NIGHTWALKER
"Un guerrero nacido una noche de tormenta...
Creado con el fuego de un sol caído
Y la luz de un trueno azul...
NOCHE SIN FIN II: EL CANTO DEL LOBO
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-Oh por Dios...–murmuró Tomoyo al ver en lo que se había convertido la ciudad. Un campo post-apocalíptico de guerra. Escombros, edificios caídos con marcas de fuego...
-Esto es solo el comienzo...–dijo Eriol al ver el nada agradable espectáculo– ya cayó el primer talismán...ahora solo falta ver si el poder del lobo nocturno es capaz de sobrepasar al poderoso vampiro de la noche.
Sakura solo se molestaba en observar todo. Recordó como había visto la pelea de Nightwalker contra su reflejo...y solo entonces recapacitó en el enorme poder que poseía ese ángel de frío y dorado mirar. Touya, Yukito, Nakuru, Kero y Spinel...todos de una u otra forma habían sucumbido ante su formidable poder...
-Es invencible...no puede haber otra respuesta...–dijo Sakura en un susurro
-¿Qué cosa? –dijo Tomoyo mientras acudía a su compañía
-El ángel es completamente invencible...-dijo ella de nuevo mientras observaba su llave, con la estrella brillando a contraluz –no podremos con él...
El sol parecía negarse a salir en este lado del mundo, temeroso de ver el espectáculo. Todos concordaron en lo dicho por Sakura. Muy a su pesar, Nightwalker posiblemente estaba fuera de su alcance...ni siquiera Eriol pudo con él...sus guardianes estuvieron a un paso de la muerte...nada de lo que hicieron fue suficiente para contener su irrefrenable furia.
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Entre tanto, en el departamento de Shaoran...
-¿Listo? –murmuró Fénrir mientras acomodaba un cd en el equipo de sonido. Shaoran reposaba en su habitación, pero los guardianes no podían estarse quietos...necesitaban que su amo despertara...la batalla estaba al caer, pero un poco de diversión no caería nada mal...
-El amo va a tener un rápido regreso a la realidad –dijo Aëgnor mientras el compartimiento ingresaba y subía el volumen hasta el límite mientras aparecía la pista 01 en la brillante pantalla
Shaoran dormitaba tranquilamente en su habitación, cuando un terrible sonido lo hizo caer de la cama de forma estrepitosa
End of passion play, crumbling away
I'm your source of self-destruction
Veins that pump with fear, sucking darkest clear
Leading on your deaths construction
Taste me you will see
more is all you needyou're dedicated to
how I'm killing you
Come crawling faster
obey your Master
your life burns faster
obey your Master
Master
-¿¡Qué demonios?! –rugió Shaoran siendo despertado abruptamente y cayendo de la cama con un gran estruendo. Fénrir y Aëgnor sonrieron al escuchar el agudo estruendo y comenzaron a acompañar la melodía con sus voces
Master of Puppets I'm pulling your strings
twisting your mind and smashing your dreams
Blinded by me, you can't see a thing
Just call my name, `cause I'll hear you scream
Master
Master
Just call my name, `cause I'll hear you scream
Master
Master
Fénrir y Aëgnor estallaron en risa al escuchar el golpe que debió haberse dado Shaoran, el cual salió, como todo recién levantado, azorado y mirando con mala cara al par de guardianes que seguían desternillándose de risa
-....jajajajajajajajajajajajajajaja –estalló en risa Shaoran también al verlos uno encima del otro riendo sin decoro, y tomó la caja del cd– "Master of Puppets" de Metallica. ¿Dónde consiguieron esto?
-Yo...jajajajajajajaja...yo lo encontré... –decía Fénrir respirando agitadamente tratando de calmar su incipiente risa
Shaoran sonrió y se asomó a la ventana. Un nublado paisaje donde el sol si acaso asomaba fue todo lo que sus ojos supieron encontrar, además de la imponente torre de Barad-dûr.
-Ya está cerca la próxima batalla...–murmuró Aëgnor adivinando los
pensamientos de su joven amo
-Lo sé...ahora supongo que el Nigromante enviará a Len a pelear
conmigo...el espejo es historia, pero, ¿quién sabe qué clase de monstruosidades
habrá inventado para su sirviente?
-Nunca se sabe con él...–dijo Fénrir mientras acudía con Aëgnor y Shaoran– nunca...
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-Es la hora...¿estás preparado Len? –insinuó el Nigromante sentado perezosamente en su trono
-Ya estoy listo mi señor...–dijo él inclinándose respetuosamente ante él y dando media vuelta para dirigirse fuera de la torre
-Espera –dijo el Nigromante– ten cuidado al usar el conjuro...puede darte demasiado poder...me parece que demasiado...
-No se preocupe amo...no lo decepcionaré
Acto seguido, salió hasta encontrarse justo frente a la torre. Un aura en extremo poderosa rodeó su cuerpo y el talismán del vampiro se iluminó con un gran brillo que fue visto en toda la ciudad. Extrañas murmuraciones salieron de sus labios a la par con una extraña y densa oscuridad que ascendió hasta los cielos y ocultaron el poco sol que había comenzado a iluminar la ciudad, dejándola sumida en sombras por completo. Sonrió, y gritó con voz estentórea:
-¡¡VEN A MI NIGHTWALKER!! ¡¡YO TE RETO!!
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-¿Qué...? –dijo Touya mientras despertaba de su sueño inducido en el hospital–¿qué sucede?
Toda la ciudad observaba con gesto sobrecogido el sol eclipsado por la magia del talismán. Touya apenas si alcanzó a ver la densa oscuridad que se cernía sobre la ciudad. Barad-dûr dominó la ciudad desde las sombras, mientras Len sonreía y daba voces retando al caminante. Todo el hospital se remecía con las voces que recorrían la ciudad en busca del caminante...y las cuales hallaron respuesta cuando el caminante pasó surcando los cielos a toda velocidad dispuesto a responder al reto. Fénrir y Aëgnor solo se posaron sobre un edificio adyacente a los hechos.
-¿Tú osas retarme? –inquirió Nightwalker con sorna–¿acaso tienes ganas de reunirte con tu amigo en el infierno?
-Tú serás quien pague –refutó Len– tú serás quien pague...la sombra de la destrucción será tu perdición caminante...
-¿La qué? –dijo Nightwalker mientras sus alas se abrían a su espalda, dándole un aspecto sino tétrico, por lo menos estremecedor.
Aciaga furia que de mis palabras surge
Impenetrable oscuridad que de mis manos emana
Que tus demonios a mi orden resurjan
Que tus recuerdos con mi poder te dominen
Que tus miedos con mis palabras despierten...
...
Nightwalker quedó paralizado con sus palabras, y un domo de sombras cubrió aquel sector de la ciudad. El ángel quedó con la vista fija en la nada, en el espacio infinito, mientras sus recuerdos, tal como rezaba el Conjuro, comenzaban a dominarlo lentamente...
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Nightwalker despertó en un mundo ensombrecido. Miró en derredor, para solo encontrarse con la misma y monótona oscuridad...
-¿Qué estupidez era ese conjuro? –murmuró Nightwalker mientras caminaba dos pasos y se encontraba con una visión increíble...
Era Sakura, unos años más joven, junto con ese papanatas de Kai Miyamoto. Ambos estaban en pleno beso, y unidos en un estrecho abrazo. La visión inundó sus ojos sin poder hacer nada por evitarlo, y entonces comprendió lo que sucedía. Los rezos del conjuro estaban cumpliendo a cabalidad su cometido...y él no sabía como luchar contra eso. Su espada no sería de mucha utilidad en esta ocasión.
La visión se transformó y esta vez aparecían los mismos personajes paseando por el ya conocido parque pingüino mientras un precioso atardecer adornaba el cielo.
-¿Qué es lo que pretende este sujeto mostrándome esto? –se preguntó el caminante en su fuero interno– ¿qué pretende con...?
Súbitamente entendió lo que pretendía. No era a él a quien buscaba. Era Shaoran el que sufría con las visiones, que indirectamente llegaban hasta él. Buscaba debilitar a Shaoran, y así él comenzaría a perder parte de su fuerza. Justo cuando se daba cuenta de las intenciones de Len con las visiones. Una vez más la visión cambió, y un "te amo" surcó el aire tan veloz como los relámpagos de las tormentas que habían sido su vida y su fuerza. Sintió entonces en su corazón un ligero estremecimiento.
-Maldito seas...–murmuró Nightwalker, conocedor del dolor que sufría Shaoran– no hay mayor pecado que la traición...y yo te enseñaré por qué maldito...conocerás el poder del hijo de la noche y te retorcerás en tu propio juego...
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-Pronto la fuerza del caminante se irá por donde vino...y al fin todo se consumará –murmuraba Len observando el cuerpo inerme del caminante– ¿lo ves? Ni siquiera tú tienes el poder para resistirte a ti mismo...tu otro yo será tu perdición al final de todo...
Una sonrisa de triunfo e ironía se iluminó en su rostro. Dio media vuelta, para poner rumbo a Barad-dûr, cuando una voz lo sacó de su triunfal ensimismamiento
-¿Ya huyes y cantas victoria? Que mal guerrero eres...–murmuró Nightwalker mientras parecía retornar de su abstracción para adoptar una posición arrogante cruzando sus brazos a la altura de su pecho, donde reposaba el talismán– ¿acaso creías que eso sería suficiente para derrotarme?
Len sonrió y se volvio a verlo
-A ti no...el otro corazón que en ti vive...ese es el que quiero en mis manos sangrando lentamente...
-Y es el que no tendrás de ninguna forma...no estoy dispuesto a permitirlo...
-Pero parece que tu amigo ya se rinde...adelante Nightwalker...cualquiera cedería en tu lugar...
Las palabras de Len obedecían a las gotas de sangre que emanaban del cuerpo del caminante. De todo su cuerpo la sangre manaba impasible, manchando el hermoso traje oscuro, pero sin alterar el ceño altivo del asesino.
-¿Lo ves? ¡tú amigo se hunde en su propia desesperación y tú no puedes evitarlo!
-¿Ah, no? –dijo mientras sus alas se desplegaban majestuosas– no seré vencido por ti...ni por nadie...no soy cualquiera para rendirme ante ti ni ante nadie...
Len se sorprendió vagamente y no creyó en las palabras del ángel, en cuyas manos apareció una fulgurante espada que se irguió y cercenó sin piedad la parte de su objetivo. El portador del vampiro no supo retener el grito de dolor que brotó de su garganta mientras retrocedía tratando de contener la hemorragia de la profunda herida.
-¡Eres un maldito! –rugió mientras su mirada se centraba sin decoro en el caminante, que también sangraba y parecía darle igual– ¡voy a borrarte de la faz de la tierra me oyes! ¡VOY A MATARTE!!
Nigthwalker sonrió y ladeó su cabeza, mientras su largo cabello negro cubría parcialmente su rostro enmarcado por la sangre
-No hables de matar al maestro de los asesinos...yo seré quien te desaparezca de la faz de la tierra sin dejar rastro de por medio...
-Hablas demasiado y...–la frase fue cortada por el potente rodillazo a la altura del pecho que recibió Len de parte del caminante, que lo envió a una considerable distancia con un ensordecedor sonido
-¡El poder de las sombras destructoras actúe ahora! –rugió Len en la distancia. Las heridas de Nightwalker se abrieron y el dolor acudió en lacerantes ondas que le restaban energía vital, y hacían surgir en el malévolo portador una sonrisa en su totalidad de triunfo y sadismo. Pero antes de que el caminante se sumiera en la inconsciencia total, su espada voló y ensartó la garganta de Len, que cayó con un sonido sordo al suelo, y debajo de su cuerpo comenzó a formarse un nada agradable charco de sangre. El segundo portador había caído por la espada del caminante.
Desde su privilegiada atalaya, el Nigromante comprobó que las palantir estaban en lo correcto
-El lobo despedazará al cuervo y al vampiro...
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-Eriol...mira esto...–atinó a decir Tomoyo mientras señalaba a cierto punto
La reencarnación de Clow volvió a ver, y lo que sus ojos supieron encontrar fue al Nightwalker, de rodillas y sangrando por todo el cuerpo, mientras Len ya se podría en sus propios fluidos.
-La batalla entre los talismanes terminó....Nightwalker los ha vencido...–murmuró Eriol
-Pero...no siento los latidos de su corazón –habló de pronto Sakura apareciendo junto a ellos– será mejor que no lo llevemos...
-Pero...pero...–Tomoyo trataba de hallar las palabras para rebatir los argumentos de Sakura
-Solo llevémoslo... –habló Sakura al hallarlo en semejante estado tan deplorable– nos ha salvado la vida...y nos ha regresado el sol...–dijo mientras observaba la oscuridad que despejaba el sol, ya a las alturas del ocaso
-Es irónico –apuntó Eriol mientras ayudaba a levantar al sangrante ángel– que el hijo de la noche nos haya devuelto el sol....
