Por un futuro, por la vida
Por Kary
III capítulo
El comienzo de una guerra interna
Un viento frío y fuerte lleno la cafetería y Serena cerro automáticamente los ojos sintiendo su cabello revolverse, cuando el viento paso volvió a abrir los ojos y ya no estaba en la cafetería, tampoco en el hospital, sino en una calle bonita y elegante donde dos personas caminaban, Serena reconoció a la primera de inmediato. Era Rei y la otra persona no la conocía pero era bien parecida, un hombre alto y de cabello claro. Pasaron a su lado hablando sin verla.
- Lo siento Len- le dijo ella al muchacho con una voz apagada- pero hoy no puedo
- Vamos Rei, el concierto es hoy y son entradas en primera fila- dijo el muchacho sonriendo- ¿Qué tienes que hacer más importante que divertirte?
- En verdad lo siento Len, pero tengo un compromiso con una amiga- dijo Rei suspirando y luego le sonrío un poco a la fuerza - ¿Por qué no invitas a Sora-san? seguramente ella te acompañará encantada
- Bueno, si tú lo dices- dijo encogiéndose de hombros, cuando la calle se dividió él comenzó a caminar por la derecha mientras Rei seguía recto- Nos vemos Rei
- Adiós- dijo ella agitando la mano mientras sonreía débilmente, cuando él se alejo Rei abandono su sonrisa y comenzó a hablar sola- Si, justo hoy tenía que invitarme ¡hoy! ¡¿Por qué?!
Serena la escucho atentamente y vio que la ropa que la pelinegra tenía puesta era la misma que tenía el día en que la acompaño ha hacerse los análisis.
- ¡Todo por culpa de esa tonta de Serena! Seguramente es otra de sus estupideces, tal vez comió mucho y ya o solo quiere molestarme, ella siempre se las arregla para arruinar mis planes, ¿y yo que? Nadaaaa… siempre Serena va primero, mi vida se reduce a eso…
Y la imagen de Rei perdiéndose en la calle se disolvió dejando a Serena con un sabor amargo en la boca. En la próxima escena apareció la figura nuevamente y a Serena volvió a parecerle que sonreía.
Ahora estaban en un lugar que ella conocía bien, un lugar al que ella describía siempre como "En donde se encuentra la mejor comida del mundo" El restaurante de Lita Kino. Estaba repleto de gente elegante que comía platos extraños. La figura encapuchada comenzó a caminar con saltos elegantes por todos lados y a veces atravesaba las mesas e incluso a las personas, Serena trato de tocar una taza pero su mano traspaso la porcelana blanca.
Llegaron a la oficina de Lita y entraron traspasando la puerta de roble gruesa y grande, allí estaban Minako y Lita hablando en susurros como si supieran que ella estaba allí pero eso, ya sabía la rubia, era imposible.
- He estado pensando Lita- dijo Minako viendo el portalápices en forma de pastel que estaba en el escritorio
- ¿Enserio?- pregunto Lita fingiendo una cara de incredulidad, Mina le dio una ácida mirada y ella sonrió – Estaba bromeando Minako ¿en que pensaste?
- Pensaba en cuanto faltara para que ocurra el desastre natural, en cuando volvamos a despertar en Tokio de Cristal- dijo y Lita se asombro de que la siempre positiva y despreocupada Mina pensara en esas cosas. Serena también se sorprendió, sobretodo porque ella aun no pensaba en eso
- Bueno Minako- dijo Lita- aun queda tiempo, Rini ni siquiera ha nacido
- Si ¿pero cuanto?- pregunto ausentemente – A penas volvamos a despertar tendremos que cumplir nuestra misión como sailors, proteger al reino de Tokio de Cristal y a Serena ¿Pero y nosotras? ¿Acaso nunca podremos hacer nada más? Nuestras vidas solo serán para cumplir una misión ¿Y nuestros sueños? Ni siquiera tengo novio- dijo suspirando.
- No deberías pensar en eso- respondió Lita sin sonreír- Se que es difícil pero para eso estamos, no podemos evadir nuestras responsabilidades
- Lo sé, lo sé… en eso siempre he estado clara, pero no puedo evitar desear no ser una scout al servicio de la Princesa de la Luna
- Yo también ¡Pero vamos no podemos evitarlo!- dijo la portadora del trueno sonriendo a medias- Ven, vamos quiero presentarte a un cliente muy importante
- ¿Y es guapo?- pregunto sonriendo
- ¿Tu que crees?- dijo Lita y ambas muchachas salieron por la puerta riendo. Pero Serena no rió, todo lo contrario, sentía unas enormes ganas de llorar, pero no sus llantos tontos y caprichosos si no uno de verdad, un llanto que surgía desde el fondo de su corazón que parecía querer romperse. Se tapo la boca para ahogar un sollozo. La figura se acerco a ella por la espada y acaricio sus cabellos de una forma casi imperceptiblemente consoladora.
- Oh vamos pequeña- murmuro la figura- aun falta más, no puedes llorar todavía
- Ya no quiero ver más- dijo Serena en voz baja- Además no se si lo que veo es verdad, no se que creer, no te conozco no tengo por que creerte
- No claro que no, si prefieres vivir en la mentira y la hipocresía yo te dejaré hacerlo pero no antes de ver esto- hizo un ademán con la mano y la oficina desapareció para dar paso nuevamente a una clínica o a un hospital, la ventana dejaba ver que era de noche y muy tarde, la figura tomo la mano de Serena y la guío por el pasillo hasta llegar a un consultorio, atravesaron la puerta y Serena sintió como si la hubiesen golpeado en la cara. Allí estaba Darien, dándole vueltas a un lápiz mirando el techo. La puerta se abrió y entro una enfermera con aspecto cansado pero aun así sonrió al ver al doctor.
- Darien, ya se acabo tu turno, deberías ir a casa a descansar- le dijo desde la puerta
- Si lo se Ari pero no tengo ganas de ir a casa- dijo él mirando hacía la ventana. Serena lo miro fijamente sin creer en sus palabras ¿Por qué el no quería ir a casa? ¿Por qué no quería ir con ella? La figura volvió a acariciarle el cabello de su espalda de forma suave, sintiendo como de repente el cuerpo de la rubia temblaba
- Mmm… ya veo- dijo la enfermera que tenía el cabello negro y largo apoyándose contra el marco de la puerta- A veces a mi me pasa lo mismo, no siempre la vida es tan fácil como la imaginamos ¿no?
- No, no lo es- dijo Darien suspirando y Serena sintió las piernas temblarle, trato de apoyarse en algo pero recordó que traspasaba todo como un fantasma- A veces me pregunto si lo que hago es lo correcto o si solo lo hago por responsabilidad, por que se lo que viene- dijo aun moviendo el lápiz ociosamente, la muchacha lo vio sin comprender y Darien solo sonrió- Creo que estoy cansado, ya ni se que es lo que digo
- Bueno- dijo ella mirando su reloj- ¿Estas muy cansado como para llevarme hasta mi casa? Creo que Hide volvió a olvidarse de mí
- No te preocupes- dijo Darien parándose de su escritorio y caminando hacía la puerta- yo te llevo- dijo apagando la luz y cerrando la puerta tras él.
Serena cayó al suelo sin palabras, sintiendo las lágrimas calientes rodar por sus mejillas ¿Qué era esto? ¿Así era como pensaban todos de ella? Como solo un estorbo, una responsabilidad, una misión y un obstáculo en sus vidas ¡Ella tampoco había pedido ser la frágil princesa a la que todos tenían que proteger! ¡Ella podía cuidarse sola! ¡Nunca le había pedido a nadie que se sacrificara por ella! ¡Solo le sonreían por hipocresía por que en realidad la odiaban, la detestaba! ¡Estaban a su lado por que ella era la princesa, su futura reina!
- Es verdad… tu no eres una frágil princesita- murmuro la figura y Serena se asusto al ver que podía leerle la mente ¿o es que ella era muy predecible?- Tu eres muy fuerte más fuerte de lo que ellos creen… te dije que te dolería pero así ya nadie podrá volver a tomarte de tonta…- Serena se quedó callada y la figura al verla le dijo en voz silbante- ¿Quieres ver más?
Serena negó frenéticamente con la cabeza y la figura sonrió acariciándole la cabeza y dejándola llorar… era tan simple… un aura morada se extendió por todas partes soltando chispas rojas debes en cuando, centrándose en Serena.
Y de pronto todo exploto.
+*+*+*+
La taza de Rei resbalo de sus manos cayendo sobre la mesa y manchando todo el mantel blanco de café. Todos la miraron con susto y desconcierto.
- ¿Qué paso?- le pregunto Minako asustada por la interrupción de Rei, cuando contaba su chiste.
- Yo… yo… nada- dijo agitando la cabeza levemente pero casi salto de la silla cuando Michiru se paro de golpe de su asiento, y cuando sus miradas se cruzaron entendió todo. Y así emprendió una carrera por los pasillos hasta la habitación de Serena con Michiru a un lado.
Ellas lo habían sentido. Una energía extraña había aparecido como una explosión cerca de Serena, como un volcán inmenso que la asusto, nunca había sentido una energía tan fuerte ni tan extraña. No era maligna pero tampoco era buena.
Jadeando Rei abrió la puerta de la habitación abruptamente, esperando encontrarse con una batalla campal, con un monstruo gigante o una mano fantasmal tratando de asfixiar a Serena pero no, nada de eso. La rubia estaba sentada en la cama, balanceando los pies en el aire, con el rostro oculto por su cabello.
Rei le dirigió una mirada de interrogación a Michiru, aun estaba la energía tan fuerte y tan asfixiante pero todo parecía estar bien, Michiru parecía estar pensando lo mismo. Detrás de ellas estaban las demás preguntando que era lo que ocurría.
- ¿Serena?- pregunto dulcemente Rei- ¿Estas bien?- Rei dio un paso entrando a la habitación y el cristal del cuadro que estaba a un lado de la puerta estallo en mil fragmentos- ¡¿Qué demonios?!
- Upps, se rompió- la voz de Serena era un murmuro pequeño y extraño, y tan sarcástica que superaba a muchos peores, todos la vieron fijamente aun sorprendidos por lo ocurrido con el cuadro
- ¿Te sientes bien?- pregunto Darien entrando por completo a la habitación y tratando de tocarla pero esta vez el jarrón estallo y los pedazos de vidrios volaron por todas partes. Uno de ellos rozo la mejilla del muchacho haciéndola sangrar.
- No, no, no- musito la rubia- no me toques, no me gusta-
Todos agrandaron los ojos al escucharla, las demás personas estaban comenzando a detenerse en la puerta al ver a tanta gente reunida sin entrar, Ami hizo que todas entraran y cerró la puerta para evitar problemas.
- Serena- dijo Minako sonriéndole pensando en que todo era una broma- Mira quienes vinieron a verte- dijo señalando a Michiru, Haruka y Sepsuna que la miraban frunciendo el ceño.
Ella levanto el rostro y sus ojos se dilataron tratando de reconocer a las personas que tenía enfrente, pero le costaba sentir otra cosa que no fuera rencor por todos ellos.
Lita ahogo sus palabras cuando no vio reconocimiento en los ojos de la rubia princesa.
- Serena- dijo Rei
- ¿Por qué repites mi nombre?- pregunto con una sonrisa retorcida- ¿Te gusta mucho no?
- Serena- repitió Michiru sin hacer caso al comentario sarcástico que Serena le había hecho a Rei- ¿Qué ha pasado? ¿Vino alguien?
- ¿Mmm?- musito viendo ocupada la aguja en V en su brazo y quitándosela de un jalón dolorosamente, pero ella no pareció sentir nada - ¿Alguien? ¿Cómo quien?
- No se- dijo Haruka desconfiada y alzando una ceja
- ¿Entonces por que me haces preguntas idiotas?- respondió ella mordazmente, dejando a todos sin habla ¿Dónde estaba la dulce Serena?
Serena vio como sentada en la ventana estaba la figura con la capa negra que como siempre parecía sonreírle, la figura le hizo un ademán con la mano para que fuera hasta ella.
- Ya voy- le dijo Serena viéndola. Todos la miraron confundidos ¿A quien le estaba hablando?
- ¿Quién esta allí?- pregunto inteligentemente Ami, buscando su computadora-agenda dentro de la bata de medico, pero para su mala suerte la había dejado en la chaqueta dentro de su consultorio.
- Nadie- dijo Serena rápidamente y les sonrió nuevamente en una mala imitación de sus viejas sonrisas, pero nadie le creyó por que en su sonrisa no había esa dulzura ni ese amor que siempre había.
- Serena… ¿Qué tal si te acuestas y descansas un rato?- dijo Lita agarrándola por el brazo pero Serena se soltó bruscamente
- ¡Tú no me dices lo que tengo que hacer!- grito Serena con una mueca de asco sacudiéndose el brazo como si el toque de Lita estuviese lleno de suciedad- ¿Entendido? Yo soy su princesa así que yo soy la que manda, y a la que tienen que obedecer por lo tanto ordeno que… mmm… se arrodillen ante mi
Todos le dedicaron una mirada llena de confusión y sarcasmo ¿Desde cuando Serena gritaba a los cuatro vientos que ella era una princesa? ¡Esto tenía que ser una broma de mal gusto!
- ¡Háganlo!- grito con una voz fría y autoritaria pero ninguna de las sailors tenía planes de hacer lo que ella les ordenaba, Serena hizo una mueca molesta y se volvió hacía la figura que la veía desde la ventana- ¡No me hacen caso!
- Bueno, eso significa que aun no tienes el poder para hacerlos postrarse ante ti- dijo la figura con una voz burlona
- ¡Claro que tengo el poder! ¡Yo no soy débil!- grito Serena volteándose a verlos a todos que la miraban asustados y sorprendidos ¿Acaso se estaba volviendo loca al hablar sola?
- Si Princesa tú eres muy fuerte- dijo Sepsuna en un tono consolador
- ja y cree que tu eres tan tonta como para creerle- musito la figura
- ¡No te burles de mí!- le grito Serena a Sepsuna llena de ira- ¡Quiero que se arrodillen, quiero que me obedezcan! ¡Quiero que dejen de burlarse de mi!- grito fuertemente y los cristales de las ventanas estallaron en miles de pedazos cortándolos a todos levemente, a excepción de Serena que parecía estar en un estado de histeria
- ¡¡Quiero ser fuerte!!- grito volviéndose hacía la figura
- Entonces ven conmigo- le dijo esta extendiéndole la mano enguantada
- Deacuerdo- dijo sonriendo Serena y extendiendo su mano a la vez, Haruka la agarro de un brazo ya que todas las demás parecían estar en un estado de shock, incluso Darien.
- ¡¿A dónde crees que vas?!- le grito Haruka y Serena le dio una mirada fría e inteligente muy distinta a su mirada despistada y sonriente de siempre, al instante todo lo que fuera de vidrio comenzó a estallar, la jarra de agua, los vasos, el equipo medico, los cuadros, incluso los lentes de Ami que estaban en su bolsillo y el cristal del reloj de Darien.
Serena se soltó debido a la distracción de Haruka y por segunda vez en el día tomo la mano enguantada, cuando hizo contacto un enorme poder exploto dentro de la habitación empujando a todos hacía la pared fría y haciéndolos golpearse con fuerza.
Al abrir los ojos Serena ya no estaba, y todos estaban demasiado conmocionados para darse cuenta que todo dentro de la habitación había regresado a su estado original.
+*+*+*+
Se sentía tan cansada, cada músculo le dolía de una forma impresionante como si hubiese cargado cientos de ladrillos de metal por un largo camino, la cabeza le daba vueltas y veía diferentes formas y colores bajo la oscuridad de sus parpados cerrados. Le costaba incluso pensar pero… ¿pensar en que? Nada más que el cansancio venía a su mente y lo cómoda que se sentía en ese lugar tan suave.
Abrió los ojos esperando encontrarse con una luz molesta pero lo único que había era una oscuridad tranquilizante, busco a su alrededor tratando de reconocer algo pero no había nada que reconocer ya que no le veía sentido a nada.
La rubia trato de organizar sus pensamientos, sus ideas… lo primero era lo primero… su nombre…
Su nombre era… su nombre era… ¡ella lo sabía! ¡lo tenía en la punta de la lengua! Su nombre era…
No, no lo sabía, no sabía cual era su propio nombre. Observo sus manos blancas y se aterro al no poder reconocerlas. Busco algún lugar con la mirada, algo donde pudiese ver su rostro ¡un rostro que no recordaba! Pasó sus manos sobre su frente, sus ojos, sus parpados, su nariz, su boca, sus mejillas pero no las recordaba. No recordaba quien era, no reconocía su cabello rubio, no recordaba nada.
¡Nada de nada!
En un momento de terror se bajo de la cama grande y de sábanas blancas, sin darse cuenta que no había piso si no una enorme oscuridad, un pozo sin fondo pero cuando lo toco este se aclaro y todo el lugar se ilumino en una luz blanca y suave con un piso invisible.
No solo no sabía quien diablos era ella, si no que tampoco sabía donde estaba.
Se acerco hasta una puerta blanca, lo único que había en el lugar además de la cama y ella. La abrió suavemente y salio por de allí…
Nota de la autora:
Hola! Espero que les guste, ya la historia va tomando forma, aunque siento que va un poco lenta. De todos modos espero que me dejen sus mensajes que son muy importantes para mi y gracias a todos por su apoyo.
Por cierto las escenas que Serena vio eran reales, eran como recuerdos de los demás que ella vio, pero eran reales, ojo, esto no significa que todos la odian, son solos pensamientos normales que tienen y que Serena ve de una perspectiva diferente, acuérdense que cada palabra tiene un significado diverso, depende de la perspectiva en que se vea.
Kary
Ja ne
