de "¡Vaya cara más estúpida que tiene!"... Nada de lo que yo dijera les importaba nada... Al parecer, como mi Ditto no era perfecto, no se merecía el respeto del público...
*********
Recuerdo que en la noche después de ese incidente me puse a llorar, preguntándome si todo lo que estaba haciendo serviría de algo...
Ditto, al verme llorar, interpretó mal la situación... Creía que yo estaba enfadada con él, y se puede decir que casi salió corriendo... Ditto creía que yo también lo abandonaría, como hizo su anterior dueño... Creo que pensaba que yo tampoco lo quería...
Yo lo detuve a tiempo... Aunque fuera triste para mí y para mi vida toda aquella situación, no era culpa de mi pequeño amigo. Supongo que el abrazarlo calmaría aquellos sentimientos durante algún tiempo...
Tuve que cerrar la "Casa de Imitación", ya que la gente había dejado de venir... No sabía qué hacer. Las cosas no estaban saliendo como yo las había planeado... Y, a pesar del dinero que había acumulado gracias a los torneos y a mis actuaciones, no creo que pudiera sobrevivir por mucho más tiempo en aquella situación...
Y entonces, un día... Él apareció...
*****
Ash Ketchum.
Él, junto a dos de sus amigos, Misty Williams y Brock Slate, entraron a mi "casa", para resguardarse de la lluvia... Los había visto entrar desde la ventana de mi habitación, en el piso superior...
No voy a entrar en muchos detalles contando todo esto, ya que seguramente sabréis qué es lo que ocurrió aquella vez... De todas maneras, voy a intentar resumirlo todo un poco...
Sonreí... Era la primera vez que iba a tener compañía después de mucho tiempo...
Así que intenté actuar de la misma manera que solía actuar frente a mi público... Tenía que aprovechar que venían nuevos "clientes"... (al menos así los consideré antes de conocerlos más a fondo).
Tomé buena nota del vestuario de Ash... Fui a la habitación donde guardaba mis trajes y comencé a buscar rápidamente las ropas más parecidas a las suyas que pudiera encontrar...
Cuando salí de allí, se puede decir que me había convertido en una réplica perfecta de Ash... Era igualita hasta en la gorra (era una gorra que Mary me había regalado por mi octavo cumpleaños: había pertenecido a su nieto).
Bueno... Era igualita en todo salvo en que yo estaba infinitamente más encantadora en esas ropas de lo que el propio Ashy estaba en las suyas.
No... Tranquilos... No os preocupéis... No me voy a convertir en Giselle... Es sólo una bromilla que nos teníamos entre Misty y yo siempre que a mí se me ocurría disfrazarme de él...
Bueno, una vez imitado el entrenador, había que imitar a su Pokémon. Así que mi pequeño Ditto decidió meterse en la acción... ¡Ditto-chu había llegado a la casa!
Recuerdo como Ditto y Pikachu comenzaron a hacer ese extraño "baile del espejo", en el que Ditto imitaba todos los movimientos de un extrañado Pikachu... A Misty aquello le pareció algo adorable y agarró a mi Ditto- chu, mientras yo observaba la escena escondida entre la oscuridad...
El ver que la cara de ese ¿Pikachu? era un tanto extraña hizo a Misty asustarse, a Brock le hizo pensar... y a Ash... ¿Cómo lo describiría? Bueno, Ash seguía siendo Ash...
Dos ataques Impactrueno chocando el uno contra el otro y su posterior y penoso intento de capturarlo lo explican todo, ¿verdad?
Tras esto, había llegado la hora de hacer mi aparición estelar...
Como todas las buenas actrices saben, el saber hacer una entrada dramática es siempre muy importante... Hice girar en mi dedo un Pokéball y lo lancé con tanta puntería que hasta Casey me habría contratado para su equipo de béisbol...
Dos Pokéballs chocaron en el aire... Una persona misteriosa apareció (yo, claro ^_^)... Y Brock era el único de los tres que se dio cuenta de que yo era una chica disfrazada de Ash... Curioso...
Después de presentarme yo y mi Pokémon, Ash tuvo que hacer un dañante comentario...
"Entrenar a un Ditto es aburrido".
¿Aburrido? Aquel bobo, al que yo llamé "Pequeño Ashy", parecía no conocerme demasiado... Y se celebró un combate...
Como supongo que muchos de vosotros ya sabréis el resultado de ese combate no creo que haga falta describirlo, ¿verdad?
En fin... Que el Pequeño Ashy acabó perdiendo, con la lección aprendida... Una vez resuelta aquella pequeña rencilla, me di cuenta de que podía confiar en aquellas tres personas.
De hecho, a Misty y Pikachu les encantaban mis imitaciones, al igual que a Brock (seguramente la cosa había sido más "interesante" si yo hubiera tenido algunos años más, en vez de mis escasos diez años... ya sabéis a qué me refiero)
Ash no estaba muy feliz, después de la derrota. Oí como Brock parecía maravillado con mi combate... Le parecía increíble que yo supiera tanto de los Pokémon...
He de reconocer que aquellos halagos me habían pillado un poco desprevenida. Casi me sonrojo en exceso por lo que Brock dijo, antes de que Ash me bajara de las nubes con otro de sus comentarios.
He de reconocer que por aquel entonces tuve una "pequeñísima" atracción por Brock... Sin embargo, los cinco o seis años de diferencia no era algo que se pudiera solventar fácilmente...
Pero con respecto a Ashy... aquello era otro cantar.
Había sido bastante bonito de su parte, al igual que de Misty y Brock, que me ayudaran para conseguir recuperar a mi Ditto cuando fue secuestrado poco después por Jessie y James...
Sin embargo, para conseguir que una mala situación se convierta en una buena, había que hacer una gran imitación.
Yo sugerí la idea de disfrazarnos como el Team Rocket, y Ash y Misty me enseñaron el lema (ellos lo habían escuchado unas pocas veces antes, así que ellos lo recordaban perfectamente... bueno, cuando quise decir unas pocas veces, quise decir unos pocos CIENTOS de veces). Conseguí los trajes para mí y para ellos y... sentí que, por primera vez, yo tenía amigos.
El sólo ver la posterior reacción del Team Rocket fue realmente divertido...
A pesar de todo... Ellos me hicieron un gran favor ayudando, sin quererlo, a mi Ditto a conseguir que al fin pudiera transformar completamente su cara... Además, conseguí que de ellos saliera una lágrima de emoción... Pero, a pesar de todo, Jessie y James seguían siendo unos criminales en aquellos momentos.
Un fallido intento de cambiarme a Meowth por Ditto, seguido de un trabajo en equipo de Ash y yo juntos y... ellos despegaron de nuevo.
Era perfecto... Todo era perfecto... Mi Ditto ya era perfecto... La vida podía seguir su rumbo. Y ahora, al fin, había conocido a los primeros amigos verdaderos humanos que yo jamás hubiera tenido: Ash, Misty y Brock.
Cuando ellos se marcharon recuerdo que yo los invité para que vinieran a visitarme algún otro día... y, entonces... Ashy me sonrió...
Sentí que mi corazón intentaba dejar mi cuerpo, pero se quedó atrapado en mi garganta... Casi me caigo de la escalera... ¿Había sido aquello un flechazo?
Sí... Yo fui la primera del trío de "Las 3 Brujas de Eastwich", como Misty nos llamaba a Casey, Melody y yo. Ella sabía que nosotras tres habíamos sentido alguna especie de "flechazo" con "su" Ash, así que siempre nos había tenido MUY vigiladas en ese aspecto...
Pero eso será algo que ya descubriréis con el tiempo...
Si... Ya sé que Ash era tonto, cabezota a veces, un mal perdedor y un creído cuando ganaba, al menos en aquella época. Sin embargo, él era muy amable y adorable... Al menos para mi gusto... ¡Seguro que Misty me mataría si me oyera decir esto ahora!
Pero ellos se fueron... No quería que se fueran... Recé para que por favor pudiera verlos de nuevo...
Desaparecieron en el horizonte... Miré atrás, a la "Casa de Imitación", y decidí que había que volver a continuar con lo que había empezado...
Había llegado la hora de que D&D volvieran a los escenarios una vez más.
***********
A los pocos días de la visita de Ash y compañía, volví a seguir con mis actuaciones... Me costó un poco volver a captar la atención del público, ya que la gente recordaba mis antiguas decepciones... De hecho, me tuve que rebajar a hacer mis actuaciones gratuitas... Tenía que conseguir que la gente volviera a verme...
Pero ahora, con Ditto a pleno rendimiento, las cosas parecían que iban a mejorar... un poquito.
********
Al parecer, la gente que venía a ver mis actuaciones salía bastante satisfecha... Aquello fue mi beneficioso para mí, ya que estaba comenzando a tener algo de fama...
De hecho, me sorprendió ver entre mi público a la famosa Lara Laramie, la dueña del Rancho Laramie... También estaba el experimentado guarda Johnson, guarda de la Zona Safari... Y Aya Sayokawa, hermana del Líder de Ciudad Fucsia: el Maestro Koga...
¡Había conseguido atraer a celebridades! ¡Esa era una gran noticia!
De hecho, pocos días después de aquella actuación, conocí la noticia de que los propietarios de la Zona Safari se habían hecho grandes admiradores míos... Gracias a ellos se había extendido el rumor de que una joven chica prodigio había comenzado a convertirse en una moda... De hecho, el señor Johnson me invitó a su casa, para que les ofreciera algo de mi arte a todos sus familiares... Algunos de ellos hasta me pidieron autógrafos...
¿Yo, autógrafos? ¿La que una vez fue conocida como "el error"?
¡No me lo podía creer!
Desde aquel día, y gracias a la publicidad que el señor Johnson y su familia me habían dado, ahora recibía peticiones de muchos otros sitios... En algunos sitios hasta quisieron llegar a darme cantidades desorbitadas de dinero... Ya no sabía qué hacer... ¿Al fin lo habría conseguido? ¿Al fin podría realizar mi vida?
**********
Bueno, en realidad no me pagaban tanto por mis actuaciones, pero para mí todo aquel dinero que me daban me ayudaba bastante. Pero todo esto también tienen su parte negativa... Todos estos shows, actuaciones, viajes, a lo largo de todo Kanto... hacen bastante daño en los cuerpos de mi Ditto y yo... Siempre acabábamos agotados...
El dormir siempre era un problema...
La gente parecía haber olvidado que yo sólo era una chica a punto de cumplir 11 años... La gente había comenzado a tratarme como si fuera adulta, con las ventajas e inconvenientes que eso conlleva.... A veces llegué a pensar que yo quería ser una chica normal, aunque todo esto que me estaba pasando fuera mi sueño dorado... Quería también divertirme... Tener amigos y todas esas cosas...
En una de mis actuaciones, en la que hice una parodia en versión Pokémon de la Guerra Civil de Kanto en la que peleaban los Republicanos Croconaw contra los Anarquistas Raichus... fue donde vi por primera vez al que sería mi marido 13 años después... Todd Snap.
No. No fue otro de esos "flechazos" que a mí me dan demasiado a menudo... Yo sólo recuerdo que la primera vez que lo vi fue allí, con su inseparable cámara de fotos, haciendo fotos de los Croconaws y los Raichus mientras actuaban. Se me ha olvidado decir que aquellos Raichus y Croconaws me los prestaron los dueños de la Zona Safari, por si os extrañabais...
¡Qué manía que tengo con irme del tema del que estoy hablando!
En fin... Quería decir que Todd, como ya comprobaréis más tarde, me hizo un comentario muy bonito sobre aquel día, varios años después...
"Nunca había fotografiado nada tan bello como las fotos que te hice a ti aquel día..." - él me dijo, años más tarde, más rojo que un tomate...
¡Bah! ¡Ya lo he dicho! ¿Por qué tendré que adelantar acontecimientos?
En fin, en realidad lo que me dijo aquel día del que estoy hablando fue un simple "Buen trabajo" a lo que yo respondí con un simple "Hola y adiós". No tenía muchas ganas de hablar con la gente en esos momentos, y menos aún con un completo desconocido. Además, en ese momento estaba muy cansada por culpa de aquel agotador trabajo de aquel día y no tenía muy buen humor que digamos...
Pero he decir una cosa... ¡Aquel joven fotógrafo no estaba nada mal!
***********
Bueno... Llegados a este punto de mi historia, creo que ha llegado la hora de contaros como conseguí a mi segundo Ditto... ¡MiniDit!
La historia de MiniDit es muy similar a la de mi Ditto... También había sido abandonado porque MiniDit también era un Ditto defectuoso... Es muy común entre estos Pokémon este tipo de "fallos", ya que el ADN de los Ditto es muy irregular y pueden sufrir alteraciones... En este caso el problema de MiniDit es que al transformarse en un Pokémon se convertía en un versión mucho más pequeña del Pokémon en el que se transformaba... A su antiguo entrenador no creo que eso le gustara demasiado y lo abandonó...
Lo peor de todo esto es que yo vi ese abandono con mis propios ojos...
Yo estaba caminando siguiendo el curso de un arrollo, cuando me encontré con un tipejo que estaba golpeando a un Ditto con un palo...
"¡Esto es lo que te mereces por ponerme siempre en ridículo, estúpida masa amorfa!" dijo el chico, mientras lo golpeaba de nuevo.
Mi Ditto, al ver aquello, estaba furioso... Yo también...
El problema es que aquel chico debería ser dos años mayor que yo, y parecía ser muy violento... Cualquier otra persona se habría apartado de él para no salir malparado...
Pero yo, puede que un poco inconscientemente, le planté cara. Yo ya no era la pobre niña pequeña que había sido en mi infancia... Ahora sabía artes marciales y tenía mucha confianza en mí misma... Y no iba a permitir que nadie sufriera por el abuso de nadie... Y menos aún si era un Ditto el que estaba siendo atacado...
"¿Se puede saber qué estás haciendo?" -dije, enfadada, con las lágrimas a punto de salir de mis ojos.
El chico me miró, de mala gana.
"¿Y tú qué crees? ¡Estoy demostrando lo inútil que es este Pokémon! ¡Este estúpido Ditto sólo sabe transformarse en versiones más pequeñas de los Pokémon! ¿Sabes lo humillante que resulta eso cuando combato contra un Snorlax? ¡Bueno, supongo que este pequeñajo habrá perdido ya por última vez!"
Vi, aterrada, como aquel desalmado golpeaba aún con más fuerza al Ditto con el palo... El pobre Ditto salió despedido varios metros.
"¡Esto empieza a ser divertido!" - dijo aquella... "cosa".
Estuve a punto de coger una piedra y estampársela en la cabeza, pero tuve que resistirme... Pero mi lengua no se resistió.
"¡Hey, tú! ¡Caraculo! ¿Por qué no te metes con alguien de tu propio tamaño, imbécil?" - dije yo, desafiante, aunque asustada al mismo tiempo.
El chico se giró, furioso, hacia mí... Pero al ver mi cara enfurecida sintió algo de extrañeza...
"¿Cómo puede salir un lenguaje tan malo de una cara tan bonita? ¡Vete a tomar viento fresco, mocosa! ¡No me hagas perder el tiempo contigo!"
No dije nada... Mi Ditto se bajó de mi hombro de un salto y se quedó mirando furioso a aquel entrenador...
"¿Otra de esas cosas inútiles? ¿Así que estáis enfadados por lo que le estoy haciendo a este otro Ditto inútil? Os propongo un trato... Si me ganáis en un combate Pokémon os permitiré quedaros con aquel montón de gelatina rosa... Y si perdéis, ¡os largáis de aquí para no veros más!"
No dije nada... Ditto estaba cada vez más furioso...
"Veo que, aunque no contestes, estás de acuerdo... Será un combate entre esa cosa mal llamada Pokémon y mi gran Scyther... ¡Adelante, Scyther!"
Mientras lanzaba su Pokéball, los recuerdos de mis padres golpeándome volvieron a mi mente... El ver a aquel Ditto siendo salvajemente golpeado por aquel imbécil me habían vuelto a traer aquellos pensamientos a mi cabeza... Aquellos pensamientos que jamás quise volvieran a aparecer...
No iba a haber piedad...
"¡Ditto! ¡Acaba con él!" - grité.
Ditto no necesitó que se lo preguntaran dos veces... Astutamente se convirtió en un Arcanine, lo que provocó en aquel desgraciado una extraña expresión de pánico.
"¿Qué... qué has dicho? ¿Cómo es posible esto?" -dijo, sorprendido.
Con el paso del tiempo, y gracias a mi entrenamiento, Ditto había conseguido la habilidad de convertirse en cualquier Pokémon que se le antojara... Yo jamás usaba esta habilidad en un combate Pokémon, ya que aquello podría considerarse como hacer trampas, pero consideré oportuno saltarme las reglas aquella vez. Este era un caso especial, así que necesitaba medidas especiales... Para desgracia de él y su Scyther...
Literalmente Ditto-cane hizo un "Scyther a la brasa" con un poderoso ataque Llamarada, y si aquel idiota no hubiera huido a tiempo seguramente mi enfurecido Ditto-cane hubiera arrancado la cabeza a ambos de un Mordisco... Los gritos de pánico de aquel chico y su Scyther pudieron oírse durante varios kilómetros...
Una vez Ditto-cane se tranquilizó, y yo también, nos acercamos hacia el pobre Ditto herido... Lo abracé, mientras recordaba a Mary...
"Shhh.... No tengas miedo, pequeño Ditto... Yo cuidaré de ti... Nada de esto volverá a pasarte..."
Aquellos recuerdos me hicieron llorar... Mary había cuidado de mí... Me había salvado... Y ahora yo había tenido la oportunidad de salvar a un Ditto...
Y la aproveché...
Aquel Ditto me sonrió... Una sonrisa... otra sonrisa... Había conseguido ganarme el corazón de aquel pequeñajo...
*********
Pude comprobar con mis propios ojos aquella fabulosa habilidad de MiniDit, como cariñosamente yo lo llamé (sí, se nota que soy muy amiga de poner motes a la gente: Pequeño Ashy, Furia Pelirroja, Brocko Rocko... Toddy-deh- poh).
La habilidad de MiniDit de transformarse en una versión reducida de los Pokémon a los que se enfrenta era bastante curiosa. Aunque yo, al contrario que el idiota de su anterior dueño, tomaba aquella habilidad más como una ventaja que como un defecto...
¡Los Pokémon en los que se transformaba eran tan adorables con ese tamaño tan pequeño!
Ni qué decir que esta cualidad atrajo irresistiblemente a Jessie y James... como ya os contaré más tarde...
Yo recuerdo que una vez, en una de mis actuaciones, ordené a MiniDit que hiciera las mismas transformaciones que realizaba Ditto... A la gente le pareció tan adorable que al terminar la actuación me dieron una buena propina...
Ditto sintió envidia de MiniDit los primeros días, pero ya se le ha pasado...
Había ganado otro nuevo amiguito... Pero seguía teniendo mi corazón vacío... Sí, yo era muy independiente y sabía arreglármelas muy bien sola... Pero...
Necesitaba alguna amistad humana...
*********
Mientras yo seguía convirtiéndome en una madura chica de 13 años, yo intenté expandir mis horizontes. Habiendo ya dejado algo de mi popularidad en Kanto, ya iba siendo hora de llegar a Johto...
Antes de eso había pasado un tiempo en Isla Canela y las Islas Naranja, apenas dos semanas... Pero comparado con eso, Johto era un mayor desafío.
Uno de los primeros fans que conseguí allí fue Whitney (Blanca), líder del Gimnasio de Ciudad Trigal...
Recuerdo como hice una de mis actuaciones en su granja, frente a un batallón de 500 preescolares viéndome a mí y a mi Ditto haciendo una reconstrucción del último combate de Whitney (el cual, si os soy sincera, fue muy bueno).
Mi Ditto se convirtió en un Kadabra (Ditto-dabra) y yo me disfracé de Miltank.
Intenté hacer el ataque Desenrollar contra mi "enemigo" Ditto-dabra, pero la poca práctica que tenía haciendo ese ataque hizo que me golpeara la cabeza ridículamente contra el suelo... Las infantiles risas de todos aquellos niños, unidas a las carcajadas de Whitney, me provocaron a mí también unas inaguantables ganas de reír...
A pesar de ese tonto fallo, había tenido un "éxito"...
Esas caras felices mirándome, sonriendo... Aquellos niños tan alegres y felices... Eso era todo lo que yo necesitaba...
Ahora que mi futuro parecía tan esperanzador, me negaba profundamente a volver a los pensamientos de mi terrible pasado... Aunque, como ya habéis podido comprobar anteriormente en mi relato, no siempre conseguía borrar los recuerdos...
No mucho después de mi actuación en la granja recibí una llamada de un hombre, que al parecer era el director-jefe de una cosa llamada "Pokémon Theatre Arts"... Aparentemente, Whitney los había llamado para proponerme...
No sé qué es lo que Whitney les habría dicho, pero aquel hombre me dijo que había sido seleccionada para participar en el próximo "Concurso Anual de Interpretación Pokémon".
No me lo pude creer. Aquello era como si me hubiera tocado la lotería... Aquel concurso era como una especie de trampolín para que todos aquellos aspirantes a actores o actrices dieran su primer gran paso hacia el estrellato... De hecho, actores tan conocidos como Brad Van Dam o Fiorello Capucchino, a los que ya mencioné anteriormente, habían pasado por ese concurso antes de convertirse en las celebridades que ahora son...
Aquello podría ser mi camino hacia la fama... Sólo espero que entre el público que viera mis actuaciones no se encontrara aquel "famoso" director de cine Cleavon Spielbunk... Ese tipo era la vergüenza nacional en cuanto a creación de películas se refiere... Casi me atrevería a perder el concurso a propósito si participar en sus películas fuera el premio... ¡Me dan náuseas sólo de pensarlo! ¡Sus películas son malísimas!
Pero aquel concurso tardaría aún varios meses en celebrarse, así que hasta entonces os contaré otras anécdotas...
*********
En fin.. Un día yo estaba ocupada bebiendo una bebida mientras MiniDit era tratado en un Centro Pokémon... Estaba hablando con mi Ditto cuando....
"¡Dit! ¡Ditto! -dijo Ditto, mientras subía nervioso sobre mi hombro.
"¿Qué pasa, Pequeño Ditto?" -señalé, mientras veía como mi primer Pokémon señalaba a través de una de las ventanas del Centro Pokémon.
Y pude ver, a lo lejos, la familiar figura de tres personas a las que no había visto desde hacía dos años y medio: Ash, Brock y Misty.
La sonrisa que se me formó en la cara en aquellos momentos habría sido imposible de borrar... El verlos de nuevo me había llenado de tanta felicidad que...
Me disfracé de nuevo, para intentar engañarles... (manías que tiene una).
Al ver que la enfermera Joy no se encontraba presente, se me ocurrió una idea... No creo que a la enfermera Joy le importara demasiado, así que entré disimuladamente en su vestidor y agarré uno de los muchos trajes de enfermera que allí había colgados...
Me reía para mis adentros mientras me ponía el traje y ordené a mi Ditto que se transformara en un Chansey... Justo en ese momento oí las familiares voces de Ash y compañía, mientras entraban en un Centro Pokémon aparentemente "vacío".
Cuando ¿Chansey? y la ¿enfermera Joy? aparecieron, Ash y Misty no notaron el engaño... Brock, sin embargo, parecía tener una especie de detector de enfermeras Joys, mientras me miraba muy fijamente a la cara... A este Brock es imposible engañarle...
Tan pronto como Ditto volvió a su forma normal, ellos al fin consiguieron darse cuenta de quien era... Me alegró mucho que ellos sonrieran al verme...
Es genial tener amigos...
*********
Como estos acontecimientos es posible que también sean conocidos por vosotros, intentaré resumirlos un poco... desde mi punto de vista...
Este día en el que Ash y compañía se encontraron de nuevo conmigo dieron lugar a varios momentos en mi vida que jamás olvidaré... Uno de esos momentos fue el de Jessie y James intentando llevarse a MiniDit...
Pude comprobar, con bastante sorpresa, que Jessie y James tenían entre sus filas a un super-impresionante Wobbuffet... Se veía a la legua que ese Wobbuffet tenía bastante talento...
Lástima que Jessie y James no supieran manejarlo del todo bien aún... Seguramente creeréis que los Wobbuffets son tontos, pero en realidad son unos Pokémon bastante incomprendidos... Los Wobbuffets salvajes viven escondidos en cuevas, ya que les da miedo la gente, o luchar contra otros Pokémon... Por eso nunca atacan antes... Siempre prefieren esperar y tener paciencia antes de hacer el siguiente movimiento... Son unos expertos en el arte de la concentración... Hasta Pokémon tan poderosos como Charizard o Alakazam deberían tener mucho cuidado con ellos...
Pero el Wobbuffet del Team Rocket era especial. Al contrario que la mayoría de los Wobbuffets, este era muy alegre y... excéntrico. Pero no por ello era menos temible... Bajo ese aspecto estúpido y despistado se encontraba un gran adversario... Si era entrenado apropiadamente, claro... Cosa que, afortunadamente para nosotros, no era precisamente la especialidad de Jessie y James.
Después de este pequeño homenaje a Wobbuffet (me cae bien este Pokémon), he de recalcar que también en aquellos momentos pude confirmar con plenas garantías que había comenzado a enamorarme de Ashy...
Cuando el Team Rocket se llevó a MiniDit, yo y mis amigos comenzamos a buscarlos por todas partes... Ash había enviado a Noctowl y yo ordené a Ditto que se transformara en otro Noctowl... Esos dos Pokémon pájaro nos ayudarían a encontrar a Jessie y James.
Ash parecía querer venir conmigo, lo cual me sorprendió un poco... Llegué a pensar que él... y yo...
Ahora sé que aquello no significaba nada, ya que según me dijo Misty una vez eso lo hacía siempre... No le importaba ayudar a cualquiera... No buscaba recompensas... No buscaba intereses...
Simplemente ayudaba... Y eso es lo que a Misty le atrajo de él, como ella me dijo...
Pero, de todas maneras, en aquellos momentos, yo me sentía muy cercana a él.
Seguiré contando...
Estábamos caminando a través del bosque, y seguíamos sin encontrar a mi querido MiniDit por ninguna parte. Empecé a llorar, desesperada...
"¿Y qué pasará si no lo encontramos otra vez? -dije, mientras Ash y Pikachu me miraban, preocupados.
Recordaré lo que pasó a continuación por el resto de mi vida.
Ash me puso una mano en mi hombro derecho, mientras yo lo miraba a sus ojos... Aquellos ojos me miraban amistosamente, con cariño...
"No te preocupes, Duplica. Lo encontraremos. No sé a dónde habrán ido Jessie y James, pero mis amigos y yo ya les hemos parado los pies muchas otras veces... Recuperaremos a tu Ditto, Duplica... por ti. Te lo prometo..."
Por ti. Te lo prometo...
Aquellas simples cinco palabras me hicieron sentir como si se hubiera hecho el cielo en la tierra.
Tuve que aguantarme las ganas de abrazarlo... Aquello era lo más bonito que me habían dicho en la vida, desde que Mary había muerto... Pero Ash sólo era un buen chico... No habría sido justo que me aprovechara de la situación... Así que sólo le respondí con un "Gracias... Ash".
Él me ofreció la mano, y Pikachu una de sus pequeñas manitas mientras yo sonreía, enjugándome mis lágrimas... Unas lágrimas de alegría al notar la amistad de un gran amigo... Tras esto, continuamos buscando a Jessie y James... hasta que al final los encontramos y tras unos cuantos combates conseguimos recuperar a MiniDit.
Pero también había encontrado algo... Había descubierto que me había enamorado...
Otra de las cosas que descubrí aquel día era que Ash había comenzado a convertirse en un grandísimo entrenador, y mucho más maduro.
Me trató con respeto cuando los dos fuimos a hacer un combate amistoso, tras recuperar a MiniDit (nuestro primer combate de aquel día había sido interrumpido por Jessie y James, mientras hacían una "aterradora" imitación de Ash y yo).
El combate, del que nunca supisteis el resultado, os lo contaré a vosotros a continuación...
¡MiniDit contra Totodile!
"¡Esta vez no me pillarás de sorpresa, Duplica! ¡Ya he visto de lo que eres capaz!" -dijo Ash, mientras Totodile salía de su Pokéball.
"¡Y esta vez yo no voy a ser tan blanda contigo, Pequeño Ashy! -yo dije, convencida de mis posibilidades de victoria.
"¡Me parece estupendo, Duplica, pero esta vez ganaremos nosotros! ¡Totodile, Pistola de Agua!"
El chiflado mini-cocodrilo de Ash disparó un potente chorro de agua hacia mi MiniDit, convertido en Mini-dile... Pero yo contraataqué...
"¡MiniDit, Pistola de Agua! - grité.
Los dos chorros impactaron y se anularon mutuamente, mientras los dos Pokémon retrocedían unos metros... Oí como Misty y Brock hacían sus comentarios acerca del combate: Brock estaba contando sus estadísticas sobre el combate, y Misty parecía no estar muy segura de a quién animar...
Sí... Puede que en esos momentos me sintiera un poco culpable por sentir lo que yo sentía por Ash... Pero con el tiempo Misty y yo nos haríamos bastante amigas... Casi como hermanas... Y más ahora que Ashy se había ido...
Continuo con mi historia, antes de que me ponga a llorar volviendo al triste presente del funeral...
"¡Totodile, ataque Arañazo!" -dijo Ash.
Y yo, por supuesto, contraataqué de nuevo...
"¡MiniDit, Mordisco!"
Mientras Totodile intentaba arañar la cara del pequeño Mini-dile, Mini-dile pegó un buen bocado en el brazo de Totodile...
La posterior cara de sorpresa de Ash y Totodile habría que haberla puesto en una foto...
"¡Oh, no! ¡Otra vez no!" -dijo Ash, preocupado.
"¡MiniDit, ataque Placaje!"
Y así MiniDit atacó a Totodile con un poderoso ataque Placaje y lo dejó KO, suponiendo otra victoria en mi cuenta personal...
No...
Espera...
Eso no es lo que pasó...
Vamos a ver si me acuerdo... ¡Ah, sí! MiniDit en realidad hizo su ataque Placaje, pero Totodile, con un ágil salto esquivó el ataque de MiniDit, que acabó estampando su cara contra el suelo, provocando que se me cayera la cara de vergüenza... (es razonable que me negara a contar la verdad de lo ocurrido, ¿no os parece?)
"¡EH! ¡Esto no era lo que tenía que pasar! Se supone que era yo la que tenía que dejarte en ridículo, y no al revés..." -dije, en tono divertido.
Os juro que vi a Ash sonrojarse al menos un poquito cuando yo dije eso, y procuré controlarme para no sonrojarme yo también...
"Duplica... Todo vale en las batallas Pokémon... y... er... estoooo... ¡y en más batallas Pokémon!" -dijo estúpidamente Ash, mientras Misty, Brock y yo nos caíamos al suelo ante aquel estúpido comentario.
"Lo que hay que oír... ¡MiniDit, recupérate y haz un ataque Cuchillada!" -dije, con ganas renovadas.
La mirada en la cara de Ash reflejaba un claro ¡Uh, oh!
"¡Totodile! ¡Haz tú lo mismo!" -dijo Ash, un tanto asustado.
Hubo un silencio sepulcral mientras ambos Pokémon cocodrilo hacían sus ataques... Parecían moverse a cámara lenta...
Tras unos interminables segundos de golpes y más golpes entre ambos Pokémon, se detuvieron, mirándose el uno al otro...
Sonrieron...
Y, un segundo después...
....
....
....
....
....
....
....
....
....
Ambos se desmayaron...
Creo que este final ha sido bastante... decepcionante. ¿Verdad?
"¡Supongo que esto es un empate!" -dijo Brock, no muy sorprendido.
"¡Este ha sido un gran combate, chicos! ¡Casi ha parecido más un baile que una lucha!" - nos felicitó una sonriente Misty.
"¡Gracias, Misty! ¡Y gracias, Duplica, por este gran combate! - dijo Ash.
Ash se acercó a su Totodile y lo cogió entre sus brazos.
"¿Estás bien, coleguilla?" -dijo, con una compasión y verdadera amistad que yo muy raras veces había visto antes en los entrenadores Pokémon con los que me había encontrado alguna vez.
De hecho, al ver a Ash, yo hice lo mismo con MiniDit.
"MiniDit... Tú también estás bien, ¿verdad?" -dije yo.
Ambos Pokémon respondieron, un poco agotados... Luego, cayeron dormidos, de puro cansancio.
"¡Ellos están bien, Duplica! ¡No te preocupes! Bueno... esta vez tampoco he podido vencerte... Pero cuando llegue a la Liga Johto te prometo que seré más fuerte... ¡Y te estaré esperando para una revancha!" -dijo él, sonriéndome.
"Supongo que a la tercera va la vencida, ¿verdad, Ash? ¡Vas a tener que entrenar muy duro para derrotarla!" -sentenció Brock.
"Chicos, por favor... ¡Vais a provocar que me ponga colorada!" -dije yo, mientras mis amigos y los pokémon reían.
Aquella situación sabía que era triste, ya que ahora ellos tendrían que irse... Recuerdo que en mi corazón sentía las palabras de "Ve con ellos, boba. Pregúntales si puedes ir con ellos"... Yo estaba segura de que a Misty le habría gustado tener al menos alguna compañía femenina en el grupo...
Pero al final decidí no ir con ellos... Mis propios sentimientos no habrían ido a ninguna parte... Yo había tenido un "flechazo" con Ash... Pero vi la manera en que Misty miraba a Ash cuando ella creía que nadie la veía...
Yo tenía un "flechazo"... Y Misty lo amaba... Sólo eran ver sus ojos...
No había nada que hacer por mi parte.
"Bueno, Pequeño Ashy... Supongo que lo mejor será que yo siga mi camino..." - dije, mientras sacaba de uno de mis bolsillos un pequeño papel adhesivo.
Escribí el número de mi teléfono móvil en él...
"Toma, Ash... Por si algún día quieres volver a hablar conmigo..." -le dije, mientras pegaba el papel en el interior de su Pokédex... Lo firmé con mi nombre y una ^_^.
"¡Vaya! Gracias, Duplica..." -me dijo, con una sonrisa.
Ash me estrechó la mano y nos despedimos... Los tres se fueron... Otra vez...
Sabía que volvería a verlos de nuevo... Algún otro día...
Adiós de nuevo...
*************
Tras mi reencuentro con mi querido Ashy y compañía, me sentía con más ganas que nunca... Me sentía capaz de todo, incluso de ganar el Concurso Anual de Interpretación Pokémon que se celebraba en Trigal... Mis dos Dittos también podrían asegurar aquello...
Aquel concurso, como ya he dicho, se celebraba en Ciudad Trigal... Más de 100 participantes iban a tomar parte en ese concurso... Consistía en eliminatorias... Los participantes tenían que hacer actuaciones de distintos géneros, que podrían incluir obras serias, cómicas, trágicas... algo de Pokespeare (sólo hablar de Pokespeare me hace recordar a un Marowak... ser o no ser, esa es la cuestión)...
Muchos entrenadores Pokémon habían venido de distintas partes del mundo... No había visto a nadie que tuviera un Ditto, salvo yo... Supongo que la gente nunca conseguirá llegar a valorar el poder de un Ditto, pero en fin...
No había Dittos, pero sí había una gran cantidad de Pokémon "mágicos", como Exeggcute, Kadabra, algún Pokémon planta... También vi varios Smeargles, Pokémon que jamás había visto en mi vida, salvo por los libros...
Con MiniDit en el hombro izquierdo y Ditto en el derecho, los "Triple D" íbamos a mostrar al mundo lo que realmente valíamos...
Yo era una persona. Yo era especial... Y ahora yo iba a demostrarlo...
***********
Las normas eran sencillas... Los concursantes tenían 60 segundos cada uno para mostrar sus habilidades para la interpretación... A algunos concursantes eso les pareció muy poco... Pero es ahí en donde realmente se valora la calidad de las interpretaciones... Si eres capaz de asombrar al público en tan poco tiempo, eso es una buena señal...
Resultó que a mí me tocó el número 44... Tras una larga espera, mi turno estaba a punto de llegar...
Yo tenía puesto mi disfraz de Metapod, y mis dos Dittos estaban preparados para la acción.
"Participante número 44, Duplica Imite, al escenario, por favor..."
Había llegado la hora...
Salí con una sonrisa en la boca, mientras los tres jueces me miraban con aquellas miradas serias...
A pesar de que mi escaso público, esos tres jueces, yo amaba actuar, incluso para tan pequeña y seria audiencia...
Comencé... Dejé a mis Dittos en el suelo, uno a cada lado... Y...
"Esto es un Ditto" - dije, señalando a la izquierda.
"Esto es un Ditto imitando a un Caterpie."- MiniDit se transformó en dicho Pokémon...
Aquello impresionó a los jueces, ya que MiniDit se transformó en el Pokémon en el que yo le había ordenado, no en el Pokémon que Ditto tuviera enfrente, como la mayoría de los Dittos "normales" hacen. Pude ver sus miradas de sorpresa, pero decidí ignorarlos.
"Y este es otro Ditto, imitando a un Butterfree" -dije, señalando a mi derecha, mientras Ditto se transformaba en el Pokémon mariposa...
"Como pueden ver, esta es la cadena evolutiva completa del Pokémon Caterpie. Sin embargo..." - continué.
Como mis Dittos y yo habíamos planeado, había llegado la hora de usar mi sentido del humor...
Al igual que a muchos otros Pokémon, a mis Dittos a veces les encantaba atacarme por sorpresa, sólo para divertirse... Lo teníamos siempre como un juego, y pensé que sería divertido usarlo ahora...
Ditto-pie y Ditto-free me atacaron "salvajemente" ^_^U, sin avisar... Caí al suelo, haciendo girar mis ojos... Yo, Metapod, había sido "vencida" por Caterpie y Butterfree...
"Como ustedes habrán podido comprobar..." -intenté decir, poniendo voz de atontada- "... la evolución no es lo importante... Es el corazón lo que cuenta... especialmente cuando eres un Pokémon que no puede atacar y dos Pokémon más fuertes te atacan a la vez... Es en esos momentos cuando el poder del corazón realmente vale..."
Me "desmayé", mientras Ditto-pie me golpeaba de nuevo, de mentirijillas, en la cabeza...
Aquella "estúpida" actuación pareció haber convencido a los jueces, visto el gesto que hicieron cuando volví a levantarme del suelo... Ditto y MiniDit volvieron a su forma habitual...
¿Ya habían pasado 60 segundos? ¡Vaya!
Nerviosa, salí del escenario y me fui a la zona de descanso, a quitarme un poco los nervios...
Noté que allí había muchos fotógrafos, haciendo fotos a los participantes... Noté, entre aquellos fotógrafos, una cara conocida...
Sí, aquella fue la segunda vez que yo y Todd nos encontramos... La tercera sería la importante... Pero ya lo contaré más tarde...
************
Me alegré muchísimo al saber que había pasado las preliminares... De los 100 participantes los jueces habían elegido a 16, entre los que yo me encontraba...
Esta vez nosotros teníamos que crear una pequeña obra de poca duración, en la que se nos valoraría el estilo, la actuación, el uso de los Pokémon y la originalidad de la obra... Era una prueba complicada, en la que teníamos que demostrar un gran dominio de la interpretación... Y, sin echarme muchas flores, eso era algo que yo me había propuesto dominar.
Yo no estaba segura si la gente me estaría tomando en serio. En esos momentos yo era una joven chica de 12 años, a punto de cumplir 13... Yo estaba compitiendo contra gente que me doblaba la edad... Gente que al verme comenzaba a reírse, preguntándose el por qué dejaban participar a gente tan joven... Decían que aquello iba a ser fácil para ellos.
Aquellos que decían eso sólo estaban ahí por la fama y el dinero... es decir, la gloria... Yo estaba allí porque me gustaba interpretar y actuar... Sólo quería realizarme... Nada más... Quería hacer todo lo posible para mi olvidar mi pasado... Pero supongo que eso era algo que aquellas personas jamás llegarán a comprender...
Volviendo al tema, aquella nueva eliminatoria haría que los 16 participantes fueran reducidos a tan sólo 8... Esta vez teníamos 10 minutos como máximo para hacer nuestra actuación.... Sí, 10 minutos para actuar, pero muy poco tiempo para pensar... Lo peor, o en mi caso, lo mejor, era que esta vez deberíamos actuar de cara al público... Aquello me dio más ánimos de lo que me esperaba...
"¿Estáis bien, chicos?" -dije a mis Dittos, mientras los alimentaba con un poco de mi comida especial para Dittos.
Como los Dittos tienen un gran metabolismo debido a su capacidad para transformarse, tuve que crear una comida especial para ellos, consistente en una especie de pasta que contenía gran cantidad de agua y sales minerales... ¡Lo que tragaban mis Dittos no os lo podéis ni imaginar!
Ellos, con un alegre ¡Ditto!, me contestaron. Los abracé.
"¡Así me gusta, amiguitos! ¡Adelante!" -dije, con lágrimas en los ojos.
Oí unos comentarios burlones a mi espalda... Venía de alguno de los otros concursantes... Me pareció oírles decir que yo era demasiado "cursi" para ser una actriz...
Los ignoré... Ni me importaron... Mis Dittos eran mi vida... Mis mejores amigos...
La furia había nublado mi vida antes... Yo recé para que aquello no volviera a suceder de nuevo...
Había tenido muy mala suerte... Demasiada mala suerte en mi aún corta vida... Y ahora, mi suerte, al igual que mi vida, estaban a punto de cambiar...
********
Vi a uno de los concursantes en su actuación... Era un hombre, de aspecto melancólico, que tocaba una triste canción con su vieja guitarra... Estaba vestido de pobre... Su única compañía era un Meowth, que miraba a los jueces con aires de estar MUY aburrido... Sí, la melodía que tocaba el hombre era bastante bonita, pero su Pokémon sólo estaba allí de objeto decorativo...
Lo siento por el hombre, pero aquella actuación sólo se merecía un adjetivo: aburrida...
La siguiente actuación que pude ver fue un interesante combate entre un entrenador con una espada y un Scyther, que usaba sus cuchillas contra él... Aunque aquella actuación había sido bastante mejor realizada que la anterior "actuación" del hombre y su guitarra, para mí aquello sólo eran fuegos artificiales... Mucha acción, mucho espectáculo, pero nada de interpretación... Es más, casi parecía que más que combatir estaban jugando al "corre que te pillo"... Al final todo resultó ser un tanto ridículo.
Creo que había llegado la hora de mostrar a esos novatos una verdadera obra maestra (sé que he sonado un poco arrogante, pero para ganar hay que ser la mejor y saber que lo eres).
Mi Ditto se había transformado... en un Houndoom, para sorpresa del público. Yo me había disfrazado de ninja, tapando mi rostro con una mascara, y MiniDit se transformó en una pequeña espada...
Sí, yo aún había seguido con mi aprendizaje en las artes marciales... Son muy útiles en el arte de la interpretación, ya que permiten una máxima concentración y habilidad a la hora de realizar mis movimientos... Esto iba a ser bueno, lo sabía...
Comencé mi actuación...
"Así que, Houndoom, Guardián de las Puertas del Infierno... ¿No vas a dejarme pasar? Necesito tener un encuentro con tu amo...
Ditto-doom gruñó, conociendo perfectamente sus líneas... Bueno, sus ladridos...
Yo estaba llevando un traje ignífugo bajo mi disfraz de ninja, en caso de que surgiera algún imprevisto en el excesivo realismo que pudiera surgir en mi interpretación. Aunque sé que Ditto-doom tendría cuidado de no hacerme daño, siempre era mejor prevenir que curar. Además, como último recurso, siempre tenía la posibilidad de que MiniDit se transformara en un Pokémon de agua si yo salía quemada...
Sí... Como habréis supuesto, esto era para evitar que el Lanzallamas de Ditto-doom me hiciera daño.
De todas maneras, después de todo el dolor que llegué a sufrir en mi cuerpo en la infancia, el peligro de las quemaduras no iba a detenerme... Ni hoy, ni mañana... NI NUNCA...
Continuaré con la actuación...
Tras la negativa de Ditto-doom, mostré una de mis mejores expresiones de furia...
"Tu amo, el Señor de la Oscuridad, ha de tener un encuentro conmigo hoy... ¡Así que APARTATÉ de mi camino, diabólica criatura!"
Ditto-doom, como él y yo habíamos previsto, me atacó con un ataque Lanzallamas, provocando en el público gritos de asombro... Aquellos gritos pararon al verme allí, rodeada por las llamas y aguantando el terrible calor (el traje ignífugo me ayudaba en ello, afortunadamente), pero no huí...
Ditto-doom, intentando parecer sorprendido, hizo unos pequeños gruñidos, como intentando decirme: "¡VAYA! ERES MUY VALIENTE, JOVENCITA, O INCREIBLEMENTE ESTÚPIDA..."
"Puede que sea estúpida, pero si el Señor de la Oscuridad, que me está esperando allá abajo, siente miedo de enfrentarse a una joven, entonces puede que él no sea ese ser inmortal que tanto presume ser... ¡Déjame pasar, Houndoom! ¡O te las verás conmigo!"
Ditto-doom, sabiéndose muy bien el papel, corrió hacía mí, con sus terribles fauces abiertas... Yo también corrí hacia él, con mi MiniDit- espada en la mano... Saltamos... Y...
Quienes hayan visto alguna vez una película de ninjas conocerán perfectamente esta imagen... Ambos luchadores se cruzan en el aire, para luego caer al suelo, uno a cada lado...
Ahora hubo una pequeña pausa... Me arrodillé, mientras mi costado "sangraba", gracias a una pequeña cápsula de sangre artificial que había escondido en mi mano, mano con la que ahora agarraba mi "terrible" herida.
El público se había quedado sin palabras...
Sangre... Como habréis podido comprobar, esta actuación mía reflejaba mi propia vida... y lo que yo habría deseado que hubiera pasado. Puede que yo no hubiera matado a mis padres, pero al menos yo quería haber podido tener la oportunidad de defenderme. Como aquellos bastardos siempre decían, la mejor defensa es un buen ataque... Es la única gran verdad que aprendí de ellos...
Mientras yo caía sobre mis rodiillas, "malherida", vi como el más joven de los fotógrafos que allí había me miraba con bastante interés... es extraño, yo siempre había imaginado que Todd era sólo fotógrafo de Pokémon... O al menos eso es lo que yo pensaba, mientras vi como me hacía una foto... Pude ver aquella cara de admiración mirándome fijamente...
Afortunadamente para mí, yo llevaba puesta mi máscara, y evitó que el público pudiera ver mi cara sonrojada....
Sigamos con la actuación...
Mientras Ditto-doom observaba mi "sufrimiento", sonrió con una malvada sonrisa... luego soltó un lastimero gruñido... y cayó al suelo, "muerto", mientras gran cantidad de "sangre" comenzaba a brotar de él (gracias a la cápsula de sangre artificial que escondí entre su pelaje antes de comenzar mi actuación). Me levanté como pude, agarrándome mi "ensangrentado" costado, y me quedé mirando a mi rival "muerto".
"Las puertas del Infierno han sido abiertas... Yo soy la única persona que puede librar a la humanidad de todo este sufrimiento e injusticia que el Señor de la Oscuridad ha traído a este mundo... Sé que tengo muy pocas posibilidades de victoria, visto mi actual estado... Pero, a pesar de todo, sé que mi fuerza de voluntad y mi espíritu me ayudarán a superar esta prueba..."
Miré hacia el público, con la cabeza bien alta, mientras hice una mueca de "dolor".
"Puede que no aguante mucho tiempo viva... pero... al menos... puedo legítimamente decir... Te veré en el Infierno, Señor de la Oscuridad."
Con esto, salí del escenario, mientras oí algunos tímidos aplausos. Ditto- doom volvió a ser el feliz Ditto de siempre, mientras saltaba a mi hombro. MiniDit también volvió a la normalidad... Los tres salimos de nuevo al escenario para hacer una reverencia y, ya de paso, fregar el escenario, ya que lo habíamos dejado un POCO manchado de "sangre", mientras esperaba ilusionada que aquella actuación me llevara a la final de 8 participantes. Había conseguido que una inmensa multitud, llena de ruidos y voces, se redujera al silencio más absoluto, sólo roto por aquellos tímidos aplausos... Espero no haberlos traumatizado demasiado.
Cuando terminé, volví a meterme entre bastidores, viendo como el resto de participantes me miraban, con la boca abierta...
Nada... Ni una burla... Ni una felicitación... Sólo pude ver las estúpidas caras que se les había quedado a todos aquellos que antes se habían reído de mí... Sin duda, ese fue el mejor premio a mi actuación...
Sonreí satisfecha, mientras me dirigía a los camerinos a cambiarme... Había que prepararse para la final...
************
Había acabado la segunda tanda de eliminación... Mientras ocho de los participantes se maldecían a ellos mismos por haber sido eliminados, otros ocho aún soñaban con el estrellato...
Afortunadamente, como habréis podido imaginar, yo me encontraba entre esos ocho participantes: los elegidos. Sé que no hacía falta ganar aquel concurso para hacerse notar, ya que yo creo que ya había demostrado suficiente mi valía... Pero tenía que ganar, aunque sólo fuera por satisfacer mi ego...
La final consistía en que los aspirantes a ganador del Concurso Anual de Interpretación tenían que demostrar sus habilidades con un guión ya escrito, elegido al azar por los jueces. Esto demostraría si los actores eran capaces de ceñirse a cualquier tipo de guión con plenas garantías... Teníamos una hora para memorizarnos el guión y otros diez minutos para ponerlo en práctica...
A mí me tocó "COMEDIA"... Supongo que los jueces habían elegido a propósito este tema, ya que habiendo visto mi anterior actuación decidieron ponerme a prueba: querían ver si yo era tan buena haciendo comedia como haciendo obras serias...
Ilusos... Se nota que no me conocían ni a mí ni a mis Dittos... Si aquellos amargados jueces hubieran visto lo que mis Dittos son capaces de hacer cuando les toca pelearse por la comida, ya habría ganado el concurso sin necesidad de presentarme... XD
Una vez tuve el guión entre mis manos, comencé a echarle un vistazo... Según pude comprobar, era uno de esos típicos guiones conocidos como los "¡Amorcito, ya he llegado!"... Guiones en los que alguien entra en una casa, y su marido (o quien sea) sale a recibir a la supuesta persona, comienzan a hablar un poco y al poco rato empiezan ocurrir auténticas estupideces o catástrofes dentro de la casa...
En este caso yo tenía que hacer una obra en la que yo era una agente Jenny que tenía como marido a un Arcanine y como hijo un pequeño Growlithe...
¡Estupendo! A eso lo llamo yo tener una familia "bestial"...
Entiéndase el sarcasmo... ¿Aquellos jueces no podrían haberse buscado una obra menos humillante, para variar?
"¿Se puede saber quién ha sido el cretino que ha escrito esto?" - me dije a mí misma, un tanto ofendida. Mis Dittos me calmaron como buenamente pudieron...
Aquel guión era verdaderamente penoso, y si esos jueces pensaban que me iba a degradar tanto pronunciando aquellas líneas, estaban muy equivocados...
Así que me largué a mi camerino a "manipular" un poco el guión... Iba a convertir aquella autentica bazofia en algo más... divertido...
De Duplica Imite no se ríe nadie, a no ser que yo lo "pretenda"... Así que me lavé la cara, para poder despejar mi cabeza... Había que poner mi imaginación a funcionar...
***********
A mí me había tocado salir la quinta... Así que tuve que esperar a que me tocara mi turno, con mi guión, un tanto "cambiado" ya memorizado en mi cabeza...
Los cuatro participantes anteriores he de reconocer que eran bastante buenos... Se puede decir que habían hecho una gran actuación, y parecía que iba a ser complicado superarles... Pero yo no me iba a rendir...
Me tocó el turno... Yo, disfrazada de agente Jenny, hice mi aparición una vez se levantó el telón del escenario... Y comenzó mi última actuación de la noche...
"¡Arcy! ¡Cariño! ¡Ya estoy en casa!" -dije, con la voz más ridícula que pude poner.
Los jueces, aún con esa cara de gárgolas, parecía que habían hecho alguna pequeña mueca de aprobación... Había comenzado bien...
Ditto-cane y Ditto-lithe aparecieron en el escenario, corriendo hacia mí. Ambos literalmente me derribaron y caí al suelo, mientras ambos comenzaban a lamerme la cara, en señal de alegría por verme... Y solté una de mis frases añadidas...
"¡Hey, dejadme en paz, babosos! ¡Maldita sea! ¿Es acaso imposible en estos días hacer alguna película en la que no haya alguna de estas escenas de sexo gratuito con Pokémon?" - dije, con tono desesperado.
Vi como uno de los jueces había literalmente "explotado" en carcajadas (lo cual no vino en un buen momento, ya que estaba tomando una taza de café en esos momentos).
Primera victoria para mí... ¡Je! Y no sería la última en esa "mi" actuación...
Otra de las escenas de la obra era yo cayéndome por unas escaleras por culpa de la "torpeza" de mi "marido" (definitivamente, el que escribió el guión debería ser tonto de remate) Arcanine. Afortunadamente, gracias a mi entrenamiento, podría hacer este tipo de cosas sin resultar dañada en ello... Las artes marciales también tienen este tipo de ventajas...
"Arcy, cariño... La próxima vez que vuelvas a salir del baño... ¡PROCURA NO SALIR TAN DEPRISA! ¡Ay!" - dije, improvisando de nuevo, mientras me retorcía de "dolor" en el suelo.
Otra victoria para mí, como pude comprobar en los gestos de los jueces (sobre todo en el que se manchó de café: el pobre hombre parecía haberse vuelto loco de tanto reír).
Otra de las escenas, y sin duda una de las que causó mayores risas, fue una en la que yo tenía una pierna rota, a causa de la caída por las escaleras... Ditto-lithe, cariñosamente, intentaba hacerme sentirme mejor acercándose a mí... Pero, claro, como esto era una comedia, las cosas tenían que ser... "cómicas".
Ditto-lithe saltó corriendo a mis brazos, con la mala fortuna de que una de sus patas acabó aterrizándome... en la entrepierna...
"¡Auch! ¡Growlithe! ¡Ten cuidado! ¡Si yo hubiera sido un hombre seguramente me habrías dejado estéril de por vida!"
Tras eso, el público comenzó a reír como si se hubieran vuelto locos. Algunos, de tanto reír, habían comenzado a sangrar por la nariz. El juez del café había desaparecido por completo (debería haberse caído de la silla de tanto reír) y los otros dos, a pesar de su infinita seriedad, formaron una amplia sonrisa ante aquello.
Pero aquello no acabó... A Ditto-cane le tocaba mover algunos muebles, para ayudar un poco a limpiar la casa...
"¿Cuántas veces tengo que decírtelo, cariño? No hagas eso, que me vas a rayar el sue..."
Iba a hacer otra de mis improvisaciones, pero al ver lo que Ditto-cane había comenzado a hacer... Vamos a decir que lo que estaba haciendo era algo natural para los perros... ¿Cómo podría explicarlo de la manera menos desagradable posible? ¿Hacer de vientre? ¿Irse por la pata abajo? ¿Evacuar?
En definitiva... Hacer "popó".
Supongo que mi Ditto-cane había comido demasiado antes de la actuación...
Ya mejor ni digo la cara que tenía el juez de la mancha... Se oían más sus propias carcajadas que la de todo el público junto...
Y ya, como punto final a esta "actuación", vino la última escena.
Como agente Jenny que yo era, yo tenía unas esposas en la mano... Mi guión ya había terminado, pero quise hacer una última improvisación...
"Hmmm... Me pregunto que podría hacer yo ahora con esto..."
Ditto-cane apareció tras de mí, sonriendo y molestándome, como vino haciendo en toda la actuación...
"Sí... Ya sé lo que puedo hacer con estas esposas..."
La siguiente cosa que Ditto-cane vio fue un puño cerrado, con las esposas colocadas de manera que pudiera hacer más daño con el puñetazo (de mentirijillas, que conste) que le di en el hocico... Ditto-cane cayó al suelo, mientras un grupo de pequeños Growlithes revoloteaban alrededor de su cabeza.
"¡Pervertido!" dije, como frase final y me marché del escenario, con una sonrisa en los labios.
Los jueces parecían bastante satisfechos... Sobre todo el del café...
*********
Al fin había terminado... Ahora sólo quedaba esperar...
Mientras yo me dirigía a mi camerino con mis Dittos, pude oír los aplausos de alguien...
Me giré y vi a aquel joven fotógrafo de antes... Debería tener al menos un año más que yo...
"¡Esa actuación ha sido buenísima! ¡Me ha encantado!"
Eso fue todo lo que me dijo. Yo me sonrojé ante aquellos halagos y le di las gracias...
Al menos ya había conseguido un fan... Y aquel chico pronto se convertiría en mi fan número uno...
***********
Tras unas cuántas actuaciones más de otros tantos aspirantes, al fin había llegado la hora... Los jueces tenían que decidir al ganador...
Ya se me habían acabado las uñas de las manos... Ya no podía esperar más...
Mientras todos los aspirantes esperábamos en aquella enorme sala que era el teatro, un señor calvo y con gafas (uno de los jueces), hizo su aparición... Llevaba un sobre en la mano...
"Señoras y caballeros, ya tenemos los resultados... Ha sido una dura elección, ya que la gran mayoría de las actuaciones que han realizado todos ustedes han sido excelentes... Sin embargo, como sucede en este tipo de selecciones, sólo puede haber un ganador..." -comenzó a decir.
Comencé a oír murmullos detrás de mí... El resto de participantes estaban casi tan nerviosos como yo... Pero yo, al contrario que ellos, decidí no exteriorizarlo... Sólo abracé a mis Dittos y esperaba para lo mejor...
"Tras largas horas de deliberación, al fin hemos conseguido elegir a un ganador... Este ganador ha sabido hacer un buen uso de sus habilidades, y ha sabido improvisar brillantemente... Este ganador, además, ha sabido demostrar una gran versatilidad, capaz de adaptarse a cualquier situación, ya sea una historia seria o a un intento de comedia de nuestros propios guionistas... Todo hecho a la perfección..." -continuó el condenado juez, que no quería dejar de hablar...
Tragué saliva... Todo parecía ir demasiado bien... Demasiado...
Mi corazón estaba a punto de estallar...
"Bueno... Como veo que estáis impacientes, diré el nombre del ganador... Tras nuestra sabia decisión, hemos decidido que el ganador del título de mejor actor o actriz del "Concurso Anual de Interpretación Pokémon" es..."
El teatro entero se mantuvo en silencio...
"Se me olvidaba decir que al ganador se le recompensará con un contrato exclusivo para trabajar con nosotros, y la oportunidad de poder participar en la Ceremonia de Inauguración del próximo Campeonato Pokémon de Johto, que se celebrará dentro de 3 años..."
¡Santo Dios!
"Señoras y caballeros... El ganador, o en este caso la ganadora, es... ¡la jovencita DUPLICA IMITE!"
Un foco de luz me iluminó, mientras yo intentaba inútilmente ocultar mis lágrimas de alegría y felicidad... Se puede decir que casi asfixio a mis Dittos del abrazo que los di... Comencé a oír aplausos...
Aplausos provenientes principalmente de los jueces... y de cierto joven fotógrafo...
Aunque pasé por unos momentos de decepción debido al mayoritariamente silencio del resto de participantes, aquellos aplausos finalmente consiguieron extenderse entre todos los presentes... A pesar de todo, había conseguido convencer a todos mis rivales...
Tímidamente fui caminando hacia el escenario, mientras decenas de caras sonrientes (y no tan sonrientes) me miraban... Subí al escenario y el juez calvo me dio un certificado, una medalla... y el famoso contrato del que me hablaban... Tras leerlo detenidamente, lo firmé...
"¡Felicidades, joven ganadora! ¡Te lo mereces, jovencita!" - me dijo sonriendo el antes serio juez.
Comencé a mirar a todas partes, intentando ver alguna pistola apuntándome, o a alguien escondido dispuesto a atacarme... Pensé que aquella primera gran victoria en mi vida sólo podía terminar en tragedia... Pero no pasó nada...
Había ganado... Había conseguido hacerme un pequeño hueco entre los mejores... Había subido un peldaño más... Había comenzado un sueño que desee nunca terminara...
* * * *
Si aquello realmente era un sueño, se puede decir que permanecí adormecida durante tres meses. Sabía perfectamente que la vida de una actriz podría ser muy dura, pero afortunadamente mi reciente incorporación al "Grupo Alpha" de Artes Interpretativas podría ser el comienzo de mi gran salto... Un comienzo un poco durillo, he de reconocer...
Lo único que hacía por aquellos momentos era realizar pequeños papeles en alguna de las obras que el Grupo Alpha realizaba... Aunque la gente ya me conocía como una chica prodigio, mi condición de menor de edad (unos 13 años tendría entonces) no me permitía aún hacer "grandes" papeles... Sabía que para llegar a esa meta había que ir subiendo peldaño a peldaño la escalera de la fama, pero aquello podría llevar años...
En mi contrato ponía que sería tratada como un adulto, así que se puede decir que podía tener algo de control sobre lo que hacía o quisiera hacer... Pero, para los ojos del resto de mis compañeros de profesión, sólo era una jovencita a la que había que llevar de la mano...
¡Idiotas!
Si ellos supieran por lo que he tenido que pasar para llegar hasta aquí no pensarían de ese modo... Pero en fin... Así está hecho el mundo: tendría que estar a sus órdenes aunque no quisiera... Jamás me habrían creído...
*****
Durante los siguientes tres años, a pesar de todo, decidí no quejarme demasiado... Con el tiempo había conseguido meterme en pequeños papeles en alguna obra teatral de poca importancia... Pero, un día, llegó algo que podría ser muy interesante...
Fue a mis 16 años. Yo iba a iba a realizar un papel de doble en una película que iba a ser rodada en una de las montañas a las que emigra el Legendario Articuno.
El oír hablar de las montañas me entusiasmó... Durante los tres últimos años a las órdenes del Grupo Alpha habíamos hecho muchas excursiones a la montaña, y aprendíamos a hacer escalada...
He de admitir que se me daba bastante bien... Me encantaba escalar... Y el saber que en aquella película me iba a tocar escalar me llenaba de emoción... Me sentía feliz...
Pero, una vez allí, la felicidad se transformó en frustración... Pude comprobar que al llegar al lugar del rodaje muy pocos de los actores participantes en la película estaban preparados... Todos llevaban puestos sus abrigos y bufandas... No comprendía nada... Vi como alguien se acercaba hacia los actores... Parecía el director de la película... Parecía...
¡OH, NO!
¡ESE IDIOTA NO!
"Aaaaaah... ¡Bienvenidos, estimados compañeros! Gracias a la unión del Grupo Alpha y a las Producciones Spielbunk... ¡vamos a crear otro exitazo para la gran pantalla de nuevo! -dijo aquel "famoso" director de cine...
Sí... Habéis adivinado... El "PEOR DIRECTOR DE CINE DE LA HISTORIA", Cleavon Spielbunk, iba a ser el director de mi primera actuación en serio... Lo mío ya es suerte...
"La historia tratará sobre una bella muchacha que se encuentra perdida en las peligrosas y traicioneras montañas heladas donde habita el legendario Articuno... Es allí, en esas montañas, donde encontrará el verdadero amor, oculto entre la densa capa de nieve y hielo que aquel maravilloso Pokémon ha creado para todos nosotros. ¡Ya veo a mi público aplaudir entusiasmado cuando vean mi nueva obra maestra! "- dijo el "gordo" Spielbunk.
Estupendo... Para aumentar mi desgracia, yo iba a formar parte de este tipo de películas basura... Ya lo que me faltaba...
Bueno... Espera... Ya sólo me faltaba conocer a la actriz a la que yo tendría que sustituir en las escenas difíciles... De ella sólo sabía que se llamaba Sharon Spoone...
Al verla pude comprobar, para mi desesperación, que el que me hubiera elegido a mí para sustituirla debería ser demasiado estúpido... Ahora os daréis cuenta por qué digo esto...
"¿Así que esta jovencita va a ser mi doble? ¿Serás capaz de ponerte a mi altura, chica?" -dijo una alta mujer, con maquillaje y silicona suficiente para llenar un camión cisterna, acompañada por el estúpido de Spielbunk...
Debería tener unos 6 años más que yo, y abrazaba a un repeinado Jigglypuff...
Bien... Pues a pesar de ser mucho más mayor que yo, mucho más alta y MUCHO más desarrollada que yo (principalmente a base de silicona)... mi papel era ser su doble... Los ayudantes de Spielbunk eran tan inútiles como el propio director... Patético... Aquello no iba a ser precisamente la película de mis sueños, no.
"¡Por supuesto, señorita Spoone!"- dijo uno de mis compañeros del Grupo Alpha - ¡Ella es una chica muy habilidosa, y además es una sensacional esperanza para el futuro! Ella fue la ganadora del "Concurso Anual de Interpretación Pokémon" hace unos años y es una chica extremadamente versátil..."
"¡Vaya! ¡Parece interesante! ¿Estás preparada para la primera toma, muchacha? - dijo el "gordo" Spielbunk.
Ni tan siquiera sabía mi nombre... Eso era estupendo... Tuve ganas de quitarle sus ridículas gafas oscuras de un manotazo, pero me tranquilicé... Y sólo dije un desganado "Sí".
Mi gran sueño dorado se había cumplido: participar en una película de muy mala calidad dirigida por la vergüenza nacional del cine... Entiéndase en sentido irónico, por favor...
Vi como director y heroína me miraban con aquella falsa sonrisa dibujada en sus labios... Ufff... ¡Náuseas!
**********
Mientras se hacían los preparativos para la primera toma, a mí me vistieron con un traje de escalada y una peluca rubia, supongo que para disimular un poco la ENORME diferencia que físicamente la señorita Spoone y yo teníamos... Pero, sinceramente, ni los mejores efectos especiales podrían salvar aquella chapuza que estaba a punto de comenzar...
Y el rodaje comenzó...
Me tocaba hacer una escena situada muy al principio de la película... Yo no tenía ningún tipo de guión... Sólo tenía que escalar la montaña, mientras una gran ventisca comenzaba a azotar con fuerza... Miré hacia arriba... Aquello iba a ser duro...
Miré a uno de mis jefes del Grupo Alpha, Andy Jackower, que intentaba darme ánimos... Pero de poco sirvieron. A pesar de mi gran amor por la escalada aquello iba a ser muy difícil... El equipo de escalada que me habían proporcionado era bastante escaso, y encima la bola grasienta de Spielbunk no sabía más que decirme que fuera más deprisa... ¡Ya me gustaría ver a sus 128 kilos de grasa subiendo aquella montaña! ¡Así iba a enterarse de lo que significa esto!
Olvidando un poco mis rencores, comencé a subir, mientras la cámara me filmaba... El guión me obligaba a subir hasta cierta parte de la montaña y luego fingir una "caída" desde 40 metros hacia una colchoneta que ellos me habían preparado abajo... Definitivamente, aquellos tipos deberían de estar locos... Yo era bastante buena haciendo ese tipo de cosas, pero aquello era demasiado... Recé para que nada saliera mal en el momento en el que me tuviera que tirar... Luego seguí subiendo...
Comencé a sentir un terrible frío... Sí, yo soy buena, pero no soy inmortal... Aquello había comenzado a menguar mis fuerzas...
"¡Por favor! ¡Dejadme descansar un poquito!" -grité.
Pero no me oyeron... No sé si sería por la altitud a la que ya me encontraba o a que no quisieron escucharme... Qué más daba... Seguramente ya la ventisca que había comenzado a caer me hubiera ocultado por completo... A pesar de todo, continué subiendo, deseando que nada ocurriera...
Comenzaron a fallarme las fuerzas... Mis manos habían comenzado a congelarse, y ya apenas podía sentir los dedos de la mano... Ya no veía la colchoneta, sobre todo debido a la ventisca... Deseé que ocurriera un milagro, o acabaría cayendo al vacío...
Si podemos llamar "milagro" a caer a través de un agujero en la montaña, entonces ocurrió un milagro. Pero, más que un milagro, me pareció un rápido camino hacia una muerte... instantánea... Había caído a través de una grieta, disimulada por la nieve...
Sentí como mi cabeza golpeó una de las paredes de aquel extraño túnel que me succionaba hacia el interior de la montaña de hielo, como si fuera un inmenso tobogán... Me golpeé de nuevo la cabeza... y quedé inconsciente... Al poco rato sentí como si alguna especie de animal o "cosa" comenzara a arrastrarme, tal vez para ser su próxima cena...
Lo último que recuerdo de aquello fue ver una brillante luz blanca... Y me pareció oír a Mary, llamándome desde el más allá... Al fin había llegado la hora de reunirme con ella...
*********
Me desperté.. Esta vez tampoco estaba en el cielo, como casi había imaginado. En vez de eso me encontraba en una pequeña cueva, metida dentro de un cálido saco de dormir. Aunque aquello fuera una cueva, no era incómodo dormir allí. Parecía como una especie de refugio de montaña cavado en la roca... Había una pequeña hoguera en el medio de la cueva, y a pocos centímetros de mi cara una taza de chocolate caliente...
"Hay alguien aquí... Alguien debe de haberme encontrado..." -pensé.
Miré a mi alrededor, no muy segura de si debería tocar aquella bebida... Temí encontrarme con algo desagradable, pero lo único que vi en aquella cueva fue...
Paz... y belleza...
Fotografías... Cientos de fotografías adornaban el interior de la cueva... Dos alegres Eevee jugueteando en la nieve... una preciosa cría de Vulpix siguiendo a sus también bellos padres Ninetales... un fiero Aerodactyl surcando los cielos... un atento Kangaskhan y su cría... un curioso Krabby observando una puesta de sol...
Había muchas más fotografías... Cada una mejor que la anterior... Aquellas fotografías eran auténticas obras de arte...
Me giré en mi saco de dormir y vi a pocos metros la portada de una revista... La cara del chico de la portada me era muy familiar...
"¿Ya estás despierta? - dijo una voz.
Me giré, nerviosa... y allí estaba él. El mismo chico de la portada. Era un poco más alto que yo, con el cabello rizado, y con una cara muy seria... Parecía bastante nervioso... Incluso me pareció distinguir un leve sonrojo en su rostro...
"Sí, claro. Ya estoy bien... Gracias..." -dije, sin saber qué decir.
Noté que él se estaba poniendo cada vez más colorado... Iba a ser complicado que yo no me sonrojara también... Pero el frío...
"Pues, verás... Señorita... Estaba yo por aquí por estas montañas, siguiendo el rastro de Articuno... Así que me hice aquí una especie de guarida... Aquí, en la montaña...." - dijo el nervioso chico.
¿Por qué estaría tan nervioso?
"¿Y?" - le interrumpí.
"Mientras recorría uno de los túneles te vi caer desde un agujero en el techo de la cueva... El golpe fue mi fuerte y temí por tu vida..."
Mantuve silencio...
"Al notar que aún estabas viva, te traje arrastrando hasta mi casa temporal... y... er..." - continuó, mientras comenzaba a ponerse cada vez más nervioso...
Sonreí, mientras alargaba mi brazo hacia el chocolate caliente, sin moverme del interior de mi saco.... Aquel chico había sido un muy amable conmigo.. y seguramente me habría salvado la vida...
"Muchas gracias." -dije.
"No hay de qué, señorita Imite." dijo tímidamente, mientras yo le sonreía.
"¡Un momento! ¿Me conoces? Eso quiere decir, ¿no eras tú aquel chico que siempre venía a mis actuaciones? ¿No eras tú aquel fotógrafo?" -dije, aún sin creérmelo.
"Sí... Yo... soy... Todd Snap..." dijo.
"... el joven fotógrafo famoso por ser el único fotógrafo en el mundo que consiguió hacer una foto al legendario Aerodactyl." -yo terminé la frase.
Le reconocí tras ver de nuevo la portada de la revista. Todd, al parecer, había comenzado a convertirse en una gran referencia en el campo de la fotografía Pokémon, y ya era, además, un experto en otros campos, como podría ser la video-fotografía... Abrí la revista, sin salir del saco, la abrí con mis manos y vi algunas imágenes de alguna de mis actuaciones... ¡Todd había conseguido que salieran imágenes de mis actuaciones en esa revista! ¡Incluso salían mis Dittos!
"¡Oh! ¿También hiciste fotos mías?" -dije, sorprendida.
Vi como Todd comenzó a ruborizarse aún más de lo que ya estaba...
"Sí... Es que..." intentó decir.
"¡Y también le has hecho una foto a mis Dittos! ¡Son estu...!" -dije.
Un momento... Comencé a mirar a todas partes...
"¡Oh, no! ¡Mis Dittos! ¡Se han quedado abajo! ¡Tengo que ir a buscarlos!" dije, nerviosa.
Me dispuse a salir del saco de dormir... Pude ver como Todd se puso completamente rojo y se dio la vuelta... No pude comprender su reacción hasta que se me ocurrió mirarme...
"¡¡¡¡¡¡PERVERTIDOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!" grité con todas mis fuerzas.
Sí... Pude darme cuenta que yo tan sólo llevaba puesta mi ropa interior... Como pude comprobar al salir del saco...
Completamente roja como un tomate comencé a perseguirlo furiosa, tapándome como buenamente pude... Estaba dispuesta a hacerle pagar aquella afrenta a mi persona...
"¡LO SIENTO! ¡Déjame explicarte!" dijo él, completamente asustado, esquivando mis puñetazos.
"¡TÚ NO ME TIENES QUE EXPLICAR NADA, DEGENERADO! -dije yo, mientras agarraba un vaso y se lo tiraba a la cabeza, que hábilmente él esquivó.
"Tus ropas estaban completamente empapadas... Así que te las quité para secarlas... No quería que murieses congelada y... y... ¡TE PROMETO QUE LO HICE CON LOS OJOS CERRADOS! ¡TE LO PROMETO!" -dijo él, nervioso y colorado.
Conseguí alcanzarlo y lo agarré del pelo... Aunque mi primera intención sería golpearlo hasta que mi mano se cayera a golpes, aquellas palabras suyas me hicieron recapacitar... Ahora que lo pensaba con más detenimiento, aquello que aquel chico había hecho por mí había sido muy bonito de su parte (aunque ya sé que algunos esto lo verán como algo más... "hentai")... Por alguna extraña razón, decidí creerle...
Al ver aquella cara nerviosa y sonrojada pude suponer que aquel chico no era de ese tipo de hombres pervertidos y aprovechados... Todd más bien parecía ser del tipo tímido y nervioso...
"¡PERDÓNAME!" -dijo él, con una mueca de dolor...
Suavemente le solté el pelo... Tras esto, vi como él se giraba, con cara de sorpresa...
"De momento, Todd Snap, te dejaré vivir por un tiempo..." -dije, con la voz más siniestra que pude hacer...
Sentí un escalofrío recorriendo mi semi-desnudo cuerpo...
"Y-a t-e m-a-t-a-r-é d-e-s-p-u-é-s... A-h-o-r-a t-e-n-g-o a-l-g-o d-e f-r-í- o..."-dije, mientras tiritaba e intentaba taparme con las manos...
Lo siguiente que sucedió fue un concierto de carcajadas de dos jóvenes adolescentes... más colorados que un tomate.
************
Una vez tapada de nuevo con una manta rodeando mi cuerpo, comenzamos a conocernos un poco mejor...
"Estoy intentando secar tus ropas lo más rápido que puedo... Una hoguera no es suficiente para secarlas por completo..." dijo él..
"Lo sé... Pero podrías darte un poquito de prisa... Tengo frío..." dije, mientras intentaba calentarme con la manta.
"¿Acaso no tienes más ropas en esa mochila que llevas?"
"No... En esa mochila no llevo nada... Sólo era para cumplir mi papel en una película... Estaba haciendo de doble y... bien. Supongo que la organización de la película no creyó que algo fuera a salir mal..."
"Y aquí te encuentras... Ya veo..."
Todd me ofreció otra taza de chocolate caliente... Nos quedamos mirando fijamente...
"Esto... Todd... Eres.... maravilloso... Estooooooooooooooooooooo... Quiero decir... ¡Tus fotografías son muy buenas! ¡Me encantan! -dije torpemente, intentando disimular mis propios nervios...
"Vaya... Gracias, señorita Imite..."
"Llámame Duplica... Por favor..." -dije yo.
"Está bien... Duplica... Es un bonito nombre... He leído algo de tu historia en unos reportajes que leí en algunos periódicos... Tu historia es casi como una gran película... Una joven chica huérfana consigue alcanzar sus sueños a base de esfuerzo y sacrificio... Te admiro..." dijo Todd, haciéndome recordar aquellos días en los que gané aquel concurso...
Quise decirle a Todd que yo, en realidad, no era huérfana... Pero, conociendo la realidad de mi vida, prefiero ser considerada "huérfana".
"Así que tú estás buscando a Articuno, ¿verdad, Todd? Me parece un grandioso reto para tí." dije yo, suavemente.
"Sí... Una vez en Johto pude, con la ayuda de unos grandes amigos míos, hacerle varias fotos... Pero, personalmente, no me gustaron mucho... Necesito una foto más cercana, más natural... Necesito "dar vida" a Articuno en mis fotografías... ¿Comprendes, Duplica?" dijo él...
A pesar de que aquello que me estaba contando de Articuno era bastante interesante, la mención de la palabra "amigos" me hizo... reaccionar...
"¿Amigos de Johto? ¿Por casualidad tú no conocerás a un chico llamado Ash Ketchum?" -pregunté yo, ansiosa de conocer la respuesta.
"¿Eh? ¿Acaso tú también lo conoces?" -dijo sorprendido Todd.
"Supongo que nosotros dos tenemos mucho de qué hablar, Toddy-deh-poh..." dije, sonriéndole.
"¿Toddy-deh-poh? ¿Y eso?" -dijo un sonrojado Todd.
Me sonrió...
"Si quieres hablar conmigo, hablaremos... Pero... ¿Y la película?" - dijo, extrañado.
"Ninguno de esos mentecatos habría venido a buscarme si yo nunca volviera... Lo sé... Sin embargo tú, un completo desconocido, me has salvado la vida... Y te estoy muy agradecida por ello... Supongo que es una buena razón para que nos conozcamos un poco mejor, ¿no crees?"
No quería creerme lo que estaba diciendo... En mi cabeza oía las voces de "¡Vuelve! ¡Ve a buscar a tus Dittos!", pero mi corazón me decía insistentemente "¡Quédate un poquito más, Duplica!"...
Y, en mi caso, el corazón siempre gana a la cabeza. Misty ya me lo recordaba bastantes veces, años después...
*******
Pasaban las horas, y la noche comenzaba ya a extender su negro manto sobre el firmamento.... La ventisca había disminuido su intensidad...
Yo, una vez vestida de nuevo (y tras "obligar" a Todd a que saliera de la cueva durante dos minutos mientras yo me cambiaba), estaba hablando con Todd... Ambos nos habíamos envuelto con una manta, calentándonos el uno al otro...
Habíamos estado hablando toda la tarde...
"Y supongo que la gente comenzó a considerarme un gran fotógrafo a partir de entonces." -continuó Todd.- "Veo que nuestras vidas no han sido muy diferentes... Bueno, salvo lo de tus..."
"No importa, Toddy. Yo ya casi he conseguido olvidar esa parte de mi vida. Ditto me salvó aquella vez, y desde entonces mis Dittos han sido la cura de todos mis problemas y depresiones..."- dije, intentando sonreírle.
Pude ver su cara... No sé qué podría ser, pero aquella mirada...
"¿Te sientes... sola... Dupli-chan?" -dijo, con cierta compasión en sus palabras.
Aquel nombre que me puso sonaba bastante bonito. Me gustaba...
"Sí... Toddy... Supongo que sí." -dije, triste.
Me quedé mirándolo unos pocos segundos... Parecía bastante preocupado...
"Bueno... En realidad, mis Dittos consiguen llenar ese espacio que tengo en mi corazón bastantes veces... No te puedes ni imaginar lo que envidio a Ash... Él tiene dos muy buenos amigos junto a él..." -dije yo, un tanto triste.
"Sí..." - asintió Todd.
"Me da pena Misty. Me pregunto si algún día Ash se dará cuenta de lo que pasa alrededor de él..." -dije.
"¿Estás intentando decir que Misty... y Ash...? -dijo Todd, sorprendido.
Al ver su cara de sorpresa no pude evitar sonreír...
"Yo creo que ya todo el mundo sabe eso menos el pobre ingenuo de Ash. Él puede ser muy hábil en los combates Pokémon, pero en el mundo de las relaciones humanas él seguirá siendo el ingenuo y despistado Pequeño Ashy..." dije, sonriendo.
Ambos nos reímos mutuamente... ¡Cuánta verdad había en aquellas palabras!
"¿Y tú, Todd? ¿Tú también te sientes solo?" - le pregunté.
Pude ver como Todd no parecía muy... feliz... de que le hicieran esa pregunta...
"Bueno... Mi trabajo, hobby o como quieras llamarlo no me permite hacer muchas amistades... Y tampoco he tenido el lujo de poseer ningún Pokémon... Me gusta fotografiarlos y todo eso, pero yo los prefiero en su hábitat natural..." -dijo él.
"Entiendo... Continúa."
"Pues... De hecho, nunca había llegado a conocer la palabra verdadera amistad hasta que no me encontré con Ash y compañía..." -dijo, un tanto apenado.
"Esa parte de tu historia me recuerda mucho a la mía..." -suspiré.
"A partir de entonces se puede decir que comencé a centrar más mi atención en las personas. Y... De hecho, hubo una persona que yo pensé podría ser muy especial..." -dijo él.
"¿Quién?" -dijo yo, intrigada...
Pude ver como Todd comenzó a mirar hacia abajo y se sonrojaba ligeramente.
"Pues... tú..." -dijo, casi inaudible.
"¿Yo?" -dije, extrañada.
"Bueno... Supongo que yo vi tu primera actuación incluso mucho antes de que obtuvieras ese contrato... No sé... Para mí, era como si una nueva estrella estuviera naciendo en el firmamento... Y desde entonces, no he dejado de asistir a tus actuaciones... Quería asegurarme de saber si seguías teniendo esa... luz... que yo siempre sabía que tenías... De hecho, creo que yo nunca había fotografiado nada tan bello como las fotos que te hice a ti aquel día..." -él dijo, casi como tragándose las palabras.
Sentí como si algo comenzara a agitarse dentro de mí... Mi corazón...
"Oh, Todd... Eso ha sido muy bonito... Gracias..." dije yo, emocionada.
Tras esas palabras, comencé a sentirme... muy unida a él. Nosotros dos éramos polos completamente opuestos: él, tímido y sensible; yo, descarada y enérgica... y, a pesar de todo, éramos muy similares.
Lo abracé tiernamente, y noté que la temperatura del pobre chico había aumentado de manera considerable. Todd era casi una olla a presión, de lo nervioso que había comenzado a ponerse... ^_^U
Tras el cariñoso abrazo, me dispuse a dormir, sabiendo que aquello no había sido un sueño...
*********
Pasaron dos días, pero nadie había venido a buscarme... He de reconocer que aunque yo no quisiera irme, sabía que necesitaba volver... por el bien de mis Dittos. Si no bajaba pronto a por ellos, seguramente acabarían comiéndose a todo el equipo (seguramente se darían un festín con Spielbunk XD).
Y ahora, hablando en serio...
Recuerdo que salí tímidamente de la cueva, dispuesta a comenzar el descenso... La ventisca había vuelto a azotar con toda su fuerza... Todd estaba a mi lado, observándome preocupado...
"¿Quieres que vaya contigo, Dupli-chan?"- dijo Todd.
"¿No dijiste que ibas a quedarte aquí para seguir buscando a Articuno?"- dije.
"Sí... Pero..."-
Silencio. Los ojos de Todd se habían abierto... Había visto algo a lo lejos...
"¡Duplica! ¡Mira allá!" -dijo él, nervioso.
Miré hacia donde Todd me indicaba... Sólo ví un brillante resplandor azulado, apenas visible entre la ventisca... Una luz, una señal... La luz que señalaba el camino de regreso...
Melody, si ahora estuviera aquí presente, diría que esa luz era la luz divina de un dios Pokémon... Una luz que guiaría a dos jóvenes almas a su destino... Supongo que ese sería el principio del destino que Todd y yo habíamos comenzado.
"Todd... ¿Es él?" - pregunté, un tanto asombrada por la bella imagen.
Antes de que yo pudiera decir nada más, Todd había sacado velozmente su cámara, y sentí como agarraba fuertemente mi mano...
"¡Es Articuno, Duplica! ¡Es Articuno! ¡Corramos! ¡Esta vez no se me va a escapar!" - dijo él, inconscientemente.
Comenzamos a correr por aquellas nevadas cumbres, persiguiendo aquella luz... Sabíamos que cualquier mal paso nos haría perder el equilibrio... Sabíamos que la ventisca era muy fuerte... Sabíamos todo eso... Pero la adrenalina comenzó a recorrer nuestras venas... Teníamos que alcanzar esa luz...
Y la luz se detuvo... Pudimos ver a un gran pájaro azul, el Dios del Hielo, elevándose sobre nuestras cabezas. Parecía como un sueño... Agotada de tanto correr, miré a Todd, que cada vez apretaba mi mano con más fuerza... Parecía feliz...
"Es él... De nuevo te he encontrado, Articuno." -dijo, mientras rápidamente sacaba su cámara...
Mientras Todd cogía nervioso su cámara, yo seguí contemplando maravillada la belleza de Articuno. Parecía sonreir... Parecía estar satisfecho de vernos a nosotros dos allí, juntos...
Dos almas unidas, entre aquella ventisca... Dos almas unidas, en aquellas altas cumbres... Dos almas en pleno contacto...
No sé por qué razón, pero comencé a sentir un gran calor interior... A pesar del frío y la nieve, el contacto de la mano de Todd con la mía, y la visión de Articuno, me había llenado el corazón de una alegría inimaginable... Seguí mirando a los ojos de Articuno... Siempre recordaré esa mirada...
"¡Y ahora, Articuno, prepárate para la mejor foto de tu vida!"- dijo Todd, loco de contento.
Pero... Justo en el momento de tomar la foto, una densa niebla comenzó a envolver nuestros cuerpos... Aquello, como pude adivinar, era el ataque Neblina de Articuno.
Escuché como la cámara de Todd cayó al suelo, rompiéndose en mil pedazos... Estaba asustada... Todd estaba asustado... Todo se volvió negro... Y ya no vimos nada más...
***************
Articuno había desaparecido... La niebla había comenzado a desaparecer y no había quedado rastro del Dios del Hielo... Me sentí mareada... Y al abrir los ojos pude ver a Todd, golpeando el suelo con rabia...
"¡Otra vez me la ha vuelto a hacer! ¡No hay manera!" -dijo Todd, desolado.
Pobre Todd... El pobre chico había estado en estas montañas dos meses enteros esperando encontrar a Articuno para luego...
"¡Ditto!" - oí más allá de la niebla.
¡No podía ser!
La niebla se disipó por completo y pude comprobar, para mi sorpresa, que nos encontrábamos en el campamento que el Grupo Alpha y las Producciones Spielbunk habían montado al pie de la montaña. Ví como mis Dittos, junto a varios de mis compañeros del Grupo Alpha venían corriendo hacia mí.
No lo entiendo... Puede que Articuno nos trajera aquí, al fín y al cabo... Jamás lo sabré.
Abracé a mis Dittos con todas mis ganas... Me sentía feliz de volver a verlos. Me giré y ví a Todd, aún dolido por lo que le había pasado de nuevo... Sabía que tenía que hablar con él para animarlo, pero...
"¡Menos mal que al fín te hemos encontrado, Duplica! ¡Estábamos muy preocupados!" -dijo mi jefe, Andy Jackower, que fue la primera persona que me recibió de todos los presentes...
Aunque claro, detrás de toda cara amable siempre suele venir una desagradable... Así, mientras Jackower mostraba el lado amable de mi reencuentro, cierta persona gorda y sobreexcitable se acercó furioso hacia mí... Spielbunk.
"¡Hemos estado esperándote dos malditos días, y tú ni te has dignado a aparecer! ¿Tienes idea de todo el tiempo que hemos perdido por tu culpa? ¿Sabes lo que cuesta en estos días encontrar una buena doble? ¡Espero que tengas una buena excusa para hacednos esto, jovencita!" -dijo muy nervioso Spielbunk.
"Perdone, señor director " -comenzó a decir Jackower- "Ella probablemente se haya perdido, o incluso puede que haya salido herida... como creo podrá imaginar, Spielbunk..."
Eso fue lo que dijo mi jefe... Seguramente Todd también habría salido en mi defensa, mientras ponía una manta sobre mis hombros... Pero Spielbunk, el cual últimamente se encontraba muy nervioso porque ya le habían comunicado desde su trabajo que si no conseguía una buena película pronto sería jubilado precipitadamente, consideraba mucho más importante su "película" que lo que le pudiera pasar a una vulgar doble... Una doble que sólo estaba en esta película para salvarle el trasero...
Mientras Jackower y Spielbunk comenzaban una discusiíon con respecto a estos temas, Todd me cogió de los hombros y nos apartamos unos metros de la discusión...
"¿Tienes que soportar esto todos los días? ¿Es esta la vida que tú estas llevando?" -me dijo él, con tristeza en sus palabras.
"Para esta película sí... Desgraciadamente." -dijo yo, asintiendo.
"¿Por qué tienes tú que soportar esta... esta...?" -intentó decir Todd.
Pobre chico. Él no era muy bueno con los insultos, así que tuve que rellenar yo misma esa parte...
"¿Basura? ¿Desastre? ¿Hecatombe? ¿Mierda?" -continué la frase...
"Sí... Eso... Más o menos." -dijo Todd, un tanto extrañado.
Le sonreí. El pobre aún estaba un poco dolido con lo de Articuno, así que quería que sonriera...
"No te preocupes, Toddy-deh-poh. Ya he pasado por situaciones peores en mi vida, así que ya estoy acostumbrada... Además, ese saco de patatas de Spielbunk no es mi jefe... Es Jackower." - le dije a Todd, con una sonrisa.
Ahora que había mencionado a Jackower, una idea se me pasó por la cabeza... Creo que al fín había llegado el momento de usar mi contrato para mi propio beneficio.
"Todd... Se me acaba de ocurrir algo... Espérame aquí..." -dije, mientras me quitaba la manta de los hombros.
Todd se quedó un tanto extrañado, mientras me veía dirigirme hacia los dos hombres, aún en plena discusión.
"Perdóname un momento, Jack." -les interrumpí.
"¿Sí?" -preguntó Jackower.
Recogí del suelo mi mochila en la que guardo la comida de mis Dittos, y saqué de ella unos cuántos papeles arrugados, que se "suponían" eran los papeles de mi contrato con el Grupo Alpha...
"Ahora que recuerdo, en el punto 103 de mi contrato dice que el actor o actriz elegido ganador del Concurso Anual de Interpretación Pokémon tiene el derecho a rechazar un papel que le haya sido otorgado en caso de que el personal cualificado al que le haya tocado representar, como en este caso el señor Spielbunk" -dije, remarcando el nombre- "demuestre una innata falta de respeto hacia dicho actor o actriz sin ninguna prueba o motivo que pudiera provocar esa situación."
Todos los que me habían oído se habían quedado estupefactos. Deberían pensar que me había vuelto loca. Incluso Todd se quedó sorprendido.
"Bien, así que una vez habiendo analizado esta parte de mi contrato, me queda declarar que en mi nombre, y en nombre del Grupo Alpha, abandono este "intento" de película que el señor Spielbunk ha querido crear. Además añado que el señor Spielbunk en ningún momento me ha tratado con respeto ni me ha valorado lo suficiente..." -dije, sin creerme mucho lo que esta diciendo.
Tras el silencio general que había provocado mi discurso, y las miradas atónitas de Spielbunk y Jackower, proseguí...
"Así que ahora yo he decidido marcharme de este proyecto... Así que, mi querido Jackower, a partir de ahora me gustaría no volver a formar parte de otra de estás patéticas películas de Spielbunk, y pasar a cosas más importantes como, por ejemplo, formar parte de las Ceremonia de Inaugaración del Campeonato Pokémon de Johto de este año... ¿verdad?" dije, mientras esbozaba una sonrisa.
Vi que Spielbunk, atónito ante todo lo que había dicho, quería hablar, pero yo seguí hablando con mi jefe, que comenzaba a hacer gestos de aprobación.
Con un rápido gesto, agarré a Todd del brazo y se lo presenté a Jackower.
"Estoy segura de que conocerás a este joven... Su nombre es Todd Snap, y es un joven fotógrafo con una gran reputación. Me gustaría que él fuera mi compañero y persona de confianza en mis actuaciones. Él siempre podrá continuar con sus propios proyectos, pero me podría ayudar bastante en mis actuaciones trabajando un poco de cámara o fotógrafo... Es muy bueno... Se lo aseguro..." dije, con una sonrisa, mientras el pobre Todd no creía lo que estaba oyendo.
Ví como Jackower seguía escuchando, interesado, sin decir palabra alguna. Todd, ante la inquisitiva mirada de Jackower (aunque Jackower es buena persona, la verdad es que tiene una mirada que da miedo ^_^), comenzó a dudar.
"Verás, Duplca... No estoy seguro de que deba..." -dijo, nervioso.
"No te preocupes." -dije, guiñándole un ojo.
Todd se quedó un tanto paralizado, pero sonrió.
"Claro, Dupl... Quiero decir, señorita Imite. Será todo un placer." -él me dijo, mientras me devolvía el guiño.
Era bastante obvio que después de todo este discurso que yo había montado, al señorito Spielbunk se le había hinchado bastante la vena de la cabeza... La verdad es que me había pasado un poquito...
"Bien... Pues ahora deberías escucharme a mí, señorita D.." -comenzó a decir Spielbunk.
Jackower se interpuso entre él y nosotros dos, mientras nos levantaba el pulgar izquierdo, en señal de victoria.
"Bien, compañeros Duplica y Todd... ¡Preparaos, que nos vamos!" -dijo Jackower. - En cuanto a tí, Cleavon, te recomiendo que tengas más cuidado la próxima vez que quieras beneficios... Mi chica podría patearte el trasero cualquier día de la semana y enseñarte un poco de interpretación, amigo... Así que cuidadito con lo que haces, Spielbunk... No me gustaría que acabaras tu carrera más pronto de lo que ya se anuncia en la prensa..."
Ya no quise mirar más al gordo director, así que entrelacé mi brazo con el de Todd y nos dirigimos con nuestros compañeros, dispuestos a comernos el mundo... Pude sentir a mis Dittos saltando sobre mis hombros, felices de volver a ver... Pude sentir como Todd me abrazaba con ternura, agradeciéndome el detalle que había tenido con él... Ahora él formaba parte de un equipo... Ya no más trabajo en solitario... ¡El pobre estaba emocionado!
Miré atrás y ví a Jackower, con aires de ganador, dejando a Spielbunk y a su supermodelo Sharon "Silicona" completamente desolados... Ví como Spielbunk lanzaba su carpeta por los aires y se marchaba malhumorado hacia su tienda...
¡QUÉ DÍA MÁS ESPLÉNDIDO! ¡Aquella experiencia había sido maravillosa, a pesar de todo! ¡Había hecho un nuevo amigo (yo diría MÁS que un amigo), había vencido a una de mis peores pesadillas y ahora mi jefe sabía lo que realmente tenía en su equipo! ¡QUÉ DÍA MÁS MARAVILLOSO! ¡Yahoooooooooooooooooo!
*************
Al fín me sentía libre y viva... Todo iba estupendamente...
Ahora bien... No os preocupeis mucho por Todd... No le voy a convertir en mi esclavo, aunque fuera lo hubiera parecido en un principio... Él sólo aceptó venir conmigo... El ni siquiera me lo discutió, lo cual me sorprendió gratamente. Era como si estuviera destinado a estar unido a mí...
Con el Campeonato de Johto estando cada vez más cerca, en el Grupo Alpha decidimos dedicar todos nuestros esfuerzos a prepararnos concienciudamente para ese acontecimiento... Y, aparte de eso, yo tambíen me había planteado a mí misma una misión especial...
¡La Operación EAT!
O lo que es lo mismo... Operación "Espabilando a Todd".
El pobre chico, debido a su trabajo como cámara y fotógrafo, era bastante tímido y sensible... Yo creía que lo mejor sería intentar prestarle un poco de mi descaro para hacerlo despertar un poquito...
Pero mi jefe, todo un zorro, veía las cosas de otro modo...
"Verás, mi querida Duplica... Me parece estupendo que Todd y tú seáis tan amigos, pero deberías dedicar mas tiempo a prepararte para la ceremonia que a gastar tu valioso tiempo intentando "ligar" con él" -dijo en voz alta Jackower.
Tuvo que suceder que esto lo dijera precisamente sin ningún tipo de reparo en medio de una cafetería... Al ver como Todd y yo comenzamos a hacer caras "raras" (veáse "sonrojarse"), Jackower comenzó a reir...
Sentí como mi sonrojo aumentaba por momentos... ¿Yo... y Todd?
Es posible... Pude notar que aquello era muy diferente a lo que me pasó con Ash... o incluso con Brock... Esta vez sí podría tener alguna oportunidad...
Si hay algo que tenemos muy en común Todd y yo es precisamente el ser muy vergonzosos en estos temas... Nuestros sonrojos siempre nos delatan... ^_^U
*************
Recuerdo que una vez, a pesar de las habitaciones de hotel que Jackower nos había buscado a todo el equipo, Todd decidió que prefería acampar fuera, para poder fotografiar a los Pokémon nocturnos con su nueva cámara... Él solía hacerlo a menudo, y realmente le gustaba. Y yo, para sorpresa de Todd, decidí que quise acompañarle para que no estuviera sólo...
Como la primera vez que nos encontramos en aquella locura de la montaña de hielo, cuando él me salvó de morir congelada, estuvimos hablando toda la noche, hablando de tonterías y cosas varias... Nos encantaba la compañía del otro... Estaba claro que nos necesitábamos mutuamente... Realmente, nosotros dos ya empezábamos a ser más que amigos...
Él se durmió antes que yo, mientras observábamos las estrellas, junto al calor del fuego. El verle dormido hizo que mi mente no controlara mis acciones y al final quedé dormida, apoyando mi cabeza sobre su hombro...
Estoy segura de que él os contará mejor lo que sintió en esos momentos, pero os garantizo que a partir de ese momento no pudo pegar ojo en toda la noche... Al pobre le había dado un shock nervioso o algo...
Pobre Todd... Cuánto más lo recuerdo, más cariño le tengo... ^_^
********
Bueno... Dejando de lado mis fantasías románticas, hablemos de la ceremonia (lo siento por los morbosos, pero no todo en esta vida es amor y placer: también hay que trabajar). Todd, como yo me esperaba, había sido seleccionado para ser uno de los fotógrafos oficiales de la Ceremonia de Inauguraciónd del Campeonato Pokémon de Johto y, por supuesto, también fue nombrado como uno de los fotógrafos oficiales del Torneo Pokémon que debería celebrarse allí.
Bueno, como novedad, he de deciros que pocos días antes de comenzar la ceremonia había tenido la suerte de añadir a un tercer Ditto a mi equipo... ¡Bienvenido al "D Team", PintaDitto!
Pues eso... Llamé a mi tercer Ditto "PintaDitto" por el mero hecho de tener una inusual habilidad (me encantan los Dittos con habilidades curiosas), que en este caso era la de que las transformaciones que hacía de los Pokémon eran de un color distinto al original... Vamos, como una especie de Ditto-Kecleon. Unos dirán que es raro, otros dirán que es único... Y otros dirán que es un gran competidor, como muchos de los entrenadores contra los que he luchado alguna vez pueden atestiguar...
Lo curioso es que Todd nunca me había visto combatir... Y, supongo que por esa razón, Todd me preguntó que por qué no participaba yo en el Campeonato...
Mi respuesta fue clara y concisa.. "Porque ese no es mi sueño, Toddy."
De hecho, eso fue lo que me preguntó mientras nosotros observábamos el inmenso Estadio Pokémon desde lo alto de una pequeña colina cercana... Desde allí se veía un paisaje impresionante...
Todd se quedó un rato callado, al oir mi comentario... Sentí como Todd comenzó a deslizar su mano hacia la mía, muy suavemente, como si tuviera miedo... Sentí como me la acariciaba, y comencé a mirar abajo, avergonzada... Cuando me giré tímidamente a mirar a Todd, pude notar como el pobre chico estaba mirando en dirección contraria, no queriendo que yo lo pillara sonrojándose...
¡Awwwwww! ¡Qué dulce! ¡El pobre ya no sabe que hacer para controlar su vergüenza!
Yo me incliné hacia él y le susurré al oído un cariñoso "Gracias..."
Noté como Todd giró su cabeza de repente, con una cara de nerviosismo que no podía con ella... Poco a poco me fuí inclinando hacia él, para darle algo que seguramente el recordaría por el resto de su vida...
Mientras me inclinaba hacia él, pude oir el tamborileo de mi corazón azotándome los oídos... Noté como él había comenzado a cerrar sus ojos, dispuesto a dar el paso definitivo para....
"¡VAMOS A VER, PAREJITA DE TORTOLITOS!" -dijo Jackower, apareciendo de repente- "¡DEJAOS DE ARRUMACOS, QUE HAY COSAS QUE HACER! ¡DEBÉIS RECORDAD QUE SÓLO TENEMOS UNA SEMANA PARA QUE COMIENCE LA CEREMONIA! ¡ASÍ QUE MARCHANDO!"
Recordadme que la próxima vez que Jackower me vuelva a hacer esto le exija un aumento en mi paga... -_-U
Bien, después de que el "graciosillo" de nuestro jefe nos arruinara el momento, Todd y yo no pudimos mirarnos a la cara durante varios días sin sentirnos incómodos...
Y, aunque suene duro decirlo, casi fue mejor para mí... Tenía que concentrarme en entrenar a mis tres Dittos para la ceremonia, o si no Jackower se iba a enfadar conmigo... Ya he dicho que Jackower es buena persona y todo eso, pero se toma el papel de jefe muy en serio... Y cuando se enfada da miedo de verdad...
Bueno... Mis Dittos hicieron de todo en su entrenamiento...
Primero, eran tres Bellosom que tenían que bailar sincronizada y acrobáticamente como parte de la ceremonia inaugural, para después transformarse en Sandshrew y excavar bajo tierra, para luego salir a la superficie provocando una ducha de rocas, mientras los fuegos artificiales iluminaban el firmamento. Después mi Ditto se transformaría en un Rapidash, conmigo cabalgando sobre él, mientras Pintaditto se convertía en un Ponyta negro, y MiniDit era un bebé Ponyta... Cabalgaríamos dando la vuelta al Estadio mientras nos preparábamos para el gran final, en el que mis tres Dittos se convertirían en los tres Pájaros Legendarios: Zapdos, Moltres... y por supuesto, Articuno.
Esto era todo mi trabajo para la ceremonia... Pero para el mayor trabajo que conllevaría la relación entre yo y Todd, sólo era el principio... Los dos éramos demasiado vergonzosos para lo que el amor se refiere, y así no podríamos estar toda la vida...
**********
¿A que no sabéis con quien nos encontramos allí? Exacto, con algunos viejos amigos... Ahora os cuento...
Nuestro problema seguía igual... Todd se sentía muy incómodo siempre que yo estaba alrededor suyo, y no digamos cuando teníamos que estar en lugares públicos... Aquello me empezaba ya a enfadar... Lo suyo ya estaba siendo demasiado...
Justo cuando mis esperanzas con Todd empezaban a esfumarse, una pequeña luz volvió a brillar al final del tunel...
"¡Hey! ¡Un momento! ¿No son...? ¡HOLA, CHICOS!" -dijo una voz femenina.
"¿Uh? ¿Esos no son?" -dijo Todd, confuso.
"¡ASH! ¡MISTY! ¡BROCK!" -dije yo, bastante más entusiasmada que Todd.
Pude ver sus inmediatas sonrisas al verme saludarles, y Todd al fín reaccionó. ¡Hacía tanto tiempo que no los veíamos!
"¡Qué alegría veros de nuevo!" -dije yo, mientras daba un abrazo a mi "hermana deseada" Misty, mientras Ash y Brock estrechaban la mano de mi Toddy.
"No es que me moleste, ni nada por el estilo, pero... ¿Qué estáis haciendo vosotros dos aquí? -dijo extrañado Brock, mientras me miraba fijamente...
¡Tonto corazón! ¡Para! Ya tienes a Todd, ¿recuerdas? ¡Brock ya es agua pasada!
"¿Vais a participar vosotros dos en el Campeonato?- me despertó Ash de mis pensamientos.
"Supongo que eso sería una preocupación más para Ash, ¿verdad?" -dijo Misty, mientras agarraba suavemente los hombros de Ash, que parecía ponerse un poco "nervioso" ante su acto...
¿Nervioso? ¡Uy uy uy! Algo me decía que estos dos finalmente habían...
"No te preocupes, Pequeño Ashy." -dije yo, como si no quisiera darme cuenta - "Puedes estar tranquilo. Yo en realidad soy parte de la Ceremonia de Apertura, así que no voy a poder tener la oportunidad de dejarte en ridículo de nuevo..."
"¿Vas a participar en la Cermonia? ¡Qué bien suena eso!"- respondió Misty, con una amplia sonrisa.
"Y yo soy fotógrafo oficial del Campeonato." -dijo Todd, incapaz de mirarme a la cara. Eso ya me estaba empezando a doler, pero no quería que nada me amargara ahora que había vuelto a ver a mis amigos de nuevo.
"No nos esperábamos menos de tí, Todd..." -dijo Ash.
Y aquí llegó la frase oportuna del día, viniendo de la siempre "inoportuna" Misty...
"Y vosotros dos, ¿cómo os conocísteis?" - dijo Misty, buscando alguna reacción que la satisfaciera...
Misty, como experta en romances que ella se hace llamar, notó enseguida el sonrojo de las mejillas de Todd... y en las mías propias...
"Oh... Ya veo... Algo me dice que vosotros dos..." -ella dijo, astuta.
"¡NO ES LO QUE ESTÁIS PENSANDO!" -dijimos Todd y yo al unísono, para después bañar nuestros rostros con el color rojo de la vergüenza.
"Oh, sí. Claro..." -dijo, misteriosamente en él, Ash- "Creedme... Yo sé como os sentís."
Esto acabó por aclarar mis sospechas. Le sonreí a Misty.
"Tómate tu tiempo con él, Misty. Lo necesitarás" -la susurré al oído...
Como pude adivinar, fue un éxito. Ella también se sonrojó al decirle eso... Estos dos también estaban "entortolitados".
Debido a mi antigua atracción por Ash, sentí un pequeño pinchazo en mi corazón, pero me sentía feliz al saber que al menos Misty había encontrado al fín el amor que tanto tiempo había estado buscando...
¿Yo? ¿Que si yo lo había encontrado con Todd? Eso el tiempo lo dirá... y de momento creo que Todd se sentía aliviado de poder hablar con alguien más que conmigo... Era como si le incomodase estar a solas conmigo...
Suspiré. Tenía que conseguir romperle ese maldito cascarón en el que estaba metido... u olvídate, Duplica...
Pude ver como Ash y compañía se despedían de nosotros dos saludándonos con la mano.
"¡Hey, chicos! ¡Nos encontraremos algo más tarde en la cafetería! Tenemos que registrarnos para el Campeonato... ¿De acuerdo?" -dijo Ash, mientras yo observaba como Misty le agarraba la mano tímidamente, otra vez.
"No problem... ¡Os veremos más tarde, chicos!" -les grité por última vez, para después girarme a mirar a Todd.
"¿Ya te has quedado agusto, Todd?" -le dije, un tanto molesta.
"Lo siento... Yo... No sabía que..." -intentó decirme Todd.
"Olvídalo, Todd. Ahora tenemos mejores cosas que hacer. ¡Unos minutos de vergüenza no va a matarte!" -le agarré la mano- "¡Así que ahora vendrás conmigo!"
"¿Qué?"-dijo.
"Vamos a ir a comprar algunos trapitos para estar en condiciones para la ceremonia... Trapitos que por supuesto TÚ vas a pagar como método de disculpa." -le dije, con guiño de ojo incluido.
Tras escuchar algún murmullo de parte de Todd del tipo de "las chicas y sus chantajes", llegué a la conclusión de que este Torneo iba a ser más divertido de lo que me imaginaba...
**************
Una vez en la cafetería pude conocer a algunos de los otros amigos de Ash... Vosotros podréis decir lo que queráis sobre Ashy, pero si hay cosa que es cierta es que él sabía como hacer amigos. A cualquier sitio donde él y compañía iban, siempre conseguían algún amigo nuevo.
Fue con una amiga suya con la que llegué a entablar una gran amistad en el futuro, años más tarde... Esa chica era Casey Batah, una verdadera forofa del equipo de béisbol de los Electabuzz...
También ella, para suerte o desgracia, pertenecía al selecto club de las "Tres Brujas de Eastwitch", "cariñoso" mote que Misty nos puso a Casey, Melody y yo misma por considerarnos "peligrosas" para sus intereses con Ash... Cuanto más me fijo en eso, más gracia me hace... ¡Misty es una celosa compulsiva!
Bueno, como iba diciendo, Casey acabaría siendo una de mis mejores amigas, junto a la propia Misty y Melody, y he de reconocer que he visto a poca gente con tantas energías como Casey tiene...
**********
Y el día del Campeonato, al fín, llegó. Había llegado el momento de la actuación más importante de mi vida...
Sentí como mi sangre comenzaba a agitarse dentro de mí, mientras observaba al resto de mis compañeros colocándose en sus puestos. De hecho, uno de los amigos que hice en el Grupo Alpha, un chico de 16 años llamado Makoru, me preguntó...
"¿Estás nerviosa?"
"¿Yo? ¡Qué va! Nunca me pongo nerviosa cuando tengo que actuar. Yo he aprendido que la vida es demasiado corta como para malgastarla con estúpidos nervios. Puedes creerme..." -le respondí.
Makoru se quedó con la palabra en la boca, sin saber qué decir. Dejó de mirarme y mantuvo silencio, preparándose para el comienzo de la Ceremonia.
Y comenzó... Y he reconocer que la actuación de mis Dittos y la mía propia habían sido bastante satisfactorias...
Recuerdo a mi MiniDit transformándose en un Mini-Ponyta, mientras la multitud parecía entusiasmada al verlo... Recuerdo al público maravillarse ante el baile de los Bellossom, quedarse ensimismados observando los bellos fuegos artificiales del firmamento... Y los ví contemplar con ojos incrédulos cómo, entre los fuegos artificiales, aparecían como por arte de magia los tres Pájaros Legendarios (o, en este caso, los tres "Dittos Legendarios" convertidos en Pájaros Legendarios): Mini-cuno, Zapdos y un Moltres verde... ^_^U
Mis tres "Dittos Legendarios" hicieron sus ataques en el cielo, formando las palabras "BIENVENIDOS A JOHTO" en el cielo... Pude escuchar una gran ovación viniendo del público, mientras yo y mis compañeros estábamos abajo, sudorosos por el trabajo, pero felices.
Había sido una gran Ceremonia... Y todo gracias a mis Dittos...
*********
Al terminar, me dirigí a los vestuarios a ducharme y cambiarme de ropa... Además, tenía que alimentar a mis Dittos...
Pero, justo antes de entrar a los pasillos interiores del Estadio, me encontré con Todd... Me extrañó verle allí, ya que ese no era el lugar que tenían asignados los fotógrafos...
"¿Qué estás haciendo aquí, Todd? Creía que estarías tomando fotos desde las gradas..." -dije yo, extrañada.
"Sí. Se supone... Pero he conseguido colarme aquí abajo... Ya sabes... Cuando tú actuas, me es imposible apartar mis ojos de tí, Dupli-chan. Eres espectacular." -dijo él, nervioso, como siempre.
En esos momentos yo estaba aún vestida con mis leotardos morados que había usado en la actuación, lo que hizo que me ruborizara al saber que Todd me estaba mirando... Pero esa vez dejé que Todd me acompañara hacia los vestuarios...
Entramos juntos a mi camerino y cerré la puerta, mientras Todd seguía hablando, entusiasmado... Le cambia completamente la personalidad cuando ve mis actuaciones... De eso puedo dar fé.
"Definitivamente, Dupli-chan, eres talentosa, brillante y una excelente entrenadora Pokémon, bonita, y sin duda la más dulce, amable y cariñosa persona que yo jamás me haya encontrado. Esta última actuación tuya me lo ha dejado ya definitivamente claro." -dijo él, finalmente.
Aquello si que me había dejado sin palabras...
"Todd... Yo..." -dije yo, nerviosa.
Extraño... Ahora los papeles se habían cambiado... Ahora era yo la que estaba nerviosa... Vale, es posible que el actuar delante de cien mil personas no me ponga nerviosa... Declarar mi amor hacia la persona que más quería en el mundo ya es otro cantar...
Él, gentilmente, me puso su mano en la mejilla. Yo cerré los ojos y descansé mi cabeza entre sus brazos... A pesar de que yo estaba sudando, ni todos los meteoritos que pudieran caer en la tierra podría detener este momento... Ni todos los Jackowers del mundo...
Se acabó... Lentamente lo abracé y, asegurándome de que la puerta estaba bien cerrada, lo besé, al fín, en los labios...
¡AL FÍN! ¡El momento que había estado persiguiendo todo este tiempo al fín había llegado! ¡Nada podría estropear este momento! Sentí como Todd había comenzado a abrazarme más amorosamente, mientras veía como sus lágrimas de emoción habían comenzado a descender por sus mejillas... No nos importó ni el sudor, ni lo comprometido de mi situación, ni...
"¡TOC, TOC!" -se oyó en la puerta.
"¿Perdone? ¿Señorita Imite? ¿Se encuentra ahí dentro? ¡Hemos de hacerle unas preguntas!" -se oyó al otro lado de la puerta.
Seguramente fueran periodistas, que seguramente sabían donde estaba gracias a las indicaciones de Jackower (de alguna u otra manera, Jackower siempre tiene que fastidiarnos)... Pero no me importó... Hagámoslos esperar...
Aquel era mi momento... Y nada ni nadie iba a estropearlo.
Una vez terminamos de besarnos, lo miré a los ojos, mientras él acariciaba mi pelo, que él había soltado con sus caricias... Me dijo que era mucho más bonita con el cabello suelto.
"Gracias, Duplica... Gracias a tí he conseguido descubrir mi verdadero ser y... yo... Creo que definitivamente me he enamorado de tí, mi Dupli-chan... -dijo Todd, llorando de alegría.
"Pues yo no lo creo, Toddy..." -dije, tan emocionada como él.
Y nos besamos de nuevo... Ni el continuo tamborileo de la puerta, ni los gritos del público, ni ningún otro sonido podría apagar el latido de nuestros corazones... Al fín, después de todo este tiempo, nuestros corazones habían encontrado sus latidos...
Y al fín, una vez nuestra momentánea pasión se apagó, nos quedamos mirando como dos tontos enamorados, con nuestras manos atrapándose entre ellas...
"... Lo sé" -terminé, al fín, la frase que había comenzado antes.
Tras esto, y agarrando a Todd de la mano, terminé de abrir la puerta, mientras un escuadrón de periodistas comenzaba a rodearnos, dispuestos a hacer su trabajo...
"Así que... ¿algo que pregutar?" -les dije, con una sonrisa.
Una pequeña luz en mi vida... se había convertido en mi sol...
************
Bueno... Tras todos estos felices acontecimientos, he de decir que no pienso decir nada acerca de lo que ocurrió en ese Campeonato, ya que creo que Misty es la persona idónea para contároslo más adelante...
Así que me adelantaré en el tiempo un poco más, cuando yo y Todd ya teníamos 18 años y 19 respectivamente.
Esa fue la época en la que al fín pudo hacer mi primer papel estelar en mi primera película, que será conocida como "La Renegada"... En esa película yo hacía un papel de "mujer fatal", en la que yo representaba a una joven chica de 18 años que vivía en las calles, y que se ganaba la vida manipulando a hombres y mujeres para conseguir mis objetivos... Esto provocó que mi personaje se metiera en muchos problemas, y acabara volviéndome loca, a causa de mis constantes discusiones y peleas...
Esta fue, sin duda, una de las primeras películas tragables que protagonicé... Mi actuación había sido tan buena que fui nominada como "Novata del Año" en los Premios Ekops (versión Pokémon de los Oscars de Hollywood)... Desgraciadamente, no gané el premio, pero ya era un gran comienzo.
El gran salto en mi carrera como actriz vino cuando conocí a Brad Van Dam en persona... Brad Van Dam era el típico estereotipo de chico guapo que hacía artes marciales, y obviamente era todo un "crack" para todas las locas fans de sus películas...
Sin embargo, cuando recibí una llamada suya para participar junto a él en su próxima película, no me lo pude creer.
Esta mi segunda película se llamaba "El Juramento". Era una película de acción/drama acerca de una chica huérfana de nacimiento (la cual, irónicamente, interpreté yo) que estaba bajo la protección de un joven hombre (Brad). Esta chica guardaba en su interior el secreto de la vida eterna, y ella siempre estaba siempre acosada por sociedades criminales y guvernamentales, ansiosas de obtener ese poder. El chico protagonista tenía que protegerla con su vida, a costa de lo que fuese...
Esta película me ayudó para demostrar mis habilidades a Brad, que acabó realmente satisfecho... Y sin duda mi opinión acerca de él cuando yo conocí a su Smoochum.
Mis Dittos y su Smoochum se compenetraban bastante bien, y Brad y yo llegamos a ser muy amigos... Esto me enseñó que jamás debería juzgar de nuevo por las apariencias... Aprendí eso mismo mucho antes, tras la experiencia con Ash y mi MiniDit... Y sus lecciones, involuntarias o no, me han ayudado bastante en la realidad.
Ahora que mi vida estaba comenzando a llenarse de felicidad, las cosas iban bastante mejor...
**********
Todd y yo ahora vivíamos juntos en la "Casa de Imitación", la cual, poco a poco, volvió a convertirse en el gran pequeño teatro que fue en sus tiempos de gloria. Soñaba que, algún día, cuando yo tuviera más experiencia, yo enseñaría a los jóvenes a actuar, como lo que Mary siempre había intentado hacer conmigo durante los años que estuve con ella. Aquello tenía que hacerse en honor a la única persona a la que yo consideraba familia mía entonces...
Sin embargo, y aunque lo pueda parecer, mi historia aún no acaba aquí... Aún me faltan tres cosas más que decir...
**********
Aún recuerdo el día en que yo y Todd nos casamos, acompañados por mis amigos y sus familiares, mientras yo deseaba formar parte de sus vidas también... Como una gran familia...
Yo tenía 19 años cuando Todd y yo nos casamos, y Todd (como siempre) parecía bastante nervioso ante eso, y siempre alegaba que sólo habíamos más que amigos durante sólo 3 años... A él no le gustaba la idea de casarse tan joven, pero...
Por entonces, Todd y yo habíamos triunfado en nuestras propias carreras... Yo, por mi parte, había conseguido mi primer Ekops como "Mejor Actriz" gracias a la película "Dame Una Razón Para Vivir", una terrible y trágica historia en la que se narraba la historia de una chica que en su infancia había sido abandonada en las calles por sus padres, pero que un día encontró la felicidad que le había sido robada... Aquella película casi narraba mi propia vida, y en esa película yo hice la que sin duda fue la actuación más importante que he tenido hasta la fecha... Es más fácil meterte en la piel de un personaje cuando tu vida ha sido casi idéntica a la suya, por no decir peor... Y eso me hizo ganar el Ekops.
El trabajo de Todd como fotógrafo era igualmente impresionante, y sobre todo a la edad de 20 años. Sus fotografías eran impresionantes y muy valiosas... Grandes compañias encargadas de hacer documentales, como el Pokémon Geographic, contrataron sus servicios, dadas las innatas cualidades de mi Toddy-deh-poh para la fotografía. El era el fotógrafo de todos los fotógrafos... La esencia a seguir... La vida hecha fotografía...
Sí, mi Toddy tenía un gran futuro por delante...
Nuestras vidas estaban muy bien encaminadas, así que... ¿por qué no casarnos?
Recuerdo cuando él me hizo la propuesta durante un festival de cine, en la que cientos de cámaras rodaban para todo Kanto y Johto... Yo iba a acudir a la presentación de otra de mis películas, y aquello estaba a reventar...
Pues bien... Él, abandonando su puesto de cámara, subió al escenario en donde yo estaba saludando al público... Se aseguró de que las cámaras lo estuvieran grabando y se puso de rodillas frente a mí... Ví como sacaba algo de su bolsillo...
El silencio en el público era total... Al ver lo que Todd me estaba enseñando, y sin dejarle que él dijera absolutamente nada, lo levanté del suelo...
"¡SÍIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIÍ! ¡POR SUPUESTO!" -dije, comportándome como una colegiala...
Exactamente... Era un anillo de compromiso... Un precioso Zafiro adornaba el anillo... No pude controlar mis emociones y comencé a besarlo, ignorando completamente que el beso estaba siendo retransmitido a 80 canales distintos...
Y, a pesar de los aullidos de lobo que se comenzaron a escuchar entre el público, ni me importó...
*********
Nuestro matrimonio fue exactamente 6 meses después del matrimonio de Misty y Ashy.
Uno de los mejores momentos de la boda de Ash y Misty fue cuando ellos comenzaron a discutir sobre quien debería ser la dama de honor de su boda...
¡Sin duda, el ver a estos dos discutir es una de las cosas más cómicas que he visto en mi vida!
Os contaría como fue su boda, pero... Creo que la pobre Misty os lo podrá contar mejor que yo...
Con respecto a mi boda, no hay mucho que decir... Fue bastante discretita, y se celebró en la "Casa de Imitación"... Quería que fuera un acto íntimo, ya que tenía pensado dedicarle un homenaje a Mary, a modo de actuación, tras mi boda...
Y así, una vez los votos fueron hechos, Todd y yo éramos ya oficialmente marido y mujer...
Y la "Casa de Imitación" sufrió un nuevo cambio de nombre... "Casa de los Sueños Encontrados"
Una placa en la entrada lo confirmaría definitivamente...
"Casa de los Sueños Encontrados" "Fundada y reconstruida por Todd Snap y Duplica Imite" "En honor a Mary Aotzie, una gran persona donde las haya." "Gracias a todos por venir a visitarnos"
***********
Diez meses después de nuestra, cuando Misty dió a luz a su primera hija, Katheryn, se puede decir que yo grabé esa imagen en mi memoria... Se la veía tan feliz... Aún la recuerdo hablando conmigo durante su embarazo. Ella estaba muy preocupada sobre si ella podría ser una buena madre o no... Yo la dije que, viendo el amor y el cariño que entre ella y Ash existía, no debería preocuparse, ya que muchos padres envidiarían su situación. Yo sabía que Misty sería una gran madre...
Fue entonces cuando ella me dijo unas bonitas palabras...
"Duplica... Yo sé que, de toda la gente que conozco, tú sí que podrías ser la madre perfecta... Créeme..."- dijo ella, con alegría en sus palabras...
Yo me quedé sin palabras... ¿Ella tenía tan altas esperanzas de mí? Considerando que yo una vez tuve un flechazo con su marido Ashy, y todas esas cosas, me sorprendió muchísimo que dijera eso de mí... Pero yo aprecié eso que me dijo... Y aumentó mi amistad hacia ella...
Tras los sucesos de mi infancia, creo que el querer convertirme en una buena madre no habría sido mala idea del todo. Las palabras de Misty incluso me animaron aún más a intentarlo... Y, ya de paso, sería otra manera de apartar los pensamientos de los demonios de mis padres de mi cabeza...
Y así fue como decidí que quería quedarme embarazada... para desesperación del pobre Todd ^_^.
Al principio Todd estaba un poco reacio hacia aquello, alegando que nuestras respectivas ocupaciones iban a ser un impedimento para cuidar a nuestro bebé, y que estaba yendo demasiado deprisa...
Eso solo eran escusas del pobre Todd, demasiado cobarde para atreverse a dar semejante paso... Intenté convercerle que a mí no me importaba, que con el dinero que había ganado con mis películas me bastaba para poder estar dos años dedicándome a la maternidad...
A pesar de la preocupación de Todd, al final conseguí mi objetivo... El día que me enteré de que estaba embarazada fue el día más feliz de mi vida... Fue a los 23 años, exactamente 2 años y 7 meses antes de que Ash... pues eso...
Fue en el Hospital de Ciudad Azafrán. Aún recuerdo la cara de Todd al ver a nuestra hija Sylia entre mis brazos... bueno, habría visto su cara si antes no se hubiera desmayado... Creo que aquello fue demasiado para él...
Después de que los médicos consiguieran reanimarlo, le presenté a Sylia... Era una niñita preciosa, con su pequeña carita, sus ojitos cerrados mientras dormía tranquilamente... Mejillas sonrosadas... Era mi niñita... Nuestra niñita...
"Todd... Mira... Te presento a Sylia... Sylia Snap" dije, mientras sonreía emocionada.
Todd estuvo a punto de desmayarse otra vez, pero al ver a aquella criatura entre mis brazos no pudo aguantarse las ganas de cogerla entre los suyos... Pude ver las lágrimas de emoción saliendo de sus ojos...
Aquella fue una foto que Todd jamás quiso publicar... Era demasiado valiosa para él... Puede que incluso más valiosa que la foto de Articuno que perdió de nuevo en las montañas...
Sí... De hecho, era mucho más valiosa que cualquier otra foto en el mundo... La foto de una familia, su familia, feliz...
Pero, aunque esto pudiera parecer el fín de mi historia, aún queda una última parte que narrar... Una última parte desagradable que hay que contar... Una última parte con la que cerraré mi historia... El último capítulo de la vida de la chica una vez conocida como "el error".
* * * *
Vamos a llamar a esta parte de mi narración como "La Caída del Team Rocket". Yo contaré parte de esta historia... Puede que Jessie, James y Todd, y algún otro más, os cuenten algo más de todo esto...
Jessie y James habían comenzado a estar de nuestro lado hace muy poco tiempo, y sus grandes habilidades como "hackers" (piratas informáticos) habían sido de mucha ayuda para Brock en sus intereses con Willamena... Para los que ya conozcan su historia, sabréis como acabó todo aquello...
Brock acabó en un manicomio...
Por aquel entonces estaba a punto de salir del manicomio, gracias al ofrecimiento de Suzie... Pero, aunque hubiese sido de mucha ayuda en esta "guerra" que muchos entrenadores íbamos a librar contra el Team Rocket, el pobre hombre no estaba aún en condiciones mentales para el combate...
Sin embargo, Ash había llamado a sus compañeros del Alto Mando, junto a sus más cercanos alíados y amigos. Me sentí alagada al notar que yo me encontraba entre ellos.
Todd también fue, por supuesto. Sería de gran ayuda tomando fotos de los terribles experimentos que se hacían en la base secreta del Team Rocket... También pudo verse por allí a Tracey, entre otros...
Tras unas cuantas lecciones de espionaje (que Jessie, en especial, y yo misma, les enseñamos al resto) el Team Rocket sería historia para siempre... Ese era uno de nuestros planes...
Ash y Misty, por otro lado, también tenían sus propios planes... Y Jessie y James sólo tenían una idea en sus mentes: venganza.
De hecho, unos pocos días antes, Jessie lo había averiguado todo acerca de su familia... Ella estaba realmente motivada... Ya os contará ella mejor su historia...
De todas maneras, antes de que llegara el día de la invasión, recibí una llamada de Jessie... Al parecer, había descubierto algo...
Me dirigí hacia su hogar en motocicleta (sí, incluso conduciendo me gustaba imitar a Ash), y lo que allí me encontré me dejó sin habla... Jessie y James me dieron una copia de un documento que ellos habían sacado de los archivos secretos del Team Rocket... Eran unos detalles que seguramente me sorprendieron mucho al conocerlos...
Anna Maxwell... Pude conocer mi verdadero nombre aquel día... También pude conocer algo de la historia de mis padres y de lo que hicieron en el pasado... Ví mi certificado de nacimiento... Y lo que ellos hicieron desde mi "desaparición"...
Todo aquello era horrible... No voy a mencionar ninguna de las atrocidades que habían hecho porque no quiero perturbar vuestras mentes contando estos sucesos... No sería justo para vosotros pasar por todo este calvario...
Me hervía la sangre... Al fín había conocido mi identidad y ni tan siquiera me gustó. Y mejor ya no hablo de aquellos dos bastardos...
El día anterior de la "guerra" contra el Team Rocket yo dejé a mi pequeña hija, Sylia, al cuidado de Jackower, el cual se preguntó por qué tenía que cuidar él de mi hija.
"Por si acaso no volviéramos ni Todd ni yo, quiero que seas tú quien cuide de ella" -fue lo que le contesté.
Hasta el día de hoy, creo que Jackower aún no ha comprendido que quise decir con aquello.
Y llegó el "Día D"...
La base del Team Rocket había sido rodeada por una ingente cantidad de agentes Jennys, acompañadas por cientos de guardias también. Aquella iba a ser la operación policial más importante de la historia...
Pero ellos no iban a hacer el trabajo solos... Iban a ser ayudados por Ash y su también bastante importante "legión"...
Sus amigos... Sus compañeros... Sus hermanos...
El Team Rocket iba a aprender de una vez por todas que la vida no puede ser pintada con el color rojo de la sangre y la violencia...
**************
Bueno, ya sé que esto os ha emocionado y tenéis ganas de saber más acerca de esta "guerra", pero yo voy a contar los acontecimientos que pasaron en MI historia...
Sabía que mis padres aún trabajaban allí... Especialmente en el segundo sótano de la base secreta, donde se encontraba el departamento de Experimentación... Allí los Pokémon eran torturados salvajemente antes de ponerse a experimentar con ellos...
Oí gruñidos de dolor de Slowpoke...
Miré a mi izquieda... A través de una cristalera ví a decenas de Slowpoke atados en una larga mesa de acero... Parecían tener cara de no estar pasándolo bien...
Vi aterrada como una enorme cuchilla cortaba las colas de todos ellos, mientras unos científicos Rockets las recogían... El posterior alarido que emitieron los Slowpoke me heló la sangre...
Era horrible pensarlo... Seguramente tendrían atados allí a los Slowpoke, sólo alimentadoles lo suficiente para que no murieran... El cortarles las colas a los Slowpoke suponía mucho dolor para ellos, pero no sangraban... De hecho, sus colas se regeneraban a las pocas horas de ser cortadas...
Era conocido que las colas de los Slowpoke eran bastante apreciadas en el mercado negro, dado su gran valor nutritivo... Y el Team Rocket había hecho un gran negocio con aquello...
Mientras intentaba no estallar en mi furia, me acerqué cautelosamente hacia una esquina, y ví a varios guardias Rockets vigilando...
Vi pasar a uno cerca de donde yo estaba... Antes de que pudiera decir nada, le golpeé fuertemente en la cabeza, dejándolo inconsciente...
Cogí sus ropas y me disfracé de él... Eso me ayudó un poco a poder seguir infiltrándome en aquel lugar...
* * * *
No me importaba que hubiera decenas de guardias vigilando... Ni que estuvieran armados... Yo me tenía a mí misma... y a mi escuadrón de Dittos: el famoso "D Team"...
En esos momentos ya tenía a 6 Dittos bajo mi control... Los que ya conocéis, Ditto, MiniDit y PintaDitto, y mis tres nuevas adquisiciones. "Ottid", con la rarísima habilidad de convertirse en un Pokémon del tipo contrario al que está combatiendo... "Power", capaz de convertirse muy fácilmente en Pokémon Legendarios... Y mi actual máquina de combate... "Gran D", capaz de convertirse en una versión mucho más grande del Pokémon en el que se transforme... Con todo esto, creo que la cosa se iba a poner bastante interesante...
Mientras seguía buscando el lugar en el que mis padres se escondían, pude oir gritos de los asustados Rockets... La policía había conseguido entrar al edificio...
No haciendo mucho caso a todo aquello, continué con mi busqueda... Y encontré la sala de torturas, en la que los malnacidos de mis padres realizaban aquel "honrado" trabajo...
Dí una patada a la puerta, no sin antes romper las narices de dos estúpidos guardas que me confundieron con una compañera Rocket... Mis 6 Dittos entraron conmigo también...
Dentro había otros 12 agentes Rockets... Pude ver sus miradas de sorpresa... sus miradas de pánico... Y, detrás de aquellos miserables, estaban ellos... Escondidos, como los cobardes que eran... De nuevo... Los había vuelto a ver... Mis "padres" Arnold y Emily. Sí, eran mis padres, aunque me pese... Pero NO eran mi familia...
Mis Dittos habían llegado a un nivel de entrenamiento tal que ya no hacía falta que yo los diera órdenes para atacar...
De hecho, uno de los agentes lanzó un Pokéball, del que salió un Venusaur, dispuesto a proteger a sus superiores... Pero mi querido Ottid reaccionó ante aquel ataque convirtiéndose en un poderoso Dodrio, que con unos cuantos de sus salvajes ataques Pico Taladro dejó a aquel Venusaur para el arrastre...
Aquella fue la señal para que todos mis Dittos comenzaran a transformarse... Había llegado la hora de vengarse por todos los Pokémon que aquellos sádicos habían maltratado...
Mientras mis Dittos se "entretenían" con aquellos agentes, yo me dirigí hacia mis verdaderos objetivos... Pude ver la expresión de terror de Emily al verme...
"No es posible..." -ella dijo. "Yo pensaba que ella había desap..."
No pudo terminar la frase... Mi puño cerrado golpeándole el estómago fue lo que ella recibió a cambio de su "cariño" durante mi infancia...
"Intenta pegarme ahora, Emily" -dije, furiosa, mientras otro puñetazo golpeaba aquella vieja cara de cuarenta y cinco años...
Tras ver a mi "madre" inconsciente en el suelo, al fín iba a encarar al verdadero culpable de todas mis pesadillas... Mi "padre"... Arnold Maxwell II... La reencarnación del demonio en persona... Mi "Señor de la Oscuridad"...
Mucho más viejo... Mucho más gordo... Pero seguía igual de loco... Su sed de sangre ajena no sólo no había disminuido, sino que había ido en aumento con el paso del tiempo, como pude comprobar en los documemtos que me facilitaron Jessie y James.
Me miró... Riendo... Subestimándome... Odiándome... Como siempre había hecho... Ni tan siquiera el ver a su esposa Emily inconsciente en el suelo parecía borrarle aquella enferma sonrisa de su cara...
"Bien, bien... Veo que aquella pequeña niña estúpida se ha convertido en una muchacha bastante... atrevida... ¿Acaso has venido aquí para que siga con tus dosis de látigo, mi pequeña Anna? -dijo, mientras él agarraba un látigo...
Pero, esta vez, el látigo estaba cargado de electricidad... Obsesiones de un loco...
"Es curioso que ahora me llames Anna, padre... Si es que puedo llamarte así... Es un nombre que yo tuve que averiguar por mí misma, el cuál fue precisamente ayer cuando lo averigué... Un nombre que mis padres me dieron... Y ahora yo me niego a aceptar... Yo ya no soy vuestra hija..."
Comencé a caminar hacia él, sin ningún tipo de temor. El miedo ya no existía en mí...
"Anna Maxwell ya no existe... Ahora soy Duplica Imite... Y ya no te pertenezco... Arnold..."- continué, mientras seguía avanzando hacia él.
"¡CÓMO TE ATREVES! ¡Esa Duplica Imite de la que tú hablas va a irse al infierno, junto con Anna Maxwell! ¡Como tuvo que ser desde un principio!" -rugió él, mientras blandía su látigo.
Esquivé su primer latigazo como buenamente pude... Justo cuando iba a soltar el segundo latigazo para golpearme, pude ver como Gran D, convertido en un enorme Charizard, me apartaba del camino del látigo, cogiéndome entre sus garras...
"No, chicos... Dejadme a mi sola... Esto es un asunto entre él y yo... Manteneos al margen." -dije, mientras Gran D me soltaba y se apartaba de mí, preocupado.
Ví a Arnold sonreir...
"Siempre fuiste una chica muy estúpida, hija. Y aún lo sigues siendo..." -dijo Arnold, mientras levantaba su látigo...
"¿Estás seguro de lo que estás diciendo?"
Antes de que Arnold pudiera descargar de nuevo su látigo sobre mí, hice un rápido movimiento y conseguí hacerle perder el equilibrio con una fuerte patada en su pierna derecha... La fortuna quiso que en su caída cayera sobre una de las mesas de experimentos que allí había... El ruido de cristales rotos y el burbujear de los ácidos cayendo al suelo llenó la habitación...
Vi a Arnold en el suelo, con la boca abierta y los ojos desorbitados... Los cristales de las probetas y tubos de ensayo se le deberían de haber clavado en la espalda... Ví como el ácido había comenzado a corroer sus ropas... No gritó...
Sólo pude oir como intentaba decir algo, con una gran mueca de dolor...
No sentí remordimientos... Yo sólo le estaba devolviendo el "favor" que él y Emily me habían hecho... Era justo...
"Perdona, Arnold... ¿Decías algo?" -dije, sarcásticamente, mientras lo levantaba del suelo y lo arrojaba contra otra mesa de un puñetazo... De nuevo los cristales rotos y el ácido...
Sus gritos de dolor, sus alaridos... Las lágrimas que habían comenzado a salir de su cara...
No me detuvieron.. Quería verlo sufrir... Debería pagar cada golpe, cada herida... Debería pagar por la soledad que pasé durante gran parte de mi vida... Tenía que pagar por lo que le hicieron a Mary...
Su cara ya era un completo desastre, pero quise adornársela un poquito más con otra patada en su patética cabeza... Aquello lo dejó casi inconsciente...
Salté sobre su estómago con los dos pies juntos, para que no se desmayara... Tenía que sentir cada golpe... Tenía que sentir el dolor por el que me habían hecho pasar...
Lo agarré del pelo, mientras veía como la sangre recorría su cuerpo... Ví su cara... Estaba inconsciente...
Bajé mi brazo y cogí uno de los cristales del suelo...
Iba a matarlo...
Esto tenía que acabar... Tenía que...
"¡DUPLICA! ¡POR FAVOR, DETENTE!"
Solté el cristal, mientras sentía los brazos de Todd rodeándome y apartándome del cuerpo moribundo de Arnold... No lo había matado...
Comencé a respirar deprisa, presa del cansancio. Lloré... Ví como mis Dittos estaban allí, en sus formas normales... Salvo Gran D, que estaba transformado en un Arbok gigante, con la que tenía apresados a aquellos Rockets vencidos... Vi también el cuerpo inerte de mi madre, sangrando profundamente de la nariz... Ya no quise ver a Arnold... La escena era bastante desagradable...
"¿Cómo he podido yo llegar a hacer todo esto?" -dije, llorando.
"Ya pasó todo, Duplica... Has ganado." -dijo Todd, abrazándome.
"Pero... pero... ¡Casi los mato! ¡Me habría convertido en uno de ellos si lo hubiera hecho!"
"No, Duplica... Tú no eres como ellos... Ví como paraste cuando te grité... Pudiste controlarte... Estoy orgulloso de tí, preciosa..." -me dijo Todd, dulcemente.
Intenté enjugar mis lágrimas, mientras miraba el vencido y ensangrentado cuerpo de mi padre... Mi madre tampoco habría podido levantarse en algún tiempo...
"Vamonos... Ya he tomado suficientes fotos... Ahora larguémonos de aquí..." -me dijo Todd, suavemente.
Una vez dijo eso, un escuadrón de policía, liderado por dos agentes Jennys, irrumpió en la sala... Y vieron las secuelas de lo ocurrido...
"¿Qué es lo que ha pasado aquí?"
Todo lo que ellos vieron, además del desastre, eran seis sonrientes Dittos, y un feliz matrimonio, abrazados.
"Son todo suyos, agentes. Hagan con ellos lo que quieran." dije, al fín.
Aliviada...
Única...
Libre...
Mi pesadilla ya había terminado... Al fín iba a poder respirar tranquila... Todo había acabado...
* * * *
Una vez todos reunidos, vi a Jessie levantar su pulgar, en señal de victoria... Ella también había conseguido saldar su propia venganza... Con Todd a mi lado, estaba feliz de poder haber tomado parte en esta gran victoria. Nunca me había sentido tan llena...
"Hey, Duplica." -dijo una nueva voz.
Me giré y ví a Ash dándome una de las más grandes sonrisas que jamás vi salir de sus labios. Era la sonrisa de un gran amigo, que incluso en su figura de Lider del Alto Mando me resultó cercana y cálida.
"Veo, Duplica, que al fín has conseguido calmar tus penas. Enhorabuena." - él me dijo, dulcemente.
Misty estaba hablando con Sabrina y Melody, por lo que, de algún modo, quise aprovechar un poco la ocasión, ahora que la "Furia Pelirroja" estaba ocupada...
"Sí... Gracias, Ash. Muchas gracias..."- dije, un poco emocionada.
Abracé al Lider del Alto Mando, con lágrimas en mis ojos... Esta vez, eran lágrimas de felicidad.
"Tú has sido uno de los mejores amigos que jamás hube tenido... Me has ayudado en este camino que es la vida más de lo que me habría gustado... No tienes ni idea de lo que significas para mí... Muchas gracias, Ash." -le dije.
"Shh..¡hey! No querrás que Misty se ponga un "poco" celosa, ¿verdad?" - dijo Ash, con algo de pánico en su mirada.
"¡O yo! ¡Por si no te habías dado cuenta, aún sigo estando aquí!" - djo Todd, en tono un tanto celoso.
Todos comenzamos a reir ante aquella situación... Mientras reíamos, siempre supe que durante el resto de mi vida agradacería todos los buenos momentos pasados con mi buen amigo Ash Ketchum.
Desgraciadamente, aquellos momentos jamás se volverán a repetir...
* * * *
Aquí sigo, en un mar de lágrimas, respirando este aire casi tan oscuro como las tristes caras de todos los que me rodean. Los verdaderos amigos de Ash Ketchum están aquí...
Aquí, en este funeral, no había nadie que le conociera como el famosísimo Maestro Pokémon que él era. La gente que aquí se encontraba le conocía como Ash Ketchum, de Pueblo Paleta.
Mi voz estaba completamente apagada, tras mi canción. No podría hablar... No podría despedirme de Ash para siempre...
Pero tenía que ser fuerte... Por Todd... Por Misty... Por Ash...
Con Sylia en mis brazos, la cual lloraba de frío, ajena a lo que realmente pasaba allí, me acerqué hacia el ataúd de Ash Ketchum...
"Ash, mucha gente a estado pidiendo mi autógrafo desde que me convertí en actriz. Y puede que agradezca su cariño hacia mí... Sin embargo, tú fuiste la primera persona que realmente me mostró lo que la vida puede ofrecerme. Te daré este obsequio, como muestra de mi... amistad..."
En el ataúd metí una gorra... Aquella misma gorra que usaba para imitar a Ash durante todos estos años... Una gorra que tenía bordado mi nombre... El nombre por el que todos ahora me conocían... Duplica Imite.
Tras mi ofrenda, me aparté del ataúd y miré al cielo. Abracé suavemente a mi hijita, mientras una lágrima descendía por mi mejilla. Seguramente ahora Ash estaría viéndonos, desde allá arriba, más allá de las nubes...
"Adiós... Pequeño Ashy... Saluda a Mary de mi parte..."
(FÍN DE DUPLICA IMITE)
(Punto de vista de Duplica)
Lo siento... No sé si seré capaz de decir alguna palabra... Creo que estoy llorando demasiado... Después de la canción en la que yo y Melody colaboramos, noté que no era mi voz lo único que se había roto... En realidad mi corazón estaba más dañado... roto... en pedacitos...
El hecho es que cantar aquella canción me hizo bajar a las profundidades de la desesperación... Desesperación. Si a cualquiera de mis amigos le preguntáis que si yo he pasado por esa sensación, seguramente te respondan: -"¿Desesperación? ¿Ella? ¡Por favor! ¡Si ella es una de las chicas más divertidas que conozco! ¿Cómo va a saber ella lo que significa eso?"-
Sí... Es posible que puedan responder eso, acompañándolo de alguna risita...
A veces me sorprendo a mí misma de lo fácilmente que oculto mis sentimientos... Realmente, yo sí conozco la palabra DESESPERACIÓN... La conozco muy bien...
Me quedé mirando a mis alrededores... Mi marido Todd estaba saludando a unos viejos amigos... A varios metros delante de mí pude ver a Sabrina y Melody intentando consolar a la pobre Misty... Incluso la frialdad de Sabrina se había ido... En un día como éste... un día en el que tenemos que decir adiós a... mi... As...
No pude terminar de decir el nombre sin cerrar los ojos. Si los abría seguramente inundaría de lágrimas el cuerpecito de mi pequeña Sylia, dormida inocentemente entre mis brazos... Sabía que no podría aguantar más aquella situación, aquello no debería ser real... Abrí de nuevo los ojos, esperando que todo aquello sólo fuera un mal sueño... y lo único que vi fue depresión. Aún recuerdo el último "mal sueño" que tuve... Fue hace 20 años, cuando aún era muy inocente para comprender nada...
***************
A la única cosa a la que se supone que tienes que tenerle miedo es al propio miedo... Para mí, el miedo vino en la forma de mis padres. Perdón... Quise decir "padres".
Cuando la gente normalmente me pregunta acerca de mi familia yo procuro cambiar de tema muy rápidamente. Lo hacía siempre tan a menudo, que la gente comenzó a extrañarse y a imaginar cosas... Algunos pensaban que yo sería huérfana... Otros, que sería una chica adoptada...
No... Yo nací, seguramente, del vientre de mi "madre", y sabía perfectamente quién era mi "padre".
Nací en el Hospital General de Ciudad Azulona, la ciudad en donde la fundación del Team Rocket comenzó hace ya muchos años. Mi padre era el hijo de un legendario Agente Rocket, al que seguramente conocerías mejor si conocieras algo de la historia de Jessie... Mi padre se llamaba Arnold Maxwell II, el segundo de la generación de los Maxwell, el cual llegó a ser una celebridad en el Team Rocket. Mi padre... Tan bastardo como lo fue mi abuelo. ¿Quién sería la estúpida que se casaría con un ser tan despreciable? ¡Pues quién va a ser! ¡La bruja de mi madre! Mi "madre", por llamarla de alguna forma, era Emily Honda, una mujer muy reconocida en el campo científico porque había inaugurado un laboratorio en el que se trabajaba en un estudio dedicado a crear una droga que mejoraba considerablemente las habilidades de los Pokémon. Lo aterrador de todo esto es que también había sido diseñado para funcionar en humanos... sin preocuparse de los posibles efectos que pudieran ocasionar... Recuerdo la cantidad de muertes innecesarias que estás "medicinas vitaminizantes", como ellos las llamaban, provocaron a muchos Pokémon... y personas.
En ese tan maravilloso ambiente en el que mis padres se movían, yo fui engendrada...
Bueno. Creo que la primera cosa que yo llegué a entender desde mi nacimiento es que yo fui un completo error. Ellos jamás quisieron tener hijos, pero un día ellos tuvieron un pequeño "despiste" o "accidente" y... por desgracia, nací yo... Duplica.
La primera vez que mis padres me golpearon fue a la edad de tres añitos... Mi "madre" tenía escondido en la casa un pequeño látigo, para usarlo en sus macabros juegos... Pero, aquella vez, y estando ambos borrachos, encontraron muy divertido torturar a su pequeño "error", su hija, que lo único malo que había hecho era existir. Si tanto me odiaban, ¿por qué no me abortaron en su momento? Seguramente sería por alguna extraña ley del Team Rocket... Seguramente los hijos de los agentes estaban condenados, por algún tipo de contrato, a ser también miembros del Team Rocket en el futuro. A más miembros, mejor para ellos. De hecho, lo mismo pasó con Jessie.
El dolor era insoportable. Aún tengo las cicatrices de los golpes marcadas en mi espalda, y no importa cuántos años pasen y cuántos recuerdos sean borrados... Cada latigazo era como un puñal que se me clavaba lentamente en la conciencia... Lentamente... Una y otra vez... Podéis creerme... Sufrí tremendas palizas durante los cuatro años siguientes.
Sólo tuve una salida a mi sufrimiento: la Biblioteca Azulona.
********
Cuando Arnold y Emily (me niego rotundamente a llamarlos padre y madre, incluso podría llamarlos de otra manera menos "respetuosa", pero estoy en el funeral de Ashy y no pienso faltarle al respeto) se tomaban un descanso en su tarea de torturarme, yo huía a la biblioteca... Sí, ya sé que a los 3 años el que una niña pequeña se aventure a ir sola a una inmensa biblioteca pueda ser un poco extraño, pero creo que conociendo a mis padres uno podría comprenderlo rápidamente.
Por culpa de mis padres llegué a sentir un terrible miedo hacia los adultos... Quizá entre aquella inmensidad de mundo que podría ser una biblioteca pudiera encontrar alguna salida a mi martirio... Pero no sabía leer... Todo aquello era muy extraño para mí... La diosa Fortuna quiso que una dulce ancianita llamada Mary me atendiera amablemente... Aquella fue la primera persona en la que pude realmente confiar.
"Hola, jovencita. ¿Te has perdido, pequeña? - dijo la anciana, sonriente.
Creo que en aquella ocasión sólo respondí que quería aprender a leer... La viejita se quedó un tanto sorprendida, dado el hecho de que sólo tenía tres años y ya quería leer por mi cuenta.
"Veo que eres una niñita muy inteligente... ¿Dónde están tus padres?"- me dijo ella, intrigada.
"¿Papá y mamá? Están... fuera."- dije yo, muerta de miedo.
No tuve valor para decir nada de mis padres... Sabía que si me atrevía a contar algo, mis padres lo mínimo que me harían sería torturarme una y otra vez. Eso me lo habían dejado bastante claro.
Y, a los tres años, allí fue donde comencé con mi primera lectura... Y aquella primera lectura fue, como no, acerca de los Pokémon.
Era lógico que una niñita de tres añitos pudiera estar interesada en los Pokémon, al igual que otros muchos niños de mi misma edad. Me gustaba verlos en aquellos bonitos dibujos de los libros. Todos parecían muy dulces y cariñosos (bueno, al menos la mayoría sí lo parecían).
Allá, en la biblioteca, hice muchos amiguitos. Todos querían hablar conmigo y querían conocerme, pero yo no tenía mucho qué contarles...
Bueno, al menos ese tiempo que pasaba en la biblioteca aprendiendo cosas me alejaba del horror que era la vida en mi casa.
******
Durante algo más de un año y algunos meses, hice aquella rutina, sin que mis padres notaran mi ausencia (estarían muy ocupados en otras "tareas"). Los bibliotecarios se puede decir que ya me tenían "fichada"...
Los bibliotecarios llegaron a llamarme "La Ratita", tal vez por mi deseo de querer leer a mi temprana edad, y por mi afición a leer los llamados "libros complicados" para niños...
De hecho, uno de los primeros libros que allí leí fue uno que me tomó unos cuantos meses en terminarlo... Una podía ser inteligente, pero seguía siendo una niña pequeña...
No recuerdo cual era su nombre, pero hablaba de la vida de una familia durante tres generaciones desde el punto de vista del autor... Se narraban muchas calamidades y desgracias... Me recordaba algo a mi vida... Pero, al final, el autor consiguió derribar las barreras y pudo ser feliz.
Y yo me pregunté... Si ese pobre hombre pudo salir de su tragedia personal, ¿por qué no iba a poder yo hacer lo mismo? ¡Si él pudo, yo también puedo!
Un poquito rebelde sí que era, sí... Pero sólo tenía cuatro años.
Me habría gustado llevarme los libros a mi casa, para poder leerlos allí con más detenimiento, pero no pude. Temía que mis padres se enfurecieran si me veían hacer algo distinto de quedarme en mi habitación, comer mi pan, beber mi agua, y sentirme totalmente miserable en la vida. ¿Cómo iban a permitir que su "error" viviera una vida digna? Si ellos me veían ligeramente feliz, ellos me pegaban... Si yo intentaba mostrar una sonrisa, ellos me pegaban... Si yo reía por alguna extraña razón, ellos me pegaban...
Para ellos, esta rutina debería de suponerles un gran placer... En su propio trabajo como agentes del Team Rocket ya tenían suficiente tarea torturando a los Pokémon... Pero al parecer no tenían suficiente con ellos: tenían que seguir "trabajando" en casa, con una niña pequeña que no podía defenderse.
Aquella horrenda rutina duró hasta mi quinto cumpleaños... Era esperar a que ellos se fueran a trabajar, para yo huir a la biblioteca, controlando las horas que me quedaba allí, para poder volver a casa.
Aprendí mucho en la biblioteca... Sobre todo en mi especial vocación: los Pokémon. Había aprendido tanto sobre ellos que me había convertido en un manual de Pokémon ambulante. Me aprendía sus habilidades, sus ataques, sus ventajas e inconvenientes... Todo... Los Pokémon casi se habían convertido en mi propia Biblia...
Sin embargo, un día, pensé que había llegado la hora de enfrentarme a mis padres.
**********
¿Cumpleaños? Ni hablar. Para mí era como otro día más, con los habituales "regalos" que yo obtenía de ellos. Aunque no me pegaran todos los días, he de reconocerlo, ellos disfrutaban más en aquellos días en los que se suponía que yo estaría más contenta... Sádicos e insensibles...
Vivíamos en un barrio más o menos decente de la importante Ciudad Azulona. Y nuestra casa no estaba mal del todo... Salvo mi habitación, que casi parecía una fría cueva... Lo único que tenía era un colchón en el suelo, una sábana y una apolillada manta con la que intentar taparme... No había ni adornos, ni juguetes, ni nada... Sólo una pequeña niña deseando una pequeña luz en su vida...
En mi quinto cumpleaños me di cuenta de que esa luz debería de estar en alguna parte... Y tenía que comenzar a buscarla ya... Todo comenzó al día siguiente...
Yo volví de la biblioteca y, agotada, me fui a dormir. Como el resto de los días, ellos me despertaron tras venir de su "trabajo", pidiéndome que les hiciera la cena... No es que me molestara hacerles la cena... A pesar de todo intentaba ser obediente... Ya me daba lo mismo... Si no les gustaba la cena, me gritarían o pegarían... Y si les gustaba, me harían lo mismo. Sólo por verme sufrir. Jamás podría ganar.
Aquel día ellos estaban actuando como los malditos sádicos sedientos de sangre que eran, besándose el uno al otro, preguntándose quién habría tenido el mejor día... ¿El Bastardo, torturando a aquel Sandshrew, o la Bruja, con aquel desesperado Hypno suplicando por su vida? ¿Quién habría sido el mejor sádico aquel día?
Era imposible responder a la pregunta...
"¡Hey, tú! ¡Mocosa! ¡Haznos algo de cenar! ¡Y más te vale que esté comestible esta vez! Hoy estamos de buen humor y no queremos que nos arruines el día." -dijo el hijo d... mi padre, con aquella mirada de imbécil que tenía.
Yo no tenía nombre, al parecer. Siempre solían llamarme "mocosa", "niña", "estorbo", "error". Mi verdadero nombre era un misterio. Lo único que conocía era el nombre de mi familia: Maxwell... Supongo que sería un milagro que mis padres hubieran firmado el certificado de mi nacimiento...
Afortunadamente, muchos años más tarde, y gracias a Jessie y James, un día pude buscar entre los datos del Team Rocket. Encontré que bajo el nombre de los Maxwell, mis padres, se encontraba el nombre de Anna Maxwell... Al parecer, ese sería mi nombre de nacimiento... Pero ese nombre lo odiaba... Al menos mi apellido...
Volviendo al tema, tuve suerte de que en mi estancia en la biblioteca también leí muchos libros de cocina, por mi propio beneficio. Sé que no me iba a servir de nada, ya que mis padres me pegarían aunque la comida estuviera buena o mala, pero al menos se ensañaban menos conmigo si la comida les gustaba...
Aquel día les estaba preparando algo de arroz. A veces me salía bastante bueno, y era la comida que mejor sabía hacer... Los miré, con sus habituales miradas de loco... No sé por qué me molestaría en hacer esa comida... Debería de hacer algo...
Comencé a imaginar... A pesar de mis cinco años yo ya pensaba en ser algo importante en la vida... ¿Entrenadora Pokémon? ¿Maestra Pokémon? Sabía mucho acerca de los Pokémon, así que parecía una opción razonable. Lo malo es que yo necesitaba tener al menos 10 años para poder conseguir la licencia. ¡Ya no podía aguantar más en este infierno de casa!
Me quedé tan ensimismada soñando despierta que no me di cuenta de que el arroz se estaba quemando. Desgraciadamente, mis padres sí se dieron cuenta. Siempre notaban cuando hacía algo mal, como si tuvieran una especie de detector o algo así.
Desee que su detector no se hubiera encendido en aquellos momentos...
"¿QUË? ¡MIRA LO QUE HACES, ESTÚPIDA!"
Mi padre se dirigió a mí con otro de aquellos "dulces" nombres que me ponían...
"HAS ARRUINADO LA CENA. ¿POR QUÉ NO DESPIERTAS DE UNA VEZ, ATONTADA?"
Todos aquellos nombres me quedaban en la memoria como cientos de palizas recibidas... Sabía perfectamente lo que venía a continuación... Desee en aquellos momentos estar en otra parte...
"¡EMILY, DAME EL LÁTIGO! ¡ESTA NIÑATA VA A APRENDER UNA LECCIÓN!"
Mi mente se paralizó. Esa voz no era la típica voz del típico loco sádico, sediento del dolor ajeno. Esta vez era verdadera furia. Seguramente estaba buscando una razón para poder explotar con la furia del Team Rocket... Aquella furia que esa depravada organización metía en todos sus miembros.
Yo grité de miedo, mientras mis jóvenes lágrimas fluían, rogando clemencia. Lo único que conseguí fue enfurecerle más. Emily me agarró, para que yo no pudiera escapar, mientras que mi padre descargaba el látigo sobre mi espalda con más fuerza que nunca...
Mi espalda aún sigue teniendo una enorme cicatriz, señal de aquella noche de latigazos... Aún sigo teniendo esa marca... No puedo imaginarme por qué Todd no... bueno, eso lo contaré más tarde... He de procurar concentrarme en la historia... Aunque me cueste contar estos sucesos tan desagradables...
Continuo... Sentí como mi sangre salía de mi espalda... Un sentimiento que jamás llegó a gustarme... Al contrario que a mi madre...
"Esto es bueno... ella nunca había sangrado tanto antes..." -dijo ella, con una terrorífica mirada de satisfacción, como la psicópata que ella era.
Mi padre seguía azotándome, una y otra vez. Cada latigazo iba acompañado de mis gritos de dolor... pero algo pasó...
"¿Eh? Ella no me ha dicho que pare..." -dijo, extrañado.
Uno de los placeres que mi padre obtenía de todo esto era el oírme gritar "¡PARA, POR FAVOR!" todo el tiempo. Esta vez, incluso considerando que el dolor era como diez veces más intenso, me negué a satisfacer su enferma mente. La sangre fluía continuamente de mis heridas, mis lágrimas inundaban mi rostro, mi cuerpo estaba hinchado por los golpes... Pero no pedí clemencia. Quería que siguiera y que me matara de una vez por todas... Así mi sufrimiento se acabaría...
Pero el bastardo no quiso continuar. No le daba ningún placer continuar con aquello si no obtenía lo que él quería. Además, el sudor se le escapaba por el cuerpo y estaba agotado... Emily también estaba un poco blanca... De qué lo desconozco... yo ya apenas podía tener los ojos abiertos...
Tras aquellos agonizantes minutos, el bastardo y la bruja se largaron a su habitación a dormir, y me dejaron allí sola, llorando, en el suelo...
Afortunadamente para mí, mis largas horas de lectura en la biblioteca me ayudaron a conocer algunas nociones de medicina... Con las pocas fuerzas que me quedaban, después de semejante paliza, conseguí hacerme un aparatoso vendaje con papel higiénico y cinta adhesiva... Me lo coloqué alrededor de la horrible herida y...
Dolía como si me estuvieran clavando agujas en la espalda... En aquellos momentos, con todo aquel dolor en mi espalda, unido a mi aún débil cuerpo, pensé que iba a morir... Debía tomar una decisión... Dejadme morir en aquella casa, con aquellos horribles "padres"... o arriesgarme a salir de allí, con la casi total seguridad de que moriría en las calles.
Yo sabía perfectamente donde mis padres escondían las llaves de la casa... Esto explica el por qué de mis pequeñas huidas a la Biblioteca... Perdonad si no lo había mencionado antes, pero... Son detalles que a veces una no puede recordar...
Salí a la calle... El mundo me estaba llamando...
Aquel dolor era demasiado para mí. Eran las ocho de la noche, y se veía al sol poniéndose allá, en el horizonte. Jamás había visto ningún atardecer, así que me quedé observándolo maravillada... No me quedé mucho tiempo... Tenía que alejarme de allí cuanto antes.
No sé ni como pude cruzar la calle... Cada paso era un suplicio para mí... No sabía dónde ir... ¿Dónde podría esconderme?
Pobre de mí... El único lugar que conocía de aquella ciudad era la Biblioteca... Ese tenía que ser mi escondite... Allí no me encontrarían jamás mis padres... Allí jamás...
Me desmayé. Me abandonaron las fuerzas a medio camino... Mi muerte estaba cerca... En aquellos momentos desee que Dios tuviera al menos un pequeño lugar en el cielo para mí...
* * * *
Cuando desperté, lo primero que pensé fue "El cielo no tiene paredes, ¿verdad?".
A menos que el paraíso hubiera sufrido una remodelación recientemente, yo no estaba muerta.
Sentí el calor del fuego de una chimenea, lo que hizo que me despertara. Creí que estaba de nuevo en casa... Pero en mi casa nunca encendían la chimenea. El poder sentarme delante de una chimenea para calentarme era algo que yo tenía prohibido, así que...
"¿Estás bien, encanto?"
Yo reconocí esa voz. Era aquella amable viejita, Mary, la bibliotecaria que me había dado el nombre cariñoso de "La Ratita" dado mi hábito a la lectura. Seguía doliéndome la espalda.. Pero ahora era un dolor diferente...
"Señorita... ¿Mary?" -dije, un poco tímida.
La anciana, Mary Aoitze, debería estar ya muy próxima a los setenta años, cuando yo sólo contaba con cinco... Sin embargo, su cálido espíritu y su cara amigable siempre me recibían amablemente cuando iba a la biblioteca.
Ella estaba allí, guiando mis pasos de nuevo... Rescatándome...
"Ah. Al fin has despertado, pequeña. Estaba preocupada. Pensé que estabas muerta cuando te encontré tirada en la calle, a pocas calles de la biblioteca." -dijo ella, con su seca, pero dulce voz.
"Me... has... salvado..." -dije, aún sorprendida.
"Has tenido suerte, pequeña. Yo volvía a casa en el coche, y te vi por el camino. Me sorprendió ver que hubiera alguien por estas calles a esas horas de la noche, y te vi desmayarte... y ahora estás aquí, en mi casa."
Ella me ofreció una pequeña taza de cacao caliente. Aquello no podría ser cierto. Alguien estaba siendo amable conmigo. Volví a creer que estaba en el cielo... Seguramente era allí donde estaba... No, espera... No creo que en el cielo aún me siguiera doliendo aquella herida...
"¿Te ha pasado algo malo, pequeña? Tenías la espalda cubierta de sangre... ¿Qué te ha pasado? -ella me preguntó.
Casi dejé caer la bebida mientras los recuerdos volvían a mi mente... Aquellos recuerdos de los sádicos de mis padres golpeándome, martirizándome, pegándome... matándome.
Miré el arrugado rostro de Mary. Reflejaba una gran sabiduría, aumentada con el paso de los años... Era imposible que no pudiera saber cómo me sentía...
"Supongo que es algo que tú no querrás contarme, dulzura. Y me temo que hay algo que te está obligando a ocultármelo..."
Ella paró porque sintió como una niñita de cinco años había comenzado a llorar sobre su regazo... Una niña conocida por sus padres como "el error".
"Seño Mary... por favor... haga que paren... no quiero volver allí... son malos... por favor..." -dije, con toda aquella inocencia destrozada que yo tenía.
Por primera vez en mi infancia, sentí el calor de un abrazo, viniendo de Mary. Como el abrazo que una abuela daría a su nietecita. Me sentí feliz. Nunca había tenido este sentimiento a lo largo de mi aún corta vida...
"Ya pasó, pequeña. Todo pasó ya. Descansa... Ya estás a salvo... No hay nada de qué preocuparse."
Sequé mis lágrimas y quise creerla. La primera historia de la chica conocida como "el error" había sido contada, al igual que al fin me había atrevido a hablar de mis padres.
Le conté a Mary todo acerca de las cicatrices de mi espalda, y las secuelas que aquellas dejaron en mi mente... Ella al fin pudo comprender por qué pasaba tanto tiempo en la biblioteca... Aquello que la conté ya de por sí sería terrible oírlo de cualquier persona... Pero las cosas tomaban un color diferente si era una niña de cinco años la que lo contaba...
Ella podría haber hecho alguna mueca de espanto... Pero de su rostro sólo salió una sonrisa...
"Pequeña... Te prometo que eso no te va a volver a pasar otra vez..."
* * * *
A pesar de que ella vivía sola, y no tenía una cama extra, creo que el dormir en su cómodo sofá era infinitamente mejor que mi habitación... Todas las mañanas ella me levantaba, desayunábamos juntas y nos íbamos a la Biblioteca.
Yo me quedaba allí hasta que terminaba su turno y volvíamos a su casa para tomar algo de té... Aquello comenzaba a ser una vida feliz... Para ambas.
Ella, en uno de esos días, me enseñó una sección en la biblioteca en la que pocos niños de cinco años soñarían alguna vez... Para un niño normal de cinco años, jamás se le habría pasado por la cabeza. Pero para una niña tozuda, inteligente, y con ganas de olvidar su anterior vida, aquello podría ser un pequeño "sueño"...
En fin, antes de que yo me convirtiera en entrenadora Pokémon, o en una actriz, acabé aprendiendo artes marciales... de los libros de aquella inmensa biblioteca.
La gente siempre se ha preguntado por qué soy capaz de imitar a la gente tan bien. Supongo que el haber entrenado duramente para aprender artes marciales y danza interpretativa, eso podría responder perfectamente a la pregunta. Tendría sólo cinco años, pero ya quise desarrollar mis habilidades. Tenía que comenzar a dar forma a mi vida... Fue precisamente aquí donde comencé a interesarme en la interpretación... Este lugar había sido mi punto de partida. Comencé a leer sobre vestidos y disfraces, y sobre famosos actores y actrices. En aquellos tiempos las actuales estrellas de cine Brad Van Dam y Fiorello Capucchino habían comenzado a dar sus primeros pasos, y mi sueño era seguirlos. Aprender más y más cosas había comenzado a ser una obsesión para mí. Aprendí artes marciales, danza, diseño de vestidos, poses de actores y cientos de Pokémon, con sus respectivos ataques... Todo esto podría ser demasiado, pero me encantaba seguir aprendiendo cada día más. Era todo un desafío para mí, y al menos con todo esto podría estar lo más lejos posible de Arnold y Emily.
Era bastante obvio que a ellos ni les importaba dónde pudiera estar escondida, ya que jamás hicieron ningún esfuerzo por quererme. Algo que me asustaba pensar era que Mary los podría haber denunciado a la policía... Menos mal que no lo hizo... A los pocos días el Team Rocket habría venido a tomar cartas en el asunto... Con lo que quiere decir eso... Menos mal que no lo hizo...
Al menos ahora puedo llevarme mis libros a casa. Recuerdo como Mary sonreía al verme practicando mis ejercicios de Tai Chi y Kempo... Creo que estaba muy graciosa haciendo esas cosas a mi edad... Más divertido para ella fue cuando intentaba interpretar en casa una de las obras de Pokespeare. Mis inútiles intentos de poner una voz varonil hicieron que ella comenzara a reír como nunca la había oído reír... Supongo que la voz de pito que llegué a poner fue demasiado para ella... También recuerdo como en uno de mis bailes la rompí sin querer un bonito jarrón que había en el salón de su casa. Y en vez de reñirme, rió tanto que se le cayó la dentadura postiza... Nos reímos tanto aquella vez que aún no se me ha quitado el recuerdo...
Al fin podía ser feliz...
*******
El aprenderme todos los ataques de los Pokémon sólo era simple cuestión de estudio y memoria. Si yo quería ser una maestra Pokémon, debería saber que en los combates Pokémon uno podría encontrarse cualquier sorpresa, y yo quería estar lista para cualquier sorpresa. Desde los tres a los ocho años, eso sería algo constante en mi vida.
A pesar de que Mary estaba ya próxima a los setenta años, ella seguía viéndome como a su "nieta" adoptada. Cuando yo salía con ella para ayudarla a comprar o para dar un paseo por el Parque Azulona, recuerdo como la gente nos miraba, sonrientes, viendo lo bien que "nieta" y "abuela" se llevaban.
Una vez pasamos cerca del Gimnasio de Erika... Recuerdo que yo sonreí a Mary y la dije...
"Yo venceré al líder del Gimnasio algún día y haré que estés orgullosa de mí. ¡Yo seré una Maestra Pokémon!" -dije, inocentemente.
"¿Pero no querías tú ser una actriz, pequeña?" -ella respondió.
"Pues seré las dos cosas... ¡Tengo dos manos! ¡Tienes que confiar más en mí, abuelita!" -dije.
Pude ver la cara de alegría que ella puso cuando yo dije esas palabras. Yo era una inocente niñita de seis años en esos momentos... Pero aquellas palabras creo que la llegaron al corazón... Ella había triunfado donde mis padres habían fracasado...
Sin embargo, la tragedia estaba siempre persiguiéndome... Pero mi mayor tragedia fue, también, el principio de mi vida como Duplica Imite...
******
A la edad de setenta años, supongo que su muerte no habría sido del todo inesperada...
El cómo Mary murió, ya es otra historia...
Recuerdo como Mary me dijo que ella estaba deseando apuntarme en un lugar llamado "La Casa de la Fantasía", un lugar en el que una compañía de teatro especializada en jóvenes actores y actrices daba sus actuaciones... Ella sabía que aquello me haría gran ilusión...
Ella había ahorrado algo de dinero para mí, como hacían muchas abuelitas con sus nietos. Aquello me hizo tan feliz que me es complicado expresarlo con palabras...
Pero la felicidad seguramente debería ser una palabra imposible para mí...
Echando un vistazo al periódico que Mary había comprado a la mañana siguiente pude enterarme de que "La Casa de la Fantasía" había sido declarada en ruinas. No es que hubiera sido demolida... De hecho, había comenzado a arder bajo "extrañas circunstancias". En otras palabras, los bastardos de mis padres la quemaron...
¿Que por qué hicieron eso? Por que ellos habían conseguido averiguar dónde estaba viviendo... Y también conocían mis sueños...
Lo supe porque ellos mismos me lo dijeron...
La noche después del incendio yo lloraba mientras dormía, mientras otro sueño se esfumaba... No me duraron mucho las lágrimas... Sentí un pañuelo rodeándome la boca y respiré lo que parecía cloroformo...
Perdí el conocimiento, sabiendo que a partir de ahora mi vida jamás volvería a ser la misma...
***********
Me desperté entre la lluvia... A las afueras de Ciudad Azulona, bajo el cielo estrellado... Oía unas malvadas risas... Unas risas que provenían de dos personas muy familiares para mí, que tras varios años sin volverse a aparecer en mi vida, allí estaban de nuevo. Parecían estar celebrando algo.
"Bueno, bueno. Veo que al fin la familia vuelve a estar unida de nuevo..." -dijo Emily, con aquella sonrisa malévola.
"Hoy vas a venir a conocer a tu abuelo, mocosa. ¿A que tu vida es un asco?" -dijo socarronamente Arnold.
"Supongo que será porque echamos abajo edificios, destrozamos tu vida, tus sueños... tu nueva casa..." - añadió Emily.
No. Ellos no podían haber...
"No sé si los bomberos conseguirán encontrar sus viejos huesos entre toda aquella ceniza... De todas maneras, no creo que se haya perdido mucho... Al fin y al cabo, sólo era una vieja urraca. Cuando has visto a una, ya las has visto a todas..."
Sí. Lo hicieron. ¿POR QUÉ?
"¿La... habéis...? -dije, entre lágrimas.
"Podríamos haberte matado a ti también, por ser tan mala hija. Pero creo que sería más divertido para nosotros torturarte sólo un poquito más antes de acabar contigo..." -dijo Arnold, con una mirada fría.
"¿Qué? ¡Soy vuestra hija! ¡No podéis hacer eso!" -grité.
"¿Hija nuestra? ¡Ja! Tú eres demasiado dulce y buena para poder formar parte del Team Rocket... Sería una vergüenza para nosotros tener una hija como eres tú, mocosa estúpida..." dijo Arnold.
Pude ver el lanzallamas que tenía entre sus manos. El lanzallamas que usaron para quemar "La Casa de la Fantasía"... El lanzallamas que usaron para quemar la casa de Mary... El mismo lanzallamas que usarían para acabar con mi vida.
"Lo mejor de todo esto va a ser oír de nuevo tus gritos de dolor, antes de comenzar a agonizar lenta y dolorosamente... Esto va a ser delicioso..." dijo Emily, mientras se relamía.
Sólo tenía ocho años... Y mi vida iba a acabar, sin ni tan siquiera poder aprovechar todo lo que había estado aprendiendo estos últimos años... Cerré mis ojos... no quise mostrar miedo. No iba a concederles el placer a esos dos monstruos de verme sufrir... puede que la lluvia pudiera parar esto...
... o puede que un cierto Pokémon hubiera escuchado mis plegarias...
"¿Uh? ¿Qué demonios es esto?" -dijo Arnold, confuso.
Vi como una pequeña masa rosa se había introducido en el arma... ¡haciéndolo explotar! Emily y Arnold salieron despedidos varios metros... delante de mí pude ver, un tanto chamuscado, la adorable carita de mi salvación...
Ditto. Mi primer Pokémon... y mi primer Ditto. No será el último que yo tenga, pero sí será el Ditto al que más cariño llegué a tener.
"¿Un... Ditto?" -dije, confundida.
Los dos agentes Rockets mal llamados "padres" se levantaron doloridos del suelo. Vi a Arnold agarrándose su ensangrentada mano derecha y a Emily con una brecha sobre su ojo izquierdo, ambas cosas ocasionadas por la pequeña explosión del lanzallamas... De repente, el Ditto comenzó a transformarse... ¡en el mismo lanzallamas que antes había conseguido destruir!
A partir de entonces supe que ese Pokémon debía de ser especial... Me estaba defendiendo... Él no estaba asustado...
Yo no debería de tener miedo...
Pude entender al fin por qué mis "padres" eran tan brutales conmigo... Temían no poder controlarme... Temían que pudiera volverme contra ellos, ahora que había abierto los ojos... Podría vengarme de todo lo que me hicieron... Podría...
Me agaché y cogí el Ditto-lanzallamas y grité...
"¡Iros de aquí! ¡Dejadme en paz! ¡No quiero volver a veros!" - dije, con lágrimas en los ojos...
No estaba segura de si el Ditto-lanzallamas funcionase, pero yo estaba muy enfadada... Si hubiera funcionado... y los hubiera matado, no sé qué podría haber sido de mí...
Aquellos dos desgraciados abusaron de mí, me torturaron una y otra vez, me destrozaron física y psicológicamente, mataron a la única persona que yo pude considerar familiar mío, quemaron mis sueños... Aquello era demasiado para una pobre niña de ocho años...
Sin embargo, una furiosa niña de ocho años con un lanzallamas era algo por lo que Emily y Arnold no querían arriesgarse a morir... Huyeron, doloridos y vencidos. Había conseguido vencer a mis padres, al fin...
Pero, ¿a qué precio? Caí sobre mis rodillas, sabiendo que ahora, más que nunca, estaba totalmente sola en el mundo...
¿Sola?
"¿Dit?" -dijo una adorable vocecita.
Vi que el Ditto había vuelto a su forma original, y estaba allí conmigo. Yo conocía todo acerca de todos los Pokémon del mundo... Y, ¿cual sería el mejor Pokémon para mí, sabiendo eso? Fácil. Un Pokémon que pudiera convertirse en cualquier otro Pokémon.
"Ditto..." -dijo, en un tono un tanto raro.
Miré la boca de Ditto, y noté que tenía algo. Eran unas bayas rojas que había encontrado en el suelo, y que ahora estaba comiendo. Me aseguré que no fueran venenosas... Y le sonreí... Parecía bastante hambriento.
Sin dejarle terminar de comer, lo levanté del suelo y lo abracé. Me había salvado la vida.
"Muchas gracias... Gracias, amiguito." -dije, emocionada.
Aquello creo que fue el principio de una gran amistad...
**********
No creo que sea complicado de entender que la relación que puedes llegar a tener con tu primer Pokémon puede ser muy fuerte. El equipo que formaban Ash y Pikachu es un gran ejemplo de ello... Odio usar el tiempo pasado para hablar de Ash... Aún no puedo creer que él se haya ido para siempre... Y eso que ahora mismo estoy delante de su ataúd...
Seguiré con la historia...
Ditto fue mi salvador... Casi podría decir que estábamos hechos el uno para el otro... Durante algún tiempo pude sobrevivir gracias a las bayas y frutas que nos encontrábamos por el camino...
Al día siguiente de conocer a mi Ditto conseguimos llegar a una casa quemada... Sí, lo habéis adivinado... Era "La Casa de la Fantasía" que seguramente ya conoceréis... Era aquel lugar en el que se suponía que yo me iba a preparar para ser una actriz... Aún sigo sin comprender por qué no acabó por derrumbarse...
Aquella casa estaba a unos dos kilómetros de Ciudad Azulona, y prácticamente nadie solía pasar por allí ahora, después de la catástrofe...
Aquella fue a partir de ahora mi nueva casa... Quemada y casi condenada al olvido, aquella casa era el único lugar dónde podía quedarme... A mis ocho años tenía que aprender a valerme por mí misma...
Sabía que a pesar de la ayuda de Ditto no podría sobrevivir mucho tiempo a base de frutas y bayas... Tenía que tomar una decisión.
Tenía que comenzar mi vida...
Sé que Mary estaría orgullosa de mí...
Lo sé...
Miré a mi Ditto y vi que me estaba sonriendo. Le cogí entre mis brazos (jamás quise meterle en un Pokéball, principalmente porque en esos momentos no tenía ninguno, y porque él mismo se merecía la libertad que él me había otorgado) y nos dirigimos caminando hacia Ciudad Azulona...
Al llegar allí me enteré de que iba a comenzar un Campeonato Pokémon dentro de tres días... Y había un premio equivalente a ¡5000 $! para el ganador...
Aquello me entusiasmó... Mi Ditto tenía bastante experiencia de su época de Pokémon salvaje, y seguramente podría serme muy útil en aquel campeonato... Había llegado la hora de que el "D Team", como una vez Ashy llamó a mi equipo de Dittos, comenzara a dar sus primeros pasos.
La primera sorpresa desagradable que me tocó soportar fue que para poder apuntarme a aquel torneo yo necesitaba un nombre... Un nombre... Qué ironía... En esos momentos aún no sabía ni cómo me llamaba, ya que mis padres jamás me lo dijeron... Y supongo que el nombre cariñoso de "La Ratita" que una vez Mary me puso no creo que pueda ser un buen nombre...
"Y AHORA, EL CONTRINCANTE DEL GRAN CAMPEÓN DE KANTO ES... ¡LA RATITA!"
Ewwww... Realmente ese pensamiento casi me provoca náuseas...
En esos momentos pensé que había llegado el momento de comenzar una nueva vida... Mire a mi pequeño compañero... El Pokémon cambiante... Cambiante... Necesitaba un cambio... Un nombre que reflejara mi nueva vida...
Duplica Imite.
Ese sería mi nombre a partir de entonces... Un nombre que reflejaría que era una nueva persona... Un nombre con el que rompería la relación con mi horrendo pasado... Un nombre que sigo conservando 17 años después. De hecho, aún sigo conservando el nombre, incluso habiéndome casado con mi Toddy-deh-poo, como él mismo podría confirmar...
En fin... Como es obvio, fue Ditto el Pokémon que inscribí en aquel campeonato.
El torneo consistía en combates de "1 vs 1". No me habría importado... Ellos podrían haber tenido 6 y yo sólo 1, pero no me iba a asustar fácilmente... Estaba dispuesta a ganar ese premio... Costara lo que costara...
Una vez me apunté para el torneo, volví hacia mi "casa"... Me miré en un espejo roto que por allí dentro había... Tenía el pelo excesivamente largo y mal peinado, ya que mis padres jamás quisieron hacer algo que pudiera hacer sentir bien a su hija... Y yo jamás había prestado mucha atención a mi aspecto... De hecho, en la casa de mis padres jamás pude mirarme a un espejo...
"Ditto, ¿podrías transformarte en un cuchillo?" - dije a Ditto.
Me di cuenta de que Ditto mostraba cierto pánico en su mirada. Seguramente él creía que yo... bueno, ya sabéis...
Ditto, no sin negarse varias veces, acabó por transformarse en un cuchillo. Sonreí satisfecha y use el borde afilado del cuchillo para cortarme mi largo pelo... Tras cortármelo, use algo de tela que encontré por allí para hacerme unas gomas para el pelo... Que usé posteriormente para dar forma a mis características coletas...
El cambio ya era completo... Abracé a mi Ditto y, a pesar del hambre y cansancio que tenía después de la caminata, me sentía más viva que nunca.
Los tres días siguientes pasaron demasiado despacio para mí...
************
Sabía que mi primer Ditto era diferente a todos los demás... Después de verle transformarse en aquel lanzallamas, pude comprobar que tenía la habilidad de convertirse en cualquier Pokémon u objeto... No había nada en lo que no pudiera transformarse. Estuve practicando con él una gran cantidad de imitaciones durante las tres noches anteriores, hasta que acababa agotada y me iba a dormir...
Mi querida Mary había abierto una pequeña cuenta en el banco para mí... Se lo agradezco, pero desgraciadamente no había mucho dinero en ella... Si al menos consiguiera ganar ese premio... Si yo lo ganara...
No. Iba a ganar ese premio. Lo necesitaba... Necesitaba ese dinero...
Y el día del torneo llegó.
Vi la Plaza Mayor de Azulona repleta de entrenadores, hablando con sus Pokémon. Vi como los devolvían a sus Pokéballs, cosa que ya jamás llegué a hacer... nunca. Ni tan siquiera cuando yo tuve mis seis Dittos... Su libertad era la mía...
La competición se celebraba en aquella inmensa plaza... Hasta que me tocara el turno, me quedé mirando la competición.
Recuerdo que por ese entonces sólo tenía ocho años, pero allí podía competir gente de todas las edades. La mayoría tenían diez años o más, eso era obvio... Había otros pocos de mi edad, también... Pero me sentía extraña... Al menos todos aquellos jóvenes entrenadores tenían a alguien que los acompañara... Algún amigo en el que apoyarse... Yo estaba allí sola...
Desde el asesinato de Mary, por parte de Arnold y Emily, comencé a echar de menos la compañía de seres humanos. Jamás volví a la Biblioteca desde entonces, así que jamás pude volver a ver a los viejos amigos que allí hice... El ver a toda esa gente allí me hizo sentir solitaria.
No. Ditto estaba conmigo. Era lo único que necesitaba. Ya no podía confiar en la gente, ni en nadie. No podía tener confianza en nadie... Muchas gracias, "padres"... No os podéis imaginar lo mucho que os "quiero"...
Sé que este pensamiento es estúpido, ya que en el mundo también existen muy buenas personas... Pero mis padres me habían destrozado por completo... Es complicado poder volver a confiar en las personas después de todo por lo que pasé...
Vi que mi Ditto me miró, preguntándose en qué estaría yo pensando... Le sonreí, mientras él seguía subido en mi hombro.
"¿Estás preparado, Ditto?" -le dije.
"¡Dit!"
Tomé eso como un sí.
***********
Muchos de aquellos entrenadores hacía tiempo que habían comenzado sus viajes Pokémon y algunos ya tenían algunas medallas. De hecho, varios habían conseguido ganar la medalla Arcoiris de manos de Erika... Aquellos eran considerados los favoritos para ganar el torneo.
Precisamente contra uno de estos "favoritos" fue contra el que tocó luchar...
"¡Ooowwwww! ¡Qué niña más mona! Si tú quieres, procuraré no ser demasiado duro contigo, preciosa... Acabo de ganar la medalla Arcoiris y mi Growlithe tiene ganas de más... Pero puedo ser bueno..." -me dijo un chico gordito, de unos trece años.
"No hace falta que seas bueno... Si tu Pokémon es igual que tú, lleno de aire caliente, no creo que dure mucho..." -dije, en tono burlón.
Oí algunas risas entre los que veían mi combate... Curioso... Una niña de ocho años había conseguido la primera ventaja psicológica ante un arrogante chico de trece años... Esto iba a ser interesante...
"¿Eh? Ignoraré el comentario... ¡Adelante, Growlithe! -dijo el chico, mientras lanzaba el Pokéball.
"¡Ditto, te elijo a ti!" - dije yo, con gran confianza en mis posibilidades.
Creo que al chico por poco le da un ataque de risa al ver a mi Ditto.
"¿Me estás diciendo que esa especie de moco rosa va a luchar contra mi Growlithe? ¡Debes de estar bromeando!" -dijo el gordito, mientras reía sin parar...
Ahora iba a comprobar lo mucho que estaba bromeando.
"¡Ditto, Transformación!"
Para sorpresa de todos, ahora había dos Growlithe en la zona de combate. Pero mi Ditto-lithe se diferenciaba del Growlithe del gordito en una cosa: la cara, que seguía siendo la misma que Ditto tenía. Por todo lo demás, ambos Growlithes era idénticos.
Noté que la gente comenzó a cuchichear entre sí, y mi oponente parecía un tanto confundido... Debía de aprovechar la situación.
"Growlithe, será mejor que acabemos esto rápido. ¡Ataq...!" -intentó decir el chico.
Antes de que pudiera terminar la frase, mi super-rápido Ditto-lithe usó un poderoso ataque Derribo, tras dar yo una orden, el cual dejó al pobre y rollizo Growlithe fuera de combate, el cual no se esperaba semejante ataque...
"¿Uh? ¿Qué?" - dijo el chico, sin creer lo que veían sus ojos.
"Growlithe ha sido vencido... ¡Ditto es el vencedor!"
La cara que puso el chico era impagable... Me dio hasta lástima... Pero eso acabó cuando oí los aplausos de la gente a mi alrededor.
Ditto volvió a su forma original y se lanzó a mis brazos... Creo que la mirada de satisfacción que yo tenía en esos momentos no podría explicarse con palabras...
***********
Recuerdo las miradas de asombro que mis oponentes mostraban al ver como mi Ditto vencía a sus Pokémon en tan sólo un movimiento... Seguramente preguntándose que había algo especial en aquella chica... de tan sólo ocho años...
En las semifinales, era bastante obvio que yo era la favorita del público ahora. Incluso cuando luché contra un chico que "supuestamente" dirigía un "gimnasio" acabé venciendo a su Electabuzz en dos movimientos... Primero lo paralicé con un Onda Trueno y luego hice que su Electabuzz mordiera el polvo con un gran Ataque Rápido de mi Ditto-buzz...
Y llegué a la final... Sorprendentemente, la final me había tocado contra un muy bien entrenado (demasiado bien, diría yo) Raticate...
Me tocó contra un hombre con monóculo y con un traje muy elegante... Era un hombre muy famoso, ya que había diseñado el "inundible" St. Anne (lo de "inundible" fue bastante discutido dos años después).
"Bien, pequeña señorita. Debes ser bastante buena como para haber llegado tan lejos... Te aplaudo, a ti y a tu Ditto... ¡Sois extraordinarios!" -dijo el caballero, educadamente.
"Muchas gracias, señor."- dije, un tanto avergonzada.
Y así comenzó lo que yo llamaría mi primer combate "en serio"...
"Raticate... ¡Patada Salto! -dijo el caballero.
"Ditto... ¡Bajo tierra con un Excavar!"
Raticate contra Ditto-cate. Hice bien en ordenarle a Ditto-cate que excavara, ya que así pudo esquivar aquella Patada Salto de aquel extraño Raticate karateka... Una vez la rata voladora aterrizó en el suelo, mi Ditto apareció detrás de él.
"¡Ataque Rápido!" -dijimos a la vez el caballero y yo.
Ambos Pokémon impactaron sus cabezas el uno contra el otro... Tras un rato de incertidumbre, ambos retrocedieron unos metros.
"¡Vaya! Como yo me esperaba, tu Pokémon es bastante bueno. ¡Vamos a ver si puede soportar un Hiper Colmillo!"
El Raticate del caballero se dirigió a toda velocidad hacia mi asustado Ditto-cate, mientras mostraba sus grandes dientes.
"Ditto. ¡Usa el Doble Equipo! ¡Rápido!" -grité.
Ditto-cate de repente comenzó a dar vueltas a gran velocidad, creando la ilusión de que había cinco de ellos... El Raticate se lanzó rápidamente a morder a uno de ellos y...
...aterrizó al otro lado, un poco avergonzado.
"Ditto... ¡Atácale con un Super Diente!"
Mi Ditto-cate mordió bastante fuerte al indefenso Raticate... Dolorido, se liberó como pudo del mordisco y saltó hacia atrás... Sus reservas de energía habían sido reducidas a la mitad tras el poderoso Super Diente de mi Ditto-cate... El caballero comenzó a preocuparse...
"¡Vaya con la jovencita! ¡Se va a enterar! ¡Raticate, Super Diente!"
"Ditto. ¡Ataque Rápido!"
Vi como el caballero mostraba una sonrisa. Algo me decía que guardaba un as bajo la manga.
"¡Raticate, bajo tierra con un Excavar!"
¡Vaya! Raticate había esquivado mi ataque escondiéndose bajo tierra, y un ataque Excavar era un ataque del que uno nunca podía fiarse.
Veía esfumarse el gran premio...
Espera un momento... Recuerdo que, en el anterior combate del caballero, su Raticate usó un potente ataque contra un Sandshrew... Y sí...
Sí... Podría funcionar...
"Y ahora, Raticate... ¡ARRIBA!" -dijo el hombre, mostrando una sonrisa de ganador.
Pero, al igual que él sonreía, yo también sonreía...
"Ditto... ¡VENTISCA!"
Oí voces de entre el público. Parecían extrañados y sorprendidos...
La sorpresa aumentó al ver que de los dientes de mi Ditto-cate comenzó a salir un intenso vendaval de nieve que impactó con gran potencia en el cuerpo del Raticate, que acababa de salir de su agujero...
La fuerza del ataque hizo que el Raticate golpeara una pared cercana...
Se acabó... El Raticate había sido vencido... Vi al caballero, aún sorprendido... Me estaba aplaudiendo...
"Buen trabajo, jovencita. ¡Honestamente puedo decirte que te mereces un gran aplauso!" -dijo cortésmente aquel hombre.
Me puse colorada... No estaba muy acostumbrada a que me dijeran cumplidos.
"Gracias... Ha sido un gran combate, señor." -dije, avergonzada.
Bueno... Supongo que a la gente de Ciudad Azulona le resultó sorprendente el que una niña de ocho años hubiera ganado la competición. Al menos ya tenía una base para sobrevivir, gracias al premio... (a pesar de que la gente cuchicheaba entre sí, preguntándose dónde estarían mis padres).
Ahora que tenía el dinero, debería avanzar un poquito más.
Yo debía continuar con mi sueño... Por Mary...
************
Como mis habilidades como entrenadora Pokémon eran incuestionables, seguí participando en aquellos mini-torneos, ganándolos... Bueno, no todos, pero los que gané al menos me ayudaban un poco a solventar mis problemas económicos...
Afortunadamente para mí, "La Casa de la Fantasía" había sido abandonada, así que yo no tenía que pagar ningún tipo de alquiler o hipoteca por estar allí... Digamos que yo estaba hecha una pequeña "okupa"...
El dinero me ayudó a remodelarla un poco...
Fue en esa época cuando me di cuenta de que mi Ditto también había sido abandonado... como yo. Supongo que su anterior dueño, conociendo el problema que mi Ditto tenía imitando las caras, lo abandonaría...
Creo que Ditto, al verme ante aquella situación en la que me pusieron mis padres, quiso unirse a mí, esperando que aquella humana (o sea, yo) fuera más buena con él que lo que su antiguo dueño fue.
Afortunadamente para él, yo sí cumplía esos requisitos...
Sí. He de admitir que cuando me di cuenta de que este Ditto no sabía transformar su cara me quedé un tanto extrañada... Era un Ditto, digamos, "defectuoso"... Pero el amor entre los Pokémon y los humanos puede llegar a ser más fuerte de lo que parece... Y yo quería a mi Ditto más que a nada en el mundo.
Ahora que había cambiado mi nombre, tenía un buen Pokémon y algo de dinero, sabía que tenía que comenzar a vivir mi sueño.
A pesar de todo, yo decidí no ser una Maestra Pokémon... Eh, seguía entrenando duramente, por supuesto... Pero mi objetivo no sería ese... No al menos convertirme en una Maestra Pokémon...
Me convertiría en una "Maestra Ditto"... Eso sí que sería un buen reto...
También pensé que debería continuar con mi otro sueño: el de convertirme en actriz. Quería ser una actriz, una verdadera estrella...
Con el dinero ganado pensé en remodelar la casa, para acabar renombrándola "Casa de Imitación" de Duplica Imite... Así sería conocida a partir de ese momento.
Sabía que sería un trabajo duro, pero gracias a Ditto, y unas cuantas noches sin dormir, conseguimos que la nueva "Casa de Imitación" estuviera lista para tener actuaciones de nuevo.
A los pocos días puse un anuncio en el periódico de Ciudad Azulona, diciendo que el teatro abandonado de las afueras de la ciudad volvía a estar a pleno rendimiento... Y desde entonces no dejé de entrenar con mi Ditto, para poder satisfacer a los curiosos que se acercaran por allí.
Sabía que tenía que dar lo mejor de mí misma para que aquello funcionara...
Al principio la gente no venía... Era de esperar... No me importó...
Con el tiempo llegué a imitar a la perfección a decenas de Pokémon... Me creaba hasta mis propios diseños, los cuales me ayudarían en mis actuaciones (y ya aprovecho para decir que también me hice los trajes típicos de la enfermera Joy o la agente Jenny, que como podréis imaginar eran prácticamente imposibles de conseguir esos trajes sin ser arrestada...). Ditto y yo llegamos a formar un gran equipo.
Creía que el problema de la cara de Ditto no debería ser un problema... Es más podría incluso ser un aliciente para nuestras actuaciones, dada su rareza entre los Dittos. Quizá eso podría gustar a la gente...
Sin embargo, tras unas pocas actuaciones, pude comprobar cuan desconsiderada podría a veces ser la gente...
En una de aquellas actuaciones, y a pesar de mis grandes esfuerzos por satisfacer al público, comencé a oír gritos de "¡Vaya cara más estúpida que tiene!"... Nada de lo que yo dijera les importaba nada... Al parecer, como mi Ditto no era perfecto, no se merecía el respeto del público...
*********
Recuerdo que en la noche después de ese incidente me puse a llorar, preguntándome si todo lo que estaba haciendo serviría de algo...
Ditto, al verme llorar, interpretó mal la situación... Creía que yo estaba enfadada con él, y se puede decir que casi salió corriendo... Ditto creía que yo también lo abandonaría, como hizo su anterior dueño... Creo que pensaba que yo tampoco lo quería...
Yo lo detuve a tiempo... Aunque fuera triste para mí y para mi vida toda aquella situación, no era culpa de mi pequeño amigo. Supongo que el abrazarlo calmaría aquellos sentimientos durante algún tiempo...
Tuve que cerrar la "Casa de Imitación", ya que la gente había dejado de venir... No sabía qué hacer. Las cosas no estaban saliendo como yo las había planeado... Y, a pesar del dinero que había acumulado gracias a los torneos y a mis actuaciones, no creo que pudiera sobrevivir por mucho más tiempo en aquella situación...
Y entonces, un día... Él apareció...
*****
Ash Ketchum.
Él, junto a dos de sus amigos, Misty Williams y Brock Slate, entraron a mi "casa", para resguardarse de la lluvia... Los había visto entrar desde la ventana de mi habitación, en el piso superior...
No voy a entrar en muchos detalles contando todo esto, ya que seguramente sabréis qué es lo que ocurrió aquella vez... De todas maneras, voy a intentar resumirlo todo un poco...
Sonreí... Era la primera vez que iba a tener compañía después de mucho tiempo...
Así que intenté actuar de la misma manera que solía actuar frente a mi público... Tenía que aprovechar que venían nuevos "clientes"... (al menos así los consideré antes de conocerlos más a fondo).
Tomé buena nota del vestuario de Ash... Fui a la habitación donde guardaba mis trajes y comencé a buscar rápidamente las ropas más parecidas a las suyas que pudiera encontrar...
Cuando salí de allí, se puede decir que me había convertido en una réplica perfecta de Ash... Era igualita hasta en la gorra (era una gorra que Mary me había regalado por mi octavo cumpleaños: había pertenecido a su nieto).
Bueno... Era igualita en todo salvo en que yo estaba infinitamente más encantadora en esas ropas de lo que el propio Ashy estaba en las suyas.
No... Tranquilos... No os preocupéis... No me voy a convertir en Giselle... Es sólo una bromilla que nos teníamos entre Misty y yo siempre que a mí se me ocurría disfrazarme de él...
Bueno, una vez imitado el entrenador, había que imitar a su Pokémon. Así que mi pequeño Ditto decidió meterse en la acción... ¡Ditto-chu había llegado a la casa!
Recuerdo como Ditto y Pikachu comenzaron a hacer ese extraño "baile del espejo", en el que Ditto imitaba todos los movimientos de un extrañado Pikachu... A Misty aquello le pareció algo adorable y agarró a mi Ditto- chu, mientras yo observaba la escena escondida entre la oscuridad...
El ver que la cara de ese ¿Pikachu? era un tanto extraña hizo a Misty asustarse, a Brock le hizo pensar... y a Ash... ¿Cómo lo describiría? Bueno, Ash seguía siendo Ash...
Dos ataques Impactrueno chocando el uno contra el otro y su posterior y penoso intento de capturarlo lo explican todo, ¿verdad?
Tras esto, había llegado la hora de hacer mi aparición estelar...
Como todas las buenas actrices saben, el saber hacer una entrada dramática es siempre muy importante... Hice girar en mi dedo un Pokéball y lo lancé con tanta puntería que hasta Casey me habría contratado para su equipo de béisbol...
Dos Pokéballs chocaron en el aire... Una persona misteriosa apareció (yo, claro ^_^)... Y Brock era el único de los tres que se dio cuenta de que yo era una chica disfrazada de Ash... Curioso...
Después de presentarme yo y mi Pokémon, Ash tuvo que hacer un dañante comentario...
"Entrenar a un Ditto es aburrido".
¿Aburrido? Aquel bobo, al que yo llamé "Pequeño Ashy", parecía no conocerme demasiado... Y se celebró un combate...
Como supongo que muchos de vosotros ya sabréis el resultado de ese combate no creo que haga falta describirlo, ¿verdad?
En fin... Que el Pequeño Ashy acabó perdiendo, con la lección aprendida... Una vez resuelta aquella pequeña rencilla, me di cuenta de que podía confiar en aquellas tres personas.
De hecho, a Misty y Pikachu les encantaban mis imitaciones, al igual que a Brock (seguramente la cosa había sido más "interesante" si yo hubiera tenido algunos años más, en vez de mis escasos diez años... ya sabéis a qué me refiero)
Ash no estaba muy feliz, después de la derrota. Oí como Brock parecía maravillado con mi combate... Le parecía increíble que yo supiera tanto de los Pokémon...
He de reconocer que aquellos halagos me habían pillado un poco desprevenida. Casi me sonrojo en exceso por lo que Brock dijo, antes de que Ash me bajara de las nubes con otro de sus comentarios.
He de reconocer que por aquel entonces tuve una "pequeñísima" atracción por Brock... Sin embargo, los cinco o seis años de diferencia no era algo que se pudiera solventar fácilmente...
Pero con respecto a Ashy... aquello era otro cantar.
Había sido bastante bonito de su parte, al igual que de Misty y Brock, que me ayudaran para conseguir recuperar a mi Ditto cuando fue secuestrado poco después por Jessie y James...
Sin embargo, para conseguir que una mala situación se convierta en una buena, había que hacer una gran imitación.
Yo sugerí la idea de disfrazarnos como el Team Rocket, y Ash y Misty me enseñaron el lema (ellos lo habían escuchado unas pocas veces antes, así que ellos lo recordaban perfectamente... bueno, cuando quise decir unas pocas veces, quise decir unos pocos CIENTOS de veces). Conseguí los trajes para mí y para ellos y... sentí que, por primera vez, yo tenía amigos.
El sólo ver la posterior reacción del Team Rocket fue realmente divertido...
A pesar de todo... Ellos me hicieron un gran favor ayudando, sin quererlo, a mi Ditto a conseguir que al fin pudiera transformar completamente su cara... Además, conseguí que de ellos saliera una lágrima de emoción... Pero, a pesar de todo, Jessie y James seguían siendo unos criminales en aquellos momentos.
Un fallido intento de cambiarme a Meowth por Ditto, seguido de un trabajo en equipo de Ash y yo juntos y... ellos despegaron de nuevo.
Era perfecto... Todo era perfecto... Mi Ditto ya era perfecto... La vida podía seguir su rumbo. Y ahora, al fin, había conocido a los primeros amigos verdaderos humanos que yo jamás hubiera tenido: Ash, Misty y Brock.
Cuando ellos se marcharon recuerdo que yo los invité para que vinieran a visitarme algún otro día... y, entonces... Ashy me sonrió...
Sentí que mi corazón intentaba dejar mi cuerpo, pero se quedó atrapado en mi garganta... Casi me caigo de la escalera... ¿Había sido aquello un flechazo?
Sí... Yo fui la primera del trío de "Las 3 Brujas de Eastwich", como Misty nos llamaba a Casey, Melody y yo. Ella sabía que nosotras tres habíamos sentido alguna especie de "flechazo" con "su" Ash, así que siempre nos había tenido MUY vigiladas en ese aspecto...
Pero eso será algo que ya descubriréis con el tiempo...
Si... Ya sé que Ash era tonto, cabezota a veces, un mal perdedor y un creído cuando ganaba, al menos en aquella época. Sin embargo, él era muy amable y adorable... Al menos para mi gusto... ¡Seguro que Misty me mataría si me oyera decir esto ahora!
Pero ellos se fueron... No quería que se fueran... Recé para que por favor pudiera verlos de nuevo...
Desaparecieron en el horizonte... Miré atrás, a la "Casa de Imitación", y decidí que había que volver a continuar con lo que había empezado...
Había llegado la hora de que D&D volvieran a los escenarios una vez más.
***********
A los pocos días de la visita de Ash y compañía, volví a seguir con mis actuaciones... Me costó un poco volver a captar la atención del público, ya que la gente recordaba mis antiguas decepciones... De hecho, me tuve que rebajar a hacer mis actuaciones gratuitas... Tenía que conseguir que la gente volviera a verme...
Pero ahora, con Ditto a pleno rendimiento, las cosas parecían que iban a mejorar... un poquito.
********
Al parecer, la gente que venía a ver mis actuaciones salía bastante satisfecha... Aquello fue mi beneficioso para mí, ya que estaba comenzando a tener algo de fama...
De hecho, me sorprendió ver entre mi público a la famosa Lara Laramie, la dueña del Rancho Laramie... También estaba el experimentado guarda Johnson, guarda de la Zona Safari... Y Aya Sayokawa, hermana del Líder de Ciudad Fucsia: el Maestro Koga...
¡Había conseguido atraer a celebridades! ¡Esa era una gran noticia!
De hecho, pocos días después de aquella actuación, conocí la noticia de que los propietarios de la Zona Safari se habían hecho grandes admiradores míos... Gracias a ellos se había extendido el rumor de que una joven chica prodigio había comenzado a convertirse en una moda... De hecho, el señor Johnson me invitó a su casa, para que les ofreciera algo de mi arte a todos sus familiares... Algunos de ellos hasta me pidieron autógrafos...
¿Yo, autógrafos? ¿La que una vez fue conocida como "el error"?
¡No me lo podía creer!
Desde aquel día, y gracias a la publicidad que el señor Johnson y su familia me habían dado, ahora recibía peticiones de muchos otros sitios... En algunos sitios hasta quisieron llegar a darme cantidades desorbitadas de dinero... Ya no sabía qué hacer... ¿Al fin lo habría conseguido? ¿Al fin podría realizar mi vida?
**********
Bueno, en realidad no me pagaban tanto por mis actuaciones, pero para mí todo aquel dinero que me daban me ayudaba bastante. Pero todo esto también tienen su parte negativa... Todos estos shows, actuaciones, viajes, a lo largo de todo Kanto... hacen bastante daño en los cuerpos de mi Ditto y yo... Siempre acabábamos agotados...
El dormir siempre era un problema...
La gente parecía haber olvidado que yo sólo era una chica a punto de cumplir 11 años... La gente había comenzado a tratarme como si fuera adulta, con las ventajas e inconvenientes que eso conlleva.... A veces llegué a pensar que yo quería ser una chica normal, aunque todo esto que me estaba pasando fuera mi sueño dorado... Quería también divertirme... Tener amigos y todas esas cosas...
En una de mis actuaciones, en la que hice una parodia en versión Pokémon de la Guerra Civil de Kanto en la que peleaban los Republicanos Croconaw contra los Anarquistas Raichus... fue donde vi por primera vez al que sería mi marido 13 años después... Todd Snap.
No. No fue otro de esos "flechazos" que a mí me dan demasiado a menudo... Yo sólo recuerdo que la primera vez que lo vi fue allí, con su inseparable cámara de fotos, haciendo fotos de los Croconaws y los Raichus mientras actuaban. Se me ha olvidado decir que aquellos Raichus y Croconaws me los prestaron los dueños de la Zona Safari, por si os extrañabais...
¡Qué manía que tengo con irme del tema del que estoy hablando!
En fin... Quería decir que Todd, como ya comprobaréis más tarde, me hizo un comentario muy bonito sobre aquel día, varios años después...
"Nunca había fotografiado nada tan bello como las fotos que te hice a ti aquel día..." - él me dijo, años más tarde, más rojo que un tomate...
¡Bah! ¡Ya lo he dicho! ¿Por qué tendré que adelantar acontecimientos?
En fin, en realidad lo que me dijo aquel día del que estoy hablando fue un simple "Buen trabajo" a lo que yo respondí con un simple "Hola y adiós". No tenía muchas ganas de hablar con la gente en esos momentos, y menos aún con un completo desconocido. Además, en ese momento estaba muy cansada por culpa de aquel agotador trabajo de aquel día y no tenía muy buen humor que digamos...
Pero he decir una cosa... ¡Aquel joven fotógrafo no estaba nada mal!
***********
Bueno... Llegados a este punto de mi historia, creo que ha llegado la hora de contaros como conseguí a mi segundo Ditto... ¡MiniDit!
La historia de MiniDit es muy similar a la de mi Ditto... También había sido abandonado porque MiniDit también era un Ditto defectuoso... Es muy común entre estos Pokémon este tipo de "fallos", ya que el ADN de los Ditto es muy irregular y pueden sufrir alteraciones... En este caso el problema de MiniDit es que al transformarse en un Pokémon se convertía en un versión mucho más pequeña del Pokémon en el que se transformaba... A su antiguo entrenador no creo que eso le gustara demasiado y lo abandonó...
Lo peor de todo esto es que yo vi ese abandono con mis propios ojos...
Yo estaba caminando siguiendo el curso de un arrollo, cuando me encontré con un tipejo que estaba golpeando a un Ditto con un palo...
"¡Esto es lo que te mereces por ponerme siempre en ridículo, estúpida masa amorfa!" dijo el chico, mientras lo golpeaba de nuevo.
Mi Ditto, al ver aquello, estaba furioso... Yo también...
El problema es que aquel chico debería ser dos años mayor que yo, y parecía ser muy violento... Cualquier otra persona se habría apartado de él para no salir malparado...
Pero yo, puede que un poco inconscientemente, le planté cara. Yo ya no era la pobre niña pequeña que había sido en mi infancia... Ahora sabía artes marciales y tenía mucha confianza en mí misma... Y no iba a permitir que nadie sufriera por el abuso de nadie... Y menos aún si era un Ditto el que estaba siendo atacado...
"¿Se puede saber qué estás haciendo?" -dije, enfadada, con las lágrimas a punto de salir de mis ojos.
El chico me miró, de mala gana.
"¿Y tú qué crees? ¡Estoy demostrando lo inútil que es este Pokémon! ¡Este estúpido Ditto sólo sabe transformarse en versiones más pequeñas de los Pokémon! ¿Sabes lo humillante que resulta eso cuando combato contra un Snorlax? ¡Bueno, supongo que este pequeñajo habrá perdido ya por última vez!"
Vi, aterrada, como aquel desalmado golpeaba aún con más fuerza al Ditto con el palo... El pobre Ditto salió despedido varios metros.
"¡Esto empieza a ser divertido!" - dijo aquella... "cosa".
Estuve a punto de coger una piedra y estampársela en la cabeza, pero tuve que resistirme... Pero mi lengua no se resistió.
"¡Hey, tú! ¡Caraculo! ¿Por qué no te metes con alguien de tu propio tamaño, imbécil?" - dije yo, desafiante, aunque asustada al mismo tiempo.
El chico se giró, furioso, hacia mí... Pero al ver mi cara enfurecida sintió algo de extrañeza...
"¿Cómo puede salir un lenguaje tan malo de una cara tan bonita? ¡Vete a tomar viento fresco, mocosa! ¡No me hagas perder el tiempo contigo!"
No dije nada... Mi Ditto se bajó de mi hombro de un salto y se quedó mirando furioso a aquel entrenador...
"¿Otra de esas cosas inútiles? ¿Así que estáis enfadados por lo que le estoy haciendo a este otro Ditto inútil? Os propongo un trato... Si me ganáis en un combate Pokémon os permitiré quedaros con aquel montón de gelatina rosa... Y si perdéis, ¡os largáis de aquí para no veros más!"
No dije nada... Ditto estaba cada vez más furioso...
"Veo que, aunque no contestes, estás de acuerdo... Será un combate entre esa cosa mal llamada Pokémon y mi gran Scyther... ¡Adelante, Scyther!"
Mientras lanzaba su Pokéball, los recuerdos de mis padres golpeándome volvieron a mi mente... El ver a aquel Ditto siendo salvajemente golpeado por aquel imbécil me habían vuelto a traer aquellos pensamientos a mi cabeza... Aquellos pensamientos que jamás quise volvieran a aparecer...
No iba a haber piedad...
"¡Ditto! ¡Acaba con él!" - grité.
Ditto no necesitó que se lo preguntaran dos veces... Astutamente se convirtió en un Arcanine, lo que provocó en aquel desgraciado una extraña expresión de pánico.
"¿Qué... qué has dicho? ¿Cómo es posible esto?" -dijo, sorprendido.
Con el paso del tiempo, y gracias a mi entrenamiento, Ditto había conseguido la habilidad de convertirse en cualquier Pokémon que se le antojara... Yo jamás usaba esta habilidad en un combate Pokémon, ya que aquello podría considerarse como hacer trampas, pero consideré oportuno saltarme las reglas aquella vez. Este era un caso especial, así que necesitaba medidas especiales... Para desgracia de él y su Scyther...
Literalmente Ditto-cane hizo un "Scyther a la brasa" con un poderoso ataque Llamarada, y si aquel idiota no hubiera huido a tiempo seguramente mi enfurecido Ditto-cane hubiera arrancado la cabeza a ambos de un Mordisco... Los gritos de pánico de aquel chico y su Scyther pudieron oírse durante varios kilómetros...
Una vez Ditto-cane se tranquilizó, y yo también, nos acercamos hacia el pobre Ditto herido... Lo abracé, mientras recordaba a Mary...
"Shhh.... No tengas miedo, pequeño Ditto... Yo cuidaré de ti... Nada de esto volverá a pasarte..."
Aquellos recuerdos me hicieron llorar... Mary había cuidado de mí... Me había salvado... Y ahora yo había tenido la oportunidad de salvar a un Ditto...
Y la aproveché...
Aquel Ditto me sonrió... Una sonrisa... otra sonrisa... Había conseguido ganarme el corazón de aquel pequeñajo...
*********
Pude comprobar con mis propios ojos aquella fabulosa habilidad de MiniDit, como cariñosamente yo lo llamé (sí, se nota que soy muy amiga de poner motes a la gente: Pequeño Ashy, Furia Pelirroja, Brocko Rocko... Toddy-deh- poh).
La habilidad de MiniDit de transformarse en una versión reducida de los Pokémon a los que se enfrenta era bastante curiosa. Aunque yo, al contrario que el idiota de su anterior dueño, tomaba aquella habilidad más como una ventaja que como un defecto...
¡Los Pokémon en los que se transformaba eran tan adorables con ese tamaño tan pequeño!
Ni qué decir que esta cualidad atrajo irresistiblemente a Jessie y James... como ya os contaré más tarde...
Yo recuerdo que una vez, en una de mis actuaciones, ordené a MiniDit que hiciera las mismas transformaciones que realizaba Ditto... A la gente le pareció tan adorable que al terminar la actuación me dieron una buena propina...
Ditto sintió envidia de MiniDit los primeros días, pero ya se le ha pasado...
Había ganado otro nuevo amiguito... Pero seguía teniendo mi corazón vacío... Sí, yo era muy independiente y sabía arreglármelas muy bien sola... Pero...
Necesitaba alguna amistad humana...
*********
Mientras yo seguía convirtiéndome en una madura chica de 13 años, yo intenté expandir mis horizontes. Habiendo ya dejado algo de mi popularidad en Kanto, ya iba siendo hora de llegar a Johto...
Antes de eso había pasado un tiempo en Isla Canela y las Islas Naranja, apenas dos semanas... Pero comparado con eso, Johto era un mayor desafío.
Uno de los primeros fans que conseguí allí fue Whitney (Blanca), líder del Gimnasio de Ciudad Trigal...
Recuerdo como hice una de mis actuaciones en su granja, frente a un batallón de 500 preescolares viéndome a mí y a mi Ditto haciendo una reconstrucción del último combate de Whitney (el cual, si os soy sincera, fue muy bueno).
Mi Ditto se convirtió en un Kadabra (Ditto-dabra) y yo me disfracé de Miltank.
Intenté hacer el ataque Desenrollar contra mi "enemigo" Ditto-dabra, pero la poca práctica que tenía haciendo ese ataque hizo que me golpeara la cabeza ridículamente contra el suelo... Las infantiles risas de todos aquellos niños, unidas a las carcajadas de Whitney, me provocaron a mí también unas inaguantables ganas de reír...
A pesar de ese tonto fallo, había tenido un "éxito"...
Esas caras felices mirándome, sonriendo... Aquellos niños tan alegres y felices... Eso era todo lo que yo necesitaba...
Ahora que mi futuro parecía tan esperanzador, me negaba profundamente a volver a los pensamientos de mi terrible pasado... Aunque, como ya habéis podido comprobar anteriormente en mi relato, no siempre conseguía borrar los recuerdos...
No mucho después de mi actuación en la granja recibí una llamada de un hombre, que al parecer era el director-jefe de una cosa llamada "Pokémon Theatre Arts"... Aparentemente, Whitney los había llamado para proponerme...
No sé qué es lo que Whitney les habría dicho, pero aquel hombre me dijo que había sido seleccionada para participar en el próximo "Concurso Anual de Interpretación Pokémon".
No me lo pude creer. Aquello era como si me hubiera tocado la lotería... Aquel concurso era como una especie de trampolín para que todos aquellos aspirantes a actores o actrices dieran su primer gran paso hacia el estrellato... De hecho, actores tan conocidos como Brad Van Dam o Fiorello Capucchino, a los que ya mencioné anteriormente, habían pasado por ese concurso antes de convertirse en las celebridades que ahora son...
Aquello podría ser mi camino hacia la fama... Sólo espero que entre el público que viera mis actuaciones no se encontrara aquel "famoso" director de cine Cleavon Spielbunk... Ese tipo era la vergüenza nacional en cuanto a creación de películas se refiere... Casi me atrevería a perder el concurso a propósito si participar en sus películas fuera el premio... ¡Me dan náuseas sólo de pensarlo! ¡Sus películas son malísimas!
Pero aquel concurso tardaría aún varios meses en celebrarse, así que hasta entonces os contaré otras anécdotas...
*********
En fin.. Un día yo estaba ocupada bebiendo una bebida mientras MiniDit era tratado en un Centro Pokémon... Estaba hablando con mi Ditto cuando....
"¡Dit! ¡Ditto! -dijo Ditto, mientras subía nervioso sobre mi hombro.
"¿Qué pasa, Pequeño Ditto?" -señalé, mientras veía como mi primer Pokémon señalaba a través de una de las ventanas del Centro Pokémon.
Y pude ver, a lo lejos, la familiar figura de tres personas a las que no había visto desde hacía dos años y medio: Ash, Brock y Misty.
La sonrisa que se me formó en la cara en aquellos momentos habría sido imposible de borrar... El verlos de nuevo me había llenado de tanta felicidad que...
Me disfracé de nuevo, para intentar engañarles... (manías que tiene una).
Al ver que la enfermera Joy no se encontraba presente, se me ocurrió una idea... No creo que a la enfermera Joy le importara demasiado, así que entré disimuladamente en su vestidor y agarré uno de los muchos trajes de enfermera que allí había colgados...
Me reía para mis adentros mientras me ponía el traje y ordené a mi Ditto que se transformara en un Chansey... Justo en ese momento oí las familiares voces de Ash y compañía, mientras entraban en un Centro Pokémon aparentemente "vacío".
Cuando ¿Chansey? y la ¿enfermera Joy? aparecieron, Ash y Misty no notaron el engaño... Brock, sin embargo, parecía tener una especie de detector de enfermeras Joys, mientras me miraba muy fijamente a la cara... A este Brock es imposible engañarle...
Tan pronto como Ditto volvió a su forma normal, ellos al fin consiguieron darse cuenta de quien era... Me alegró mucho que ellos sonrieran al verme...
Es genial tener amigos...
*********
Como estos acontecimientos es posible que también sean conocidos por vosotros, intentaré resumirlos un poco... desde mi punto de vista...
Este día en el que Ash y compañía se encontraron de nuevo conmigo dieron lugar a varios momentos en mi vida que jamás olvidaré... Uno de esos momentos fue el de Jessie y James intentando llevarse a MiniDit...
Pude comprobar, con bastante sorpresa, que Jessie y James tenían entre sus filas a un super-impresionante Wobbuffet... Se veía a la legua que ese Wobbuffet tenía bastante talento...
Lástima que Jessie y James no supieran manejarlo del todo bien aún... Seguramente creeréis que los Wobbuffets son tontos, pero en realidad son unos Pokémon bastante incomprendidos... Los Wobbuffets salvajes viven escondidos en cuevas, ya que les da miedo la gente, o luchar contra otros Pokémon... Por eso nunca atacan antes... Siempre prefieren esperar y tener paciencia antes de hacer el siguiente movimiento... Son unos expertos en el arte de la concentración... Hasta Pokémon tan poderosos como Charizard o Alakazam deberían tener mucho cuidado con ellos...
Pero el Wobbuffet del Team Rocket era especial. Al contrario que la mayoría de los Wobbuffets, este era muy alegre y... excéntrico. Pero no por ello era menos temible... Bajo ese aspecto estúpido y despistado se encontraba un gran adversario... Si era entrenado apropiadamente, claro... Cosa que, afortunadamente para nosotros, no era precisamente la especialidad de Jessie y James.
Después de este pequeño homenaje a Wobbuffet (me cae bien este Pokémon), he de recalcar que también en aquellos momentos pude confirmar con plenas garantías que había comenzado a enamorarme de Ashy...
Cuando el Team Rocket se llevó a MiniDit, yo y mis amigos comenzamos a buscarlos por todas partes... Ash había enviado a Noctowl y yo ordené a Ditto que se transformara en otro Noctowl... Esos dos Pokémon pájaro nos ayudarían a encontrar a Jessie y James.
Ash parecía querer venir conmigo, lo cual me sorprendió un poco... Llegué a pensar que él... y yo...
Ahora sé que aquello no significaba nada, ya que según me dijo Misty una vez eso lo hacía siempre... No le importaba ayudar a cualquiera... No buscaba recompensas... No buscaba intereses...
Simplemente ayudaba... Y eso es lo que a Misty le atrajo de él, como ella me dijo...
Pero, de todas maneras, en aquellos momentos, yo me sentía muy cercana a él.
Seguiré contando...
Estábamos caminando a través del bosque, y seguíamos sin encontrar a mi querido MiniDit por ninguna parte. Empecé a llorar, desesperada...
"¿Y qué pasará si no lo encontramos otra vez? -dije, mientras Ash y Pikachu me miraban, preocupados.
Recordaré lo que pasó a continuación por el resto de mi vida.
Ash me puso una mano en mi hombro derecho, mientras yo lo miraba a sus ojos... Aquellos ojos me miraban amistosamente, con cariño...
"No te preocupes, Duplica. Lo encontraremos. No sé a dónde habrán ido Jessie y James, pero mis amigos y yo ya les hemos parado los pies muchas otras veces... Recuperaremos a tu Ditto, Duplica... por ti. Te lo prometo..."
Por ti. Te lo prometo...
Aquellas simples cinco palabras me hicieron sentir como si se hubiera hecho el cielo en la tierra.
Tuve que aguantarme las ganas de abrazarlo... Aquello era lo más bonito que me habían dicho en la vida, desde que Mary había muerto... Pero Ash sólo era un buen chico... No habría sido justo que me aprovechara de la situación... Así que sólo le respondí con un "Gracias... Ash".
Él me ofreció la mano, y Pikachu una de sus pequeñas manitas mientras yo sonreía, enjugándome mis lágrimas... Unas lágrimas de alegría al notar la amistad de un gran amigo... Tras esto, continuamos buscando a Jessie y James... hasta que al final los encontramos y tras unos cuantos combates conseguimos recuperar a MiniDit.
Pero también había encontrado algo... Había descubierto que me había enamorado...
Otra de las cosas que descubrí aquel día era que Ash había comenzado a convertirse en un grandísimo entrenador, y mucho más maduro.
Me trató con respeto cuando los dos fuimos a hacer un combate amistoso, tras recuperar a MiniDit (nuestro primer combate de aquel día había sido interrumpido por Jessie y James, mientras hacían una "aterradora" imitación de Ash y yo).
El combate, del que nunca supisteis el resultado, os lo contaré a vosotros a continuación...
¡MiniDit contra Totodile!
"¡Esta vez no me pillarás de sorpresa, Duplica! ¡Ya he visto de lo que eres capaz!" -dijo Ash, mientras Totodile salía de su Pokéball.
"¡Y esta vez yo no voy a ser tan blanda contigo, Pequeño Ashy! -yo dije, convencida de mis posibilidades de victoria.
"¡Me parece estupendo, Duplica, pero esta vez ganaremos nosotros! ¡Totodile, Pistola de Agua!"
El chiflado mini-cocodrilo de Ash disparó un potente chorro de agua hacia mi MiniDit, convertido en Mini-dile... Pero yo contraataqué...
"¡MiniDit, Pistola de Agua! - grité.
Los dos chorros impactaron y se anularon mutuamente, mientras los dos Pokémon retrocedían unos metros... Oí como Misty y Brock hacían sus comentarios acerca del combate: Brock estaba contando sus estadísticas sobre el combate, y Misty parecía no estar muy segura de a quién animar...
Sí... Puede que en esos momentos me sintiera un poco culpable por sentir lo que yo sentía por Ash... Pero con el tiempo Misty y yo nos haríamos bastante amigas... Casi como hermanas... Y más ahora que Ashy se había ido...
Continuo con mi historia, antes de que me ponga a llorar volviendo al triste presente del funeral...
"¡Totodile, ataque Arañazo!" -dijo Ash.
Y yo, por supuesto, contraataqué de nuevo...
"¡MiniDit, Mordisco!"
Mientras Totodile intentaba arañar la cara del pequeño Mini-dile, Mini-dile pegó un buen bocado en el brazo de Totodile...
La posterior cara de sorpresa de Ash y Totodile habría que haberla puesto en una foto...
"¡Oh, no! ¡Otra vez no!" -dijo Ash, preocupado.
"¡MiniDit, ataque Placaje!"
Y así MiniDit atacó a Totodile con un poderoso ataque Placaje y lo dejó KO, suponiendo otra victoria en mi cuenta personal...
No...
Espera...
Eso no es lo que pasó...
Vamos a ver si me acuerdo... ¡Ah, sí! MiniDit en realidad hizo su ataque Placaje, pero Totodile, con un ágil salto esquivó el ataque de MiniDit, que acabó estampando su cara contra el suelo, provocando que se me cayera la cara de vergüenza... (es razonable que me negara a contar la verdad de lo ocurrido, ¿no os parece?)
"¡EH! ¡Esto no era lo que tenía que pasar! Se supone que era yo la que tenía que dejarte en ridículo, y no al revés..." -dije, en tono divertido.
Os juro que vi a Ash sonrojarse al menos un poquito cuando yo dije eso, y procuré controlarme para no sonrojarme yo también...
"Duplica... Todo vale en las batallas Pokémon... y... er... estoooo... ¡y en más batallas Pokémon!" -dijo estúpidamente Ash, mientras Misty, Brock y yo nos caíamos al suelo ante aquel estúpido comentario.
"Lo que hay que oír... ¡MiniDit, recupérate y haz un ataque Cuchillada!" -dije, con ganas renovadas.
La mirada en la cara de Ash reflejaba un claro ¡Uh, oh!
"¡Totodile! ¡Haz tú lo mismo!" -dijo Ash, un tanto asustado.
Hubo un silencio sepulcral mientras ambos Pokémon cocodrilo hacían sus ataques... Parecían moverse a cámara lenta...
Tras unos interminables segundos de golpes y más golpes entre ambos Pokémon, se detuvieron, mirándose el uno al otro...
Sonrieron...
Y, un segundo después...
....
....
....
....
....
....
....
....
....
Ambos se desmayaron...
Creo que este final ha sido bastante... decepcionante. ¿Verdad?
"¡Supongo que esto es un empate!" -dijo Brock, no muy sorprendido.
"¡Este ha sido un gran combate, chicos! ¡Casi ha parecido más un baile que una lucha!" - nos felicitó una sonriente Misty.
"¡Gracias, Misty! ¡Y gracias, Duplica, por este gran combate! - dijo Ash.
Ash se acercó a su Totodile y lo cogió entre sus brazos.
"¿Estás bien, coleguilla?" -dijo, con una compasión y verdadera amistad que yo muy raras veces había visto antes en los entrenadores Pokémon con los que me había encontrado alguna vez.
De hecho, al ver a Ash, yo hice lo mismo con MiniDit.
"MiniDit... Tú también estás bien, ¿verdad?" -dije yo.
Ambos Pokémon respondieron, un poco agotados... Luego, cayeron dormidos, de puro cansancio.
"¡Ellos están bien, Duplica! ¡No te preocupes! Bueno... esta vez tampoco he podido vencerte... Pero cuando llegue a la Liga Johto te prometo que seré más fuerte... ¡Y te estaré esperando para una revancha!" -dijo él, sonriéndome.
"Supongo que a la tercera va la vencida, ¿verdad, Ash? ¡Vas a tener que entrenar muy duro para derrotarla!" -sentenció Brock.
"Chicos, por favor... ¡Vais a provocar que me ponga colorada!" -dije yo, mientras mis amigos y los pokémon reían.
Aquella situación sabía que era triste, ya que ahora ellos tendrían que irse... Recuerdo que en mi corazón sentía las palabras de "Ve con ellos, boba. Pregúntales si puedes ir con ellos"... Yo estaba segura de que a Misty le habría gustado tener al menos alguna compañía femenina en el grupo...
Pero al final decidí no ir con ellos... Mis propios sentimientos no habrían ido a ninguna parte... Yo había tenido un "flechazo" con Ash... Pero vi la manera en que Misty miraba a Ash cuando ella creía que nadie la veía...
Yo tenía un "flechazo"... Y Misty lo amaba... Sólo eran ver sus ojos...
No había nada que hacer por mi parte.
"Bueno, Pequeño Ashy... Supongo que lo mejor será que yo siga mi camino..." - dije, mientras sacaba de uno de mis bolsillos un pequeño papel adhesivo.
Escribí el número de mi teléfono móvil en él...
"Toma, Ash... Por si algún día quieres volver a hablar conmigo..." -le dije, mientras pegaba el papel en el interior de su Pokédex... Lo firmé con mi nombre y una ^_^.
"¡Vaya! Gracias, Duplica..." -me dijo, con una sonrisa.
Ash me estrechó la mano y nos despedimos... Los tres se fueron... Otra vez...
Sabía que volvería a verlos de nuevo... Algún otro día...
Adiós de nuevo...
*************
Tras mi reencuentro con mi querido Ashy y compañía, me sentía con más ganas que nunca... Me sentía capaz de todo, incluso de ganar el Concurso Anual de Interpretación Pokémon que se celebraba en Trigal... Mis dos Dittos también podrían asegurar aquello...
Aquel concurso, como ya he dicho, se celebraba en Ciudad Trigal... Más de 100 participantes iban a tomar parte en ese concurso... Consistía en eliminatorias... Los participantes tenían que hacer actuaciones de distintos géneros, que podrían incluir obras serias, cómicas, trágicas... algo de Pokespeare (sólo hablar de Pokespeare me hace recordar a un Marowak... ser o no ser, esa es la cuestión)...
Muchos entrenadores Pokémon habían venido de distintas partes del mundo... No había visto a nadie que tuviera un Ditto, salvo yo... Supongo que la gente nunca conseguirá llegar a valorar el poder de un Ditto, pero en fin...
No había Dittos, pero sí había una gran cantidad de Pokémon "mágicos", como Exeggcute, Kadabra, algún Pokémon planta... También vi varios Smeargles, Pokémon que jamás había visto en mi vida, salvo por los libros...
Con MiniDit en el hombro izquierdo y Ditto en el derecho, los "Triple D" íbamos a mostrar al mundo lo que realmente valíamos...
Yo era una persona. Yo era especial... Y ahora yo iba a demostrarlo...
***********
Las normas eran sencillas... Los concursantes tenían 60 segundos cada uno para mostrar sus habilidades para la interpretación... A algunos concursantes eso les pareció muy poco... Pero es ahí en donde realmente se valora la calidad de las interpretaciones... Si eres capaz de asombrar al público en tan poco tiempo, eso es una buena señal...
Resultó que a mí me tocó el número 44... Tras una larga espera, mi turno estaba a punto de llegar...
Yo tenía puesto mi disfraz de Metapod, y mis dos Dittos estaban preparados para la acción.
"Participante número 44, Duplica Imite, al escenario, por favor..."
Había llegado la hora...
Salí con una sonrisa en la boca, mientras los tres jueces me miraban con aquellas miradas serias...
A pesar de que mi escaso público, esos tres jueces, yo amaba actuar, incluso para tan pequeña y seria audiencia...
Comencé... Dejé a mis Dittos en el suelo, uno a cada lado... Y...
"Esto es un Ditto" - dije, señalando a la izquierda.
"Esto es un Ditto imitando a un Caterpie."- MiniDit se transformó en dicho Pokémon...
Aquello impresionó a los jueces, ya que MiniDit se transformó en el Pokémon en el que yo le había ordenado, no en el Pokémon que Ditto tuviera enfrente, como la mayoría de los Dittos "normales" hacen. Pude ver sus miradas de sorpresa, pero decidí ignorarlos.
"Y este es otro Ditto, imitando a un Butterfree" -dije, señalando a mi derecha, mientras Ditto se transformaba en el Pokémon mariposa...
"Como pueden ver, esta es la cadena evolutiva completa del Pokémon Caterpie. Sin embargo..." - continué.
Como mis Dittos y yo habíamos planeado, había llegado la hora de usar mi sentido del humor...
Al igual que a muchos otros Pokémon, a mis Dittos a veces les encantaba atacarme por sorpresa, sólo para divertirse... Lo teníamos siempre como un juego, y pensé que sería divertido usarlo ahora...
Ditto-pie y Ditto-free me atacaron "salvajemente" ^_^U, sin avisar... Caí al suelo, haciendo girar mis ojos... Yo, Metapod, había sido "vencida" por Caterpie y Butterfree...
"Como ustedes habrán podido comprobar..." -intenté decir, poniendo voz de atontada- "... la evolución no es lo importante... Es el corazón lo que cuenta... especialmente cuando eres un Pokémon que no puede atacar y dos Pokémon más fuertes te atacan a la vez... Es en esos momentos cuando el poder del corazón realmente vale..."
Me "desmayé", mientras Ditto-pie me golpeaba de nuevo, de mentirijillas, en la cabeza...
Aquella "estúpida" actuación pareció haber convencido a los jueces, visto el gesto que hicieron cuando volví a levantarme del suelo... Ditto y MiniDit volvieron a su forma habitual...
¿Ya habían pasado 60 segundos? ¡Vaya!
Nerviosa, salí del escenario y me fui a la zona de descanso, a quitarme un poco los nervios...
Noté que allí había muchos fotógrafos, haciendo fotos a los participantes... Noté, entre aquellos fotógrafos, una cara conocida...
Sí, aquella fue la segunda vez que yo y Todd nos encontramos... La tercera sería la importante... Pero ya lo contaré más tarde...
************
Me alegré muchísimo al saber que había pasado las preliminares... De los 100 participantes los jueces habían elegido a 16, entre los que yo me encontraba...
Esta vez nosotros teníamos que crear una pequeña obra de poca duración, en la que se nos valoraría el estilo, la actuación, el uso de los Pokémon y la originalidad de la obra... Era una prueba complicada, en la que teníamos que demostrar un gran dominio de la interpretación... Y, sin echarme muchas flores, eso era algo que yo me había propuesto dominar.
Yo no estaba segura si la gente me estaría tomando en serio. En esos momentos yo era una joven chica de 12 años, a punto de cumplir 13... Yo estaba compitiendo contra gente que me doblaba la edad... Gente que al verme comenzaba a reírse, preguntándose el por qué dejaban participar a gente tan joven... Decían que aquello iba a ser fácil para ellos.
Aquellos que decían eso sólo estaban ahí por la fama y el dinero... es decir, la gloria... Yo estaba allí porque me gustaba interpretar y actuar... Sólo quería realizarme... Nada más... Quería hacer todo lo posible para mi olvidar mi pasado... Pero supongo que eso era algo que aquellas personas jamás llegarán a comprender...
Volviendo al tema, aquella nueva eliminatoria haría que los 16 participantes fueran reducidos a tan sólo 8... Esta vez teníamos 10 minutos como máximo para hacer nuestra actuación.... Sí, 10 minutos para actuar, pero muy poco tiempo para pensar... Lo peor, o en mi caso, lo mejor, era que esta vez deberíamos actuar de cara al público... Aquello me dio más ánimos de lo que me esperaba...
"¿Estáis bien, chicos?" -dije a mis Dittos, mientras los alimentaba con un poco de mi comida especial para Dittos.
Como los Dittos tienen un gran metabolismo debido a su capacidad para transformarse, tuve que crear una comida especial para ellos, consistente en una especie de pasta que contenía gran cantidad de agua y sales minerales... ¡Lo que tragaban mis Dittos no os lo podéis ni imaginar!
Ellos, con un alegre ¡Ditto!, me contestaron. Los abracé.
"¡Así me gusta, amiguitos! ¡Adelante!" -dije, con lágrimas en los ojos.
Oí unos comentarios burlones a mi espalda... Venía de alguno de los otros concursantes... Me pareció oírles decir que yo era demasiado "cursi" para ser una actriz...
Los ignoré... Ni me importaron... Mis Dittos eran mi vida... Mis mejores amigos...
La furia había nublado mi vida antes... Yo recé para que aquello no volviera a suceder de nuevo...
Había tenido muy mala suerte... Demasiada mala suerte en mi aún corta vida... Y ahora, mi suerte, al igual que mi vida, estaban a punto de cambiar...
********
Vi a uno de los concursantes en su actuación... Era un hombre, de aspecto melancólico, que tocaba una triste canción con su vieja guitarra... Estaba vestido de pobre... Su única compañía era un Meowth, que miraba a los jueces con aires de estar MUY aburrido... Sí, la melodía que tocaba el hombre era bastante bonita, pero su Pokémon sólo estaba allí de objeto decorativo...
Lo siento por el hombre, pero aquella actuación sólo se merecía un adjetivo: aburrida...
La siguiente actuación que pude ver fue un interesante combate entre un entrenador con una espada y un Scyther, que usaba sus cuchillas contra él... Aunque aquella actuación había sido bastante mejor realizada que la anterior "actuación" del hombre y su guitarra, para mí aquello sólo eran fuegos artificiales... Mucha acción, mucho espectáculo, pero nada de interpretación... Es más, casi parecía que más que combatir estaban jugando al "corre que te pillo"... Al final todo resultó ser un tanto ridículo.
Creo que había llegado la hora de mostrar a esos novatos una verdadera obra maestra (sé que he sonado un poco arrogante, pero para ganar hay que ser la mejor y saber que lo eres).
Mi Ditto se había transformado... en un Houndoom, para sorpresa del público. Yo me había disfrazado de ninja, tapando mi rostro con una mascara, y MiniDit se transformó en una pequeña espada...
Sí, yo aún había seguido con mi aprendizaje en las artes marciales... Son muy útiles en el arte de la interpretación, ya que permiten una máxima concentración y habilidad a la hora de realizar mis movimientos... Esto iba a ser bueno, lo sabía...
Comencé mi actuación...
"Así que, Houndoom, Guardián de las Puertas del Infierno... ¿No vas a dejarme pasar? Necesito tener un encuentro con tu amo...
Ditto-doom gruñó, conociendo perfectamente sus líneas... Bueno, sus ladridos...
Yo estaba llevando un traje ignífugo bajo mi disfraz de ninja, en caso de que surgiera algún imprevisto en el excesivo realismo que pudiera surgir en mi interpretación. Aunque sé que Ditto-doom tendría cuidado de no hacerme daño, siempre era mejor prevenir que curar. Además, como último recurso, siempre tenía la posibilidad de que MiniDit se transformara en un Pokémon de agua si yo salía quemada...
Sí... Como habréis supuesto, esto era para evitar que el Lanzallamas de Ditto-doom me hiciera daño.
De todas maneras, después de todo el dolor que llegué a sufrir en mi cuerpo en la infancia, el peligro de las quemaduras no iba a detenerme... Ni hoy, ni mañana... NI NUNCA...
Continuaré con la actuación...
Tras la negativa de Ditto-doom, mostré una de mis mejores expresiones de furia...
"Tu amo, el Señor de la Oscuridad, ha de tener un encuentro conmigo hoy... ¡Así que APARTATÉ de mi camino, diabólica criatura!"
Ditto-doom, como él y yo habíamos previsto, me atacó con un ataque Lanzallamas, provocando en el público gritos de asombro... Aquellos gritos pararon al verme allí, rodeada por las llamas y aguantando el terrible calor (el traje ignífugo me ayudaba en ello, afortunadamente), pero no huí...
Ditto-doom, intentando parecer sorprendido, hizo unos pequeños gruñidos, como intentando decirme: "¡VAYA! ERES MUY VALIENTE, JOVENCITA, O INCREIBLEMENTE ESTÚPIDA..."
"Puede que sea estúpida, pero si el Señor de la Oscuridad, que me está esperando allá abajo, siente miedo de enfrentarse a una joven, entonces puede que él no sea ese ser inmortal que tanto presume ser... ¡Déjame pasar, Houndoom! ¡O te las verás conmigo!"
Ditto-doom, sabiéndose muy bien el papel, corrió hacía mí, con sus terribles fauces abiertas... Yo también corrí hacia él, con mi MiniDit- espada en la mano... Saltamos... Y...
Quienes hayan visto alguna vez una película de ninjas conocerán perfectamente esta imagen... Ambos luchadores se cruzan en el aire, para luego caer al suelo, uno a cada lado...
Ahora hubo una pequeña pausa... Me arrodillé, mientras mi costado "sangraba", gracias a una pequeña cápsula de sangre artificial que había escondido en mi mano, mano con la que ahora agarraba mi "terrible" herida.
El público se había quedado sin palabras...
Sangre... Como habréis podido comprobar, esta actuación mía reflejaba mi propia vida... y lo que yo habría deseado que hubiera pasado. Puede que yo no hubiera matado a mis padres, pero al menos yo quería haber podido tener la oportunidad de defenderme. Como aquellos bastardos siempre decían, la mejor defensa es un buen ataque... Es la única gran verdad que aprendí de ellos...
Mientras yo caía sobre mis rodiillas, "malherida", vi como el más joven de los fotógrafos que allí había me miraba con bastante interés... es extraño, yo siempre había imaginado que Todd era sólo fotógrafo de Pokémon... O al menos eso es lo que yo pensaba, mientras vi como me hacía una foto... Pude ver aquella cara de admiración mirándome fijamente...
Afortunadamente para mí, yo llevaba puesta mi máscara, y evitó que el público pudiera ver mi cara sonrojada....
Sigamos con la actuación...
Mientras Ditto-doom observaba mi "sufrimiento", sonrió con una malvada sonrisa... luego soltó un lastimero gruñido... y cayó al suelo, "muerto", mientras gran cantidad de "sangre" comenzaba a brotar de él (gracias a la cápsula de sangre artificial que escondí entre su pelaje antes de comenzar mi actuación). Me levanté como pude, agarrándome mi "ensangrentado" costado, y me quedé mirando a mi rival "muerto".
"Las puertas del Infierno han sido abiertas... Yo soy la única persona que puede librar a la humanidad de todo este sufrimiento e injusticia que el Señor de la Oscuridad ha traído a este mundo... Sé que tengo muy pocas posibilidades de victoria, visto mi actual estado... Pero, a pesar de todo, sé que mi fuerza de voluntad y mi espíritu me ayudarán a superar esta prueba..."
Miré hacia el público, con la cabeza bien alta, mientras hice una mueca de "dolor".
"Puede que no aguante mucho tiempo viva... pero... al menos... puedo legítimamente decir... Te veré en el Infierno, Señor de la Oscuridad."
Con esto, salí del escenario, mientras oí algunos tímidos aplausos. Ditto- doom volvió a ser el feliz Ditto de siempre, mientras saltaba a mi hombro. MiniDit también volvió a la normalidad... Los tres salimos de nuevo al escenario para hacer una reverencia y, ya de paso, fregar el escenario, ya que lo habíamos dejado un POCO manchado de "sangre", mientras esperaba ilusionada que aquella actuación me llevara a la final de 8 participantes. Había conseguido que una inmensa multitud, llena de ruidos y voces, se redujera al silencio más absoluto, sólo roto por aquellos tímidos aplausos... Espero no haberlos traumatizado demasiado.
Cuando terminé, volví a meterme entre bastidores, viendo como el resto de participantes me miraban, con la boca abierta...
Nada... Ni una burla... Ni una felicitación... Sólo pude ver las estúpidas caras que se les había quedado a todos aquellos que antes se habían reído de mí... Sin duda, ese fue el mejor premio a mi actuación...
Sonreí satisfecha, mientras me dirigía a los camerinos a cambiarme... Había que prepararse para la final...
************
Había acabado la segunda tanda de eliminación... Mientras ocho de los participantes se maldecían a ellos mismos por haber sido eliminados, otros ocho aún soñaban con el estrellato...
Afortunadamente, como habréis podido imaginar, yo me encontraba entre esos ocho participantes: los elegidos. Sé que no hacía falta ganar aquel concurso para hacerse notar, ya que yo creo que ya había demostrado suficiente mi valía... Pero tenía que ganar, aunque sólo fuera por satisfacer mi ego...
La final consistía en que los aspirantes a ganador del Concurso Anual de Interpretación tenían que demostrar sus habilidades con un guión ya escrito, elegido al azar por los jueces. Esto demostraría si los actores eran capaces de ceñirse a cualquier tipo de guión con plenas garantías... Teníamos una hora para memorizarnos el guión y otros diez minutos para ponerlo en práctica...
A mí me tocó "COMEDIA"... Supongo que los jueces habían elegido a propósito este tema, ya que habiendo visto mi anterior actuación decidieron ponerme a prueba: querían ver si yo era tan buena haciendo comedia como haciendo obras serias...
Ilusos... Se nota que no me conocían ni a mí ni a mis Dittos... Si aquellos amargados jueces hubieran visto lo que mis Dittos son capaces de hacer cuando les toca pelearse por la comida, ya habría ganado el concurso sin necesidad de presentarme... XD
Una vez tuve el guión entre mis manos, comencé a echarle un vistazo... Según pude comprobar, era uno de esos típicos guiones conocidos como los "¡Amorcito, ya he llegado!"... Guiones en los que alguien entra en una casa, y su marido (o quien sea) sale a recibir a la supuesta persona, comienzan a hablar un poco y al poco rato empiezan ocurrir auténticas estupideces o catástrofes dentro de la casa...
En este caso yo tenía que hacer una obra en la que yo era una agente Jenny que tenía como marido a un Arcanine y como hijo un pequeño Growlithe...
¡Estupendo! A eso lo llamo yo tener una familia "bestial"...
Entiéndase el sarcasmo... ¿Aquellos jueces no podrían haberse buscado una obra menos humillante, para variar?
"¿Se puede saber quién ha sido el cretino que ha escrito esto?" - me dije a mí misma, un tanto ofendida. Mis Dittos me calmaron como buenamente pudieron...
Aquel guión era verdaderamente penoso, y si esos jueces pensaban que me iba a degradar tanto pronunciando aquellas líneas, estaban muy equivocados...
Así que me largué a mi camerino a "manipular" un poco el guión... Iba a convertir aquella autentica bazofia en algo más... divertido...
De Duplica Imite no se ríe nadie, a no ser que yo lo "pretenda"... Así que me lavé la cara, para poder despejar mi cabeza... Había que poner mi imaginación a funcionar...
***********
A mí me había tocado salir la quinta... Así que tuve que esperar a que me tocara mi turno, con mi guión, un tanto "cambiado" ya memorizado en mi cabeza...
Los cuatro participantes anteriores he de reconocer que eran bastante buenos... Se puede decir que habían hecho una gran actuación, y parecía que iba a ser complicado superarles... Pero yo no me iba a rendir...
Me tocó el turno... Yo, disfrazada de agente Jenny, hice mi aparición una vez se levantó el telón del escenario... Y comenzó mi última actuación de la noche...
"¡Arcy! ¡Cariño! ¡Ya estoy en casa!" -dije, con la voz más ridícula que pude poner.
Los jueces, aún con esa cara de gárgolas, parecía que habían hecho alguna pequeña mueca de aprobación... Había comenzado bien...
Ditto-cane y Ditto-lithe aparecieron en el escenario, corriendo hacia mí. Ambos literalmente me derribaron y caí al suelo, mientras ambos comenzaban a lamerme la cara, en señal de alegría por verme... Y solté una de mis frases añadidas...
"¡Hey, dejadme en paz, babosos! ¡Maldita sea! ¿Es acaso imposible en estos días hacer alguna película en la que no haya alguna de estas escenas de sexo gratuito con Pokémon?" - dije, con tono desesperado.
Vi como uno de los jueces había literalmente "explotado" en carcajadas (lo cual no vino en un buen momento, ya que estaba tomando una taza de café en esos momentos).
Primera victoria para mí... ¡Je! Y no sería la última en esa "mi" actuación...
Otra de las escenas de la obra era yo cayéndome por unas escaleras por culpa de la "torpeza" de mi "marido" (definitivamente, el que escribió el guión debería ser tonto de remate) Arcanine. Afortunadamente, gracias a mi entrenamiento, podría hacer este tipo de cosas sin resultar dañada en ello... Las artes marciales también tienen este tipo de ventajas...
"Arcy, cariño... La próxima vez que vuelvas a salir del baño... ¡PROCURA NO SALIR TAN DEPRISA! ¡Ay!" - dije, improvisando de nuevo, mientras me retorcía de "dolor" en el suelo.
Otra victoria para mí, como pude comprobar en los gestos de los jueces (sobre todo en el que se manchó de café: el pobre hombre parecía haberse vuelto loco de tanto reír).
Otra de las escenas, y sin duda una de las que causó mayores risas, fue una en la que yo tenía una pierna rota, a causa de la caída por las escaleras... Ditto-lithe, cariñosamente, intentaba hacerme sentirme mejor acercándose a mí... Pero, claro, como esto era una comedia, las cosas tenían que ser... "cómicas".
Ditto-lithe saltó corriendo a mis brazos, con la mala fortuna de que una de sus patas acabó aterrizándome... en la entrepierna...
"¡Auch! ¡Growlithe! ¡Ten cuidado! ¡Si yo hubiera sido un hombre seguramente me habrías dejado estéril de por vida!"
Tras eso, el público comenzó a reír como si se hubieran vuelto locos. Algunos, de tanto reír, habían comenzado a sangrar por la nariz. El juez del café había desaparecido por completo (debería haberse caído de la silla de tanto reír) y los otros dos, a pesar de su infinita seriedad, formaron una amplia sonrisa ante aquello.
Pero aquello no acabó... A Ditto-cane le tocaba mover algunos muebles, para ayudar un poco a limpiar la casa...
"¿Cuántas veces tengo que decírtelo, cariño? No hagas eso, que me vas a rayar el sue..."
Iba a hacer otra de mis improvisaciones, pero al ver lo que Ditto-cane había comenzado a hacer... Vamos a decir que lo que estaba haciendo era algo natural para los perros... ¿Cómo podría explicarlo de la manera menos desagradable posible? ¿Hacer de vientre? ¿Irse por la pata abajo? ¿Evacuar?
En definitiva... Hacer "popó".
Supongo que mi Ditto-cane había comido demasiado antes de la actuación...
Ya mejor ni digo la cara que tenía el juez de la mancha... Se oían más sus propias carcajadas que la de todo el público junto...
Y ya, como punto final a esta "actuación", vino la última escena.
Como agente Jenny que yo era, yo tenía unas esposas en la mano... Mi guión ya había terminado, pero quise hacer una última improvisación...
"Hmmm... Me pregunto que podría hacer yo ahora con esto..."
Ditto-cane apareció tras de mí, sonriendo y molestándome, como vino haciendo en toda la actuación...
"Sí... Ya sé lo que puedo hacer con estas esposas..."
La siguiente cosa que Ditto-cane vio fue un puño cerrado, con las esposas colocadas de manera que pudiera hacer más daño con el puñetazo (de mentirijillas, que conste) que le di en el hocico... Ditto-cane cayó al suelo, mientras un grupo de pequeños Growlithes revoloteaban alrededor de su cabeza.
"¡Pervertido!" dije, como frase final y me marché del escenario, con una sonrisa en los labios.
Los jueces parecían bastante satisfechos... Sobre todo el del café...
*********
Al fin había terminado... Ahora sólo quedaba esperar...
Mientras yo me dirigía a mi camerino con mis Dittos, pude oír los aplausos de alguien...
Me giré y vi a aquel joven fotógrafo de antes... Debería tener al menos un año más que yo...
"¡Esa actuación ha sido buenísima! ¡Me ha encantado!"
Eso fue todo lo que me dijo. Yo me sonrojé ante aquellos halagos y le di las gracias...
Al menos ya había conseguido un fan... Y aquel chico pronto se convertiría en mi fan número uno...
***********
Tras unas cuántas actuaciones más de otros tantos aspirantes, al fin había llegado la hora... Los jueces tenían que decidir al ganador...
Ya se me habían acabado las uñas de las manos... Ya no podía esperar más...
Mientras todos los aspirantes esperábamos en aquella enorme sala que era el teatro, un señor calvo y con gafas (uno de los jueces), hizo su aparición... Llevaba un sobre en la mano...
"Señoras y caballeros, ya tenemos los resultados... Ha sido una dura elección, ya que la gran mayoría de las actuaciones que han realizado todos ustedes han sido excelentes... Sin embargo, como sucede en este tipo de selecciones, sólo puede haber un ganador..." -comenzó a decir.
Comencé a oír murmullos detrás de mí... El resto de participantes estaban casi tan nerviosos como yo... Pero yo, al contrario que ellos, decidí no exteriorizarlo... Sólo abracé a mis Dittos y esperaba para lo mejor...
"Tras largas horas de deliberación, al fin hemos conseguido elegir a un ganador... Este ganador ha sabido hacer un buen uso de sus habilidades, y ha sabido improvisar brillantemente... Este ganador, además, ha sabido demostrar una gran versatilidad, capaz de adaptarse a cualquier situación, ya sea una historia seria o a un intento de comedia de nuestros propios guionistas... Todo hecho a la perfección..." -continuó el condenado juez, que no quería dejar de hablar...
Tragué saliva... Todo parecía ir demasiado bien... Demasiado...
Mi corazón estaba a punto de estallar...
"Bueno... Como veo que estáis impacientes, diré el nombre del ganador... Tras nuestra sabia decisión, hemos decidido que el ganador del título de mejor actor o actriz del "Concurso Anual de Interpretación Pokémon" es..."
El teatro entero se mantuvo en silencio...
"Se me olvidaba decir que al ganador se le recompensará con un contrato exclusivo para trabajar con nosotros, y la oportunidad de poder participar en la Ceremonia de Inauguración del próximo Campeonato Pokémon de Johto, que se celebrará dentro de 3 años..."
¡Santo Dios!
"Señoras y caballeros... El ganador, o en este caso la ganadora, es... ¡la jovencita DUPLICA IMITE!"
Un foco de luz me iluminó, mientras yo intentaba inútilmente ocultar mis lágrimas de alegría y felicidad... Se puede decir que casi asfixio a mis Dittos del abrazo que los di... Comencé a oír aplausos...
Aplausos provenientes principalmente de los jueces... y de cierto joven fotógrafo...
Aunque pasé por unos momentos de decepción debido al mayoritariamente silencio del resto de participantes, aquellos aplausos finalmente consiguieron extenderse entre todos los presentes... A pesar de todo, había conseguido convencer a todos mis rivales...
Tímidamente fui caminando hacia el escenario, mientras decenas de caras sonrientes (y no tan sonrientes) me miraban... Subí al escenario y el juez calvo me dio un certificado, una medalla... y el famoso contrato del que me hablaban... Tras leerlo detenidamente, lo firmé...
"¡Felicidades, joven ganadora! ¡Te lo mereces, jovencita!" - me dijo sonriendo el antes serio juez.
Comencé a mirar a todas partes, intentando ver alguna pistola apuntándome, o a alguien escondido dispuesto a atacarme... Pensé que aquella primera gran victoria en mi vida sólo podía terminar en tragedia... Pero no pasó nada...
Había ganado... Había conseguido hacerme un pequeño hueco entre los mejores... Había subido un peldaño más... Había comenzado un sueño que desee nunca terminara...
* * * *
Si aquello realmente era un sueño, se puede decir que permanecí adormecida durante tres meses. Sabía perfectamente que la vida de una actriz podría ser muy dura, pero afortunadamente mi reciente incorporación al "Grupo Alpha" de Artes Interpretativas podría ser el comienzo de mi gran salto... Un comienzo un poco durillo, he de reconocer...
Lo único que hacía por aquellos momentos era realizar pequeños papeles en alguna de las obras que el Grupo Alpha realizaba... Aunque la gente ya me conocía como una chica prodigio, mi condición de menor de edad (unos 13 años tendría entonces) no me permitía aún hacer "grandes" papeles... Sabía que para llegar a esa meta había que ir subiendo peldaño a peldaño la escalera de la fama, pero aquello podría llevar años...
En mi contrato ponía que sería tratada como un adulto, así que se puede decir que podía tener algo de control sobre lo que hacía o quisiera hacer... Pero, para los ojos del resto de mis compañeros de profesión, sólo era una jovencita a la que había que llevar de la mano...
¡Idiotas!
Si ellos supieran por lo que he tenido que pasar para llegar hasta aquí no pensarían de ese modo... Pero en fin... Así está hecho el mundo: tendría que estar a sus órdenes aunque no quisiera... Jamás me habrían creído...
*****
Durante los siguientes tres años, a pesar de todo, decidí no quejarme demasiado... Con el tiempo había conseguido meterme en pequeños papeles en alguna obra teatral de poca importancia... Pero, un día, llegó algo que podría ser muy interesante...
Fue a mis 16 años. Yo iba a iba a realizar un papel de doble en una película que iba a ser rodada en una de las montañas a las que emigra el Legendario Articuno.
El oír hablar de las montañas me entusiasmó... Durante los tres últimos años a las órdenes del Grupo Alpha habíamos hecho muchas excursiones a la montaña, y aprendíamos a hacer escalada...
He de admitir que se me daba bastante bien... Me encantaba escalar... Y el saber que en aquella película me iba a tocar escalar me llenaba de emoción... Me sentía feliz...
Pero, una vez allí, la felicidad se transformó en frustración... Pude comprobar que al llegar al lugar del rodaje muy pocos de los actores participantes en la película estaban preparados... Todos llevaban puestos sus abrigos y bufandas... No comprendía nada... Vi como alguien se acercaba hacia los actores... Parecía el director de la película... Parecía...
¡OH, NO!
¡ESE IDIOTA NO!
"Aaaaaah... ¡Bienvenidos, estimados compañeros! Gracias a la unión del Grupo Alpha y a las Producciones Spielbunk... ¡vamos a crear otro exitazo para la gran pantalla de nuevo! -dijo aquel "famoso" director de cine...
Sí... Habéis adivinado... El "PEOR DIRECTOR DE CINE DE LA HISTORIA", Cleavon Spielbunk, iba a ser el director de mi primera actuación en serio... Lo mío ya es suerte...
"La historia tratará sobre una bella muchacha que se encuentra perdida en las peligrosas y traicioneras montañas heladas donde habita el legendario Articuno... Es allí, en esas montañas, donde encontrará el verdadero amor, oculto entre la densa capa de nieve y hielo que aquel maravilloso Pokémon ha creado para todos nosotros. ¡Ya veo a mi público aplaudir entusiasmado cuando vean mi nueva obra maestra! "- dijo el "gordo" Spielbunk.
Estupendo... Para aumentar mi desgracia, yo iba a formar parte de este tipo de películas basura... Ya lo que me faltaba...
Bueno... Espera... Ya sólo me faltaba conocer a la actriz a la que yo tendría que sustituir en las escenas difíciles... De ella sólo sabía que se llamaba Sharon Spoone...
Al verla pude comprobar, para mi desesperación, que el que me hubiera elegido a mí para sustituirla debería ser demasiado estúpido... Ahora os daréis cuenta por qué digo esto...
"¿Así que esta jovencita va a ser mi doble? ¿Serás capaz de ponerte a mi altura, chica?" -dijo una alta mujer, con maquillaje y silicona suficiente para llenar un camión cisterna, acompañada por el estúpido de Spielbunk...
Debería tener unos 6 años más que yo, y abrazaba a un repeinado Jigglypuff...
Bien... Pues a pesar de ser mucho más mayor que yo, mucho más alta y MUCHO más desarrollada que yo (principalmente a base de silicona)... mi papel era ser su doble... Los ayudantes de Spielbunk eran tan inútiles como el propio director... Patético... Aquello no iba a ser precisamente la película de mis sueños, no.
"¡Por supuesto, señorita Spoone!"- dijo uno de mis compañeros del Grupo Alpha - ¡Ella es una chica muy habilidosa, y además es una sensacional esperanza para el futuro! Ella fue la ganadora del "Concurso Anual de Interpretación Pokémon" hace unos años y es una chica extremadamente versátil..."
"¡Vaya! ¡Parece interesante! ¿Estás preparada para la primera toma, muchacha? - dijo el "gordo" Spielbunk.
Ni tan siquiera sabía mi nombre... Eso era estupendo... Tuve ganas de quitarle sus ridículas gafas oscuras de un manotazo, pero me tranquilicé... Y sólo dije un desganado "Sí".
Mi gran sueño dorado se había cumplido: participar en una película de muy mala calidad dirigida por la vergüenza nacional del cine... Entiéndase en sentido irónico, por favor...
Vi como director y heroína me miraban con aquella falsa sonrisa dibujada en sus labios... Ufff... ¡Náuseas!
**********
Mientras se hacían los preparativos para la primera toma, a mí me vistieron con un traje de escalada y una peluca rubia, supongo que para disimular un poco la ENORME diferencia que físicamente la señorita Spoone y yo teníamos... Pero, sinceramente, ni los mejores efectos especiales podrían salvar aquella chapuza que estaba a punto de comenzar...
Y el rodaje comenzó...
Me tocaba hacer una escena situada muy al principio de la película... Yo no tenía ningún tipo de guión... Sólo tenía que escalar la montaña, mientras una gran ventisca comenzaba a azotar con fuerza... Miré hacia arriba... Aquello iba a ser duro...
Miré a uno de mis jefes del Grupo Alpha, Andy Jackower, que intentaba darme ánimos... Pero de poco sirvieron. A pesar de mi gran amor por la escalada aquello iba a ser muy difícil... El equipo de escalada que me habían proporcionado era bastante escaso, y encima la bola grasienta de Spielbunk no sabía más que decirme que fuera más deprisa... ¡Ya me gustaría ver a sus 128 kilos de grasa subiendo aquella montaña! ¡Así iba a enterarse de lo que significa esto!
Olvidando un poco mis rencores, comencé a subir, mientras la cámara me filmaba... El guión me obligaba a subir hasta cierta parte de la montaña y luego fingir una "caída" desde 40 metros hacia una colchoneta que ellos me habían preparado abajo... Definitivamente, aquellos tipos deberían de estar locos... Yo era bastante buena haciendo ese tipo de cosas, pero aquello era demasiado... Recé para que nada saliera mal en el momento en el que me tuviera que tirar... Luego seguí subiendo...
Comencé a sentir un terrible frío... Sí, yo soy buena, pero no soy inmortal... Aquello había comenzado a menguar mis fuerzas...
"¡Por favor! ¡Dejadme descansar un poquito!" -grité.
Pero no me oyeron... No sé si sería por la altitud a la que ya me encontraba o a que no quisieron escucharme... Qué más daba... Seguramente ya la ventisca que había comenzado a caer me hubiera ocultado por completo... A pesar de todo, continué subiendo, deseando que nada ocurriera...
Comenzaron a fallarme las fuerzas... Mis manos habían comenzado a congelarse, y ya apenas podía sentir los dedos de la mano... Ya no veía la colchoneta, sobre todo debido a la ventisca... Deseé que ocurriera un milagro, o acabaría cayendo al vacío...
Si podemos llamar "milagro" a caer a través de un agujero en la montaña, entonces ocurrió un milagro. Pero, más que un milagro, me pareció un rápido camino hacia una muerte... instantánea... Había caído a través de una grieta, disimulada por la nieve...
Sentí como mi cabeza golpeó una de las paredes de aquel extraño túnel que me succionaba hacia el interior de la montaña de hielo, como si fuera un inmenso tobogán... Me golpeé de nuevo la cabeza... y quedé inconsciente... Al poco rato sentí como si alguna especie de animal o "cosa" comenzara a arrastrarme, tal vez para ser su próxima cena...
Lo último que recuerdo de aquello fue ver una brillante luz blanca... Y me pareció oír a Mary, llamándome desde el más allá... Al fin había llegado la hora de reunirme con ella...
*********
Me desperté.. Esta vez tampoco estaba en el cielo, como casi había imaginado. En vez de eso me encontraba en una pequeña cueva, metida dentro de un cálido saco de dormir. Aunque aquello fuera una cueva, no era incómodo dormir allí. Parecía como una especie de refugio de montaña cavado en la roca... Había una pequeña hoguera en el medio de la cueva, y a pocos centímetros de mi cara una taza de chocolate caliente...
"Hay alguien aquí... Alguien debe de haberme encontrado..." -pensé.
Miré a mi alrededor, no muy segura de si debería tocar aquella bebida... Temí encontrarme con algo desagradable, pero lo único que vi en aquella cueva fue...
Paz... y belleza...
Fotografías... Cientos de fotografías adornaban el interior de la cueva... Dos alegres Eevee jugueteando en la nieve... una preciosa cría de Vulpix siguiendo a sus también bellos padres Ninetales... un fiero Aerodactyl surcando los cielos... un atento Kangaskhan y su cría... un curioso Krabby observando una puesta de sol...
Había muchas más fotografías... Cada una mejor que la anterior... Aquellas fotografías eran auténticas obras de arte...
Me giré en mi saco de dormir y vi a pocos metros la portada de una revista... La cara del chico de la portada me era muy familiar...
"¿Ya estás despierta? - dijo una voz.
Me giré, nerviosa... y allí estaba él. El mismo chico de la portada. Era un poco más alto que yo, con el cabello rizado, y con una cara muy seria... Parecía bastante nervioso... Incluso me pareció distinguir un leve sonrojo en su rostro...
"Sí, claro. Ya estoy bien... Gracias..." -dije, sin saber qué decir.
Noté que él se estaba poniendo cada vez más colorado... Iba a ser complicado que yo no me sonrojara también... Pero el frío...
"Pues, verás... Señorita... Estaba yo por aquí por estas montañas, siguiendo el rastro de Articuno... Así que me hice aquí una especie de guarida... Aquí, en la montaña...." - dijo el nervioso chico.
¿Por qué estaría tan nervioso?
"¿Y?" - le interrumpí.
"Mientras recorría uno de los túneles te vi caer desde un agujero en el techo de la cueva... El golpe fue mi fuerte y temí por tu vida..."
Mantuve silencio...
"Al notar que aún estabas viva, te traje arrastrando hasta mi casa temporal... y... er..." - continuó, mientras comenzaba a ponerse cada vez más nervioso...
Sonreí, mientras alargaba mi brazo hacia el chocolate caliente, sin moverme del interior de mi saco.... Aquel chico había sido un muy amable conmigo.. y seguramente me habría salvado la vida...
"Muchas gracias." -dije.
"No hay de qué, señorita Imite." dijo tímidamente, mientras yo le sonreía.
"¡Un momento! ¿Me conoces? Eso quiere decir, ¿no eras tú aquel chico que siempre venía a mis actuaciones? ¿No eras tú aquel fotógrafo?" -dije, aún sin creérmelo.
"Sí... Yo... soy... Todd Snap..." dijo.
"... el joven fotógrafo famoso por ser el único fotógrafo en el mundo que consiguió hacer una foto al legendario Aerodactyl." -yo terminé la frase.
Le reconocí tras ver de nuevo la portada de la revista. Todd, al parecer, había comenzado a convertirse en una gran referencia en el campo de la fotografía Pokémon, y ya era, además, un experto en otros campos, como podría ser la video-fotografía... Abrí la revista, sin salir del saco, la abrí con mis manos y vi algunas imágenes de alguna de mis actuaciones... ¡Todd había conseguido que salieran imágenes de mis actuaciones en esa revista! ¡Incluso salían mis Dittos!
"¡Oh! ¿También hiciste fotos mías?" -dije, sorprendida.
Vi como Todd comenzó a ruborizarse aún más de lo que ya estaba...
"Sí... Es que..." intentó decir.
"¡Y también le has hecho una foto a mis Dittos! ¡Son estu...!" -dije.
Un momento... Comencé a mirar a todas partes...
"¡Oh, no! ¡Mis Dittos! ¡Se han quedado abajo! ¡Tengo que ir a buscarlos!" dije, nerviosa.
Me dispuse a salir del saco de dormir... Pude ver como Todd se puso completamente rojo y se dio la vuelta... No pude comprender su reacción hasta que se me ocurrió mirarme...
"¡¡¡¡¡¡PERVERTIDOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!" grité con todas mis fuerzas.
Sí... Pude darme cuenta que yo tan sólo llevaba puesta mi ropa interior... Como pude comprobar al salir del saco...
Completamente roja como un tomate comencé a perseguirlo furiosa, tapándome como buenamente pude... Estaba dispuesta a hacerle pagar aquella afrenta a mi persona...
"¡LO SIENTO! ¡Déjame explicarte!" dijo él, completamente asustado, esquivando mis puñetazos.
"¡TÚ NO ME TIENES QUE EXPLICAR NADA, DEGENERADO! -dije yo, mientras agarraba un vaso y se lo tiraba a la cabeza, que hábilmente él esquivó.
"Tus ropas estaban completamente empapadas... Así que te las quité para secarlas... No quería que murieses congelada y... y... ¡TE PROMETO QUE LO HICE CON LOS OJOS CERRADOS! ¡TE LO PROMETO!" -dijo él, nervioso y colorado.
Conseguí alcanzarlo y lo agarré del pelo... Aunque mi primera intención sería golpearlo hasta que mi mano se cayera a golpes, aquellas palabras suyas me hicieron recapacitar... Ahora que lo pensaba con más detenimiento, aquello que aquel chico había hecho por mí había sido muy bonito de su parte (aunque ya sé que algunos esto lo verán como algo más... "hentai")... Por alguna extraña razón, decidí creerle...
Al ver aquella cara nerviosa y sonrojada pude suponer que aquel chico no era de ese tipo de hombres pervertidos y aprovechados... Todd más bien parecía ser del tipo tímido y nervioso...
"¡PERDÓNAME!" -dijo él, con una mueca de dolor...
Suavemente le solté el pelo... Tras esto, vi como él se giraba, con cara de sorpresa...
"De momento, Todd Snap, te dejaré vivir por un tiempo..." -dije, con la voz más siniestra que pude hacer...
Sentí un escalofrío recorriendo mi semi-desnudo cuerpo...
"Y-a t-e m-a-t-a-r-é d-e-s-p-u-é-s... A-h-o-r-a t-e-n-g-o a-l-g-o d-e f-r-í- o..."-dije, mientras tiritaba e intentaba taparme con las manos...
Lo siguiente que sucedió fue un concierto de carcajadas de dos jóvenes adolescentes... más colorados que un tomate.
************
Una vez tapada de nuevo con una manta rodeando mi cuerpo, comenzamos a conocernos un poco mejor...
"Estoy intentando secar tus ropas lo más rápido que puedo... Una hoguera no es suficiente para secarlas por completo..." dijo él..
"Lo sé... Pero podrías darte un poquito de prisa... Tengo frío..." dije, mientras intentaba calentarme con la manta.
"¿Acaso no tienes más ropas en esa mochila que llevas?"
"No... En esa mochila no llevo nada... Sólo era para cumplir mi papel en una película... Estaba haciendo de doble y... bien. Supongo que la organización de la película no creyó que algo fuera a salir mal..."
"Y aquí te encuentras... Ya veo..."
Todd me ofreció otra taza de chocolate caliente... Nos quedamos mirando fijamente...
"Esto... Todd... Eres.... maravilloso... Estooooooooooooooooooooo... Quiero decir... ¡Tus fotografías son muy buenas! ¡Me encantan! -dije torpemente, intentando disimular mis propios nervios...
"Vaya... Gracias, señorita Imite..."
"Llámame Duplica... Por favor..." -dije yo.
"Está bien... Duplica... Es un bonito nombre... He leído algo de tu historia en unos reportajes que leí en algunos periódicos... Tu historia es casi como una gran película... Una joven chica huérfana consigue alcanzar sus sueños a base de esfuerzo y sacrificio... Te admiro..." dijo Todd, haciéndome recordar aquellos días en los que gané aquel concurso...
Quise decirle a Todd que yo, en realidad, no era huérfana... Pero, conociendo la realidad de mi vida, prefiero ser considerada "huérfana".
"Así que tú estás buscando a Articuno, ¿verdad, Todd? Me parece un grandioso reto para tí." dije yo, suavemente.
"Sí... Una vez en Johto pude, con la ayuda de unos grandes amigos míos, hacerle varias fotos... Pero, personalmente, no me gustaron mucho... Necesito una foto más cercana, más natural... Necesito "dar vida" a Articuno en mis fotografías... ¿Comprendes, Duplica?" dijo él...
A pesar de que aquello que me estaba contando de Articuno era bastante interesante, la mención de la palabra "amigos" me hizo... reaccionar...
"¿Amigos de Johto? ¿Por casualidad tú no conocerás a un chico llamado Ash Ketchum?" -pregunté yo, ansiosa de conocer la respuesta.
"¿Eh? ¿Acaso tú también lo conoces?" -dijo sorprendido Todd.
"Supongo que nosotros dos tenemos mucho de qué hablar, Toddy-deh-poh..." dije, sonriéndole.
"¿Toddy-deh-poh? ¿Y eso?" -dijo un sonrojado Todd.
Me sonrió...
"Si quieres hablar conmigo, hablaremos... Pero... ¿Y la película?" - dijo, extrañado.
"Ninguno de esos mentecatos habría venido a buscarme si yo nunca volviera... Lo sé... Sin embargo tú, un completo desconocido, me has salvado la vida... Y te estoy muy agradecida por ello... Supongo que es una buena razón para que nos conozcamos un poco mejor, ¿no crees?"
No quería creerme lo que estaba diciendo... En mi cabeza oía las voces de "¡Vuelve! ¡Ve a buscar a tus Dittos!", pero mi corazón me decía insistentemente "¡Quédate un poquito más, Duplica!"...
Y, en mi caso, el corazón siempre gana a la cabeza. Misty ya me lo recordaba bastantes veces, años después...
*******
Pasaban las horas, y la noche comenzaba ya a extender su negro manto sobre el firmamento.... La ventisca había disminuido su intensidad...
Yo, una vez vestida de nuevo (y tras "obligar" a Todd a que saliera de la cueva durante dos minutos mientras yo me cambiaba), estaba hablando con Todd... Ambos nos habíamos envuelto con una manta, calentándonos el uno al otro...
Habíamos estado hablando toda la tarde...
"Y supongo que la gente comenzó a considerarme un gran fotógrafo a partir de entonces." -continuó Todd.- "Veo que nuestras vidas no han sido muy diferentes... Bueno, salvo lo de tus..."
"No importa, Toddy. Yo ya casi he conseguido olvidar esa parte de mi vida. Ditto me salvó aquella vez, y desde entonces mis Dittos han sido la cura de todos mis problemas y depresiones..."- dije, intentando sonreírle.
Pude ver su cara... No sé qué podría ser, pero aquella mirada...
"¿Te sientes... sola... Dupli-chan?" -dijo, con cierta compasión en sus palabras.
Aquel nombre que me puso sonaba bastante bonito. Me gustaba...
"Sí... Toddy... Supongo que sí." -dije, triste.
Me quedé mirándolo unos pocos segundos... Parecía bastante preocupado...
"Bueno... En realidad, mis Dittos consiguen llenar ese espacio que tengo en mi corazón bastantes veces... No te puedes ni imaginar lo que envidio a Ash... Él tiene dos muy buenos amigos junto a él..." -dije yo, un tanto triste.
"Sí..." - asintió Todd.
"Me da pena Misty. Me pregunto si algún día Ash se dará cuenta de lo que pasa alrededor de él..." -dije.
"¿Estás intentando decir que Misty... y Ash...? -dijo Todd, sorprendido.
Al ver su cara de sorpresa no pude evitar sonreír...
"Yo creo que ya todo el mundo sabe eso menos el pobre ingenuo de Ash. Él puede ser muy hábil en los combates Pokémon, pero en el mundo de las relaciones humanas él seguirá siendo el ingenuo y despistado Pequeño Ashy..." dije, sonriendo.
Ambos nos reímos mutuamente... ¡Cuánta verdad había en aquellas palabras!
"¿Y tú, Todd? ¿Tú también te sientes solo?" - le pregunté.
Pude ver como Todd no parecía muy... feliz... de que le hicieran esa pregunta...
"Bueno... Mi trabajo, hobby o como quieras llamarlo no me permite hacer muchas amistades... Y tampoco he tenido el lujo de poseer ningún Pokémon... Me gusta fotografiarlos y todo eso, pero yo los prefiero en su hábitat natural..." -dijo él.
"Entiendo... Continúa."
"Pues... De hecho, nunca había llegado a conocer la palabra verdadera amistad hasta que no me encontré con Ash y compañía..." -dijo, un tanto apenado.
"Esa parte de tu historia me recuerda mucho a la mía..." -suspiré.
"A partir de entonces se puede decir que comencé a centrar más mi atención en las personas. Y... De hecho, hubo una persona que yo pensé podría ser muy especial..." -dijo él.
"¿Quién?" -dijo yo, intrigada...
Pude ver como Todd comenzó a mirar hacia abajo y se sonrojaba ligeramente.
"Pues... tú..." -dijo, casi inaudible.
"¿Yo?" -dije, extrañada.
"Bueno... Supongo que yo vi tu primera actuación incluso mucho antes de que obtuvieras ese contrato... No sé... Para mí, era como si una nueva estrella estuviera naciendo en el firmamento... Y desde entonces, no he dejado de asistir a tus actuaciones... Quería asegurarme de saber si seguías teniendo esa... luz... que yo siempre sabía que tenías... De hecho, creo que yo nunca había fotografiado nada tan bello como las fotos que te hice a ti aquel día..." -él dijo, casi como tragándose las palabras.
Sentí como si algo comenzara a agitarse dentro de mí... Mi corazón...
"Oh, Todd... Eso ha sido muy bonito... Gracias..." dije yo, emocionada.
Tras esas palabras, comencé a sentirme... muy unida a él. Nosotros dos éramos polos completamente opuestos: él, tímido y sensible; yo, descarada y enérgica... y, a pesar de todo, éramos muy similares.
Lo abracé tiernamente, y noté que la temperatura del pobre chico había aumentado de manera considerable. Todd era casi una olla a presión, de lo nervioso que había comenzado a ponerse... ^_^U
Tras el cariñoso abrazo, me dispuse a dormir, sabiendo que aquello no había sido un sueño...
*********
Pasaron dos días, pero nadie había venido a buscarme... He de reconocer que aunque yo no quisiera irme, sabía que necesitaba volver... por el bien de mis Dittos. Si no bajaba pronto a por ellos, seguramente acabarían comiéndose a todo el equipo (seguramente se darían un festín con Spielbunk XD).
Y ahora, hablando en serio...
Recuerdo que salí tímidamente de la cueva, dispuesta a comenzar el descenso... La ventisca había vuelto a azotar con toda su fuerza... Todd estaba a mi lado, observándome preocupado...
"¿Quieres que vaya contigo, Dupli-chan?"- dijo Todd.
"¿No dijiste que ibas a quedarte aquí para seguir buscando a Articuno?"- dije.
"Sí... Pero..."-
Silencio. Los ojos de Todd se habían abierto... Había visto algo a lo lejos...
"¡Duplica! ¡Mira allá!" -dijo él, nervioso.
Miré hacia donde Todd me indicaba... Sólo ví un brillante resplandor azulado, apenas visible entre la ventisca... Una luz, una señal... La luz que señalaba el camino de regreso...
Melody, si ahora estuviera aquí presente, diría que esa luz era la luz divina de un dios Pokémon... Una luz que guiaría a dos jóvenes almas a su destino... Supongo que ese sería el principio del destino que Todd y yo habíamos comenzado.
"Todd... ¿Es él?" - pregunté, un tanto asombrada por la bella imagen.
Antes de que yo pudiera decir nada más, Todd había sacado velozmente su cámara, y sentí como agarraba fuertemente mi mano...
"¡Es Articuno, Duplica! ¡Es Articuno! ¡Corramos! ¡Esta vez no se me va a escapar!" - dijo él, inconscientemente.
Comenzamos a correr por aquellas nevadas cumbres, persiguiendo aquella luz... Sabíamos que cualquier mal paso nos haría perder el equilibrio... Sabíamos que la ventisca era muy fuerte... Sabíamos todo eso... Pero la adrenalina comenzó a recorrer nuestras venas... Teníamos que alcanzar esa luz...
Y la luz se detuvo... Pudimos ver a un gran pájaro azul, el Dios del Hielo, elevándose sobre nuestras cabezas. Parecía como un sueño... Agotada de tanto correr, miré a Todd, que cada vez apretaba mi mano con más fuerza... Parecía feliz...
"Es él... De nuevo te he encontrado, Articuno." -dijo, mientras rápidamente sacaba su cámara...
Mientras Todd cogía nervioso su cámara, yo seguí contemplando maravillada la belleza de Articuno. Parecía sonreir... Parecía estar satisfecho de vernos a nosotros dos allí, juntos...
Dos almas unidas, entre aquella ventisca... Dos almas unidas, en aquellas altas cumbres... Dos almas en pleno contacto...
No sé por qué razón, pero comencé a sentir un gran calor interior... A pesar del frío y la nieve, el contacto de la mano de Todd con la mía, y la visión de Articuno, me había llenado el corazón de una alegría inimaginable... Seguí mirando a los ojos de Articuno... Siempre recordaré esa mirada...
"¡Y ahora, Articuno, prepárate para la mejor foto de tu vida!"- dijo Todd, loco de contento.
Pero... Justo en el momento de tomar la foto, una densa niebla comenzó a envolver nuestros cuerpos... Aquello, como pude adivinar, era el ataque Neblina de Articuno.
Escuché como la cámara de Todd cayó al suelo, rompiéndose en mil pedazos... Estaba asustada... Todd estaba asustado... Todo se volvió negro... Y ya no vimos nada más...
***************
Articuno había desaparecido... La niebla había comenzado a desaparecer y no había quedado rastro del Dios del Hielo... Me sentí mareada... Y al abrir los ojos pude ver a Todd, golpeando el suelo con rabia...
"¡Otra vez me la ha vuelto a hacer! ¡No hay manera!" -dijo Todd, desolado.
Pobre Todd... El pobre chico había estado en estas montañas dos meses enteros esperando encontrar a Articuno para luego...
"¡Ditto!" - oí más allá de la niebla.
¡No podía ser!
La niebla se disipó por completo y pude comprobar, para mi sorpresa, que nos encontrábamos en el campamento que el Grupo Alpha y las Producciones Spielbunk habían montado al pie de la montaña. Ví como mis Dittos, junto a varios de mis compañeros del Grupo Alpha venían corriendo hacia mí.
No lo entiendo... Puede que Articuno nos trajera aquí, al fín y al cabo... Jamás lo sabré.
Abracé a mis Dittos con todas mis ganas... Me sentía feliz de volver a verlos. Me giré y ví a Todd, aún dolido por lo que le había pasado de nuevo... Sabía que tenía que hablar con él para animarlo, pero...
"¡Menos mal que al fín te hemos encontrado, Duplica! ¡Estábamos muy preocupados!" -dijo mi jefe, Andy Jackower, que fue la primera persona que me recibió de todos los presentes...
Aunque claro, detrás de toda cara amable siempre suele venir una desagradable... Así, mientras Jackower mostraba el lado amable de mi reencuentro, cierta persona gorda y sobreexcitable se acercó furioso hacia mí... Spielbunk.
"¡Hemos estado esperándote dos malditos días, y tú ni te has dignado a aparecer! ¿Tienes idea de todo el tiempo que hemos perdido por tu culpa? ¿Sabes lo que cuesta en estos días encontrar una buena doble? ¡Espero que tengas una buena excusa para hacednos esto, jovencita!" -dijo muy nervioso Spielbunk.
"Perdone, señor director " -comenzó a decir Jackower- "Ella probablemente se haya perdido, o incluso puede que haya salido herida... como creo podrá imaginar, Spielbunk..."
Eso fue lo que dijo mi jefe... Seguramente Todd también habría salido en mi defensa, mientras ponía una manta sobre mis hombros... Pero Spielbunk, el cual últimamente se encontraba muy nervioso porque ya le habían comunicado desde su trabajo que si no conseguía una buena película pronto sería jubilado precipitadamente, consideraba mucho más importante su "película" que lo que le pudiera pasar a una vulgar doble... Una doble que sólo estaba en esta película para salvarle el trasero...
Mientras Jackower y Spielbunk comenzaban una discusiíon con respecto a estos temas, Todd me cogió de los hombros y nos apartamos unos metros de la discusión...
"¿Tienes que soportar esto todos los días? ¿Es esta la vida que tú estas llevando?" -me dijo él, con tristeza en sus palabras.
"Para esta película sí... Desgraciadamente." -dijo yo, asintiendo.
"¿Por qué tienes tú que soportar esta... esta...?" -intentó decir Todd.
Pobre chico. Él no era muy bueno con los insultos, así que tuve que rellenar yo misma esa parte...
"¿Basura? ¿Desastre? ¿Hecatombe? ¿Mierda?" -continué la frase...
"Sí... Eso... Más o menos." -dijo Todd, un tanto extrañado.
Le sonreí. El pobre aún estaba un poco dolido con lo de Articuno, así que quería que sonriera...
"No te preocupes, Toddy-deh-poh. Ya he pasado por situaciones peores en mi vida, así que ya estoy acostumbrada... Además, ese saco de patatas de Spielbunk no es mi jefe... Es Jackower." - le dije a Todd, con una sonrisa.
Ahora que había mencionado a Jackower, una idea se me pasó por la cabeza... Creo que al fín había llegado el momento de usar mi contrato para mi propio beneficio.
"Todd... Se me acaba de ocurrir algo... Espérame aquí..." -dije, mientras me quitaba la manta de los hombros.
Todd se quedó un tanto extrañado, mientras me veía dirigirme hacia los dos hombres, aún en plena discusión.
"Perdóname un momento, Jack." -les interrumpí.
"¿Sí?" -preguntó Jackower.
Recogí del suelo mi mochila en la que guardo la comida de mis Dittos, y saqué de ella unos cuántos papeles arrugados, que se "suponían" eran los papeles de mi contrato con el Grupo Alpha...
"Ahora que recuerdo, en el punto 103 de mi contrato dice que el actor o actriz elegido ganador del Concurso Anual de Interpretación Pokémon tiene el derecho a rechazar un papel que le haya sido otorgado en caso de que el personal cualificado al que le haya tocado representar, como en este caso el señor Spielbunk" -dije, remarcando el nombre- "demuestre una innata falta de respeto hacia dicho actor o actriz sin ninguna prueba o motivo que pudiera provocar esa situación."
Todos los que me habían oído se habían quedado estupefactos. Deberían pensar que me había vuelto loca. Incluso Todd se quedó sorprendido.
"Bien, así que una vez habiendo analizado esta parte de mi contrato, me queda declarar que en mi nombre, y en nombre del Grupo Alpha, abandono este "intento" de película que el señor Spielbunk ha querido crear. Además añado que el señor Spielbunk en ningún momento me ha tratado con respeto ni me ha valorado lo suficiente..." -dije, sin creerme mucho lo que esta diciendo.
Tras el silencio general que había provocado mi discurso, y las miradas atónitas de Spielbunk y Jackower, proseguí...
"Así que ahora yo he decidido marcharme de este proyecto... Así que, mi querido Jackower, a partir de ahora me gustaría no volver a formar parte de otra de estás patéticas películas de Spielbunk, y pasar a cosas más importantes como, por ejemplo, formar parte de las Ceremonia de Inaugaración del Campeonato Pokémon de Johto de este año... ¿verdad?" dije, mientras esbozaba una sonrisa.
Vi que Spielbunk, atónito ante todo lo que había dicho, quería hablar, pero yo seguí hablando con mi jefe, que comenzaba a hacer gestos de aprobación.
Con un rápido gesto, agarré a Todd del brazo y se lo presenté a Jackower.
"Estoy segura de que conocerás a este joven... Su nombre es Todd Snap, y es un joven fotógrafo con una gran reputación. Me gustaría que él fuera mi compañero y persona de confianza en mis actuaciones. Él siempre podrá continuar con sus propios proyectos, pero me podría ayudar bastante en mis actuaciones trabajando un poco de cámara o fotógrafo... Es muy bueno... Se lo aseguro..." dije, con una sonrisa, mientras el pobre Todd no creía lo que estaba oyendo.
Ví como Jackower seguía escuchando, interesado, sin decir palabra alguna. Todd, ante la inquisitiva mirada de Jackower (aunque Jackower es buena persona, la verdad es que tiene una mirada que da miedo ^_^), comenzó a dudar.
"Verás, Duplca... No estoy seguro de que deba..." -dijo, nervioso.
"No te preocupes." -dije, guiñándole un ojo.
Todd se quedó un tanto paralizado, pero sonrió.
"Claro, Dupl... Quiero decir, señorita Imite. Será todo un placer." -él me dijo, mientras me devolvía el guiño.
Era bastante obvio que después de todo este discurso que yo había montado, al señorito Spielbunk se le había hinchado bastante la vena de la cabeza... La verdad es que me había pasado un poquito...
"Bien... Pues ahora deberías escucharme a mí, señorita D.." -comenzó a decir Spielbunk.
Jackower se interpuso entre él y nosotros dos, mientras nos levantaba el pulgar izquierdo, en señal de victoria.
"Bien, compañeros Duplica y Todd... ¡Preparaos, que nos vamos!" -dijo Jackower. - En cuanto a tí, Cleavon, te recomiendo que tengas más cuidado la próxima vez que quieras beneficios... Mi chica podría patearte el trasero cualquier día de la semana y enseñarte un poco de interpretación, amigo... Así que cuidadito con lo que haces, Spielbunk... No me gustaría que acabaras tu carrera más pronto de lo que ya se anuncia en la prensa..."
Ya no quise mirar más al gordo director, así que entrelacé mi brazo con el de Todd y nos dirigimos con nuestros compañeros, dispuestos a comernos el mundo... Pude sentir a mis Dittos saltando sobre mis hombros, felices de volver a ver... Pude sentir como Todd me abrazaba con ternura, agradeciéndome el detalle que había tenido con él... Ahora él formaba parte de un equipo... Ya no más trabajo en solitario... ¡El pobre estaba emocionado!
Miré atrás y ví a Jackower, con aires de ganador, dejando a Spielbunk y a su supermodelo Sharon "Silicona" completamente desolados... Ví como Spielbunk lanzaba su carpeta por los aires y se marchaba malhumorado hacia su tienda...
¡QUÉ DÍA MÁS ESPLÉNDIDO! ¡Aquella experiencia había sido maravillosa, a pesar de todo! ¡Había hecho un nuevo amigo (yo diría MÁS que un amigo), había vencido a una de mis peores pesadillas y ahora mi jefe sabía lo que realmente tenía en su equipo! ¡QUÉ DÍA MÁS MARAVILLOSO! ¡Yahoooooooooooooooooo!
*************
Al fín me sentía libre y viva... Todo iba estupendamente...
Ahora bien... No os preocupeis mucho por Todd... No le voy a convertir en mi esclavo, aunque fuera lo hubiera parecido en un principio... Él sólo aceptó venir conmigo... El ni siquiera me lo discutió, lo cual me sorprendió gratamente. Era como si estuviera destinado a estar unido a mí...
Con el Campeonato de Johto estando cada vez más cerca, en el Grupo Alpha decidimos dedicar todos nuestros esfuerzos a prepararnos concienciudamente para ese acontecimiento... Y, aparte de eso, yo tambíen me había planteado a mí misma una misión especial...
¡La Operación EAT!
O lo que es lo mismo... Operación "Espabilando a Todd".
El pobre chico, debido a su trabajo como cámara y fotógrafo, era bastante tímido y sensible... Yo creía que lo mejor sería intentar prestarle un poco de mi descaro para hacerlo despertar un poquito...
Pero mi jefe, todo un zorro, veía las cosas de otro modo...
"Verás, mi querida Duplica... Me parece estupendo que Todd y tú seáis tan amigos, pero deberías dedicar mas tiempo a prepararte para la ceremonia que a gastar tu valioso tiempo intentando "ligar" con él" -dijo en voz alta Jackower.
Tuvo que suceder que esto lo dijera precisamente sin ningún tipo de reparo en medio de una cafetería... Al ver como Todd y yo comenzamos a hacer caras "raras" (veáse "sonrojarse"), Jackower comenzó a reir...
Sentí como mi sonrojo aumentaba por momentos... ¿Yo... y Todd?
Es posible... Pude notar que aquello era muy diferente a lo que me pasó con Ash... o incluso con Brock... Esta vez sí podría tener alguna oportunidad...
Si hay algo que tenemos muy en común Todd y yo es precisamente el ser muy vergonzosos en estos temas... Nuestros sonrojos siempre nos delatan... ^_^U
*************
Recuerdo que una vez, a pesar de las habitaciones de hotel que Jackower nos había buscado a todo el equipo, Todd decidió que prefería acampar fuera, para poder fotografiar a los Pokémon nocturnos con su nueva cámara... Él solía hacerlo a menudo, y realmente le gustaba. Y yo, para sorpresa de Todd, decidí que quise acompañarle para que no estuviera sólo...
Como la primera vez que nos encontramos en aquella locura de la montaña de hielo, cuando él me salvó de morir congelada, estuvimos hablando toda la noche, hablando de tonterías y cosas varias... Nos encantaba la compañía del otro... Estaba claro que nos necesitábamos mutuamente... Realmente, nosotros dos ya empezábamos a ser más que amigos...
Él se durmió antes que yo, mientras observábamos las estrellas, junto al calor del fuego. El verle dormido hizo que mi mente no controlara mis acciones y al final quedé dormida, apoyando mi cabeza sobre su hombro...
Estoy segura de que él os contará mejor lo que sintió en esos momentos, pero os garantizo que a partir de ese momento no pudo pegar ojo en toda la noche... Al pobre le había dado un shock nervioso o algo...
Pobre Todd... Cuánto más lo recuerdo, más cariño le tengo... ^_^
********
Bueno... Dejando de lado mis fantasías románticas, hablemos de la ceremonia (lo siento por los morbosos, pero no todo en esta vida es amor y placer: también hay que trabajar). Todd, como yo me esperaba, había sido seleccionado para ser uno de los fotógrafos oficiales de la Ceremonia de Inauguraciónd del Campeonato Pokémon de Johto y, por supuesto, también fue nombrado como uno de los fotógrafos oficiales del Torneo Pokémon que debería celebrarse allí.
Bueno, como novedad, he de deciros que pocos días antes de comenzar la ceremonia había tenido la suerte de añadir a un tercer Ditto a mi equipo... ¡Bienvenido al "D Team", PintaDitto!
Pues eso... Llamé a mi tercer Ditto "PintaDitto" por el mero hecho de tener una inusual habilidad (me encantan los Dittos con habilidades curiosas), que en este caso era la de que las transformaciones que hacía de los Pokémon eran de un color distinto al original... Vamos, como una especie de Ditto-Kecleon. Unos dirán que es raro, otros dirán que es único... Y otros dirán que es un gran competidor, como muchos de los entrenadores contra los que he luchado alguna vez pueden atestiguar...
Lo curioso es que Todd nunca me había visto combatir... Y, supongo que por esa razón, Todd me preguntó que por qué no participaba yo en el Campeonato...
Mi respuesta fue clara y concisa.. "Porque ese no es mi sueño, Toddy."
De hecho, eso fue lo que me preguntó mientras nosotros observábamos el inmenso Estadio Pokémon desde lo alto de una pequeña colina cercana... Desde allí se veía un paisaje impresionante...
Todd se quedó un rato callado, al oir mi comentario... Sentí como Todd comenzó a deslizar su mano hacia la mía, muy suavemente, como si tuviera miedo... Sentí como me la acariciaba, y comencé a mirar abajo, avergonzada... Cuando me giré tímidamente a mirar a Todd, pude notar como el pobre chico estaba mirando en dirección contraria, no queriendo que yo lo pillara sonrojándose...
¡Awwwwww! ¡Qué dulce! ¡El pobre ya no sabe que hacer para controlar su vergüenza!
Yo me incliné hacia él y le susurré al oído un cariñoso "Gracias..."
Noté como Todd giró su cabeza de repente, con una cara de nerviosismo que no podía con ella... Poco a poco me fuí inclinando hacia él, para darle algo que seguramente el recordaría por el resto de su vida...
Mientras me inclinaba hacia él, pude oir el tamborileo de mi corazón azotándome los oídos... Noté como él había comenzado a cerrar sus ojos, dispuesto a dar el paso definitivo para....
"¡VAMOS A VER, PAREJITA DE TORTOLITOS!" -dijo Jackower, apareciendo de repente- "¡DEJAOS DE ARRUMACOS, QUE HAY COSAS QUE HACER! ¡DEBÉIS RECORDAD QUE SÓLO TENEMOS UNA SEMANA PARA QUE COMIENCE LA CEREMONIA! ¡ASÍ QUE MARCHANDO!"
Recordadme que la próxima vez que Jackower me vuelva a hacer esto le exija un aumento en mi paga... -_-U
Bien, después de que el "graciosillo" de nuestro jefe nos arruinara el momento, Todd y yo no pudimos mirarnos a la cara durante varios días sin sentirnos incómodos...
Y, aunque suene duro decirlo, casi fue mejor para mí... Tenía que concentrarme en entrenar a mis tres Dittos para la ceremonia, o si no Jackower se iba a enfadar conmigo... Ya he dicho que Jackower es buena persona y todo eso, pero se toma el papel de jefe muy en serio... Y cuando se enfada da miedo de verdad...
Bueno... Mis Dittos hicieron de todo en su entrenamiento...
Primero, eran tres Bellosom que tenían que bailar sincronizada y acrobáticamente como parte de la ceremonia inaugural, para después transformarse en Sandshrew y excavar bajo tierra, para luego salir a la superficie provocando una ducha de rocas, mientras los fuegos artificiales iluminaban el firmamento. Después mi Ditto se transformaría en un Rapidash, conmigo cabalgando sobre él, mientras Pintaditto se convertía en un Ponyta negro, y MiniDit era un bebé Ponyta... Cabalgaríamos dando la vuelta al Estadio mientras nos preparábamos para el gran final, en el que mis tres Dittos se convertirían en los tres Pájaros Legendarios: Zapdos, Moltres... y por supuesto, Articuno.
Esto era todo mi trabajo para la ceremonia... Pero para el mayor trabajo que conllevaría la relación entre yo y Todd, sólo era el principio... Los dos éramos demasiado vergonzosos para lo que el amor se refiere, y así no podríamos estar toda la vida...
**********
¿A que no sabéis con quien nos encontramos allí? Exacto, con algunos viejos amigos... Ahora os cuento...
Nuestro problema seguía igual... Todd se sentía muy incómodo siempre que yo estaba alrededor suyo, y no digamos cuando teníamos que estar en lugares públicos... Aquello me empezaba ya a enfadar... Lo suyo ya estaba siendo demasiado...
Justo cuando mis esperanzas con Todd empezaban a esfumarse, una pequeña luz volvió a brillar al final del tunel...
"¡Hey! ¡Un momento! ¿No son...? ¡HOLA, CHICOS!" -dijo una voz femenina.
"¿Uh? ¿Esos no son?" -dijo Todd, confuso.
"¡ASH! ¡MISTY! ¡BROCK!" -dije yo, bastante más entusiasmada que Todd.
Pude ver sus inmediatas sonrisas al verme saludarles, y Todd al fín reaccionó. ¡Hacía tanto tiempo que no los veíamos!
"¡Qué alegría veros de nuevo!" -dije yo, mientras daba un abrazo a mi "hermana deseada" Misty, mientras Ash y Brock estrechaban la mano de mi Toddy.
"No es que me moleste, ni nada por el estilo, pero... ¿Qué estáis haciendo vosotros dos aquí? -dijo extrañado Brock, mientras me miraba fijamente...
¡Tonto corazón! ¡Para! Ya tienes a Todd, ¿recuerdas? ¡Brock ya es agua pasada!
"¿Vais a participar vosotros dos en el Campeonato?- me despertó Ash de mis pensamientos.
"Supongo que eso sería una preocupación más para Ash, ¿verdad?" -dijo Misty, mientras agarraba suavemente los hombros de Ash, que parecía ponerse un poco "nervioso" ante su acto...
¿Nervioso? ¡Uy uy uy! Algo me decía que estos dos finalmente habían...
"No te preocupes, Pequeño Ashy." -dije yo, como si no quisiera darme cuenta - "Puedes estar tranquilo. Yo en realidad soy parte de la Ceremonia de Apertura, así que no voy a poder tener la oportunidad de dejarte en ridículo de nuevo..."
"¿Vas a participar en la Cermonia? ¡Qué bien suena eso!"- respondió Misty, con una amplia sonrisa.
"Y yo soy fotógrafo oficial del Campeonato." -dijo Todd, incapaz de mirarme a la cara. Eso ya me estaba empezando a doler, pero no quería que nada me amargara ahora que había vuelto a ver a mis amigos de nuevo.
"No nos esperábamos menos de tí, Todd..." -dijo Ash.
Y aquí llegó la frase oportuna del día, viniendo de la siempre "inoportuna" Misty...
"Y vosotros dos, ¿cómo os conocísteis?" - dijo Misty, buscando alguna reacción que la satisfaciera...
Misty, como experta en romances que ella se hace llamar, notó enseguida el sonrojo de las mejillas de Todd... y en las mías propias...
"Oh... Ya veo... Algo me dice que vosotros dos..." -ella dijo, astuta.
"¡NO ES LO QUE ESTÁIS PENSANDO!" -dijimos Todd y yo al unísono, para después bañar nuestros rostros con el color rojo de la vergüenza.
"Oh, sí. Claro..." -dijo, misteriosamente en él, Ash- "Creedme... Yo sé como os sentís."
Esto acabó por aclarar mis sospechas. Le sonreí a Misty.
"Tómate tu tiempo con él, Misty. Lo necesitarás" -la susurré al oído...
Como pude adivinar, fue un éxito. Ella también se sonrojó al decirle eso... Estos dos también estaban "entortolitados".
Debido a mi antigua atracción por Ash, sentí un pequeño pinchazo en mi corazón, pero me sentía feliz al saber que al menos Misty había encontrado al fín el amor que tanto tiempo había estado buscando...
¿Yo? ¿Que si yo lo había encontrado con Todd? Eso el tiempo lo dirá... y de momento creo que Todd se sentía aliviado de poder hablar con alguien más que conmigo... Era como si le incomodase estar a solas conmigo...
Suspiré. Tenía que conseguir romperle ese maldito cascarón en el que estaba metido... u olvídate, Duplica...
Pude ver como Ash y compañía se despedían de nosotros dos saludándonos con la mano.
"¡Hey, chicos! ¡Nos encontraremos algo más tarde en la cafetería! Tenemos que registrarnos para el Campeonato... ¿De acuerdo?" -dijo Ash, mientras yo observaba como Misty le agarraba la mano tímidamente, otra vez.
"No problem... ¡Os veremos más tarde, chicos!" -les grité por última vez, para después girarme a mirar a Todd.
"¿Ya te has quedado agusto, Todd?" -le dije, un tanto molesta.
"Lo siento... Yo... No sabía que..." -intentó decirme Todd.
"Olvídalo, Todd. Ahora tenemos mejores cosas que hacer. ¡Unos minutos de vergüenza no va a matarte!" -le agarré la mano- "¡Así que ahora vendrás conmigo!"
"¿Qué?"-dijo.
"Vamos a ir a comprar algunos trapitos para estar en condiciones para la ceremonia... Trapitos que por supuesto TÚ vas a pagar como método de disculpa." -le dije, con guiño de ojo incluido.
Tras escuchar algún murmullo de parte de Todd del tipo de "las chicas y sus chantajes", llegué a la conclusión de que este Torneo iba a ser más divertido de lo que me imaginaba...
**************
Una vez en la cafetería pude conocer a algunos de los otros amigos de Ash... Vosotros podréis decir lo que queráis sobre Ashy, pero si hay cosa que es cierta es que él sabía como hacer amigos. A cualquier sitio donde él y compañía iban, siempre conseguían algún amigo nuevo.
Fue con una amiga suya con la que llegué a entablar una gran amistad en el futuro, años más tarde... Esa chica era Casey Batah, una verdadera forofa del equipo de béisbol de los Electabuzz...
También ella, para suerte o desgracia, pertenecía al selecto club de las "Tres Brujas de Eastwitch", "cariñoso" mote que Misty nos puso a Casey, Melody y yo misma por considerarnos "peligrosas" para sus intereses con Ash... Cuanto más me fijo en eso, más gracia me hace... ¡Misty es una celosa compulsiva!
Bueno, como iba diciendo, Casey acabaría siendo una de mis mejores amigas, junto a la propia Misty y Melody, y he de reconocer que he visto a poca gente con tantas energías como Casey tiene...
**********
Y el día del Campeonato, al fín, llegó. Había llegado el momento de la actuación más importante de mi vida...
Sentí como mi sangre comenzaba a agitarse dentro de mí, mientras observaba al resto de mis compañeros colocándose en sus puestos. De hecho, uno de los amigos que hice en el Grupo Alpha, un chico de 16 años llamado Makoru, me preguntó...
"¿Estás nerviosa?"
"¿Yo? ¡Qué va! Nunca me pongo nerviosa cuando tengo que actuar. Yo he aprendido que la vida es demasiado corta como para malgastarla con estúpidos nervios. Puedes creerme..." -le respondí.
Makoru se quedó con la palabra en la boca, sin saber qué decir. Dejó de mirarme y mantuvo silencio, preparándose para el comienzo de la Ceremonia.
Y comenzó... Y he reconocer que la actuación de mis Dittos y la mía propia habían sido bastante satisfactorias...
Recuerdo a mi MiniDit transformándose en un Mini-Ponyta, mientras la multitud parecía entusiasmada al verlo... Recuerdo al público maravillarse ante el baile de los Bellossom, quedarse ensimismados observando los bellos fuegos artificiales del firmamento... Y los ví contemplar con ojos incrédulos cómo, entre los fuegos artificiales, aparecían como por arte de magia los tres Pájaros Legendarios (o, en este caso, los tres "Dittos Legendarios" convertidos en Pájaros Legendarios): Mini-cuno, Zapdos y un Moltres verde... ^_^U
Mis tres "Dittos Legendarios" hicieron sus ataques en el cielo, formando las palabras "BIENVENIDOS A JOHTO" en el cielo... Pude escuchar una gran ovación viniendo del público, mientras yo y mis compañeros estábamos abajo, sudorosos por el trabajo, pero felices.
Había sido una gran Ceremonia... Y todo gracias a mis Dittos...
*********
Al terminar, me dirigí a los vestuarios a ducharme y cambiarme de ropa... Además, tenía que alimentar a mis Dittos...
Pero, justo antes de entrar a los pasillos interiores del Estadio, me encontré con Todd... Me extrañó verle allí, ya que ese no era el lugar que tenían asignados los fotógrafos...
"¿Qué estás haciendo aquí, Todd? Creía que estarías tomando fotos desde las gradas..." -dije yo, extrañada.
"Sí. Se supone... Pero he conseguido colarme aquí abajo... Ya sabes... Cuando tú actuas, me es imposible apartar mis ojos de tí, Dupli-chan. Eres espectacular." -dijo él, nervioso, como siempre.
En esos momentos yo estaba aún vestida con mis leotardos morados que había usado en la actuación, lo que hizo que me ruborizara al saber que Todd me estaba mirando... Pero esa vez dejé que Todd me acompañara hacia los vestuarios...
Entramos juntos a mi camerino y cerré la puerta, mientras Todd seguía hablando, entusiasmado... Le cambia completamente la personalidad cuando ve mis actuaciones... De eso puedo dar fé.
"Definitivamente, Dupli-chan, eres talentosa, brillante y una excelente entrenadora Pokémon, bonita, y sin duda la más dulce, amable y cariñosa persona que yo jamás me haya encontrado. Esta última actuación tuya me lo ha dejado ya definitivamente claro." -dijo él, finalmente.
Aquello si que me había dejado sin palabras...
"Todd... Yo..." -dije yo, nerviosa.
Extraño... Ahora los papeles se habían cambiado... Ahora era yo la que estaba nerviosa... Vale, es posible que el actuar delante de cien mil personas no me ponga nerviosa... Declarar mi amor hacia la persona que más quería en el mundo ya es otro cantar...
Él, gentilmente, me puso su mano en la mejilla. Yo cerré los ojos y descansé mi cabeza entre sus brazos... A pesar de que yo estaba sudando, ni todos los meteoritos que pudieran caer en la tierra podría detener este momento... Ni todos los Jackowers del mundo...
Se acabó... Lentamente lo abracé y, asegurándome de que la puerta estaba bien cerrada, lo besé, al fín, en los labios...
¡AL FÍN! ¡El momento que había estado persiguiendo todo este tiempo al fín había llegado! ¡Nada podría estropear este momento! Sentí como Todd había comenzado a abrazarme más amorosamente, mientras veía como sus lágrimas de emoción habían comenzado a descender por sus mejillas... No nos importó ni el sudor, ni lo comprometido de mi situación, ni...
"¡TOC, TOC!" -se oyó en la puerta.
"¿Perdone? ¿Señorita Imite? ¿Se encuentra ahí dentro? ¡Hemos de hacerle unas preguntas!" -se oyó al otro lado de la puerta.
Seguramente fueran periodistas, que seguramente sabían donde estaba gracias a las indicaciones de Jackower (de alguna u otra manera, Jackower siempre tiene que fastidiarnos)... Pero no me importó... Hagámoslos esperar...
Aquel era mi momento... Y nada ni nadie iba a estropearlo.
Una vez terminamos de besarnos, lo miré a los ojos, mientras él acariciaba mi pelo, que él había soltado con sus caricias... Me dijo que era mucho más bonita con el cabello suelto.
"Gracias, Duplica... Gracias a tí he conseguido descubrir mi verdadero ser y... yo... Creo que definitivamente me he enamorado de tí, mi Dupli-chan... -dijo Todd, llorando de alegría.
"Pues yo no lo creo, Toddy..." -dije, tan emocionada como él.
Y nos besamos de nuevo... Ni el continuo tamborileo de la puerta, ni los gritos del público, ni ningún otro sonido podría apagar el latido de nuestros corazones... Al fín, después de todo este tiempo, nuestros corazones habían encontrado sus latidos...
Y al fín, una vez nuestra momentánea pasión se apagó, nos quedamos mirando como dos tontos enamorados, con nuestras manos atrapándose entre ellas...
"... Lo sé" -terminé, al fín, la frase que había comenzado antes.
Tras esto, y agarrando a Todd de la mano, terminé de abrir la puerta, mientras un escuadrón de periodistas comenzaba a rodearnos, dispuestos a hacer su trabajo...
"Así que... ¿algo que pregutar?" -les dije, con una sonrisa.
Una pequeña luz en mi vida... se había convertido en mi sol...
************
Bueno... Tras todos estos felices acontecimientos, he de decir que no pienso decir nada acerca de lo que ocurrió en ese Campeonato, ya que creo que Misty es la persona idónea para contároslo más adelante...
Así que me adelantaré en el tiempo un poco más, cuando yo y Todd ya teníamos 18 años y 19 respectivamente.
Esa fue la época en la que al fín pudo hacer mi primer papel estelar en mi primera película, que será conocida como "La Renegada"... En esa película yo hacía un papel de "mujer fatal", en la que yo representaba a una joven chica de 18 años que vivía en las calles, y que se ganaba la vida manipulando a hombres y mujeres para conseguir mis objetivos... Esto provocó que mi personaje se metiera en muchos problemas, y acabara volviéndome loca, a causa de mis constantes discusiones y peleas...
Esta fue, sin duda, una de las primeras películas tragables que protagonicé... Mi actuación había sido tan buena que fui nominada como "Novata del Año" en los Premios Ekops (versión Pokémon de los Oscars de Hollywood)... Desgraciadamente, no gané el premio, pero ya era un gran comienzo.
El gran salto en mi carrera como actriz vino cuando conocí a Brad Van Dam en persona... Brad Van Dam era el típico estereotipo de chico guapo que hacía artes marciales, y obviamente era todo un "crack" para todas las locas fans de sus películas...
Sin embargo, cuando recibí una llamada suya para participar junto a él en su próxima película, no me lo pude creer.
Esta mi segunda película se llamaba "El Juramento". Era una película de acción/drama acerca de una chica huérfana de nacimiento (la cual, irónicamente, interpreté yo) que estaba bajo la protección de un joven hombre (Brad). Esta chica guardaba en su interior el secreto de la vida eterna, y ella siempre estaba siempre acosada por sociedades criminales y guvernamentales, ansiosas de obtener ese poder. El chico protagonista tenía que protegerla con su vida, a costa de lo que fuese...
Esta película me ayudó para demostrar mis habilidades a Brad, que acabó realmente satisfecho... Y sin duda mi opinión acerca de él cuando yo conocí a su Smoochum.
Mis Dittos y su Smoochum se compenetraban bastante bien, y Brad y yo llegamos a ser muy amigos... Esto me enseñó que jamás debería juzgar de nuevo por las apariencias... Aprendí eso mismo mucho antes, tras la experiencia con Ash y mi MiniDit... Y sus lecciones, involuntarias o no, me han ayudado bastante en la realidad.
Ahora que mi vida estaba comenzando a llenarse de felicidad, las cosas iban bastante mejor...
**********
Todd y yo ahora vivíamos juntos en la "Casa de Imitación", la cual, poco a poco, volvió a convertirse en el gran pequeño teatro que fue en sus tiempos de gloria. Soñaba que, algún día, cuando yo tuviera más experiencia, yo enseñaría a los jóvenes a actuar, como lo que Mary siempre había intentado hacer conmigo durante los años que estuve con ella. Aquello tenía que hacerse en honor a la única persona a la que yo consideraba familia mía entonces...
Sin embargo, y aunque lo pueda parecer, mi historia aún no acaba aquí... Aún me faltan tres cosas más que decir...
**********
Aún recuerdo el día en que yo y Todd nos casamos, acompañados por mis amigos y sus familiares, mientras yo deseaba formar parte de sus vidas también... Como una gran familia...
Yo tenía 19 años cuando Todd y yo nos casamos, y Todd (como siempre) parecía bastante nervioso ante eso, y siempre alegaba que sólo habíamos más que amigos durante sólo 3 años... A él no le gustaba la idea de casarse tan joven, pero...
Por entonces, Todd y yo habíamos triunfado en nuestras propias carreras... Yo, por mi parte, había conseguido mi primer Ekops como "Mejor Actriz" gracias a la película "Dame Una Razón Para Vivir", una terrible y trágica historia en la que se narraba la historia de una chica que en su infancia había sido abandonada en las calles por sus padres, pero que un día encontró la felicidad que le había sido robada... Aquella película casi narraba mi propia vida, y en esa película yo hice la que sin duda fue la actuación más importante que he tenido hasta la fecha... Es más fácil meterte en la piel de un personaje cuando tu vida ha sido casi idéntica a la suya, por no decir peor... Y eso me hizo ganar el Ekops.
El trabajo de Todd como fotógrafo era igualmente impresionante, y sobre todo a la edad de 20 años. Sus fotografías eran impresionantes y muy valiosas... Grandes compañias encargadas de hacer documentales, como el Pokémon Geographic, contrataron sus servicios, dadas las innatas cualidades de mi Toddy-deh-poh para la fotografía. El era el fotógrafo de todos los fotógrafos... La esencia a seguir... La vida hecha fotografía...
Sí, mi Toddy tenía un gran futuro por delante...
Nuestras vidas estaban muy bien encaminadas, así que... ¿por qué no casarnos?
Recuerdo cuando él me hizo la propuesta durante un festival de cine, en la que cientos de cámaras rodaban para todo Kanto y Johto... Yo iba a acudir a la presentación de otra de mis películas, y aquello estaba a reventar...
Pues bien... Él, abandonando su puesto de cámara, subió al escenario en donde yo estaba saludando al público... Se aseguró de que las cámaras lo estuvieran grabando y se puso de rodillas frente a mí... Ví como sacaba algo de su bolsillo...
El silencio en el público era total... Al ver lo que Todd me estaba enseñando, y sin dejarle que él dijera absolutamente nada, lo levanté del suelo...
"¡SÍIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIÍ! ¡POR SUPUESTO!" -dije, comportándome como una colegiala...
Exactamente... Era un anillo de compromiso... Un precioso Zafiro adornaba el anillo... No pude controlar mis emociones y comencé a besarlo, ignorando completamente que el beso estaba siendo retransmitido a 80 canales distintos...
Y, a pesar de los aullidos de lobo que se comenzaron a escuchar entre el público, ni me importó...
*********
Nuestro matrimonio fue exactamente 6 meses después del matrimonio de Misty y Ashy.
Uno de los mejores momentos de la boda de Ash y Misty fue cuando ellos comenzaron a discutir sobre quien debería ser la dama de honor de su boda...
¡Sin duda, el ver a estos dos discutir es una de las cosas más cómicas que he visto en mi vida!
Os contaría como fue su boda, pero... Creo que la pobre Misty os lo podrá contar mejor que yo...
Con respecto a mi boda, no hay mucho que decir... Fue bastante discretita, y se celebró en la "Casa de Imitación"... Quería que fuera un acto íntimo, ya que tenía pensado dedicarle un homenaje a Mary, a modo de actuación, tras mi boda...
Y así, una vez los votos fueron hechos, Todd y yo éramos ya oficialmente marido y mujer...
Y la "Casa de Imitación" sufrió un nuevo cambio de nombre... "Casa de los Sueños Encontrados"
Una placa en la entrada lo confirmaría definitivamente...
"Casa de los Sueños Encontrados" "Fundada y reconstruida por Todd Snap y Duplica Imite" "En honor a Mary Aotzie, una gran persona donde las haya." "Gracias a todos por venir a visitarnos"
***********
Diez meses después de nuestra, cuando Misty dió a luz a su primera hija, Katheryn, se puede decir que yo grabé esa imagen en mi memoria... Se la veía tan feliz... Aún la recuerdo hablando conmigo durante su embarazo. Ella estaba muy preocupada sobre si ella podría ser una buena madre o no... Yo la dije que, viendo el amor y el cariño que entre ella y Ash existía, no debería preocuparse, ya que muchos padres envidiarían su situación. Yo sabía que Misty sería una gran madre...
Fue entonces cuando ella me dijo unas bonitas palabras...
"Duplica... Yo sé que, de toda la gente que conozco, tú sí que podrías ser la madre perfecta... Créeme..."- dijo ella, con alegría en sus palabras...
Yo me quedé sin palabras... ¿Ella tenía tan altas esperanzas de mí? Considerando que yo una vez tuve un flechazo con su marido Ashy, y todas esas cosas, me sorprendió muchísimo que dijera eso de mí... Pero yo aprecié eso que me dijo... Y aumentó mi amistad hacia ella...
Tras los sucesos de mi infancia, creo que el querer convertirme en una buena madre no habría sido mala idea del todo. Las palabras de Misty incluso me animaron aún más a intentarlo... Y, ya de paso, sería otra manera de apartar los pensamientos de los demonios de mis padres de mi cabeza...
Y así fue como decidí que quería quedarme embarazada... para desesperación del pobre Todd ^_^.
Al principio Todd estaba un poco reacio hacia aquello, alegando que nuestras respectivas ocupaciones iban a ser un impedimento para cuidar a nuestro bebé, y que estaba yendo demasiado deprisa...
Eso solo eran escusas del pobre Todd, demasiado cobarde para atreverse a dar semejante paso... Intenté convercerle que a mí no me importaba, que con el dinero que había ganado con mis películas me bastaba para poder estar dos años dedicándome a la maternidad...
A pesar de la preocupación de Todd, al final conseguí mi objetivo... El día que me enteré de que estaba embarazada fue el día más feliz de mi vida... Fue a los 23 años, exactamente 2 años y 7 meses antes de que Ash... pues eso...
Fue en el Hospital de Ciudad Azafrán. Aún recuerdo la cara de Todd al ver a nuestra hija Sylia entre mis brazos... bueno, habría visto su cara si antes no se hubiera desmayado... Creo que aquello fue demasiado para él...
Después de que los médicos consiguieran reanimarlo, le presenté a Sylia... Era una niñita preciosa, con su pequeña carita, sus ojitos cerrados mientras dormía tranquilamente... Mejillas sonrosadas... Era mi niñita... Nuestra niñita...
"Todd... Mira... Te presento a Sylia... Sylia Snap" dije, mientras sonreía emocionada.
Todd estuvo a punto de desmayarse otra vez, pero al ver a aquella criatura entre mis brazos no pudo aguantarse las ganas de cogerla entre los suyos... Pude ver las lágrimas de emoción saliendo de sus ojos...
Aquella fue una foto que Todd jamás quiso publicar... Era demasiado valiosa para él... Puede que incluso más valiosa que la foto de Articuno que perdió de nuevo en las montañas...
Sí... De hecho, era mucho más valiosa que cualquier otra foto en el mundo... La foto de una familia, su familia, feliz...
Pero, aunque esto pudiera parecer el fín de mi historia, aún queda una última parte que narrar... Una última parte desagradable que hay que contar... Una última parte con la que cerraré mi historia... El último capítulo de la vida de la chica una vez conocida como "el error".
* * * *
Vamos a llamar a esta parte de mi narración como "La Caída del Team Rocket". Yo contaré parte de esta historia... Puede que Jessie, James y Todd, y algún otro más, os cuenten algo más de todo esto...
Jessie y James habían comenzado a estar de nuestro lado hace muy poco tiempo, y sus grandes habilidades como "hackers" (piratas informáticos) habían sido de mucha ayuda para Brock en sus intereses con Willamena... Para los que ya conozcan su historia, sabréis como acabó todo aquello...
Brock acabó en un manicomio...
Por aquel entonces estaba a punto de salir del manicomio, gracias al ofrecimiento de Suzie... Pero, aunque hubiese sido de mucha ayuda en esta "guerra" que muchos entrenadores íbamos a librar contra el Team Rocket, el pobre hombre no estaba aún en condiciones mentales para el combate...
Sin embargo, Ash había llamado a sus compañeros del Alto Mando, junto a sus más cercanos alíados y amigos. Me sentí alagada al notar que yo me encontraba entre ellos.
Todd también fue, por supuesto. Sería de gran ayuda tomando fotos de los terribles experimentos que se hacían en la base secreta del Team Rocket... También pudo verse por allí a Tracey, entre otros...
Tras unas cuantas lecciones de espionaje (que Jessie, en especial, y yo misma, les enseñamos al resto) el Team Rocket sería historia para siempre... Ese era uno de nuestros planes...
Ash y Misty, por otro lado, también tenían sus propios planes... Y Jessie y James sólo tenían una idea en sus mentes: venganza.
De hecho, unos pocos días antes, Jessie lo había averiguado todo acerca de su familia... Ella estaba realmente motivada... Ya os contará ella mejor su historia...
De todas maneras, antes de que llegara el día de la invasión, recibí una llamada de Jessie... Al parecer, había descubierto algo...
Me dirigí hacia su hogar en motocicleta (sí, incluso conduciendo me gustaba imitar a Ash), y lo que allí me encontré me dejó sin habla... Jessie y James me dieron una copia de un documento que ellos habían sacado de los archivos secretos del Team Rocket... Eran unos detalles que seguramente me sorprendieron mucho al conocerlos...
Anna Maxwell... Pude conocer mi verdadero nombre aquel día... También pude conocer algo de la historia de mis padres y de lo que hicieron en el pasado... Ví mi certificado de nacimiento... Y lo que ellos hicieron desde mi "desaparición"...
Todo aquello era horrible... No voy a mencionar ninguna de las atrocidades que habían hecho porque no quiero perturbar vuestras mentes contando estos sucesos... No sería justo para vosotros pasar por todo este calvario...
Me hervía la sangre... Al fín había conocido mi identidad y ni tan siquiera me gustó. Y mejor ya no hablo de aquellos dos bastardos...
El día anterior de la "guerra" contra el Team Rocket yo dejé a mi pequeña hija, Sylia, al cuidado de Jackower, el cual se preguntó por qué tenía que cuidar él de mi hija.
"Por si acaso no volviéramos ni Todd ni yo, quiero que seas tú quien cuide de ella" -fue lo que le contesté.
Hasta el día de hoy, creo que Jackower aún no ha comprendido que quise decir con aquello.
Y llegó el "Día D"...
La base del Team Rocket había sido rodeada por una ingente cantidad de agentes Jennys, acompañadas por cientos de guardias también. Aquella iba a ser la operación policial más importante de la historia...
Pero ellos no iban a hacer el trabajo solos... Iban a ser ayudados por Ash y su también bastante importante "legión"...
Sus amigos... Sus compañeros... Sus hermanos...
El Team Rocket iba a aprender de una vez por todas que la vida no puede ser pintada con el color rojo de la sangre y la violencia...
**************
Bueno, ya sé que esto os ha emocionado y tenéis ganas de saber más acerca de esta "guerra", pero yo voy a contar los acontecimientos que pasaron en MI historia...
Sabía que mis padres aún trabajaban allí... Especialmente en el segundo sótano de la base secreta, donde se encontraba el departamento de Experimentación... Allí los Pokémon eran torturados salvajemente antes de ponerse a experimentar con ellos...
Oí gruñidos de dolor de Slowpoke...
Miré a mi izquieda... A través de una cristalera ví a decenas de Slowpoke atados en una larga mesa de acero... Parecían tener cara de no estar pasándolo bien...
Vi aterrada como una enorme cuchilla cortaba las colas de todos ellos, mientras unos científicos Rockets las recogían... El posterior alarido que emitieron los Slowpoke me heló la sangre...
Era horrible pensarlo... Seguramente tendrían atados allí a los Slowpoke, sólo alimentadoles lo suficiente para que no murieran... El cortarles las colas a los Slowpoke suponía mucho dolor para ellos, pero no sangraban... De hecho, sus colas se regeneraban a las pocas horas de ser cortadas...
Era conocido que las colas de los Slowpoke eran bastante apreciadas en el mercado negro, dado su gran valor nutritivo... Y el Team Rocket había hecho un gran negocio con aquello...
Mientras intentaba no estallar en mi furia, me acerqué cautelosamente hacia una esquina, y ví a varios guardias Rockets vigilando...
Vi pasar a uno cerca de donde yo estaba... Antes de que pudiera decir nada, le golpeé fuertemente en la cabeza, dejándolo inconsciente...
Cogí sus ropas y me disfracé de él... Eso me ayudó un poco a poder seguir infiltrándome en aquel lugar...
* * * *
No me importaba que hubiera decenas de guardias vigilando... Ni que estuvieran armados... Yo me tenía a mí misma... y a mi escuadrón de Dittos: el famoso "D Team"...
En esos momentos ya tenía a 6 Dittos bajo mi control... Los que ya conocéis, Ditto, MiniDit y PintaDitto, y mis tres nuevas adquisiciones. "Ottid", con la rarísima habilidad de convertirse en un Pokémon del tipo contrario al que está combatiendo... "Power", capaz de convertirse muy fácilmente en Pokémon Legendarios... Y mi actual máquina de combate... "Gran D", capaz de convertirse en una versión mucho más grande del Pokémon en el que se transforme... Con todo esto, creo que la cosa se iba a poner bastante interesante...
Mientras seguía buscando el lugar en el que mis padres se escondían, pude oir gritos de los asustados Rockets... La policía había conseguido entrar al edificio...
No haciendo mucho caso a todo aquello, continué con mi busqueda... Y encontré la sala de torturas, en la que los malnacidos de mis padres realizaban aquel "honrado" trabajo...
Dí una patada a la puerta, no sin antes romper las narices de dos estúpidos guardas que me confundieron con una compañera Rocket... Mis 6 Dittos entraron conmigo también...
Dentro había otros 12 agentes Rockets... Pude ver sus miradas de sorpresa... sus miradas de pánico... Y, detrás de aquellos miserables, estaban ellos... Escondidos, como los cobardes que eran... De nuevo... Los había vuelto a ver... Mis "padres" Arnold y Emily. Sí, eran mis padres, aunque me pese... Pero NO eran mi familia...
Mis Dittos habían llegado a un nivel de entrenamiento tal que ya no hacía falta que yo los diera órdenes para atacar...
De hecho, uno de los agentes lanzó un Pokéball, del que salió un Venusaur, dispuesto a proteger a sus superiores... Pero mi querido Ottid reaccionó ante aquel ataque convirtiéndose en un poderoso Dodrio, que con unos cuantos de sus salvajes ataques Pico Taladro dejó a aquel Venusaur para el arrastre...
Aquella fue la señal para que todos mis Dittos comenzaran a transformarse... Había llegado la hora de vengarse por todos los Pokémon que aquellos sádicos habían maltratado...
Mientras mis Dittos se "entretenían" con aquellos agentes, yo me dirigí hacia mis verdaderos objetivos... Pude ver la expresión de terror de Emily al verme...
"No es posible..." -ella dijo. "Yo pensaba que ella había desap..."
No pudo terminar la frase... Mi puño cerrado golpeándole el estómago fue lo que ella recibió a cambio de su "cariño" durante mi infancia...
"Intenta pegarme ahora, Emily" -dije, furiosa, mientras otro puñetazo golpeaba aquella vieja cara de cuarenta y cinco años...
Tras ver a mi "madre" inconsciente en el suelo, al fín iba a encarar al verdadero culpable de todas mis pesadillas... Mi "padre"... Arnold Maxwell II... La reencarnación del demonio en persona... Mi "Señor de la Oscuridad"...
Mucho más viejo... Mucho más gordo... Pero seguía igual de loco... Su sed de sangre ajena no sólo no había disminuido, sino que había ido en aumento con el paso del tiempo, como pude comprobar en los documemtos que me facilitaron Jessie y James.
Me miró... Riendo... Subestimándome... Odiándome... Como siempre había hecho... Ni tan siquiera el ver a su esposa Emily inconsciente en el suelo parecía borrarle aquella enferma sonrisa de su cara...
"Bien, bien... Veo que aquella pequeña niña estúpida se ha convertido en una muchacha bastante... atrevida... ¿Acaso has venido aquí para que siga con tus dosis de látigo, mi pequeña Anna? -dijo, mientras él agarraba un látigo...
Pero, esta vez, el látigo estaba cargado de electricidad... Obsesiones de un loco...
"Es curioso que ahora me llames Anna, padre... Si es que puedo llamarte así... Es un nombre que yo tuve que averiguar por mí misma, el cuál fue precisamente ayer cuando lo averigué... Un nombre que mis padres me dieron... Y ahora yo me niego a aceptar... Yo ya no soy vuestra hija..."
Comencé a caminar hacia él, sin ningún tipo de temor. El miedo ya no existía en mí...
"Anna Maxwell ya no existe... Ahora soy Duplica Imite... Y ya no te pertenezco... Arnold..."- continué, mientras seguía avanzando hacia él.
"¡CÓMO TE ATREVES! ¡Esa Duplica Imite de la que tú hablas va a irse al infierno, junto con Anna Maxwell! ¡Como tuvo que ser desde un principio!" -rugió él, mientras blandía su látigo.
Esquivé su primer latigazo como buenamente pude... Justo cuando iba a soltar el segundo latigazo para golpearme, pude ver como Gran D, convertido en un enorme Charizard, me apartaba del camino del látigo, cogiéndome entre sus garras...
"No, chicos... Dejadme a mi sola... Esto es un asunto entre él y yo... Manteneos al margen." -dije, mientras Gran D me soltaba y se apartaba de mí, preocupado.
Ví a Arnold sonreir...
"Siempre fuiste una chica muy estúpida, hija. Y aún lo sigues siendo..." -dijo Arnold, mientras levantaba su látigo...
"¿Estás seguro de lo que estás diciendo?"
Antes de que Arnold pudiera descargar de nuevo su látigo sobre mí, hice un rápido movimiento y conseguí hacerle perder el equilibrio con una fuerte patada en su pierna derecha... La fortuna quiso que en su caída cayera sobre una de las mesas de experimentos que allí había... El ruido de cristales rotos y el burbujear de los ácidos cayendo al suelo llenó la habitación...
Vi a Arnold en el suelo, con la boca abierta y los ojos desorbitados... Los cristales de las probetas y tubos de ensayo se le deberían de haber clavado en la espalda... Ví como el ácido había comenzado a corroer sus ropas... No gritó...
Sólo pude oir como intentaba decir algo, con una gran mueca de dolor...
No sentí remordimientos... Yo sólo le estaba devolviendo el "favor" que él y Emily me habían hecho... Era justo...
"Perdona, Arnold... ¿Decías algo?" -dije, sarcásticamente, mientras lo levantaba del suelo y lo arrojaba contra otra mesa de un puñetazo... De nuevo los cristales rotos y el ácido...
Sus gritos de dolor, sus alaridos... Las lágrimas que habían comenzado a salir de su cara...
No me detuvieron.. Quería verlo sufrir... Debería pagar cada golpe, cada herida... Debería pagar por la soledad que pasé durante gran parte de mi vida... Tenía que pagar por lo que le hicieron a Mary...
Su cara ya era un completo desastre, pero quise adornársela un poquito más con otra patada en su patética cabeza... Aquello lo dejó casi inconsciente...
Salté sobre su estómago con los dos pies juntos, para que no se desmayara... Tenía que sentir cada golpe... Tenía que sentir el dolor por el que me habían hecho pasar...
Lo agarré del pelo, mientras veía como la sangre recorría su cuerpo... Ví su cara... Estaba inconsciente...
Bajé mi brazo y cogí uno de los cristales del suelo...
Iba a matarlo...
Esto tenía que acabar... Tenía que...
"¡DUPLICA! ¡POR FAVOR, DETENTE!"
Solté el cristal, mientras sentía los brazos de Todd rodeándome y apartándome del cuerpo moribundo de Arnold... No lo había matado...
Comencé a respirar deprisa, presa del cansancio. Lloré... Ví como mis Dittos estaban allí, en sus formas normales... Salvo Gran D, que estaba transformado en un Arbok gigante, con la que tenía apresados a aquellos Rockets vencidos... Vi también el cuerpo inerte de mi madre, sangrando profundamente de la nariz... Ya no quise ver a Arnold... La escena era bastante desagradable...
"¿Cómo he podido yo llegar a hacer todo esto?" -dije, llorando.
"Ya pasó todo, Duplica... Has ganado." -dijo Todd, abrazándome.
"Pero... pero... ¡Casi los mato! ¡Me habría convertido en uno de ellos si lo hubiera hecho!"
"No, Duplica... Tú no eres como ellos... Ví como paraste cuando te grité... Pudiste controlarte... Estoy orgulloso de tí, preciosa..." -me dijo Todd, dulcemente.
Intenté enjugar mis lágrimas, mientras miraba el vencido y ensangrentado cuerpo de mi padre... Mi madre tampoco habría podido levantarse en algún tiempo...
"Vamonos... Ya he tomado suficientes fotos... Ahora larguémonos de aquí..." -me dijo Todd, suavemente.
Una vez dijo eso, un escuadrón de policía, liderado por dos agentes Jennys, irrumpió en la sala... Y vieron las secuelas de lo ocurrido...
"¿Qué es lo que ha pasado aquí?"
Todo lo que ellos vieron, además del desastre, eran seis sonrientes Dittos, y un feliz matrimonio, abrazados.
"Son todo suyos, agentes. Hagan con ellos lo que quieran." dije, al fín.
Aliviada...
Única...
Libre...
Mi pesadilla ya había terminado... Al fín iba a poder respirar tranquila... Todo había acabado...
* * * *
Una vez todos reunidos, vi a Jessie levantar su pulgar, en señal de victoria... Ella también había conseguido saldar su propia venganza... Con Todd a mi lado, estaba feliz de poder haber tomado parte en esta gran victoria. Nunca me había sentido tan llena...
"Hey, Duplica." -dijo una nueva voz.
Me giré y ví a Ash dándome una de las más grandes sonrisas que jamás vi salir de sus labios. Era la sonrisa de un gran amigo, que incluso en su figura de Lider del Alto Mando me resultó cercana y cálida.
"Veo, Duplica, que al fín has conseguido calmar tus penas. Enhorabuena." - él me dijo, dulcemente.
Misty estaba hablando con Sabrina y Melody, por lo que, de algún modo, quise aprovechar un poco la ocasión, ahora que la "Furia Pelirroja" estaba ocupada...
"Sí... Gracias, Ash. Muchas gracias..."- dije, un poco emocionada.
Abracé al Lider del Alto Mando, con lágrimas en mis ojos... Esta vez, eran lágrimas de felicidad.
"Tú has sido uno de los mejores amigos que jamás hube tenido... Me has ayudado en este camino que es la vida más de lo que me habría gustado... No tienes ni idea de lo que significas para mí... Muchas gracias, Ash." -le dije.
"Shh..¡hey! No querrás que Misty se ponga un "poco" celosa, ¿verdad?" - dijo Ash, con algo de pánico en su mirada.
"¡O yo! ¡Por si no te habías dado cuenta, aún sigo estando aquí!" - djo Todd, en tono un tanto celoso.
Todos comenzamos a reir ante aquella situación... Mientras reíamos, siempre supe que durante el resto de mi vida agradacería todos los buenos momentos pasados con mi buen amigo Ash Ketchum.
Desgraciadamente, aquellos momentos jamás se volverán a repetir...
* * * *
Aquí sigo, en un mar de lágrimas, respirando este aire casi tan oscuro como las tristes caras de todos los que me rodean. Los verdaderos amigos de Ash Ketchum están aquí...
Aquí, en este funeral, no había nadie que le conociera como el famosísimo Maestro Pokémon que él era. La gente que aquí se encontraba le conocía como Ash Ketchum, de Pueblo Paleta.
Mi voz estaba completamente apagada, tras mi canción. No podría hablar... No podría despedirme de Ash para siempre...
Pero tenía que ser fuerte... Por Todd... Por Misty... Por Ash...
Con Sylia en mis brazos, la cual lloraba de frío, ajena a lo que realmente pasaba allí, me acerqué hacia el ataúd de Ash Ketchum...
"Ash, mucha gente a estado pidiendo mi autógrafo desde que me convertí en actriz. Y puede que agradezca su cariño hacia mí... Sin embargo, tú fuiste la primera persona que realmente me mostró lo que la vida puede ofrecerme. Te daré este obsequio, como muestra de mi... amistad..."
En el ataúd metí una gorra... Aquella misma gorra que usaba para imitar a Ash durante todos estos años... Una gorra que tenía bordado mi nombre... El nombre por el que todos ahora me conocían... Duplica Imite.
Tras mi ofrenda, me aparté del ataúd y miré al cielo. Abracé suavemente a mi hijita, mientras una lágrima descendía por mi mejilla. Seguramente ahora Ash estaría viéndonos, desde allá arriba, más allá de las nubes...
"Adiós... Pequeño Ashy... Saluda a Mary de mi parte..."
(FÍN DE DUPLICA IMITE)
