Candy, llega temprano a casa de una cita a consolar a Terry, su padre, quien está de duelo por el repentino abandono de su esposa. Ella no tiene ni idea de que va a terminar castigada, mientras él le da un poco de consuelo del que él solo sabe. CONTIENE MUCHO LEMON.
Hola chicas, aquí les traigo otra historia picante. La historia EL Amor de Papi. es de Bree Jandora yo solo las adapto a mis personajes favoritos, Candy y Terry.
Bueno sin más las dejo para que la lean nos vemos.
Por Tu Amor Viviré…
Argumento.
Candy, llega temprano a casa de una cita a consolar a Terrence, su padrastro Roger, quien está de duelo por el repentino abandono de su esposa. Ella no tiene ni idea de que va a ser castigada, mientras él le da un poco de consuelo del que él solo sabe.
Este cuento contiene nalgadas, sexo entre hijastra y padrastro. Las personas sensibles y menores de edad abstenerse de leer por contenido explícito. Solo para adultos
Capítulo 1
—Linda cachada— Terry dijo.
—Gracias— yo moví las llaves que tintineaban en mis dedos, sonriéndole al ex marido de mi madre.
— ¿A qué hora vas a volver?
—No estoy segura—suspire. — ¿Por qué? ¿Tienes algún problema, necesitas salir? Se encogió de hombros.
—Sólo tenía la esperanza de que podríamos pasar un poco de tiempo juntos esta noche. Tragué saliva.
—Huh, bueno, si me lo hubieras dicho. No habría hecho otros planes.
Era uno de mis raros fines de semana fuera de la universidad.
Decidí pasarlo con mi ex padrastro, Terrence, Él todavía vivía en mi ciudad natal, a diferencia de mi madre, que se había unido a un circo. Bueno, ella realmente no se había unido a nosotros.
Era nuestra broma privada. Honestamente, no estábamos seguros a donde se había ido. Solo sabíamos que se había ido. Yo estaba agradecida de tener todavía un lugar al cual casa. Mis hermanos y hermanastros se habían ido a la universidad y tenía la sensación de que Terry estaba un poco solo.
— Está bien. —Sonrió vacilante. —Yo sé lo que es. Recuerdo cuando estaba en la universidad. Ah los viejos tiempos. Tú sabes que solíamos tener unas cosas que llamábamos "de vinilo" en aquel entonces. —Levantando una ceja me miro con una sonrisa. —Algún día te hablaré acerca de ellos y otros inventos, como los reproductores de ocho pistas y el vi casetera.
— Sí, sí. —Era una broma. Siempre que le decía que era un hombre viejo, el respondía con una broma poco agradable. Me acerqué a él y le di un beso en la mejilla.
—Me puedes contar todo lo que quieras más tarde, viejo.
—Uh, uh. —Me dio una mirada de complicidad, entrecerrando los ojos.
Me humedecí los labios y me di la vuelta, lentamente como siempre. Y entonces lo sentí. Una fuerte bofetada en el trasero.
Me froté el trasero sobre la tela de algodón de mi falda.
— ¡Oh! ¡No lo haces de nuevo!
Terrence, me dedicó una hermosa sonrisa. Maldita sea, se veía tan bien para su edad. Él me dio otro golpe, esta vez un poco más abajo. Dejando su mano allí.
— Te tienes que ir, muñeca.
Me reí y le di otro beso en la mejilla. Mi coño estaba tan jodidamente mojado. Su golpe fuerte siempre ha tenido ese efecto en mí.
—Ya vuelvo, ¿Está bien?
Él respiro hondo y me miro como si no me creyera.
—Todo está bien. Voy a estar aquí viendo una película o algo así. Solo.
—Lo siento. —
Puse mis manos alrededor de su cuello. Esta vez, yo estaba realmente apenada. No estaba tratando de coquetear. Yo sabía que él estaba solo desde que mi mamá se fue de la casa, quería hacerlo sentir mejor. Terrence, era un hombre dulce y no se merecía lo que ella le hacía pasar.
— Te lo prometo, no me voy a tardar. Podemos quedarnos viendo películas y comiendo palomitas de maíz o algo así. Realmente me gustaría eso.
—Está bien, Candy. — Me puso las manos alrededor de la cintura y me miro con sus grandes ojos azules. —Echo de menos el tiempo que pasamos juntos.
—Yo también—, era cierto. Yo tenía veinte años y Edward siempre había sido una parte importante de mi vida desde que mi mama comenzó a salir con él siete años antes.
Conectamos de inmediato. Él me ayudo a pasar por las largas citas, y cuando no eran gran cosa también. Pero de alguna manera yo pertenecía a este lugar. Siempre pude hablar, sobre cualquier cosa. Por eso de alguna manera me sentía culpable por lo que mi mamá le había hecho. Siempre pensé que se había casado con él porqué se llevaban tan bien quería que yo tuviera un padre.
Oí la bocina de un coche. Era mi amigo Albert, Otro hombre que tenía la esperanza de que pudiéramos reavivar nuestro romance de secundaria. Rodé los ojos.
—Lo siento papi. —Me puse de puntillas y le di un gran beso en la mejilla. Él sonrió. Yo sabía que le encantaba cuando lo llamaba así, "papi". Él solo tenía hijos varones, y siempre decía que era un lujo tenerme como hija.
—Está bien, pequeña. Ve. Que se diviertan. No pierdas las llaves de repuesto de la casa. —Terry, sacudió la cabeza. — Todavía no puedo creer que hayas perdido las tuyas.
—Me puedes castigar por eso más tarde, ¿de acuerdo?
—Seguro. —Me guiño un ojo.
De repente me dieron ganas de no haber hecho planes para la noche. Le dije adiós a Terry y Salí a cumplir con Albert. Estaba vestido y listo para nuestra cita, con una camisa color azul y pantalones negros de vestir. Lo juro, yo literalmente podía sentir el olor de su colonia recorrerme, mientras me deslizaba en su BMW. Él olía a colonia cara. Para mí importaba lo mucho que pagara por ella. Eso no importa, si hueles mal, solo el olor importa.
Albert se inclinó para darme un beso en la mejilla, solo porque moví justo a tiempo mi rostro a la derecha para que no tocara mis labios.
_ Candy Andrew. No puedo creer que realmente seas tú.
—Si. —Me señale a mí misma. —En carne y hueso. —Me volví para mirar por la ventana, preguntándome qué demonios estaba haciendo. Una sensación de malestar me dijo q haberme quedado en casa con Terrence.
— ¿Y bien? ¿Y yo qué? —me preguntó.
— ¿Uh? —Yo le di un rápido vistazo. —oh. Sí. Eres tú.
Sus ojos se agrandaron por la sorpresa.
—Mierda. Supongo que esperaba una recepción más cálida. — Albert, pisó el acelerador y llegamos a la avenida.
—Solo han pasado tres años desde la última vez que nos vimos. - Suspiré.
—Lo siento. Me siento mal dejando a mi padrastro solo esta noche.
Él gimió y me dio una mirada de reojo.
—Sí. Eso es una mierda. ¿Tienes noticias de tu mama?
—No—como sospechaba, todo el pueblo lo sabía.
—Demonios.
—Sí, bueno. —Limpiando mi garganta. —Bueno, ¿vamos a ver a Archí y a Aní en el restaurante?
Traté de actuar como si me importara. Íbamos a cenar con dos de nuestros amigos de la secundaria. El padre de Archí era el propietario del restaurante donde íbamos a comer, "EL señor Cromwell". Había comido allí mil veces, por lo general de forma gratuita. Comer allí una vez más, simplemente no se me antojaba una cosa muy importante, no importaba que me fu reunir con ellos.
Después de una conversación artificial con Albert todo el camino al restaurante, y mis muchos intentos, muchos de cambiar el tema de mi jodida situación familiar, finalmente llego restaurante. Les di un abrazo a Archí y a Aní en cuanto los vi. Se hizo evidente que iba a pasar la mayor parte de mi noche, haciendo caso omiso de las miradas de Aní.
Ya que deseó tocar mi top de seda rojo varias veces y sus ojos casi nunca salieron de mis pechos. Archí no podía dejar de hablar acerca de que tan lago tenía mi cabello y me porqué tipo de acondicionador era el que usaba.
Me pase toda la noche bebiendo vino, deseando estar en otro lugar. No podía dejar de pensar acerca de mi padrastro, y el aspecto pobre y solitario de sus ojos. Solía tener muchos amigos, y muchos de ellos lo habían rescatado cuando mamá se fue. No fue por eso que no estuve a su lado. Sino a que me sentía incómoda y no sabía cómo manejar lo que planean sus hermanastros, Neil y Eliza, habían desaparecido la mayor parte del tiempo en la universidad. Y papi estaba solo en casa.
Cuando más tiempo me senté con mis amigos, a tener una conversación sin sentido y comer comida mediocre, peor me sentía.
Tuve que terminar la noche. Albert parecía un poco enfadado cuando le pedí que me llevara de regreso a casa. Sabía que quería sentarse en una de las mesas exteriores y hablar
noche, pero no podía hacerlo. Le dije que, si él no quería llevarme, podía llamar a Edward para que me recogiera él mismo. Después de que Archí y Aní se ofrecieron a llevarme
Albert finalmente accedió.
Después de un difícil viaje, en silencio todo el camino de regreso a mi casa, me despedí de Albert, sin darle otra mirada.
Esta historia continuará…
Ay amor
Por ti las horas se detienen
Para verte caminar
Hay amor
Por ti la brisa de devuelve para poderte acariciar
Hay amor
Te vas alejando
Y no te puedo detener
Ni yo me puedo contener
Al ver que nuestro amor
Se está derrumbando
Por tu amor viviré
Por tu amor cada instante
Y no descansare hasta que vuelvas a mi
Siempre voy a esperarte
Por tu amor yo sentí
Por tu amor que estoy vivo
Y no pienso dejar
En esta vida jamás
Que nos separe el destino
….
Buenas tardes aquí bajo mi adaptación de la novela erótica EL Amor de Papi que es de la escritora Bree Jandora, créditos para ella, ni la historia, ni los personajes me corresponden, todo le corresponde a su respectiva autora, yo solo estoy adaptando con el nombre de Por Tu Amor Viviré, con mis personajes favoritos Candy y Terry, esperando que sea de su agrado.
Déjenme comentarios como siempre.
Gracias por todo su apoyo y seguiré subiendo más capítulos, son tres capítulos en total.
Me despido con un fuerte abrazo
Maggie Grand.
