HOLA perdón por la demora (exámenes y más exámenes) aquí vengo con la
segunda entrega de decisiones importantes, espero que les guste. Bueno,
como podrán notar he querido hacer a los malos un poco más humanos de lo
normal, pero no se preocupen no es un completo OOC, más adelante veremos el
porqué... en fin:
INU YASHA NO ME PERTENECE. (Aunque ¿a quien no le gustaría quedarse con Sesshoumaru ^^U )
La brisa entraba por la ventana abierta. Kanna, acostada en el piso y cubierta con unas mantas, permanecía esperando a Kagura, o por lo menos a que Kohaku se apareciera. Todavía no se reponía del castigo que Naraku le había impuesto.
-¿Porqué?, yo nunca había experimentado el dolor pero ahora...
Miró sus brazos cubiertos con vendas, aún sus heridas sangraban. Era cierto, la debilidad de Naraku le afectaba. ¿Sería posible que al igual que su creador, Kanna adquiriera características humanas?. Volteó a la ventana, y maldiciendo, se cubrió aún mas con las sábanas, en verdad hacía frío, otra sensación nueva para ella.
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Es de noche. En el bosque, un grupo de viajeros descansa de su última aventura comiendo su deliciosa cena.
-Definitivamente, esto sabe muy bien. Dices que se llama ramen ¿verdad?
El rostro de nuestro hanyou favorito se iluminaba al ver el humo saliendo del envase.
-Así es... existen de distintos tipos y sabores, hay de pollo, de res, de cangrejo, con verduras, con curry... esta vez le traje a cada uno un tipo distinto.
-¿En serio? ¡Dame!.
Al mismo tiempo que le arrebataba el suyo a Shippo. Al ver esto Shippo se puso a llorar.
-Buaaa ¡Míralo Kagome!, ¡Es un abusivo!, me quitó mi ramen... sniff
-Inuyasha, (muy molesta) cuantas veces te he dicho que... Un momento, un fragmento se acerca a toda velocidad...
En ese momento, Kouga hizo su aparición. (Viento mezclado con tierra Inu con cara molesta)
-¡Pero si es Kouga-kun!
-Kagome, vine tan rápido como pude (tomándola de las dos manos). Tengo algo muy importante que contarte...
-¡Feh!, (Cruzándose de brazos y tratando de mostrar indiferencia) ¿Qué hace ese lobo apestoso aquí?
-Cálmate Inu Yasha, veamos lo que Kouga tiene que decir...
-¿Tú también monje?
**************************************************************************** ********************************************************************** En la habitación de aquel castillo, que permanecía obscura, Naraku observaba al chico que acababa de entrar en su habitación.
-Que bueno que ya estés aquí mi querido Kohaku.
Dijo con malicia mientras Kohaku, permanecía con la mirada perdida y mirando hacia abajo, debía parecer como si estuviera todavía bajo el dominio de Naraku.
-Kanna ha estado muy extraña últimamente, así que tu misión será que te encargues de vigilarla todo el tiempo, para saber que es lo que está tramando. No te despegues de ella ni un solo segundo ¿Te quedó claro?
-Sí, mi señor.
-Retírate.
Kohaku salió de la habitación obscura, mientras Naraku estaba muy pensativo...
-Mientras me encuentre en este estado, no podré hacer nada (sonriendo), ya me encargaré de esas dos mocosas después, debo concentrar el poco poder que tengo para controlar a Kohaku. Debo de ser muy precavido si no quiero que se manifieste mi lado humano.
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En el bosque, un yokai descansaba en la hierba, mientras que una niña pequeña molestaba al peculiar sirviente que los acompañaba.
-Si te mueves, no podré ponerte esta corona de flores.
-¡Déjame en paz mocosa del demonio!, Si no lo haces, te acusaré con mi señor Sesshoumaru.
Al yokai, a pesar de su fría expresión, ciertamente le divertía ver a Jaken con esas ridículas flores. Para ese entonces, ya tenía varias coronas en el cuello y Rin quería colocarle una más en la cabeza.
El viento dejó de soplar. Sesshomaru sabía que algo malo sucedía.
-Rin, quédate quieta.
La niña simplemente se quedó inmóvil, mientras Sesshoumaru avanzaba hacia los árboles cercanos, Jaken se escondió detrás de él.
-¿Qué es lo que quieres?
Kagura salió de su escondite y, con una sonrisa maliciosa, se cubrió su cara con el abanico.
-He venido a hacerte una propuesta. Desde que tienes esa espada, me di cuenta del enorme poder que posees.
Sesshomaru no hizo ni siquiera una expresión en su rostro.
-Supongo que te has percatado de que mi señor está debilitado. Me gustaría que acabaras con él... es muy simple para ti, además, puedes quedarte con los fragmentos que tiene en su poder. Así serías invencible...
-No me interesa.
Kagura lo miró con enojo, no era la primera vez que el Inu-yokai rechazaba su proposición. Aunque pensaba que esa vez sería diferente, debido a la situación actual y a que podría quedarse con los fragmentos. En verdad estaba frustrada. Sesshoumaru simplemente volteó para otro lado en señal de indiferencia.
-Vámonos de aquí.
Rin dio saltos de alegría para seguir con su juego mientras se alejaban. Mientras tanto, Kagura se enfadaba más. ¿Qué se supone que harían ahora?, ¿A quién recurrir?
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Inu y compañía se miraban unos a otros sin entender lo que Kouga les estaba contando, al parecer los seres creados por ese engendro querían deshacerse de él. Miroku se adelantó a decir:
-Lo que dice Kouga es muy interesante... Inuyasha, ¿Qué piensas al respecto?
-No es mi asunto monje.-dijo el Inu algo enojado.
-Yo pienso que sí, después de todo... esas dos son parte de Naraku y, por otro lado... Kohaku.- Sango bajó la mirada al decir eso.
-Sango tiene razón Inu Yasha, debemos investigar.- Lo miró Kagome con ojos suplicantes, Inu Yasha desvió la mirada y cruzó los brazos.
-Todo esto es por el mocoso... como quieran, pero les advierto; ustedes se las arreglaran solos si es una trampa-
-Gracias ^_^ , últimamente te estas haciendo más y más generoso.
-No molestes... iremos a esa cueva, está decidido.- Inu Yasha se puso de pié y todos sonrieron.
**************************************************************************** **********************************************************************
Kohaku entró a la habitación donde Kanna se encontraba. ¿Quién lo diría? Ahora tenía el permiso del mismísimo Naraku para estar a su lado. Nunca más se sentiría solo. Kanna se encontraba sentada sobre las sabanas que anteriormente Kohaku había colocado para cubrirla.
-Volviste... si mi señor te ve aquí te mata.
-Ya no, él me ordenó que estuviera contigo.
Kanna sonrió, sabía lo que eso significaba. Naraku no confiaba mas en ella y lo había mandado a vigilarla.
-Yo... yo no estoy aquí por obligación, lo hago porque me gusta estar contigo, porque me escuchas. No pienso decirle nada a Naraku acerca de lo que hablemos. ¿Puedo quedarme a tu lado?
Kanna lo miró, eso fue como un sí. Kohaku sonrió y la abrazo efusivamente. Ella, sin poderse mover, miraba a la pared de enfrente, ligeramente sonrojada, pero eso sí, con la mirada fría de siempre. Pasaron unos minutos, cuando pudo percatarse que Kohaku se había quedado dormido. Lo alejó de ella y dejó que se recostara en las sábanas. Se levantó, y salió tambaleando de la habitación puesto que Kagura había tardado, era conveniente ir a buscarla..
Al caminar por el pasillo, unos sollozos llamaron su atención, en un rincón pudo apreciar a su hermana con la cabeza entre las piernas, llorando desconsoladamente. Eso lo decía todo, había fallado en la misión de convencer a Sesshoumaru de matar a su creador, Naraku. pero había algo más que la inquietaba. Hasta hace poco, ninguna de las dos habían experimentado sentimiento alguno, si acaso Kagura el odio hacia Naraku, pero nada más. ¿Acaso al ser parte de él, su debilidad las afectaba?... Kagura podría sentir enojo e ira pero ¿llorar?... algo extraño estaba sucediendo en la casa de Naraku, algo muy extraño.
Espero que les gustara, me despido no sin antes pedirles que recibo comentarios, sugerencias, lo que sea... ahora sí no me tardo en actualizar (dark se puso las pilas y ya tiene escrito el próximo capítulo)
NOS VEMOS PRONTO
INU YASHA NO ME PERTENECE. (Aunque ¿a quien no le gustaría quedarse con Sesshoumaru ^^U )
La brisa entraba por la ventana abierta. Kanna, acostada en el piso y cubierta con unas mantas, permanecía esperando a Kagura, o por lo menos a que Kohaku se apareciera. Todavía no se reponía del castigo que Naraku le había impuesto.
-¿Porqué?, yo nunca había experimentado el dolor pero ahora...
Miró sus brazos cubiertos con vendas, aún sus heridas sangraban. Era cierto, la debilidad de Naraku le afectaba. ¿Sería posible que al igual que su creador, Kanna adquiriera características humanas?. Volteó a la ventana, y maldiciendo, se cubrió aún mas con las sábanas, en verdad hacía frío, otra sensación nueva para ella.
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Es de noche. En el bosque, un grupo de viajeros descansa de su última aventura comiendo su deliciosa cena.
-Definitivamente, esto sabe muy bien. Dices que se llama ramen ¿verdad?
El rostro de nuestro hanyou favorito se iluminaba al ver el humo saliendo del envase.
-Así es... existen de distintos tipos y sabores, hay de pollo, de res, de cangrejo, con verduras, con curry... esta vez le traje a cada uno un tipo distinto.
-¿En serio? ¡Dame!.
Al mismo tiempo que le arrebataba el suyo a Shippo. Al ver esto Shippo se puso a llorar.
-Buaaa ¡Míralo Kagome!, ¡Es un abusivo!, me quitó mi ramen... sniff
-Inuyasha, (muy molesta) cuantas veces te he dicho que... Un momento, un fragmento se acerca a toda velocidad...
En ese momento, Kouga hizo su aparición. (Viento mezclado con tierra Inu con cara molesta)
-¡Pero si es Kouga-kun!
-Kagome, vine tan rápido como pude (tomándola de las dos manos). Tengo algo muy importante que contarte...
-¡Feh!, (Cruzándose de brazos y tratando de mostrar indiferencia) ¿Qué hace ese lobo apestoso aquí?
-Cálmate Inu Yasha, veamos lo que Kouga tiene que decir...
-¿Tú también monje?
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-Que bueno que ya estés aquí mi querido Kohaku.
Dijo con malicia mientras Kohaku, permanecía con la mirada perdida y mirando hacia abajo, debía parecer como si estuviera todavía bajo el dominio de Naraku.
-Kanna ha estado muy extraña últimamente, así que tu misión será que te encargues de vigilarla todo el tiempo, para saber que es lo que está tramando. No te despegues de ella ni un solo segundo ¿Te quedó claro?
-Sí, mi señor.
-Retírate.
Kohaku salió de la habitación obscura, mientras Naraku estaba muy pensativo...
-Mientras me encuentre en este estado, no podré hacer nada (sonriendo), ya me encargaré de esas dos mocosas después, debo concentrar el poco poder que tengo para controlar a Kohaku. Debo de ser muy precavido si no quiero que se manifieste mi lado humano.
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En el bosque, un yokai descansaba en la hierba, mientras que una niña pequeña molestaba al peculiar sirviente que los acompañaba.
-Si te mueves, no podré ponerte esta corona de flores.
-¡Déjame en paz mocosa del demonio!, Si no lo haces, te acusaré con mi señor Sesshoumaru.
Al yokai, a pesar de su fría expresión, ciertamente le divertía ver a Jaken con esas ridículas flores. Para ese entonces, ya tenía varias coronas en el cuello y Rin quería colocarle una más en la cabeza.
El viento dejó de soplar. Sesshomaru sabía que algo malo sucedía.
-Rin, quédate quieta.
La niña simplemente se quedó inmóvil, mientras Sesshoumaru avanzaba hacia los árboles cercanos, Jaken se escondió detrás de él.
-¿Qué es lo que quieres?
Kagura salió de su escondite y, con una sonrisa maliciosa, se cubrió su cara con el abanico.
-He venido a hacerte una propuesta. Desde que tienes esa espada, me di cuenta del enorme poder que posees.
Sesshomaru no hizo ni siquiera una expresión en su rostro.
-Supongo que te has percatado de que mi señor está debilitado. Me gustaría que acabaras con él... es muy simple para ti, además, puedes quedarte con los fragmentos que tiene en su poder. Así serías invencible...
-No me interesa.
Kagura lo miró con enojo, no era la primera vez que el Inu-yokai rechazaba su proposición. Aunque pensaba que esa vez sería diferente, debido a la situación actual y a que podría quedarse con los fragmentos. En verdad estaba frustrada. Sesshoumaru simplemente volteó para otro lado en señal de indiferencia.
-Vámonos de aquí.
Rin dio saltos de alegría para seguir con su juego mientras se alejaban. Mientras tanto, Kagura se enfadaba más. ¿Qué se supone que harían ahora?, ¿A quién recurrir?
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Inu y compañía se miraban unos a otros sin entender lo que Kouga les estaba contando, al parecer los seres creados por ese engendro querían deshacerse de él. Miroku se adelantó a decir:
-Lo que dice Kouga es muy interesante... Inuyasha, ¿Qué piensas al respecto?
-No es mi asunto monje.-dijo el Inu algo enojado.
-Yo pienso que sí, después de todo... esas dos son parte de Naraku y, por otro lado... Kohaku.- Sango bajó la mirada al decir eso.
-Sango tiene razón Inu Yasha, debemos investigar.- Lo miró Kagome con ojos suplicantes, Inu Yasha desvió la mirada y cruzó los brazos.
-Todo esto es por el mocoso... como quieran, pero les advierto; ustedes se las arreglaran solos si es una trampa-
-Gracias ^_^ , últimamente te estas haciendo más y más generoso.
-No molestes... iremos a esa cueva, está decidido.- Inu Yasha se puso de pié y todos sonrieron.
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Kohaku entró a la habitación donde Kanna se encontraba. ¿Quién lo diría? Ahora tenía el permiso del mismísimo Naraku para estar a su lado. Nunca más se sentiría solo. Kanna se encontraba sentada sobre las sabanas que anteriormente Kohaku había colocado para cubrirla.
-Volviste... si mi señor te ve aquí te mata.
-Ya no, él me ordenó que estuviera contigo.
Kanna sonrió, sabía lo que eso significaba. Naraku no confiaba mas en ella y lo había mandado a vigilarla.
-Yo... yo no estoy aquí por obligación, lo hago porque me gusta estar contigo, porque me escuchas. No pienso decirle nada a Naraku acerca de lo que hablemos. ¿Puedo quedarme a tu lado?
Kanna lo miró, eso fue como un sí. Kohaku sonrió y la abrazo efusivamente. Ella, sin poderse mover, miraba a la pared de enfrente, ligeramente sonrojada, pero eso sí, con la mirada fría de siempre. Pasaron unos minutos, cuando pudo percatarse que Kohaku se había quedado dormido. Lo alejó de ella y dejó que se recostara en las sábanas. Se levantó, y salió tambaleando de la habitación puesto que Kagura había tardado, era conveniente ir a buscarla..
Al caminar por el pasillo, unos sollozos llamaron su atención, en un rincón pudo apreciar a su hermana con la cabeza entre las piernas, llorando desconsoladamente. Eso lo decía todo, había fallado en la misión de convencer a Sesshoumaru de matar a su creador, Naraku. pero había algo más que la inquietaba. Hasta hace poco, ninguna de las dos habían experimentado sentimiento alguno, si acaso Kagura el odio hacia Naraku, pero nada más. ¿Acaso al ser parte de él, su debilidad las afectaba?... Kagura podría sentir enojo e ira pero ¿llorar?... algo extraño estaba sucediendo en la casa de Naraku, algo muy extraño.
Espero que les gustara, me despido no sin antes pedirles que recibo comentarios, sugerencias, lo que sea... ahora sí no me tardo en actualizar (dark se puso las pilas y ya tiene escrito el próximo capítulo)
NOS VEMOS PRONTO