Capítulo 10: El malvado monstruo.

Mientras Ai, Tamao y Chris duermen en sus reconfortantes camas y Ashley y Cole se encuentran inconscientes recuperando su energía una gran columna de luz se estrella en la superficie de la tierra.

El poke-analizer de cada uno de los chicos comienza a emitir un sonido de alarma, pero ellos no se despiertan ni con dicho pillido.

Al desaparecer la columna una capa de niebla comienza a dispersarse, un poke-huevo verde aparece, mientras que un ser se desarrolla en el interior del cascarón.

***

—¡Pidgey Pidgey!.

Una mañana quieta, Chris se talla sus ojos y se estira, al mismo tiempo en que bosteza.

—¡Chris, ya está el desayuno!.

—Allí voy mamá —contesta el chico un poco adormecido.

Los Kido se reúnen en la mesa para tomar sus "sagrados alimentos".

—Amor ¿no has escuchado en las noticias? —le dice la mamá de Chris a su esposo.

—¿Qué cosa cariño?.

—Que un monstruo ha estado destruyendo nuestra ciudad, también decían que ahora que el rayo de luz chocó en el desierto trajo a seres y espíritus del otro mundo, hasta los sacerdotes dicen que son los mismos monstruos que mencionan en el Apocalipsis.

—¿Enserio? —pregunta algo intrigado.

—Hay mamá no vas a creer esas estupideces que mencionan en las noticias, son puros cuetos para asustar a los televidentes, no te creas todo lo que te dicen en la tele —dice Chris.

—¿Cómo que son puros cuentos? Entonces tú puedes explicarme todo lo que ha sucedido últimamente —regaña.

—Bueno no, pero...

—Pero nada y ya cómete tu desayuno antes de que se enfríe.

Luego de un rato...

—Chris... Chris...

—¿Alguien está hablando en mi mente?

—Sí, soy yo Isis, el monstruo del que hablaban tus padres es uno que vino del reino del pasado, lo tienen que encontrar antes de que siga destruyendo la ciudad ya que su energía no puede ser rastreada.

—Oh, pero... explícame eso, estabas escuchando nuestra conversación.

—No exactamente.

—No lo vuelvas a hacer —dice Chris molesto.

***

—...Y eso fue lo que me dijo, Ai —dice Chris hablando por teléfono con su amiga.

—¿Ya le hablaste a Tamao?.

—Sí, viene en veinte minutos, así es que tienes que estar aquí a más tardar en media hora, tenemos que encontrar al monstruo.

 —Está bien, adiós.

***

Los destinados tendrán que trabajar en equipo y funcionar como uno solo, uniendo cuerpo, mente y espíritu.

***

DING-DONG

La puerta en casa de Chris suena.

—Yo voy mamá —dice—. Hola Tamao pasa.

—Bueno, traje a todos mis pokémon conmigo, ¿ahora sí me vas a decir qué vamos a hacer? —pregunta la chica.

—Sí, ven —Chris la toma de a mano, mientras esta se sonroja.

—Nos esconderemos de Ai.

—Esa es una actitud infantil —reprocha la chica.

—Como sea, vamos.

Los chicos se esconden en el cuarto de limpieza.

DING-DONG

De nuevo el timbre se escucha, la madre de Chris va a abrir.

—Hola señora Kido ¿está su hijo? —saluda Ai amablemente.

—Hola, sí, yo creo que está en su cuarto, pasa.

La chica sube las escaleras y se dirige al cuarto de Chris, en donde ve que está desierto, entra y se sienta en uno de los sillones.

De repente escucha un ruido a través de la puerta.

—Ai, estamos en la sala, ven para acá.

La chica sale rápidamente del cuarto con dirección a la sala.

—Espérenme.

Llega a la sala y no hay nadie allí, después ve una sombra que pasa por su lado derecho.

—Ah, deben estar en la cocina.

Va para allá y tampoco hay nadie, después comienza a escuchar unas risillas.

—Ya los escuché, están afuera, tenemos que hacer lo que nos dijo Isis, no hay tiempo que perder.

Los chicos entran a la cocina riendo a carcajadas.

—Muy graciositos.

Los chicos suben al cuarto de Chris y allí se ponen de acuerdo.

—Bueno, el plan será este: Nos separaremos y los buscaremos por toda la ciudad ¿de acuerdo chicas?.

—Sí —contestan las dos al mismo tiempo.

Los tres humanos arrojan sus pokébolas, de las cuales salen todos y cada uno de sus pokémon. De las pokébolas de Chris salen: Eevee, Mareep, Scyther, Skarmory, Xatu y Sneasel. De las de Tamao salen: Oddish, Elekid, Ponyta y Swinub. De las de Ai: Zangoose, Plusle y Meowth.

Tamao sube al lomo de Ponyta al igual que Swinub, Oddish y Elekid y cabalgan tomando el camino del norte.

—¡Skarmory, Xatu! Ustedes irán conmigo por el este, solo que por aire.

Eevee, Mareep y Sneasel siguen a Chris corriendo, al mismo tiempo en que las aves levantan el vuelo.

Ai corre con Plusle y los dos felinos tomando el camino del sur.

***

Chris llega al parque "Lickitung" en donde ve algunas partes del piso destruidos.

—¡Por Dios, quienquiera que haya hecho esto tiene un gran poder!.

—¡Uuuuuii! —afirma su pokémon. 

Bueno, seguiré buscando, las chicas y yo quedamos en encontrarnos aquí a las 5:30.

Una tradicional leyenda envuelve a ese parque, se dice que antes de que el jardín fuera construido un pequeño niño del antiguo Japón fue salvado por un Lickitung de ser asesinado por un malvado arquero que había matado a su familia. Pronto el rumor corrió y todos los niños de los alrededores querían venir a ver al pokémon, él pronto se hizo amigo de ellos y le gustaba mantenerlos entretenidos. Es por eso que un Lickitung con forma de resbaladero fue construido aquí, se dice que protege a los niños de asaltantes y personas que los quieran secuestrar mientras están allí.

Chris y sus pokémon admiran la estatua del pokémon, mientras recuerda la historia que le contaba su madre cuando lo llevaba allí.

—Era tan pequeño... —dice.

En eso, dos grandes sombras bajan del cielo cubriendo el sol. Las sombras se posan en el piso y toman la forma de Xatu y Skarmory.

—*No encontramos nada —avisa Skarmory.

—*Recorrimos casi toda la ciudad y no vimos nada raro —dice Xatu.

—No se preocupen chicos, ya lo encontraremos —anima Chris.

Las 5:27 y las chicas llegan y se acercan con Chris.

—No encontramos... nada —dice Tamao jadeando por el cansancio, mientras que Ai coloca sus manos en las rodillas.

—¿Qué vamos a hacer amigos? —dice Ai recuperando el aliento.

—No lo sé —dice Chris, de repente un pillido es emitido por lo tres poke-analizers.

—Miren, es un mapa del área loca, somos nosotros tres y nuestros pokémon, estos puntos rojos. Y un punto amarillo también se muestra, eso quiere decir que la energía del monstruo ha podido ser localizada —prorrumpe Tamao.

—Vamos, tenemos que encontrarlo —dice Chris cuando ya ha empezado a correr.

—Espera Chris, yo estoy muy cansada, corrí mucho —interrumpe Ai.

—Está bien, descansaremos diez minutos.

Después de descansar, los chicos corren hacia su destino, el poke-analizer cada vez intensifica sus pillidos y su vibración.

—Estamos cerca —dice Chris.

En eso, Tamao tropieza con una piedra en el camino.

Chris le tiende la mano enseguida y esta se sonroja y se levanta con la ayuda de su amigo.

—Tenemos que seguir —anuncia la chica de cabellos rojos.

Luego de diecisiete minutos de una rápida corrida los tres llegan a su destino, se detienen frente a una choza pequeña que es adornada al frente con un hermoso jardín. Chris toca una pequeña campanilla que se encuentra en la entrada.

—Pasen... —dice la voz de una anciana.

Los tres caminan por el pasillo hasta llegar a dar con la figura de la anciana sentada en una piedra muy cómoda.

En su regazo un extraño pokémon de color verde duerme tranquilo.

El pillido de los tres poke-analizer se intensifica y también su vibración.

—¿Díganme jovencitos?.

—Ese monstruo que tiene usted en su regazo es muy peligroso —anuncia Tamao.

—Ah, se refieren a este, no, él no es peligroso, al contrario, es juguetón y gentil —dice.

—Pero anoche estuvo destruyendo la ciudad—dice Ai.

—Sí, oí los noticieros, pero este pequeñito es inofensivo, anoche lo encontré en un huevo, y nació hoy por la mañana —relata—. Creen que un pokémon que acaba de nacer pueda ser capaz de destruir el parque Lickitung.

—Bueno... no, pero... —dice Chris cuando es interrumpido.

—Pero sin en cambio cuando traje este huevo a mi casa una sombra de un monstruo negro y con ojos brillantes de color rojo apareció y trató de dañarnos, por suerte la noche era neblinosa y pude escapar hasta acá.

—¿Enserio? —gritan los tres al unísono con un tono de asombro.

—Sí y ese era muy feo —dice la anciana con voz tenebrosa y moviendo sus dedos como si de un monstruo se tratara.

El pokémon verde comienza a moverse cuando revela su cara, un Treecko con extrañas rayas de un color verde más oscuro que el verde de su piel esparcidas por todo su  cuerpo, se estira y da un largo y profundo bostezo. Después abre sus ojos  grandes de color amarillo y una delgada pupila de color negro.

—¡¡Qué lindo!! —dice Ai.

—¿Ya quieres tu biberón? —dice la anciana tiernamente.

—¡Tree! —dice el pequeño pokémon.

La anciana saca de detrás de la piedra un biberón gigante de color verde. El pokémon se toma toda la leche muy rápidamente para asombro de los tres.

—No les extrañe, así es él —dice la anciana.

El pokémon brinca del regazo de la señora y se acerca al jardín a oler una flores.

De repente una explosión se escucha del otro lado de la casa. Todos los presentes gritan y Treecko comienza a llorar, el poke-analixzer de Tamao comienza a mostrar una figura negra que se acerca a ellos.

Otra explosión resuena en el patio, Chris carga a Treecko, el cual comienza a tranquilizarse un poco.

Los chicos llegan hasta allá y un pokémon de color negro completamente brinca una barda y cae, levanta su cabeza y sus ojos rojos causan temor a todos, la piel del pokémon brilla en un intenso azul, una bola de fuego es creada y disparada hacia los cuatro presentes y los pokémon, pero ellos logran esquivarlas, mientras el extraño monstruo comienza a hablar.

—Mmmm, mmm, mmmm, mm, m.

—¿Qué dijo? —dice Chris.

El pokémon abre una larga cremallera que cubre todo lo largo de su boca.

—Lo siento. Bueno, yo me aseguraré de que mueran en mis manos para mi propia diversión —dice el monstruo con una voz tétrica y lúgubre.

—¡Ese fue el que nos atacó anoche! —grita la anciana.

El pokémon crea dos bolas de fuego en cada mano y las dispara a los presentes.

—¡Xatu, veee!.

El pokémon cruza el cielo y lanza un grito. El ave intenta acertar sus cinco embestidas, pero el pokémon se desvanece en cada intento del ave psíquica.

—Lo que pasa es que soy un fantasma —dice.

Chris gruñe.

—¡¡Plusle, chispa eléctrica!! —grita la entrenadora de cabello negro.

El pokémon dispara un potente ataque eléctrico que se estrella en el cuerpo del pokémon, electrocutándolo, mientras su esqueleto se puede ver.

El rostizado pokémon dice:

—¡Ouch, eso dolió!.

—¡¡Insertara carta: Aullido flameante!! —grita Chris.

Eevee abre su boca y cierra sus ojos, después los abre y estos brillan de un color dorado, después lanza un rayo de fuego ardiente.

—¡¡Ay ay ay mi colita uf uff!! —dice el pokémon soplándose el rabo.

—¡¡Tú también Ponyta!! —grita Tamao.

El caballo con crines de fuego relincha y abre su boca lanzando un potente rayo flamífero que causa que el pokémon vuelva quemarse. Cuando el fuego se apaga de su cuerpo el pokémon enfurecido dice:

—¡No saben con quien se están metiendo sabandijas incompetentes! —el pokémon crea otras dos bolas de fuego y estas son disparadas hacia Chris que sostiene a Treecko. Mareep y Elekid desvían el ataque que va directo al guerrero de la esperanza con sus descargas eléctricas.

—Bueno, me voy, pero nos volveremos a ver humanos patéticos —dice, mientras se eleva por los aires.

—¡¡Cobarde!! —le grita Chris.

Después el pokémon fantasma le dispara una bola de fuego que choca con el piso debajo de sus pies, el impacto de la explosión avienta a Chris, pero para suerte de este y de Treecko el Oddish de Tamao lo salva con sus lianas látigo.

El pokémon abraza a Chris, mientras es devuelto a la anciana.

—Pero ¿qué demonios era eso, un pokémon hablando? —dice ella.

—A veces los pokémon fantasma pueden hablar —dice Ai para justificar.

—Se llamaba Banette —explica Tamao.

***

La tarde pasa y los chicos se despiden de la anciana frente al ocaso.

—Por favor no se lleven a Treecko, déjenmelo unos días más, yo vivo muy sola.

—Está bien —acepta Chris.

Los chicos se van y se despiden con una simpática sonrisa.

—¿Por qué hiciste eso Chris —se queja la pelirroja.

—Él es muy feliz con ella, tal vez deberíamos dejarlo allí por un tiempo —explica.

—Tienes razón, además él no es el monstruo que estuvo destruyendo la ciudad, ya sabemos quién es y tenemos que detenerlo —dice Ai.

—Sí —dice Tamao.

La noche llega, nuestros amigos llegan felices a sus respectivas casas.

***

En otro lugar de Tokio...

—¡¡Jiraa déjame en paz jira jiraa!! —dice el pequeño pokémon de color blanco corriendo por un desolado campo.

—Ja ja ja Jamás lo haré —grita Banette con una voz malévola lanzando una serie de bolas de fuego explosivas.

Jirachi comienza a brillar de color dorado y dispara un rayo del mismo color que deja inconsciente al pokémon fantasma.

—Eso te detendrá malote —dice el pequeño con ambas manos a cada lado de su cintura.

El pokémon corre antes de que su enemigo despierte.

Un difícil día pasa en Tokio, nuestros amigos duermen en sus camas, hoy aprendieron una lección muy importante: a veces la cosas se tienen que hacer en equipo para poderse llevar acabo, porque no seríamos nadie si estuviéramos solos en este mundo.

Esta historia continuará...

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Bueno, ojalá les haya gustado y quisiera que cualquier duda o comentario fuera mandado a mi mail: slave4u99@hotmail.com.

Gracias a todos los que han leído esta historia, y también a los que han dejado reviews, ya que me han ayudad a animarme (aunque sean poquitos).

Ok, basta de explicaciones y a mandar reviews.

Hasta la próxima...