"IDILIO"
CAPÍTULO 3: CONFUSIÓN, ACEPTACIÓN
Harry se echó unos pasos para atrás, tambaléandose.
-¿Estás bien?
¿Porqué la sutileza...?
Harry recostó la espalda contra la pared y se dejó caer hasta quedar sentado en el suelo. El contacto con la pared helada lo ayudaba a bajar la temperatura de su propio cuerpo.
[La cabeza me daba vueltas...]
-¿Potter?
-¡Cállate!- gritó Harry, enterrando la cabeza entre sus manos.- ¡No quiero oírte!
Malfoy frunció el ceño, sin comprender. Caminó hacia Harry lentamente y se arrodilló junto a él.
-Vamos, Potter, no te comportes como un niñito caprichoso. Tenemos que salir de aquí.
-Yo...-comenzó a decir Harry, pero la voz se le quebró.
-Vamos...-repitió Malfoy, poniéndose de pie y tirando de Harry para que hiciera lo mismo.
¿Porqué no estoy matándolo a golpes por lo que acaba de hacer...? ¿Porqué...
Malfoy se asomó con cautela al corredor, vigilando que no hubiera nadie por allí. Luego, le hizo señas a Harry para que saliera.
-Al Gran Salón...- dijo Malfoy, acomodándose el cabello platino.-Me voy al Gran Salón... es el almuerzo. Adiós, Potter.
Sí, adiós, Potter... Todo lo que acaba de pasar es perfectamente normal en su vida...
Harry se quedó inmóvil mientras veía a Malfoy alejarse por el corredor, tranquilo. Él, por el contrario, estaba perdido. Después de unos minutos, decidió bajar al Gran Salón aunque no tenía nada de apetito.
No es que uno pueda tener apetito después de vivir algo como eso...
Encontró a Ron sentado solo en la mesa de Gryffindor, terminando su plato de ternera y papas. Harry se sentó junto al pelirrojo, al tiempo que apartaba su plato de comida.
-¡Harry!- exclamó Ron al verlo.-¡Pensé que no ibas a venir!
-No tengo hambre...- le dijo Harry, cruzándose de brazos.
Ron lo miró pensativo unos instantes.
-Hey, Harry...- dijo bajando la voz, mientras una sonrisa cómplice se le dibujaba en el rostro. Harry lo miro confundido. Ron le hizo señas para que se acercara.-Sé que te gusta mi hermana, amigo mío, pero no es conveniente que se maten a besos. Tienes los labios completamente rojos... Y estamos en el colegio...
Como si le hubieran puesto un alfiler en el trasero, Harry se levantó de un salto.
No puede ser...
Involuntariamente, se sonrojó y se llevó una mano a la boca. Miró alrededor, nadie parecía haberse fijado en él.
-Yo... tengo que irme...- masculló antes de salir caminando rápidamente por las puertas del Gran Salón.
[Por un par de semanas, no hubo más incidentes. Nuestra "relación" volvió a los niveles de siempre: insultos- sarcasmo- odio. Alivio para mí. Hasta que llegó enero y me encontré caminando solo por los corredores, luego de regresar del campo de Quidditch...]
La túnica escarlata de Harry aparecía moteada de blanco. La tormenta de nieve no había hecho que se cancelaran los entrenamientos. Iba caminando por el sexto piso, con la escoba al hombro, cuando escuchó susurros unos metros más adelante. Se acercó a la pared y se escondió detrás de una vieja armadura, aguzando el oído. Viendo a través del mínimo espacio que permitía el brazo de la armadura, logró distinguir dos siluetas.
Una era alta, atletica y la otra, arrinconada contra la pared, era más bien baja y corpulenta.
No puede ser...
Un poco de aire frío que se colaba por alguna rendija hacía bailar el fuego de las antorchas y Harry pudo ver los rostros de las siluetas. Eran Draco Malfoy y Davey Smith, un estudiante de quinto año de Ravenclaw.
-No seas tímido, Davey...-bufó Malfoy, con la voz extrañamente ronca. Harry sintió una punzada en el estómago.
-No, no sé, Draco... pueden vernos y...- el joven robusto y de cabellos castaños sonaba incómodo. Malfoy se acercó aún más a él, metiéndole las manos por debajo de la túnica. Davey se sobresaltó.-Por favor, Draco...
Malfoy se alejó de él, evidentemente decepcionado. Se cruzó de brazos sin quitar la vista de las antorchas. Davey se acomodó la túnica y se acercó a Draco.
-Yo... quizá en otra ocasión, Malfoy.- susurró el joven.
-Me hubieras avisado que iba a perder el tiempo contigo, Smith- la voz de Malfoy sonó tan fría como el hielo, completamente diferente a unos minutos atrás.-Eres decepcionante, ¿lo sabías?
Harry vio como Davey Smith se sonrojaba involuntariamente y se retorcía las manos con nerviosismo.
-Ah...Lárgate, Smith- soltó Malfoy bruscamente.- No soporto a los cobardes como tú...
Davey masculló un rápido "adiós" y desapareció entre las sombras del corredor.
¿Y él cuando se va? ¡Ya me estoy acalambrando en esta postura! ¡Vamos, Malfoy! ¡Vete! ¡Vete!
Harry no supo cuanto tiempo tardó Malfoy en marcharse de allí, porque en su mente sólo había lugar para el insoportable dolor de espalda que le había ocasionado el estar agachado tanto tiempo. Una vez que el rubio Slytherin desapareció de la vista, Harry corrió a la torre Gryffindor y se tumbó en su mullida cama. Le dolía todo el cuerpo. Cerró los ojos e intentó conciliar el sueño, a pesar de que todavía tenía que bajar a cenar.
Su mente volvía al corredor... volvía a ver a Davey Smith y a aquel Malfoy tan provocador y sensual...
¿MALFOY SENSUAL?
...Veía como Malfoy deslizaba suavemente sus manos por debajo de la túnica de Davey en busca de su piel caliente...deseoso de usar al chico para satisfacer sus deseos... sus fantasías...
¡Su fantasía soy yo, no Davey!
...Pero Davey Smith se sentía incómodo ante la efusividad de Draco Malfoy...y lo rechazaba... Entonces, él, Harry, salía de su escondite...
¿Qué hago yo ahí?
... y Malfoy y Davey lo miraban con asombro; y, como si fuera la cosa más normal del mundo, Harry le decía a Malfoy que el podía darle todo lo que Davey no era capaz.
¿Harry?
... Y Davey se iba corriendo por el corredor, y Malfoy se volvía hacia él, con sonrisa triunfal. Y Harry se sentía bien, feliz, porque Malfoy también era feliz...gracias a él...
Tócame...
...Ya no era Davey el que estaba contra la pared, sino Harry. Las manos de Draco eran como hierro caliente acariciando su piel, y la respiración de Harry se iba agitando más... y más...
Malfoy...
...Las manos de Draco se volvían cada vez más curiosas, más insistentes y traviesas...Los ojos grises de Malfoy centelleaban mientras veía al rostro de Harry retorcerse de placer... poder admirar esos ojos verde esmeralda anhelándolo...
No pares, Malfoy... no pares...
-¿Pesadillas, Harry?
Harry abrió los ojos, sobresaltado. Se incorporó a medias, mirando alrededor con nerviosismo. Ron estaba sentado a los pies de la cama, mirándolo con suspicacia.
¿Cuánto habrá visto...? ¿u oído? ¿Yo hablo en sueños? Eso no era un sueño... ¿sino más bien una fantasía...?
-Ron...- suspiró. Se apartó el flequillo que le caía sobre los ojos y se percató de que tenía todo el rostro perlado de sudor. La túnica escarlata con el estandarte de Gryffindor también estaba empapada y pegada a su cuerpo.
Olvidé quitármela...
-Hace...hace... ¿cuánto...
-No mucho...-se apresuró a responder Ron, sonriendo.- Es hora de cenar y pensé que no querrías quedarte sin comer...
Si pudiera continuar el sueño, no me importaría perderme la cena... ¿Qué dices, Harry?
-Si, tienes razón...-dijo Harry, poniéndose de pie. Buscó entre su ropa una túnica limpia y se quitó la sucia y embarrada que usó para el entrenamiento.
-¿No crees que deberías darte una ducha antes de vestirte?- le aconsejó Ron, echándole un vistazo al cuerpo de Harry.
Sí, una ducha bien fría para bajar ciertos...calores...
-Supongo...Pero debo apresurarme para llegar a tiempo...
-Sí, tienes unos quince minutos...- informó Ron, mientras Harry tomaba una toalla blanca.
-Nos vemos abajo...- dijo Harry, camino al baño.
-Hey, Harry.- El aludido se volteó.- ¿Está todo bien?
-Si, ¿porqué lo dices, Ron?- Harry intentó sonreir y aparentar inocencia.
-Es que... te noto algo raro últimamente- confesó Ron, hundiendo las manos en los bolsillos de la túnica y encogiéndose de hombros.- Estas algo... distante, creo.
Si supieras todo lo que estoy pensando, Ron...
-Serán imaginaciones tuyas, Ron- Harry soltó una carcajada.- Yo estoy como siempre...
Ron miró fijamente a su amigo por unos instantes antes de contestar:
-Como digas... Y una última cosa, Harry...
-¿Qué?
-Eso, en la habitación, quiero decir, ¿eran pesadillas?- preguntó Ron, entrecerrando los ojos.
No, fantasías con Draco Malfoy... ¿Crees que puedas digerirlo, Ron?
-Lo de siempre...- Harry tragó saliva por lo que iba a decir.- Cedric, ya sabes...
¡¡Idiota!! ¡¡No puedes mentir con eso!! ¡¡Cómo eres capaz de usar el nombre de Cedric para esconder tus perversiones...!!
-¡Oh!- Ron pareció arrepentido por preguntar.- Lo siento, Harry.- y luego añadió.- Ya no te culpes... ¡Ve a bañarte, que ya falta menos!
Harry asintió en silencio y entró al cuarto de baño de los varones sintiéndose desconsiderado, con el estómago oprimido y un cosquilleo por el cuerpo que no desapareció ni siquiera cuando las gotas de agua tan fría como la nieve se le deslizaban por su cuerpo desnudo, haciéndolo tiritar.
[No había más vueltas que darle. Resultó ser que Draco Malfoy, el maldito Draco Malfoy tenía razón respecto a mí... O al menos, él implantó la semilla de la duda, que terminó acabando en esto. Porque, creo yo, que si él nunca hubiera sacado el tema a relucir, yo nunca hubiera sabido que podía sentir atracción por un chico. O quizá siempre estuvo en mí... no lo sé... y ya no importa. Es extraño como la mente de uno funciona mejor en los peores momentos, ¿verdad? Y acabé de darme cuenta de otra cosa: Malfoy estaba tan perdido como yo, sólo que él se escondía tras esa barrera de aparente "seguridad"; cuando buscaba desesperado alguien con quien desquitarse, con quien compartir los tormentos que guardaba en su interior... alguien con quien compartir y disfrutar sus fantasías... y yo acabé por comprender quien era el que podía darle lo que deseaba...]
^_^ FIN DEL CAPÍTULO 3 ^_^
Holas! ¿Cómo estan?
Linda confesión la de Harry, ¿eh? (y lindo sueñito, tambien... niño pervertido...^.^;;)
En realidad este capítulo no acaba de convencerme del todo y no quedó tal como quería, tuve muchos bloqueos en la trama (seguro que lo notaron...) aunque logré armarme de paciencia y tratar de terminarlo lo mejor posible.
Del capítulo 4 sólo escribí algunas líneas, pero puedo decirles que va a ser el "ENCUENTRO" (si, así, en mayúsculas...) entre Draco y Harry. Mucho Slash y sexo... No les puedo decir el título, porque todavía no lo sé =P
-Por cierto... ¿alguien sabe donde está el baño de los varones? Rowling nunca menciona que los niños tomaran un baño (salvo en el 4, cuando Harry va al baño de los prefectos...)
-Y... ¡Escriban o dejen reviews! dudas y demás, hagánlo a : annin@ubbi.com
-Los personajes utilizados en este fic son propiedad de J.K.Rowling...
-Nos leemos, AiRiLeE.
CAPÍTULO 3: CONFUSIÓN, ACEPTACIÓN
Harry se echó unos pasos para atrás, tambaléandose.
-¿Estás bien?
¿Porqué la sutileza...?
Harry recostó la espalda contra la pared y se dejó caer hasta quedar sentado en el suelo. El contacto con la pared helada lo ayudaba a bajar la temperatura de su propio cuerpo.
[La cabeza me daba vueltas...]
-¿Potter?
-¡Cállate!- gritó Harry, enterrando la cabeza entre sus manos.- ¡No quiero oírte!
Malfoy frunció el ceño, sin comprender. Caminó hacia Harry lentamente y se arrodilló junto a él.
-Vamos, Potter, no te comportes como un niñito caprichoso. Tenemos que salir de aquí.
-Yo...-comenzó a decir Harry, pero la voz se le quebró.
-Vamos...-repitió Malfoy, poniéndose de pie y tirando de Harry para que hiciera lo mismo.
¿Porqué no estoy matándolo a golpes por lo que acaba de hacer...? ¿Porqué...
Malfoy se asomó con cautela al corredor, vigilando que no hubiera nadie por allí. Luego, le hizo señas a Harry para que saliera.
-Al Gran Salón...- dijo Malfoy, acomodándose el cabello platino.-Me voy al Gran Salón... es el almuerzo. Adiós, Potter.
Sí, adiós, Potter... Todo lo que acaba de pasar es perfectamente normal en su vida...
Harry se quedó inmóvil mientras veía a Malfoy alejarse por el corredor, tranquilo. Él, por el contrario, estaba perdido. Después de unos minutos, decidió bajar al Gran Salón aunque no tenía nada de apetito.
No es que uno pueda tener apetito después de vivir algo como eso...
Encontró a Ron sentado solo en la mesa de Gryffindor, terminando su plato de ternera y papas. Harry se sentó junto al pelirrojo, al tiempo que apartaba su plato de comida.
-¡Harry!- exclamó Ron al verlo.-¡Pensé que no ibas a venir!
-No tengo hambre...- le dijo Harry, cruzándose de brazos.
Ron lo miró pensativo unos instantes.
-Hey, Harry...- dijo bajando la voz, mientras una sonrisa cómplice se le dibujaba en el rostro. Harry lo miro confundido. Ron le hizo señas para que se acercara.-Sé que te gusta mi hermana, amigo mío, pero no es conveniente que se maten a besos. Tienes los labios completamente rojos... Y estamos en el colegio...
Como si le hubieran puesto un alfiler en el trasero, Harry se levantó de un salto.
No puede ser...
Involuntariamente, se sonrojó y se llevó una mano a la boca. Miró alrededor, nadie parecía haberse fijado en él.
-Yo... tengo que irme...- masculló antes de salir caminando rápidamente por las puertas del Gran Salón.
[Por un par de semanas, no hubo más incidentes. Nuestra "relación" volvió a los niveles de siempre: insultos- sarcasmo- odio. Alivio para mí. Hasta que llegó enero y me encontré caminando solo por los corredores, luego de regresar del campo de Quidditch...]
La túnica escarlata de Harry aparecía moteada de blanco. La tormenta de nieve no había hecho que se cancelaran los entrenamientos. Iba caminando por el sexto piso, con la escoba al hombro, cuando escuchó susurros unos metros más adelante. Se acercó a la pared y se escondió detrás de una vieja armadura, aguzando el oído. Viendo a través del mínimo espacio que permitía el brazo de la armadura, logró distinguir dos siluetas.
Una era alta, atletica y la otra, arrinconada contra la pared, era más bien baja y corpulenta.
No puede ser...
Un poco de aire frío que se colaba por alguna rendija hacía bailar el fuego de las antorchas y Harry pudo ver los rostros de las siluetas. Eran Draco Malfoy y Davey Smith, un estudiante de quinto año de Ravenclaw.
-No seas tímido, Davey...-bufó Malfoy, con la voz extrañamente ronca. Harry sintió una punzada en el estómago.
-No, no sé, Draco... pueden vernos y...- el joven robusto y de cabellos castaños sonaba incómodo. Malfoy se acercó aún más a él, metiéndole las manos por debajo de la túnica. Davey se sobresaltó.-Por favor, Draco...
Malfoy se alejó de él, evidentemente decepcionado. Se cruzó de brazos sin quitar la vista de las antorchas. Davey se acomodó la túnica y se acercó a Draco.
-Yo... quizá en otra ocasión, Malfoy.- susurró el joven.
-Me hubieras avisado que iba a perder el tiempo contigo, Smith- la voz de Malfoy sonó tan fría como el hielo, completamente diferente a unos minutos atrás.-Eres decepcionante, ¿lo sabías?
Harry vio como Davey Smith se sonrojaba involuntariamente y se retorcía las manos con nerviosismo.
-Ah...Lárgate, Smith- soltó Malfoy bruscamente.- No soporto a los cobardes como tú...
Davey masculló un rápido "adiós" y desapareció entre las sombras del corredor.
¿Y él cuando se va? ¡Ya me estoy acalambrando en esta postura! ¡Vamos, Malfoy! ¡Vete! ¡Vete!
Harry no supo cuanto tiempo tardó Malfoy en marcharse de allí, porque en su mente sólo había lugar para el insoportable dolor de espalda que le había ocasionado el estar agachado tanto tiempo. Una vez que el rubio Slytherin desapareció de la vista, Harry corrió a la torre Gryffindor y se tumbó en su mullida cama. Le dolía todo el cuerpo. Cerró los ojos e intentó conciliar el sueño, a pesar de que todavía tenía que bajar a cenar.
Su mente volvía al corredor... volvía a ver a Davey Smith y a aquel Malfoy tan provocador y sensual...
¿MALFOY SENSUAL?
...Veía como Malfoy deslizaba suavemente sus manos por debajo de la túnica de Davey en busca de su piel caliente...deseoso de usar al chico para satisfacer sus deseos... sus fantasías...
¡Su fantasía soy yo, no Davey!
...Pero Davey Smith se sentía incómodo ante la efusividad de Draco Malfoy...y lo rechazaba... Entonces, él, Harry, salía de su escondite...
¿Qué hago yo ahí?
... y Malfoy y Davey lo miraban con asombro; y, como si fuera la cosa más normal del mundo, Harry le decía a Malfoy que el podía darle todo lo que Davey no era capaz.
¿Harry?
... Y Davey se iba corriendo por el corredor, y Malfoy se volvía hacia él, con sonrisa triunfal. Y Harry se sentía bien, feliz, porque Malfoy también era feliz...gracias a él...
Tócame...
...Ya no era Davey el que estaba contra la pared, sino Harry. Las manos de Draco eran como hierro caliente acariciando su piel, y la respiración de Harry se iba agitando más... y más...
Malfoy...
...Las manos de Draco se volvían cada vez más curiosas, más insistentes y traviesas...Los ojos grises de Malfoy centelleaban mientras veía al rostro de Harry retorcerse de placer... poder admirar esos ojos verde esmeralda anhelándolo...
No pares, Malfoy... no pares...
-¿Pesadillas, Harry?
Harry abrió los ojos, sobresaltado. Se incorporó a medias, mirando alrededor con nerviosismo. Ron estaba sentado a los pies de la cama, mirándolo con suspicacia.
¿Cuánto habrá visto...? ¿u oído? ¿Yo hablo en sueños? Eso no era un sueño... ¿sino más bien una fantasía...?
-Ron...- suspiró. Se apartó el flequillo que le caía sobre los ojos y se percató de que tenía todo el rostro perlado de sudor. La túnica escarlata con el estandarte de Gryffindor también estaba empapada y pegada a su cuerpo.
Olvidé quitármela...
-Hace...hace... ¿cuánto...
-No mucho...-se apresuró a responder Ron, sonriendo.- Es hora de cenar y pensé que no querrías quedarte sin comer...
Si pudiera continuar el sueño, no me importaría perderme la cena... ¿Qué dices, Harry?
-Si, tienes razón...-dijo Harry, poniéndose de pie. Buscó entre su ropa una túnica limpia y se quitó la sucia y embarrada que usó para el entrenamiento.
-¿No crees que deberías darte una ducha antes de vestirte?- le aconsejó Ron, echándole un vistazo al cuerpo de Harry.
Sí, una ducha bien fría para bajar ciertos...calores...
-Supongo...Pero debo apresurarme para llegar a tiempo...
-Sí, tienes unos quince minutos...- informó Ron, mientras Harry tomaba una toalla blanca.
-Nos vemos abajo...- dijo Harry, camino al baño.
-Hey, Harry.- El aludido se volteó.- ¿Está todo bien?
-Si, ¿porqué lo dices, Ron?- Harry intentó sonreir y aparentar inocencia.
-Es que... te noto algo raro últimamente- confesó Ron, hundiendo las manos en los bolsillos de la túnica y encogiéndose de hombros.- Estas algo... distante, creo.
Si supieras todo lo que estoy pensando, Ron...
-Serán imaginaciones tuyas, Ron- Harry soltó una carcajada.- Yo estoy como siempre...
Ron miró fijamente a su amigo por unos instantes antes de contestar:
-Como digas... Y una última cosa, Harry...
-¿Qué?
-Eso, en la habitación, quiero decir, ¿eran pesadillas?- preguntó Ron, entrecerrando los ojos.
No, fantasías con Draco Malfoy... ¿Crees que puedas digerirlo, Ron?
-Lo de siempre...- Harry tragó saliva por lo que iba a decir.- Cedric, ya sabes...
¡¡Idiota!! ¡¡No puedes mentir con eso!! ¡¡Cómo eres capaz de usar el nombre de Cedric para esconder tus perversiones...!!
-¡Oh!- Ron pareció arrepentido por preguntar.- Lo siento, Harry.- y luego añadió.- Ya no te culpes... ¡Ve a bañarte, que ya falta menos!
Harry asintió en silencio y entró al cuarto de baño de los varones sintiéndose desconsiderado, con el estómago oprimido y un cosquilleo por el cuerpo que no desapareció ni siquiera cuando las gotas de agua tan fría como la nieve se le deslizaban por su cuerpo desnudo, haciéndolo tiritar.
[No había más vueltas que darle. Resultó ser que Draco Malfoy, el maldito Draco Malfoy tenía razón respecto a mí... O al menos, él implantó la semilla de la duda, que terminó acabando en esto. Porque, creo yo, que si él nunca hubiera sacado el tema a relucir, yo nunca hubiera sabido que podía sentir atracción por un chico. O quizá siempre estuvo en mí... no lo sé... y ya no importa. Es extraño como la mente de uno funciona mejor en los peores momentos, ¿verdad? Y acabé de darme cuenta de otra cosa: Malfoy estaba tan perdido como yo, sólo que él se escondía tras esa barrera de aparente "seguridad"; cuando buscaba desesperado alguien con quien desquitarse, con quien compartir los tormentos que guardaba en su interior... alguien con quien compartir y disfrutar sus fantasías... y yo acabé por comprender quien era el que podía darle lo que deseaba...]
^_^ FIN DEL CAPÍTULO 3 ^_^
Holas! ¿Cómo estan?
Linda confesión la de Harry, ¿eh? (y lindo sueñito, tambien... niño pervertido...^.^;;)
En realidad este capítulo no acaba de convencerme del todo y no quedó tal como quería, tuve muchos bloqueos en la trama (seguro que lo notaron...) aunque logré armarme de paciencia y tratar de terminarlo lo mejor posible.
Del capítulo 4 sólo escribí algunas líneas, pero puedo decirles que va a ser el "ENCUENTRO" (si, así, en mayúsculas...) entre Draco y Harry. Mucho Slash y sexo... No les puedo decir el título, porque todavía no lo sé =P
-Por cierto... ¿alguien sabe donde está el baño de los varones? Rowling nunca menciona que los niños tomaran un baño (salvo en el 4, cuando Harry va al baño de los prefectos...)
-Y... ¡Escriban o dejen reviews! dudas y demás, hagánlo a : annin@ubbi.com
-Los personajes utilizados en este fic son propiedad de J.K.Rowling...
-Nos leemos, AiRiLeE.
