NIGHTWALKER

Y el triste, incierto crujido del purpúreo cortinaje

Me aterraba, me llenaba de fantásticos terrores

Nunca por mí antes sentidos; así que me repetía para acallar mis latidos:

"Una visita a la puerta de mi alcoba pide entrada;

Una visita tardía demanda entrada a mi alcoba;

Eso es y nada más"

VI: LA SOSPECHA DE ERIOL

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

-Bien, comencemos ¿sí?

-Todavía lo recuerdo muy bien. Será mejor que te sientes, será un cuento algo extenso –Eriol acató la sugerencia y se dispuso a escuchar. Mei Ling suspiró quedamente y comenzó

-Cuando Shaoran regresó a Hong Kong, después del incidente con Sakura, estaba completamente destrozado. No hablaba, no salía. Lo único que hacía era entrenar y entrenar. Artes marciales y magia, todo el tiempo. Ni mi tía, ni mis primas, ni Wei encontraban la manera de detenerlo, pasaba de las 24 horas del día 23 y ½ entrenando, sin siquiera parar a comer algo. Su habitación era un recinto prohibido para nosotros, nadie podía entrar ahí. Todo siguió así por unos 4 meses, hasta que ése día llegó.

Un día, apareció un monje, diciendo que venía de parte de la orden de los dragones de la sombra. Le mostró algo a mi tía y a Shaoran, diciendo que si él no iba a Haien-Sa*, terribles catástrofes asolarían la tierra. Algo relacionado con el terrible hechicero de la torre oscura, la noche perpetua, un asesino invencible y otras cosas más. Shaoran no dudó un instante, y se marchó. Me dijo que no habría ningún problema, pero que por ninguna razón, le hablara de esto a nadie. Después de eso, cada mes me llegaban dos cartas suyas, una para mi y la otra para su madre y sus hermanas. No contaba nada más allá que tenía horarios de entrenamiento todavía más pesados que los que él mismo se había impuesto.

Así pasaron 3 largos años, sin ver a mi primo. Las cartas se hicieron cada vez más esporádicas, hasta que un día dejaron de llegar. Temí lo peor, pero días después Shaoran regresó de Corea. Me sentí muy aliviada al verlo bajar del avión, y descansó unos días, contándonos con más detalles lo de su entrenamiento, su estadía y muchas otras cosas.  Pero un día, alguien logró colarse en la mansión. Shaoran fue a confrontarlo, y resultó ser él...

-¿Quién? –preguntó Eriol

-Ese al que llaman Nightwalker –a la mención de ese nombre Eriol palideció –no supe como fue que comenzó, pero ambos empezaron a luchar. Los golpes, las espadas. Nadie podía detenerlos. Todos sabían quien era él, aquel que era invencible y quien nadie osaba retar, pero mi primo estaba luchando contra él ¡y le estaba ganando!

-¿Y qué sucedió?

-Sin razón alguna, el asesino se retiró. Todos estábamos sorprendidos. Shaoran quedó muy lastimado, y duró 3 días inconsciente, mientras se recuperaba de sus heridas. Pero estoy segura que fue otra persona quien se levantó de esa cama. Cuando Shaoran se recuperó, volvió a ser la misma persona que antes.

-Pero...¿acaso es eso malo?

-No me refiero a eso. Volvió a ser la misma persona. Siguió con su vida normal, claro que dedicándole mucho más tiempo a las cosas de la familia, a la escuela y a la magia. Pero lo peor de todo fue que no reaccionaba a la mención del nombre de Sakura, y esa, fue la gota que derramó la copa de las sospechas de mi tía.

-¿Te dijo algo?

Mei Ling suspiró lánguidamente.

-Existe la remota posibilidad de que...

Eriol comprendió al instante lo que quería decir

-No puede ser...eso no puede ser...

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Sakura estaba esperando a Kai para su inesperada reunión. Recordaba cuando le dijo que había estado "nerviosa últimamente". Realmente era algo más que nerviosismo, era una confusión de proporciones impresionantes. Y todo por culpa de ese video...

Tomoyo les había enseñado el video durante el enfrentamiento con los dos sujetos con los talismanes, pero eso no era lo más grave de todo. Era la parte del...bueno, la parte en la que Shaoran se vio obligado a darle respiración artificial era la que, primero: le hizo tener un sonrojo monumental y segundo, confundirla sobre sus sentimientos. Ya no sabía que pensar sobre ese asunto, pero de algo estaba segura...

Posiblemente a él le haya dado lo mismo. Él parecía haber logrado lo imposible, dejar de lado los sentimientos humanos, según lo que le había contado Mei Ling, y algo tan simple como sonreír era algo que había sido borrado de su diccionario. A pesar de ser un muy buen partido para cualquier chica, él no había aceptado a ninguna. ¿Sería acaso que aquel adorable muchacho que conoció en el pasado, se haya convertido en aquel apuesto joven de frío mirar y corazón insensible?

-¡Sakura! –la voz de Kai la sacó de sus reflexiones –vaya, pareces sorda

-Hola –saludó Sakura -¿cómo has estado?

-¿Pero qué sucede? Pareces triste

-No es eso...lo que pasa es que no dormí muy bien anoche –mintió Sakura

-De acuerdo –dijo Kai sin creérselo por completo –anda, vamos a dar un paseo

Ambos comenzaron a caminar por el parque. Kai hablaba, y Sakura asentía, pero no escuchaba nada. Seguía, perdida en sus pensamientos, en su confusión.

-Sakura –esta vez si escuchó la voz del chico –me gustaría saber por qué estás así. Pareces triste...

-No...no sé de que hablas –dice con una sonrisa medio fingida, medio sincera

-Hace ya varios días que te he notado muy pensativa ¿sucede algo malo?

-No es nada –responde Sakura –es que estos días no he dormido muy bien

-Sakura, ¿tendrá que ver con esos chicos que llegaron hace poco? Me contaste que llevabas mucho tiempo sin verlos

Sakura no respondió. Por supuesto que tenía que ver con el inesperado regreso de Shaoran y de Eriol, pero dudaba que fuera para verla únicamente, cuando llevaban más de cuatro años sin siquiera saludarse. Pero de pronto Sakura sintió algo familiar...

Y el terremoto comenzó a tomar fuerza, mucho más fuerte que el anterior, y no podría hacer mucho por detenerlo, especialmente porque Kai estaba a su lado, y él no sabía nada sobre las cards o sobre la magia, pero entonces vio algo, entre la arboleda del bosque. Algo estaba saliendo de la tierra, muy cerca de donde ellos se encontraban. La majestuosa efigie de un tigre, y ni Sakura ni Kai podían dar crédito a lo que estaban viendo. Al fin el terremoto finalizó, y la efigie quedó en medio de la arboleda.

-¿Qué es eso? –dijo Kai mientras daba un vacilante paso

-¡No te acerques! –fue el súbito grito de Sakura, al percibir la cantidad de poder que esa estatua emanaba, pero fue muy tarde. La efigie comenzó a resquebrajarse, y los ojos vacíos brillaron con furia. Al fin la roca se desprendió, revelando a un felino alado justo donde la estatua había estado. De pelaje negrísimo y rayas de plata, con unas alas que oscilaban entre el blanco y el gris metálico, y unos ojos grises bellísimos. Tal era la imagen que Sakura y Kai estaban observando.

-No puedo creerlo –dijo Sakura

-¿Qué rayos es esta cosa? –preguntó Kai

Pero respondiendo a su pregunta, el tigre emitió un rugido que resonó en todo el lugar. Extendió sus alas a toda su envergadura y de un aleteo logró ganar altura. Le dirigió una mirada furtiva a Sakura, y se alejó del lugar a toda velocidad, ante la perplejidad de uno, y la preocupación de la otra, pero de repente su móvil la sacó del shock de la sorpresa

-¿Diga?

-Sakura, soy yo. –pudo reconocer la voz de Eriol –necesito que vayas al hospital enseguida

-¿Qué sucedió? –preguntó preocupada, pensaba que era por Shaoran

-Nightwalker atacó a Kaho. Necesito que te dirijas hacia el hospital  

-¿Y Shaoran? –preguntó mientras sentía como se calentaban sus mejillas

-Está llevándome al hospital, pero dudo que se quede. Recuerda que no le simpatiza la profesora

-Ya veo. Entonces te veré allí –cortó y se dirigió a su novio –Kai, lo siento pero tengo que irme. Una vieja amiga tuvo un accidente.

-Si quieres te acompaño –ofreció el joven

-No, iré sola. Nos vemos luego, ¿sí? –le dio un beso en la mejilla y se marchó corriendo

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-El cetro de Ottokar está ahora más perdido que nunca –habla Len con desgano total –y ahora que el hijo de la tormenta también está tras él, tenemos que encontrarlo y pronto, o nuestro amo jamás podrá volver

-Pero aún si encontráramos el cetro, tendríamos que suplicar por un milagro para que el caminante no nos despedace cuando lo tengamos

-Tienes razón. Lobo nocturno ahora está contra nosotros...

Ambos guardan silencio momentáneamente

-Pero no todo es malo, al fin y al cabo –dice Len

-¿No lo es?

-No. El Nightwalker puede que no esté de nuestro lado, pero tampoco estará del bando de esos sujetos. Somos como una baraja de naipes, donde el caminante es el comodín. Quien lo tenga, gana...¿entiendes?

-Por ahora, debemos concentrarnos es en encontrar ese maldito cetro, antes de que Nightwalker lo haga –dice Thanh mientras bebe un vaso de agua

-Bien, hoy saldremos y buscaremos hasta que caiga el amanecer. Recuerda andar con cuidado, hay algo en el aire que me perturba...

-¿Nightwalker?

-No...es algo más...

-Ayer el caminante le dio una paliza a la guardiana de Tsukimine –dice Thanh

-No me sorprende, para nada en realidad. Si Nightwalker le hizo eso a ella, solo imagina lo que les hará donde se crucen en su camino...otra vez

-¿Recuerdas la sombra del lobo que seguía a ese muchacho esa ocasión? –inquiere Len -¿sabes lo que significa?

-¿Eso es un problema?

-Es bien sabido que Nightwalker no andaba solo.

-¿Crees que...?

-No lo creo. Lo sé con seguridad. Él irá corriendo, como Dain siempre lo ha hecho

-¿Dain? Pero si él...fue destruido

-Jamás encontraron su tumba.

-Sería demasiado si Dain aparece una vez más...

-Lo único que debemos hacer es encontrar el cetro y el lugar donde está el amo. Y hacer que ese trío se muestre, para saber a que atenernos.

-Pero ese no es nuestro único problema. Ese hechicero...¿cómo es que se llama? ¡oh, sí! Eriol Hiragizawa, la reencarnación de Clow, y la maestra de las Cards mágicas.

-Hum. Eso es otro problema. Con lo que les gusta ser entrometidos.

-¿Y qué me dices de aquel muchacho, entonces?

-Tengo una idea. Sé muy bien quien es y qué es lo que quiere. Dejaremos que él haga el trabajo sucio. ¿no?

-¿Y cómo piensas que vamos a hacerlo, con semejante aliado?

-Ven, te diré... –dice con voz malévola...

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-¿Y esto? –es la pregunta de Sonomi al recibir inesperadamente un paquete y una rara carta. Abre el sobre y comienza a leer

Sonomi:

Si estás leyendo esta carta, con seguridad ya estaré muerto. Lamento involucrarte en todo esto, pero es necesario. Sé que siempre has sido muy escéptica con todo lo que tenga que ver con magia. Pero, esta ocasión si es en serio, es REAL. Alguien está buscando esto que te acabo de enviar, y si lo encuentra, terribles maldiciones acaecerán sobre el Japón y sobre el mundo que conocemos. No puedo involucrar a mi buen amigo Masaki Amamiya, tu abuelo, pero sé que harás el favor que te pido. Toma ese objeto maldito, y ocúltalo, escóndelo donde nadie pueda encontrarlo, porque la maldición que pesa sobre el es peligrosa, lo admito.

Este es un cetro, que parece digno de reyes. No te dejes engañar por su hermosísimo aspecto. Tómalo, y escóndelo, antes de que él vaya por ti. Ya varios han caído, y sé que si encuentra el cetro, matará a aquel que lo tenga, con tal de obtenerlo. Puede que te suene a una historia muy estúpida, pero créeme, no lo es. Haz lo que te pido, por la amistad que siempre tuve con Masaki, y estoy seguro de que todo estará bien.

                                                                                                  Por favor hazlo

                                                                                                                                              Yushiro Gowa

P.D.: ten mucho cuidado en las noches. Un lobo puede que siga tus pasos.

-Es el amigo del abuelo. Supe que lo asesinaron hace unos días –abre el paquete y sus ojos se abren deslumbrados. Un largo cetro de oro y lapislázuli, con incrustaciones de jade y de diamantes, coronado por la efigie de una serpiente, que tiene un gesto malévolo, y entre sus largos y dorados colmillos reposa un rubí hábilmente tallado. Sonomi extiende su mano ávidamente hacia el rubí, y los ojos de la serpiente brillan con malignidad, mientras Sonomi escucha una voz que resuena en su cabeza

-Tómalo...vamos, tómalo...todo lo que desees se cumplirá...

-Sí...todo lo que yo quiera –dice Sonomi con voz ausente

-¡No Sonomi! ¡detente! –una voz detiene a la señora Daidouji. Ella parece despertar de su trance, y vuelve a ver hacia la voz. Puede ver por instantes, la figura de Nadeshiko, antes de que se desvaneciera

-¿Nadeshiko? ¡Nadeshiko! –pero ya nada respondió a sus llamados –creo que necesito una aspirina...-de repente recuerda el cetro. Cierra la caja en la cual está y se retira. En ese momento comienza a brillar una vez más, mientras el rubí sigue brillando con fuerza, en medio de aquella habitación vacía

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Mientras tanto, en la suite del hotel, Shaoran estaba recostado en su cama. Estaba solo, Eriol y Spinel se habían marchado para reunirse con Sakura. Todavía recordaba el gesto de Hiragizawa en el rostro antes de dejarlo en el hospital. No lo admitiría jamás, pero no podía negar que lo dicho por Eriol era cierto, una verdad sentenciada.

-Soy un cobarde. Un verdadero cobarde. Algún día tendré que confrontar a Sakura una vez más –saca de debajo de su camiseta el mismo colgante que utilizara contra los dos sujetos con los talismanes. Es una llave, que tenía hace ya 4 años y algo más. La mira con atención. La luna menguante, con la efigie del dragón de ojos de jade, que brillan a contraluz, y recuerda con claridad lo que sucedió en aquella ocasión –perdí el control...otra vez –de pronto sintió algo. Algo frío, y tremendamente familiar. El recuerdo de sus ya frecuentes pesadillas le hizo asomarse por el gran ventanal, donde se veían tan pequeñas como hormigas a todas las personas que bullían allí abajo. Y fugaces imágenes comienzan a formarse en su cabeza.

A su alrededor, crecía el fuego. El fuego lo envolvía, y podía escuchar los gritos desesperados de alguien que estaba al otro lado de las llamas trepidantes. La imagen se interrumpió a si misma, y otra completamente diferente empezó. Ahora, ve a Sakura, Eriol y a los demás, todos al parecer peleando. Lo extraño, era que parecía que peleaban CONTRA él, y a su lado estaban dos sombras. Eso era todavía más disparatado. Riéndose en silencio de sus ocurrencias, se separó de la ventana, y sobre una mesa había un portátil. Lo encendió y comenzó a trabajar, teniendo en cuenta que llevaba más de cinco días de completa inactividad. Comenzó a redactar, tecleando con rapidez. Pero era su cuerpo y la parte racional de su cerebro la que por inercia tecleaban frente a la pantalla. Su cabeza divagaba en demasiadas cosas como para concentrarse en serio. Así que reclinó la cabeza y recordó algo reconfortante.

Los rostros sorprendidos de Touya y de Yukito al verlo allí, en su nueva empresa...el rostro mortalmente pálido de Touya al verlo sentado en aquella oficina. Por su puesto que él aún no podría tomar el control de las empresas de su familia, pero debía empezar por algo, pronto heredaría la fortuna más grande de China y una de las mayores del continente y del mundo, además que asumiría oficialmente su rol como jefe de su clan. Aunque aún quedaba un asunto pendiente...y ese era que debía casarse. Pero después de lo que pasó con Sakura, decidió que era mejor no hacerlo...

-Vaya, no podría pensar en otra cosa, ¿verdad?

De pronto, se le ocurrió ver su brazo izquierdo. Allí, estaba tatuado el final de una época, y el inicio de otra. Cuando terminó su niñez y se preparó para convertirse en un hechicero realmente fuerte. El emblema del dragón tatuado en su brazo le indicaba claramente cuando debía seguir con sus prioridades, como ahora, y cuando debía hacer caso omiso de su corazón, como ahora...

Se levantó y fue hasta el lavabo. Se miró un momento en el espejo, y se echó algo de agua en el rostro, y volvió a ver su rostro reflejado en el espejo. Al momento de hacer eso, otra imagen cruzó fugaz por su cabeza. Viéndose reflejado, mientras el agua de la lluvia escurría por su rostro. Volvió una vez más al presente. ¿Qué era esa repugnante energía que se sentía en el aire?

-Son ellos –dice mientras se asoma una vez más, ve hacia abajo, pero todo sigue "igual" –pues no veo que estén atacando a...

-Ellos no nos importan, joven Shaoran Li –dice una voz –venimos a destruirlo

Ve que el edificio colindante hay dos sombras. Ambas miran precisamente hacia donde está él, y algo brilla en sus manos

-No puedo creerlo –dice Shaoran incrédulo–son los talismanes, a plena luz del día  -¡Oigan! ¿Qué creen que están haciendo?

-¡Venimos a destruirte! ¡Queremos tu vida! –le responde Len

Shaoran arqueó una ceja escépticamente.

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Unos suaves golpecitos despertaron un poco a la convaleciente profesora Mizuki de su descanso

-Adelante –fue la respuesta de la profesora. En ese momento ingresaron Sakura, Tomoyo, Rika, Naoko, Eriol, Mei Ling, Chiharu y Yamazaki. Todos hicieron una venia en señal de respeto a su antigua maestra de matemáticas.

-Profesora Mizuki...¿qué sucedió? –es la pregunta de Rika

-No fue nada –es la respuesta de la sonriente profesora. Su rostro no tiene ni una señal de agresión. Pero según el reporte médico, tiene 12 huesos rotos, varias hemorragias internas y alcanzó a perder ½ litro de sangre antes de que la encontraran en el templo

-Pero profesora, ¿va a mejorar? –pregunta preocupada Chiharu

-Por supuesto que sí –dice la profesora –siempre y cuando no vuelva a encontrarlo...

-¿Encontrarlo? ¿a quién? –pregunta Yamazaki

-Pues seguramente al que le hizo esto –dice Naoko –pero realmente es peligroso que alguien ande suelto atacando a las personas.

Sakura y compañía han permanecido en sepulcral silencio. Están esperando a que los demás se vayan para poder hablar con la profesora sobre lo que "realmente" sucedió

-¿Sakura? –esta reacciona ante la voz de Chiharu -¿estás bien?

-¿Eh? Sí...¿por?

-Te he estado hablando por varios minutos. Mira, Takashi y yo tenemos que irnos. Sentimos retirarnos tan rápido, pero él tiene una reunión en la facultad y tengo que ir con él.

-No te preocupes. Nosotros nos quedaremos con la profesora. Diviértete –le dice Sakura a la chica. De pronto ella vuelve a ver -¿y dónde están los demás? 

-Ay Sakura –dice Chiharu con lástima –No cambias. Naoko y Rika acaban de salir, dijeron que tenían que ir a conseguir algo, en un almacén que está cerca de la preparatoria

-Ya veo. Entonces nos vemos. ¡Hasta pronto Yamazaki! –se despide Sakura del novio de su compañera

-¿Sabías que...? –pero no pudo completar la frase porque su novia ya lo arrastraba fuera de la habitación

Al cerrarse la puerta tras ella Eriol, que había permanecido en silencio hasta ése momento, habló por fin

-Fue él, ¿verdad? –preguntó sin rodeos.

-Sí –fue la simple respuesta

-¿Quién? –preguntó Tomoyo a Sakura

-Nightwalker. ¿Recuerdas a aquel chico que vimos? Es él

-Vaya –es todo lo que dice Tomoyo

De pronto Kero sale del bolso de Tomoyo

-¿Por qué te atacó a ti? –pregunta una vez más el guardián

-Traté de darle...el descanso eterno –dijo la profesora cerrando los ojos, como si le pesara decirlo

-¿Qué? –es ahora Spinel el que irrumpe en la conversación -¿Por qué hacer algo así?

La profesora guarda silencio.

-Sabes muy bien que atacar a Nightwalker es como jugarle una treta a la muerte. Estoy seguro de que lo hiciste por una razón muy especial, Kaho. Anda, dinos cual fue –le dice Eriol

-Profesora –le dice Sakura al fin -¿Por qué darle el descanso eterno a Nightwalker?

El silencio se hizo presente por segunda vez. Pero Kaho esta vez si respondió

-Nightwalker es mucho más que un asesino, chicos. Muchas historias se cuentan sobre el asesino de la noche perpetua, pero se dice que si los tres talismanes se reúnen otra vez, la desgracia caerá sobre el mundo. Se supone que el Concilio blanco de la magia, es el encargado de proteger los talismanes a través de los tres clanes encargados, pero han fracasado miserablemente. La oscuridad que por poco cubre la ciudad tan solo es una muestra, porque si el lobo, el cuervo y el vampiro se reúnen y su poder es liberado, el Nigromante regresará y lo dominará todo. Pero es posible evitarlo, si el lobo nocturno, que es la llave para liberar el poder de los otros dos talismanes regresa al plano espiritual, no podrá suceder nada. El poder se sellará por siempre, pero Nightwalker tiene el talismán, es casi imposible acercarse a él sin que te aniquile. Es como un ejército en uno, es invencible. Además, hay un pergamino que habla que si el Nigromante despierta, y se encuentra con el asesino, terribles desgracias tendremos que vivir, y ningún mago, conjuro o cualquier artilugio mágico podrá detenerlas. Ninguno...

Todos han quedado en shock por lo dicho por Kaho. Hasta ese momento, nadie estaba consciente del peligro que representaban los talismanes. Sin duda, ahora estarán mucho más alerta a cualquier...

-Esas presencias... –dice Kaho levantándose medianamente –los talismanes...

-¿Qué hora es? –pregunta Eriol

-Las 2:30 –respondió Tomoyo

-¿No se supone que solo salen en las noches? -pregunta Kero

-Se supone... –dice Sakura

-Fue por eso que no pude lograr mi cometido –dice Kaho –seguramente ya ha tomado un cuerpo que le permite no solamente permanecer en este plano. Al igual que  Nightwalker, pueden ahora salir a la luz cuando les plazca. Puedes darle el descanso eterno a un espíritu, no a alguien que está vivo

Mei Ling y Eriol se ven las caras con preocupación. Ambos ahora se sienten más cerca de la verdad...

-Tienen que detenerlos...anda tras algo... –dice mientras se recuesta –deben detenerlos...a ellos y al asesino...

-No se preocupe profesora. ¡Nosotros haremos todo lo posible por hacerlo! –dice Sakura.

De repente una energía surge, oponiéndose a las presencias de los talismanes. Un poder formidable, sin duda alguna. Se siente claramente como crece, y violentamente se opone al poder oscuro de los talismanes

-Este poder... –dice Kaho -¿quién es el dueño de este poder?

-Es Li –responde Eriol a la pregunta de la profesora –está luchando contra los talismanes

-¡Tenemos que ir a ayudar a mi primo! –dice Mei Ling, completamente agitada -¡antes de que algo terrible suceda!

-Pronto –dice Eriol –el impacto de las energías puede ser fatal

-¿Cómo? –pregunta Sakura

-Son los dos talismanes contra Li. Si no lo acaban ellos, la pérdida de energía lo hará

-¿Qué esperamos? ¡vamos ya! –dice Tomoyo

-Tienes razón. Vamos.

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Yukiko, la hermana mayor de Kai, vagaba en ese momento por el sector céntrico de la ciudad. Paseaba sin un destino claro, caminaba sin sentido. Desde que había fotografiado a Nightwalker, sentía como todo aquello bajo la palabra "desconocido", y todas sus posibles definiciones se mostraran. Mientras caminaba, divagaba. Desde que era una niña, había sido muy especial. Todo aquello que no podía explicarse le llamaba poderosamente la atención, pero jamás le habían creído una palabra. La foto del ángel era perfecta, pero tenía que verlo de nuevo, y probarse a sí misma que no estaba alucinando ni mucho menos soñando despierta por ahí. En ese momento reparó en un círculo que se arremolinaba justo frente al hotel más caro y lujoso de la ciudad. Sin poder evitar su curiosidad se acercó y preguntó que era lo que pasaba

-Parece que alguien está peleando allá arriba –respondió otro transeúnte –en la azotea del edificio.

-Pero esa es una locura. Si llegara a caerse alguien, se mataría al instante

Como si sus palabras provocaran acontecimientos, algo cayó desde lo alto, dándose un furibundo golpe contra el concreto y el pavimento, agrietándolo y resquebrajándolo por completo.

-Se ha matado –dijo alguien por ahí –nadie sobreviviría a una caída semejante

Era una persona. Un joven, de unos 16 años, y con un manto de tono verde oscuro y dorado, y un extraño artefacto en su mano, además de una capucha que cubría su rostro. Yukiko se acercó más, y le dio un vuelco el corazón, sin saber por qué. Pero alguien se llevó un susto de muerte al empezar a decir que ese "cadáver" se estaba moviendo, y más de una chismosa casi muere de un infarto al ver al muchacho incorporarse entero, sin un hueso roto. No tenía nada más que unas raspaduras. Yukiko, que estaba en un ángulo que le permitía ver el rostro ensombrecido de aquel desconocido, pudo percibir algo...

Un brillo en sus ojos. Pero no un brillo cualquiera. Un brillo peligroso, salvaje.

Instintivamente se alejó un poco. El joven se levantó al fin, incólume, y atisbó hacia la altura de la que acababa de caer

-"¿Será él?" -piensa emocionada –"¡Puede que sea él!"

Pero todas sus reflexiones se vieron cortadas en ese momento, cuando del estrafalario bastón dorado salía fuego verde de la nada hacia lo alto de los edificios, dando de lleno en uno de ellos. Nada más disiparse la formidable llamarada, se pudo escuchar una maldición, seguido de dos puntitos en lo alto que saltaban de edificio en edificio. Ya el misterioso "indestructible" iba a seguirlos, pero algo lo retuvo de su manto. Una insignificante mano humana. Este volvió a ver a la jovencita que lo retenía, que por mucho le llevaría unos 3 años, aunque no se notara por su baja estatura. Fijó su mirada en la de ella, y esta como si fuera una orden, obedeció como si fuera una esclava, y una vez más algo increíble sucedió. ¡El muchacho que cayó desde 50 metros de altura, sobrevivió a la caída y se fue caminando como si nada!

La gente al ver esto comenzó a diseminarse por ahí, convenciéndose de que había sido alguna alucinación colectiva o algo así...

Pero Yukiko se quedó ahí. Su cabeza por instinto giró y se quedó viendo hacia un punto determinado en el infinito, y comenzó a avanzar lentamente. Pero ella no era la única. Yue también lo había visto todo, y se había quedado pasmado al ver la impresionante fortaleza de Shaoran Li, y se dispuso a seguir el rastro que emitía su poder, solamente instigado por una serie de dudas. Primero: las cards no habían sido mencionadas, y comúnmente eso es lo que siempre pretenden, apoderarse de ellas. Segundo: aquel báculo le era familiar, muy familiar. Tercero: ¿por qué Shaoran Li no estaba en la primera ocasión que apareció el Nightwalker? Y por último, lo más importante: ¿quién era en realidad Nightwalker?

-¿También lo sentiste? –una voz femenina sacó a Yue de sus cavilaciones

-Así es Ruby Moon –responde Yue sin siquiera volverse a verla –ese poder es terriblemente grande...

-Sigámoslos –dice la guardiana –seguramente el joven Li necesite algo de ayuda

-Dudo que necesite la ayuda pero igual los seguiremos –dice Yue mientras alza el vuelo, seguido de Ruby Moon –algo no encaja en todo este asunto

-¿De veras? ¿qué?

-¿Recuerdas la primera vez que apareció Nightwalker? –a esto Ruby Moon asintió -¿recuerdas quien no estaba con nosotros?

-No –fue la respuesta

-Estábamos todos, a excepción del joven Li

-¿Estás diciéndome que Shaoran Li está involucrado de alguna manera con Nightwalker?

-No. Estoy diciendo que es muy extraño. Además, ¿por qué los portadores de los talismanes andan tras él?

Ruby Moon asintió a la conjetura del guardián, pero otro par de poderes se dejaron sentir

-No es posible. Esta energía...

-Son las energías de dos guardianes, no hay duda de eso –afirma Ruby Moon

-Pero...¿de qué lado están?

-No lo sé. Ahora si debemos ir tras el joven Li, tengo un mal presentimiento

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Len y Thanh aparecieron justo en la parte posterior de la torre del reloj de la primaria de Tomoeda

-¿Crees que lo perdimos? –preguntó Thanh

-Todavía no puedo creer que haya sobrevivido a esa caída –dice Len -¿de qué está hecho ese muchacho?

Había un denso silencio que los rodeaba. El viento estaba helado, y no había ni una sola ave cantando. Parecía que en el aire había algo silencioso...tenebroso...

y de las sombras salió una, que se movía suavemente, con algo en sus manos que despedía visos metálicos.

-Vengo a terminar lo que está pendiente.

-¿Quién eres tú? –preguntó Len -¿qué eres tú?

-No tengo porque responder a esa pregunta –los ojos jade del dragón del báculo fulguraron entonces –ustedes saben quien soy

En ese momento el cetro que estaba en casa de Sonomi brilló. El rubí comenzó iluminarse suavemente, aunque no había nadie que lo notara. Aquello produjo que aquel trío que estaba luchando comenzara a sentir ramalazos de dolor por todo el cuerpo, y algo se iluminó en el cuerpo de cada uno. La imagen de cada bestia representada en los talismanes.

-¡Maldición! –fue el grito de Thanh -¿qué es esto?

-Es...es el amo –dijo Len con voz trémula por el dolor

-¡Aargh! –fue el grito de Shaoran, acentuado por el sonido metálico del báculo al caer –no de nuevo...¡¡no de nuevo!!

En aquel preciso instante apareció Yukiko. No supo ni siquiera como llegó, y veía con ojos grandes del miedo y de la sorpresa lo que sucedía con los tres hombres, que allí ante sus ojos se retorcían del dolor, pero repentinamente se detuvieron. Los tres quedaron tendidos en el suelo. Ella dudó un momento. Nadie parecía estar cerca de donde ellos se encontraban. Con pasos vacilantes se acercó al cuerpo inerte de Shaoran, y se inclinó hacia él. En ese momento notó un cambio algo extraño. Algunos flecos del cabello del muchacho, comenzaron a teñirse de negro...y ella puso su mano en su hombro, y una fugaz imagen cruzó por sus ojos...

Podía ver un áureo que brillaba, y a su alrededor estaban dos bestias. Un cuervo y un vampiro, parecían resguardar al cetro oscuro. Pero de las sombras se irguió uno desafiante. Tenía una luna brillante, con 5 joyas incrustadas en ella, y un lobo que brillaba con una luz verde azulada. Al final, las tres se enfrentaban. El lobo conseguía derrotar al cuervo y al vampiro, pero quedaba muy lastimado. Tomaba el cetro en su hocico, lo guardaba, y mientras agonizaba, se cerraba una puerta negra tras él, y algo que parecía ser un cerrojo se cerraba.

Ella pareció despertar del momentáneo sueño, al mismo tiempo que Shaoran se incorporaba. Pero al abrir sus ojos, de un marrón profundo y tranquilizador, en vez del dorado salvaje, mientras el cabello del joven –notando que llegaba hasta su nuca –caía, enmarcando involuntariamente su rostro. Giró su cabeza para buscar por los otros dos sujetos, pero no había rastro de ellos. De repente se notó muy cansado, pero también observado. Era aquella menuda muchacha, quien lo observaba detenidamente.

-¿Quién...eres tú? –dijo al fin el muchacho

-¡Cuidado! –dijo de pronto la menuda jovencita, sacándolo del rango de un ataque que el joven no pudo prever, y enviando a la muchacha inconsciente y lejos de allí.

-¿Ustedes acaso quieren morir? –dijo mientras sus ojos ahora sí se centraban en su objetivo –muy bien...yo mismo me encargaré de ustedes

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-Sé muy bien que clase de guerreros son ustedes. Atacan a traición, y eso yo no lo perdono...

-Len ¿ahora qué...?

Pero el otro se quedó en sepulcral silencio. Shaoran, o lo que parecía serlo, recogió el dorado instrumento, y con un ademán, comenzó a brillar.

-¿Creen que soy como ustedes? –la voz de Shaoran rezumaba furia -ustedes no son más que basura –mientras habla, comienza a avanzar hacia los dos sujetos–ustedes no merecen ser llamados guerreros. Ustedes son escoria, no, son menos que eso –un golpe que envía a Thanh lejos –y se atreven a denominarse "servidores del Nigromante". Pero sepan una cosa: estoy aquí para destruirlos, y no me detendré ante nada para lograrlo. Sea quien se cruce en mi camino, lo aniquilaré, y comenzaré con ustedes, las obras de ese maldito de Tarath.

En ese momento llegaron Yue y Ruby Moon, pero no intervinieron para nada. Al parecer el joven Li tenía la situación bajo control

-Vengan aquí, ¿o acaso los portadores de los talismanes son unos cobardes? –Los guardianes no podían creer lo que escuchaban. ¡Shaoran los estaba azuzando para que liberaran el poder de los talismanes!. Pero entonces Len y Thanh, furiosos, hicieron lo que quería el muchacho, y un aura helada comenzó a circundar por todo el lugar. Hasta Yue y Ruby Moon sintieron las olas heladas que emanaban de ese par de sujetos, pero percibían algo más. También el poder del joven Li estaba aumentando, y también percibían el poder que emanaba de la figura de aquel muchacho, también en ondas heladas

-Vamos a aniquilarte, mocoso –dijo Thanh –lo ha dicho el portador del cuervo nocturno

-He escuchado eso muchas veces –respondió mientras el báculo brillaba en su mano, y se convertía en una espada –pero nadie lo ha hecho hasta ahora

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-¿Qué es esto? –pregunta Sakura mientras se abraza a sí misma

-Tenemos que llegar ya –dice Eriol con gesto preocupado –él va a enfrentar solo a los dos talismanes

-¿Solo? ¡eso es un suicidio! –dijo Kero

-Precisamente –dijo Eriol, ante los rostros preocupados –si Li muere, perderemos parte de nuestra fuerza para combatirlos.

-Entonces, tenemos que encontrarlo y detenerlo –dijo Spinel

-"Por favor...que lleguemos a tiempo"-era la súplica de Sakura. Tomoyo tenía su videocámara, y recorría con la lente, hasta que logró ver una lucecita...

-¡Miren! –dijo Tomoyo –¡creo que allí están!

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Mágico fuego que en las profundidades arde...Legendario resplandor que desde siempre iluminas...a la hoja de esta espada te conjuro, y tu poder yo reclamo...¡Dragón guardián del fuego de jade! ¡Acude a mi llamado!

Aquel conjuro fue formulado por Shaoran. El viento rugió al escuchar la invocación, y el sello mágico que viera Tomoyo, fulguró bajo los pies del muchacho, y de la figura mágica, surgieron llamas verdosas y brillantes, y estas se concentraron en la hoja de la espada. El sello desapareció y el viento se tranquilizó, pero ahora la espada, como una solitaria flama, brillaba en las manos de Shaoran.

Los dos sujetos se lanzaron contra el joven con un grito furibundo. Shaoran, ni corto ni perezoso, se tuvo a pie firme, y manejando con pericia la espada, comenzó a pelear contra ellos. La espada al cortar el viento dejaba chispas brillantes que desaparecían momentos después. Fue en medio de aquella batalla campal que aterrizaron Sakura y los demás

-¡Amo Eriol! –era la voz de Ruby Moon

-Ruby Moon, ¿desde cuando está luchando?

-Hace unos minutos nada más –respondió Yue

-Pues entonces es hora de que lo ayudemos –dijo Sakura, mientras tomaba una card -¡windy!

-Bien pensado Sakura –dijo Kero –eso nos dará algo de tiempo. Mientras Tomoyo comenzó a grabar el enfrentamiento, al igual que en la ocasión anterior

La figura se dirigió con rapidez hacia donde estaban luchando, pero entonces lo increíble sucedió...

-¡Vade Retro, Sakura Card! –gritaron al unísono Shaoran, Thanh y Len. Como si fuera una orden imposible de rechazar, la card retornó a las manos de su dueña.

-¿Qué fue eso? –preguntó shockeada Mei Ling

-Él...rechazó a la card... –dijo Eriol mientras entrecerraba los ojos entre enojado y sorprendido –él ha rechazado a Sakura. Desea pelear solo a todo costo...

-¿Pero cómo...? –preguntó Tomoyo

-La pregunta no es como –dijo Yue –la pregunta es por qué...

Pero Sakura era quien estaba en conmoción. Aún sostenía la card rechazada en su mano, y la apretó levemente. Hasta que algo los llamó de nuevo a la pelea

-¡Ahora te mataremos! –dijo Thanh mientras sostenía de forma increíble, a Shaoran por el cuello con su chamarra, al mejor estilo de los asesinos profesionales, y Len le propinaba una serie de golpes en el abdomen. La espada fulgurante estaba a unos metros de donde se desarrollaba la escena.

-Estás...bromeando... –dijo Shaoran con voz entrecortada –eso era lo que iba a decir

Entonces Shaoran, comenzó un inesperado ataque. Empezó a descargar codazos con saña contra el hombre que lo sujetaba del cuello, y sujetó con sus piernas, en una llave impresionante, el cuello de su otro agresor, hasta que consiguió que uno lo soltara, y mandó lejos al otro.

Respirando agitadamente, se dirigió hacia donde estaba la espada. La recogió y dándose la vuelta, se preparó para otro intempestivo y poderoso ataque, pero entonces una fantasmagórica voz resonó, dirigiéndose hacia los tres contendientes

-¡Ustedes no lucharán sino hasta cuando sea el día señalado. Regresen ahora mismo por donde vinieron!

-Nos volveremos a ver –dijo Thanh –es una promesa

-Los salvaron de morir –respondió Shaoran mientras el fuego de la espada se apagaba

-Ahora, esperarás hasta el día de la lucha.

-¿Y cuándo será eso? –preguntó Shaoran

-No seas impaciente. La hora está próxima

Shaoran dirigió una mirada furtiva hacia donde se supone provenía la voz. Entonces su puño se cerró con fuerza, y sus labios se estrecharon en una línea severa. Al parecer, no estaba muy conforme con la decisión. Mientras tanto los demás observaban a Sakura, que estaba con el rostro bajo.

Mei Ling, en un arranque de furia, avanzó con paso decidido hasta donde se encontraba Shaoran. Se plantó frente a él, y descargó una sonora cachetada en la mejilla de su primo

-¿Cómo pudiste hacer semejante cosa? –le espetó Mei Ling -¡ella solamente quería ayudarte! ¡Eres un...!

-Te olvidas de una cosa –dijo Shaoran con voz tranquila, a pesar del golpe –entrené cuatro años para esta pelea, y ahora me dices que acepte ayuda. Ja, discúlpame que sea yo el que lo diga, pero lo haré: Yo peleo solo, y no confío en nadie. ¿suficiente respuesta a tu pregunta?

Mei Ling se desesperó y trató de golpearlo de nuevo, pero los reflejos de Shaoran evitaron aquello, sosteniendo su muñeca con fuerza. Mei Ling lo miró furibunda y Shaoran la soltó insípidamente, les dio la espalda a todos y se dirigió hacia donde había caído el cuerpo de Yukiko, pero no había nada, salvo un pequeño rastro de sangre. Pasó su dedo índice por una de las "huellas", y este quedó manchado de rojo. El rastro está fresco. Y Shaoran, dirigiendo una última mirada al grupo, se perdió entre la arboleda.

Entre tanto, Sakura al fin había levantado la vista...con el rostro bañado en lágrimas de dolor. Era como cuando Shaoran había llegado a Japón a cazar las cards.

-Vamos Sakura...ya tranquilízate –le dijo Kero –voy a comerme a ese mocoso por hacerte llorar

-Toma Sakura –Mei Ling le extendió un pañuelo –no te preocupes, yo pondré a ese chico en su lugar.

-Gra...gracias –dijo con la voz entrecortada por las lágrimas

-No te preocupes Sakura. Pronto pasará –le dijo consoladoramente Tomoyo. A su lado estaba Cerberus, imaginando las posibles formas para asesinar a Shaoran por el hecho de hacer llorar a Sakura.

Entonces un rugido bestial se dejó escuchar, y resonó por varios instantes en la vastedad de Tomoeda. Eriol abrió su ventana al mundo, y allí vio lo increíble. Si, Eriol casi se va de espaldas, al igual que Yue, Ruby Moon y Spinel, que estaban junto a él. En la parte más alta de la torre de Tokio, estaba la bestia que viera Sakura en el parque. Era como un llamado a la batalla. Ese animal llamado era algo que señalaba la hora de la batalla. Pero no contra el Nigromante. Entre amigos, compañeros y enamorados.

Bien, ya falta poco. Lo realmente bueno ya va a comenzar...jejeje...

NightWalker