Nota 1: Los derechos de los personajes, la historia y todo es de nuestra maravillosa escritora J.K Rowling.
Muchas gracias por todos los reviews que esta historia recibió, y siento la tardanza por este capitulo...
Capitulo 8.- Nunca las heridas cerraran.
Se sentía confundido, estaba caminando como atraído por su destino, había tenido tantas excusas para evitar ese lugar, un año deambulando, un año en que debía estar escondido, o al menos eso había dicho el; por que en realidad, no había sido así, todo era por el miedo que sentía, por el miedo que sentía de si mismo.
Si antes de Azkaban avía sido un demente, había sido un... maldito; ¿cómo seria ahora?, una nueva locura loo gobernaría.
No podía, no engañarlo mas, no cuando le debía tanto; pronto tendría que pagar por cada golpe, por cada lagrima; entregaría su vida en sus manos.... y aun en medio de todo eso, el creía en su amor; por que siempre amo a Remus, a pesar de esa furia animal que se apoderaba de el, amaba a Remus, aunque eso lo condenara, aunque los condenara a ambos.
Y se detuvo, con su forma de animago, tenia un odio mas sensible, rápidamente capto murmullos, un llanto lejano, una especie de sollozo, y provenía directamente de esa casa ante la que se había detenido.
Esa cabaña, un lugar del que no guardaba recuerdos, había alejado a Remus de este sitio, lo había encerrado en una jaula de oro, y luego todo se había derrumbado en pedazos... y él se había ido a refugiar; ni siquiera había preguntado, ¿qué había hecho Remus todos esos años?.
Pero ahora la cruda realidad había vuelto, el único lugar al que Remus podía llamar un hogar, era ese infierno, entreabrió la puerta, era extraño que no tuviera ningún hechizo protegiéndola, aunque no había nada que robar en el lugar, la pobre habitación estaba escasamente amueblada, unas fotografías estaban en marcos rotos, había sangre en una de ellas, el cristal estaba destrozado, como si alguien con furia la hubiera arrojado; comprendía por que, esa foto lo representaba a el, en esa foto el abrazaba a un joven Remus; ya no podía recordar con claridad esos días, malditos dementores.
Los sollozos continuaron, aunque mas débiles, provenían de la habitación superior, el camino lentamente, su pie se hundió en un escalón de madera podrida, la escalera era muy vieja, se apoyo con cuidado y ascendió, su corazón se angustiaba a cada paso.
Habían gotas de sangre en su camino, como si macabramente lo guiaran; pronto encontró la puerta, tras la cual los sollozos se escuchaban como si se alejaran, sin poder contenerse mas abrió la puerta.
Su corazón se helo, su Remus, por que a pesar de todo ellos se seguían perteneciendo, Remus estaba en una esquina de la habitación, su cabello caía desordenado por su rostro, pero no podía ocultar las lagrimas que se deslizaban hasta el suelo.
Ni siquiera pareció notar su entrada, notar su presencia, el se acerco lentamente, vio un pequeño charco de sangre cuando una gota rodó de entre las manos de Remus y cayo con un ruido y lentitud interminable para sus sentidos; él había roto las fotografías.
Cuando se fijo en sus manos noto algo mas, un brillo que en medio de esa semioscuridad brillaba, una daga, de plata, una daga suya... ¿Remus pretendía hacer lo que...?, ¿tanto daño le había causado?.
- No pude- la voz ronca de Remus se escucho en la habitación- no pude, y me maldigo por ello.
- Remus...- Sirius no sabia si el, hablaba consigo mismo o si ya había notado su presencia, pero un par de ojos dorados se posaron en los suyos- yo...
- No digas nada, no cuando no comprendes... a pasado un año, ¿ que haces aquí?- Remus seguía observándolo con intensa frialdad, aun cuando las lagrimas seguían deslizándose por sus mejillas.
- Tenia que verte, vencer a mi miedo, venir y ...- Sirius se detenía.
- Arreglarlo todo, con unas palabras y una caricias... y luego con golpes, si esa es la manera en que arreglas las cosas Black- Remus sentía su corazón tan vació.
- No digas eso, nunca pretendí que olvidáramos todo, se el daño que te hice, pero comprende yo también sufrí- Sirius trataba de acercarse.
- ¡ALEJATE!- grito con furia- ¡NO TE ACERQUES! , tu no sabes nada, no te atrevas a decirme que sufriste, por que tu no comprendes todo lo que me paso- Remus lo observaba con un odio profundo.
- Remus, te lo suplico, si tan solo...- Sirius, no comprendía, aun cuando sentía el dolor del otro.
- Quieres arreglar las cosas, por dios... no entiendes, no sabes cuanto te odio, pero aun mas me odio a mi mismo; todos estos malditos años , y yo nunca lo pude hacer, no pude poner fin a mi dolor... ¿por qué?, por ti; por que mi corazón por un estúpido y ciego amor vivía, cada día diciéndome que eras inocente, cada día pidiéndome que te perdonara, por los golpes, por las humillaciones, por dejarme solo, por arruinar mi vida, por darme tus secretos, por todo... el tormento fue enorme...- Remus apretó con furia la daga plateada, su mano ardía, la quemadura se extendía, pero el sentía el dolor como un alivio, su fuente de escape durante esos años.
- Yo... – Sirius no podía responder, no cuando las acusaciones eran verdaderas, destrozo su vida y se llevo la de Remus en el camino, de que servia estar arrepentido, el daño estaba hecho.
- No tienes palabras Black, no comprendes, no me extraña... mírame, este maldito ser en que me convertí, fue tu culpa... estoy sucio, estoy maldito por tu culpa, y también soy un asesino, como tu....- Remus tiro la daga a un lado- tantas veces la tuve en mis manos, pero nunca pude dar el siguiente paso, nunca pude arrebatarme de este dolor, por culpa de ese amor, por culpa de una tontería llamada amor, en la que yo creí- Remus observo a Sirius, pero el odio brillaba en sus ojos dorados- No sabes que fueron esos años, sabias que me había ido de mi casa, ¿tu sabias la razón?; no claro que no, a ti solo te importaba una persona, tú. Cuando todo ocurrió, cuando caíste en una trampa, cuando creímos que eras un traidor, mis amigos muertos, volví a ser una paria... pensé en seguir el destino de Lily y James, pero mi corazón no me lo permitía, no tenia nada, ni a nadie, trate de conseguir un empleo cualquiera que fuera, pero no podía no cuando se enteraban de lo que era, deambule tanto, al fina agotado y sin esperanza regrese a esta casa, un lugar que había abandonado... mi padrastro aun estaba aquí, era un mago terrible, acepto recibirme y yo firme el pacto con el diablo, me refugie en este infierno... conocí de nuevo sus golpes, conocí de nuevo su humillación, y no podía quitarme la vida; el ensucio mi alma y mi cuerpo, y aun así no me podía quitar la vida... por tu culpa Sirius, por que tu amor me mantenía vivo.
- Remus- Sirius sentía las lagrimas deslizarse por sus ojos, en cualquier momento.
- NO me interrumpas, por una ves escucha toda la amargura que e guardado- Remus hablaba con fuerza, pero los recuerdos lo hacían encogerse en si mismo- el... el maldito, me arrebataba lo que yo te entregaba por amor... siempre fue así con el, pero yo solo te tenia a ti en mente, en medio del infierno tu, eras lo único que tenia, y eso no era un consuelo... ¿cuantas veces no me senté en este mismo rincón?, tomaba la daga, me quemaba las manos, pero nunca tocaba mi pecho, no por que tu imagen la detenía... maldición yo confié en tu inocencia, aun cuando sabia todo de lo que eras capas... me sentaba en este rincón, los golpes ardiendo en mi piel, mi padrastro en el piso inferior, bebiendo, gritando; después subía, yo escuchaba sus pasos en las escaleras, la madera crujía, mi alma se agrietaba... ya ni siquiera cerraba la puerta, ¿para que?, todo seria peor si así lo hacia, el tan solo entraba... mi alma se destrozaba bajo sus brazos, bajo su cuerpo; pedía a gritos escaparse de mi cuerpo, de uno que sufría esas atrocidades... y después los golpes eran un alivio; esa era mi vida... hasta- Remus se interrumpió sus ojos se perdieron en un punto lejano como si recordar fuera tan doloroso, sus ojos rojos completamente por el llanto.
- Remus- Sirius se había acercado un poco ante el , pero se detuvo cuando este lo vio con indecisión, cuando contemplo sus manos.
- Mis manos- Remus las observaba con asco- están manchadas de sangre... fue en este mismo lugar, fue justo cuando no pude soportar mas, cuando fue peor que nunca, cuando mi alma se revelo... pero fui consiente en todo momento, la furia del lobo me domino y yo agradecí por ello... pero mientras lo destrozaba con mis propias manos, mientras el me pedía piedad, el maldito me pedía piedad... yo a quien destruía con mis manos, era a ti.... tu rostro era el de el, la sangre que se derramaba era la tuya y sentía como mi alma se liberaba, no sabes ... Dios lo disfrute, lo mate y ese sentimiento... ¿qué hice?... te odie por aquello a lo que me habías orillado...- Remus rompió en llanto, los sollozos lo ahogaban, como si hubiera querido llorar todos esos años, y hasta ahora lo podía hacer.
- Perdóname- Sirius no tenia palabras, simplemente abrazo a Remus – no podré pagar nunca por lo que te hice, pero si eso te alivia en algo, toma mi vida Remus, tómala y destrúyeme... en el infierno pagare mis cuentas contigo.
- Sirius...- Remus había pronunciado ese nombre como si fuera un pecado anhelado- no... tomare tu vida, pero no de esa forma, condénate a quedarte a mi lado, condénate conmigo... eso es lo único que pido, no me dejes; la locura me arrastra se tu mi lastre... cura las heridas de mi alma, o abre unas nuevas, pero no me dejes- Remus abrazo a aquel que había anhelado por tantos años.
- Siempre, te lo juro- Sirius, una persona que se reconocía culpable, que sabia que era, pero que por encima de todo amaba mas haya de si mismo, de la vida y de la muerte, a aquel a quien sostenía en sus brazos.
El silencio se fue apoderando de la habitación, los dos ocupantes no desprendieron el abrazo, sabían que el pasado nos e borraría, que las heridas seguirían abiertas.... pero si se condenaban , al menos estaban juntos, si en un infierno se habría de convertir su vida, por lo menos se tenían el uno al otro.
Continuara
Nota final: el siguiente capitulo sera el final, gracias por leer una historia tan cruel.... espero no ser tan mala con el final.
