Una semana después tuvo lugar el enterramiento. Serena estaba plantada al
lado de sus padres, vestida toda de negro, hecho que resaltaba la palidez
de su tez. Todos los familiares de las víctimas habían decidido enterrar a
las chicas juntas. Serena no podía concentrarse en la voz del capellán, sus
ojos iban saltando hacia los demás presentes, le molestaba que nadie se
hubiera encargado de enterrar a Darién en el mismo sitio que las demás, ni
siquiera sabía donde estaba enterrado y por ahora nadie había querido
decírselo. Los padres de Ami y su novio Greg estaban en uno de los lados, a
su lado estaban el abuelo de Raye y Chad, ambos estaban firmes, pero las
lágrimas en sus ojos revelaban su emoción. Ken, el amigo de Lita, estaba
separado de los demás para rendir homenaje a su mejor amiga, los señores
Aino, padres de Mina estaban abrazados ante la tumba de su hija mientras el
capellán continuaba con los oficios. Al lado de la pareja había dos
familias que no revelaban su emoción, Serena suponía que no estaban
preparados para conocer la noticia sobre la muerte de sus dos hijas,
Michiru y Haruka. De pronto Serena notó un brazo sobre su hombro, un poco
sorprendida se giró para ver a un hombre alto, con el pelo blanco y los
ojos azules, era el Dr. Tomoe, el padre de Hotaru, y el único que conocía
las ocupaciones de su hija. Sin decir palabra, ambos volvieron a dirigir su
atención al funeral mientras Sammy cogía a Serena del brazo para
confortarla. La chica le dirigió una mirada de gratitud. Por fin, el
funeral había terminado y los presentes se dirigieron a dar sus
condolencias a los afligidos padres de las chicas. Serena se quedó atrás
con su hermano.
"Sammy, me gustaría estar sola un momento."
"¿Estás segura?"
Serena asintió y el chico siguió a sus padres hasta el coche. En un haz de luz la chica se transformó en Princesa en el silencioso cementerio. Lentamente andó hacia las siete tumbas y se arrodilló ante ellas.
De repente oyó un ruido tras de sí, sin necesidad de girarse supo quien estaba detrás suyo.
"¿Por qué?" La princesa se levantó y se encaró con la última de las guerreros, la guerrero del tiempo. Antes de que pudiera contestar la chica continuó. "¿Por qué no viniste? Sabes tan bien como yo que habrías podido impedir el desastre, solo habría sido necesario que impidieras que Urano me hiciera perder el conocimiento. Si me hubieran dejado las habría salvado a todas."
"Y puede que ahora estuviéramos celebrando tu funeral."
"Puede que sí, ¿pero de verdad crees que ahora todo va a seguir su curso?"
"¿A que te refieres?"
"Me refiero a la salvación de la Tierra. No voy a abandonar, le prometí a la reina Serenity que no abandonaría, ¿pero realmente crees que voy a ser capaz de salvar a este planeta sola?" Cuando la otra no contestó la princesa continuó. "Tu, más que nadie, debe saber que mi poder viene de las guerreros, más que del Cristal de Plata, es su presencia la que me hace seguir luchando y que me da la fuerza necesaria para levantarme cada vez que estoy a punto de abandonar. Por mucho que me digas que debo salvar la Tierra, dudo mucho que yo sola llegue a hacerlo."
Después de estas palabras volvió a reinar el silencio entre las dos chicas, de pronto se oyeron pisadas y vieron como alguien empiezaba a acercarse. En un haz de luz Serena, volvió a llevar sus prendas oscuras y Plutón empiezó a desvanecerse entre las sombras de uno de sus portales.
"Todo se arreglará Princesa."
Con estas palabras Serena vio que estaba sola y, para sus adentros murmuró:
"Espero que tengas razón Plutón, realmente espero que la tengas."
Cuando Sammy llegó a su posición, Serena se giró y empiezó a andar en dirección a la salida, su hermano la siguió sin decir palabra, allí solo quedaban el Dr. Tomoe y sus padres. Cuando vieron a los dos chicos, se giraron y el padre de Hotaru se despidió.
"Ha sido un placer conocerlos, solo desearía que hubiera sido en mejores circunstancias."
"También nosotros lo desearíamos."
Entonces el Doctor se giró hacia Serena. "Serena, si alguna vez necesitas mi ayuda ya sabes donde puedes encontrarme."
El hombre abrazó a la chica. "Sí, gracias doctor."
La familia Tsukino vio como el doctor se alejaba y entraron en su coche.
Durante el trayecto a casa nadie dijo nada, Irene y Ken miraron un poco preocupados a su hija que estaba mirando por la ventana, sumida en sus propios pensamientos. Cuando llegaron a casa, vieron que había una chica esperándolos en la puerta. Sin decir palabra, Molly abrazó a Serena y las dos subieron a la habitación de la chica donde pasaron la tarde escuchando música. Los padres de Serena habían pedido a Molly que estuviera allí cuando volvieran del funeral y la chica había aceptado. Aunque últimamente ella y Serena se habían distanciado, Molly aún la consideraba una de sus amigas y estaba dispuesta a ayudarla todo lo que pudiera. Serena, por su parte, estaba intentando comprender por que razón Molly estaba aquí, al final, como no encontraba la respuesta, decidió preguntárselo.
"¿Por qué has venido Molly?"
"¿No te gusta mi compañía?"
"Sabes que no es esto. En mi corazón tu siempre has sido mi mejor amiga, pero sabes tan bien como yo que a lo largo de estos años nos hemos estado distanciando cada vez más."
"Eso es cierto. Sabes, nunca he sabido que es lo que pasó, de pronto parecía que ya no tenías interés en estar conmigo, siempre estabas con Ami, Raye y las otras. Durante meses me estuve preguntando por que razón te habías apartado de mí, primero pensé que era por lo de Nephlite, luego pensé que era mi relación con Melvin la que te hacía ignorarme. Pero de pronto vi que no solo me ignorabas a mí, toda la clase había notado el cambio, ahora solo estabas con las otras. Esto me ayudó a buscar nuevas amigas, me convertí en una chica semi-popular y todo empezó a ir bien, solo a veces echaba de menos tener a una persona con la que hablar, con la que compartir todos mis secretos, alguien que me comprendiera, pero sabía que tu eras esa única persona y que no tenías tiempo para mi." Molly paró un momento y luego continuó con una sonrisa en los labios. "Sabes, nunca entendí como personas tan diferentes como vosotras podíais entenderos tan bien."
Serena se volvió bruscamente hacia la otra chica.
"¿Quién dice que nos entendíamos?" Molly levantó una ceja sorprendida. "Éramos amigas, podría decir que éramos las mejores amigas del mundo y que todas haríamos lo que fuera por las demás, pero esto no significa que nos entendiéramos. En los cuatro últimos años lo que más he echado de menos es tener una persona que me entendiera, las otras lo intentaban pero tu misma lo has dicho, éramos demasiado diferentes como para podernos comprender las unas a las otras. Al pasar los años, todas fuimos madurando y aceptando las costumbres de las demás, ya nadie se sorprendía cuando Ami decía que debía estudiar, cuando todas sabíamos que iba a sacar un diez, era normal cuando Lita cocinaba para las demás si estaba deprimida o que Raye gritara a todo el mundo si estaba nerviosa, tampoco pasaba nada cuando Mina volvía a emprender una de sus cacerías de chicos o si yo empezaba a llorar por cualquier tontería. Eso era lo normal, a través de los años se ha convertido en lo normal, y por eso la gente pensaba que nos entendíamos las unas a las otras muy bien. Pero todo dejaba de funcionar si alguien salía del patrón, si Ami decía una tontería, si Raye estaba callada, si Lita no reaccionaba violentamente, si Mina dejaba pasar a un chico sin comentario o si yo decía algo inteligente, entonces la estabilidad se rompía, entonces sentíamos que realmente aún no sabíamos mucho de las otras y sobre todo, que no nos comprendíamos tanto como deberíamos, no sabíamos que hacer. La llegada de Haruka, Michiru y Hotaru solo empeoró las cosas, ¿cómo puedes llegar a comprender y llevarte bien con dos chicas que solo se ven la una a la otra? ¿Cómo puedes estar con una niña seis años menor que tu? Pero como siempre todas nos adaptamos, y la vida siguió su curso hasta hace una semana, cuando toda la estabilidad se rompió."
La habitación se quedó en silencio mientras Molly intentaba comprender todo lo que Serena le acababa de decir. Lo único que por entonces entendía era que su amiga se había convertido en una chica solitaria, por más tiempo que pasara con las demás, por lo bien que estuvieran juntas, nadie la había comprendido nunca.
"Entonces ¿por qué? ¿Por qué te fuiste con ellas?"
"Ya te lo he dicho, ellas eran mis amigas, nada habría podido cambiar eso." Serena suspiró y se giró hacia Molly. "Pero hay otra razón Molly, y esta razón es necesidad."
"No comprendo."
"¿No te pareció extraño que me hiciera amiga de Ami de un día para otro? Ambas habíamos ido a la misma escuela durante cinco años y nunca habíamos intercambiado una sola palabra y de pronto nos comportábamos como si fuéramos las mejores amigas del mundo. ¿No te chocó?"
"Ahora que lo dices sí que me pareció extraño. ¿Pasó por alguna razón?"
"Molly, lo que voy a decirte quiero que quede en secreto, antes me has dicho que yo era la persona en que más confiabas, quiero que sepas que tu también lo eres para mí, a pesar de eso necesito que me prometas que no se lo dirás a nadie."
Serena miró seriamente a la chica sentada delante de ella mientras una dulce melodía sonó por la habitación. Molly asintió lentamente.
"Te lo prometo Serena."
"Antes he dicho que nuestra unión fue por necesidad. Molly, yo soy guerrero Luna." La chica sentada en la silla palideció al instante, pero Serena continuó. "Si Ami y yo empezamos a ir juntas, era solo porque ella era guerrero Mercurio, no digo que no me cayera bien, pero esa fue la razón en un principio, lo mismo con Raye, Mina, Haruka, Michiru y Hotaru. Con Lita fue un poco diferente, porque me sentí atraída por ella en cuanto la vi, pero fue la misma razón lo que hizo que nuestra amistad madurara, si no hubiera sido una guerrero no habría tenido tiempo para estar con ella. Los últimos cuatro años me he pasado los días yendo al colegio, a reuniones de las guerreros y a pelear con todo tipo de monstruos. He visto las cosas más horribles que te puedas imaginar y he tenido que luchar contra mis propias compañeras para mantener la paz en nuestro grupo. Por necesidad he tenido que aguantar los insultos de Raye y las miradas condescendientes de las otras, muchas veces hasta tengo que recordar que solo soy una chica." De pronto Serena sonrió ligeramente y miró a la atónita Molly. "Lo siento Molly, no te tomes mis palabras muy en serio, estoy en un humor bastante sombrío y no te estoy contando todo lo bueno que ha salido de esto, como por ejemplo que encontré al hombre de mis sueños o que maduré hasta saber exactamente lo que debo hacer en todo momento. He pasado horas divertidas con ellas, también horas tristes y ahora todo ha terminado."
Serena cubrió su cara con las manos y por primera vez desde que murieron las demás dejó que las lágrimas resbalaran libremente por su cara. Molly se obligó a salir de su estupor y fue a abrazar a Serena. Las dos chicas permanecieron abrazadas durante mucho rato hasta que Molly vio que Serena se había dormido en sus brazos, de un movimiento dejó a su amiga en la cama y susurró: 'No te preocupes Serena, te ayudaré'. Cuando bajaba por las escaleras le dijo a Irene que era mejor que metiera a su hija en la cama y se fue.
Por la mañana, Sammy decidió acompañar a Serena a la escuela. Los dos chicos se encontraron a Molly por el camino que se dirigía a recoger a Serena, ella y Sammy mantuvieron la conversación mientras Serena andaba callada a su lado. Pronto llegaron ante el edificio de la escuela y el chico se despidió. Cuando las dos chicas entraron en la clase, todo el mundo dejó de hablar y miraron a Serena con compasión en los ojos, ella no pudo resistir las miradas y bajó la cabeza. Molly le pasó un brazo por la espalda y la llevó a su sitio, antes de que nadie pudiera acercarse a ellas entró la profesora. La clase siguió su curso habitual pero muchos no podían evitar mirar de reojo a Serena. Esta lo notó y se encerró más en su propio mundo.
"Sammy, me gustaría estar sola un momento."
"¿Estás segura?"
Serena asintió y el chico siguió a sus padres hasta el coche. En un haz de luz la chica se transformó en Princesa en el silencioso cementerio. Lentamente andó hacia las siete tumbas y se arrodilló ante ellas.
De repente oyó un ruido tras de sí, sin necesidad de girarse supo quien estaba detrás suyo.
"¿Por qué?" La princesa se levantó y se encaró con la última de las guerreros, la guerrero del tiempo. Antes de que pudiera contestar la chica continuó. "¿Por qué no viniste? Sabes tan bien como yo que habrías podido impedir el desastre, solo habría sido necesario que impidieras que Urano me hiciera perder el conocimiento. Si me hubieran dejado las habría salvado a todas."
"Y puede que ahora estuviéramos celebrando tu funeral."
"Puede que sí, ¿pero de verdad crees que ahora todo va a seguir su curso?"
"¿A que te refieres?"
"Me refiero a la salvación de la Tierra. No voy a abandonar, le prometí a la reina Serenity que no abandonaría, ¿pero realmente crees que voy a ser capaz de salvar a este planeta sola?" Cuando la otra no contestó la princesa continuó. "Tu, más que nadie, debe saber que mi poder viene de las guerreros, más que del Cristal de Plata, es su presencia la que me hace seguir luchando y que me da la fuerza necesaria para levantarme cada vez que estoy a punto de abandonar. Por mucho que me digas que debo salvar la Tierra, dudo mucho que yo sola llegue a hacerlo."
Después de estas palabras volvió a reinar el silencio entre las dos chicas, de pronto se oyeron pisadas y vieron como alguien empiezaba a acercarse. En un haz de luz Serena, volvió a llevar sus prendas oscuras y Plutón empiezó a desvanecerse entre las sombras de uno de sus portales.
"Todo se arreglará Princesa."
Con estas palabras Serena vio que estaba sola y, para sus adentros murmuró:
"Espero que tengas razón Plutón, realmente espero que la tengas."
Cuando Sammy llegó a su posición, Serena se giró y empiezó a andar en dirección a la salida, su hermano la siguió sin decir palabra, allí solo quedaban el Dr. Tomoe y sus padres. Cuando vieron a los dos chicos, se giraron y el padre de Hotaru se despidió.
"Ha sido un placer conocerlos, solo desearía que hubiera sido en mejores circunstancias."
"También nosotros lo desearíamos."
Entonces el Doctor se giró hacia Serena. "Serena, si alguna vez necesitas mi ayuda ya sabes donde puedes encontrarme."
El hombre abrazó a la chica. "Sí, gracias doctor."
La familia Tsukino vio como el doctor se alejaba y entraron en su coche.
Durante el trayecto a casa nadie dijo nada, Irene y Ken miraron un poco preocupados a su hija que estaba mirando por la ventana, sumida en sus propios pensamientos. Cuando llegaron a casa, vieron que había una chica esperándolos en la puerta. Sin decir palabra, Molly abrazó a Serena y las dos subieron a la habitación de la chica donde pasaron la tarde escuchando música. Los padres de Serena habían pedido a Molly que estuviera allí cuando volvieran del funeral y la chica había aceptado. Aunque últimamente ella y Serena se habían distanciado, Molly aún la consideraba una de sus amigas y estaba dispuesta a ayudarla todo lo que pudiera. Serena, por su parte, estaba intentando comprender por que razón Molly estaba aquí, al final, como no encontraba la respuesta, decidió preguntárselo.
"¿Por qué has venido Molly?"
"¿No te gusta mi compañía?"
"Sabes que no es esto. En mi corazón tu siempre has sido mi mejor amiga, pero sabes tan bien como yo que a lo largo de estos años nos hemos estado distanciando cada vez más."
"Eso es cierto. Sabes, nunca he sabido que es lo que pasó, de pronto parecía que ya no tenías interés en estar conmigo, siempre estabas con Ami, Raye y las otras. Durante meses me estuve preguntando por que razón te habías apartado de mí, primero pensé que era por lo de Nephlite, luego pensé que era mi relación con Melvin la que te hacía ignorarme. Pero de pronto vi que no solo me ignorabas a mí, toda la clase había notado el cambio, ahora solo estabas con las otras. Esto me ayudó a buscar nuevas amigas, me convertí en una chica semi-popular y todo empezó a ir bien, solo a veces echaba de menos tener a una persona con la que hablar, con la que compartir todos mis secretos, alguien que me comprendiera, pero sabía que tu eras esa única persona y que no tenías tiempo para mi." Molly paró un momento y luego continuó con una sonrisa en los labios. "Sabes, nunca entendí como personas tan diferentes como vosotras podíais entenderos tan bien."
Serena se volvió bruscamente hacia la otra chica.
"¿Quién dice que nos entendíamos?" Molly levantó una ceja sorprendida. "Éramos amigas, podría decir que éramos las mejores amigas del mundo y que todas haríamos lo que fuera por las demás, pero esto no significa que nos entendiéramos. En los cuatro últimos años lo que más he echado de menos es tener una persona que me entendiera, las otras lo intentaban pero tu misma lo has dicho, éramos demasiado diferentes como para podernos comprender las unas a las otras. Al pasar los años, todas fuimos madurando y aceptando las costumbres de las demás, ya nadie se sorprendía cuando Ami decía que debía estudiar, cuando todas sabíamos que iba a sacar un diez, era normal cuando Lita cocinaba para las demás si estaba deprimida o que Raye gritara a todo el mundo si estaba nerviosa, tampoco pasaba nada cuando Mina volvía a emprender una de sus cacerías de chicos o si yo empezaba a llorar por cualquier tontería. Eso era lo normal, a través de los años se ha convertido en lo normal, y por eso la gente pensaba que nos entendíamos las unas a las otras muy bien. Pero todo dejaba de funcionar si alguien salía del patrón, si Ami decía una tontería, si Raye estaba callada, si Lita no reaccionaba violentamente, si Mina dejaba pasar a un chico sin comentario o si yo decía algo inteligente, entonces la estabilidad se rompía, entonces sentíamos que realmente aún no sabíamos mucho de las otras y sobre todo, que no nos comprendíamos tanto como deberíamos, no sabíamos que hacer. La llegada de Haruka, Michiru y Hotaru solo empeoró las cosas, ¿cómo puedes llegar a comprender y llevarte bien con dos chicas que solo se ven la una a la otra? ¿Cómo puedes estar con una niña seis años menor que tu? Pero como siempre todas nos adaptamos, y la vida siguió su curso hasta hace una semana, cuando toda la estabilidad se rompió."
La habitación se quedó en silencio mientras Molly intentaba comprender todo lo que Serena le acababa de decir. Lo único que por entonces entendía era que su amiga se había convertido en una chica solitaria, por más tiempo que pasara con las demás, por lo bien que estuvieran juntas, nadie la había comprendido nunca.
"Entonces ¿por qué? ¿Por qué te fuiste con ellas?"
"Ya te lo he dicho, ellas eran mis amigas, nada habría podido cambiar eso." Serena suspiró y se giró hacia Molly. "Pero hay otra razón Molly, y esta razón es necesidad."
"No comprendo."
"¿No te pareció extraño que me hiciera amiga de Ami de un día para otro? Ambas habíamos ido a la misma escuela durante cinco años y nunca habíamos intercambiado una sola palabra y de pronto nos comportábamos como si fuéramos las mejores amigas del mundo. ¿No te chocó?"
"Ahora que lo dices sí que me pareció extraño. ¿Pasó por alguna razón?"
"Molly, lo que voy a decirte quiero que quede en secreto, antes me has dicho que yo era la persona en que más confiabas, quiero que sepas que tu también lo eres para mí, a pesar de eso necesito que me prometas que no se lo dirás a nadie."
Serena miró seriamente a la chica sentada delante de ella mientras una dulce melodía sonó por la habitación. Molly asintió lentamente.
"Te lo prometo Serena."
"Antes he dicho que nuestra unión fue por necesidad. Molly, yo soy guerrero Luna." La chica sentada en la silla palideció al instante, pero Serena continuó. "Si Ami y yo empezamos a ir juntas, era solo porque ella era guerrero Mercurio, no digo que no me cayera bien, pero esa fue la razón en un principio, lo mismo con Raye, Mina, Haruka, Michiru y Hotaru. Con Lita fue un poco diferente, porque me sentí atraída por ella en cuanto la vi, pero fue la misma razón lo que hizo que nuestra amistad madurara, si no hubiera sido una guerrero no habría tenido tiempo para estar con ella. Los últimos cuatro años me he pasado los días yendo al colegio, a reuniones de las guerreros y a pelear con todo tipo de monstruos. He visto las cosas más horribles que te puedas imaginar y he tenido que luchar contra mis propias compañeras para mantener la paz en nuestro grupo. Por necesidad he tenido que aguantar los insultos de Raye y las miradas condescendientes de las otras, muchas veces hasta tengo que recordar que solo soy una chica." De pronto Serena sonrió ligeramente y miró a la atónita Molly. "Lo siento Molly, no te tomes mis palabras muy en serio, estoy en un humor bastante sombrío y no te estoy contando todo lo bueno que ha salido de esto, como por ejemplo que encontré al hombre de mis sueños o que maduré hasta saber exactamente lo que debo hacer en todo momento. He pasado horas divertidas con ellas, también horas tristes y ahora todo ha terminado."
Serena cubrió su cara con las manos y por primera vez desde que murieron las demás dejó que las lágrimas resbalaran libremente por su cara. Molly se obligó a salir de su estupor y fue a abrazar a Serena. Las dos chicas permanecieron abrazadas durante mucho rato hasta que Molly vio que Serena se había dormido en sus brazos, de un movimiento dejó a su amiga en la cama y susurró: 'No te preocupes Serena, te ayudaré'. Cuando bajaba por las escaleras le dijo a Irene que era mejor que metiera a su hija en la cama y se fue.
Por la mañana, Sammy decidió acompañar a Serena a la escuela. Los dos chicos se encontraron a Molly por el camino que se dirigía a recoger a Serena, ella y Sammy mantuvieron la conversación mientras Serena andaba callada a su lado. Pronto llegaron ante el edificio de la escuela y el chico se despidió. Cuando las dos chicas entraron en la clase, todo el mundo dejó de hablar y miraron a Serena con compasión en los ojos, ella no pudo resistir las miradas y bajó la cabeza. Molly le pasó un brazo por la espalda y la llevó a su sitio, antes de que nadie pudiera acercarse a ellas entró la profesora. La clase siguió su curso habitual pero muchos no podían evitar mirar de reojo a Serena. Esta lo notó y se encerró más en su propio mundo.
