Disclaimer: Ninguno de los personajes usados es mio.

Estraños acontecimientos:

Los días habían ido pasando lentamente y la vida seguía su curso, Serena se había ido recuperando lentamente de la pérdida de sus amigas, sobretodo gracias a la ayuda de Molly, Melvin y de su hermano. Los cuatro solían pasar muchas horas juntos. Otro que se había convertido en un visitante habitual había sido el Dr. Tomoe, que iba a visitarles regularmente y que pasaba largas horas hablando a solas con Serena. Después de las primeras semanas ella empezó a explicarle detalles de las guerreros que no sabía. La familia Tsukino se preguntaba a veces de que hablaban, pero respetaban su intimidad y les dejaban solos discutiendo sobre toda clase de temas.

Era un sábado por la tarde cuando sonó el timbre de la puerta, Irene fue a abrir mientras Ken bajaba el periódico que estaba leyendo y Serena y Sammy levantaban la vista de sus deberes. Al cabo de unos momentos Irene volvió a entrar seguida de una mujer con el pelo plateado peinado de la misma forma en que lo llevaba Serena. La chica no podía creer lo que veían sus ojos. Ante ella había una persona que era idéntica a la reina Serenity, pero de algún modo no acababa de ser ella. Esa pequeña diferencia hizo que Serena se quedara sentada, en lugar de correr a abrazar a la mujer que acababa de entrar por la puerta.

"Sammy, esta mujer quiere hablar contigo."

Sammy miró sorprendido a su madre. "¿Conmigo?"

La mujer que estaba al lado de su madre asintió y sonrió ligeramente. "Sí, joven Samuel. Pero tu familia puede quedarse si quiere."

Irene indicó a la mujer donde podía sentarse. Ella y Sammy se sentaron enfrente suyo y Serena se plantó detrás del sofá sin apartar los ojos de la recién llegada. Esta fue la primera en hablar.

"En primer lugar, me llamo Serenity y he venido aquí para que conozcas tu destino."

"¿Mi destino?"

"Así es. Tu destino es convertirte en un guerrero."

Sacando un bolígrafo de su bolsillo, Serenity miró a Sammy fijamente y vio la sorpresa reflejada en los ojos del muchacho, estaba tan concentrada en él que no vio la palidez de la cara de Serena. Esta se había asustado al oír las palabras de la mujer y más al ver el bolígrafo con el símbolo de Saturno. No entendía nada, esta mujer era la reina Serenity, de eso no había duda. Pero si lo era, por qué razón no la reconocía y por qué estaba ofreciendo a Sammy ser un guerrero?

La chica se obligó a concentrarse en la conversación.

"¿Quién eres tu?"

"No estoy muy segura, sé que me llamo Serenity, y que debo encontrar a los guerreros, pero no tengo ni idea del porqué."

"Pero ya hay guerreros."

Ante estas palabras Serenity levantó una ceja asombrada. "¿Estás seguro?"

Sammy asintió vigorosamente. "Ya lo creo, han estado salvando Tokio por los últimos cuatro años."

"No sé que decirte Sammy, puede que les haya pasado algo, lo único que sé es que tengo que hacerte esta proposición. ¿Quieres convertirte en guerrero Saturno?"

Sammy pareció dudar. "¿Puedes dejarme un poco de tiempo para pensarlo y discutirlo con mi familia?"

"Por supuesto."

Una voz tranquila rompió el silencio de la habitación. "Yo tengo una pregunta."

Todos se giraron hacia Serena.

Serenity miró a la chica con curiosidad. "¿Cuál?"

"¿Qué será lo que tendrá que hacer Sammy?"

"Por lo que sé, los guerreros tienen dos misiones, encontrar el Sagrado Cristal de Plata, la arma más poderosa de este universo y ayudarme a proteger la Tierra de los ataques de la Negavers."

Serena asintió. Antes de que nadie pudiera añadir nada, Serenity se levantó. "Volveré mañana por la tarde Sammy, espero que decidas lo correcto."

Serenity se marchó acompañada por Irene, mientras el comedor se sumió en silencio. Serena fue la primera en irse, diciendo que iba a pasear. Sammy se levantó y dijo que iba a ir con ella.

Los dos chicos estaban paseando por el parque en silencio. De pronto Sammy empezó a hablar.

"¿Qué debo hacer Serena?"

La chica tardó unos minutos en contestar. "Mi corazón me dice que no lo hagas, no quiero que te pase nada, pero sé que aceptarás."

Sammy se la miró sorprendido. "¿Por qué crees esto?"

Serena sonrió tristemente. "Porque es tu destino. Aunque ahora te negaras, puedo decirte que tarde o temprano aceptarás, porque no hay otra solución, si alguien ataca la Tierra y es cierto que las guerreros ya no están, entonces todos los que puedan tendrán que luchar." Serena suspiró y se giró a su hermano. "Acepta Sammy, te será mucho más fácil entrar ahora en el grupo, ya que este apenas está empezando a formarse."

"¿Estás segura?"

"Bastante, si te parece bien me gustaría ir a dar una vuelta sola, así tendré tiempo para pensar y te daré mi opinión esta noche."

Sammy asintió y los dos chicos se separaron. Serena fue andando lentamente por el parque hacia un rincón oscuro, allí vio como se formaba un portal y aparecía guerrero Plutón que se paró ante ella.

"Supongo que no hay necesidad de contarte lo que está pasando."

Serena sacudió la cabeza. "No, ya lo he visto." Viendo que Plutón no contestaba, Serena preguntó lo que la tenía preocupada. "Solo quiero saber una cosa. Sé que no puedes contestarme todas las preguntas que quiero pero quiero que me contestes esta. ¿Puedo confiar en ella?"

"Sí."

Serena asintió y se giró hacia la guerrero que estaba a su lado. Esta ya se había levantado y estaba a punto de entrar en el portal cuando la voz de Serena la detuvo.

"¿Estarás aquí esta vez?"

Plutón se giró y miró a la chica a los ojos. "Si puedo sí."

Antes de que Serena pudiera replicar, la guerrero se desvaneció y Serena volvió a encontrarse sola en el parque. Lentamente la chica se dirigió a casa, por el camino se encontró a Sammy, los dos continuaron andando en silencio. Cuando estaban a punto de entrar en la casa, Serena se paró y dijo:

"Sammy, haz lo que tu corazón te diga, pero si quieres mi consejo, únete a ellos."

Sammy la miró con una sonrisa y contestó; "Gracias Serena, mi corazón me dice que haga lo que acabas de decir."

La chica asintió y ambos entraron en la casa.

Continuará.

A/N: Gracias por los reviews.