NIGHTWALKER
Why does it feel like night today?Something in here's not right today.
Why am I so uptight today?
Paranoia's all I got left
I don't know what stressed me first
Or how the pressure was fed
But I know just what it feels like
To have a voice in the back of my head
It's like a face that I hold inside A face that awakes when I close my eyes
EL CORAZÓN DEL ASESINO
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
Sakura poco a poco fue tranquilizándose, a la par que se hacía a una idea.
Shaoran la odiaba. Era eso. No podía ser algo más. Estaba temiendo que tendría que hacerse a la idea de que el muchacho que alguna vez llegó a amarla como nadie, hoy la detestaba más que a las verduras.
-Sakura –la voz de Cerberus la sacó de sus cavilaciones –es hora de marcharnos. Tu hermano te está esperando en casa
-Sí...vámonos ya. Tomoyo, te llamaré mañana
-¿Segura que estás bien?
-Si Tomoyo...no te preocupes –dijo ella con una sonrisa
-Sakura –dijo Eriol mientras cerraba su ventana al mundo –tenemos que hablar muy seriamente. Hay cosas muy extrañas que están pasando últimamente. Y mucho me temo que todos, indirectamente, tenemos algo que ver. –dijo mirando a Mei Ling, especialmente
-¿Sobre qué cosas Eriol? –preguntó Sakura
-Mañana hablaremos, ¿te parece bien? Ahora será mejor que nos marchemos, está anocheciendo y no es seguro que estemos por aquí –dijo mientras daba media vuelta y se iba del lugar, seguido de los demás
-Ese Shaoran –rumiaba Mei Ling –ahora sí va a ver. ¿Cómo es posible que él haya hecho eso?
-Mei Ling –le llamó Tomoyo –ven, quiero mostrarte algo –Tomoyo rebobinó un poco el video y se detuvo en cierta parte.
-¿Notas algo fuera de lo común? –preguntó
-Pues...no, la verdad no veo nada... –miró más concienzudamente, pero no hallaba nada
-Tal vez sean cosas mías –dijo Tomoyo –pero aquí hay algo raro...
------------------------------
Mientras tanto, en la biblioteca pública, un empleado aún permanecía dentro del edificio. Estaba buscando y ordenando los libros. Hacía unos minutos que habían cerrado, y él junto con otra persona, que estaba unos pisos más arriba, eran los únicos que quedaban dentro del edificio
-A ver...física I debe ir por aquí –murmuraba entre dientes el muchacho mientras hacía su trabajo. Pero de pronto la temperatura comenzó a bajarse, y a lo largo de los minutos, la temperatura seguía descendiendo. Ya el pobre muchacho estaba tiritando de frío, y cada vez que exhalaba aire, el típico vaho lo acompañaba. Maldiciendo en silencio, bajó unos niveles hasta donde estaban las bodegas, Allí habían cajas, y también unos libros que ya no se utilizaban. Revisó el termostato, pero este indicaba que el aire acondicionado estaba a temperatura ambiente. ¿Entonces qué demonios estaba sucediendo?
Pero pronto habría deseado no haber preguntado.
Miró la bodega y vio que el frío que allí reinaba era impresionante, pero más que eso, insoportable. Se volvió para marcharse y entonces lo que vio lo dejó petrificado de miedo.
No tenía ni idea que era eso, pero fuera lo que fuera, se estaba moviendo en cuatro patas, y si el frío aún no había congelado sus neuronas, esa cosa de cuatro patas también tenía alas. Se movía con suavidad según el joven razonó. Pero su tamaño no pasaba desapercibido para el muchacho. Le puso 3 metros de largo, sin contar las alas.
Entonces la apocalíptica criatura agitó sus alas, creando fuertes corrientes de aire. Casi sin poder creerse a sí mismo, salió de la bodega, y regresó a su lugar, diciendo para sus adentros, como un niño pequeño asustado
-Los monstruos no existen...y además creo que necesito vacaciones, ya estoy viendo cosas –ya estaba empezando a creer que era la culpa de ese café que servían las máquinas, pero entonces su compañero también bajó de los niveles superiores, más blanco que el papel y tiritando de frío...
-¡Yoshimitsu! ¿qué...?
Pero él no hacía sino tiritar de frío
-No...no vas a...a creer lo que vi... –dijo el aludido –eso era el...el lobo más... grande que he visto...
-¿Lobo?
El muchacho asintió, y de un momento a otro, un cortante aullido sacudió por completo a los dos muchachos. Uno casi tiene un colapso nervioso, y el otro se vio obligado a cerrar, pero cuando pasó por las escaleras a la bodega, entendió por que hacía tanto frío...estaba congelado, justo por donde había pasado lo que parecía ser un lobo con alas de 3 metros de largo.
-Será mejor que le avisemos a la policía –dijo el joven mientras sostenía a su amigo medio congelado.
------------------------------
-¿Qué el mocoso hizo qué? –dijo Touya mientras procesaba lo que le contaba Kero –ese muchachito, me las va a pagar. Nadie hace llorar a mi hermana y vive para contarlo
-Es cierto. Nadie le hace eso a mi ama y se va tan tranquilo –lo apoya Kero –es un mocoso...
Pero no pudo terminar la frase. Algo acaba de pasar justo sobre la casa. ¿Nightwalker?. No. ¿Los talismanes?. Tampoco. ¿Entonces qué rayos fue eso?
-Era muy similar a la energía de Yue –dijo Kero mientras levitaba pensativamente –aunque no sé si aparte de él y de Ruby Moon exista alguien con un poder tan similar al suyo.
-Por ahora me concentraré en asuntos más importantes –murmuró Touya –como el de ese mocoso y el de mi hermana...
-¿Chicos? ¡ya vine! –era la voz de Fujitaka
-Hola papá –dijo Touya mientras ocultaba a Kero -¿cómo te ha ido?
-Hemos encontrado unas ruinas muy antiguas –dijo mientras se deshacía de su portafolios
-¿De veras? –dijo él mientras se dirigía a la cocina
-Si...mira que habían runas que hablaban al parecer de una gran batalla hace ya muchas eras, entre un hechicero desterrado y un guerrero venido de la tormenta...gracioso, ¿verdad?
Pero Touya, que estaba con Kero, se congeló al escuchar eso. ¿guerrero de la tormenta? ¿por qué tenía el leve presentimiento de que tenía algo que ver con ese tal Nightwalker...?
-Bien, mañana tendré el día libre, así que no tendrás que levantarte tan temprano.
-Está bien. Buenas noches –dijo mientras iba al nivel superior. Una vez allí, Touya se dirigió a Kero –será mejor que hables con Sakura. Algo me dice que papá puede sernos de ayuda ahora...
Sakura estaba en su habitación, tendida sobre su cama, escribiendo sobre su diario.
...hoy he tenido un día un tanto extraño, quizá...Apareció una extraña criatura en el bosque que rodea el parque, Nightwalker atacó a la profesora Mizuki, dejándola muy lastimada en el hospital. Al parecer ahora los talismanes ahora pueden aparecer de día. Eso complicará mucho las cosas para nosotros. ¿Acaso tienen tanto poder como asevera Eriol? No quiero ni pensar que lo que dice la señorita Mizuki es cierto. Pero eso no es lo peor de todo. No, no lo es...
Hoy también he descubierto una terrible verdad: Shaoran me detesta (literalmente dicho). Cuando estábamos peleando, no sé que fue lo que hizo, pero no me permitió interferir. Eso me lastimó muchísimo. Mei Ling dijo que hablaría con él. Inclusive llegó a golpearlo, pero a él no pareció importarle. Solamente le dijo que no confiaba en nadie y que peleaba solo. Me pregunto...¿dónde fue que le dijeron eso? No confiar en nadie es lo mismo que decir que vivirá solo toda la vida de ser necesario...conociéndolo como lo conozco, estoy seguro de que es capaz de hacerlo...
-Sakura –Kero la sacó de sus escritos –tu padre se encuentra abajo. ¿No irás a saludarlo?
-¡Claro que sí! –dijo ella animadamente mientras cerraba su diario y bajaba a saludar al señor Kinomoto, dejando solo a Kero
-Solamente que...estoy muy preocupado –rumió el guardián
-¡Papá! –dijo Sakura mientras abrazaba al afable Fujitaka–¿cómo te ha ido?
-Muy bien Sakura. Todo estuvo muy bien
-La cena estará lista pronto –dijo Touya saliendo de la cocina
-Que bien, porque muero de hambre
De pronto tocaron a la puerta. Sakura fue a abrir
-Hola Sakura –era Kai, quien estaba parado en la puerta
------------------------------
-"Muy bien hecho...al parecer, ahora serás el malo de esta película..." –pensaba Shaoran en voz alta –muy gracioso...
Al doblar por una esquina, se encontró a la chica que era acosada por un par de idiotas. Ella sangraba de un brazo, pero eso no parecía ser un impedimento para ese par de sujetos.
-Vamos preciosa...te divertirás mucho –decía uno de ellos
-Oye –la voz de Shaoran distrajo la atención de los dos personajes -¿quieres divertirte un rato?
-Mira niño –dijo uno de ellos -¿acaso mami no te vistió en la mañana? Lárgate antes de que te arrepientas
-¿Arrepentirme de qué? –dijo con voz inocente -¿de algo como esto? –dijo mientras descargaba un puñetazo a plena cara de uno de ellos -¿o de esto? –dijo mientras le sentaba una patada en el estómago al otro.
La aterrada Yukiko solamente miraba. Entonces Shaoran se desabrochó la capa y se la puso a la chica
-Sostén esto, enseguida regreso –a lo que la chica solamente asintió. Los dos sujetos enfadados se levantaron y uno de ellos sacó una navaja
-Muy bien, ahora vas a lamentar haber intervenido donde no te llaman –dijo mientras sostenía el arma
Shaoran soltó una risita de compasión
-¿Piensas utilizar eso? –dijo mientras señalaba el miserable puñal, y desenvainaba su brillante espada –si, es algo desigual, pero así es la guerra –los dos sujetos palidecieron al ver la hoja y el brillo frío del filo -¿y bien?
-Nos...nos volveremos a ver –dijo el de la navaja -¡nos volveremos a ver! –al momento se marcharon corriendo
-Imbéciles –murmuró Shaoran, aún con la espada en la mano. Se volvió a la muchacha, que aún permanecía en el suelo de la calle. Se inclinó hasta quedar a su altura, y tomó su manto. Levantó la manga de la camisa donde se registraba la herida. No era muy difícil de tratar, así que solamente recogió algo de su sangre en su dedo índice. Dijo algo y la herida se cerró por completo.
-Muchas gracias... –dijo la muchacha con un hilito de voz. Tal vez todavía no se creía todo lo que estaba sucediendo.
-Las gracias te las tengo que dar yo –dijo él –te agradezco lo que hiciste allí en el parque
-No fue nada –dijo una vez más con voz inhibida la chica
-¿Qué sucede? –dijo él –bien, no tienes porque contarme algo. Me retiro
-¡Oye! –le dijo ella -¿Cómo te llamas?
-Shaoran...Shaoran Li –dijo él, mientras le daba la espalda y doblaba por la esquina por la que había llegado. Ella se levantó y se miró el brazo. Ni rastro de la herida. Avanzó con pasos vacilantes hasta la esquina. Miró, pero no había nada más que una solitaria calle que era barrida por una suave brisa. Ella solamente repetía mentalmente aquel nombre, mientras regresaba a su casa
------------------------------
-Ya está aquí –dijo Eriol desde su habitación, al sentir la energía de Shaoran
-¡Muy bien! ¡ahora va a escucharme! –explotó Mei Ling saliendo al encuentro de su primo. Se lo "encontró" de frente, pero él ni siquiera la miró. Siguió hasta la habitación de Eriol. Allí, al parecer todos lo esperaban. Spinel estaba en su forma natural, y Nakuru estaba durmiéndose en la cama. Shaoran, ni siquiera saludó. Solamente dijo una cosa
-Me voy.
-¿Cómo que te vas? –interrumpió Mei Ling, pero Shaoran la ignoró olímpicamente. Eriol asintió a lo dicho por su homólogo hechicero
-Te encargo mucho que cuides a Mei Ling. No creo que te dé muchos problemas
Eriol ahora asintió con una sonrisita compasiva. Shaoran no tuvo nada más que decir, le dio la espalda dispuesto a marcharse pero la voz de Eriol lo retuvo
-¿A dónde vas? –preguntó él
-Donde me guíe el viento –respondió él, enigmáticamente
-¿Y si necesitas ayuda? –preguntó Eriol en segunda oportunidad
-Créeme, no la necesitaré –dijo mientras se retiraba. Se marchó y comenzó a guardar su ropa de nuevo en su maleta. Empacó todo con rapidez, y en unos minutos tuvo todo listo. Afuera, estaba otra vez Eriol junto con Mei Ling
-Recuerda…tú no estás solo en esto –le dijo Eriol
Shaoran se quedó sumido en el silencio. Mei Ling lo miraba con una mezcla entre rabia, confusión y tristeza. Ese no era el Shaoran que ella conocía, hasta que el joven de castaños cabellos al fin habló
-No sabes lo que dices Eriol –dijo Shaoran –si estoy solo en esto…
-¿Cómo dices eso…? –dijo Mei Ling –si…
Shaoran le dirigió una elocuente mirada.
-Será mejor que midas bien tus palabras, Eriol –dijo Shaoran –y quiero que me prometas algo… -Eriol pareció sorprendido, pero asintió –escucha, he tenido extrañas visiones. ¿Si son premonitorias? No lo sé…pero debes prometer que si llega a darse el caso, me detendrás a todo costo
-Pero…
-Si sabes de qué hablo –dijo Shaoran –Mei Ling te lo dijo, ¿no? –ella palideció –no la culpo, ella se preocupa por mi, pero si llega a ser cierto lo que mi madre sospecha, solamente ustedes podrán detenerme…
-¿Cómo supiste eso? –preguntó Mei Ling –mi tía no te dijo nada.
-No hay que ser un mago, cuando puedes ver las miradas estudiándote palmo a palmo. No soy un tonto, sé muy bien lo que mi madre piensa ahora, lo que pensó el día que luché con el Nightwalker –Shaoran recogió su maleta –solamente una última cosa…discúlpame con Sakura. Si no me perdona, bien será una penitencia más para cuando muera…y tengan cuidado. Solamente eso, por ahora adiós –se volvió, y cerró la puerta. Rápido y sin dolor. Para cuando reaccionen, tal vez la impresión no sea tan grande…el dolor sea menor. Escucharon el sonido que emitía el auto al abandonar la gran mole del edificio, dirigiéndose a lo desconocido
------------------------------
Unos suaves golpes despertaron una vez más a la profesora Mizuki de su sueño inducido
-Adelante –respondió con voz cansada. Al momento ingresaron Yukito y Touya
-Hola Kaho –saludó el joven Kinomoto
-Buenas tardes señorita Mizuki –dijo el amable joven Tsukishiro
-¿Qué sucedió? ¿quién te hizo esto? –preguntó Touya enfadado
-Fue Nightwalker, Touya. Por una tontería, casi muero en sus manos.
-Si fue él, ¿cómo es que no te hizo nada? Es decir, se supone que nadie puede vencerlo
-Es cierto...cuando lo enfrenté me dijo que quería saber algo de Sakura. Me negué, pero no me hizo nada más, argumentando que yo...quería ver a alguien más...
-Humm...qué extraño –murmuró Yukito
-Es cierto –lo respaldó Kaho. Touya guardó silencio. Un denso silencio. Se podía escuchar el barullo de fuera de la habitación, cuando Kaho y Yukito se vieron los rostros preocupados. Touya no sabía que era lo que pasaba, pero no podía ser nada bueno
-¡Es él! –dijo Kaho. Yukito, sin pensarlo, se convirtió en Yue. Kaho se incorporó y fue hacia la ventana. Fuera, levitaba un ángel vestido de negro y plata. No hay duda alguna, es Nightwalker. Yue salió por la ventana, dispuesto a confrontar al peligroso asesino
-Llamen a mi ama y a Clow –dijo Yue mientras se plantaba frente a él –necesitaré ayuda
-No vengo a pelear...hoy... –rumió Nightwalker –solo necesito hablar con ella –dijo mientras señalaba a Kaho
-Ni se te ocurra –dijo Touya mientras se ponía frente a la profesora –no lo voy a permitir
Pero Yue fue todavía más elocuente. Atacó al caminante sin previo aviso. Él solamente puso distancia entre el guardián y su persona, entre tanto, Touya se comunicaba con Sakura. Ella dijo que saldría inmediatamente.
Hasta que Yue volvió a plantarse justo frente al edificio. Nigthwalker lo miraba con mala cara. Algo estaba tramando, hasta que una esfera brillante se dejó ver en su mano. Todos abrieron los ojos espantados. Ese ataque sería capaz de echar abajo el hospital entero
-A ver si esto te convence -dijo mientras arrojaba la esfera directamente hacia el hospital
-¡Escudo! –un gritó cortó el aire, y un manto semitransparente cubrió todo el edificio. La esfera chocó con ella, pero no sufrió ningún daño. Sakura había llegado justo a tiempo
------------------------------
-¡Pero si que hay gente entrometida! –rugió Nightwalker –¡quita ese escudo, o te obligaré a hacerlo!
-¡Jamás! –respondió Sakura -¡No tienes corazón! ¿cómo te atreves a atacar un hospital?
Nightwalker volvió a bufar de ira. Necesitaba la respuesta a su pregunta, pero cómo hacerlo con ese fastidioso escudo. Entonces una fugaz idea cruzó por su mente. Si no podía sacarlo por las buenas, lo haría por las malas, al mejor estilo de Nightwalker. Pronto, el cielo comenzó a tronar con fuerza, y un aura blanquecina rodeó al ángel. Todos los que estaban abrieron los ojos en un gesto de espanto. ¿Qué estaba maquinando aquel desgraciado?
Levantó los brazos y sus alas se abrieron a toda su envergadura, pero algo lo detuvo. No era magia, era sorpresa.
-¡Alto ahí! –vio hacia abajo y cual no sería su sorpresa al ver una gran cantidad de luces rojas y azules, además de una gran cantidad de personas -¡policía!
-¿Policía? –se miraron unos a otros confundidos, hasta que apareció Eriol justo sobre el edificio.
-Muy buena idea amo Eriol –dijo Ruby Moon.
-No podía dejar que por ese sujeto nuestro secreto fuera revelado, ¿o sí? –respondió con una sonrisa
-¡Eriol! –Sakura llegó a su lado –tú los llamaste, ¿verdad?
-Sí, aunque no estoy seguro de algo
-¿De qué?
-Si eso será suficiente para detenerlo –dijo mientras volvía su atención al centenar de policías y a la gran cantidad de patrullas.
Nightwalker descendió suavemente hasta quedar frente a la cuadrilla de oficiales. Plegó sus alas y guardó silencio.
-Asesino de Xianlang, queda arrestado por los asesinatos cometidos en China y Japón. Levante las manos donde podamos verlas.
-"¿Asesino de Xianlang?" –pensó fastidiado, pero de un momento a otro su rostro cambió a uno confiado...
El asesino levantó las manos, y dos de las patrullas se elevaron por sí solas, cayendo estruendosamente e incendiándose. La espada del asesino se materializó en sus manos, y partió a enfrentar a la cuadrilla de policías. Ahora si que Sakura y los demás tenían un rostro pálido y espantado. No era broma cuando hablaban del poder que poseía ese sujeto.
Los policías que quedaban, se escudaron tras las patrullas y comenzaron una lluvia de fuego hacia el caminante, que las evitaba como si ni siquiera fueran disparadas. Descargaba golpes furibundos a cada uno de los oficiales, en todas las disciplinas marciales que podía recitar. Todos los residentes del hospital asistieron a una escena como de película, al ver como un solo joven le ganaba a un escuadrón de 100 policías profesionales. El combate duró como unos 15 minutos, en el cual se oyeron más gritos e insultos que disparos, al final tenía un claro vencedor. Patrullas incendiadas, y la calle entera sembrada de cuerpos inconscientes y casquillos de bala de absolutamente todos los calibres. Nightwalker solamente se estiró de brazos perezosamente. La espada se desvaneció y se elevó hasta quedar nuevamente a la altura de Sakura y los demás.
-Fue un buen calentamiento–dijo –pero es hora de las respuestas ¿no? –dijo mirando a Kaho. -¿Dónde está la puerta negra?
Kaho y Eriol palidecieron a un tiempo. Kero, Yue, Spinel y Ruby Moon se miraron. Sakura quedó confundida ¿Qué era la puerta negra?
-¿Y bien? Si no me respondes, él tendrá un viaje no programado al otro mundo –dijo mientras sostenía a un oficial que tenía el brazo horriblemente fracturado. Nightwalker tenía toda la intención de hacerlo. Kaho miró a Eriol, suplicando por ayuda. Él, solamente asintió y miró a la persona que sostenía el caminante. Estaba vivo, y eso quería decir que a pesar de ser el asesino más peligroso, no había tomado ni una sola vida. Eriol suspiró, y se imaginó la única posibilidad que se le ocurría...
-La puerta negra está justo detrás del santuario de Tsukimine, cruzando el lago –dijo Kaho como si le costara hacerlo
-Bien, cumpliré mi palabra –descendió hasta el suelo y dejó el cuerpo en el suelo. Miró al grupo y se marchó volando a toda máquina
-¿Qué es la puerta negra Eriol? –preguntó Sakura
-No debes preocuparte por eso –respondió la reencarnación de Clow –el sello de esa puerta es 1000 veces más poderoso que el que tenía el libro de las cartas. Ni siquiera el poder del ángel de la tormenta será suficiente para romperlo
-¿Por qué no me tranquilizan sus palabras? –murmuró Touya en voz baja
------------------------------
El ángel de la tormenta aterrizó entonces frente a un auto muy costoso. Sus alas desaparecieron de su espalda y entonces cayó, apoyado en el lujoso automotor, recriminándose su propia debilidad
-Maldición...sin luna, mi poder no estará al máximo... –murmuraba mientras sufría una progresiva transformación, sus alas crecieron de la nada y lo envolvieron sobremanera. Un sello mágico se iluminó a sus pies, y al terminar, solamente estaba un joven de castaños cabellos, respirando agitadamente.
-¿Dónde estoy? –se preguntó entonces Shaoran Li mientras miraba en derredor. Era Tomoeda, aún –vio que había una cafetería abierta. Se movió un poco, pero detectó algo fuera de lo normal. Se volvió, y dos siluetas lo examinaban detenidamente -¿qué son ustedes?
-¡No puedo creerlo! –dijo una de ellas haciéndose visible, revelando la figura de un tigre negro con alas -¡es él! ¡realmente es él!
-No lo dudes –dijo la otra, mostrando un lobo, con alas y una fría aura emanando de él –lo encontramos, al fin.
-¡Nightwalker! –dijeron los dos saltando sobre Shaoran como si fueran un par de cachorros juguetones
-¡¡Qué cosa dices!! ¡¡Yo no soy...!! –pero entonces guardó silencio. ¿Eso explicaría por qué tenía lagunas mentales? ¡claro! ¡si cuando Yue se convertía en Yukito, no tenía ni idea de lo que había hecho bajo la forma del guardián! Por supuesto que eso fue hasta que el mayor de los Kinomoto le cedió su poder a Yue.
-¿Quieres una prueba? –el lobo "sonrió" y sus ojos brillaron. Entonces, algo se iluminó en el pecho de Shaoran. Una piedra, con una representación de un lobo lapislázuli, que tenía una expresión feroz. Li casi tiene un síncope al verlo. Una oleada de recuerdos mal borrados de su memoria regresaron al instante. ¡Era el talismán del lobo nocturno!
Pero entonces eso quería decir que él había confrontado a Sakura y a los demás en aquella ocasión que se quedó dormido en el auto.
Y eso también significaba la razón por la cual los otros dos solo lo habían atacado a él. Ellos habían visto la verdad mucho antes que él.
El destino de un guerrero es encontrarse a sí mismo...
Pero entonces ¿de qué lado estaba? ¿contra quién lucharía?
Soy el caminante nocturno de fuerza y poderío...
Pero entonces la respuesta llegó como un trueno centelleante a su ya confundida mente. La imagen se formó. Sakura y los demás de un lado. Los otros dos talismanes, cobijados por el poder del Nigromante, del otro.
-¿Lo ves? –la voz de aquel lobo monstruoso entonces se dejó escuchar, como si fuera algo fantasmagórico –A pesar de que no tenías conocimiento de esto, siempre lo supiste en tu corazón.
-Es cierto –habló ahora la voz del tigre –siempre cuando luchabas, sentías como el fragor te consumía poco a poco. Eso es a lo que tú llamabas perder el control...nuestro amo duerme en ti. Sus esencias son muy similares, pero siempre habrá una pequeña diferencia...
Shaoran parpadeó estupefacto entonces. Si él era Nightwalker, entonces eso solo quería decir una cosa. Si había luchado una vez contra Sakura y las cartas, habría una segunda, de eso no hay duda.
Las dos bestias lo miraban con gesto impertérrito. Sentadas sobre sus cuartos traseros, esperando que dijera algo.
-Vamos. Vendrán a vivir conmigo –dijo Shaoran al terminar todas sus especulaciones. Pero había algo diferente en sus ojos. Un resplandor ambarino fulguró en sus ojos momentáneamente, para luego volver a apagarse. Subió al auto, pero entonces recordó un pequeñísimo detalle. Ambos eran muy grandes (en todo el sentido de la palabra). Se preguntó si ellos podían volverse peluches como ese detestable muñeco amarillo. –oigan...de casualidad no tienen un tamaño menos...¿llamativo? (solo por así decirlo).
Ambos se miraron confundidos, pero con un destello, el gran lobo y el monstruoso tigre quedaron reducidos a cachorros de tigre y de lobo –Ahora entren allí –dijo mientras señalaba la parte trasera del auto. Una vez más, ambos accedieron y se acurrucaron en el asiento trasero del auto. Shaoran subió después y encendió el motor. Entonces enfiló hacia el edificio donde estuvo cuando era niño. Aún debía estar allí. Hizo un par de llamadas y ya todo estuvo listo. Los cachorros, al parecer dormitaban, dopados por el ronroneo y el suave vibrar del auto al devorar la carretera. Se dirigía hacia el edificio, pero inconscientemente, acabó pasando frente a la residencia Kinomoto.
Echó una mirada furtiva, para luego seguir avanzando. Llegó entonces a un semáforo en rojo y allí se detuvo. Levantó su muñeca izquierda. El reloj le indicó que apenas eran las 6:30 de la tarde. Para él, había sido un muy largo día.
El semáforo, seguía en rojo y entonces Shaoran vio pasar a Sakura, de la mano con ese sujeto cuyo nombre no recordaba y no quería recordar. Al parecer iban en "su" mundo. Cerró los ojos y no prestó atención a las escenas ulteriores.
Al fin el semáforo cambió y arrancó, como dominado por un invisible instinto de ira y frustración, mejor conocido como celos. Llegó al edificio, y justo cuando iba a bajarse, algo lo hizo quedarse congelado. Ante sus ojos apareció la mansión Daidouji. Pero no era eso lo que le interesaba. Vio un cetro de oro y a Tomoyo y a su madre muy cerca de él. Pero el cetro parecía retarlo de alguna forma. Su mirada se estrechó y la visión acabó allí. No comprendió nada, pero una voz en su cabeza comenzó a repetir, lenta y dolorosamente
Ottokar...debo destruir el cetro de Ottokar...y a quienes tengan el cetro...
------------------------------
Por supuesto que a él le hubiera convenido quedarse para las "escenas ulteriores". Sakura y Kai estaban hablando. Más exactamente, de su relación.
-Sakura, he estado pensando estos días en el porqué estás tan apagada...y creo que sé la razón. ¿Acaso se debe al muchacho Li?
Sakura se quedó silencio.
-Tu silencio es elocuente. Dime, ¿ese era el amigo tuyo que vivía en Hong Kong?
-Sí, era él –respondió ella.
-Mira, puedo ver en tus ojos que estás confundida. Te daré algo de tiempo para que trates de deshacer ese enredo que tienes ¿estás de acuerdo? Y cuando tú lo consideres necesario, hablaremos.
-Gracias Kai. En verdad te lo agradezco mucho –dijo mientras lo miraba con ternura
-No es nada. Recuerda, soy tu novio.
Sakura se quedó en silencio. Si, él era su novio y aunque era feliz con él, sentía que le traería más de un problema más tarde...
------------------------------
Ya han pasado algunas semanas desde que Li tuvo esta extraña visión. Desde entonces, no ha vuelto a contactar con Eriol, Sakura o Mei Ling. Aunque ellos le han dejado mensajes en su móvil, no podía hablar con ellos, no después de lo que le revelaron aquel par de bestias.
Ahora, Shaoran era como un amo preponderante para ellos. Y él era como un tutor para ellos. Ambos eran muy agradables, aunque algo que parecía ser el factor común entre ellos era que comían por 10 y preguntaban por 50. El lobo, cuyo nombre al parecer era Fénrir, como el lobo de la mitología vikinga, y el tigre se llamaba Aëgnor. Ambos habían aprendido en cuestión de horas a manejar su laptop, y también se habían leído todas las enciclopedias que habían encontrado. Aún, él volvía de la biblioteca con títulos como "la historia del siglo XX", "historia del tiempo", un almanaque mundial del último año y un atlas mundial actualizado. Ambos, al parecer, estaban poniéndose al corriente, después de haberle contado que habían estado sumidos en un sueño de 5.950 años y 9 meses (¡). Ingresó entonces a su departamento y encontró a los dos animalitos sentados frente al portátil y navegando asiduamente por Internet.
-¡Maestro! –saludaron los dos al unísono abandonando la computadora para abalanzarse contra las pantorrillas de Shaoran.
-Ya saben que pueden llamarme por mi nombre –dijo mientras dejaba los libros sobre el mesón –muy bien, aquí tienen. Una infusión más de conocimiento contemporáneo. –ambos tomaron "la historia del siglo XX" y comenzaron a leer en voz media-baja. Shaoran podía escuchar como leían sobre la historia ...la II guerra mundial comenzó en 1939 cuando Adolf Hitler invadió Polonia...
Fue a la cocina por un vaso de agua y entonces la visión regresó con un impacto tal que por poco lo lanza al suelo. Una vez más fue proyectada la imagen del cetro dorado en sus ojos, retándolo descaradamente, mientras Tomoyo y su madre estaban horrorosamente cerca. Él no podía dañar en ninguna medida a alguien que le había ayudado tanto, pero aquella retahíla acabaría enloqueciéndolo si no hacía algo.
Debo destruir el cetro de Ottokar...y a los que estén cerca de él...TODOS los que estén cerca de él...
Fénrir y Aëgnor abandonaron la lectura. Una extraña luz pareció brillar en los ojos del joven Li. Presentía el peligro, y una nueva fuerza creciendo dentro de él. Sabía que era Nightwalker, aunque no la sintió mala en ninguna medida, al contrario, era casi como si fuera él mismo...
-La hora de la venganza está cerca... –murmuró Shaoran, aunque realmente no era él –ha pasado tanto tiempo desde aquel día. Por supuesto, en aquel entonces no había tanta gente entrometida –dijo, obviamente pensando en que Sakura saltaría al rescate una vez más. Pero ahora, Fénrir y Aëgnor estaban con él. Ambos eran poderosos en combate, así que se dispuso a organizar sus piezas. Mañana sería un día agitado...y no precisamente alegre para ellos
------------------------------
Después de una muy amena cena con su padre y su hermano, Sakura regresó a su habitación. Se puso un pijama muy lindo, de pantalones cortos y un camisón, y se dispuso a dormir.
-Sakura ¿estás dormida? –era la voz de Kero, desde el cajón.
-No, aún no –respondió la chica mientras apagaba la luz de la habitación y se metía bajo los cobertores -¿qué sucede?
-Hoy...escuché hablando a tu padre. Han encontrado algo que está relacionado con el Nigromante, los talismanes...y con Nightwalker –dijo con voz grave el guardián de las cartas.
-Cuéntame –dice Sakura
-Al parecer, el Nigromante tuvo sus diferencias con ese asesino –dijo –. No dio muchos detalles, pero al parecer no eran aliados.
-¿Eso es bueno?
-No lo sé. Ese sujeto no está sino de SU lado. Puede que los destruya, y luego venga por nosotros. ¿Quién sabe?
-Bien, será mejor no preocuparnos por eso ahora. Mejor duerme, Kero.
-Hasta mañana Sakurita –dijo Cerberus mientras volvía al cobijo del sueño, al igual que su dueña. Pero justo cuando Sakura había logrado conciliarlo, comenzó.
-¿Dónde estoy? –su voz sonaba distante, difusa. Se encontraba en la negrura perpetua del subconsciente
-Bienvenida, Card Captor Sakura –dijo una voz a sus espaldas. Ella se volvió y quedó lívida de miedo. Ante ella, se erguía una figura alta. Nightwalker, estaba allí parado en medio de la nada. Sus ornamentos de plata parecían brillar más en la oscuridad, y sus ojos de oro parecía fuego ardiente en sus ojos.
-¿Qué quieres de mi? –preguntó Sakura con voz trémula por la impresión. No sabía si podía luchar en sueños
-En realidad vengo a mostrarte algo. Para cuando termine, suplicarás que te aniquile... –sentenció con voz segura –pero quiero que TU veas esto. AQUÍ Y AHORA
Su voz fue como una orden, y el escenario se transformó. Aparecieron con unas grandes montañas a sus espaldas, una gran planicie verde, e incrustado en las montañas, una gran estructura de piedra, en cuya entrada había un dragón tallado al parecer en jade.
-Bienvenida a Haien-Sa. Este es el famoso monasterio de los dragones de las sombras. Aquí es donde nuestra premiére comienza, mi querida Kinomoto Sakura...
Sakura volaba junto al caminante. Entonces pudo ver mucha gente, ataviada con un hábito color gris acero, y una capucha cubriendo su rostro. Ante la multitud, dos personas mayores y un venerable anciano, en cuyas manos estaba un extraño bastón.
-Pon mucha atención –dijo Nightwalker. Entonces el anciano habló con voz estontórea: ¡Ven, lobo de jade!
Y salió uno del monasterio, caminando con paso seguro. Su rostro no era visible. Se plantó ante los tres personajes. El sujeto de la derecha asintió y el se descubrió la cabeza. A Sakura casi le da un infarto. Quien estaba allí era Shaoran Li. Debía tener unos 14 años, y el cabello le llegaba más o menos hasta media espalda, justo como lo tenía ella. Sintió una extraña sensación al verlo. El anciano habló entonces una vez más.
-La hora de tu prueba ha llegado. Deberás ir solo, meditando en la soledad total hasta que halles tu verdad.
-Así se hará –respondió Shaoran
-Shaoran Li, heredero de la dinastía de hechiceros más poderosa de Asia y por cuyas venas corre sangre de magos de leyenda, ¿estás dispuesto a hacerlo igualmente?
-¿A usted le preocupa? –preguntó Shaoran entonces
-...
-Entonces nadie se preocupa. De aquí a tres días regresaré.
-Vamos a seguirlo –dijo Nightwalker –aquí viene lo bueno
Vieron a Shaoran internarse en la montaña, en la cual había un bosque frondoso, y donde cada camino es idéntico al anterior. Él vagó por senderos desconocidos, que no habían sido pisados por humano alguno en milenios enteros. Entonces, encontraron una cueva. La representación de Shaoran ingresó en la caverna, seguido de Sakura y Nightwalker.
En el suelo había un círculo con complicadas runas. En las paredes también habían dibujos rupestres, representando a un lobo de gesto sobrecogedor y de tormentas de poder inimaginable. Pero en el centro de todo esto, brillaba algo. Era el talismán del lobo.
-¿Qué es esto? ¿Shaoran qué está haciendo aquí? –preguntó Sakura, sintiendo una vez más su voz acuática
-Mira...y espántate –respondió Nightwalker
Shaoran avanzó con paso lento hasta estar frente al altarcillo que sostenía al talismán. Sakura trató de detenerlo, pero lo atravesó como si fuera un fantasma.
-No puedes evitar lo que ya pasó –dijo Nightwalker, con un inconfundible tono de triunfo de voz
-¿Qué quieres decir? ¡habla ya!
Pero el ángel solamente señaló, dando a entender que observara. Vio con horror como Shaoran levantaba el talismán de su lugar, brillando instantáneamente. Entonces lo siguiente quedaría marcado en la memoria de Sakura durante mucho tiempo. Sus ojos se abrieron grandes del espanto. Mientras Li sostenía el objeto, un gran lobo incorpóreo se materializó frente a él. Ella no pudo escuchar lo que dijeron, pero de pronto lazos salidos de la nada izaban el cuerpo de Shaoran en vilo. Él trataba de zafarse, pero no podía, y entonces los ojos del lobo brillaron. Pero no un brillo ordinario. Un brillo sanguinario. Un brillo asesino...
Y entonces el lobo incrustó –literalmente dicho– el talismán en el pecho de Shaoran. El crujido de la carne, el grito ahogado de dolor y el monótono goteo de la sangre al caer de aquel cuerpo inerte era todo lo que Sakura veía. Entonces el cuerpo de Shaoran descendió hasta el duro suelo. Ella trató de socorrerlo, teniendo el mismo resultado que en la ocasión anterior.
Y al momento Shaoran abrió los ojos. Sin importarle demasiado su pecho teñido de sangre. Sus ojos se abrieron, y Sakura vio con horror como estos, el marrón profundo, era reemplazado poco a poco por el ambarino dorado, como cuando el oro es pulido con mucho esmero. Así brillaban sus ojos.
-Lo demás no puedo revelártelo a ti –dijo Nightwalker haciendo que la imagen se desvaneciera, quedando una vez más todo en negro y más negro. Sakura volvió a ver con amargura y con rabia impotente al asesino de la noche perpetua
-¿Por qué? ¡Qué le has hecho a Shaoran! ¡dímelo o yo...!
-¿O tú qué? –espetó altaneramente a Sakura –si quieres un culpable, te daré un solo nombre: KINOMOTO SAKURA. Ella es la responsable de todo lo que acabas de ver –los ornamentos de plata seguían con su brillo impertérrito, pero el brillo de los ojos se había intensificado
Sakura se quedó de una pieza. ¿Ella culpable?
-Te daré una pista, mi querida y despistada niña. Alguien dijo una vez que las promesas se hicieron para romperse. ¿Te suena a algo?
A Sakura se le paró el corazón allí mismo
-Ahora, vuelve al sueño de los mortales. Mañana, comenzará tu peor pesadilla. La peor pesadilla de tus pesadillas. Haré que el terror surja de mis propias manos y devore tu mente y tu corazón. Recuérdalo...yo seré la pesadilla de tus pesadillas...
Sakura regresó de golpe a la realidad. Se sentó sobresaltada en la cama, mientras la carta sueño se deslizaba a su lado. Esa había sido su peor pesadilla, pero entonces la voz del caminante sonó entonces, paralizándola de miedo
-Yo seré la pesadilla de tus pesadillas, no lo olvides. –entonces inexplicablemente sintió que un viento frío se colaba por la ventana que estaba cerrada. Sus ojos demostraban el miedo que latía en su interior.
------------------------------
Al día siguiente de aquella noche, la escuela de Sakura organizó un festival en el templo Tsukimine. Había muchas cosas, desde comida hasta venta de algunos objetos, baratijas y demás. Se podía apreciar como todos los estudiantes iban y venían por todo el templo.
Ese día amaneció nublado. El sol asomaba muy poco por entre la capa de nubes que cubría la ciudad entera, y aunque no llovía, era un día triste y oscuro.
Sakura había invitado a Eriol, Mei Ling y a los guardianes. A Shaoran no lo había podido localizar, así que no aparecería. Le extrañaba que ni siquiera con Mei Ling se haya comunicado. Su paradero era desconocido completamente.
-Vaya cosa que han montado –apuntó Nakuru –aunque sería mucho mejor si Touya estuviera aquí...
-Si, claro... –dijo Mei Ling –aunque, de todas maneras, es un festival muy bien organizado
Pasaron por frente a varios puestos de comida. Kero estaba muy atento al esperar pasar por ahí. Sin que Sakura se diera cuenta, se escabulló y empezó a comer gratis
-Humm...delicioso –repetía mientras se llevaba otro bocado a la boca
Entre tanto, Sakura y los demás seguían su camino.
-Mei Ling ¿has sabido algo de Shaoran? –le pregunta Sakura
-Nada. Parece que hubiera desaparecido de la faz de la tierra. Hiragizawa dice que no siente su energía en ningún lugar, y no responde ni a su mail ni a su móvil.
-Qué extraño –dijo ella con voz apagada –dónde podrá estar...
Tomoyo estaba detrás de ellas cuando sintió algo. El aire se volvía más frío y pesado. Poco a poco, todos estaban castañeando los dientes de frío.
-Pero qué pasa –dijo Nakuru mientras se abrazaba a sí misma –parece que alguien estuviera jugando con el clima...
Entonces un aullido de lobo cundió entre las personas. Sakura vio con preocupación a Eriol. Él solo frunció los labios. Después, el silencio regresó...pero no volvió solo. Un rayo blanquecino, como si fuera viento helado pasó a escasos dos metros de ella, dando de lleno en uno de los puestos y dejándolo como un iceberg. Afortunadamente, estaba vacío en ese preciso momento.
Y aterrizó entonces Fénrir, la mascota de Shaoran y guardián del Nightwalker. Sus fríos ojos azul cobalto buscaron su objetivo y lo hallaron. Sakura estaba distraída y una vez más el rayo trató de hacer blanco en Sakura, solamente que una especie de barrera semitrasparente se lo impidió, y detrás de ella saltó Cerberus, mirando con mala cara al lobo.
-¿Quién eres tú y que pretendes al atacarnos? –dijo Kero
-Solo cumplo órdenes –respondió Fénrir. Entonces escuchó algo similar al fuego crepitando y muchos gritos de miedo.
-¡Oye, no andes jugando! ¡él está por llegar!–le gritó Aëgnor
-¡Maldito bocón! ¡no tenías que haberlo gritado! –dijo mientras el tigre aterrizaba a su lado
-No importa ya. Tenemos que ir y no hay tiempo –dijo al ver a Kero–otro día jugaremos con él
-¡No, no te irás! –dijo ahora Spinel mientras el fuego surgía de su hocico para impedir su avance
-Oh, mira son dos –dijo Fénrir
Pero Aëgnor no dijo nada, y de su hocico salió fuego rojo rubí, que fue evitado por los dos guardianes
-¡Muévete! –dijo entonces Fénrir–¡no estés jugando!
El tigre salió entonces tras el lobo hacia el templo. Todos se quedaron sorprendidos, cuando sintieron un gran poder en conflicto. El cielo parecía haberse despertado, y comenzó a relampaguear con fuerza
-¿Qué está pasando? –preguntó asustada Tomoyo
-¡Nightwalker! –dijo Eriol–¡él está aquí!
Entonces, corriendo en dirección contraria a la masa de gente que se movía, y llegaron al lago. Allí estaban el tigre y el lobo, pero el cielo seguía tronando y no había ni una gota de lluvia, hasta que Nakuru pudo ver algo en las alturas. Pudo percibir el aura del asesino, creciendo junto con el fragor del cielo, y comenzaron a llover relámpagos, que trataban de impactar contra el lago, pero había una especie de campo de energía a su alrededor.
-Ustedes de nuevo –rezongó Fénrir–¿acaso no tienen nada mejor que hacer?
-Realmente no –dijo Kero–excepto venir y darles una lección
-Que fastidio de sujetos –dijo Aëgnor mientras observaba atentamente el cielo–que no conocen el sentido de la privacidad...
Entonces algo los llamó de su conversación. Un trueno impactó con irrefrenable furia el campo de energía. El súbito resplandor los encandiló momentáneamente, pero luego aterrizó con gesto cansado el caminante nocturno. Su aura regresó con más fuerza, y el cielo tronó al escuchar el llamado del hijo de las tempestades
-Cielo santo –dijo Tomoyo–pareciera que el cielo se estuviera quebrando
-¡Maldición! –dijo el caminante frustrado, mientras golpeaba la invisible pared que lo separaba de su objetivo. Entonces reparó en las energías que se concentraban a sus espaldas –¿ustedes otra vez? Estoy cansándome de que no hagan sino intervenir, ¡es que acaso no tienen alguien más con quien jugar! –vio a Sakura con gesto serio y sonrió en forma estúpida, al parecer olvidándose de todo su enojo...
Parece que no escuchaste mi advertencia, muchacha tonta, ¿es que acaso no lo entiendes? ¡jamás me podrán ganar! ¿y sabes por qué? Él es mío, su poder me pertenece ahora, y créeme, ahora lo usaré...-Sakura escuchaba esto directamente en su mente, y su pesadilla regresó ahora más cruda que nunca
Su sonrisa se acentuó en el rostro. Y sus alas crecieron sin medida hasta que lo envolvieron por completo, y cuando se retiraron, casi sufren un desmayo masivo. Un traje verde de combate, insignias típicas chinas y una espada al cinto, una combinación cuyo resultado era ya sabido.
-¿Shaoran? –preguntó Mei Ling. Entonces él levantó la mirada y pudo ver como sus ojos eran los mismos que los de Nightwalker, desafortunadamente idénticos.
Todavía se podía apreciar una gran cantidad de gente. "Shaoran" suspiró y el cielo rugió. Fénrir aulló con fuerza. El poder de Nightwalker se incrementaba con cada momento, y ese poder era el mismo que el de Li...
Miró a la fluyente masa de gente, y por su ahora tortuosamente, pasó una idea.
Hazlo....todos deben pagar, todos quieren destruirte....
-Fénrir, Aëgnor... –dijo Shaoran con voz ausente y fría
Por la cabeza de aquel pobre muchacho cruzaban una idea espantosamente mortal, digna de la mente retorcida del Nightwalker. Los miró, como deseando no decir lo que iba a decir. Se volvió de espaldas hacia el lago y el bosque prohibidos para él y terminó su orden
-...mátenlos a todos. Dios sabrá reconocer a los suyos –todos quedaron shockeados instantáneamente
-¿Qué dices Shaoran? –saltó Sakura– ¿¡Qué es lo que estás diciendo?!
Shaoran se volvió, y sus ojos brillaron desquiciadamente.
-Ahora. Nightwalker así lo ordena
Fénrir y Aëgnor batieron sus alas y partieron hacia donde estaban las masas de cobardes, que volvieron a enloquecer al verlos
-Son solo una parranda de estúpidos –dijo mientras miraba hacia el lago –mejor trataré de hacer....
Pero su voz se quebró y cayó hincado en una rodilla –maldición...aún estoy tan débil...
-¡Maestro! –Fénrir acudió en su ayuda –¿qué pasa?
-No...te preocupes –dijo con una sonrisa –creo que ya sé como penetrar ese campo de energía
-No lo creo –dijo Spinel– el sello de la puerta negra es demasiado poderoso para ti
-Fénrir –dijo Shaoran–¿Hoy hay luna?
El lobo levantó la mirada
-Si. Cuarto menguante
-Hoy a media noche abriré el sello –les dijo–y ni siquiera piensen en detenerme
-¡Claro que lo haremos! –dijo Kerberos mientras lanzaba una llamarada
-¡Detente Kero! –le dijo Sakura sin mucho resultado
Pero una vez más el fuego rubí evitó que Shaoran fuera lastimado, y Aëgnor salió de las llamas que los rodeaban. Sus ojos grises se estrecharon a la vista de los guardianes
-Me haré un tapete con ustedes –dijo mientras un juego completo de brillantes garras se dejaban ver
-¡Inténtalo! –Kero y Spinel atacaron al tiempo, pero Aëgnor no iba a quedarse quieto, y el fuego rubí incineró la hierba que estaba bajo él. Ni siquiera el poder de ambos guardianes pudo contra el tigre. El fuego los envolvió, y al disiparse, estaban los dos guardianes en un estado más que lamentable.
-Y creo que comenzaré contigo –dijo al levantar la zarpa en vilo ante un inconsciente Kerberos
-¡No, detente! –vociferó Sakura con los ojos anegados
-¡Aëgnor! –la voz de Li llamó al felino a punto de consumar su faena–ven aquí. Aún no es la hora
-Pero...
-Por favor, ven ahora –dijo Shaoran
Aëgnor no podía negarle nada a él. Pero golpeó el suelo con tal fuerza que la tierra se remeció levemente.
-Esta noche, debes indicarme cuando la luna esté en su punto –dijo Shaoran a Fénrir–es hora de jugar un poco con la batuta del destino...
Agradezco una vez más a todos los que me han enviado sus reviews, alentándome a terminar el fic. Tal vez les alegre saber que hay secuela
NightWalker
