NIGHTWALKER
NOCHE SIN FIN I
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"Informamos desde el centro de la ciudad de Tomoeda –Touya observaba atentamente al televisor– de acuerdo con los expertos y las autoridades competentes al caso, no hay una explicación para la misteriosa torre que apareció en la ciudad..."
-Maldita sea...–murmuró Touya mientras volvía a su silla en la sala de espera en el hospital.
Nakuru y Yukito, casi despedazados por Fénrir. Operados, y sin embargo, en estado de coma profundo...es decir, por un vello de mosquito no fueron asesinados allí mismo
Pero eso era lo más extraño...era la ocasión perfecta para librarse de ellos de una vez...
-Si es cierto lo que dicen...el mocoso es lo único que se interpone entre el instinto asesino del caminante y sus víctimas...de no haber sido así, seguramente los habría aniquilado con una gran sonrisa sádica en su rostro.
Volvió su vista una vez más a la blanca puerta que conducía a cuidados intensivos con una mirada rebosante de preocupación
-Sakura...no enfrentes a ese sujeto...–pocas ocasiones en su vida había dicho esa frase, mientras el miedo rebosaba de nuevo en su pecho– no quiero que acabes como ellos o tal vez peor...
Su hermana en ese momento salía de cuidados intensivos con gesto preocupado, más sin embargo, aliviado
-Sobrevivirá...–dijo ella mientras se dejaba caer en el sillón donde estuviera sentado su hermano, pero al momento, sintió una energía prodigiosamente alta. Miró a su alrededor, en todos los sentidos posibles, pero no había nada, salvo...
-¿Hermano?
Su hermano volvió a verla, pero su rostro se encontraba ensombrecido, y su mirada comúnmente brillante, se hallaba perdida. Parecía poseído, era como una terrible pesadilla
-Aléjate de mi...mantente alejada de mi...y cuando veas las señales, ¡¡ni se te ocurra venir hasta mí!!
-¡Déjalo en paz! ¡estás buscándome a mi, no a él! –vociferó ella con miedo en la voz
-No...lo necesito a él para mantenerte al margen de lo que está por venir...
-¿Qué? –dijo ella confundida
Entonces un halo de luz oscura se desprendió del cuerpo de Touya y se reunió junto a él, mientras su cuerpo caía estrepitosamente contra el suelo, desmayado, y un extraño ser, ataviado con un hábito negro y un collar plateado, el cual sostenía una bola de cristal azulada en su mano, se convirtió en una carta de tonos negros y azules, para desvanecerse después.
-¡¡TOUYA!! –Sakura corrió hacia el cuerpo de su hermano en tanto unas enfermeras que pasaban casualmente por allí lo llevaban a que fuera examinado. Ya sería una tontería el preguntar quien lo había hecho. Si, Nightwalker pretendía alejarla, ¿pero de qué? ¿de qué señales hablaba?
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-Bien hecho...–Shaoran murmuró mientras la carta aparecía en su mano y leía su nombre– spiritu...muy bien hecho
Tomo la carta y la guardó en el libro que había tomado del templete de la puerta negra. Esas cartas habían nacido del poder del talismán...las cartas de la noche, las Nightcards le iban a ser muy útiles, especialmente contra las cartas Sakura...
Shaoran toma el libro y se recuesta contra un árbol mientras divagaba. La torre, los talismanes...el hecho de que ahora estuviera luchando contra los que una vez se hicieran llamar sus amigos...y su enamorada...
-Basta de tonterías...-murmuró la voz del caminante en su mente–sabes que sucederá pronto...
-Si, lo sé –respondió él enfocando sus pensamientos
Negras nubes de tormenta acudieron a su llamado, mientras todo quedaba oculto en sombras, y la oscuridad, como una gentil dama, tomo asiento en todo el lugar.
-Falta muy poco y lo sabes verdad... –dijo Shaoran
-Lo sé...-respondió la voz
Los relámpagos comenzaron a resquebrajar los cielos con sus brillantes destellos. Shaoran se levantó de su lugar, y las oscuras alas crecieron desmesuradamente de su espalda hasta envolverlo por completo, revelando la figura de Nightwalker. El ángel se elevó hasta la altura de los relámpagos, volando entre las furibundas descargas y contemplando como la lluvia comenzaba ya a caer.
Peligrosa danza de la tormenta
Rugiente y peligrosa
Ángel nacido de la pesadilla
Solo por el ansia de venganza...
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Entre tanto, en la lúgubre torre oscura todo era silencio. el Nigromante contemplaba todo con mirada precavida...
-Que gran poder le di cuando lo cree...–murmuró mientras contemplaba todo a través de algo que simulaba una bola de cristal– el poder de ese talismán es mucho más de lo que él mismo sospecha...
Recordó que el primer enfrentamiento estaba cerca.
-Noche sin final... –lo sabía desde el principio, que los otros ya estaban condenados por el simple hecho de la diferencia de poder...el lobo despedazaría al cuervo y al vampiro...
Los otros dos sujetos podían ver en la lejanía la lluvia que se sucedía sobre la ciudad. El ángel que danzaba entre los relámpagos de la tormenta...
-¿No ganaremos verdad? –dijo Thanh, delatando el miedo que manaba por su ser
-Dos veces lo hemos confrontado...dos veces nos ha vencido con facilidad... –de repente Tarath apareció frente a ellos.
-Es la hora...
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-Tormenta...–murmuró Eriol mientras miraba el cielo ennegrecido. Spinel y Cerberus, que habían estado a un paso de la muerte, ahora solo reposaban calmadamente en una habitación. Esta tranquilidad parecía esperar para darle paso al paso arrollador de los guerreros
Los relámpagos rugían con fuerza en el firmamento, y la furia contenida ante la impotencia para actuar lo estaba quemando por dentro. Pero de repente detectó algo...algo que venía a toda velocidad...
-Es él –dijo con voz trémula. Y al momento, pasó un rayo oscuro, el ángel de la tormenta. Se detuvo, miró a Eriol con una extraña mirada, la cual apenas se cruzó por instantes eternos, para luego el ángel continuar su vuelo hacia la torre oscura– algo malo se aproxima...algo nada bueno...
Se sentó de nuevo en su sillón, y su sello se iluminó frente a él con una luz cálida. El sello, paulatinamente, se volvió oscuro. Para luego revelar al ángel que volaba a la lucha. Su dorado mirar brillaba con peligrosidad inusitada
-Solo para solventar lo que quedó pendiente...ahora solo me queda destruirlo, o morir en el intento... –en lo que meditaba podía ya atisbar en la lejanía a Barad-dûr. Aterrizó en un techo que estaba relativamente cerca de la construcción
-¡¡TARATH!! ¡SAL Y ENFRÉNTAME!!!
El silencio y el viento silbando fueron la tácita respuesta a su reto, mientras las personas que circulaban por ahí se detenían a ver el espectáculo
-Bien...supongo que debo tocar a la puerta –tomaba del oscuro libro una card, y el báculo plateado que aparecía de la nada– ¡¡GWAIHIR!! –y al momento, un gigantesco e incorpóreo dragón apareció. Nightwalker hizo girar el báculo por sobre su cabeza en un movimiento que arrancó destellos argénteos –¡¡ATACA GWAIHIR, LA FURIA DE LOS VIENTOS!!
El dragón rugió mientras furibundos vientos comenzaban a soplar. Muchas personas se dieron a la fuga, al ver a aquel ser, pero Nightwalker no se inmutó y observó como los vientos golpeaban con furia. Muchos sufrieron en carne propia el auge del dragón del viento, al caer duramente al suelo, y sufrir algunos contusiones seguramente graves, pero el caminante no cejaba en su empeño, y el dragón atacaba con furia renovada los muros de la torre, hasta que al fin salió alguien, pero no precisamente el Nigromante.
-¿Tú? –espetó inmisericorde– lárgate insecto, vengo por el hechicero negro
-Soy el emisario del Nigromante –respondió Thanh, portador del cuervo nocturno– ordena el hechicero que te rindas y te postres a sus pies, y así tal vez perdone tu inocua vida
Nightwalker sonrió con sorna
-Ah, ¿de veras? –dijo él– ¿y por qué no sale él mismo a decírmelo?
Thanh percibió algo extraño en el ambiente. ¿Sorna, sarcasmo en las palabras del ángel?
-Leo el miedo hasta en el aire que respiras... –murmura Nightwalker mientras su brillante espada aparece en su mano– sabes que te despedazaré sin miramientos si el Nigromante no sale...
-No te atrevas maldito...
-Me atrevo a lo que sea mientras el Nigromante pague por sus pecados –murmura Nightwalker de nuevo mientras avanza contra él
-No te acerques a mi –espeta Thanh mientras saca algo parecido a un espejo– o sufrirás en carne propia el poder de Khâzad
La sorpresa dominó el rostro del caminante mientras detenía su paso y sus alas se desvanecían de su espalda.
-El maldito espejo...supondré que el Nigromante te lo dio. ¿Sabrás como usarlo?
-Seguro que si...–dijo con una sonrisa en su totalidad cínica– ¡¡compruébalo tú mismo!!
Thanh lo hizo reflejar y al momento, un sujeto idéntico a él apareció frente a él, pero su mirada no existía, estaba completamente ida.
-¿Qué clase de brujería es esta? –dijo mientras retrocedía y ponía la hoja de la espada frente a él
-Nightwalker...si no puedes vencerlo...imítalo –dijo mientras sonreía estúpidamente
Ambos ángeles se lanzaron entonces a la lucha, mientras entrechocaban las pesadas armas, un golpe tras otro se sucedía, mientras una vez más un ahora amedrentado público veía la lucha entre ambos seres.
-"Maldición –meditaba Nightwalker en medio de la lucha– este condenado insecto está logrando sulfurarme...pero, ¿cómo vencerme a mi mismo?"
Las espadas seguían entrechocando y comenzaron entonces a atacarse con poderosos conjuros, uno más fuerte que el anterior. Vivas llamas surgieron de las manos del impostor, mientras que finos hilos de energía recorrían las del original
-¡¡ATACAR!! –gritaron ambos al mismo tiempo mientras sus ataques se encontraban en el medio y luchaban por superar al otro. Los hilos eléctricos comenzaron a saltar, al igual que pequeñas llamas, sobre los pobres espectadores que retrocedían paso con paso al ver el tamaño de lo que sucedía en ese lugar.
El conflicto entre las energías los mandó lejos a los dos, con un espectacular estallido. Nightwalker apenas se estaba recobrando, cuando vio al impostor acercarse, cargando algo, un peñasco enorme, sacado seguramente de algún escombro. Lo arrojó, y al evitarlo, aparecio a su espalda, brindándole un corte profundo, que cruzaba transversalmente desde el hombro derecho, casi hasta la cadera, y el dolor apareció, como millones de agujas ardorosas clavándose en su cuerpo una y otra vez.
-Es inteligente...–murmuró mientras sostenía su hombro tratando de contener la hemorragia, inútilmente–maldición, es como pelear con mi sombra...ese desgraciado planea matarme –dijo mientras se reincorporaba– pero no seré vencido por una infame copia...–tomó su espada– es la hora de que veas la diferencia entre ambos...insecto
Thanh palideció automáticamente, mientras el caminante regresaba a su posición de combate
-Tuviste una buena idea al copiarme exactamente...pero no tuviste algo en cuenta...–dijo mientras su espada brillaba a contra luz
-¿Ah, si? –dijo él recuperando algo de su sonrisa triunfal
-Que aquí está el único que ha podido vencerme en un combate...
-¡El niñato chino!
-Exacto idiota...él es el único que ha sabido vencerme en un combate...y él es mío...
-¡¡Inconcebible!!
-Muy astuto...–reconoció el Nigromante desde su lugar
Una extraña aura comenzó a formarse en el lugar. Nightwalker dejó caer la espada mientras el impostor le asestaba otro golpe y se plantaba frente a Thanh
-Patético...–murmuró el caminante
-¿Qué? –refirió Thanh mientras acariciaba un triunfo que no se veía por ninguna parte
Nightwalker recoge el arma mientras una sonrisa triunfal se deja ver en su rostro, a pesar del hilo de sangre que delinea sus facciones desde su frente hasta su mentón
-El hechizo de Khâzad será efectivo...siempre y cuando, yo no haga esto...–sus alas crecen para revelar la también lastimada figura de Shaoran, pero que presentaba una sonrisa triunfal
-¡TU!
El ángel impostor se lanzó contra él, pero Shaoran con inteligencia, dio un giro sobre su propio eje, dándole de lleno en la nuca y haciendo que se desvaneciera como si fuera parte del mismísimo aire. Thanh entonces pudo percibir algo a través del espejo. Un sentimiento, pero no era de la copia. ¿Del original? Seguramente, pero...¿ese sentimiento?
-Amor...–murmuró Thanh
-¿Lo ves? –dijo Shaoran mientras se apoyaba en la espada– que sea igual por fuera no quiere decir que así lo sea por dentro...
El portador del otro talismán se sorprendió en un pesado silencio. Pudo ver por un instante como el Nightwalker sonreía con sorna, y el temor de la muerte renació en su pecho
-Es la hora...¡¡de la venganza!! –vociferó Shaoran mientras se lanzaba contra él, ensartándolo de cabo a cabo por el pecho, ensartando su pulmón izquierdo, y destruyendo el espejo en el proceso. El talismán cayó destrozado, mientras retiraba la espada de su pecho.
-Jamás traten de imitarme...–murmuró– o sentirás de nuevo por qué soy el ángel de la tormenta...¡¡ESCUCHAME TARATH!! ¡JAMÁS VAS A VENCERME!
Nota del autor: ^^ sin excusa, así me acuso. Lamento la tardanza en actualizar, así que me declaro culpable de todos los cargos ^^
NightWalker
