Un Fanfic de Ranma ½  Por (RBB) Edward Masters, 2002

Todos los personajes de Ranma ½ son propiedad de Rumiko Takahashi, publicado por Shogakukan en Japón. Cualquier personaje de otras series referido en este Fan-Fic pertenece a sus respectivos dueños. Este es un trabajo de Fanfiction con fines de entretenimiento y no de lucro, si tratara de ganar dinero estaría trabajando o estudiando y no escribiendo Fanfics  J.

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La Hermandad

La lluvia caía con furia en Nerima a pesar de los pronósticos del tiempo y al parecer éste no sería buen día de negocios para el Nekohanten, por lo general  esto no representa ningún problema para Mousse puesto que realmente no le da mucha importancia. Este día era diferente, solo hace unos momentos se había peleado con Shampoo y usualmente lo único que lo tranquiliza un poco es concentrarse en el trabajo o salir a entrenar en el techo del restaurante o en el parque. Con la lluvia los clientes ya no tenían tantos deseos de salir de sus casas para ir a comer, esto significaba que todo el trabajo en el restaurante estaba hecho y lo único que Mousse podía hacer era esperar la clientela.

Mousse se sienta en una de las mesas junto al cristal que da visibilidad hacia la calle principal, éste parecía ser uno de esos días malos en los que todo está peor que de costumbre, Ranma había ido a comprar unas ordenes de ramen, tan pronto como Shampoo lo vio se aventó sobre él y lo empezó a cubrir de abrazos diciéndole cuanto lo amaba. Mousse lleno de celos intentó separarlos, sus esfuerzos tan solo consiguieron enfadarla, y ella muy molesta le propinó un golpe en la cabeza que lo puso a dormir un buen rato. Al paso de un par de horas despertó solo para encontrarse con Cologne, que por alguna razón estaba muy molesta, como siempre la vieja lo mandó a la cocina a lavar todos los platos en ese tono muy "amigable" característico de ella. Para su desventura su amada Shampoo no estaba en casa.

"Ah... sí sólo me diera la oportunidad de demostrarle mí amor..." suspiró Mousse, le dio  un sorbo a su taza de té y se quedó pensativo mirando la lluvia caer en la calle, nota como algunas personas corren para buscar refugio de la lluvia que había empezado tan repentinamente solo hacía unos minutos. "Estúpida lluvia!" dice mientras piensa en su maldición, en realidad,  para él no era una molestia tan insoportable como lo había notado en Ryoga o tal vez en Ranma, incluso algunas veces su forma de pato le había resultado una muy buena herramienta como cuando quería desplazarse de un lugar a otro. Sin embargo, en días como éste deseaba nunca haber ido a esos estanques encantados, por culpa de ellos no podía salir a deshacerse del estrés que en esos momentos lo estaba sofocando.

Se disponía a servirse otra taza de té cuando notó como la puerta principal se abrió dando pasó a una figura cargando un paraguas, no podía reconocer las características o detalles de la persona hasta que sacó sus lentes de una de sus mangas y se los puso. "Hola Ryoga, ¿Como estás?" saludó al chico perdido que por cierto ya tenía varias semanas sin saber de él.

CAPITULO 1... ¡¡¡CAOS EN FURINKAN!!!

Ryoga no dejaba de sentir algo de molestia por la situación en que se encontraba, hace tres días había salido de Nerima con dirección hacia Fukushima a visitar a su tía Satomi pues había dado a luz la semana anterior, quería felicitarla y conocer al nuevo Hibiki. Sin embargo, después de andar por tres largos días caminando entre calles, bosques y más, se dio cuenta que desgraciadamente todavía estaba en Nerima. Esto ya era demasiado, seguramente la culpa la tenía aquel viejo en Nagoya que le había dado direcciones equívocas, la próxima vez que lo encontrara le haría pagar, oh si... él se encargaría de ello.

Lo único bueno de éste asunto fue que por designios del destino había llegado a su restaurante de Cologne. Por alguna razón para él desconocida (Realmente no le importaba un comino.) Shampoo ni la momia estaban en el local.

Por fin podría comer algo decente... ah... ¿Cuando fue la última vez que probó algo que no hubiese sido enlatado meses antes? No lo recordaba, y justo ahora tampoco le importaba, pues tenía la oportunidad de disfrutar de un buen platillo.

"¡Delicioso como siempre!" dice mientras se lleva un trozo de carne a la boca. "No había comido desde la mañana, supongo que ya era hora"

"Sí, supongo... Por cierto no te había visto desde hace ya varias semanas" contesto Mousse con cierto tono de aburrimiento.

"Oh... jejeje..." En ese momento le apareció una gran gota de sudor a Ryoga en la frente. "Es... que… mmm… he estado muy ocupado con mí entrenamiento..."

"Mm... ya veo que todavía sigues tratando de vencer a Saotome. ¿Qué tal? ¿Has aprendido nuevas técnicas?" Musitó Mousse pensando en los problemas que Ranma le había causado desde que lo conoció.

"Ah, desgraciadamente no, aunque puedo asegurarte que la siguiente vez que lo vea le daré la paliza de su vida sin problema alguno. He mejorado mucho." Contesta Ryoga haciendo un gesto que dejaba ver la seguridad que sentía mientras decía esas palabras. Ryoga había dedicado los últimos meses a mejorar sus habilidades, siempre con la esperanza de poder vengarse de lo que  según él Ranma le había hecho.

"Oh... bueno no es por pretender pero yo también he mejorado." Mousse no se veía tan seguro al decir esto, para ser sincero no se había sentido muy bien desde varios días atrás, todo éste asunto de siempre estar compitiendo por Shampoo ya lo tenía algo cansado. A pesar de todo la amaba y nunca dejaría de luchar por ella.

"Oh... OK..." Dijo Ryoga sin poner mucha atención, en estos momentos tenía cosas más importantes que hacer, como morder ese pedazo de carne que se veía muy apetecible.

"Muy bien Hibiki, te dejo disfrutar de tu almuerzo, tengo algunas cosas que atender"

Musitó Mousse mientras se levantaba para dirigirse hacia la cocina, ya no tenía más que comentar con Ryoga, aparte de los problemas con Saotome ellos nunca habían tenido nada en común.

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En el Dojo Tendo las cosas marchaban como de costumbre y ninguno de los acontecimientos del día podían catalogarse como fuera de lo común o extraños. Kasumi como siempre se dedicaba a los quehaceres del hogar, tenía muy clara en la mente su misión de asegurarse que su familia siempre estuviera lo mejor posible. ¿Cuando empezó a tener esta afición por hacerse cargo de la casa? realmente no lo recordaba y en estos momentos parecía no tener mucha importancia, lo único que sabía es que fue unos años después de la muerte de su Madre.

Algo que divertía mucho a Kasumi  era ver a su Padre y al tío Genma jugando ajedrez, claro está que ver a un panda realizando esa clase de actividades y más aún, la manera en que éste le hace trampa a su contrincante y se sale con la suya no es algo que se vea diario, al menos no en cualquier otra familia común y corriente. Algunas veces Kasumi se preguntaba como era posible que éstos dos pudieran pasar tantas horas jugando sin preocupación alguna.

Genma Saotome se encontraba lleno de alegría, por primera vez en mucho tiempo estaba ganándole a su amigo en una partida de ajedrez, como siempre, el por ahora panda seguía haciendo trampa, pero eso antes no lo había ayudado mucho, de seguro ésta vez él sería el ganador.

Por su parte Soun Tendo se sentía algo preocupado por la situación. Desde hacía ya una hora y sin saber como, se había metido en una jugada peligrosa, tenía que poner atención o si no Saotome le volvería a ganar otra vez.

Mmm... talvez sí usara la técnica del DRAGON QUE VUELA DORMIDO.... dijo dentro de sí.

"¡Saotome! ¡Mire ese dragón!" grita mientras que con una pose dramática apunta hacía atrás de donde se encuentra sentado su amigo... fracciones de segundo después de que Genma-Panda volteó a ver susodicho dragón él mueve todas las piezas del tablero.

"...Gruff... Gruff..." Contesta Genma-Panda mientras saca un letrero que dice *¿Donde? ¿Donde esta el dragón? ¿¡Tendo!?*

"Ah... debí de haberme confundido, sólo era un cuervo…" contesta Soun mientras volvía la mirada hacia el juego. El panda que comprendió su error muy tarde ya, pensó en contestar de alguna manera no muy civilizada pero fue interrumpido por el sonido del teléfono...*riiiiiiiiiiiiiiiiinnng.... riiiiiiiinn....*

Kasumi al escucharlo se dirigió apresuradamente a contestar.

"Casa de la familia Tendo. ¿Quien habla?" Por un momento se notó como ponía atención para después cambiar su bella sonrisa de siempre por un gesto lleno de angustia, al pasar unos segundos dejó caer el auricular. Soun que para entonces ya se encontraba a un lado de la mayor de sus hijas, preocupado preguntó...

"Kasumi... hija, ¿Qué sucede?" Kasumi todavía seguía en estado de shock, lo único que pudo decir fue "Era Nabiki, alguien atacó  a Akane en la escuela, Ranma y Kuno están muy lastimados..."

El Señor Tendo siempre fue muy conocido por sus respuestas a situaciones de estrés o a complicaciones, simplemente era una persona muy emotiva y cualquier sorpresa por pequeña que fuera podría desencadenar una reacción de emociones muy fuertes dentro del él. Soun Tendo hizo lo que cualquier persona que lo conociera podría anticipar. Soun Tendo se puso a llorar.

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"Gracias Mousse, ¡la comida estuvo deliciosa!"

"No hay problema Ryoga, ven a comer aquí cuando quieras, a nosotros nos gusta el negocio" Contestó Mousse mientras veía como Ryoga se frotaba el estomago en señal de satisfacción. Esta vez el chico perdido había comido más que de costumbre, como si no hubiese probado bocado en días.

Claro está, no es una rareza que él comiera demasiado, Mousse sabía que tanto el apetito de Ryoga como el de Ranma eran rivalizados solo por aquellos de Genma o el mísmo Happosai, el maestro pervertido.

"Por supuesto, la siguiente vez que ande en Nerima me daré una vuelta por aquí" Dijo Ryoga, que ya estaba pensando en sus planes de los próximos días.

"Oh... ¿Piensas viajar a algún lado?" Preguntó Mousse haciendo un gran esfuerzo para evitar reírse del chico perdido, parece que Ryoga se iba a embarcar en uno de sus viajes que tardan meses gracias a su pésimo sentido de dirección.

"Sí, tengo una tía que vive en Fukushima, la semana pasada dio a luz a un varón. Supongo que sería descortés de mí parte no ir a visitarla"

"OK Ryoga, buena suerte entonces" Dijo Mousse mientras limpiaba la mesa.

"Adiós, salúdame a Shampoo y a la momia" Ryoga se despidió de Mouse mientras salía por la puerta del Nekohanten. Cuando menos la lluvia ya se había quitado, no le parecía muy tentador el tener que caminar hasta Fukushima convertido en cerdo, la última vez que anduvo por aquellos rumbos casi termina como platillo principal en el menú de una familia de campesinos.

Después de haber caminado por diez minutos sin dirección alguna, Ryoga empieza a sentir esa sensación  tan conocida que usualmente llega a él  cuando por una razón u otra pierde la noción del lugar en el que se encuentra. Se detiene por unos minutos a contemplar la situación, está en medio de unos edificios no muy grandes que por nada en el mundo podría identificar, ninguna de las calles se le hacen familiar. Decidió que parecía un buen momento para perder la calma y cuando estaba a punto de liberar un poco de furia con un grito notó una persona que estaba barriendo una de las calles. Era un anciano.

"Disculpe señor, me podría decir como llegar hasta la estación de autobuses?"

"Claro que sí joven, solo tiene que dirigirse hacia allá," apuntó el viejo "después dé vuelta a la derecha en aquella esquina, siga todo de frente y eventualmente llegará, muy fácil de llegar desde este punto..."

Ryoga se despide del anciano y le da las gracias, al parecer todavía hay gente buena en el mundo, después camina en dirección contraria a la que el viejo le dijo, unos momentos mas tarde escucha los chillidos de una sirena de ambulancia  "¿Que habrá pasado?" se pregunta antes de regresar sus pensamientos a la tarea que tenía en ese preciso instante. Llegar a la estación de autobuses...

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Genma no daba crédito a lo que sus oídos acababan de escuchar, después de que Kasumi les había dado el mensaje que recibió por teléfono Soun y él se apresuraron a correr hacia el colegio.

¿Que querrían decir con que atacaron a Akane... y luego, que era eso de que Ranma estaba herido? eran los pensamientos que pasaban por su mente mientras corría por las calles de Nerima. Cualquier persona que no conociera a Genma podría decir que en realidad él sí estaba preocupado por su hijo, al mismo tiempo cualquier persona que lo conociera lo negaría con una seguridad enorme adquirida en las muchas experiencias que haya tenido antes con dicho idiota. Sin embargo en ésta ocasión los poseedores de la razón serían los primeros, puesto qué aunque éste sentimiento generalmente Genma solo lo tiene para sí mísmo, en raras ocasiones puede mostrar simpatía por su hijo, y al mísmo tiempo sentirse un poco (Pero muy poco.) preocupado por él, después de todo ¿Quien sería su heredero si a Ranma le ocurriera algo?

Soun tampoco lo podía creer, hace unos minutos todo estaba tan tranquilo, él disfrutaba de un buen juego de ajedrez con su amigo Genma, pero una llamada inesperada de Nabiki había cambiado aquella situación placentera por ésta angustia que amenazaba con quebrantarlo. Claro estaba todo, alguien había intentado hacerle daño a su pequeña y ese alguien tenía que pagar, ¡nadie toca a una de sus bebés y se queda como está!

Después de unos minutos que le parecieron una eternidad, Genma llego a la escuela, adelante de él se encontraba Soun y como él Genma quedó muy sorprendido. En la entrada de la escuela había una destrucción total. Cerca de la puerta estaba tirado un árbol que a juzgar por su estado había sido cortado de un solo golpe con algún objeto muy filoso, por todos lados se encontraban pedazos de rocas y concreto; y todavía alcanzaban a ver a uno que otro estudiante correr por el jardín del costado izquierdo. Genma ya no estaba seguro de encontrarse en una escuela, tenía el presentimiento de haber llegado a un campo de batalla.

Todavía no llevaban  ahí ni un minuto cuando su vista se fijó en Nabiki que venía corriendo hacia donde ellos estaban, se veía un poco espantada, sin embargo su semblante no demostraba un gran pesar, al parecer no ocurrió nada "grave". Esto tranquilizó un poco a Soun.

"¡Papá! ¡Que bueno que llegaste Papá!" Dijo Nabiki mientras se arrojaba a los brazos de su padre.

"¡Nabiki! ¿Estas bien hija? ¿Donde está Akane?" Soun le dijo a su hija mientras la abrazaba sin poder evitar mostrar su preocupación.

"Ella está bien, los que me preocupan son Kuno y Ranma, a ellos sí los lastimó mucho. El Dr. Tofu y la ambulancia vienen en camino"

"¡Ah...! ¡¿Quién los lastimó?!" Pregunto Genma  "¿Quién se supone quiso lastimar a Akane?"

"¡Saotome! ¡Más vale que no haya sido otro de esos tantos problemas que nos ha causado! ¡Dígame! ¡¿A quién le vendió su hijo esta vez?!" Exclamó Soun haciendo gala de su famosa técnica: LA CARA DEL DEMONIO.

Lo único que se le ocurrió hacer a Genma fue sacar de la nada una tetera de agua fría que se arrojo sobre la cabeza "Gruff... Groff... Gru... Gruff" gruñó Genma-Panda sacando un enorme letrero que decía *¡Ah...! ¡¡Yo no hice nada Tendo!! ¡¡Se lo juro por mí honor!!*

"¡¡SAOTOME...!!" Soun fue interrumpido a mitad de su muy inspirado acto por esa mirada tan conocida de Nabiki, al parecer a su hija no se le hacía apropiado ese momento para pelearse.

"¡Papá por favor!" dijo la chica mientras se volteaba para empezar a correr en dirección de la enfermería del Colegio.

Nabiki no era ninguna tonta y ella lo sabía, este asunto no podía tener nada que ver con el mayor de los Saotomes ni con su hijo, lo que pasó aquí era de suma seriedad y aunque por esta vez no hubo consecuencias irreparables, el hecho de que hubiera pasado ya era de preocuparse. El tipo que atacó a Akane no parecía estar interesado en nadie mas que en ella, incluso cuando Ranma se interpuso en su camino él trató de evadirlo, lo mísmo con Kuno. Todo señalaba que su hermana menor había sido el único blanco del asesino.

Nabiki había estado muy preocupada por su hermana, aunque ella no quisiera admitirlo Akane es una de las personas más importantes en su vida, nada más de recordarla tirada en el piso derrotada mientras el sujeto ponía su espada en la garganta le daba una sensación de terror que pocas veces había experimentado en su relativamente corto tiempo de vida, ella tenía que hacer algo, no permitiría que nadie lastimara a su hermana o a su familia.

Sin embargo lo mas extraño del asunto no fue que Ranma fuera vencido ni que Kuno hubiese recibido la paliza de su vida, ese ultimo suceso aunque extraño no se aleja demasiado de la realidad, no, lo que realmente tenía pensando a la astuta chica era el por qué de aquella actitud del extraño, que después de haber amenazado a Akane y por último tenerla en sus manos simplemente se marchó sin hacerle daño alguno. ¿Y si todo esto hubiera sido solo una actuación para asustar a Ranma o a alguien más? no, esta última idea no parecía tener sentido, el supuesto asesino se veía demasiado serio y atacaba con demasiada fuerza y agresividad para que todo esto fuera solo una farsa o broma de mal gusto. La situación era extraña y eso no le gustaba a Nabiki Tendo.

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La encargada de la enfermería de la escuela es una joven que pocos meses antes se había graduado como enfermera, tiene veintiún años, pelo castaño que le llega hasta los hombros, piel clara y unos bellos ojos color miel; de estatura media, complexión delgada y poseedora  un cuerpo envidiable. Siempre se preocupó por estar en forma y la inmensa mayoría de los hombres que conoce la consideran una mujer bella, aunque ella no siempre se da cuenta..

Harumi Yamakazi llegó apenas días antes a trabajar con muchas ilusiones a Furinkan. Se había hecho la promesa a sí misma de mantener la enfermería en un estado perfecto e impecable, además, siempre hizo los esfuerzos necesarios para mantener su nivel como enfermera lo mas alto posible. Sin embargo, desde el primer día de trabajó aquí, su estrés seguía aumentando y muy raras veces tenía tiempo para relajarse o para ordenar la oficina, ahora entendía por qué antes que ella aplicara para la posición ya siete enfermeras habían renunciado en menos de un año.

Al principio pensó que era por el sueldo, que tal vez pagaban muy poco, pero como más tarde pudo darse cuenta, el sueldo que la Preparatoria Furinkan ofrecía a sus enfermeras era muy superior al que había visto en muchas otras escuelas de este tipo. Después imaginó que posiblemente el Administrador del plantel era una persona desagradable  y aunque mas tarde comprobó que en si el Director Kuno era un tremendo dolor en el trasero, también notó que él raras veces estaba en la escuela, anteriormente solo tuvo la oportunidad de verlo dos veces.

¡¡Pero ahora lo sabía!! ¡La verdad detrás de la incapacidad para que las enfermeras se quedaran a trabajar por más tiempo eran los alumnos! Sí, los estudiantes aquí tenían riñas a diario, diariamente había que atender una cantidad impresionante de heridos,  en una mañana podría llegar a tener hasta veinte casos de alumnos que sufren desde un simple corte en la mano hasta aquellos que habían sido golpeados con un bat. Y todo esto sin contar con los regulares como Tatewaki, Gonsukugi o ese chico Ranma Saotome.

Aunque ya se empezaba a acostumbrar, lo que pasó hoy en realidad le había puesto muy nerviosa y preocupada, hacía apenas unos quince minutos Ranma y Tatewaki Kuno fueron traídos en un estado peor que de costumbre. Ranma recibió una herida en la pierna izquierda con un objeto punzo cortante, tomando en cuanta lo largo de la cortada posiblemente fue un roce con una espada, la profundidad había sido mínima, así que esto no representaba un riesgo a corto plazo, con que le lavara la herida y un buen vendaje estaría fuera de peligro. Lo que podría complicar su estado era otra cosa diferente, al parecer fue expuesto a una clase de gas que lo había intoxicado y lo mantenía dormido. A juzgar por sus síntomas Harumi podría apostar que el gas no era más que un somnífero, de cualquier modo tenía que ser cuidadosa.

Por otra parte Kuno Tatewaki era un asunto muy diferente, el joven samurai había sido castigado más severamente que Ranma, seguía inconsciente y aparte de todos los moretones y raspadas, también recibió varias heridas con la misma arma que lastimaron a Saotome, sin embargo una de ellas, la de su costado izquierdo aunque no muy grande era de profundidad considerable y le hizo perder mucha sangre.

Akane también estaba en la clínica, aunque solo tenía unos raspones y físicamente se encontraba bien Harumi no podía dejar de preocuparse pues la chica se veía en estado de shock y no había dicho palabra alguna desde que llegó, su padre Soun, estaba a un lado de ella llorando como niño mientras que su hermana Nabiki discutía con un panda gigante. Estos últimos tres acababan de llegar hacía menos de diez minutos.

Nabiki miraba al panda como el carnicero mira a el toro que está apunto de ser sacrificado, Genma por su parte solo pensaba en cual sería la manera más rápida de escapar de ahí, podría tratar usando el viejo y tradicional estilo, sin embargo  no estaba seguro de que fuera buena idea,  pues Soun se veía muy alterado y su hija Nabiki le estaba dando esa mirada que sin palabras le daba a entender lo mal que la pasaría con solo intentarlo. Decidió pues quedarse.

"¿Dígame tío Genma, que hizo esta vez?" Preguntó Nabiki dándole al panda una de sus miradas mas frías.

"Gruff… Glowl… Gruff... Gruff..." Contestó el panda a la vez que mostraba un cartel que tenía escrito *¡Ya te juré por mí honor que ésta vez no es culpa mía!*

La señorita Harumi quedó impresionada al ver al gran panda siendo regañado por aquella indefensa adolescente, ¿Y que es eso... acaso Nabiki lo llamó tío?

"No me venga con eso tío Genma, usted y yo sabemos que su honor no tiene una cotización muy alta que digamos" A Genma-Panda le apareció una gota de sudor en la frente, al parecer nadie le creía aunque realmente era tan inocente como una blanca paloma... bueno... quizás.

"Esta vez se la dejo pasar tío, pero sí me llego a enterar que realmente tuvo algo que ver con este lío le juro que voy con la tía Nodoka y le cuento la historia de cuando usted le enseñó a Ranma el Nekoken" Sí los pandas cambiaran de color seguro que Genma-Panda hubiera cambiado a un tono azul verdoso con algunos tonos de gris. De repente Genma recordó la afilada katana que su bella esposa cargaba a todas horas y decidió que era un buen momento para desmayarse.

Nabiki aunque se sintió un poco culpable (Muy pero muy poco.) quedó satisfecha con su trabajo, ella sospechaba que Genma no tenía culpa alguna en éste asunto, simplemente no era su estilo, dicho panda generalmente causaba otra clase de estupideces, sin embargo siempre resultaba útil tener un as bajo la manga. Y hacer que Genma le temiera y la respetara podría servir a sus propósitos en el futuro.

Harumi Yamakazi no podía creer lo que acababa de ver, un panda de mas de dos metros de altura y unos cuantos cientos de kilos de peso,  que además podía escribir y entender la lengua humana  había sido tratado como un chiquillo por ésta chica que no tenía ni la cuarta parte de su peso. También era sorprendente ver los trucos que la chica le había enseñado ¡El panda incluso podía hacerse el muertito!

"Oye... ¿como le enseñaste a tu pan..." No pudo terminar su frase pues fue interrumpida por los paramédicos que acababan de llegar.  Mientras estos subían a los muchachos a la ambulancia ella se preguntaba el por qué del retraso, supuestamente debían de haber llegado 15 minutos antes... ¡Hey! ¡¿Y por qué se llevan al panda?! Solo se está haciendo el muerto... ¿no?

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Esto ya lo tenía demasiado molesto, según aquel viejo que le dio las direcciones,  Ryoga había estado no muy lejos de la estación de autobuses, entonces... ¿¡Qué demonios había pasado aquí!? Ya llevaba cerca de una hora caminando por lugares que se le hacían totalmente desconocidos, se sentía como un ratón de laboratorio dentro de un laberinto, la situación era insoportable, al parecer todos los ancianos de Japón habían unido fuerzas para volver  su vida un verdadero infierno haciéndolo perderse con esas direcciones que le daban. ¡Claro! ¡Eso era! Los viejos no se saldrían con la suya, de ahora en adelante solo le pediría direcciones a personas jóvenes, y sí algún anciano intentaba confundirlo una ves más, le haría pagar, oh sí... ¡Ellos conocerían la furia de Ryoga Hibiki!

Ya habiendo llegado a esa brillante conclusión, solo tenía que encontrar alguna persona joven y preguntarle donde diablos estaba la estación de autobuses. Aunque esta calle estaba desierta lo único que tenía que hacer era caminar un poco y eventualmente encontraría a alguien que le pudiera ayudar.

"Ummmm... Este lugar se me hace conocido..." dice mientras da vuelta en la esquina al costado de una casa con bardas de color café construidas con roca...

"AHHHH... ¿¡Como diablos llegué hasta aquí!?" fue su grito de desesperación mientras leía un letrero con las inscripciones DOJO TENDO.

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Aunque el Hospital General de Nerima no es el más grande en Tokio, es considerado uno de los mejores, pues su servicio es de primera y la administración  se preocupa por que sus empleados  sean de lo más competentes. Usualmente, cuando una persona habla de un buen hospital  se espera que los servicios que éste provee sean de precio elevado y este caso no es la excepción.

En general los diversos tipos de instituciones en el área de Tokio contratan a las compañías de seguros para asegurar su infraestructura, empleados y en algunos casos hasta sus clientes contra todo tipo de accidentes y situaciones de alto riesgo. Para Genma Saotome como para tantas otras personas esto era una bendición del cielo, puesto que gracias a la situación que se les había presentado en la preparatoria hacía menos de una hora, su hijo se encontraba necesitando los servicios médicos y ésta vez no lo llevaron a la clínica del Dr. Tofu, pues el hecho de estar intoxicado con alguna sustancia desconocida requería tomar medidas más drásticas. Además, la idea de quedar en deuda con Nabiki de por vida no parecía muy tentadora.

Akane llegó al hospital y al parecer ya se había recuperado del estado de shock que sufrió anteriormente, sin embargo todavía no hablaba con nadie, sus pensamientos estaban con sus dos compañeros de la escuela que en estos momentos eran atendidos por los médicos. Afortunadamente un poco antes que la ambulancia se hubiese retirado del la preparatoria con los pacientes y los familiares, el Dr. Tofu los alcanzó y considerando buena idea el tener al doctor de la familia con ellos decidieron que los acompañaría hasta el hospital.

El Panda estaba sentado en el piso de una de las salas de espera, a unos pasos de Nabiki y su hermana, se sentía algo incomodo, el cuarto estaba caliente y ese pelaje no estaba hecho para lugares de altas temperaturas, tenía ganas de estar en cualquier otra parte que no fuera ahí. Para su mala fortuna nadie le estaba pidiendo su opinión y al parecer se quedaría ahí por cuando menos unas horas mas, tampoco podía figurarse donde estaba el baño y sinceramente no creía que Nabiki o su Padre (Que por cierto no dejaba de llorar reclamándole a todos los cielos las injusticias del mundo.) lo dejaran mover un solo paso. Los chiquillos que lo estaban rodeando, jugueteando con sus orejas y pateándolo tampoco parecían ayudar mucho.

Por su parte el Dr. Tofu tenía mejores cosas que pensar, si lo que Nabiki le había dicho en el camino hacia el hospital era correcto ellos estarían enfrentando problemas graves muy pronto, no podía imaginar quien le querría hacer daño a una niña tan linda como Akane. Una de las posibles causas era que tal vez alguien quería tomar venganza en contra de alguno de sus conocidos, por experiencias vividas anteriormente se atrevía a apostar que era Ranma a quien querían afectar lesionándola a ella. Al analizar la situación ésta idea no se veía muy descabellada, después de todo ¿Cómo puedes dañar a una persona en donde más le duele si no lastimando a uno de sus seres queridos? Lo más grave del asunto, es que quien quiera que fuera el responsable o responsables,  no estaban jugando. La persona que intentó matar a Akane era muy hábil, según Nabiki el ataque solo duró unos cuantos minutos, y por lo que pudo notar de la destrucción en la escuela antes de abordar la ambulancia, la pelea estuvo demasiado intensa.

El amigable doctor siguió considerando los sucesos por unos momentos más hasta que notó que su colega el Dr. Kramer, un extranjero que había llegado unos meses antes de los Estados Unidos, venía entrando a la sala de espera. Se levantó de la banca y con algo de ansiedad se dirigió hacia él evadiendo los obstáculos que el panda y los risueños niños en el piso representaban, estrechó su mano y dijo…

"Disculpe doctor, ¿Cómo ve a Ranma?, por lo poco que pude examinar al joven Tatewaki en la ambulancia deduzco que él va a estar bien después de unos días de descanso, pero en el caso del otro joven no estoy muy seguro, uno nunca sabe que clase de sustancia fue usada sin hacer análisis del paciente"

"Así es Dr. Tofu, desgraciadamente todavía no sabemos que fue lo que usaron, aunque tengo confianza en que no fue nada letal. Los signos vitales del paciente son estables, es como si solo estuviera durmiendo, me atrevo a pensar que despertará en unas cuantas horas. Y en relación con el otro joven, aunque éste perdió una cantidad considerable de sangre va a estar bien, ya se le hizo una transfusión y aparte de eso solo sufrió una contusión menor, como usted dijo, después de una semana o dos de descanso se encontrará bien. Tuvimos mucha suerte que la ambulancia llego a tiempo." Respondió el doctor mientras jugaba con su barba, el hombre era alto y fornido, no tenía fachada de médico.

Soun, que acababa de acercarse a los doctores exclamo "BUAAAAAAAAAHH… ¡dígame doctor…! ¡Ranma va a estar bien verdad! Si algo le pasara, las escuelas jamás se unirían… BUAAAAAAH…" Este último acto de emoción extrañó un poco al Dr. Kramer.

"…uh… errr… sii… este... Tranquilícese todo va a estar bien señor…" Contestó el Dr. Kramer.

"…mmm… Señor Tendo, Ranma no corre peligro alguno, al parecer en unas horas estará bien, no hay por que preocuparse" Dijo el doctor Tofu con su sonrisa amigable de siempre.

"Así es… ahora, si me disculpan, tengo que retirarme para atender otros pacientes, les mantendremos informados…" Dijo el doctor mientras se retiraba en dirección opuesta de donde estaban el Doctor Tofu y Soun.

"Gracias Doctor" Exclamó el Dr. Tofu haciendo una ligera reverencia.

"Gracias Doctor…" Repitió Soun todavía un poco alterado.

Después de esto ambos se dirigieron a sentar junto a Nabiki, Akane y Genma. Este último ni siquiera había notado la presencia del otro doctor, estaba más preocupado por su presente estado de incomodidad y por los niños que ahora más que antes ya se habían tomado confianzas con el panda de medio tiempo. Lo estaban usando como caballo.

Nabiki que había escuchado algo de la platica de los doctores comentó "Ah… entonces todo va a estar bien."

"Eso parece Nabiki, si nada sale mal Ranma podría regresar al Dojo mañana mismo" Dijo el doctor.

"¡AAAAH…BUAAAAAH…! ¡Lo que yo no entiendo es por qué alguien querría lastimar a mi pequeña Akane!" Soun empezó a llorar nuevamente.

Ignorando su padre Nabiki continuó "Mmm… supongo que debería de llamar a la casa e informarle a mi hermana de lo que pasó, me imagino que debe estar preocupada…"

"Ah… Ka… Kasumi…" en este momento los lentes del joven doctor ya estaban empañados "Si… me parece… buena idea…" Dijo para después irse a retorcer al panda un poco.

El Señor Tendo que ya se había calmado otra vez opinó "Nabiki, también llámale a Cologne, posiblemente ella sepa algo de esto, esa anciana siempre tiene una respuesta para todo."

Nabiki simplemente asintió con la cabeza y fue hasta donde estaban los teléfonos de monedas, al parecer su padre podía ser útil algunas veces, ahora… si solo pudiera serlo un poco más seguido…

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Como todo mundo sabe en Japón se puede conseguir cualquier cosa que se necesite o desee no importa los gustos del cliente, desde aquel anillo de diamantes hasta el último estreno de videojuegos o películas. Usualmente en las grandes ciudades hay centros comerciales de tamaños impresionantes, con varios pisos de altura y unos cuantos kilómetros cuadrados de espacio, y en este caso Tokio no es la excepción.

Este día fue elegido por los ejecutivos de alguna importante corporación para la inauguración de el gran Centro Comercial Kajiwara, un ambicioso proyecto que había empezado desde hacía varios años en el que se invirtieron  una gran cantidad de yenes. El Centro Kajiwara era considerado especial no solo por su tamaño, si no por el innovador sistema de seguridad contra terremotos y tantos otros tipos de comodidades que la gran mayoría de centros comerciales en el mundo carece y otros tantos instalados aquí por primera vez.

El lugar está repleto de gente. En uno de los Kioscos que se encuentran cerca de las oficinas de administración está una joven de cabello corto color plateado, ojos azules y piel clara, no parece tener ni dieciocho años de edad. Viste unos shorts de color azul claro que le llegan un poco arriba de las rodillas, una playera de manga larga con cuello de tortuga blanca y sobre ella lleva un chaleco del mismo color que los shorts, los costosos zapatos son negros con algunos diseños blancos y grises.

La muchacha se sienta sobre una de las bancas y en una de sus manos tiene un teléfono celular, está tan enfocada en su conversación que no se da cuenta de las miradas que los jóvenes a su alrededor le dan.

"… sí abuelo todo está marchando bien, no hemos tenido problemas y aquí todo parece estar como debe, Jiro no se ha sentido mal desde que llegamos y tampoco ha dejado de tomarse los calmantes ni las vitaminas…" Dice al teléfono mientras su mirada se fija en uno de los folletos que tiene en la mano.

"Recuerda que tienes que tener cuidado de que tu hermano siempre esté tranqui…"

"Lo se…" interrumpió "desde que empezó a tener los problemas hace 11 años yo he vivido con el, se como es el procedimiento, además no soy ninguna niña, puedo hacerme cargo de esto" Meiko frunció el ceño, le molestaba que no confiaran en ella.

"Disculpa Meiko, es solo que no me siento tranquilo de que vivan solos en Nerima, he recibido unos reportes muy inquietantes, al parecer ese lugar es muy conflictivo, me sentía mejor cuando estaban viviendo con Jurobei en Okinawa" Contestó la voz del teléfono.

"No te preocupes abuelito, ya verás que todo sale bien, con un poco de suerte podremos encontrar a Kenji, esa ultima pista vino de una fuente muy confiable" Dijo la joven con una voz mas dulce.

"Lo se y les deseo la mejor de las suertes… entiendo que no quieran más mi ayuda, pero si necesitan dinero o cualquier otra cosa no duden en llamarme, ya saben que su abuelo los apoya y está muy orgulloso de ustedes." Al anciano parecía quebrantársele la voz.

"Claro que si abuelo, y por favor relájate, mi hermano y yo somos más que capaces de cuidarnos. Aparte… mis primos viven también en Nerima, así que no estaremos totalmente solos, es mas, ¡si Jiro quiere nos iremos a vivir con ellos!" Exclamó Meiko con alegría, en realidad no conocía mucho a sus primos, solo los había visto unas cuantas veces antes, pero imaginaba que esto tranquilizaría a su abuelo.

"No se Meiko, esa niña me dio escalofríos la ultima vez que la vi, es muy… errr… excéntrica…" El decir que el anciano se sentía nervioso al hablar es atenuar la situación.

"...jejeje… de todas maneras… me tengo que ir abuelo luego te llamo, Jiro ya consiguió transporte. Te llamo después cuando pueda."

"Hasta luego Meiko, que dios los proteja…" Después de cortar la llamada la chica se levanta, guarda el celular y se dirige al estacionamiento, al parecer éste será un largo día…

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Usualmente en el Dojo de los Tendo siempre hay algún tipo de alboroto, es un lugar que desde hace más de un año había servido como campo de batalla para un sin numero de artistas marciales y cualquier otro tipo de persona con mal carácter, ya fuera que el panda de la casa tratara de robar la comida de la pelirroja, que el pervertido local lo usara como escondite o que las "prometidas" de Ranma decidieran visitarlo, el lugar siempre se encontraba en constante acción. Aunque este día el lugar está excepcionalmente tranquilo no se puede negar que hay problemas. La calma antes de la tormenta.

Kasumi se sentía un poco mejor pues ya no estaba sola, unos minutos antes había llegado Ryoga y tan servicial como siempre le contó lo ocurrido al chico perdido, el problema para ella era que tampoco estaba enterada por completo de la situación y esto la ponía un poco nerviosa, lo único que sabía era que algo había ocurrido en la escuela con su hermana y con Ranma, al parecer con Tatewaki también…

"…y eso fue lo que pasó Ryoga, de lo demás no se nada, después de que Nabiki llamó, el tío Saotome y mi Padre salieron corriendo hacia la escuela." Dijo Kasumi en su usual manera tranquila e inocente de siempre.

"¡ARGGGHHH! ¡De seguro que todo esto es culpa de Ranma! ¡Ranma me las PAGARAS!" Fue su usual respuesta de Ryoga

"Vamos Ryoga, no tienes que ser tan energético… estoy segura que esto no es su culpa y se solucionara fácilmente" Agregó Kasumi dejando ver esa sonrisa dulce capas de calmar hasta Akane en sus peores días.

"Eh… sii… claro… Se arreglará…" Por supuesto que Ryoga estaba convencido de que todo esto era culpa de Ranma, para él siempre lo era, no obstante no se sentía capas de poder contradecir a Kasumi.

"Ah… pero Ryoga, donde están mis modales… ¿Gustas un poco de té?" Pregunto Kasumi, mientras se dirigía a la cocina.

"Riiiiiiiiiiiiiiinnnnnnnnngg… rinnnnnnnnnnngggg… Rinnnn…" Fue interrumpida a medio camino por el teléfono, se preguntaba quien sería.

"¿Si diga?"

"¿Kasumi? Soy yo, Nabiki, te hablo del Hospital General, aquí está papá, el tío Genma y el doctor Tofu. Al parecer Ranma y Kuno están siendo examinados por los médicos, pero el Dr. Tofu dice que van a estar bien, no sufrieron nada irreparable." En el fondo se podía escuchar a Soun lloriqueando.

"Que bueno que me hablas Nabiki, aquí llegó Ryoga hace rato y se ve que está muy preocupado por Ranma, pero dime… ¿Cómo se encuentra Akane?" Pregunto Kasumi.

"Ella no tiene nada, físicamente hablando, solo unos pequeños raspones y moretones, aunque todavía está muy asustada. Quisiera que vinieras y hablaras con ella, lo haría yo, pero no soy muy buena con esas cosas, y ya conoces a papá. Por favor tráete a Ryoga también, Necesitamos hablar." Contesto Nabiki con algo de humor en su voz, su padre a veces la hacía enojar, siempre que se necesitaba de él simplemente se ponía a llorar.

"Claro que si Nabiki, en un momento vamos para allá, llamaré un taxi. Adiós." Dijo Kasumi dándole una sonrisa a su hermana aunque esta no la podía ver.

"Adiós Kasumi." Se despidió Nabiki sabiendo que su hermana estaría sonriendo al otro lado de la línea, pues siempre lo hacía.

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Cologne no podía sacarse de la mente el presentimiento de que algo malo estaba por ocurrir, desde hace algunos días ese sentimiento habitaba en su mente y no la dejaba estar tranquila ni un solo momento.

Generalmente cuando estos sentimientos la invaden es mejor tener precaución. Con los más de trescientos años de experiencia que tiene ha aprendido a tomar en cuenta sus corazonadas, y esto ha probado ser eficiente desde hacía muchos años ya.

El hecho de que Mousse hubiera estado molestando a Shampoo no la ayudaba a relajarse. Para tratar de quitárselo de encima su nieta lo había mojado y amarrado en la bodega trasera del restaurante y aunque esto evitó que la siguiera persiguiendo, no terminó con el escándalo que éste hacía, así que optó por amarrarle el pico también.

"Mousse tonto quedarse ahí por fastidioso" Dijo Shampoo mientras se sentaba a un lado de su abuela, el restaurante estaba vacío y era así como se había mantenido todo el día, pues muy pocos clientes habían llegado antes.

"Shampoo, cuéntame como sigue tu asunto con el Yerno, ¿ya lo convenciste de regresar a China contigo? Pregunto la matriarca.

Su nieta algo molesta contestó "No bisabuela, Shampoo no poder convencer a Airen de regresar a China con ella, ser mas terco que una mula."

Cologne sonrió "En eso tienes razón, sin embargo esto puede llegar a ser una virtud que debes de aprender a apreciar"

Shampoo por su parte dijo en mandarín *Lo se abuela, lo que pasa es que algunas veces me desespero, a veces quisiera regresar a China* la voz se le notaba un poco triste.

La anciana sintiendo algo de simpatía por su nieta pero no mostrándolo dijo *Te entiendo, esta ciudad es muy tediosa, sin embargo no podemos regresar sin tu prometido*

*Si…*

*Como sea Shampoo, he notado que últimamente no has estado entrenando como debieras, si sigues así perderás tu condición y tendré que re-entrenarte de nuevo* Dijo la anciana con un tono de seriedad.

Shampoo pensaba asentir con su abuela, pero su intención fue interrumpida por el teléfono, la matriarca se apresuró a contestar.

"Nekohanten ¿Quién habla?"

"Hola Cologne soy Nabiki, la hermana de Akane" Contestó la voz del auricular.

"Oh si, ¿En que te puedo ayudar?" Dijo la anciana secamente.

"Si, mire, lo que pasa es que alguien intentó lastimar a mi hermana Akane en la escuela, me gustaría que viniera al Hospital General, aquí le podemos explicar lo que pasó con mas detalle" Dijo Nabiki con un tono de seriedad.

"Mmmm…" Continuó Cologne "Esta bien, voy para allá."

"Gracias." Dijo Nabiki antes de cortar la llamada.

Así que mis presentimientos no eran mal infundidos… mmm… al parecer éste día será mas interesante de lo que pensé Dijo para si misma después de colgar el teléfono, se dirigió hacia su habitación y gritó "Luego regreso Shampoo, encárgate del restaurante, parece que la familia Tendo tiene problemas"

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…Ranma… espero que estés bien, ¿¡Por qué tuvo que pasar esto!? Eran los pensamientos que inundaban la mente de Akane Tendo. Su vida había sufrido un total cambio a partir de que Ranma llegó a ésta, desde el primer día que el chico apareció éste lo cambió todo, comenzando con su estilo de vida y forma de actuar, hasta, de manera indirecta, su peinado. Hoy todo había llegado muy cerca… tan cerca de terminar.

… ¿Y como salir de este problema?... será esa la única salida… Cuando al principio llegó al Dojo las cosas entre ellos no empezaron muy bien. El shock de saber que tenía que casarse con alguien que ni su propio padre conocía y que este último fue uno de los que planearon el compromiso sin tomarla en cuenta a ella, no le había permitido empezar una relación saludable como cualquier otra pareja debiera tener.

… ¿Y si regresa…?  ¿Si alguien más resulta lastimado? ¿Si cumple lo que prometió… entonces… Las tantas prometidas de Ranma que su padre irresponsablemente le consiguió solo empeoraron la situación, siempre acosándolo, siempre de tras de él tratando de atraer su atención y ganar su favor para así poder ser su esposa.

…Supongo que no me queda otra opción… Los tantos enemigos que vinieron de tras de él, retándolo, tratando de tomar venganza y hacerle daño o a competir por el simple hecho de ser el mejor. Todo esto complicó más la relación.

…Espero que me puedas perdonar… A pesar de todos esos problemas habían logrado mejorar las cosas, hasta cierto punto se volvieron más unidos y aprendieron a tener más confianza entre ellos, aunque algunas veces los celos la hicieran estallar. Todos esos hechos les ayudaron a darse cuenta de lo mucho que valen el uno para el otro.

…Oh Dios… ayúdame por favor…

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Un día aburrido y lleno de problemas como todos, ¿Por qué siempre era lo mismo para Sasuke? Todo el tiempo tener que atender a la señorita Kodachi y al Señor Tatewaki y nunca ser recompensado por su trabajo, nunca ser reconocido ni valorado. No obstante esto es su todo, ser el sirviente de la familia Kuno era lo único que había hecho en su vida y lo que su familia venía haciendo desde hace muchos años atrás. Su amo Tatewaki no había regresado de la escuela, y aunque esto lo preocupaba un poco no era nada raro, posiblemente se encontraba buscando a la "Virtuosa Akane Tendo" o a la "Chica del Cabello de Fuego" para profesarles su amor y aclamar a los cielos su belleza.

Sasuke había estado quejándose de su suerte mientras atendía y abonaba las plantas exóticas de la señorita Kuno cuando fue interrumpido por el timbre de la puerta, se limpió las manos en una toalla que tenía sobre el hombro para después apresurarse a la entrada de la mansión. En la Mansión Kuno el simple hecho de contestar la puerta representa una tarea un poco tediosa y larga, pues el tamaño de la casa te obliga a caminar por varios pasillos y salas antes de llegar a la entrada.

Después de haber caminado por algunos minutos llegó y abrió la puerta, del otro lado se encontró con un rostro familiar, sin embargo no podía recordar a quien pertenecía así que se limitó a saludar a la chica.

"Buenas tardes señorita, ¿En que puedo servirle?"

"Buenas tardes, ¿Me podría decir si aquí vive la familia Kuno?" Contestó la hermosa joven de cabello plateado al mismo tiempo que otro muchacho, al parecer su hermano gemelo, se acercaba a ella.

"Así es." continuó el ninja con un tono solemne mientras hacía una respetuosa reverencia "Esta es la casa del gran Kuno Tatewaki y su hermana la señorita Kodachi Kuno."

El otro joven que para entonces ya estaba metido en la conversación tenía una gran gota de sudor en la cabeza mientras que su hermana solo lo volteó a ver encogiendo los hombros.

"Err… si… Yo soy Meiko Ryusaki y él es mi hermano Jiro. Quisiéramos hablar con los señores si no es mucho problema" Prosiguió la chica tan respetuosamente como pudo.

"Los señores en este momento no están… pueden regresar mas tarde si gustan." Mintió Sasuke, pues Kodachi, que se encontraba (Según ella) meditando, había prohibido la entrada de cualquier persona que no fuera su querido Ranma.

El muchacho de cabello plateado hizo un gesto de disgusto y con cierto tono de molestia dijo "Mmmm… Entonces los esperaremos hasta que lleguen."

Sasuke iba a contestar a esto pero fue interrumpido amablemente por la chica.

"Creo que no nos explicamos bien, lo que mi hermano quiere decir es que somos sus primos, supongo que no hay problema si entramos para esperar su llegada."

El sirviente se estremeció un poco y por su mente pasó el hecho de que no conocía más familiares de los Kuno aparte del Director Kuno, sin embargo también se le ocurrió que la Señorita Kodachi y el Señor Tatewaki se enojarían si hacía esperar en la entrada de la puerta a sus primos, así que terminó por permitirles la entrada.

*******************

Inmediatamente después de que Kasumi terminó de hablar con su hermana llamaron un taxi para que los trajera al hospital, después de casi una hora de andar en el camino llegaron. Ryoga caminaba por los pasillos del edificio mirando a todos los enfermos y de vez en cuando tenía que ser reubicado por Kasumi para que no se perdiera, esto le traía memorias de ocasiones anteriores en el que él era el paciente y sentía escalofríos por todo el cuerpo, pues nunca se había sentido a gusto entre los médicos y enfermeras.

Minutos después de andar caminando dentro del hospital llegaron a el cuarto donde supuestamente estaba recuperándose Ranma. Akane estaba sentada afuera de la habitación en una banca metálica y se veía muy deprimida, Nabiki estaba sentada a un lado del Dr. Tofu junto con Soun y en el piso se podía ver al panda, éste último no se veía muy contento.

Akane al ver a su hermana mayor se arrojó sobre sus brazos dejando escuchar pequeños sollozos, al parecer estaba muy afectada. El chico perdido inmediatamente sintió como su corazón se hacía pedazos y se hundió en su propia depresión sin poder hacer nada por él o por la persona que tanto amaba. Después de unos minutos su tristeza se volvió odio y empezó a maldecir a Ranma silenciosamente, según él, por hacerla sufrir.

Cuando el Dr. Tofu vio a Kasumi inmediatamente se le nublaron los lentes, Nabiki notó esto y para mala fortuna de Genma lo mandó con él a la cafetería, al parecer las cosas no mejorarían para el panda. Semanas más tarde la gente del hospital todavía hablaría de las hazañas del quiropráctico y el oso panda que se doblaba como pretzel, pero esa es otra historia.

Así paso el tiempo hasta que después de unos veinte minutos salió una enfermera a avisarles que Ranma Saotome se encontraba despierto, estable y que preguntaba por Akane, inmediatamente después le siguió el Dr. Kramer y les dijo que la sustancia usada en el chico no era mas que un potente somnífero. Minutos más tarde llegó Cologne brincando sobre su bastón y todos juntos, con permiso del doctor entraron a verlo.

El cuarto era pequeño, en el centro estaba una cama en donde ya hacía Ranma recostado, se le veía muy despierto aunque un poco aturdido todavía. Akane fue la primera en entrar.

"¿Cómo te sientes Ranma?" Preguntó Akane con cierto tono de nerviosismo.

"Mejor, ¡Aunque pareciera que mi cabeza va a reventar!" Contestó Ranma mientras sonreía, volteó a ver a Ryoga que se veía a punto de arrojarse sobre él, se le ocurrió llamarlo por su apodo de P-Chan, pero no le pareció buena idea en su presente estado de salud. "Hola Ryoga"

"Hola Saotome…" Dijo Ryoga sin mucha simpatía.

 Segundos después ya todos habían entrado y se dispersaron por el cuarto, estaban un poco curiosos echándose miradas unos a otros, el primero en hablar fue Ranma con un tono algo preocupado.

"Díganme… ¿Kuno se encuentra bien?"

"Sí" Contestó Nabiki, su rostro no delataba emoción alguna "El tonto está muy débil, pero aparte de eso fuera de peligro. Perdió mucha sangre."

"Ya veo…" Dijo Ranma mirando hacia sus pies "Nadie más salió lastimado ¿Verdad?"

"No…Saotome, mas vale que nos digas que pasa aquí, no me gusta ser la última en enterarme de las cosas y esto que pasó no fue ninguno de tus amiguitos jugando a ganarte un duelo… ¡Casi matan a mi hermana!" Exclamó Nabiki, claramente se notaba el estrés en su cara. La sorpresa se notaba claramente en los rostros de las demás personas ahí presentes, pues Nabiki raramente deja caer la mascara de la Reina de Hielo.

Ranma se puso pálido, por unos segundos solo pudo ver a Nabiki en el rostro, después volteó a ver las caras de los demás notando el nerviosismo y en el caso de Ryoga el odio y el rencor.

"No tengo idea Nabiki…" Contestó "La verdad ésta es la primera vez que veo a ese sujeto. Además, no creo que fuera detrás de mi." Terminó volteando a ver a Akane.

"¡Ranma! ¡¿Cómo puedes decir eso?! ¡Siempre hay alguien detrás de ti! ¡Estoy seguro que todo esto es culpa tuya! ¡Eres un bastardo!" Gritó Ryoga sosteniendo un puño delante de el, estaba al borde de la histeria, esto hizo más visible el nerviosismo entre los ahí presentes.

"¡Tranquilízate P-Chan!" Contestó Ranma muy enfadado "No es mi culpa que esto haya pasado"

"¡ARGGGH! ¡Ranma…!" Ryoga que estaba apunto de arrojarse sobre Ranma fue interrumpido por uno de los puntos de presión de la anciana, quedó inmóvil pero conciente. Después, Soun lo colocó en una silla, todo lo que el chico pudo hacer más tarde fue echar sus miradas llenas de rencor.

"Prometido" Dijo Cologne con su voz tranquila de siempre "No se lo que ha pasado aquí y nadie se a preocupado por explicármelo, sería bueno que nos pusieran al tanto" A esto la mayoría de los presentes asintieron con la cabeza.

"Esa sería una buena idea… aunque ni yo mismo se lo que pasó. Posiblemente Akane o Nabiki estén mas enteradas." Dijo Ranma volteando a mirar a las chicas Tendo.

"Mmm… ¿Por qué no empiezas tu Ranma?, después Akane y Nabiki pueden rellenar las cosas que hayan faltado" Sugirió Soun de brazos cruzados.

"Me parece bien" Asintió Cologne.

Ranma suspiró "Está bien… creo que todo empezó cuando la maestra se dio cuenta que me había quedado dormido en su clase…"

******************** FLASHBACK ********************

Cuando la profesora Hinako descubrió a Ranma dormido en la paleta de su pupitre se enojó y aventó el borrador a su cabeza, todos los alumnos empezaron a reírse de la suerte de su compañero. Ranma, perezosamente se despertó y levantó la cara justo a tiempo para ver como la maestra, al grito de "¡DELINCUENTE!" sacaba una moneda de cinco yenes de la nada.

Él comprendiendo el peligro en el que se encontraba alcanzó a saltar mientras Gonsukugi, que intentaba ponerle en la espalda un muñeco de vodoo hecho con papel, recibió todo el impacto del "Happo Yen Setsu" quedando inmediatamente inconsciente. La maestra enojada intento su técnica dos veces mas resultando en otros dos alumnos fríos en el piso.

Ranma aprovechando la situación saltó por la ventana, desafortunadamente en ese momento Kuno iba pasando en el pasillo y chocó contra él.  Obviamente el autoproclamado samurai no lo tomó con tranquilidad.

"¡ARGHH! ¡Ranma! ¡Perro sarnoso ven acá y recibe el castigo de los dioses!"

"¡Kuno… por ahora no tengo tiempo de patearte el trasero, déjame en paz…!" Gritó Ranma mientras saltaba al patio principal.

"¡¡COBAAARDEEE!! ¡No escaparás del pilar de justicia que es Kuno Tatewaki, el Rayo Azul de la Escuela Furinkan!" Contestó Kuno mientras corría detrás de él.

Entre tanto, el desastre se dejó ver por todo el colegio, los estudiantes salieron corriendo de sus salones llenos de euforia para ver como "El Rayo Azul de la Escuela Furinkan" luchaba contra "Saotome el Hechicero" mientras que los profesores se quedaban con la boca abierta impotentes entre el alboroto.

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Akane también salió de su aula y se dirigió a la cancha de fútbol donde se escuchaban los gritos proclamando justicia de Kuno, inmediatamente notó que se había formado una caravana de alumnos alrededor de su hermana Nabiki y sus ayudantes quienes estaban recaudando las apuestas. Con un suspiro se dirigió hacia donde estaban peleando Ranma y Kuno para intentar separarlos.

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Ranma corría frenéticamente, de vez en cuando echando un vistazo hacia los lados para asegurarse de que la profesora Hinako no lo seguía, entre todo el alborotó solo escuchaba los gritos de los estudiantes que apoyaban a Kuno o a él. Después de unos segundos decidió detenerse para darle su merecido al imbécil de Kuno, pero fue interrumpido por un grito en particular que casi se confundía entre los demás.

"¡Ahhh Ranmaaaaaaaaaaaaaa!" Era Akane.

Para el chico de la trenza todo pasó en cámara lenta, su cerebro automáticamente registró lo que sucedía con Akane mientras evadía los ataques de Kuno. Un sujeto alto con pelo color gris claro, pantalón y camisa negra lanzaba golpes con lo que parecía una katana negra en dirección de Akane, esta ultima apenas si esquivaba los ataques. Fue como si su corazón se detuviera y por un segundo ella era lo único que importaba, sintió un terror tan grande que casi se quedaba congelado. Esquivando un golpe del boken de Kuno en el último segundo giró en el aire pateando al samurai en la mandíbula dejándolo a este noqueado en el piso.

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Akane estaba decidida a detener a ese par de idiotas cuando un joven que jamás antes había visto se paró en frente de ella, tenía una de sus manos en la espalda mientras la otra dentro de su bolsillo izquierdo, no parecía ser mucho mayor que su hermana Nabiki, de hecho era muy atractivo, tenía pelo corto color plateado, ojos cafés y piel clara. Él dio dos pasos hacia ella y preguntó…

"¿Eres tu la que llaman Akane Tendo?" Poseía una mirada seria, no demostraba emoción alguna.

"Sí" Contesto Akane con una sonrisa dulce "Yo soy Akane, ¿Tu como te llamas?"

El sujeto bajó un poco la vista, por un segundo pareció triste, después alzó la cabeza y contestó "Mi nombre no es importante. Akane Tendo, he venido a matarte."

La chica casi se cae al piso de la impresión, por un segundo sus piernas perdieron fuerza y le tomó un momento procesar lo que acababa de escuchar. Se sentía como en un sueño, no, una pesadilla. El joven del cabello plateado movió el brazo que tenía atrás y dejó ver una espada negra sin diseño alguno, una simple arma para matar.

"Lo siento… no es nada personal, pero es algo que tengo que hacer." Dijo nuevamente sin mostrar mucha emoción, sin embargo se podía notar la indecisión en sus ojos.

Akane simplemente dio dos pasos hacia atrás todavía muy espantada como para actuar, el sujeto asumió una posición de ataque y saltó hacía adelante dando un corte en el aire, ella desesperada saltó hacia atrás esquivándolo. El atacante siguió intentando golpearla con la katana cada vez estando mas cerca y mas rápido. Con terror Akane se dio cuenta que era muy bueno para ella, si era que iba a vivir necesitaría ayuda.

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Nabiki no podía creerlo, este día que había estado muy aburrido, hace unos minutos empezaba a dar frutos, gracias a Ranma podría sacar unos cuantos miles de yenes en menos de una hora. Ésta vez tendría dinero para comprarse no solo ese chaleco de piel que vio en el aparador en el centro comercial, sin no que también aquella computadora que tanto necesitaba. Se sentía como en el cielo, solo tenía que recoger estas apuestas y Ranma se encargaría de todo lo demás. Lastima que esos dos idiotas no armaban un alboroto de este tamaño mas seguido.

Distraída estaba pensando en la posibilidad (Muy remota) de invitar a Ranma a comer como agradecimiento en este día, cuando notó como todos sus clientes que habían apostado a favor de Kuno ponían cara de tristeza ¿Acabó todo tan rápido? se preguntó mientras volteaba a ver la pelea.

En el campo de fútbol vio como Kuno estaba tirado en el piso al parecer inconsciente, Ranma corría hacía otra dirección. Le tomó un segundo para captar todo lo que ocurría, un tipo estaba peleando con Akane, con terror se dio cuenta como el sujeto usaba una katana intentado atravesar a su hermana, esta ultima saltando, esquivando y moviéndose hacia la entrada del colegio. Nabiki no sabía mucho de artes marciales, pero una cosa si era segura, el atacante era muy bueno.

Sin esfuerzo alguno Nabiki pudo ignorar los comentarios de angustia de sus compañeros  y enfocarse en la pelea, se percató como Ranma saltó y con una patada aérea distrajo al tipo vestido de negro, éste volvió su atención hacia él ignorando a Akane por el momento.

"¡¿Estas loco?! ¡La vas a lastimar!" Preguntó Ranma muy molesto.

"Vete de aquí, este no es asunto tuyo" Contestó calmadamente el sujeto de negro.

"¡¿Qué dices?! ¿¡Que me valla?! ¡Claro que es asunto mío, ella es mi amiga!" Grito el chico de la trenza mas alterado aún.

Akane solo miraba en shock.

"Te lo advierto, si no te olvidas de esto podrías pagarlo muy caro. No tengo nada contra de ti, esto lo que tengo que hacer y si intervienes me veré forzado a quitarte de mi camino."

Ranma sin decir más saltó hacia el atacante dando patadas aéreas, el otro joven simplemente esquivaba, bloqueaba y contraatacaba.

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Ranma estaba en apuros, éste tipo era muy rápido y tenía la ventaja con su katana, no se podía descuidar un solo segundo, pues el distraerse podía costarle más de lo que estaba dispuesto a pagar. Tenía que encontrar la forma de vencerlo o sería el final no solo para él, si no también para Akane.

Estuvieron luchando por algunos minutos y todo parecía estar muy parejo para ambos, los demás estudiantes ya habían empezado a huir atemorizados por el show que estaban viendo, ambos peleadores moviéndose a velocidades tan rápidas que tenían dificultad para ver lo que ocurría, dos paredes ya habían sido derrumbadas por los "Rugidos del Tigre" de Ranma y muchos otros árboles sucumbieron ante la espada del peleador de negro. La entrada de la escuela estaba hecha un campo de batalla, pedazos de concreto regados por todo el frente.

En una de esas ocasiones en las que se acercaron Ranma se preparó para usar la "Técnica de las Castañas", se veía cansado, su camisa tenía cortes en varios lugares y sus pantalones no eran la excepción, ambos peleadores saltaron y en el aire se encontraron.

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Akane no podía creer lo que veían sus ojos Ranma estaba dando todo de él, y sin duda el otro sujeto también. Tenía muy poco tiempo a que habían empezado a pelear y los dos ya estaban agotados, el hombre de negro había perdido su camisa y estaba muy golpeado.

Ambos saltaron y chocaron en el aire…

"¡¡¡TECNICA DE LAS CASTAÑAS!!!"

Lo siguiente que Akane pudo ver fue a ambos peleadores caer al piso, sin duda el de negro había recibido todo el poder de la técnica de las castañas pero Ranma también estaba lastimado, en su pierna izquierda tenía una cortada al parecer muy grande.

"¡RANMAAA NOOOO!" Grito Akane con desesperación mientras se acercaba para ver si estaba bien.

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Ranma sintió un ardor terrible en su pierna izquierda, al momento que calló en el piso notó la sangre correr. Por un segundo pensó que le había cortado alguna artería principal, afortunadamente después de revisar con más detalle noto que solo era superficial, tenía de largo unos veinte centímetros, pero la profundidad era mínima. Su enemigo debería de estar agotado, esa ultima vez recibió todos los 257 golpes de la técnica de las castañas, suficiente incluso para derrotar a Ryoga y por lo que había visto tanto el chico perdido como el sujeto de negro eran igual de fuertes, aunque en definitiva Ryoga tiene mas resistencia a los golpes.

Cuando por fin pudo salir del shock y controlar su dolor notó con terror como su enemigo estaba de pié y corriendo hacia Akane, al poner un poco más de atención vio como unos diminutos cristales caían de sus negras ropas, era extraño pero no tenía tiempo para pensar en ello, intentó levantarse y se percató de que no lo lograría… No podría salvar a Akane.

"¡¡¡AKAAANEEEE!!!"

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Nabiki vio como el asesino corría hacia su hermana con la espada en mano, Ranma no se levantaba del piso y Akane estaba demasiado preocupada por su prometido como para darse cuenta.

"¡¡Akane cuidado!!" Grito Nabiki aterrorizada pero ésta no la escuchó.

Todo parecía perdido para la menor de las hijas Tendo, Nabiki no pudo contener las lágrimas y sin importarle nada más, se echo a correr en dirección de Akane, sabía que no lo lograría pero eso no la detuvo. Entre la confusión se percató de que algo… o alguien  chocó contra el chico del cabello plateado, éste salió volando y calló al piso a varios metros de donde se encontraba unos momentos antes. Después de un segundo vio a Kuno parado con su espada de madera en mano en una posición de ataque. Akane corrió hacia Ranma.

"¡¡Te has atrevido a levantar una mano en contra de Akane Tendo!! ¡¡Kuno Tatewaki, el Rayo Azul de la Escuela Furinkan te hará pagar!!" Gritó Kuno mientras hacía una pose dramática.

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Akane se arrodilló a un lado de Ranma y se percató de la herida que tenía en la pierna izquierda, al parecer no era tan grave como creía.

"¿Ranma, estás bien? Preguntó angustiada, todavía tenía lágrimas en los ojos.

"Si Akane, solo fue un rosón ¿Y tú? " Dijo Ranma revisando a Akane, no notó que estuviera lastimada, al menos no físicamente.

"Ranma yo…" La pelea que acababa de empezar entre Kuno y el hombre de negro no los dejó terminar.

Kuno estaba peleando muy valientemente, sin embargo no era competencia para el otro guerrero, después de esquivar los primeros ataques de Kuno, el otro lo agarró, con la empuñadura de su espada lo golpeó en la espalda, después se encogió, con un gran salto lo aventó hacía arriba y antes de que empezara a caer le dio cerca de 70 patadas para rematarlo con un golpe en el pecho. Kuno quedó inconsciente en el piso.

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Ranma se levantó como pudo, todo el cuerpo le dolía, sin embargo su enemigo estaba en las mismas condiciones, no parecía quedarle mucha energía, simplemente tenía que aguantar un poco más y ya después vería. Estaba sorprendido por lo que Kuno acababa de hacer, había salvado a Akane aunque después recibió su paliza. No pudo si no sentirse agradecido al iluso samurai. Cuando volteó a mirarlo al piso quedó algo preocupado al ver la herida que tenía en su costado izquierdo, Kuno necesitaba ayuda, pronto desangraría hasta morir.

"¡Nabiki llama una ambulancia!" Gritó Ranma mientras se limpiaba el sudor de la frente con su mano izquierda.

El sujeto de negro estaba jadeando pesadamente, tenía agarrada la katana con las dos manos y en su mirada se veía la indecisión, ¿Sería temor u otra cosa?

Ranma corrió hacia donde estaba su enemigo preparado para hacer una vez más la técnica de las castañas, estaba seguro que no resistiría ni la mitad de los golpes esta vez. El otro sujeto se preparo con su katana y asumió una posición de defensa.

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Todo ocurrió en menos de un segundo, sin embargo entre la confusión se sintió como si fueran horas. Akane vio como Ranma corrió hacia su atacante, saltó y después solo se pudo ver una cortina de humo. Un segundo después el sujeto de negro salió de entre la espesa niebla corriendo hacía ella, la tomó por sorpresa y con una patada en el pecho salió volando hacia atrás.

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Estaba a punto de llegar a su objetivo cuando el humo empezó a salir de quien sabe donde, Ranma sintió asfixiarse y calló al piso, poco después recibió una terrible patada en el abdomen, la cual lo dejó sin aliento. Un segundo después cuando quiso recuperar el aire sintió como si los pulmones le fueran a estallar, los ojos irritados le empezaron a llorar y poco a poco empezó a sentir que perdía el conocimiento. La oscuridad llegó a él, lo último que escuchó fue un grito de Akane y lo último que sintió fue el horror y la desesperación de fallarle a la mujer que tanto amaba.

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Nabiki había llamado al hospital para que enviaran la ambulancia, regresaba corriendo a ver que había pasado con sus amigos cuando vio a Akane tirada en el piso, a un lado de ella estaba el sujeto de negro parado y sosteniendo el filo de la katana en el cuello de su hermana. Nabiki Tendo aterrorizada se echo a correr hacía ellos sabiendo que llegaría muy tarde, y si llegaba a tiempo ¿Qué podría hacer ella para defenderse o defender a su hermana? Realmente no lo sabía pero de todas maneras lo intentaría, le costara lo que le costara.

Después de correr durante unos segundos que a ella le parecieron una eternidad llegó a unos pasos de donde estaban ellos. Recogió del piso su boken de Kuno y tomó una posición de combate.

"¡Retírate de mi hermana maldito!" Gritó Nabiki mientras sostenía el boken con sus temblorosas manos.

"¡Nabiki corre vete de aquí! ¡No tienes que hacer esto solo corre…!" Exclamó Akane mientras lloraba aterrorizada.

"¡NO… Akane no te dejaré sola!"

"¡Nabiki vete por favor vete…!"

El hombre del cabello plateado solo estaba parado viendo a Akane y a su hermana sin expresión alguna, Nabiki no pudo más y calló de rodillas llorando mirando hacia el suelo y sintiéndose indefensa como nunca en la vida.

"Por favor… no le hagas nada a mi hermana… te lo suplico" Imploraba Nabiki.

Él solo acercó sus labios a los oídos de Akane y susurró unas palabras que Nabiki no pudo escuchar, se separó de ella, alejó su katana del cuello de la chica y dio la media vuelta desapareciendo detrás de las puertas del colegio.

******************* FIN DEL FLASHBACK ********************

"… y así fue como terminó" Dijo Nabiki limpiándose las lagrimas de la cara, el recontar los acontecimientos le había costado mas de lo que se hubiera imaginado.

"¿Simplemente se fue sin decir o hacer nada? ¿Después de toda esa destrucción?" Preguntó Soun, se veía algo preocupado pero aliviado de tener a sus hijas con él.

"Si Papá. Yo también estoy sorprendida… pensé que todo había acabado para mi…" Contestó Akane también limpiándose la cara con la manga de su playera mientras Kasumi la abrazaba más fuerte aún.

"Akane… ¿Se puede saber que fue lo que te susurró al oído el extraño? Dijo Cologne, mientras los demás miraban a Akane con curiosidad.

"Uh… yo…"

Fin del PRIMER CAPITULO.

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VERSION 2.00

27 de Abril del 2002

Aquí está el primer capitulo de "La Hermandad", espero que les haya gustado y por favor envíenme sus comentarios y criticas a la dirección de abajo. Tan pronto como pueda empezaré a trabajar en el siguiente.

Edward Masters (RBB)

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