X-2002
Capítulo I: Un nuevo año, un nuevo mundo
En medio de una noche tranquila y concurrida por las calles de Tokio, los habitantes de esta ciudad comienzan a disfrutar del ambiente festivo, ya que trata de la venida del Año Nuevo. El año que está por llegar promete muchas cosas y ofrece uno lleno de potencial para la vida de todo el planeta; en medio de la concurrencia, se encuentra un joven parado al centro de la multitud. Es un chico de cabello negro y ojos azules, una complexión clara en su piel, una tranquilidad que está en su ser y viste de una chamarra azul marino con una camisa de manga larga, pantalones negros y zapatos del mismo color; posiblemente este joven tiene 16 años y cuando llegue el Año Nuevo, tendrá un año más de vida, uno más para dar un paso a cumplir sus deseos....
Sin embargo, una explosión grande ocurre en el centro de la ciudad, enfrente de la Torre de Tokio y la gente queda pasmada, observando el lugar de los hechos para determinar la causa de aquella explosión. En ese instante, salen 12 individuos maléficos y muy temibles; eran una clase de la que todo ser humano no había visto jamás y comienzan a causar destrozos por doquier y mataban a la gente a diestra y siniestra sin ninguna compasión. El joven ve lo ocurrido y se sorprende a verlos y al mismo tiempo, una furia estaba a punto de desatarse de sí mismo. Entonces les grita: "¿! Qué es lo que están haciendo?! ¿Qué pretenden?!" Sin embargo, uno de ellos usa una especie de ráfaga de viento para empujar al muchacho a un lado para seguir con su faena mortal, pero el joven no sea da por vencido y de su mano sale una especie de rayo de luz que casi impacta a tres de los 12 sujetos que atacaban a la gente de la ciudad. El otro tipo que le lanzó la ráfaga se sorprende un poco y le dice: "Vaya, el gatito ahora está sacando sus garras. Será divertido entretenerme contigo."
"Te aseguro que te llevarás una grata sorpresa." Puntualizó el joven, dando una expresión fría y se preparaba para el combate. El otro adolescente hace una señal con la mano para indicar a sus compañeros que aquel chico era su presa y quería disfrutar el momento de lucha y entonces los dos se encuentran cara a cara y atacan con fiereza. El joven recién llegado lanza unas cuantas esferas de luz a su contrincante, pero explotan en el suelo, apenas fallando en su cometido, mientras el otro lanzaba sus propios ataques a base de una llamarada negra que rasgó todo el pavimento, pero también falla en su intento. El valiente chico no se inmuta ante ello y hace una ráfaga de viento más feroz tanto, que logra darle un rasguño en las costillas derechas de su adversario. Éste las mira con algo de indiferencia, sonriendo fría y confiadamente mientras decía: "No lo haces nada mal, amigo. Pero ahora va a ser mi turno." Pone su mano al frente del muchacho y antes de que lograra reaccionar a tiempo, da un gran impacto a su enemigo, mandándolo hacia un auto y queda en un costado del vehículo destrozado, herido por el golpe. Parece ser que el joven de cabello oscuro y ojos rojos tenía la ventaja del encuentro.......
"Fue breve, pero divertido. Disculpa si ahora lo termino, ya que al fin y al cabo te lo mereces, al igual que esos débiles humanos." Dijo el ojirojo al poner la palma de su mano al de ojos azules para darle el golpe final en lo que esbozó: "Hasta nunca." Pero en esos momentos..........
"Todavía es demasiado pronto para que festejes tu victoria, infeliz." Dijo una voz que se iba acercando al momento que una gran onda cortante oscura causó que el otro sujeto fuera para atrás, pero recibe un rasguño más en su cuerpo y entonces en la azotea de un edificio al lado derecho donde está el chico ojiazul llegan 11 individuos que al parecer eran bastante diferentes a los otros 11 que detuvieron sus obras para observar a los llegados. Probablemente comenzaría una gran batalla.
"Ustedes de verdad atacan con mucha discriminación, pero sus obras hasta ahí terminan." Anunció una segunda voz, esta vez era femenina en la que la voz anterior era de otro joven, probablemente el causante de aquella onda cortante que se interpuso entre el cazador y su presa. El chico los observa sorprendido y les pregunta: "¿Quiénes son ustedes? ¿Ustedes han venido en auxilio de las personas?"
"Así es. Estás en lo cierto, amigo, y nosotros somos tus mejores aliados." Respondió una tercera voz; ésta era un poco más jovial y directa y todos aterrizan para ayudarlo. Sus enemigos los ven con algo de enfado y uno de ellos habla: "A ustedes no les gusta otra cosa más que molestarnos cuando nos estamos divirtiendo. ¿Por qué se interesan por los humanos con tanta vehemencia?"
"A diferencia de ustedes, tienen alma y vidas por delante, algo que ustedes nunca tendrán." Una cuarta voz, suave, segura y varonil. El primer joven se pone de píe, los mira y pensó: "Son 12 humanos que quieren acabar con la vida de la ciudad entera y los 11 que están a mi lado quieren defenderla con todo lo que tienen, pero........ ¿exactamente qué tengo que ver en todo esto? ¿Qué es lo que se requiere de mi y más aún, cómo es que tengo estos poderes....?" Mira sus manos con mucha confusión y sorpresa y se pone más asombrado cuando recordó que instintivamente les puso resistencia a los 12 jóvenes y entonces el primero de ellos da unas palabras para que los suyos "jueguen" con los intrusos y todos se ponen en lugares diferentes mientras él y su contrincante se limitan a mirar.........
En un departamento, enfrente de la entrada, una joven con gafas y una sombrilla junta sus manos y logra crear una especie de campo de energía que cubría el área de combate y estaba acompañada de un joven de pelo lacio con tintes de color en uno de sus mechones frontales de su cabello que tenia en el pie una esfera extraña de energía parecida a un balón de fútbol y otro tenía un martillo gigante en su mano, listo para luchar con tres enemigos: un chico de cabello recto y rojo, un hombre gigante de gran corpulencia y un chico que tenía a un gólem verde de tres ojos y garras filosas. Ellos comenzaban el combate a tambor batiente y se dan a cabo varias acciones sorprendentes que desafían la imaginación. En la azotea de otro edificio, una joven que porta un báculo tenía como compañeros a otro joven de cabello castaño oscuro que invocó una espada que salió del brazo derecho y a otro de cabello lacio en forma de hongo que tenía unos discos compactos en sus manos que brillaban misteriosamente. Eran enfrentados por una chica que tenía la vestimenta de un ninja con falda mediana que le llegaba hasta sus rodillas, un chico que sentía un semblante serio y callado y otro muchacho que parecía ser el mayor de los tres con dos espadas largas gemelas que centellaban fuego en sus puntas. El joven de la espada negra crea el mismo campo de energía y da un inicio muy similar al otro combate que se realizaba en frente del departamento. A un lado de un banco, otro combate mortal ya estaba iniciado y era una lucha de 3 contra 3; la primera tercia consistía de un chico que vestía como una calavera como se ve en el Día de Brujas que daba golpes y patadas, una chica de cabello largo que tenía listas unas bolas de viento en sus manos y otra muchacha tenía en sus manos un arco de energía, lanzando flechas veloces. El segundo trío era un chico con traje formal y lanzaba una especie de jabalina de energía larga contra el chico calavera, un joven de chamarra roja que usaba ondas de sonido para atacar y una mujer joven y hermosa que daba géiseres de agua para hacer un gran impacto mientras luchaban en un campo de energía. Un mano a mano en un encuentro de 2 vs. 2 se inicia con una chica de cabello largo y castaño claro que usa poderes psíquicos acompañada de otra joven de pelo violeta largo y usa poderes dimensionales contra un joven que también usa poderes psíquicos ayudado por otro joven de cabello claro y azul y usa una guadaña hecha a base de una rama de espinas con un filo impresionante. El joven psíquico usa su campo para proteger el área del puente peatonal y comienza otro férreo combate con explosiones y grandes ondas de choque que recorren el campo de batalla. Todos los combates lucen muy parejos y ningún bando está dispuesto a dar tregua alguna, ya que el premio es la vida de todos los seres humanos de Tokio y de Japón. Cuando el encuentro estaba por calentar motores y su luchar contra el otro muchacho quien es su adversario, el joven escucha una campanada enorme que resonaba fuertemente y justo en ese momento despierta abruptamente de su sueño. Queda sentado en su cama mientras se frotaba los ojos para que enfocaran adecuadamente. Era un sueño muy extraño y a la vez bastante lleno de emociones; no imaginaba que de todos los sueños que todas las personas evocan inconscientemente mientras duermen, le había tocado aquél que consistía en un combate con 12 individuos que destrozaban todo a diestra y siniestra y 11 más que supuestamente estaban luchando al lado del joven para proteger a los humanos. Observa su reloj despertador con cierta pereza y lo sujeta con la mano para verlo mejor; eran ya 5 minutos para las seis de la mañana. Es mejor apresurar el paso.
"Las seis... Bueno, por lo menos ya tendré tiempo para pensar en ese sueño tan raro, ya que debo alistarme para la escuela."
Y diciendo y haciendo, se levanta de la cama, pone el reloj en su lugar y lleva sus cosas al baño para asearse. Después de haberse limpiado y puesto su uniforme escolar, prepara un desayuno breve que consiste en huevos batidos con sal y pimienta y unos trozos de sushi y para acompañar, un vaso de té verde como el que tomaba con su familia. Al poner los platos en el zinc ordenadamente, recoge sus cosas, agarra sus llaves del apartamento y cierra la puerta para ir por su bicicleta y partir a la escuela. Durante su camino, observó su reloj; parece ser que nuevamente llegaría a tiempo, quizá una costumbre que había cargado desde un tiempo desde que decidió vivir solo, pero sin perder el contacto con su familia. Pensaba nuevamente en ese sueño raro cuando de repente, otro joven, de cabello negro y ojos rojos pasó al lado del joven montado de una bicicleta verde y lo saluda.
"Como siempre, piensas llegar temprano, Ryu. Veo que ya se te volvió costumbre."
"Hoy me toca ayudar con el aseo del salón, Kairi." Ryu respondió. "A ti también te tocó o de lo contrario no me verías aquí en este momento."
"Yo tengo responsabilidades al igual que tú." Dijo Kairi. "Pero justo al despertar tuve un sueño de los mas extraño; Jamás había tenido uno así."
"¿En serio?" Kairi cuestionó con una sonrisa como la de un clarín avispado. "¿Y como es ese sueño raro del que vas a hablar?"
"Pues yo estaba ahí en el centro de la ciudad de Tokio, cerca de la Torre cuando 12 sujetos aparecieron detrás de una gran explosión que estremeció a la ciudad. Yo les enfrento para plantarles cara y uno de ellos tenía un parecido a ti, pero no estoy realmente seguro."Ryu relata mientras los dos cruzan una esquina y doblan a la izquierda para tomar un camino más corto hacia el colegio. "Justo cuando estaba en problemas, 11 personas más aparecen y deciden ayudar a la población y a mi, y es entonces cuando comienzan las peleas. Veo cortinas verdes con figuras extrañas y los dos bandos comenzaron a luchar como si no hubiera mañana y justo mientras combatía con el otro sujeto, me despertó el reloj en mi cuarto. De ahí es todo lo que puedo decir."
Kairi pone un debo en su barbilla y hace como si estuviera pensando en algo y al cabo de unos segundos, responde. "Yo tengo idea si ese tipo se parece a mí, pero te aseguro que no tiene mi encanto propio." Sonríe nuevamente al decir esas últimas palabras.
"Lo puedo notar." Ryu contestó. "Pero un detalle particular fue que esa batalla fue en el día de la Víspera del Año Nuevo. De verdad sí es raro."
"Año nuevo, eh? Pero si solo es un sueño, no te preocupes demasiado. Los estudios son más agobiantes y tienen más peso que un simple sueño."
"Estoy de acuerdo, Kairi." Entonces la escuela se encuentra a una vista de frente y la ven. Llegan a dirigirse rápidamente. "Por ahora, será mejor llegar y ordenar el salón antes de que las clases comiencen."
"Esta bien, Ryu." Kairi dijo. "Entonces nos veremos más tarde en la cancha de fútbol. ¡Tengo cuentas pendientes contigo en el descanso!"
"!Verás que no tendrás la revancha!" Contestó Ryu con mucha confianza. "!Nos vemos luego!"
Al rato de que la limpieza terminó, las clases comienzan con un poco de álgebra. Quizá le era algo aburrida para Ryu, pero sacaba unas buenas calificaciones a pesar de ello. Después de la clase de dos horas, seguía Literatura Japonesa, una que le gustaba mucho; pasando de ella está Lectura y Redacción y de ahí venía el descanso. Ryu se dirigía con tres de sus compañeros hacia la cancha de fútbol para cumplir su reto con Kairi; no gustaba faltar a su palabra.
"Hey, Ryu. Tu crees que nuevamente podremos ganarle a Kairi y su grupo?" Preguntó un joven con gafas ligeras, cabello castaño y ojos verdes con una complexión delgada y de tamaño de un par de pulgadas menor que Ryu. "Ten en cuenta que a ese tipo siempre gusta de las revanchas y lo toma en serio."
"Kazuhiko tiene razón. Esta vez será como si fuese una guerra."Decía un joven medio fortachón, alto y de pelo oscuro alborotado con ojos que parecían pequeños y tenía la apariencia de una muralla humana a la que no se podía atravesar fácilmente si se trata de jugar fútbol. "Seguro irá a desafiarte de frente tal y como lo hace siempre."
"Te preocupas mucho, Kogure. Sabes bien que no sirve de nada huirle. A Kairi no es fácil intimidarlo y mucho menos burlarlo."
"Si, pero a veces no evito pensar que nos pides demasiado. Después de todo, ¡él es un prodigio comparado con Kogure, Kazuhiko y yo!" Comentó un joven de cabello café oscuro rizado al estilo latinoamericano con unas pecas en sus mejillas y estaba al tamaño de Ryu.
"Por lo menos ustedes saben jugar duro cuando se necesita, Touma. No son como los otros imbeciles de Sagami, Hiro y Saitsuchi." Ryu le contesta a su compañero mirándolo a los ojos.
"En fin, ya llegamos, amigos." Anunció Kazuhiko a sus compañeros. "Solo falta que los demás lleguen." Se puso a mirar al campo y vio entonces a Kairi, hablando con sus otros compañeros de quienes Ryu les había mencionado. Se veían confiados.
"Como siempre, Amakusa llega a tiempo." Esboza Touma con cierta pereza. "Le gusta quedar bien, especialmente con las chicas."
"Kairi no es de esas personas que faltan a un compromiso." Ryu comentó. "Y mucho menos si fue él mismo quien lo puso."
"Si, y sus compinches siempre a su lado como su fueran sus secretarios." Kogure afirmó. "¿Es que no tienen nada mejor que hacer en el descanso que ser como una lata de pandilleros?" Agregó con un poco de recelo.
"En fin, ya llegaron todos." Ryu interrumpió. "Más vale darle comienzo." De ahí se dirige calmadamente hacia donde está Kairi y sus "secuaces", como Kogure comentó y los mira con cierta indiferencia, atrayendo la atención de Sagami, quien lo mira y habla de modo burlón. "Oye, ¿cómo es que siempre nos miras como si fuéramos nada? ¿Tienes idea de con quien tratas?"
"Es verdad." Saitsuchi, un pelirrojo apuntó. "Siempre andas como si eres el dueño. ¡Debería darte una lección de modales!"
"Si sabes lo mejor para ti, tendrás que darnos respeto como se merece, chico." Hiro, un chico de cabello despeinado y negro vociferó, agarrando a Ryu de la manga de su camisa como si lo iba a golpear, pero una señal de Amakusa y una mirada seria lo hace detener.
"Él es mi rival y como tal lo respeto, muchachos. No me hagan darles una lección de disciplina nuevamente." Habló calmada y fríamente, dando a sus amigos la impresión de su amigo y "jefe" Hiro lo suelta en lo que los otros dejan de mirarle feo y le habla en su mismo tono de siempre a Ryu. "También te gusta llegar a tiempo, Ryu. Eso es muy alentador y quisiera que mis otros rivales tuvieran esa misma educación que tienes."
"Al igual que tú, siempre cumplo con los compromisos que yo impongo." Ryu contestó con aire de confianza. "Pero seguro no querrás parlotear ahora; ¿quieres dar comienzo a todo esto?" A ello le pasa un balón de fútbol que encontró al lado de sus píes y Kairi lo atrapa con una mano y responde sonriendo. "Claro, pero en esta ocasión te concedo el primer saque. ¿Está bien contigo?" Y le pasa el balón a Ryu y él lo atrapa de la misma forma.
"Como quieras. Reúne a los tuyos, que voy con los míos." Diciendo eso, camina hacia sus amigos llevando el balón en la mano. Una concurrencia de chicos y chicas no se hace esperar mucho y todos se reúnen en el lugar de los hechos.
"Oigan, Amakusa y Kurosawa volverán a jugar."
"¿Es verdad eso?"
"!Se pondra muy bueno! ¡Hay que verlos!"
"!De verdad son lindos y son buenos jugadores!"
"Vale la pena verlos jugar."
Entre el gentío de jóvenes, aparece un joven de cabello negro con rayos amarillos en su copete observa a los dos alumnos con suma atención mientras tiene su pelota en la mano. Seguro era un partido interesante y no se lo perdería por nada. Pero algo llamaba más su atención que solo el juego...
"Kurosawa está aquí como se esperaba. Tal vez deba hablar con él después del encuentro. Debo estar atento a todo." Al otro lado de la cancha, era un joven de cabello rojizo un tanto oscuro. Llevaba su sudadera roja con gorro y ponía su vista a los dos estudiantes. "Amakusa piensa jugar con él, ah? Observarlos sería buena idea y aparte, creo que debo comunicarme con Kairi después del juego.
Ryu está parado en medio del campo enfrente del esférico y un estudiante aparece al lado de él. Era alguien que raras veces había visto, pero pensó que podía confiar en él, en cierta forma. Ese joven le habla y dice: "Estaba escuchando música cuando me enteré de esto. Hablé con tus amigos y están de acuerdo de que juegue contigo."
"¿Eres Yamagata, cierto? No te había visto mucho por aquí."
"Cierto, Kurosawa. Pero el fútbol me gusta tanto como la música." Sonríe el de cabello oscuro con rojo.
"Bien, entonces comenzaremos, compañero." Con esto, el otro joven al lado de Ryu le toca el balón hacia él y el partido da comienzo.
Notas: Esto es solo el comienzo y se pondrá muy bueno. Siguiente episodio. El partido de fútbol, personajes importantes y una revelación para Ryu. ¡No se pierdan este nuevo capítulo!
Androide K'18
Capítulo I: Un nuevo año, un nuevo mundo
En medio de una noche tranquila y concurrida por las calles de Tokio, los habitantes de esta ciudad comienzan a disfrutar del ambiente festivo, ya que trata de la venida del Año Nuevo. El año que está por llegar promete muchas cosas y ofrece uno lleno de potencial para la vida de todo el planeta; en medio de la concurrencia, se encuentra un joven parado al centro de la multitud. Es un chico de cabello negro y ojos azules, una complexión clara en su piel, una tranquilidad que está en su ser y viste de una chamarra azul marino con una camisa de manga larga, pantalones negros y zapatos del mismo color; posiblemente este joven tiene 16 años y cuando llegue el Año Nuevo, tendrá un año más de vida, uno más para dar un paso a cumplir sus deseos....
Sin embargo, una explosión grande ocurre en el centro de la ciudad, enfrente de la Torre de Tokio y la gente queda pasmada, observando el lugar de los hechos para determinar la causa de aquella explosión. En ese instante, salen 12 individuos maléficos y muy temibles; eran una clase de la que todo ser humano no había visto jamás y comienzan a causar destrozos por doquier y mataban a la gente a diestra y siniestra sin ninguna compasión. El joven ve lo ocurrido y se sorprende a verlos y al mismo tiempo, una furia estaba a punto de desatarse de sí mismo. Entonces les grita: "¿! Qué es lo que están haciendo?! ¿Qué pretenden?!" Sin embargo, uno de ellos usa una especie de ráfaga de viento para empujar al muchacho a un lado para seguir con su faena mortal, pero el joven no sea da por vencido y de su mano sale una especie de rayo de luz que casi impacta a tres de los 12 sujetos que atacaban a la gente de la ciudad. El otro tipo que le lanzó la ráfaga se sorprende un poco y le dice: "Vaya, el gatito ahora está sacando sus garras. Será divertido entretenerme contigo."
"Te aseguro que te llevarás una grata sorpresa." Puntualizó el joven, dando una expresión fría y se preparaba para el combate. El otro adolescente hace una señal con la mano para indicar a sus compañeros que aquel chico era su presa y quería disfrutar el momento de lucha y entonces los dos se encuentran cara a cara y atacan con fiereza. El joven recién llegado lanza unas cuantas esferas de luz a su contrincante, pero explotan en el suelo, apenas fallando en su cometido, mientras el otro lanzaba sus propios ataques a base de una llamarada negra que rasgó todo el pavimento, pero también falla en su intento. El valiente chico no se inmuta ante ello y hace una ráfaga de viento más feroz tanto, que logra darle un rasguño en las costillas derechas de su adversario. Éste las mira con algo de indiferencia, sonriendo fría y confiadamente mientras decía: "No lo haces nada mal, amigo. Pero ahora va a ser mi turno." Pone su mano al frente del muchacho y antes de que lograra reaccionar a tiempo, da un gran impacto a su enemigo, mandándolo hacia un auto y queda en un costado del vehículo destrozado, herido por el golpe. Parece ser que el joven de cabello oscuro y ojos rojos tenía la ventaja del encuentro.......
"Fue breve, pero divertido. Disculpa si ahora lo termino, ya que al fin y al cabo te lo mereces, al igual que esos débiles humanos." Dijo el ojirojo al poner la palma de su mano al de ojos azules para darle el golpe final en lo que esbozó: "Hasta nunca." Pero en esos momentos..........
"Todavía es demasiado pronto para que festejes tu victoria, infeliz." Dijo una voz que se iba acercando al momento que una gran onda cortante oscura causó que el otro sujeto fuera para atrás, pero recibe un rasguño más en su cuerpo y entonces en la azotea de un edificio al lado derecho donde está el chico ojiazul llegan 11 individuos que al parecer eran bastante diferentes a los otros 11 que detuvieron sus obras para observar a los llegados. Probablemente comenzaría una gran batalla.
"Ustedes de verdad atacan con mucha discriminación, pero sus obras hasta ahí terminan." Anunció una segunda voz, esta vez era femenina en la que la voz anterior era de otro joven, probablemente el causante de aquella onda cortante que se interpuso entre el cazador y su presa. El chico los observa sorprendido y les pregunta: "¿Quiénes son ustedes? ¿Ustedes han venido en auxilio de las personas?"
"Así es. Estás en lo cierto, amigo, y nosotros somos tus mejores aliados." Respondió una tercera voz; ésta era un poco más jovial y directa y todos aterrizan para ayudarlo. Sus enemigos los ven con algo de enfado y uno de ellos habla: "A ustedes no les gusta otra cosa más que molestarnos cuando nos estamos divirtiendo. ¿Por qué se interesan por los humanos con tanta vehemencia?"
"A diferencia de ustedes, tienen alma y vidas por delante, algo que ustedes nunca tendrán." Una cuarta voz, suave, segura y varonil. El primer joven se pone de píe, los mira y pensó: "Son 12 humanos que quieren acabar con la vida de la ciudad entera y los 11 que están a mi lado quieren defenderla con todo lo que tienen, pero........ ¿exactamente qué tengo que ver en todo esto? ¿Qué es lo que se requiere de mi y más aún, cómo es que tengo estos poderes....?" Mira sus manos con mucha confusión y sorpresa y se pone más asombrado cuando recordó que instintivamente les puso resistencia a los 12 jóvenes y entonces el primero de ellos da unas palabras para que los suyos "jueguen" con los intrusos y todos se ponen en lugares diferentes mientras él y su contrincante se limitan a mirar.........
En un departamento, enfrente de la entrada, una joven con gafas y una sombrilla junta sus manos y logra crear una especie de campo de energía que cubría el área de combate y estaba acompañada de un joven de pelo lacio con tintes de color en uno de sus mechones frontales de su cabello que tenia en el pie una esfera extraña de energía parecida a un balón de fútbol y otro tenía un martillo gigante en su mano, listo para luchar con tres enemigos: un chico de cabello recto y rojo, un hombre gigante de gran corpulencia y un chico que tenía a un gólem verde de tres ojos y garras filosas. Ellos comenzaban el combate a tambor batiente y se dan a cabo varias acciones sorprendentes que desafían la imaginación. En la azotea de otro edificio, una joven que porta un báculo tenía como compañeros a otro joven de cabello castaño oscuro que invocó una espada que salió del brazo derecho y a otro de cabello lacio en forma de hongo que tenía unos discos compactos en sus manos que brillaban misteriosamente. Eran enfrentados por una chica que tenía la vestimenta de un ninja con falda mediana que le llegaba hasta sus rodillas, un chico que sentía un semblante serio y callado y otro muchacho que parecía ser el mayor de los tres con dos espadas largas gemelas que centellaban fuego en sus puntas. El joven de la espada negra crea el mismo campo de energía y da un inicio muy similar al otro combate que se realizaba en frente del departamento. A un lado de un banco, otro combate mortal ya estaba iniciado y era una lucha de 3 contra 3; la primera tercia consistía de un chico que vestía como una calavera como se ve en el Día de Brujas que daba golpes y patadas, una chica de cabello largo que tenía listas unas bolas de viento en sus manos y otra muchacha tenía en sus manos un arco de energía, lanzando flechas veloces. El segundo trío era un chico con traje formal y lanzaba una especie de jabalina de energía larga contra el chico calavera, un joven de chamarra roja que usaba ondas de sonido para atacar y una mujer joven y hermosa que daba géiseres de agua para hacer un gran impacto mientras luchaban en un campo de energía. Un mano a mano en un encuentro de 2 vs. 2 se inicia con una chica de cabello largo y castaño claro que usa poderes psíquicos acompañada de otra joven de pelo violeta largo y usa poderes dimensionales contra un joven que también usa poderes psíquicos ayudado por otro joven de cabello claro y azul y usa una guadaña hecha a base de una rama de espinas con un filo impresionante. El joven psíquico usa su campo para proteger el área del puente peatonal y comienza otro férreo combate con explosiones y grandes ondas de choque que recorren el campo de batalla. Todos los combates lucen muy parejos y ningún bando está dispuesto a dar tregua alguna, ya que el premio es la vida de todos los seres humanos de Tokio y de Japón. Cuando el encuentro estaba por calentar motores y su luchar contra el otro muchacho quien es su adversario, el joven escucha una campanada enorme que resonaba fuertemente y justo en ese momento despierta abruptamente de su sueño. Queda sentado en su cama mientras se frotaba los ojos para que enfocaran adecuadamente. Era un sueño muy extraño y a la vez bastante lleno de emociones; no imaginaba que de todos los sueños que todas las personas evocan inconscientemente mientras duermen, le había tocado aquél que consistía en un combate con 12 individuos que destrozaban todo a diestra y siniestra y 11 más que supuestamente estaban luchando al lado del joven para proteger a los humanos. Observa su reloj despertador con cierta pereza y lo sujeta con la mano para verlo mejor; eran ya 5 minutos para las seis de la mañana. Es mejor apresurar el paso.
"Las seis... Bueno, por lo menos ya tendré tiempo para pensar en ese sueño tan raro, ya que debo alistarme para la escuela."
Y diciendo y haciendo, se levanta de la cama, pone el reloj en su lugar y lleva sus cosas al baño para asearse. Después de haberse limpiado y puesto su uniforme escolar, prepara un desayuno breve que consiste en huevos batidos con sal y pimienta y unos trozos de sushi y para acompañar, un vaso de té verde como el que tomaba con su familia. Al poner los platos en el zinc ordenadamente, recoge sus cosas, agarra sus llaves del apartamento y cierra la puerta para ir por su bicicleta y partir a la escuela. Durante su camino, observó su reloj; parece ser que nuevamente llegaría a tiempo, quizá una costumbre que había cargado desde un tiempo desde que decidió vivir solo, pero sin perder el contacto con su familia. Pensaba nuevamente en ese sueño raro cuando de repente, otro joven, de cabello negro y ojos rojos pasó al lado del joven montado de una bicicleta verde y lo saluda.
"Como siempre, piensas llegar temprano, Ryu. Veo que ya se te volvió costumbre."
"Hoy me toca ayudar con el aseo del salón, Kairi." Ryu respondió. "A ti también te tocó o de lo contrario no me verías aquí en este momento."
"Yo tengo responsabilidades al igual que tú." Dijo Kairi. "Pero justo al despertar tuve un sueño de los mas extraño; Jamás había tenido uno así."
"¿En serio?" Kairi cuestionó con una sonrisa como la de un clarín avispado. "¿Y como es ese sueño raro del que vas a hablar?"
"Pues yo estaba ahí en el centro de la ciudad de Tokio, cerca de la Torre cuando 12 sujetos aparecieron detrás de una gran explosión que estremeció a la ciudad. Yo les enfrento para plantarles cara y uno de ellos tenía un parecido a ti, pero no estoy realmente seguro."Ryu relata mientras los dos cruzan una esquina y doblan a la izquierda para tomar un camino más corto hacia el colegio. "Justo cuando estaba en problemas, 11 personas más aparecen y deciden ayudar a la población y a mi, y es entonces cuando comienzan las peleas. Veo cortinas verdes con figuras extrañas y los dos bandos comenzaron a luchar como si no hubiera mañana y justo mientras combatía con el otro sujeto, me despertó el reloj en mi cuarto. De ahí es todo lo que puedo decir."
Kairi pone un debo en su barbilla y hace como si estuviera pensando en algo y al cabo de unos segundos, responde. "Yo tengo idea si ese tipo se parece a mí, pero te aseguro que no tiene mi encanto propio." Sonríe nuevamente al decir esas últimas palabras.
"Lo puedo notar." Ryu contestó. "Pero un detalle particular fue que esa batalla fue en el día de la Víspera del Año Nuevo. De verdad sí es raro."
"Año nuevo, eh? Pero si solo es un sueño, no te preocupes demasiado. Los estudios son más agobiantes y tienen más peso que un simple sueño."
"Estoy de acuerdo, Kairi." Entonces la escuela se encuentra a una vista de frente y la ven. Llegan a dirigirse rápidamente. "Por ahora, será mejor llegar y ordenar el salón antes de que las clases comiencen."
"Esta bien, Ryu." Kairi dijo. "Entonces nos veremos más tarde en la cancha de fútbol. ¡Tengo cuentas pendientes contigo en el descanso!"
"!Verás que no tendrás la revancha!" Contestó Ryu con mucha confianza. "!Nos vemos luego!"
Al rato de que la limpieza terminó, las clases comienzan con un poco de álgebra. Quizá le era algo aburrida para Ryu, pero sacaba unas buenas calificaciones a pesar de ello. Después de la clase de dos horas, seguía Literatura Japonesa, una que le gustaba mucho; pasando de ella está Lectura y Redacción y de ahí venía el descanso. Ryu se dirigía con tres de sus compañeros hacia la cancha de fútbol para cumplir su reto con Kairi; no gustaba faltar a su palabra.
"Hey, Ryu. Tu crees que nuevamente podremos ganarle a Kairi y su grupo?" Preguntó un joven con gafas ligeras, cabello castaño y ojos verdes con una complexión delgada y de tamaño de un par de pulgadas menor que Ryu. "Ten en cuenta que a ese tipo siempre gusta de las revanchas y lo toma en serio."
"Kazuhiko tiene razón. Esta vez será como si fuese una guerra."Decía un joven medio fortachón, alto y de pelo oscuro alborotado con ojos que parecían pequeños y tenía la apariencia de una muralla humana a la que no se podía atravesar fácilmente si se trata de jugar fútbol. "Seguro irá a desafiarte de frente tal y como lo hace siempre."
"Te preocupas mucho, Kogure. Sabes bien que no sirve de nada huirle. A Kairi no es fácil intimidarlo y mucho menos burlarlo."
"Si, pero a veces no evito pensar que nos pides demasiado. Después de todo, ¡él es un prodigio comparado con Kogure, Kazuhiko y yo!" Comentó un joven de cabello café oscuro rizado al estilo latinoamericano con unas pecas en sus mejillas y estaba al tamaño de Ryu.
"Por lo menos ustedes saben jugar duro cuando se necesita, Touma. No son como los otros imbeciles de Sagami, Hiro y Saitsuchi." Ryu le contesta a su compañero mirándolo a los ojos.
"En fin, ya llegamos, amigos." Anunció Kazuhiko a sus compañeros. "Solo falta que los demás lleguen." Se puso a mirar al campo y vio entonces a Kairi, hablando con sus otros compañeros de quienes Ryu les había mencionado. Se veían confiados.
"Como siempre, Amakusa llega a tiempo." Esboza Touma con cierta pereza. "Le gusta quedar bien, especialmente con las chicas."
"Kairi no es de esas personas que faltan a un compromiso." Ryu comentó. "Y mucho menos si fue él mismo quien lo puso."
"Si, y sus compinches siempre a su lado como su fueran sus secretarios." Kogure afirmó. "¿Es que no tienen nada mejor que hacer en el descanso que ser como una lata de pandilleros?" Agregó con un poco de recelo.
"En fin, ya llegaron todos." Ryu interrumpió. "Más vale darle comienzo." De ahí se dirige calmadamente hacia donde está Kairi y sus "secuaces", como Kogure comentó y los mira con cierta indiferencia, atrayendo la atención de Sagami, quien lo mira y habla de modo burlón. "Oye, ¿cómo es que siempre nos miras como si fuéramos nada? ¿Tienes idea de con quien tratas?"
"Es verdad." Saitsuchi, un pelirrojo apuntó. "Siempre andas como si eres el dueño. ¡Debería darte una lección de modales!"
"Si sabes lo mejor para ti, tendrás que darnos respeto como se merece, chico." Hiro, un chico de cabello despeinado y negro vociferó, agarrando a Ryu de la manga de su camisa como si lo iba a golpear, pero una señal de Amakusa y una mirada seria lo hace detener.
"Él es mi rival y como tal lo respeto, muchachos. No me hagan darles una lección de disciplina nuevamente." Habló calmada y fríamente, dando a sus amigos la impresión de su amigo y "jefe" Hiro lo suelta en lo que los otros dejan de mirarle feo y le habla en su mismo tono de siempre a Ryu. "También te gusta llegar a tiempo, Ryu. Eso es muy alentador y quisiera que mis otros rivales tuvieran esa misma educación que tienes."
"Al igual que tú, siempre cumplo con los compromisos que yo impongo." Ryu contestó con aire de confianza. "Pero seguro no querrás parlotear ahora; ¿quieres dar comienzo a todo esto?" A ello le pasa un balón de fútbol que encontró al lado de sus píes y Kairi lo atrapa con una mano y responde sonriendo. "Claro, pero en esta ocasión te concedo el primer saque. ¿Está bien contigo?" Y le pasa el balón a Ryu y él lo atrapa de la misma forma.
"Como quieras. Reúne a los tuyos, que voy con los míos." Diciendo eso, camina hacia sus amigos llevando el balón en la mano. Una concurrencia de chicos y chicas no se hace esperar mucho y todos se reúnen en el lugar de los hechos.
"Oigan, Amakusa y Kurosawa volverán a jugar."
"¿Es verdad eso?"
"!Se pondra muy bueno! ¡Hay que verlos!"
"!De verdad son lindos y son buenos jugadores!"
"Vale la pena verlos jugar."
Entre el gentío de jóvenes, aparece un joven de cabello negro con rayos amarillos en su copete observa a los dos alumnos con suma atención mientras tiene su pelota en la mano. Seguro era un partido interesante y no se lo perdería por nada. Pero algo llamaba más su atención que solo el juego...
"Kurosawa está aquí como se esperaba. Tal vez deba hablar con él después del encuentro. Debo estar atento a todo." Al otro lado de la cancha, era un joven de cabello rojizo un tanto oscuro. Llevaba su sudadera roja con gorro y ponía su vista a los dos estudiantes. "Amakusa piensa jugar con él, ah? Observarlos sería buena idea y aparte, creo que debo comunicarme con Kairi después del juego.
Ryu está parado en medio del campo enfrente del esférico y un estudiante aparece al lado de él. Era alguien que raras veces había visto, pero pensó que podía confiar en él, en cierta forma. Ese joven le habla y dice: "Estaba escuchando música cuando me enteré de esto. Hablé con tus amigos y están de acuerdo de que juegue contigo."
"¿Eres Yamagata, cierto? No te había visto mucho por aquí."
"Cierto, Kurosawa. Pero el fútbol me gusta tanto como la música." Sonríe el de cabello oscuro con rojo.
"Bien, entonces comenzaremos, compañero." Con esto, el otro joven al lado de Ryu le toca el balón hacia él y el partido da comienzo.
Notas: Esto es solo el comienzo y se pondrá muy bueno. Siguiente episodio. El partido de fútbol, personajes importantes y una revelación para Ryu. ¡No se pierdan este nuevo capítulo!
Androide K'18
