NIGHTWALKER
Wishing for tomorrow...battle...
¡Oh warrior that protects dreams!
The heart that ran away into the darkness
Bring it with you, don't look back…
"NIGHTWALKER..."
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Los sueños son representaciones que nuestra mente recrea. Algunos son disparatados, otros son hermosos. Pero otros, son capaces de mostrar el futuro, y otros son capaces de hacer terriblemente vívidos nuestros más recónditos temores...
En una cama reposa Shaoran Li de sus heridas. Lastimado como estaba, no tuvo más opción que obedecer. Su espíritu es inquebrantable...pero su cuerpo, como todos los demás, no es indestructible.
La noche en Tomoeda es tormentosa. Una vez más, la lluvia se hace presente, como perenne representación de tristeza y eterna evocación de soledad que, como muchos, no somos capaces de evitar porque sencillamente...
La lluvia parece ser la constante en un escenario que pronto estará arrastrado por raudales de tristeza. Los relámpagos, la furia de los elementos desatados sobre Tomoeda, iluminan por momentos el firmamento. Uno de ellos hace que Shaoran despierte y mire un calendario que estaba cerca de allí. Ha durado cuatro días dormido, y ahora, solamente un dolor residual de su costado lo molesta. Se incorpora con cuidado, y ve a través de la gran ventana como la lluvia, empapa todo con gotas de agua que purifican a la tierra.
Pero una voz se deja escuchar en medio de aquel silencio. Una voz que inspira calma, tranquilidad.
-Déjame salir...
-¿Quién eres y qué haces en mi cabeza?
-Soy aquel de cuyo nombre todos temen...
-Todavía no sé quién eres...
-Mi nombre no tiene importancia, joven Li...
-¿Quién eres tú?
De un momento a otro, un relámpago ilumina la habitación, y en ese momento ingresa Spinel a la estancia, y ve con sorpresa que la cama que ocupaba el joven Li, está vacía
-Vaya, seguramente se cansó de estar acostado por cuatro días. Será mejor que lo busque –el guardián sale, y no abre ni una sola luz. Se dirige a la cocina. Nadie, está sola. Va a la sala de estar. También está vacía. Inclusive va al baño, pero tampoco hay nada. Pareciera que al muchacho se lo hubiera tragado la tierra –Pero, ¿dónde...?
La respuesta vino por sí sola a la mente de Spinel Sun. La noche, la ventana abierta y la lluvia tormentosa...
-¡Amo Eriol! –Spinel ingresa a la habitación de su amo -¡no está!
-¿Qué? –pregunta somníferamente Eriol -¿qué no está?
-¡El joven Li, se ha ido! ¡ya lo busqué por todas partes, pero no logro encontrarlo!
-¿Cómo? –es la incrédula pregunta de Eriol, completamente espabilado. Ambos se dirigen a la habitación, pero no hay nada, salvo la pertinaz lluvia que cae fuera –tendremos que esperar a que la tormenta amaine para poder buscarlo. ¡Espero que no se lo hayan llevado esos sujetos, o si estaremos en graves problemas!
-¿Qué sucede? –ingresa en ese momento Mei Ling junto con Nakuru
-Li no está en su habitación, y no aparece por ninguna parte –responde Eriol
-¿Cómo que no está? –pregunta súbitamente preocupada Mei Ling -¿Y dónde...?
-Puede que los sujetos de la otra vez se lo hallan llevado. Tendremos que esperar a que amaine la tormenta y salir a buscarlo. Supliquemos que nada malo le haya sucedido
Mientras, la tormenta sigue cayendo tortuosamente, y un relámpago ilumina momentáneamente el cielo...pero es suficiente para distinguir a la figura que está bajo la lluvia. Sus majestuosas alas escurren agua, al igual que su cabello negro, y su traje. Levanta la cabeza, y su dorado mirar se centra en un sitio en específico, y con una sonrisa –sin saber si era por gracia o por desprecio –se eleva, y comienza a buscar a su siguiente presa, alguien capaz de arruinarlo todo...
-Pero primero, vamos a hacer una pequeña visita social
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Touya estaba en su habitación leyendo un libro. Su padre había salido de la ciudad hacía poco, y Sakura estaba con ese detestable muñeco en su habitación. Podía escuchar claramente como hablaban, y como repetía sin cesar "tengo hambre". Afuera seguía lloviendo torrencialmente, y se veía todo terriblemente oscuro. No se preocupaba por Sakura, sabía que estaba protegida...
Pero tenía un mal presentimiento. Sentía que podría perder a alguien importante para él
-"¡Tengo hambre Sakura!" –escuchó la voz de Kero exigiendo comida
-Ese peluche... –murmuró Touya
De repente un rayo ruge en el cielo, dándole un pequeño sobresalto. Deja el libro, y se dirige a la habitación de Sakura
-¿Estás bien monstruo?
-Sí, no te preocupes hermano –es la respuesta de Sakura, más ocupada en escuchar ruidos extraños que en el sobrenombre que le ha puesto su hermano.
Touya mira furtivamente hacia donde está Kero, y luego cierra la puerta tras de sí. Va e regreso a su habitación cuando lo siente...
Esa sensación de peligro. Había sentido algo similar antes. Cuando el caminante había aparecido esa vez, el escalofrío que recorrió su espina en esa ocasión. Se asoma por la ventana, pero solamente están la noche y la fría lluvia...
Antes de regresar a su habitación mira por última vez hacia fuera. Solamente noche y lluvia
-Solo eso y nada más... –de pronto el teléfono suena, pero Touya está sumido en sus pensamientos para escucharlo. Sakura sale de su habitación y contesta
-Ah, hola Kai
-¿Cómo has estado?
-Muy bien ¿y tú?
-Sakura, estos últimos días te he notado muy nerviosa. ¿Sucede algo?
-No... –dice Sakura mientras aprieta algo el auricular –no es nada...
-De acuerdo –dice Miyamoto escépticamente –cambiando de tema...¿mañana podríamos vernos?
-¿Mañana? De acuerdo
-En el parque a las 10:00.
-A las 10:00
-Nos veremos mañana.
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El templo Tsukimine estaba sumido en sombras y en tétricas penumbras. La noche era oscura, y no había ni una sola luz. El lugar donde estaba el cerezo estaba enmarcado por una negrura, sin principio o final.
En medio de aquel lugar, el asesino desciende suavemente. La lluvia no le molesta en lo más mínimo, la oscuridad no impide su visión. Nada es imposible para él. Nada excepto librarse de una confusión como esta. Llega hasta donde está el lago del templo, y ve su rostro reflejado en él. Se siente confundido. ¿Acaso sería posible que él...dudara?
Avanza con pasos silenciosos por todo el lugar, tratando una y otra vez de despejar su cabeza. La lluvia moja sin cesar su cuerpo, hasta que sus pasos lo llevan ante el imponente cerezo milenario del templo. Su mente vuela por diversos recuerdos, de épocas remotas, de reinos olvidados. En aquel momento nadie sabría decir que era lo que pasaba por la mente de aquel joven.
Pero alguien lo observa entre las sombras. Desde que ingresó al templo lo ha seguido, y ahora va a cumplir su cometido. Toma entre sus manos mojadas un arco, y saca de un carcaj una flecha, que tiene varias inscripciones en la punta. La acomoda, y apuntando con el mayor de los cuidados, tensa la cuerda del arco...
Pero años y años de matar le han dado un sexto sentido al poderoso asesino. Puede presentir la amenaza, mucho antes de que se haga presente. Huele el peligro, levanta la mirada, y se detiene a escuchar cada sonido, cada murmullo, cada mínimo sonido que lo rodea...
La misteriosa figura suelta al fin la flecha, que silba al cortar el aire con rapidez. El asesino se vuelve y ve ya la flecha, que lleva destino fatal. Sin siquiera terminar de volverse, la flecha se incrusta en su cuerpo, a la altura del corazón, y el cuerpo queda tendido ante el cerezo, que asiste a la inesperada escena. Entonces la misteriosa figura suspira aliviada y se muestra al fin. Tiene grandes poderes mágicos, y viste el traje típico de los sacerdotes de los templos: hakama rojo y blanco. Lleva el cabello recogido en una cola de caballo, y mira hacia donde está el cuerpo del caminante. Junta sus manos y comienza a hacer una oración, con voz monótona, como la lluvia circundante.
Pero el asesino está lejos de estar muerto. Abre los ojos, y al poseer un cuerpo físico, sensaciones como el dolor lo invaden por completo. Ve ahora a su agresora, y se sorprende en silencio. Era una mujer de belleza apreciable, de cabellos y ojos castaños. ¡Una mujer fue capaz de herir al poderoso Nightwalker! ¡Eso era inconcebible!.
La mujer, mientras tanto, continúa con su rezo, pero se detiene al captar un movimiento. Levanta la mirada, y efectivamente el asesino se estaba moviendo. Con movimientos lentos, tomaba la flecha y trataba de sacársela del pecho, arrancándole gestos de dolor.
-"¿Cómo pude hacer un cálculo tan equivocado?" –se reprocha a sí misma la mujer mientras toma otra flecha de su carcaj –"jamás debí confiarme, mucho menos con alguien como él"
Por fin el asesino logra sacar la flecha, que sale con un sonido espeluznante acompañado de algo de sangre. Mira a su agresora una vez más, encarándola
-¿Quién eres tu?
-Mi nombre es Kaho Mizuki, y soy la guardiana de este templo. Tú, asesino de la noche perpetua, debes dormir en el descanso eterno –y sin decir más, una flecha vuela hacia el asesino, que la mira con frialdad. Toma la flecha antes de alcanzar su objetivo, y con un ademán la destruye. Y esboza una fría sonrisa
-Fue una idea muy inteligente el poner aquellos rezos en esa flecha, ¿pero acaso no sabes que un espíritu no puede alcanzar el descanso eterno mientras no haga lo que tiene que hacer?–Kaho se congela ante sus palabras, y el asesino tomando algo de la sangre que emana de su pecho, hace surgir un arma –mi espada clama por sangre una vez más. Tú serás mi víctima.
Diciendo esto, se lanza contra Kaho, que evita uno de los certeros golpes de la espada. Pero se descuida, y el asesino le asesta un golpe tremendo, lanzando su cuerpo a varios metros de distancia. La señorita Mizuki se levanta con dolor. Y el asesino avanza inexorablemente, con paso lento y firme. La pobre mujer levanta un brazo para defenderse, pero su fuerza no es rival para el asesino, que la levanta en vilo, y la lanza sin piedad contra el cerezo milenario. Ya sin poder defenderse de ninguna manera, solamente espera el final. Pero, este la levanta del suelo, desde el lugar donde estaba. Kaho queda suspendida en el aire, mientras la sangre que rezumaban sus heridas se confundía con el agua de la lluvia. Levanta la mirada y ya el joven rostro del asesino está frente a ella
-No voy a matarte...aún –comienza a hablar –pero crúzate en mi camino de nuevo, y verás por qué me llaman Nightwalker...además, estoy seguro de que quieres ver a alguien de nuevo, ¿no es así? Además, necesito que me hagas un favor. Dime lo que sepas sobre las Sakura cards y sobre Sakura Kinomoto
-No...no te diré nada... –es la trémula respuesta de Kaho
-Así será más difícil–dice mientras clava su mirada sobre ella. Soberbiamente quita un mechón de su salvaje y oscuro cabello, y los ojos de lobo brillan desquiciadamente –tengo un mensaje para ella y para su puñado de impertinentes amigos. Dile que no habrá piedad para ninguno de ellos. Nightwalker así lo promete
Se levanta y le da la espalda a Kaho. Echa una mirada al cerezo y se retira, mientras la oscuridad lo envuelve por completo
-Night...walker –dice Kaho mientras cae en la inconsciencia
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-¿Has hallado algo? –pregunta Eriol a Spinel. Ya la tormenta ha amainado casi por completo, y la luz se deja ver por momentos entre las nubes, vestigio de la tempestad
-Nada. Ni siquiera puedo percibir el rastro de su energía –responde la pantera
Eriol guarda un denso silencio. ¿Li desaparecido? Puede que aquellos sujetos se lo hayan llevado, pero esconder a alguien de su poder era una empresa –si no imposible –si muy difícil. Eriol tenía una vaga sospecha de lo que podría estar sucediendo, pero...
-No, no lo creo... –se refuta a sí mismo –si fuera así, ¿por qué?
-¿Qué cosa? –pregunta Nakuru, apareciendo a sus espaldas
-No, nada... –responde ausente Eriol
De repente Spinel saca a Eriol de sus meditaciones
-¡Ya lo encontré! ¡puedo sentir su presencia cerca del parque pingüino!
-Ve por él Spinel. Ruby Moon, acompáñalo.
-Como digas –ambos parten rumbo al lugar señalado
Ambos guardianes dejan solo a la reencarnación de Clow, que sigue sumergido en sus pensamientos. Si es cierto lo que sospecha, todos están en un peligro mortal...
-Tal vez ella sepa algo.
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"Frío, muerte y silencio...es todo lo que me queda... el olor de la sangre...mi único aliciente...poder guardar mi espada al fin...mi anhelo..."
Shaoran se despierta sobresaltado, sudando frío. Una pesadilla más. Aquellas frases, son como recordatorios de alguien, cuyo pasado, cuyo presente, lo atormentaban una, y otra, y otra vez. Abre los ojos, ante la presencia de la aún débil luz matutina, y se sorprende al encontrarse en el parque pingüino. Trata de incorporarse, pero un dolorcito impide que lo haga con comodidad. Se mira, y ve las vendas que tenía desde el día anterior. Pero hay una pequeña mancha de sangre en ella, que no llama la atención de Shaoran, que está perdido en sus pensamientos. Está en un lapsus, esas ocasiones en la que quedamos atrapados en nuestras meditaciones.
Shaoran, como aquella vez que fue a la casa del coleccionista asesinado, siente una especie de Deja vù. Aún tenía fresca en la memoria cuando vio la casa, aquel escalofrío que despertó en él ocultas sensaciones de miedo...de tristeza...
Se incorpora al fin, y hace esfuerzos para recordar cómo fue que acabó aquí. Lo último que recordaba, era que se había levantado en medio de la noche de tormenta...y todo lo demás era tan confuso...
Da unos vacilantes pasos sobre el pasto húmedo. Ve la figura del rey pingüino, y el parque entero. Una añoranza lo invade, y mientras a paso lento se retira, recuerda aquellas épocas en las que atrapó Clow cards.
-¡Joven Li! –reconoce la voz de Spinel Sun llamándolo, y este aterriza justo junto a él, seguido de Ruby Moon.
-¿Spinel? ¿Qué...? –comienza Shaoran, confundido
-Será mejor que lo llevemos con el amo Eriol –dice Ruby Moon, mientras Shaoran monta en el lomo de la gran pantera, que parte rauda, al igual que la guardiana. Mientras vuelan de regreso, Shaoran se siente sucumbir ante el sueño, y poco a poco vuelve a cerrar sus ojos
-Duerme, maestro –murmura una sombra –duerme y sueña el sueño de los mortales. Pronto, todo comenzará para nuestra desgracia...
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Unos golpes en la puerta sacaron a Mei Ling de sus ensoñaciones.
-¿Sí?
-Disculpe –pregunta Eriol desde afuera -¿puedo seguir?
-Claro –responde la muchacha mientras guarda un pequeño papel -¿sucede algo?
Eriol se queda pensando muy bien sus palabras. ¿Sería conveniente preguntar directamente? Eso podría ser algo contraproducente...
-Necesito saber... –un momentáneo silencio –necesito saber todo lo que ha pasado con Li, desde que estuvo con los dragones de la sombra
Mei Ling abre los ojos sorprendida, y se siente acorralada. ¿Contarle a Eriol lo que le había dicho su tía? ¿o acaso debía guardar silencio? Pero ese silencio podría condenar a su primo...
-Si no lo hace, puede que todo corra peligro de ser borrado de la faz del planeta, y puede que Li sea la llave que desencadene toda esta destrucción
Mei Ling continúa en silencio, debatiéndose si debía guardar silencio o contar lo que sabía
-¿Y bien?
-Está bien. Le contaré lo que sé.
Una vez más quiero agradecer a todas las personas que han dejado sus reviews. Eso es algo realmente gratificante, muchas gracias.
NightWalker
