Magic Spirits.

Un día fenomenal.

(capítulo 2).

Crated by: Joe and Celebi the time travelers.

Desde la ventana de su cuarto, un chico con gabardina negra y lentes de sol observa la batalla entre dos entrenadores pokémon desde el segundo piso de su cuarto.

–¡¡¡Chikorita, hojas navaja!!! –decía un chico de unos once años, mientras apunta en dirección al pokémon opuesto.

–No tan rápido, ¡¡¡Kecleon, usa tu habilidad de cambio de color!!!.

–Kec (ok).

El Kecleon cambia de colores, su cuerpo adquiere tonalidades rojas, azules, verdes, amarillas, hasta que desaparece totalmente haciéndose invisible.

–Ahora si no puedes ver a mi Kecleon ¿verdad? –decía un entrenador con gorra azul y cabello castaño.

–¡¡¡Kecleon, usa tu embestida!!!.

Se oye un sonido que se sabe que es un gemido del pokémon Kecleon. El Chikorita cae al suelo, y da vueltas en el piso algo aturdido y confundido, en efecto, el Kecleon lo estaba embistiendo.

–¿Pero qué diablos está pasando? –pregunta el entrenador rubio con coraje.

–Deberías saber que mi Kecleon puede camuflarse.

–¡¡¡Chikorita, usa tu somnífero!!! –ordena el entrenador de gorra.

–Chii kooo riiii.

–¡¡Rápido Kecleon, ¡¡aléjate!!.

–Kec.

–¡¡¡Kecleon, usa rasguños furiosos!!!.

–¡¡¡Kec!!! –afirma el pokémon camuflado.

El pokémon de forma invisible se dirige al Chikorita que es despiadadamente rasguñado.

Las espirales en los ojos de Chikorita aparecen indicando que el pokémon ha quedado inhabilitado.

El entrenador furioso corre a recoger a su pokémon, mientras dice:

–Tramposo, eso no fue justo, ¿cómo vamos atacar a tu pokémon si no lo podemos ver?.

–esas son las habilidades que posee mi pokémon, así es que no estamos haciendo trampa.

El chico que observaba la batalla desde la ventana del segundo piso baja y retando al entrenador de cabello color castaño dice:

–¡¡¡Patético!!!. ¡¡¡Hazte a un lado y observa como se hace!!! –dice dirigiéndose al entrenador del Chikorita.

–¡¡¡Pokébola, veee!!! –dice con voz ruda, mientras de su pokébola un rarísimo e inusual Dragonair sale.

–¡¡¡Es genial!!!, ¿dónde conseguiste ese pokémon? –pregunta el chico del Kecleon.

–No preguntes y prepárate para la batalla –dice el entrenador.

–Kecleon, ¿listo?.

–Kec (sí) –responde el pokémon con gracia.

–¡¡¡Dragonair, hiper rayo!!! –dice el misterioso chico, mientras su pokémon emitiendo un sonido abre la boca y un rayo dorado es disparado hacia el Kecleon antes de que este pueda repetir su nombre.

–Creo que tu pokémon está vencido –dice el entrenador, mientras emite una risa fría y despiadada.

El dueño del Kecleon aun tiene la boca abierta del asombro, luego regresa a su pokébola al pokémon.

–Aiiiir... emite un sonido el Dragonair.

El Dragonair cariñoso se dirige a su entrenador, mientras este le acaricia la cabeza, el pokémon dragón cierra los ojos y se enrolla en el cuerpo del chico en señal de amistad.

El pokémon dragón y el chico se alejan, subiendo a su cuarto, donde nadie los puede ver, el entrenador de gabardina negra dice:

–Ahora sí ¡¡¡Dragonair, preevoluciona!!!.

Un brillo blanco cubre al Dragonair mientras este raramente vuelve a su forma de Dratini.

–Eso fue fácil, hasta en tu forma de preevolución lo hubieras vencido.

–Draaaa –grita el pequeño dragón en forma tierna.

***

Un chico corre en la oscuridad mientras es perseguido por un misterioso pokémon blanco y cola morada, el pokémon en sus manos crea una esfera negra, que es disparada al chico. El rayo choca con la espalda del muchacho, causándole heridas dolorosas, el chico comienza a sangrar, su Eevee se acerca a él y con tristeza comienza a lamer la mejilla del chico entonces...

El entrenador despierta de su sueño, mientras el Eevee le lame la mejilla para despertarlo, el chico sabe que eso fue un sueño, por lo que suspira de alivio.

–Gracias por despertarme Eevee, o ahorita ese pokémon extraño me habría matado.

–Uuii (-_-U).

De pronto...

Ring... ring... ring... el molesto teléfono interrumpe su descanso.

–¡Chris, contesta! –Ordena una voz femenina, que al parecer es la madre del chico.

El chico se levanta de la cama y toma el teléfono.

–¡Hola chris, ¿cómo amaneciste? –dice una voz muy animada.

–¿Eres Kitty? –pregunta Chris un poco extrañado.

–Sí, la verdad, te llamo para decirte que estás invitado a venir a mi casa hoy a las tres de la tarde, ya llamé a Ai y a Michelle, quiero que conozcas mi casa, ¡ah! trae a tus pokémon contigo, ah, también tu pokédex, pokénav y pokégear, mi papá quiere regalarles unas aplicaciones actualizadas para esos aditamentos.

–¡¡¡Oh, genial!!! la verdad tengo ganas de ir a tu casa para conocerte más, y puedo llevar a mis pokémon que bueno. Está bien, entonces nos vemos allá –dice Chris.

–Sí, adiós, te espero con ansias –se despide la chica, mientras Chris cuelga el teléfono.

Dos horas pasan, en lo que Chris desayuna y se baña.

–Hoy tengo que bañarlos, perfumarlos y asearlos, tenemos que dar muy buena apariencia en esa casa –le dice a sus compañeros pokémon –. Bueno Eevee comienzo contigo –llenando una pequeña cubeta de agua tibia, moja completamente al pokémon evolutivo, para luego enjabonarlo con un shampoo con fragancia de Chikorita.

–Te voy a secar con la secadora de mi mamá –le dice al Eevee.

–Es tu turno Sneasel.

–Sneeaa.... –comenta el pokémon en tono emocionado.

El entrenador repite la misma operación que con Eevee, solo que a Sneasel le encantaba chapotear en el agua mojar a todos los que estuvieran cerca.

El pokémon comadreja (por así decirlo) empieza a tragar un poco del shampoo con fragancia Chikorita (marca poke-acme), y de su boca salen burbujas de color rosa y le da un ataque de hipo a la criatura azul, tan incontrolable, que el baño comienza a llenarse de burbujas.

–Oye Sneasel, parece que aprendiste el ataque rayo burbuja.

–Snea... hip... sel... hip (sí… hip... ja ja... hip) ^_^

Todos comienzan a reír.

El último pokémon en ser aseado (o más específico, pulido), fue Skarmory, ya que su piel de metal evita el contacto con el agua (creo que ya lo saben), así que fue limpiado con una esponja para zapatos y una suave brocha, removiendo todo el polvo que había en su piel.

Sus pokémon fueron rociados uno por uno con fragancia de Chikorita.

Los pokémon una vez teniendo un aspecto presentable, fueron metidos a sus pokébolas.

–Usaré los go-goggles que me regaló mi papá cuando fue a Hoenn –dice el chico, mientras se los ajusta en la cabeza.

–Ah mi pokénav, pokédex y pokégear –dice mientras se coloca el pokénavigator en la cintura, el pokégear en la mano izquierda (como un reloj) y el pokédex en el bolsillo derecho de su pantalón.

–También mis guantes –dice mientras se pone sus guantes negros (estilo Ash).

–¡¡¡MAMÁ!!! Voy a la casa de Kitty, la amiga que te platiqué –dice el chico bajando de tono su voz al acercarse con su mamá.

–Está bien, pero no regreses muy noche.

–No te preocupes mamá –dice esperando en su cuarto, a que el chofer de Kitty llegara.

–Estoy impaciente, ¿cómo será la casa de Kitty, ojalá ella no tenga toques muy refinados, aunque cuando la conocí me pareció muy buena chica.

–Uuii ui uiii (no te preocupes Chris).

–Mareeeeep Mareeep (todo va a salir bien).

–Snea... sel... snea (solo ten confianza).

–Skaaar skaaar mory skaar skaar skar skar(no trates de dar muy buena apariencia y no te pongas nervioso, porque sino todo va a salir mal).

–Gracias chicos son muy buenos amigos, los quiero en realidad –abraza a sus seis pokémon con cordialidad y cariño.

El timbre de la casa se oye...

–Chris, vienen por ti.

 –Buenas tardes, señor –dice la mamá de Chris haciendo una reverencia al chofer.

–Buenas tardes señor –el chico también hace una reverencia, mientras el chofer le contesta con una sonrisa.

Chris sube la limosina.

***

Vamos Pichu... –decía una entrenadora, con el ratón eléctrico en su hombro.

–En realidad, las clases de fin de semana en la escuela fueron difíciles hoy, la verdad no quisiera estar en una escuela tan estricta, me siento muy cansada –charla con su pokémon.

–Pichu pi (no te preocupes) –dice el pokémon sintiendo lo mismo que su entrenadora.

Frente a ellos una criatura amarilla parecida a un tigre enorme pasa corriendo y levanta polvo.

–¿Qué rayos fue eso? –dice atónita.

–Pichu.

El pokénav, pokédex y pokégear de la chica comienza a brillar.

La humana de top negro y una minifalda escolar azul, guantes (estilo Ash) de color azul y un saco blanco sigue su camino, pensando que aquella cosa había sido producto de su imaginación ya que el hambre, el sueño y el cansancio controlaban su mente y cuerpo por las agotadoras clases de fin de semana que ofrecían en la escuela Wind of North.

***

–Ya llegamos...

Anuncia el chofer, mientras la puerta en el compartimiento de Chris se abre, para dejar salir a este.

El chico se asombra al ver la enorme mansión, en la que vivía su amiga, la cual era de un color blanco, tenía miles de ventanas, y balcones adornados con plantas, tenía dos, tres y hasta cuatro pisos, el estilo era un poco rústico, que la hacía verse hermosa, los jardines eran enormes también, adornados con todo tipo de vegetación. Algunos sirvientes regaban las flores en el instante en el que Chris recorría el extenso pasillo que finalizaba en una puerta grande de cristal.

Una voz chillona retumbó detrás de Chris.

–¡¡¡HOOOOLAAAA!!!.

–Hola Ai y Michelle ¿cómo están?.

–Muy bien –contesta Ai.

Chris dirige su vista hacia abajo, y ve que Michelle porta una canasta de día de campo.

–¿Qué traes allí? –cuestiona Chris.

–Ah, esto, son unas galletas que horneó mi mamá, están ¡¡¡DELICIOSAS!!! –exagera la voz la chica de cabello negro.

–Si gustan proseguir con el recorrido –propone el mayordomo que los llevaría hasta la entrada de la casa.

–Ah, claro –dice el muchacho.

Los tres chicos y el mayordomo caminan siguiendo el gran pasillo, para entrar a la casa.

–¿Trajeron sus pokémon? –habla Chris.

–Ah sí –dicen las chicas a coro mostrando sus tres pokébolas cada una.

–Por fin llegamos, pueden entrar –dice el mayordomo mientras abre la puerta corrediza de cristal.

–Esperen mientras la señorita Kitty viene a recibirlos.

Los chicos aguardan en el vestíbulo, mientras las platicas y risas no faltan, ya que cuentan sus experiencias en días anteriores.

Luego de siete minutos...

–Hola chicos, ¿cómo han estado? –saluda amablemente Kitty cerrando los ojos.

Bueno, hoy vamos a desayunar en el comedor, y luego la comida va a ser en el patio –les parece bien? –pregunta Kitty.

–Claro –contesta Chris.

–Creo que Tamao no está muy contenta –dice Ai señalando a la chica que estaba recargada en la pared con los brazos cruzados y ojos cerrados, en forma arrogante.

–Hola Tamao –saluda Michelle.

Tamao en ese momento llevaba el tarje parecido a el de Kari en digimon 2, sólo que en color amarillo. 

–No me hables... –dice la chica un poco molesta.

–No te preocupes, ya se le pasará –dice Kitty con los ojos cerrados y moviendo la mano derecha de arriba hacia abajo.

–Tamao por favor no seas grosera –le dice Kitty a la chica de vestimenta amarilla en tono discreto.

–¿Cómo quieres que me comporte? así soy yo y nadie me puede cambiar –dice más molesta aun.

–Bueno, haremos algunos pokéblocks para sus pokémon, sáquenlos de sus pokébolas.

Todos los entrenadores comienzan a lanzar pokébolas, de las cuales salen algunos pokémon hermosos y poderosos.

Chris dijo:

–¡¡Sal Eevee!!.

–¡¡Uii!! –el pokémon evolutivo se estira, en señal de descanso, luego mueve la cola y pone una sonrisa luego de salir de allí.

–¡¡Smoothie vee!!.

Todos se preguntan –¿Smoothie? –cuando un Mareep es el que evacua el objeto esférico 

–¡¡Mareeeep!!.

La oveja comienza a balar y a brincar, mientras corre junto a su entrenador posándose en sus piernas.

–¡¡Sneasel, es tu turno!!.

–¡¡Sneeaa!!.

El pokémon pone una cara cómica luego que sale y empieza a hacer gracias para alentar a las chicas (algo así como el Golduck de la serie).

–¡¡Skarmory, yo te elijo!!.

–¡¡Skaaaar!!.

Skarmory extiende sus alas y grita, repitiendo su nombre una y otra vez.

–¡¡Scyther vee!!.

–¡¡Scyther!!.

El Scyther se cruza de brazos y se para a un lado de Chris.

–¡¡Xatu veee!!.

–¡Xatu tu!!.

Xatu extiende sus alas y se posa también aun lado de Chris con una actitud seria, como si estuviera viendo el futuro.

Luego Ai lanza las seis pokébolas que contienen a sus pokémon.

–¡¡Zangoose vee!!.

La chica lanza una pokébola en donde sale un pokémon blanco que al parecer es un gato con enormes garras, y con cara de malo.

Todos se preguntan –¿Zangoose?.

Luego comienzan a consultar en sus pokédex.

–Zangoose, el pokémon de garras grandes. Cuando está parado en dos patas, es señal inequívoca de que va a  atacar. Sus enormes garra pueden destruir lo que sea.

Con cara de asombro todos ven que Ai sigue lanzando sus pokébolas.

–¡¡¡Meowth, yo te elijo!!! –la chica de cabello castaño carga al pokémon gato quien gustoso la abraza.

–¡¡¡Plusle veee!!! –el pokémon parecido a Pichu repite su nombre y corre junto a su entrenadora.

Kitty comienza a sacar a sus pokémon

–¡¡Abra, sal! –dice Kitty mientras el pokémon psíquico se materializa del rayo rojo de la pokébola, y aparece dormido y sentado con una burbuja de flujo nasal (moco) en la nariz, que se agranda y se empequeñece según inhala o exhala.

–¡¡¡Whismur, es tu turno!!! –dice la chica lanzando la pokébola.

El pokémon rosa con ojos de asterisco comienza a cantar con voz tan potente que aturde a todos y quiebra los vidrios de las ventanas más cercanas, hasta que Kitty le dice que baje el volumen.

–¡¡Skitty, saaal!!! –un pokémon extremadamente hermoso sale de la pokébola maullando y tallándose en las piernas de su entrenadora y ronronea como un gato.

El pokémon es analizado por el pokédex, mientras algo en esa felina llama la atención de Chris.

Michelle luego de ver los pokémon de los demás saca los suyos de las pokébolas.

–¡¡¡Saal Minun!!! –grita la chica.

El pokémon luego de saludar a su entrenadora, ve a Plusle y comienza a brincar y a generar chispas eléctricas, que alcanzan a todos dejándolos un poco rostizados.

Michelle luego saca a un Clefairy, todos comienzan a acariciarlo y a apretarle los cachetes, hasta que este desesperado hace un metrónomo que genera una descarga eléctrica, alejando a todos de allí.

–¡¡Jigglypuff, es tu turno!! –el pokémon comienza a cantar, cuando el Whismur de Kitty se da cuenta, este también decide cantar, la pareja de artistas empieza a pelear al descubrir que no pueden formar un coro, ya que sus voces no son compatibles, Jigglypuff comienza a cachetear a Whismur, quien hace lo mismo tratando de derribar a Jigglypuff.

–Jigglyyy... puff... puff...

–Whiiiiiiiii.....

Las entrenadoras interrumpen la pelea de estos dos pokémon.

Tamao saca a sus pokémon.

–¡¡¡Oddish, yo te elijo!!! –arroja la pokébola la entrenadora, de forma ruda.

El pokémon azul comienza a saltar y a mover las hojas de su cabeza, y lanza un polvo rosa, que hace que el ambiente adquiera un aroma agradable.

–Buen trabajo Oddish –felicita la entrenadora.

–Es muy noble tu Oddish –dice Chris.

 –No pedí tu opinión –responde la entrenadora Tamao.

–¡Grosera! –dice Chris.

–¡¡¡Ponyta, yo te elijo!!! –arroja otra pokébola, de la cual un hermoso Ponyta de flamas carmín sale.

–¡¡Elekid, saal!! –el pokémon eléctrico genera electricidad para asombrar a Plusle y Minun en cuanto los ve.

–Kiiid.

–¡¡Swinub, es tu turno!! –el pokémon sale, pero sigue durmiendo con una burbuja de moco en la nariz.

–Swi... nuub... swi…nuuub… (snore... fiu... snore… fiu…).

–¡Vengan a la cocina! –dice Kitty–. Juntos haremos los pokéblocks con el mezclador de berries.

Los cinco chicos, caminan en dirección a la cocina, llevándose la sorpresa al llegar allí que era la segunda cocina que recorrían.

–Lo que pasa es que la que vimos hace un momento fue la cocina de los trabajadores de la casa –aclara Kitty.

Al introducir unas cuantas berries en el mezclador, Kitty echó a andar el aparato. Las berries eran fusionadas y convertidas en el dulce de fruta preferido por los pokémon, un pokéblock.

–¡¡¡Están listos!!! –anuncia Kitty. Los pokémon responden con bullicios y gritos y Saltos De gusto.

Cada uno de los pokémon comienzan a saborear aquellos deliciosos dulces nutritivos.

Luego de desayunar los chicos salen al patio, bello pasto cubría aquella zona en donde las flores permitían ver la hermosura de aquel terreno. Los cinco chicos se echaron en el pasto, respirando el aire saludable que cubría aquella atmósfera de tranquilidad y relajamiento.

Extendieron la manta que parecía un tablero de ajedrez, sólo que de color rojo en lugar de negro, los platos fueron servidos con manjares exquisitos, sandwiches de jamón y queso amarillo estaban situados en el plato de en medio. El pastel de chocolate, que seria servido para el postre, estaba a un lado del plato de emparedados, las galletas horneadas por la mamá de Michelle yacían al lado de ella.

Los bullicios reinaban aquel lugar al igual que las risas, la mirada de prepotencia de Tamao estaba dirigida hacia Chris, quien le respondía con una mirada amenazadora.

Luego de unos minutos ya no quedaba ni las migajas de aquel pastel, y ningún sándwich en aquel plato grande.

Lo único que faltaban eran las galleta que tanto presumía Michelle.

–Michelle guardamos un lugar en nuestro estómago para tus galletas –dice Kitty.

–Sí, presumes tanto que esas galletas saben deliciosas que ya me imagino cuando las pruebe, me van a encantar –dice Chris sobándose la panza de tanto comer.

–Está bien –dice la chica un poco nerviosa –. Aquí están –las ofrece ella.

Todos les dan la primera mordida a las galletas, cuando se detienen siendo observados por Michelle, ponen una cara terrible cuando Chris dice:

–Ja, sólo estábamos bromeando, saben muy ricas.

–Mmm... mmm...

Murmuran todos cuando las prueban.

–Vamos a ponerles un poco de miel –propone Ai.

–Está bien –dicen todos mientras untan las galletas con una poca de miel de abeja preparada.

Todos comienzan a devorar las galletas rápidamente.

A lo lejos se comienza a oír un zumbido extraño, que capta la atención de todos.

–¿Qué diablos es eso –dice Tamao.

Unos extraños Beedrills aparecen acercándose a las galletas de Michelle cubiertas de miel.

Algunos comienzan a atacar a nuestros cinco amigos.

Chris enfadado llama a su Eevee, que estaba descansando adentro de la casa, para que combata a los pokémon.

–¡¡¡Vamos, Eevee, detén a esos pokémon!!! –grita Chris con valentía ante el amenazante ataque de los pokémon abeja.

–Uiiii.

En eso Chris inserta su poké-e-reader en la ranura del pokénav y sacando una de las cartas de su bolsillo dice:

–¡¡¡Insertar carta... Conexión "v" de Velocidad... ¡¡¡AGILIDAD DE PIKACHU!!! –el pokémon evolutivo comienza a correr en círculos a grandes velocidades, pareciera que muchos Eevee han aparecido allí, pero sólo era el espejismo que dejaba aquel veloz ataque de Pikachu, puesto en el cuerpo de un Eevee.

–OOHHH –todos tenían cara de asombro.

 –¡¡¡Cambio de carta!!!... Conexión "A" de Ataque... ¡¡¡AGUJAS MISIL DE JOLTEON!!! –el pelo de Eevee comienza a erizarse, cuando llega a un punto en que este se solidifica, formando agujas puntiagudas, el ataque es disparado hacia los pokémon recolectores de miel, cuando estos son atravesados por algunas agujas del cuerpo de Eevee, heridos, pero no de gravedad, comienzan a huir de allí.

Los cinco amigos comienzan a festejar, la hazaña del único chico del grupo y su pokémon.

El poké-e-reader y el pokénav de Chris comienza a brillar. La luz forma una columna que al parecer atraviesa las nubes.

La columna desaparece luego de algún tiempo, mientras todos asombrados aun miran al cielo.

–Qué manera de manejar las cartas Chris, eres muy bueno –halaga Kitty.

–Gracias... –dice Chris un poco sonrojado y con la mano  derecha tocándose la parte de atrás de la cabeza.

–No sabían que él es el campeón regional –dice Ai -.Quedó en primer lugar, porque venció a todos en esta ciudad.

–No es para tanto... –dice Chris aun más sonrojado.

–Pues yo soy la campeona estatal –dice Tamao con los brazos cruzados y en tono presumido.

–Ah, es cierto, Tamao les ganó a todos en el campeonato –dice Kitty.

–Yo no pude seguir participando en el concurso luego de vencer a todos en la región, porque salí de la ciudad de urgencia.

–Estoy segura que hubieras ganado en todo el país Chris –dice la animadora voz de Kitty.

Mientras Tamao se pone un poco celosa.

–Te reto a un juego de poké cartas –desafía Tamao.

–Acepto... –dice decididamente Chris.

–Creo que eso tendrá que ser en otro día –interrumpe Michelle–. Ya está apunto de ponerse el sol, y tenemos que llegar antes de que oscurezca, fue la advertencia de mi mamá cuando le pedí permiso –dice nuevamente Michelle.

–Es cierto, tengo que llegar temprano a mi casa yo también –dice Ai.

–Vamos, sólo un rato, una batallita chiquita o pequeña que no quita nada de tiempo ¿sí? –suplica Chris a Michelle casi arrodillado.

–Cómo quieras, pero luego mi mamá no me va a volver a dejar venir de nuevo –replica Michelle.

–Oh está bien, luego lo haremos... –dice el chico, mientras las manos de Tamao y él dan una palmada de amistad.

–Siento que mi papá no haya llegado para que actualice sus aditamentos pokémon, pero si quieren dejármelos aquí y yo le aviso –dice la chica.

–Oh, está bien –afirman todos.

Kitty y Chris se estrechan las manos, parta despedirse, mientras el sol tras ellos se pone en forma hermosa.

FIN del capítulo...

--------------------------

Ah!!! Me encantó hacer este capítulo, ojalá les haya gustado.

Dudas? Comentarios? Críticas? Manda un mail a: slave4u99(arroba, por alguna razón no la pude poner) hotmail.com.

See ya later...